Está en la página 1de 4

Introducción

La adaptación al cambio está acompañada a nivel emocional de un poco de estrés porque cuando
el ser humano tiene que abandonar su zona de confort y salir del terreno seguro y conocido, se
siente incómodo. Sin embargo, nos adaptamos a lo nuevo desde que somos bebés. Así se muestra,
por ejemplo, en el proceso de gatear o aprender a caminar. Cabe señalar que a partir de que se
analizó la inteligencia como una serie de procesos cognitivos, dio origen al surgimiento de nuevas
teorías que van definiendo la visión de la inteligencia emocional.

La adaptación muestra la lucha por la supervivencia a nivel humano como bien explicó Darwin. La
vida es cambio, todo fluye y nada permanece, vivimos sometidos a modificaciones constantes en
el entorno laboral, en el plano personal y en la propia vida.

Más allá de la rutina de los días, cada jornada es diferente, suceden cosas inesperadas, ocurren
imprevistos que rompen con la agenda programada. De hecho, la vida te enseña que lo más
importante es aplicar el carpe diem y vivir el ahora porque la vida no se ajusta a un guion previo.
La adaptabilidad se concibe como la capacidad para asumir los cambios sin que esto altere el
alcance objetivo que se han propuesto con antelación. Lo cual está estrechamente vinculado con
la capacidad de concebir como válidas perspectivas y situaciones diferentes a las que se está
acostumbrado.

La adaptabilidad a los cambios representa un pilar fundamental para el sano ejercicio del liderazgo
dentro de las organizaciones. El líder debe poder transmitir a los colaboradores un mensaje
concreto: “los cambios son parte de los procesos de transformación y crecimiento de la
organización, y los beneficios se verán directamente reflejados en sus labores diarias”.

En este sentido, aquellas personas que ejerzan un rol de liderazgo dentro de la organización deben
tener un alto grado de adaptación al cambio, para impactar de manera positiva su entorno laboral
y generar un proceso natural de adaptación entre los demás colaboradores.

Etapas del cambio

Es importante tomar en cuenta que, ante procesos de cambio es normal que existan muestras de
resistencia de los colaboradores, las cuales se definen en cuatro etapas:

Negación: Esta etapa se caracteriza por una clara percepción de situaciones de peligro; como
evaluar negativamente el trabajo realizado; tener que asumir nuevas tareas; o enfrentar un
posible despido. En todas ellas el colaborador maneja altos grados de ansiedad y muestra
dificultades para adaptarse.

Defensa: Las personas evitan tener contacto con su nuevo entorno, y se aferran a antiguos
procesos y creencias, pero si cuentan con el apoyo necesario pueden empezar a realizar una
valoración de las ventajas y desventajas que ofrece el cambio.

Aceptación: En esta etapa existe mayor apertura y disposición, lo que permite que se reconozcan
y acepten algunos cambios. Empieza una renuncia a la resistencia y un interés por adquirir los
conocimientos necesarios para afrontar el cambio.

Adaptación: Existe una valoración tanto de ventajas como desventajas del cambio que le impulsan
a experimentarlo y adaptarse.
Conclusión

Adaptarse al cambio constituye un proceso de aprendizaje, donde unos requieren más apoyo que
otros. Lo fundamental es transmitirle a la organización que los cambios son necesarios para crecer
en conjunto y que solo por medio de la renovación se puede garantizar la mejora continua en un
mundo cambiante y acelerado, donde lo que hoy es nuevo, mañana puede ser obsoleto.

Por último, es fundamental trabajar este tema sobre la base de la comunicación clara y fluida, para
que el cambio encuentre el menor grado de resistencia en la organización.
Referencias

Bibliografía
https://www.losrecursoshumanos.com/adaptacion-al-cambio-en-las-empresas/

https://www.importancia.org/adaptacion.php

También podría gustarte