Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Desde la perspectiva del contexto cultural Capra (1996), explica varios puntos
significativos que deben ser comprendidos por el hombre para que la vida sea
contemplada como la vanguardia del cambio de paradigmas, desde una concepción del
mundo mecanicista hacia una ecológica:
Crisis de Percepción;
El hombre debe estar consciente del deterioro ambiental que existe en todo el globo
terráqueo, producto de la mano del hombre y de los avances tecnológicos, se puede
observar especies de animales y plantas en extinción. Este autor explica que hay
soluciones para estos problemas pero cuando el hombre entienda que se debe hacer un
cambio radical en la forma de vivir, de pensar y de percibir los valores.
El Cambio de paradigma;
Ecología Profunda;
Con respecto a los nuevos valores este autor, considera que con la descripción del
paradigma ecológico emergente, se ha enfatizado hasta ahora los cambios de
percepciones y modos de pensamiento. Por otro lado, si eso se necesitara, la transición
hacia el nuevo paradigma resultaría relativamente fácil. Hay pensadores suficientemente
elocuentes y convincentes en el movimiento de la ecología profunda como para
convencer a los líderes políticos y económicos de los méritos del nuevo pensamiento.
Ética;
2da Parte
La Emergencia del Pensamiento Sistémico
El primer biólogo de la tradición occidental, fue Aristóteles, distinguía también entre
materia y forma pero al mismo tiempo las vinculaba mediante el proceso de desarrollo. En
contraste con Platón, Aristóteles creía que la forma no tenía una existencia separada sino
que era inmanente en la materia y que ésta tampoco podía existir aisladamente de la
forma. La materia, según Aristóteles, contenía la naturaleza esencial de todas las cosas,
pero sólo como potencialidad. Por medio de la forma, esta esencia se convertía en real o
actual. Se trata de un proceso de desarrollo, un empuje hacia la plena autorrealización.
Materia y forma son caras de dicho proceso, separables sólo mediante la abstracción.
La noción de un universo orgánico, viviente y espiritual fue reemplazada por la del
mundo como máquina, y ésta se convirtió en la metáfora dominante de la era moderna.
Este cambio radical fue propiciado por los nuevos descubrimientos en física, astronomía y
matemáticas conocidos como la Revolución científica y asociados con los nombres de
Copérnico, Galileo, Descartes, Bacon y Newton. Galileo Galilei excluyó la cualidad de la
ciencia, restringiendo ésta al estudio de fenómenos que pudiesen ser medidos y
cuantificados, dando paso a lo que se llamó el mecanicismo cartesiano.
Los artistas románticos se ocupaban básicamente de la comprensión cualitativa de los
patrones o pautas y, por lo tanto, ponían gran énfasis en la explicación de las propiedades
básicas de la vida en términos de formas visuales. Goethe en particular sentía que la
percepción visual era la vía de acceso a la comprensión de la forma orgánica. La
comprensión de la forma orgánica jugó también un papel primordial en la filosofía de
Emmanuel Kant, considerado frecuentemente el más grande de los filósofos modernos.
Idealista, Kant separaba el mundo de los fenómenos de un mundo de «las cosas en sí
mismas».
Vale quizás la pena en este punto resumir las características esenciales del
pensamiento sistémico. El primer y más general criterio es el cambio de las partes al todo.
Los sistemas vivos son totalidades integradas cuyas propiedades no pueden ser
reducidas a las de sus partes más pequeñas. Sus propiedades esenciales o «sistémicas»
son propiedades del conjunto, que ninguna de las partes tiene por sí sola. Emergen de las
«relaciones organizadoras » entre las partes, es decir, de la configuración de relaciones
ordenadas que caracteriza aquella clase específica de organismos o sistemas. Las
propiedades sistémicas quedan destruidas cuando el sistema se disecciona en elementos
aislados. Otro criterio básico del pensamiento sistémico.
Finalmente Capra en esta 2da parte, sale de la Biología y de las teorías de los
Sistemas para indagar en la cibernética del cerebro y la retroalimentación. Donde los
principales exponentes son Neil Postman, Jerry Mander, Theodore Roszak y finalmente a
Bowers donde todos estos estaban llenos de metáforas militares con palabras como,
objetivos, comando, escape, blindado entre otros. Considerando que tras dominar la
investigación cerebral y la ciencia cognitiva durante treinta años y haber creado un
paradigma de tecnología ampliamente extendido aún en estos días, el dogma del proceso
de información se ve por fin seriamente cuestionado.
3ra Parte
Las piezas del Puzle
De igual forma los Hyperciclos resultan ser, no solo notablemente estables sino capaces
de autoreproducirse exactamente y de corregir errores de producción, lo que significa que
pueden conservar y transmitir información compleja. La teoría de Eigen demuestra que
este auto réplica bien conocida en los organismos vivos puede haber ocurrido en sistema
químico antes de que apareciera la vida, con anterioridad a la formación de la estructura
genética. Estos hyperciclos químicos serian pues sistemas autoorganizadores que no
pueden ser denominados “vivos”, por carecer de algunas características claves para la
vida, pero que no obstantes deben ser vistos como precursores de los sistemas vivos.
Según esto la vida tendría sus raíces profundas en el reino de la materia muerta.
Por otra parte, el químico atmosférico James Lovelock tenía una intuición iluminadora
que le conduciría a formular un modelo que es quizás la más sorprendente y hermosa
expresión de autoorganizacion: la idea de que el planeta tierra, como un todo, es un
sistema autoorganizador vivo. Los orígenes de la atrevida hipótesis de este químico se
remontan a los primeros tiempos del Programa Especial de la NASA. Mientras que la idea
de la tierra viva es muy antigua y se han formulado en varias ocasiones teorías sobre el
planeta como sistema vivo. Cabe mencionar, que Newton aplicando su teoría al
movimiento de los planetas pudo reproducir las principales características del sistema
solar, a excepción de los detalles más pequeños. Laplace sin embargo, redefinió y
perfecciono los cálculos de Newton hasta tal punto que consiguió explicar el movimiento
de planetas, luna y cometas hasta sus más mínimos detalles, así como el flujo de las
mareas y otros fenómenos relacionados con la gravedad.
Animados por este brillante éxito de la mecánica newtoniana en astronomía, los físicos y
matemáticos lo hicieron extensivos al movimiento de fluidos y a la vibración de cuerdas
campanas y otros cuerpos elásticos. El método de Maxwell permitió a los físicos explicar
las propiedades básicas de un gas en términos del comportamiento medio de sus
moléculas. La combinación de métodos estadísticos con la mecánica newtoniana dio lugar
a una nueva rama de la ciencia, adecuadamente denominada “mecánica estadística” que
se convirtió en la base teórica de la termodinámica, la teoría del calor.
La gran fascinación ejercida por la teoría del caos y la geometría fractal en persona de
todas las disciplinas desde científicos a empresarios y artistas puede contribuir
efectivamente una señal esperanzadora de que el aislamiento de las matemáticas está
tocando a su fin. La nueva matemática de la complejidad están haciendo que hoy cada
vez más personas se den cuenta de que las matemáticas son mucho más que fría
formula, que la comprensión del patrón es crucial para el entendimiento del mundo vivo
que nos rodea y que todas las cuestiones de patrón orden y complejidad son
esencialmente matemáticas.
4ta Parte
La Naturaleza de la Vida
Al respecto el autor manifiesta que llego a la convicción de que la clave para una teoría
completa de los sistemas vivos estriba precisamente en la síntesis de estos dos
planteamientos: el estudio del patrón (forma, orden, cualidad) y el de la estructura
(substancia, materia, calidad).
El criterio de proceso completa el marco conceptual. Las definiciones de los tres criterios
patrón, estructura y proceso indican que son totalmente independientes. El patrón de
organización solo puede ser reconocido si esta corporeizado en una estructura física,
siendo este un proceso continuo en los organismos vivos, se puede decir que los tres
criterios constituyen tres perspectivas distintas pero inseparables del fenómeno de la
vida.
El sistema vivo más simple conocido es la célula, Maturana y Varela han usado
extensivamente la biología celular para explorar los detalles de las redes autopoiesis
puede ilustrarse adecuadamente mediante una célula vegetal. Maturana y Varela ven la
diferencia entre relaciones de componentes estáticos y relaciones entre procesos, como
la distinción clave entre los fenómenos biológicos. Puesto que los procesos en un
fenómeno biológicos, involucran a componentes, resulta siempre posible abstraer de los
mismos una descripción en términos puramente físicos.
De acuerdo con la teoría de los sistemas vivos, la mente no es una cosa sino un
proceso: el proceso mismo de la vida. En otras palabras, la actividad organizadora de los
sistemas vivos, a todos los niveles de la vida, es una actividad mental. Las interacciones
de un organismo – planta, animal o humanos – con su entorno son interacciones
cognitivas, mentales. Así, vida y cognición quedan inseparablemente vinculadas. La
mente o el proceso mental es inmanamente en la materia a todos los niveles de la vida.
El nuevo concepto de cognición es pues mucho más amplio que el pensamiento.
Incluye percepción, emoción y acción: todo el proceso vital. En el reino humano, la
cognición incluye también lenguaje, pensamiento conceptual y todos los demás atributos
de la consciencia humana. El concepto general, no obstante, es mucho más amplio y no
incluye necesariamente al pensamiento.
El autómata células diseñado por Varela y sus colegas fue uno de los primeros
ejemplos de cómo se puede simular las redes autoorganizadores de los sistemas vivos.
En los últimos 20 años han sido estudiadas muchas otras simulaciones, quedando
demostrado que estos modelos matemáticos pueden generar espontáneamente patrones
complejos y altamente ordenados, exhibiendo algunos importantes principios de orden
presentes en los sistemas vivos.
Donde vemos vida, desde las bacterias a gran escala, observamos redes con
componentes que interactúan entre sí de tal modo que la red entera se autoreguía y
organiza. Dado que estas componentes, a excepción a los de las redes celulares son en
sí mismo sistemas vivos, una imagen realista de las redes poiésicas deberá incluir una
descripción modo en que los sistemas vivos interactúan entre si y mas generalmente con
su entorno. En realidad una descripción de dicho término es parte integrante de la teoría
de la autopoiesis desarrollada por Maturana y Varela.
El primer paso hacia las formas superiores de vida fue la aparición de la simbiosis
como una nueva vía para la creatividad evolutiva. Esto ocurrió hace alrededor de dos mil
millones de años y condujo a la evolución de las células nucleadas que se convirtieron en
los componentes fundamentales de plantas y animales. Las células nucleadas son
muchos mayores y más complejas que las bacterias; mientras que las células bacterianas
contienen una sola hebra suelta de ADN flotando libremente en el fluido celular, el ADN
de una eucarionte se encuentra apretadamente replegado dentro de cromosomas,
confinados a su vez dentro de una membrana en el interior del núcleo de las células. La
cantidad de ADN de una eucarionte en varios cientos de veces superior a la
correspondiente a una bacteria.
Tras haber seguido el desplegar de la vida desde sus mismos inicios, no podemos
evitar experimentar una especial emoción cando llegamos a la etapa en la que los
primeros simios se erguieron y anduvieron sobre dos patas, incluso si esta emisión no
está científicamente justificada. A medida que se veía como los reptiles evolucionaban
hasta convertirse en vertebrados de sangre caliente que cuidaban a sus crías, como los
primeros primates desarrollaban uñas planas, pulgares opuestos y los inicios de la
comunicación vocal y como los simios exhibían tórax y brazos parecidos a los humanos,
cerebro complejo y la capacidad de construir herramientas podemos percibir la gradual
aparición de nuestras características humanas y cuando llegamos al estadio de los simios
andando erguidos y con sus manos libres, sentimos que el inicio de la aventura humana
es inminente, para seguirla de cerca debemos cambiar de nuevo de escala, esta vez de
millones a miles de años.
La aventura evolutiva humana es la fase más reciente del despliegue de la vida
sobre la tierra y para nosotros ejerce por supuesto una fascinación especial. No obstante
y desde la perspectiva de Gaia, la evolución de los seres humanos constituye hasta el
momento un brevísimo episodio que podría incluso llegar a tener un abrupto final en un
futuro próximo. Para demostrar cuan tarde han aparecido los humanos sobre el planeta.