Está en la página 1de 1

¿Cómo adaptarse al cambio?

Creo que todos los seres humanos han experimentado en varias ocasiones, a lo largo de sus
vidas, cambios; cambios naturales y esperados, cambios planificados y cambios inesperados de
los cuáles no se tiene el control. Con el cambio, es necesario desarrollar la habilidad de
adaptación; es indispensable aprender a adaptarse a las nuevas realidades.

Algunos cambios a los que se son susceptibles son los cambios físicos, ya sea en el cuerpo, en
la piel o en la salud; los psicológicos; los económicos; los familiares, como la llegada de los hijos
y nietos o el nido vacío; los laborales (etc). La muerte de un ser querido también es un
doloroso cambio al que adaptarse.

A continuación se comparten 3 claves vitales para desarrollar la capacidad de adaptación.

1. Recordar que Dios tiene el control.

Dios es quién mueve los hilos, es el director de la obra, el capitán y piloto de la nave, es quien
llama a cambiar y es quien permite ciertos cambios. Por tanto, no hay nada que temer.

2. Reconocer que los cambios siempre nos traen enseñanza y crecimiento.

Los cambios son buenos y necesarios, incluso esos cambios inesperados, indeseados y
dolorosos que sacan de la zona de confort. Sí, son buenos y necesarios porque alguna lección
enseñan, porque hacen a las personas ser más resilientes y empáticas, porque las transforman
de oruga a mariposa y les abren las alas para volar, y así, poder ver la vida desde otra
perspectiva.

3. Entender que los cambios conllevan un proceso de duelo.

Así como cuando se pierde a un ser amado se pasa por un proceso de duelo, también cuando
se experimenta algún cambio es necesario respetar dicho proceso, permitirse sentir y vivir cada
etapa para poder, finalmente, salir del hueco.

-Meidelyn Gómez, Psicóloga clínica y consejera cristiana.

También podría gustarte