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Tendencias, autores y
obras principales
Tras la Guerra Civil, con la victoria del Bando Nacional, comenzó la dictadura de Francisco
Franco. En ella se suprimieron las libertades personales y de prensa, además de producirse una
fuerte represión. En este periodo surgieron diversas tendencias poéticas y artísticas.
Se distinguen dos grupos fundamentales, los poetas del exilio y los poetas que se quedaron en
España, cuya poesía se divide en arraigada (favorable al Régimen) y desarraigada (contraria al
Régimen)
Los poetas del exilio fueron León Felipe y Juan Ramón Jiménez de la generación del 14 y Pedro
Salinas, Jorge Guillén, Rafael Alberti, Luis Cernuda, Ernestina de Champourcín y Concha
Méndez de la del 27. Su poesía expresa nostalgia por su país de origen, dolor y sentimiento de
pérdida, olvido y lejanía, profundidad del pensamiento humano y la expresión de las
realidades de sus países de acogida.
En la poesía arraigada, los autores se denominan como “juventud creadora” y surge en torno a
la revista Garcilaso. Emplean las formas clásicas, buscan el equilibrio y una visión ordenada y
coherente. Los temas más empleados son el sentimiento religioso, el paisaje, la belleza y el
amor. Destaca, entre otros, Luis Rosales (La casa encendida)
El postismo fue fundado por Carlos Edmundo Orly y Eduardo Chicharro. Pretendía ser un
surrealismo ibérico que reivindica la libertad y lo lúdico, rechazando la angustia existencial y se
muestra como una rebeldía subjetiva. Destaca entre otros, Ángel Crespo.
El grupo Cántico pretende romper con el clasicismo puro e intenta retomar la poesía pura y
relacionarse con el simbolismo. Destaca ,entre otros, Juan Bernier (Aquí en la tierra).
Hacia 1955 se consolida en todos los géneros el realismo social, que busca crear conciencia
social y denunciar las injusticias. El estilo es claro y conciso para dirigirse a la comunidad. Los
temas principales son la España de posguerra, reivindicación de los sectores sociales más
desfavorecidos y denuncia a la desigualdad. Destacan Pido la paz y la palabra de Blas de Otero
y Cantos iberos de Gabriel Celaya.
La poesía de Gabriel Celaya se divide en tres etapas: Una etapa vanguardista (La soledad
cerrada), una de poesía comprometida (Los poemas de Juan Leceta) y una existencialista
(Cantos iberos)
La obra poética de Blas de Otero se divide en dos etapas: Una existencial, con temas como el
desarraigo, la violencia y la muerte (Ancia) y una etapa social, con temas sociales como la
injusticia y la opresión (Pido la paz y la palabra)
José Hierro emplea temas como la pérdida, el paso del tiempo y la angustia existencial y
muestra su beligerancia desde la intimidad. Destaca Quinta del 42
La obra poética de Gloria Fuertes va del postismo al autobiografismo. Posee un tono coloquial
y una síntesis humorística. Cultivó la poesía social (Todo asusta) y escribió literatura infantil.
En los años 60, hubo importantes cambios sociales y políticos. Surgió la generación de los 50,
que se asentará en Barcelona (Escuela de Barcelona), (destacando Jaime Gil de Biedma
(Compañeros de viaje) y Carlos Barral (Usuras y figuraciones)) y en Madrid, donde destacarán
Ángel González(Áspero mundo) y Claudio Rodríguez (Don de la ebriedad). Les unirá el realismo
social, la subjetividad y la cotidianidad, el interés por lo sentimental y amoroso, el estilo sobrio
y el gusto por el intertexto y la metaliteratura.
En 1970 se publica Nueve novísimos poetas españoles, en la que José María Castellet agrupa a
la generación del 68, centrados en lo personal y lo público, con tonos graves y frívolos que
buscan renovar el lenguaje poético. Se rechaza el patetismo y la prosaicidad de generaciones
anteriores y se busca el lenguaje personal, se integran influencias históricas, artísticas,
mitológicas y culturales, un estilo selecto y se emplea la metapoesía. Destacan entre otros,
Ana María Moix (Baladas del dulce Jim), Manuel de Montalbán (Una educación sentimental) y
Leopoldo María Panero (Así se fundó Carnaby Street).
A finales de los 70 empieza a existir un cansancio respecto a la lírica de los novísimos y una
renovación poética. Se empiezan a apreciar diversas tendencias a lo largo de los años 80: