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El español o castellano medieval —también llamado romance castellano2 (AFI: [roˈmantse kasteˈʎano])

— se refiere a las variantes del español habladas en la península ibérica entre el siglo IX hasta entrado el
siglo XV aproximadamente; más específicamente, antes de que sucediera el reajuste consonántico que
daría origen al español contemporáneo.

La primera obra extensa de la literatura en español medieval es el llamado Cantar de mio Cid o Poema de
mio Cid, creado a finales del siglo XII o principios del XIII por autor anónimo.

Folio 74 recto del Cantar de mio Cid, compuesto en un castellano de hacia 1200.

Historia

Artículo principal: Historia del idioma español

Los primeros testimonios seguros del castellano medieval se remontarían al siglo xi. En otro tiempo se
consideró que la Nodicia de Kesos era uno de los textos más tempranos, aunque hoy en día se considera
que ese texto tiene rasgos de un romance asturleonés, igualmente, las glosas emilianenses podrían
corresponder a un romance navarroaragonés y no propiamente castellano. Los primeros testimonios
literarios conservados se remontan al siglo xii en adelante.

El latín tardío de la península del que procede el castellano medieval experimentó una larga serie de
cambios fonológicos y gramaticales hasta llegar al castellano moderno. Convencionalmente se agrupa la
evolución de la lengua como:

Castellano antiguo (o más propiamente castellano medieval), nombre usado universalmente para
designar la lengua testimoniada entre los siglos X y XIV. Este estadio de la lengua se caracteriza por
poseer un número elevado de sibilantes y distinguir entre fricativas sordas y sonoras.

Castellano medio (o español áurico). Entre los siglos XV y XVII el español experimentó una serie de
cambios que llevaron del castellano antiguo al castellano moderno. Entre ellos están el reajuste de las
sibilantes, la fijación de la posición de pronombres clíticos y la equiparación de las formas compuestas de
los verbos inergativos e inacusativos.

Castellano moderno (o español moderno). A partir del siglo xviii la fonología y gramática del castellano
se reconocen como muy cercanas al castellano moderno, con diferencias ligeras.

Desde un punto de vista fonológico y gramatical el estadio más antiguo testimoniado es una lengua con
importantes diferencias gramaticales y fonológicas con el castellano moderno, y es la lengua que se
describe en este artículo.

Castellano

medieval

Español medio

Español moderno

Lenguas criollas

Chabacano

Palenquero

Papiamento


Judeoespañol

Descripción lingüística

Fonética y fonología

El sistema fonológico del castellano antiguo era mucho más cercano al de las demás lenguas romances
que el inventario actual. El inventario más antiguo que se puede reconstruir con seguridad se habría
mantenido más o menos sin cambios entre los siglos X y XVI aproximadamente. Ese inventario habría
estado dado por tres pares de sibilantes, sordas y sonoras con valor de distinción fonológica:

Dos africadas dentales sorda y sonora: /ts/ y /dz/ (AFI: /ts/ y /dz/), representadas por las grafías ç ante
a/o/u y c ante e/i, para el sonido sordo, y z para el sonoro;

Dos fricativas apicoalveolares, sorda y sonora: /s/ y /z/, que contrastaban solo entre vocales, donde se
escribía ss el sonido sordo y s el sonoro; en las demás posiciones la diferencia se neutralizaba y se
representaba por s;

Dos fricativas prepalatales (postalveolares), sorda y sonora: /š/ y /ž/ (como la sh inglesa y la j catalana o
francesa, AFI /ʃ/ y /ʒ/) representadas con x la sorda, y con j, o g ante e, i la sonora.

En castellano medieval no existía el sonido fricativo velar sordo [x] correspondiente a la grafía moderna j
o g (ante e, i) en la lengua moderna; tampoco existía el sonido interdental fricativo sordo [θ], del
castellano de la península ibérica, que se representa hoy con las grafías z o c (ante e, i).

La v siempre se pronunciaba como un sonido fricativo, aunque no se sabe con certeza si su realización
exacta era bilabial o labiodental. Una incongruencia de la lengua de la época era que la grafía <f> podía
representar no solo su valor fonético actual sino también una aspiración (cf. la h inglesa), que luego
desaparecería en la pronunciación de muchas regiones pero quedaría representada por una h
etimológica: fasta ("hasta"), fablar ("hablar"). En algunos lugares de América y España aún se pronuncia
la h, como en harto con [h] fricativa glotal.
Un fenómeno característico de algunos momentos del castellano medieval fue la llamada «apócope
extrema» (véase Apócope en castellano).

Cuadro de consonantes

El inventario tratado en la sección anterior puede resumirse en la siguiente tabla de fonemas:3

Consonantes medievales

Labial Alveolar Palatal Velar

Oclusiva Sorda p t k

Sonora b d g

Africada Sorda t͡s̻ t͡ʃ

Sonora d͡z̻ d͡ʒ

Fricativa Sorda ɸ s̺ ʃ

Sonora β z̺

Nasal m n ɲ

Vibrante ɾ, r

Aproximante Lateral l ʎ

No-lat. ʝ

El fonema /ɸ/ (que también se podría haber escrito como /f/ o /h/) tenía dos alófonos:

[f]/[ɸ], ante [w] como en fuerte o ante [ɾ] y [l] como en flor, frío

[h] en el resto de los casos como en horma, harina, humo, hierro, etc.

Destaca en el sistema anterior que existía una serie completa de fricativas sonoras, desaparecida en
español moderno, a través de diversos cambios: /β /> /b/, /ɸ /> /f/ o "Ø" según el contexto fonético;
/z /> /s/, /ʒ/> /ʃ/> /x/. También desaparecieron varias fricativas a través de los cambios: /ĵ /> /tʃ/,
/dz/> /z̪/̺ > /s̪/̺ , /ts/> /s̪/̺ . Este último fonema /s̪/̺ (sibilante predorso-alveolar) dio en español de la
península ibérica /θ/ y en el resto del español /s/ (usualmente con articulación predorso-alveolar
también).
A partir de finales del siglo xvi y mediados del siglo xvii el inventario fonológico habría quedado reducido
por la pérdida de sonoridad en las fricativas y el reajuste de las sibilantes al siguiente inventario:4

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