Está en la página 1de 26

1

“AÑO DE LA UNIDAD, LA PAZ Y EL DESARROLLO”

FILIAL ANDAHUAYLAS

ESCUELA ACADÉMICA PROFESIONAL DE DERECHO Y CIENCIAS


POLÍTICAS.

TEMA:

LA ACTIVIDAD MINERA Y LOS CONFLICTOS SOCIALES

ASIGNATURA:

LEGISLACIÓN MINERA

DOCENTE:

DRA. SONIA IRIS SALVADOR LUDEÑA

PRESENTADO POR:

-PAUL GUILLERMO CARHUAS ZEGARRA

SEMESTRE:

XII- SECCION 03-1

CODIGO:

2015153362

ANDAHUAYLAS – PERÚ

2023
2

INTRODUCCION

Durante los últimos años, la actividad de extracción de minerales ha crecido de


manera significativa en el mundo, y el Perú ha sido uno de sus importantes
campos de expansión. Nuestro país posee en efecto considerables reservas,
cuya explotación se vuelve rentable a medida que el precio de los metales en el
mercado internacional se incrementa. En este contexto, los gobiernos sucesivos
han implementado progresivamente, desde 1990, una serie de reformas
destinadas, en primer lugar, a facilitar las inversiones orientadas a la explotación
de los recursos mineros, y, en segundo lugar, a mitigar los impactos negativos
que pudiera tener esta explotación.

Esta investigación pretende poner a prueba una serie de hipótesis por medio de
la lectura cruzada de seis casos concretos, escogidos en virtud de su
heterogeneidad y de su distribución geográfica. Una hipótesis central que recorre
este trabajo radica en el hecho de que, de acuerdo con las más recientes teorías
del conflicto, los conflictos mineros no pueden ser resueltos, sino tan sólo
transformados.
3

Contenido
CAPITULO I ................................................................................................................... 4
LA ACTIVIDAD MINERA............................................................................................. 4
LOS CONFLICTOS SOCIALES .................................................................................... 6

La conflictividad social en la minería .......................................................................... 13


186 conflictos Mineros en Perú, 2019...................................................................... 17

El triángulo de actores ................................................................................................. 18


Las empresas mineras.............................................................................................. 19

Las comunidades locales ......................................................................................... 19

El estado ................................................................................................................. 20

Las características esenciales de una real y efectiva participación ciudadana en el


desarrollo de la actividad minera tenemos los siguientes: ............................................ 20
a) Participación informada. – ................................................................................... 20

b) Participación oportuna. - ..................................................................................... 20

c) Participación influyente. - ................................................................................... 20

d)Participación culturalmente adecuada. - ............................................................... 20

Conclusión .................................................................................................................. 23
BIBLIOGRAFÍA ........................................................................................................ 24
ANEXOS ................................................................................................................ 25 - 26
4

CAPITULO I

LA ACTIVIDAD MINERA

El Perú es un país con mucho potencial en recursos naturales desde épocas


pasadas pero que últimamente se ha tomado una gran importancia,
constituyendo a la minería uno de los sectores con enormes posibilidades de
desarrollo. La industria minera se ha constituido, y lo sigue siendo, en uno de los
pilares fundamentales de la economía nacional, la misma que concentra una
serie de actividades y procesos donde convergen diferentes áreas del
conocimiento y ámbitos profesionales.
Ha cobrado importancia en el impacto económico que ésta genera sobre los
diferentes países en lo referido las exportaciones, inversión minera, tributos,
entre otros puntos; aunque también existe una relación importante con respecto
a los conflictos sociales originados en el sector minero. Por ello promover la
inversión tanto nacional como extranjera en este rubro y crear los mecanismos
que faciliten el fácil acceso a las inversiones es una de las prioridades de la
Política de Estado.
A nivel mundial, el Perú se ubica entre los primeros productores de diversos
metales, como plata, zinc, plomo y oro.
En la actualidad esta actividad económica, de suma importancia para el
desarrollo nacional, vuelve a cobrar vigencia plena, teniendo en cuenta que en
el marco de la legislación vigente los recursos culturales están amparados por
normas y disposiciones que regulan el tratamiento de los mismos, con la finalidad
de prevenir su pérdida definitiva, que por el hecho de ser bienes no renovables,
su afectación tiene carácter de irreversible, de allí la necesidad de impulsar
trabajos de liberación y rescate arqueológico con el objeto de conocer el valor
histórico del área de estudio.
En el siguiente trabajo presente vamos a profundizar en los siguientes temas la
minería, pero desde un ámbito macroeconómico detallando los puntos más
resaltantes como proyectos mineros, evolución de las exportaciones, inversión
extranjera además la importancia de la minería en la economía. También se
puntualizará sobre el PBI y como este contribuye al desarrollo económico. La
5

minería se basa en la obtención selectiva de minerales y otros materiales (salvo


materiales orgánicos de formación reciente) a partir de la corteza terrestre.
En el Perú mucho antes de la época incaica, existieron diferentes culturas
preincas las cuales supieron cómo extraer los minerales y convertirlos en
artículos domésticos, armas u otros artefactos, Sin embargo, en aquella época
no se supo cómo organizar la actividad minera ni administrar los productos. En
consecuencia, cualquier individuo podía tener parte de estas obras como
posesión propia sin que nadie se opusiera.
Luego de la conformación del Tahuantinsuyo, se instauró una administración
minera de la cual se pueden mencionar los siguientes puntos:
• Fueron asignadas áreas de explotación.

• Se propuso el criterio de propiedad y usufructo de los recursos obtenidos.

• El trabajo minero y metalúrgico se dividió en categorías.

• Se vigiló la seguridad del producto resultante.

La producción se caracterizó principalmente por el uso del cobre, la reducción


del mercurio (descubrieron que era dañino para la salud aleación del bronce. Se
estima que la mayor producción de oro provenía de la explotación de las gravas
auríferas en la Cordillera de los Andes y de la llanura de la Selva. Gracias a la
extracción del oro y las aleaciones hechas con plata y cobre permitió que los
Incas lograran obtener un producto muy similar al platino.
Así que en la etapa de la colonia se hicieron trabajos en las minas de Potosí, la
mina de Huancavelica.
Que hasta la actualidad estos proyectos generan un crecimiento económico cabe
también tener en cuenta que se tiene una importante responsabilidad en el
impacto ambiental que esto conlleva.
6

LOS CONFLICTOS SOCIALES

Los conflictos sociales en el Perú, dada la dimensión especial que cobran estos
en todo el territorio nacional. Sin embargo, también se desconoce sobre algunos
aspectos básicos que, en definitiva, son necesarios para poder comprender las
circunstancias y proponer soluciones al respecto. Parte de este entendimiento
está muy relacionado a las estadísticas que, en un inicio, direccionan este
proceso importante; pero queda claro que siempre existe algo más que analizar.

Para iniciar, es necesario que sepamos definir qué es un conflicto social, para así
desterrar ciertas percepciones sesgadas; como, por ejemplo, relacionar al
conflicto social puramente a un proyecto minero y a los episodios de bombas
lacrimógenas, muertos, heridos, etc. Por ende, es preciso señalar que tienen una
tipología variada, que van desde temas socioambientales – los más comunes –
hasta de derechos laborales y demás.

Lo anterior, también va de la mano con estereotipar al conflicto social como un


acontecimiento de índole negativo; donde lo único que hay que resaltar, por parte
de algunos sectores de los medios de comunicación y de la sociedad, son las
variopintas escenas de violencia presentadas en las pantallas. A propósito,
Rolando Luque, adjunto para los Conflictos Sociales y la Gobernabilidad de la
Defensoría del Pueblo, brindó para este informe un cariz muy distinto del
convencional sobre el conflicto social.

“Evaluar la conflictividad desde los valores positivo y negativo, no es correcto. La


interpretación que tiene la Defensoría del Pueblo sobre el conflicto social es que
es la oportunidad para el cambio social. Nosotros no vemos el conflicto como una
especie de patología social, sino como parte del lenguaje en el que se expresan
sectores de la sociedad cuando tienen algunas demandas que plantear, cuando
quieren ser críticos del comportamiento del Estado o del mercado, y cuando
quieren demostrar alguna insatisfacción que tienen dentro de la realidad
nacional”, señaló, por consiguiente, se colige que no hay que confundir conflicto
y violencia, dos términos con significantes muy distintos; pero que a nivel de
significados se ha acostumbrado a relacionarlos muy estrechamente.
7

Durante los últimos años la actividad de extracción de minerales ha crecido de


manera significativa en el mundo y el Perú ha sido uno de sus importantes
campos de expansión. En este contexto, los gobiernos sucesivos han
implementado progresivamente, desde 1990, una serie de reformas destinada,
en primer lugar, a facilitar las inversiones orientadas a la explotación de los
recursos mineros y, en segundo lugar, a mitigar los impactos negativos que
pudiera tener esta explotación.

Estas reformas, sin embargo, no han logrado evitar que se multipliquen por todo
el país conflictos sociales que giran en torno a la actividad minera. La
inestabilidad generada por estos conflictos plantea, en efecto, serios problemas
de gobernabilidad y tiene consecuencias económicas y sociales que pueden
mermar seriamente las perspectivas de desarrollo sostenible del país, los
conflictos generados en los procesos de instalación de compañías mineras en
sociedades locales.

El análisis se construye sobre la comparación de seis casos considerados


emblemáticos, correspondientes a las actividades de compañías mineras en
Tambo grande (Piura), Majaz (Piura), Yanacocha (Cajamarca), Antamina
(Ancash), Tintaya (Cusco) y Las Bambas (Apurímac). Todos ellos
correspondientes a proyectos mineros de gran envergadura y con capitales
transnacionales, cuya puesta en marcha ha generado y sigue generando
conflictos importantes que han suscitado la atención de la opinión pública
nacional e incluso internacional y que constituyen un reto a la gobernabilidad y a
la democracia en el país. ¿Qué factores son determinantes en la gestación y en
la evolución de los conflictos mineros? Esta es una de las preguntas que orientan
la presente investigación. De ella, a su vez, se desprenden otras que van desde
la definición de conflicto, las características de su desarrollo, las circunstancias
en las que los conflictos se producen, qué es lo que está en juego en ellos hasta
sus posibilidades de gestión y su resolución en ámbitos locales, nacionales y
globales.

Estas preguntas ciertamente no son nuevas. Por el contrario, existe una


abundante literatura que aborda el problema de los conflictos y, en particular, de
los conflictos en torno a la implementación de operaciones en industrias
extractivas y al uso de recursos no renovables, como son precisamente los
8

conflictos mineros. Sin embargo, existen hasta la fecha muy pocos estudios
comparativos realizados en un mismo país que permitan contrastar los conflictos
y establecer un marco de lectura teórica a partir de casos muy concretos.

En los conflictos mineros el Estado peruano supone muchos actores. Sus


diversas instancias y agencias, lejos de comportarse bajo un principio ordenado
de subsidiaridad, muestran diversas estrategias, acciones y propósitos y exhiben
un marcado contraste entre sus funciones reconocidas en la Constitución y los
reclamos de las comunidades locales frente a su comportamiento en el desarrollo
de los conflictos.

En general, la preocupación central del Estado frente a los conflictos mineros


parece enfocarse, por un lado, en el mantenimiento del orden público y, por el
otro, en evitar que las protestas desalienten la inversión minera. Para ello, más
que la represión, busca lograr el consentimiento de la población y su conformidad,
para lo que está dispuesto a mediar y a proporcionar información, pero poco
dispuesto a un diálogo que suponga la posibilidad de que un proyecto minero no
llegue a ejecutarse. Conjunto de las interrelaciones y posiciones de los actores
muestra cuatro constataciones centrales:

-El desequilibrio y las diferencias entre los propósitos de los actores y sus
recursos para llevarlos a cabo, así como la existencia de posiciones claramente
diferenciadas, que originan el conflicto, ante las que no existen aún instancias ni
mecanismos legítimos y efectivos de mediación,
-La insuficiencia del marco legal regulatorio, tanto de la actividad minera en
general como y en particular– de la determinación del interés público frente al
interés local, para garantizar la adecuada participación y el respeto de los
derechos de las poblaciones locales afectadas por la actividad minera,
-Un Estado más inclinado hacia la promoción de la inversión que a la regulación
y la redistribución efectiva, lo que en la práctica supone prácticamente
posicionarse más próximos a los intereses de las empresas mineras que de los
de las colectividades locales y un desfase importante entre las posiciones ideales
de interrelación de los actores y su posicionamiento efectivo, según el que el
Estado no cumple su rol, la actividad minera no contribuye suficientemente al
desarrollo local generan suficiente desarrollo y las comunidades locales se ven
forzadas a acciones de protesta para hacer considerar sus intereses.
9

Los conflictos pueden ser visualizados como una serie de acontecimientos


organizados alrededor de las diferencias construidas entre los actores locales y
las empresas mineras y las posiciones y acciones emprendidas por ambos tipos
de agentes a lo largo del tiempo.
Las diferencias entre las posiciones y los objetivos de los diversos actores, que
constituyen la situación de conflicto, generan tensiones o fricciones permanentes
que eventualmente desembocan en protestas y en acciones de enfrentamiento
entre ellos, lo que configura un escenario que desborda la tensión hacia acciones
que exigen la atención de agencias encargadas de la resolución del conflicto, del
Estado para la recuperación del
“orden público” y de una serie de agencias y agentes externos que intervienen a
favor de alguna de las partes. El análisis de los autores asume la existencia de
dos niveles fenomenológicos:
• El del conflicto, constituido por la existencia de diferencias de interés
y hasta de una concepción del desarrollo y del destino de la localidad
entre los agentes presentes y
• El de las acciones locales de protesta o no asociados a la existencia
de las diferencias antedichas (estallidos). Los estallidos de los
conflictos se producen tras una ruta de generación de fricciones, de
multiplicación de tensiones y de procesos de acumulación de fuerzas
que progresivamente genera las condiciones para que sobrevenga
una crisis.

El proceso de desarrollo de las protestas y su evolución en el marco de los


conflictos analizados puede entenderse como un proceso de interacción
continúa modificada a lo largo del tiempo, principalmente por dos tipos de
“movimientos” que condicionan fuertemente los términos de las soluciones
encontradas a los estallidos y, eventualmente, también el desenvolvimiento y
desarrollo del conflicto:
- “Aproximaciones” referidas a los vínculos positivos que generan
acercamiento y entendimiento entre los actores y
- “Polarizaciones” a las acciones que generan, mantienen o acrecientan
las diferencias entre posiciones contrapuestas.
10

Existen dos tipos de aproximaciones o acercamientos:

-las acciones generadas de manera independiente de los conflictos con el


propósito explícito de generar entendimiento y ciertamente también de
prevenir y evitar estallidos más adelante y
-los acercamientos desarrollados y promovidos tras uno o más episodios
de estallido del conflicto.

Las acciones de acercamiento pautadas por ley no logran cumplir su propósito.

Las acciones de polarización se manifiestan por cuatro grandes esferas:


-las manifestaciones públicas de la protesta,

-los medios de comunicación,

-las vías legales y

-la vida cotidiana.


La polarización cotidiana es funcional al desarrollo de argumentos radicales y
contraria a la búsqueda de consensos y de posibilidades de diálogo. En cada
conflicto, las acciones no siempre están claramente orientadas a los resultados
generados.
La actuación del Estado en los conflictos muestra su presencia desigual en los
diferentes casos y espacios. Sin embargo, coincide que esta actuación está más
orientada a resolver los problemas generados por los estallidos de los conflictos
que a solucionar las causas que los generan. Los acercamientos desarrollados
en el marco de los estallidos de los conflictos buscan restablecer relaciones de
concordia, desmovilizar las protestas, evitar que continúen, minimizar sus
consecuencias de estallido y, eventualmente, evitar que vuelvan a producirse.
Sin embargo, la constitución de instancias y de plataformas de diálogo más
permanentes es una solución alternativa al diálogo reactivo.
Su defecto, en tensión y fricción y, eventualmente, en enfrentamiento y oposición
abierta. Los juegos de posiciones, los acercamientos y las polarizaciones solo
pueden ser comprendidos a partir de la lógica de las coincidencias o divergencias
entre los intereses y las identidades de los actores, todo en el marco de un
11

proceso de construcción de discursos hegemónicos hacia la polarización o el


acercamiento.
¿Qué se puede concluir acerca de los actores, de sus acciones, posiciones y
estrategias y de lo que ellos consideran ponen en juego los conflictos? Una
respuesta analítica envía a una breve síntesis, abstracta, de los actores en
conflicto.
Nuevamente una concesión minera amenaza una zona que debería ser
protegida. Se trata de las ruinas Markansaya, ubicadas en la comunidad
campesina de Qqueuñapampa, distrito de Haquira, provincia de Cotabambas
(Apurímac). A enero de 2019, el 51.9 % de la comunidad campesina de
Qqueuñapampa se encontraba concesionada para la actividad minera. De las
tres concesiones que se encuentran en la comunidad, una de ellas está sobre el
sitio arqueológico Markansaya, que pertenece a una cultura preincaica. La
concesión «Valeria 23 2003» ubicada en la mencionada zona fue otorgada el 27
de junio de 2003 a la empresa minera «Cordillera de Los Andes». Posteriormente
la titularidad de la concesión pasó a la empresa minera Panoro Apurímac S.A el
3 de julio del 2008.
Y desde febrero de este año pertenece a Alto Copper S.A. La zona en que se
ubica este sitio arqueológico ha sido concesionada por el Instituto Nacional de
Concesiones y Catastro Minero – INACC (ahora INGEMMET), pese a conocerse
de su existencia.
En el título se dice que «el titular de la concesión minera está obligado a respetar
la integridad de los monumentos arqueológicos o históricos».
Lamentablemente, las concesiones mineras en sitios arqueológicos seguirán
siendo entregadas mientras que no se implemente una verdadera política de
ordenamiento territorial (OT) en nuestro país. Para ello se necesita voluntad
política y definir qué organismo es el ente rector. Cabe recordar que hace dos
años el Ministerio del Ambiente renunció a la rectoría de esta importante política
y la casó de su Reglamento de Organización y Funciones. Hace un año desde
CooperAccion denunciamos la concesión minera otorgada en la Montaña de 7
Colores en Cusco. Cabe preguntar cuántos sitios de importancia cultural y
natural tendrán que ser concesionados para entender el valor de la planificación
12

y uso ordenado del territorio y la necesidad de promover una política sobre este
tema.
Una delegación de dirigentes y autoridades de las comunidades de la cuenca
alta y baja del río Llaucano (Cajamarca), arribaron a las instalaciones de la
Autoridad Nacional del Agua (ANA) en Lima reclamando que se realice la
fiscalización del agua en Bambamarca, en la provincia de Hualgayoc. Pese a
repetidas denuncias, hasta la fecha la ANA no se ha hecho presente en la
localidad. Los comuneros agrupados en el Comité de Fiscalización de la Cuenca
del Alto y Bajo Llaucano, que involucra a la población de las provincias
cajamarquinas de Hualgayoc, Chota y Celendín y el alcalde de Bambamarca,
reclaman los problemas de contaminación en la cabecera de la cuenca del río
Llaucano.
La contaminación denunciada se habría originado por las actividades que realiza
Minera Yanacocha en el sistema hídrico de Totoracocha desde el año 2018.
Desde entonces, las comunidades del Valle del Llaucano denuncian que el agua
no es apta para el consumo humano e instan a la autoridad para que verifique
los problemas de contaminación.
Este hecho habría sido reconocido inclusive por la propia empresa Yanacocha,
que actualmente provee agua mineral embotellada para suplir la carencia
generada por los temas de contaminación. Anteriormente las comunidades
presentaron a la ANA un petitorio respaldado por 1,500 firmas exigiendo que se
realice la fiscalización correspondiente y se anule la Resolución N° 1167 que
aprobó la intervención de la empresa en el sistema hídrico. Sin embargo, ante la
negativa de los funcionarios locales de la ANA para visitar la zona, el comité de
defensa se presentó en la ciudad de Cajamarca exigiendo una cita.
Asimismo, la resolución que validó a Yanacocha luego de ser cuestionada fue
ratificada. Las comunidades y exigen la anulación de la mencionada resolución,
el retiro de la maquinaria de la zona y que se sancione a los funcionarios
implicados.
Minera Yanacocha informó que la aprobación de la segunda Modificación del
Estudio de Impacto Ambiental (MEIA) para Yanacocha Sulfuros estaría lista a
finales de este mes.
13

Tras la aprobación de este estudio, la minera ya puede iniciar con el pedido de


financiamiento; así como iniciar con la construcción, la cual se espera arranque
el 2021, según Raúl farfán, director ejecutivo de Relaciones Externas de Minera
Yanacocha.
Precisamente, el ejecutivo dio detalles de cómo realizará los trabajos la minera
para el inicio de este proyecto.
Hoy en día, estamos terminando la ingeniería de detalle del proyecto Yanacocha
Sulfuros y por supuesto vamos a presentar los últimos hallazgos el próximo año
a los accionistas para lograr el financiamiento”, explicó.
A partir de ahí construiríamos y operaríamos el proyecto en lo que nosotros
llamamos la ‘ola 1’; y más adelante estaríamos hablando de una potencial ‘ola
2´, que, además, nos extendería la vida útil.
Asimismo, Farfán indicó que están poniendo mucho énfasis en los temas
ambientales y sociales. Sobre todo, para implementar medidas e identificar
aspectos que ayuden a mitigar posibles impactos en estos temas. Más aún en el
transcurso del avance y crecimiento de esta operación.
La importancia que tiene Yanacocha Sulfuros para la operación Yanacocha recae
en su contribución a la continuidad de esta última. Ya que se incluirá, modificará
y reubicará componentes principales e instalaciones auxiliares de la explotación
de oro, plata y cobre en las nuevas reservas de minerales sulfurados y óxidos.

La conflictividad social en la minería


Según el Reporte de Conflictos Sociales N0 185, que presenta mensualmente la
Defensoría del Pueblo, hasta el mes de julio del presente año son 184 conflictos
sociales vigentes en el Perú. De ellos, 135 se encuentran activos y el resto
latentes; es decir, en más del 70 % de estos es posible percibir el desacuerdo
entre los actores involucrados. De igual manera, su evolución tampoco muestra
una disminución clara: en los últimos años, la cantidad de ellos ha oscilado
siempre entre los 180 y 200. Haciendo un puntual énfasis en los concernientes a
la minería, 62 son los casos activos registrados hasta la fecha, listado en el que
se encuentran coyunturas mediáticas como las de Tía María y Quellaveco.
No obstante, y ante un escenario poco alentador, el Perú se mantiene a la cabeza
en la producción minera de ciertos metales a nivel latinoamericano y mundial.
14

Por ejemplo, según el Mineral Commodity Summaries 2019 de la U.S. Geological


Survey, somos los primeros productores de oro, zinc, plomo, entre otros
minerales, de Latinoamérica; a la vez que estamos en el Top 10 de los mismos
en el planeta Cálculos reconfortantes, pese a que la actividad minera tiene una
conflictividad considerable. Entonces, ¿por qué esta recurrencia de los conflictos
sociales en el sector?
Augusto Cauti, viceministro de Minas del Ministerio de Energía y Minas (Minem),
dialogó con Stakeholders y señaló perspectivas sobre esta cuestión. “En
muchos casos tienen que ver con reclamos de las poblaciones que traen años
de retraso, en cuanto a déficit de infraestructura y de servicios públicos.
Entonces, cuando llega un proyecto minero se generan reclamos a este, que no
necesariamente tienen que ver con sus actividades. Pero también existen
algunos casos puntuales, donde sí algunas empresas no han podido elevar sus
estándares a lo que hoy en día se exige a la actividad minera, hablamos de
estándares tipo socioambiental”.
Análogamente, Pablo de la Flor, director ejecutivo de la Sociedad Nacional de
Minería, Petróleo y Energía (SNMPE), compartió un punto de vista parecido al
del viceministro, aunque fue agudo en recalcar el rol que el Estado debe de
asumir.
“Guarda más relación con la precariedad institucional, que con la actuación
pública nuestra. No es posible que, a pesar de todos los recursos transferidos
vía canon, que son 40 mil millones de soles en la última década, sigamos
arrastrando los enormes déficits en acceso a servicios básicos como salud,
educación, electrificación, agua y saneamiento.
La persistencia de esas enormes brechas, en materia de bienestar, es lo que
genera una enorme asociación por parte de la población de la zona minera, que
es consciente de los enormes aportes que se han generado; sin embargo, a la
vez tienen que soportar el hecho de que sus condiciones de vida no hayan
variado de manera significativa”, detalló.
Los inversionistas vienen observando con especial cuidado lo que está pasando
en el país sobre la conflictividad. Esto genera importantes dudas entre los
distintos sectores interesados en invertir en el país, indudablemente eso viene
dándose. De ahí, le doy importancia a tener cuidado a cómo vienen manejándose
15

este tipo de conflictos sociales y lo que el Estado pueda actuar de manera


prudente, pero a la vez con firmeza; para asegurar la plena vigencia del Estado
de Derecho y el imperio de la ley.
De lo contrario, estas condiciones van a devenir en el desinterés de las empresas
por esperar definir la ejecución de los proyectos en el país, esto es una coyuntura
muy compleja y el Estado debe tener especial cuidado, explicó Pablo de la Flor.
En una posible hipótesis, lo acontecido en Tía María podría ser el estimulante de
la reactivación de otros conflictos en el sector que pudieran afectar a las
inversiones en un largo plazo.
Dada la estadística mencionada en el Reporte de Conflictos Sociales, tengamos
en cuenta que hay catalogados casos nuevos como el de Champa marca, Pasco,
relacionados a la minería. En ese sentido, el viceministro abordó este supuesto
efecto “contagiante” de los conflictos y expuso cómo va el desenvolvimiento de
esta rama económica.
Las operaciones, que están en un curso normal, se vienen reinvirtiendo porque
son las que se mantienen y siguen operando, ahí tenemos a un sinnúmero de
empresas.
En cuanto a los proyectos que están en construcción, hay también ejemplos, ahí
tenemos a Mina Justa en Ica de más de 1600 millones de dólares, la ampliación
de Toromocho en Junín y más. Donde podría sí a ver una afectación, es en la
inversión de los nuevos proyectos, esa es la parte que nos toca como sector
público y también al privado, ver qué acciones o medidas reforzar para
encaminar estas inversiones y que nuestro país crezca”, aseveró.
¿Sobre si pudiera tener un trasfondo político la conflictividad? El funcionario no
lo niega. Tampoco descartemos que en algunos lugares específicos se está
dando un tema político, se utiliza también políticamente a la minería como
excusa para levantar una bandera que tiene un trasfondo político, que no
necesariamente tiene que ver con la actividad, pero se está generando un rédito
político a ciertas personas”, complementó.
La implementación de los proyectos mineros tiene como protagonistas a tres
actores fundamentales: la empresa privada, el Estado y la comunidad. Empero,
es menester labrar una relación positiva con los vecinos de la zona de
16

intervención desde los inicios. Para ello, existen los mecanismos de participación
ciudadana, que en su aplicación el Perú tiene un balance desfavorable.
El adjunto de la Defensoría del Pueblo para los Conflictos Sociales y la
Gobernabilidad consideró que estos mecanismos deben de contar con gran
presencia del Estado, a la vez que la empresa debe ver en ellos la oportunidad
adecuada de fortalecer lazos con la comunidad.
Los mecanismos de participación ciudadana, en general en el Perú, no son lo
suficientemente efectivos como para garantizar que la población sea escuchada
por la empresa antes de que se apruebe el Estudio de Impacto Ambiental (EIA).
La licencia social no es otra cosa que los mecanismos de participación
ciudadana, pero estos en nuestra legislación ponen el acento en los temas
ambientales”, agregó.
Igualmente, en su criterio es imperioso que los EIA tomen en cuenta con mayor
profundidad a los aspectos sociales y no estén basados solamente en los
ambientales. En esa misma línea, se debería evitar ver a la participación
ciudadana como un obstáculo a superar para finalmente hacer a un proyecto
viable. Entonces, en el EIA uno encuentra que el 80 % a 90 % de los aspectos
están concentrados en el orden ambiental y unos cuantos párrafos al tema social.
Es decir, nos estamos preocupando en los temores de la población que es el
impacto ambiental, y no nos estamos preocupando por las expectativas de la
población, y es ahí donde se discute el desarrollo, los temas sociales: qué
beneficios va a traer explotar un yacimiento minero para la población.
Se dice simplemente que la empresa se compromete a contratar a la gente de la
zona, falta una serie de indicadores”, enfatizó. De esta manera, se ha tramitado
direcciones como la Dirección General de Promoción y Sostenibilidad Minera, la
Oficina General de Gestión Social y también los Comités de Gestión e
Información.
El viceministro de Minas lo resaltó: “Nosotros como objetivo tenemos promover
las inversiones mineras sostenibles y eso, desde el viceministerio de Minas, tiene
que ver con la parte ecológica, económica y social.
Puntualmente a lo que corresponde al tema social, a nosotros nos toca ver que
las empresas tengan un buen relacionamiento con sus entornos, especialmente
con el de influencia directa del proyecto”, señaló.
17

Acciones importantes, que deben de seguir su curso en favor de la disminución


de los conflictos sociales en el Perú; donde el papel del Estado sea
preponderante y de facilitador en el contacto entre los inversionistas y los
habitantes de la zona de operación. Pablo de la Flor valoró el alcance que tiene
el gobierno.
“Sin esa dinámica será muy difícil que las empresas puedan de manera
autónoma hacer demasiado sobre la problemática de la conflictividad, creemos
que la actuación pública en ese sentido es fundamental para resolver esta
cuestión.
No obstante, las empresas deben seguir insistiendo en la mejora de su
relacionamiento con las comunidades en sus zonas de influencia, para ir
afinando y mejorando su comunicación de los distintos grupos de interés con los
que se involucra, recalcó. Mejorar la institucionalidad es apremiante y Rolando
Luque lo reconoce, en tanto que la minería es una actividad de la que el Perú
obtiene grandes beneficios económicos en aportes como el Canon Minero,
Regalías Mineras y Derecho de Vigencia y Penalidad.
Solo podemos hablar de un descenso importante cuando haya reformas
institucionales y los propios mecanismos regulares del Estado puedan resolver
la conflictividad social y no se necesiten de mesas de diálogo, ni mesas técnicas;
es decir, eso funcione dentro de la institucionalidad, pero no la tenemos, aunque
hay un proceso en marcha”, aseguró.
La fisionomía de los conflictos sociales hace que abordar su dificultad, más allá
de ser una manifestación dentro de los cauces democráticos, sea compleja y que
necesite de aportes interdisciplinarios para su resolución. Se requiere de
debates, colaboraciones y sólidas articulaciones para generar propuestas que
ayuden asistir y familiarizar los proyectos mineros con la población.
Esperamos que pronto el Perú encuentre su rumbo saludable en el sector, en un
plazo en el que el Bicentenario de la República se aproxima como una fecha
importante.
18

186 conflictos Mineros en Perú, 2019

En su último Reporte de Conflictos Sociales, publicado a través de su página


web, la Defensoría del Pueblo aseguró que en el país se registran alrededor de
186 Conflictos Mineros. Según este informe, actualmente 138 de estos conflictos
se encuentran activos, mientras otros 48 están latentes. Y del número general,
más del 70%, es de decir, 113 casos registran actos vandálicos y de violencia.
El documento muestra como principales conflictos el enfrentamiento entre
Gobierno y Comunidad en Tía María, también al distrito de Mara (Apurímac) y
Quellaveco. Asimismo, hace mención a la tensión que existen entre la
Federación Nacional de Trabajadores Mineros Metalúrgicos y Siderúrgicos del
Perú en la Oroya. De los 186 Conflictos Mineros en Perú, ¿dónde se ubica la
mayoría?

La Defensoría del Pueblo afirmó que la mayor cantidad de conflictos mineros que
se desarrollan en una sola región se ubican en los departamentos de:
-Áncash (22 casos)

-Arequipa (20 casos)

-Cusco (17 casos)

-Loreto (15 casos)

De la cifra general, solo 86 casos se encuentran en proceso de diálogo, el


resto, aún mantiene la tensión y el conflicto.

Hasta ahora, se reporta un total de 67 personas heridas y solo 1 caso se


resolvió en el mes de agosto.
Por otro lado, se registraron 123 acciones colectivas de protesta, 50 de las
cuales corresponde a conflictos registrados.
La Cámara Minera del Perú (Camiper) sabe que los conflictos sociales
relacionados a la minería en el Perú han sido siempre la razón por la que grandes
proyectos han quedado sin efecto.
Según información la cartera de proyectos mineros en Perú asciende a 57.000
millones de dólares de inversión necesaria para explotar diversos yacimientos;
entre ellos Quellaveco (US$ 5,300 millones), Mina Justa (US$ 1,600 millones),
Ampliación Toromocho (US$ 1,355 millones) y Ariana (US$ 125 millones).
19

En ese sentido, de realizarse dichos proyectos la producción de cobre se elevaría


20%, que representa la mitad del PBI minero metálico.
Por su parte la Cámara sabe que pesar de que la minería en el Perú ser una
actividad ancestral, enfrenta resistencia; así como burocracia. Motivo por el cual
ahora se han dispuesto importantes normas de seguridad laboral con protocolos
sanitarios por el COVID-19.
Si bien los peruanos consideran crucial a la minería para la recuperación
económica (83%); según una reciente encuesta de Ipsos, las protestas por
reivindicaciones sociales y ambientales en las comunidades cercanas a las
minas son frecuentes. A veces, las manifestaciones derivan en violencia y dejan
víctimas.
Según información a la que accedió la Cámara, la Defensoría del Pueblo
(ombudsman) registro 94 conflictos socioambientales relacionados con la
minería en el Perú en el 2019. La Cámara cuenta con un amplio catálogo de
programas de especialización en minería como Maestrías y Diplomados en el
Perú que puedes llevarlos desde la comodidad de tu hogar. Nuestros más de 17
años de experiencia con presencia en varios países de la región nos respaldan.
Por otro lado, contamos con una plana docente de profesionales con más de 30
años de experiencia en el sector minero a nivel nacional e internacional; los
mismos que comparten dichos conocimientos en sus cursos. Deja tus datos en
el siguiente formulario para que uno de nuestros asesores se comunique con
usted y poder brindarle toda la información que necesite.

El triángulo de actores

En este triángulo de actores Cada conflicto reúne su propia materia


indeterminado de actores, en posiciones particulares, en diversos grados de
alianza, concertación o negociación o, en su defecto, en tensión y fricción y,
eventualmente, en enfrentamiento y oposición abierta. Los juegos de posiciones,
los acercamientos y las polarizaciones solo pueden ser comprendidos a partir de
la lógica de las coincidencias o divergencias entre los intereses y las identidades
de los actores, todo en el marco de un proceso de construcción de discursos
hegemónicos hacia la polarización o el acercamiento. Entre ellos tenemos como:
20

Las empresas mineras

Los conglomerados que componen las empresas mineras se articulan alrededor


del objetivo de la implementación del proyecto y de las ganancias generadas por
este. Desde dicha perspectiva, esperan contar con reglas de juego claras y
estables que les garanticen la seguridad de su inversión. Sus vínculos con las
comunidades locales, enmarcados en el mejor de los casos en las lógicas de la
responsabilidad social, transitan bajo los criterios de buena vecindad y de buena
voluntad de las empresas y no son en absoluto forzosos ni regulados.

Sus actividades de responsabilidad social pueden eventualmente orientarse al


desarrollo local, pero pocas veces se incluyen en las discusiones locales sobre
planificación y presupuesto y están, al menos en parte, orientadas a minimizar el
descontento de la población local. Para ello, buscan convencer e informar a la
población local de los beneficios que trae la actividad minera al mismo tiempo
que aseguran respetar los códigos del medio ambiente (dentro de los estándares
establecidos) y no competir con la población local por los recursos de la zona.
La mayor parte de las empresas sabe que una nueva operación minera puede
generar protestas y que para operar, además de los permisos y autorizaciones
legales, es necesario contar con una “licencia social” para hacerlo

Las comunidades locales

Un punto de partida importante en que las comunidades se ven involucradas en


conflictos ante proyectos mineros llegados “de afuera” entre los casos de esta
investigación solo Tintaya, y con reparos, no entraría en dicha categoría que
terminan alterando sus vidas y comprometiendo su futuro hacia vías que, por lo
general, no habían considerado ni evaluado anteriormente. Frente a esta
circunstancia, los casos, de conflicto analizados y las posiciones de las
colectividades locales implicadas se sitúan frente a dos situaciones diferentes.
De un lado, aquellas en las que ya se implementó un proyecto minero,
planteándose el conflicto en términos de la afectación y de la participación de los
beneficios de la actividad y, del otro, aquellas en las que se pretende iniciar una
operación o ampliar las áreas de operación ya existentes, en donde los reclamos
21

se orientan a la conveniencia o no de dicha actividad, por múltiples


consideraciones.

El estado

En los conflictos mineros el Estado peruano supone muchos actores. Sus


diversas instancias y agencias, lejos de comportarse bajo un principio ordenado
de subsidiaridad, muestran diversas estrategias, acciones y propósitos y exhiben
un marcado contraste entre sus funciones reconocidas en la Constitución y los
reclamos de las comunidades locales frente a su comportamiento en el desarrollo
de los conflictos. En general, la preocupación central del Estado frente a los
conflictos mineros parece enfocarse, por un lado, en el mantenimiento del orden
público y, por el otro, en evitar que las protestas desalienten la inversión minera.
Para ello, más que la represión, busca lograr el consentimiento de la población y
su conformidad, para lo que está dispuesto a mediar y a proporcionar
información, pero poco dispuesto a un diálogo que suponga la posibilidad de que
un proyecto minero no llegue a ejecutarse.

Las características esenciales de una real y efectiva participación


ciudadana en el desarrollo de la actividad minera tenemos los siguientes:

a) Participación informada. – Es el control de la información, de sus


contenidos y de su circulación, es uno de los principales atributos de poder. Es
fundamental que el Estado ponga a disposición de estas poblaciones la
información total disponible y que lo haga además de una forma eficaz y
culturalmente adecuada.

b) Participación oportuna. - Los procesos de información y consulta deben


realizarse a tiempo y en diferentes tiempos. Es necesario definir mecanismos
transparentes y criterios compartidos para poder fijar el momento y los plazos de
la fase de consulta.
c) Participación influyente. - Las decisiones tomadas en el marco de las
consultas públicas deben generar derechos y deberes de todos, en función de
22

criterios y procedimientos transparentes. El Estado debe garantizar que los


grupos humanos principalmente afectados tengan influencia efectiva en la
decisión sobre la viabilidad de los proyectos mineros.
d) Participación culturalmente adecuada. -Todos los mecanismos de
participación anteriormente mencionados tienen que ser culturalmente
adecuados. Se debe respetar las formas de transmisión de información, de
negociación política, de sanción, culturalmente asentadas en los espacios
locales, en particular en los campesino-indígenas.
23

CONCLUSIÓN

- La actividad minera aún sigue siendo uno de los grandes apoyos que va
sosteniendo a la economía de nuestro país, es por ello que los logros de las
empresas mineras se mostraran en beneficio de todos gracias a ello es donde
se genera un movimiento económico.

- También este trabajo presenta que es un plan estratégico de la empresa minera


del centro del Perú S.A. donde nos brinda la oportunidad y permite reforzar
nuestra idea de que como queremos llegar y como estamos para llegar,
permitiendo encontrar nuestros objetivos adecuados para cumplir con nuestra
misión y visión.

- La, minería es un mal necesario, en la que invertimos, hectáreas de tierras


utilizadas generalmente por las comunidades altoandinas, a cambio del
crecimiento económico del país, actualmente se está viendo el conflicto en la
minería las BAMBAS, ubicado en la región APURIMAC, generalmente, estos se
se crean principalmente por la pérdida o contaminación de las zonas donde
habitan estas familias, como vemos en la actualidad.

- Los conflictos siempre existieron y siempre existirán, ya sea por la falta de


cuidado en la naturaleza o por el solo hecho de no aportar económicamente a la
comunidad donde se encontró los minerales, en el caso serró de Pasco, la
minería como vemos actualmente no se hace cargo de la salud de sus
habitantes, siendo así en las encuestas vemos a menores de edad, enfermos o
contaminados con plomo, lo que se busca es una minería responsable, con
ministros que estén a la altura y puedan ver la realidad a la que nos enfrentamos
con la pérdida de recursos naturales, como lo son los bosques, lagos y demás
afectados por la minería.

- Esto también se debe ya que el estado no sepa invertir, en el cuidado y


protección de los recursos naturales, para extraer los minerales que son
explotados de nuestro país.
24

BIBLIOGRAFÍA

https://repositorio.iep.org.pe/bitstream/IEP/639/2/huber_mineriayconflictosocial.p
df

http://cies.org.pe/sites/default/files/files/articulos/economiaysociedad/01-
revesz.pdf

http://congreso.pucp.edu.pe/alaic2014/wp-content/uploads/2014/10/GI5-
SandraCarrillo.pdf

https://stakeholders.com.pe/informes/conflictos-sociales-mineria-puntos-
clavesentender-una-compleja-realidad/
25

ANEXOS

CONFLICTO TIA MARIA – LAS BAMBA.

COMUNEROS PIDEN QUE EL CANON POR LAS BAMBAS SE PAGUE AHORA


Y NO EN 2021
26

CONTAMINACION DE LAGOS POR LA MINERA LAS BAMBAS.

También podría gustarte