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República Bolivariana De Venezuela

Ministerio Del Poder Popular Para La Educación Universitaria

Universidad Nacional Experimental “Rómulo Gallegos”

Escuela de Medicina “Dr. José Gregorio Hernández”

Núcleo Maturín - Estado Monagas

Área de Ciencias de la Salud

Catedra: Psicología Médica General

psicología
sexual
Profesora: Bachilleres:

Dra. Bustamante Lida Belmontes Diego, C.I: 30.744.430


Hernández Loren, CI: 31.337.755
Latinez Juan, C.I: 31.449.756
Velásquez José, C.I: 29.843.650
Torres Juan, C.I: 30.718.031
Torres Noralys, C.I:28.426.677
3er año, Sección 08

Maturín, agosto 2023


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Índice

Contenido
Introducción ........................................................................................................................ 3
Definición e importancia de la educación sexual - Mitos y Falacias................................. 4
Teorías de la sexualidad .................................................................................................... 5
Cómo afecta el sistema nervioso endocrino en el desarrollo temprano de los genitales,
hormonas, desequilibrios y trastornos ............................................................................... 6
Cómo actúa el sistema nervioso en la sexualidad y que correlación tiene en la conducta
humana ............................................................................................................................... 7
Aparato sexual masculino y femenino ............................................................................... 8
Respuesta Sexual humana, sexismo y estereotipos, componentes de la sexualidad:
identidad del género sexual, papel sexual y preferencias sexuales............................... 10
El amor y la sexualidad (medidores psíquicos de la respuesta sexual) patrones de la
respuesta sexual. ............................................................................................................. 13
Cambios fisiológicos de la respuesta sexual humana. ................................................... 15
Orgasmo y cambios en las ondas cerebrales, técnicas de estimulación sexual,
posiciones del acto sexual, afrodisíacos y anafrodisiacos.............................................. 16
Comportamiento y aptitudes sexuales, (trastornos de la identidad sexual, trastornos de
las inclinaciones sexuales: fetichismo, travestismo, exhibicionismo, escoptofilia,
paidofilia, sadomasoquismo y bertialismo). ..................................................................... 19
Sexualidad y Ley, (conceptos de aborto, seducción, acoso sexual, obscenidad,
pornografía, ofensor sexual, prostitución, ilegitimidad, esterilización, inseminación
artificial)............................................................................................................................. 21
Sexualidad y trastornos y padecimientos (enfermedades y alteración sexual). ............ 22
Conclusión……………………………………………………………………………………...24

Bibliografía ........................................................................................................................ 25
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Introducción

La psicología sexual es una rama de la psicología que se centra en el estudio de


la sexualidad humana y los aspectos psicológicos relacionados con ella. Esta disciplina
busca comprender cómo los factores psicológicos, sociales y culturales influyen en la
forma en que las personas experimentan y expresan su sexualidad.

La sexualidad humana es un fenómeno complejo y multifacético que abarca


aspectos biológicos, psicológicos y sociales. La psicología sexual se ocupa de
investigar y comprender estos aspectos, así como de abordar temas como la
orientación sexual, la identidad de género, los trastornos sexuales, las disfunciones
sexuales, la educación sexual, entre otros.

La investigación en psicología sexual se basa en diferentes métodos y enfoques,


como estudios de casos, encuestas, experimentos y análisis cualitativos. Los
profesionales de la psicología sexual pueden trabajar en diferentes ámbitos, como la
terapia sexual, la educación sexual, la investigación académica y la divulgación.

Es importante destacar que la psicología sexual no busca juzgar o etiquetar las


experiencias sexuales de las personas, sino comprenderlas y ayudar a las personas a
desarrollar una relación saludable y satisfactoria con su sexualidad. También busca
promover la educación sexual adecuada y libre de prejuicios, así como abogar por los
derechos sexuales de las personas.

En resumen, la psicología sexual es una disciplina que se ocupa del estudio de la


sexualidad humana desde una perspectiva psicológica. Su objetivo es comprender y
abordar los diferentes aspectos de la sexualidad para promover una sexualidad
saludable y satisfactoria.
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Definición e importancia de la educación sexual - Mitos y Falacias.

La educación sexual se refiere al proceso de proporcionar información y


enseñanza sobre la sexualidad humana, incluyendo aspectos como la anatomía, la
reproducción, las relaciones sexuales, el consentimiento, la prevención de
enfermedades de transmisión sexual y el embarazo, entre otros.

La importancia de la educación sexual radica en su capacidad para brindar


conocimientos y habilidades necesarios para tomar decisiones informadas y saludables
en relación con la sexualidad. Algunos de los beneficios de una educación sexual
adecuada son:

1. Prevención de enfermedades: La educación sexual proporciona información


sobre prácticas seguras y prevención de enfermedades de transmisión sexual,
ayudando a reducir la propagación de infecciones.

2. Prevención de embarazos no deseados: La educación sexual enseña sobre


métodos anticonceptivos y planificación familiar, lo que puede ayudar a prevenir
embarazos no deseados y promover una maternidad/paternidad responsable.

3. Promoción del consentimiento: La educación sexual fomenta el respeto


mutuo, la comunicación y la comprensión del consentimiento en las relaciones
sexuales, contribuyendo a prevenir la violencia sexual y el abuso.

4. Desarrollo de relaciones saludables: La educación sexual enseña habilidades


de comunicación y establecimiento de límites en las relaciones, promoviendo
relaciones saludables y equitativas.

Sin embargo, existen varios mitos y falacias en torno a la educación sexual que
pueden obstaculizar su implementación adecuada:

1. Promoción de la promiscuidad: Algunas personas creen erróneamente que la


educación sexual alienta comportamientos sexuales irresponsables o promiscuos. En
realidad, la educación sexual busca promover relaciones saludables y responsables.
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2. Corrupción de los jóvenes: Otro mito común es que la educación sexual


corrompe a los jóvenes o los expone a información inapropiada. Sin embargo, la
educación sexual se adapta a la edad y nivel de desarrollo de los estudiantes,
brindando información precisa y adecuada para su comprensión.

3. Sustitución de los valores familiares: Algunas personas temen que la


educación sexual reemplace los valores y enseñanzas transmitidos por las familias. Sin
embargo, la educación sexual busca complementar y fortalecer los valores familiares,
proporcionando información basada en evidencia científica.

En resumen, la educación sexual es fundamental para empoderar a las personas


con conocimientos y habilidades necesarios para tomar decisiones informadas y
saludables en relación con la sexualidad. Superar los mitos y falacias en torno a esta
educación es crucial para garantizar su implementación efectiva y beneficiosa.

Teorías de la sexualidad

Existen varias teorías que han surgido a lo largo de la historia para explicar la
sexualidad humana. Algunas de las teorías más conocidas incluyen:

1. Teoría psicoanalítica de Sigmund Freud: Freud propuso que la sexualidad es


una fuerza motivadora fundamental en la vida humana y que se desarrolla a través de
diferentes etapas, desde la infancia hasta la edad adulta. Según Freud, el desarrollo
sexual está influenciado por conflictos internos y la interacción con el entorno.

2. Teoría del aprendizaje social: Esta teoría sostiene que la sexualidad se


aprende a través de la observación y la imitación de modelos de comportamiento
sexual. Según esta teoría, las personas adquieren conocimientos y habilidades
sexuales a través de la interacción con su entorno social.

3. Teoría del desarrollo cognitivo de Jean Piaget: Piaget propuso que el


desarrollo sexual está estrechamente relacionado con el desarrollo cognitivo. Según
esta teoría, los niños y adolescentes desarrollan una comprensión más sofisticada de la
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sexualidad a medida que desarrollan habilidades cognitivas, como el razonamiento


abstracto y la capacidad de pensar en términos de posibilidades hipotéticas.

4. Teoría del apego de John Bowlby: Bowlby sostuvo que los primeros vínculos
afectivos que se establecen en la infancia influyen en el desarrollo de la sexualidad en
la edad adulta. Según esta teoría, las experiencias tempranas de apego y cuidado
afectivo moldean las actitudes y comportamientos sexuales posteriores.

Estas teorías proporcionan diferentes perspectivas para comprender la


sexualidad humana, pero es importante tener en cuenta que ninguna teoría es
completamente exhaustiva o definitiva. La sexualidad es un fenómeno complejo que
está influenciado por una variedad de factores biológicos, psicológicos y sociales.

Cómo afecta el sistema nervioso endocrino en el desarrollo temprano de los


genitales, hormonas, desequilibrios y trastornos

El sistema endocrino juega un papel crucial en el desarrollo temprano de los


genitales y su correcto funcionamiento. Las hormonas sexuales, que son producidas y
reguladas por el sistema endocrino, desempeñan un papel fundamental en el desarrollo
de los órganos reproductores y en la diferenciación sexual.

Durante el desarrollo embrionario, la diferenciación de los genitales depende en


gran medida de la presencia y la acción de las hormonas sexuales. En los primeros
meses de gestación, las gónadas primordiales se desarrollan en un estado
indiferenciado y pueden convertirse en ovarios o testículos. La presencia o ausencia de
ciertas hormonas durante esta etapa crítica influirá en el desarrollo de los genitales
internos y externos.

En los varones, las células de Sertoli en los testículos secretan hormonas


antimüllerianas, que suprimen el desarrollo de los conductos müllerianos (que forman el
útero y las trompas de Falopio). La testosterona, producida por las células de Leydig en
los testículos, promueve el desarrollo de los conductos de Wolff, que forman las
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vesículas seminales y la próstata. Además, la testosterona contribuye al desarrollo del


pene y del escroto.

En las mujeres, la ausencia de hormonas antimüllerianas y testosterona permite


el desarrollo de los conductos müllerianos, lo que lleva a la formación del útero, las
trompas de Falopio y la parte superior de la vagina. La falta de testosterona también
resulta en el desarrollo de los labios mayores y menores y del clítoris.

Los desequilibrios hormonales pueden tener un impacto significativo en el


desarrollo genital. Por ejemplo, una disminución en la producción de hormonas
masculinas en los varones (como en la deficiencia de testosterona) puede resultar en
una feminización parcial o completa de los genitales externos. Por otro lado, un exceso
de exposición a hormonas masculinas durante el desarrollo femenino puede dar lugar a
virilización de los genitales.

Existen también trastornos del desarrollo sexual (DSD, por sus siglas en inglés)
en los que el desarrollo de los genitales no sigue el patrón típico. Estos trastornos
pueden ser causados por diferencias cromosómicas, alteraciones en la producción o
acción de las hormonas sexuales, o por una combinación de ambos. Algunos ejemplos
de DSD incluyen el síndrome de Turner, el síndrome de Klinefelter y el síndrome de
insensibilidad a los andrógenos.

Cómo actúa el sistema nervioso en la sexualidad y que correlación tiene en la


conducta humana

El sistema nervioso desempeña un papel fundamental en la sexualidad y está


involucrado en varios aspectos del comportamiento humano relacionado con el sexo.

El sistema nervioso central (SNC), compuesto por el cerebro y la médula espinal,


controla y regula las respuestas sexuales del organismo. El cerebro recibe y procesa
información sensorial relacionada con el estímulo sexual, lo que desencadena una
serie de respuestas físicas y emocionales. Además, el SNC coordina el control
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voluntario de la sexualidad a través del cortex cerebral, lo que permite a las personas
tomar decisiones conscientes y controlar sus acciones durante la actividad sexual.

El sistema nervioso autónomo, una parte del sistema nervioso periférico, está
involucrado en el control involuntario de las respuestas sexuales. Este sistema se
divide en dos ramas, el sistema nervioso simpático y el sistema nervioso parasimpático,
que trabajan en conjunto para regular la función sexual. El sistema nervioso simpático
se activa en situaciones de excitación sexual y produce respuestas como la erección en
los hombres y la lubricación vaginal en las mujeres. Por otro lado, el sistema nervioso
parasimpático se activa durante la fase de relajación después de la actividad sexual y
ayuda al organismo a volver a un estado de reposo.

En cuanto a la correlación entre el sistema nervioso y la conducta sexual


humana, las respuestas sexuales están influenciadas por una combinación de factores
biológicos, psicológicos y sociales. El sistema nervioso interactúa con hormonas
sexuales como la testosterona, el estrógeno y la progesterona para regular el deseo
sexual, la excitación y el orgasmo. Además, diversos factores psicológicos y de
aprendizaje pueden afectar las respuestas sexuales, como las experiencias previas, las
emociones, las creencias culturales y las experiencias educativas.

La disfunción sexual, como la disminución del deseo sexual, la dificultad para


alcanzar el orgasmo o la disfunción eréctil, puede estar relacionada con problemas en
el sistema nervioso. Lesiones o enfermedades que afectan el SNC, como la esclerosis
múltiple, los accidentes cerebrovasculares o los trastornos neurodegenerativos, pueden
afectar negativamente la función sexual. Además, factores psicológicos como el estrés,
la ansiedad o los trastornos del estado de ánimo también pueden influir en la respuesta
sexual debido a su impacto en el sistema nervioso.

Aparato sexual masculino y femenino (Funcionamiento sexual de los órganos)

El aparato sexual masculino en humanos está compuesto por varios órganos. El


pene, que es el miembro externo que se encuentra en la parte delantera del cuerpo,
junto con los testículos, que se encuentran en las partes inferiores del cuerpo, dentro
de la bolsa escrotal.
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Además de esos órganos, existen otros órganos y tejidos internos que también
son parte del aparato sexual masculino. El glande, el cuerpo cavernoso y el cuerpo
esponjoso, los dos cuales forman la parte más interna del pene, la próstata, los vas
deferens, los epidídimoides y los conductos deferentes.

Los órganos y tejidos, del aparato sexual masculino también incluye una serie de
hormonas sexuales. El principal de estos es el testosterona, una hormona producida
por los testículos que promueve el desarrollo y mantenimiento de características
masculinas.

El aparato sexual femenino también incluye una serie de órganos externos e


internos. Los órganos externos incluyen la vulva, la vagina y el clítoris. Los órganos
internos incluyen los ovarios, los fallópianos, el útero y la matriz.

Además de los órganos internos y externos, el aparato sexual femenino incluye


una serie de hormonas que controlan el desarrollo, la función y la regulación de los
ciclos menstruales. La hormona principal es el estrógeno, que es producida por los
ovarios y regula la menstruación y el desarrollo de características femeninas.

Cuando los órganos sexuales se están desarrollando, se forman en una forma


neutra, sin identidad de género. Durante la etapa fetal, la identidad de género del feto
es determinada por el ADN del feto y los cambios hormonales. Esto se mantiene hasta
la pubertad, en la cual se desarrollan los órganos sexuales en su forma femenina o
masculina.

Durante la pubertad, los órganos sexuales se desarrollan a la vez que otras


características sexuales. Las mamas crecen en los cuerpos femeninos, mientras que
los cuerpos masculinos experimentan un crecimiento de vello corporal y la voz se hace
más grave. También se producen grandes cambios hormonales, con un aumento de
estrógenos y testosterona.

Durante la pubertad, hay otros cambios en el cuerpo y la mente, como los


cambios psicológicos y las hormonas. En los cuerpos femeninos, el período menstrual
comienza, mientras que en los cuerpos masculinos, comienza la producción de
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esperma. Los cambios en la personalidad y la conducta también son comunes, debido


a las diferencias en el equilibrio hormonal.

También es importante entender que el desarrollo del aparato sexual no se


completa hasta la madurez sexual. Esto suele ocurrir a los 18-25 años. A medida que
los cuerpos entran en la madurez sexual, los órganos sexuales se van desarrollando y
madurando más.

En la madurez sexual, las hormonas sexuales maduran y aumentan,


aumentando la función sexual y la fertilidad. Además, la voz madura y el vello se vuelve
más grueso. También se sigue desarrollando el cerebro, lo que puede cambiar la forma
en que las personas se comportan. Los adultos también pueden experimentar cambios
emocionales, tanto positivos como negativos.

Sin embargo, cualquier parte del cuerpo puede ser sexual. Quizá hayas
escuchado que el cerebro es el órgano sexual más importante. Esto se debe a que es
el órgano que controla la respuesta sexual de las personas, es decir, cómo reacciona tu
cuerpo ante la excitación, el sexo o la masturbación. Además, es donde se alojan tus
fantasías y tu identidad sexuales.

Respuesta Sexual humana, sexismo y estereotipos, componentes de la


sexualidad: identidad del género sexual, papel sexual y preferencias sexuales.

Respuesta Sexual humana.

La respuesta sexual humana es el conjunto de cambios físicos, emocionales y


psicológicos que se producen en el cuerpo durante la excitación sexual y que culminan
en el orgasmo. Esta respuesta se divide en cuatro fases: excitación, meseta, orgasmo y
resolución.

Durante la fase de excitación, se produce una serie de cambios físicos como la


erección en los hombres y la lubricación vaginal en las mujeres. Además, se
experimenta una sensación de aumento de la tensión sexual y el deseo.
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En la fase de meseta, la tensión sexual continúa aumentando y se llega a un


punto máximo antes del orgasmo. En esta fase, los músculos se tensan y la respiración
se acelera.

El orgasmo es la culminación de la respuesta sexual y se caracteriza por


contracciones musculares rítmicas y placenteras en los órganos sexuales. Durante el
orgasmo, se liberan hormonas como la dopamina y la oxitocina que producen
sensaciones de placer y bienestar.

Finalmente, en la fase de resolución, el cuerpo vuelve a su estado normal y la


tensión sexual disminuye. En los hombres, se produce la eyaculación y en las mujeres,
se relajan los músculos vaginales y uterinos.

Es importante destacar que la respuesta sexual humana puede variar en función


de factores como la edad, la salud, las experiencias previas y las preferencias sexuales
de cada persona.

Sexismo y estereotipos.

El sexismo y los estereotipos de género son dos caras de la misma moneda, ya


que ambos se basan en la creencia de que hay características inherentes a cada
género que los hacen diferentes y, por lo tanto, justifican la discriminación y la
limitación de las oportunidades de las personas.

Los estereotipos de género son ideas preconcebidas sobre cómo deben


comportarse y qué deben hacer las personas según su género. Estos estereotipos
pueden ser muy limitantes y restrictivos, ya que se espera que las personas se ajusten
a un molde preestablecido en lugar de ser libres para explorar y desarrollarse según
sus intereses y habilidades individuales.

Por ejemplo, se espera que los hombres sean fuertes, valientes y agresivos,
mientras que las mujeres deben ser delicadas, sumisas y emocionales. Estos
estereotipos pueden llevar a la exclusión de las personas que no se ajustan a ellos y
limitar su capacidad para desarrollar sus habilidades y talentos.
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El sexismo, por otro lado, es la discriminación basada en el género. Esto puede


manifestarse de muchas maneras, desde la falta de acceso a oportunidades educativas
y laborales hasta la violencia sexual y el acoso. El sexismo también puede ser más
sutil, como cuando se espera que las mujeres asuman la mayor parte del trabajo
doméstico y de cuidado de los hijos sin recibir el mismo reconocimiento o remuneración
que los hombres.

Componentes de la sexualidad: identidad del género sexual, papel sexual y preferencias


sexuales.

La sexualidad humana es un concepto complejo que involucra varios


componentes, incluyendo la identidad del género sexual, el papel sexual y las
preferencias sexuales.

La identidad del género sexual se refiere a la forma en que una persona se


identifica en términos de género, es decir, si se identifica como hombre, mujer o una
combinación de ambos. Esta identidad puede ser diferente de la asignada al nacer
basada en los genitales de la persona.

El papel sexual se refiere a las expectativas sociales y culturales asociadas con


el género. Estas expectativas pueden incluir comportamientos, roles y actividades
considerados apropiados para cada género. Por ejemplo, se espera que los hombres
sean proveedores y líderes, mientras que las mujeres son cuidadoras y emocionales.

Las preferencias sexuales se refieren a la atracción sexual y romántica hacia


otras personas. Las preferencias sexuales pueden variar ampliamente entre las
personas y pueden incluir atracción hacia personas del mismo género, del género
opuesto o de ambos géneros.

Es importante reconocer que estos componentes de la sexualidad son


independientes entre sí y pueden variar en cada individuo. La aceptación y el respeto
por la diversidad sexual son fundamentales para una sociedad inclusiva y equitativa.
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El amor y la sexualidad (medidores psíquicos de la respuesta sexual) patrones de


la respuesta sexual.

El amor y la sexualidad.

El amor y la sexualidad son dos conceptos diferentes pero estrechamente


relacionados. El amor se refiere a un sentimiento profundo de afecto, cariño, respeto y
compromiso hacia otra persona. Mientras que la sexualidad se refiere a la expresión
física y emocional de la atracción sexual y el deseo.

Por otro lado, la sexualidad también puede ser una forma de expresar amor y
afecto hacia otra persona. La conexión emocional y física que se establece durante el
acto sexual puede fortalecer los vínculos emocionales y mejorar la relación de pareja.

La relación entre el amor y la sexualidad es compleja y puede variar de una


persona a otra. En general, se cree que el amor y la intimidad emocional pueden influir
en la respuesta sexual de una persona, ya que estos factores pueden generar
sentimientos de seguridad y confianza que son necesarios para una experiencia sexual
satisfactoria.

Medidores psíquicos de la respuesta sexual.

Los medidores psíquicos de la respuesta sexual son aquellos factores


emocionales y psicológicos que influyen en la respuesta sexual de una persona. Estos
medidores pueden variar de una persona a otra y pueden incluir factores como el
estado de ánimo, el estrés, la ansiedad, la autoestima, las experiencias pasadas y las
expectativas sexuales.

Por ejemplo, una persona que experimenta altos niveles de estrés o ansiedad
puede tener dificultades para alcanzar la excitación sexual y el orgasmo. Por otro lado,
una persona con una autoestima saludable y una actitud positiva hacia el sexo puede
tener una respuesta sexual más satisfactoria.

Es importante tener en cuenta que los medidores psíquicos de la respuesta


sexual pueden ser influenciados por factores externos, como la relación de pareja, el
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ambiente y la comunicación sexual. Es por eso que es importante comunicarse


abiertamente sobre las necesidades y expectativas sexuales en una relación para
asegurarse de que ambas partes se sientan cómodas y satisfechas.

Patrones de la respuesta sexual.

La respuesta sexual se divide en cuatro fases: excitación, meseta, orgasmo y


resolución. En la fase de excitación, el cuerpo se prepara para el sexo mediante la
liberación de hormonas y la dilatación de los vasos sanguíneos en los genitales. En la
fase de meseta, la excitación se mantiene y se intensifica, y el cuerpo se prepara para
el orgasmo. Durante el orgasmo, se produce una liberación intensa de tensión sexual
acompañada de contracciones musculares en los genitales y en todo el cuerpo.
Finalmente, en la fase de resolución, el cuerpo vuelve a su estado normal y se produce
una sensación de relajación.

Los patrones de la respuesta sexual pueden variar según el género. En los


hombres, la respuesta sexual suele ser más lineal y centrada en la fase de excitación y
en el orgasmo. En las mujeres, la respuesta sexual es más compleja y puede involucrar
una mayor variedad de estímulos y fases.

La orientación sexual también puede influir en los patrones de la respuesta


sexual. Las personas que se identifican como homosexuales o bisexuales pueden tener
patrones de excitación y deseo sexual diferentes a los de las personas heterosexuales.

Las experiencias previas también pueden influir en los patrones de la respuesta


sexual. Las personas que han experimentado abuso sexual o trauma pueden tener
dificultades para experimentar una respuesta sexual saludable.

La salud física y mental también puede influir en la respuesta sexual. Las


personas con enfermedades crónicas, discapacidades o trastornos mentales pueden
experimentar disfunciones sexuales.

En general, es importante comprender que los patrones de la respuesta sexual


son variables y pueden ser influenciados por muchos factores diferentes. La
comunicación abierta y honesta con la pareja sexual y la búsqueda de ayuda médica o
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terapia sexual cuando sea necesario pueden ayudar a mejorar la vida sexual y a
superar las disfunciones sexuales.

Cambios fisiológicos de la respuesta sexual humana.

La respuesta sexual humana se caracteriza por una secuencia bien definida de


etapas que se pueden expresar de forma diferente en el hombre y en la mujer.

Para cada una de estas etapas existen una serie de cambios psicofisiológicos
los cuales constituyen una experiencia sumamente compleja en la que la valoración
subjetiva del placer es lo fundamental y este no tiene por qué correlacionarse con la
intensidad objetiva de los cambios fisiológicos. Está influida por la integración de
factores orgánicos, circunstanciales y elementos cognitivos.

Los cambios fisiológicos de la respuesta sexual son los cambios físicos que
ocurren en el cuerpo durante la actividad sexual. Hay cinco fases principales de la
respuesta sexual: Deseo, excitación, meseta, orgasmo y resolución.

1.- Deseo: Ocurre a nivel mental y no tiene trascendencia física evidente. Se


caracteriza por el fantaseo con temas relacionados con el sexo y aparece cuando el
grado de excitabilidad neurofisiológica, las cogniciones, los sentimientos y las
sensaciones conducen a algún tipo de impulso sexual, de manera que se origina la
apetencia o necesidad de buscar placer sexual.

2.- Excitación: Se produce como consecuencia de la estimulación psíquica y/o


física. Si el nivel de deseo es elevado, la excitación es más rápida e intensa, si es bajo
el deseo, la excitación puede no ser suficiente como para que se siga desarrollando el
ciclo. A nivel psíquico se caracteriza por un creciente aumento de las sensaciones
placenteras. Se evidencian cambios físicos progresivos en ambos sexos, los
principales son la creciente tumescencia peneana y la lubricación vaginal.

3.- Meseta: Se mantienen e incrementan los niveles de excitación sexual


predisponiendo a la persona para el orgasmo.
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4.- Orgasmo: Cuando la excitación llega su punto álgido se desencadena el


orgasmo. A nivel psíquico se produce característicamente la caída brusca de la tensión
psicológica sexual y a nivel físico contracciones rítmicas de la musculatura perineal y
de los órganos reproductores. El varón inmediatamente antes alcanza el denominado
«punto de inevitabilidad eyaculatoria» a partir del cual ya no es posible detener la
emisión de semen.

5.- Resolución: Se llega a ella después del orgasmo. Se caracteriza a nivel físico
por la detumescencia genital y el retorno del organismo al estado previo, a nivel
psíquico se obtiene una peculiar sensación de bienestar y relajación general. Los
varones después de la fase de resolución entran en un periodo refractario durante el
que no es posible realizar otro nuevo coito; en las mujeres este periodo teóricamente
no se produce, pudiendo, en algunos casos, poder tener más de un orgasmo.

Orgasmo y cambios en las ondas cerebrales, técnicas de estimulación sexual,


posiciones del acto sexual, afrodisíacos y anafrodisiacos.

El orgasmo es un evento fisiológico y psicológico que produce una serie de


cambios en el cuerpo y en el cerebro. Durante el orgasmo, se produce un aumento en
la actividad eléctrica en el cerebro, especialmente en las áreas relacionadas con el
placer y la recompensa, como el núcleo accumbens y la corteza prefrontal medial.

Además, se ha observado que durante el orgasmo se produce una disminución


en la actividad en las áreas del cerebro relacionadas con la ansiedad y el miedo, lo que
puede explicar por qué muchas personas experimentan una sensación de relajación y
bienestar después del orgasmo. En cuanto a las ondas cerebrales, se ha observado
que durante el orgasmo se produce un aumento en la actividad de las ondas gamma,
que están asociadas con la atención y la percepción sensorial. También se ha
observado un aumento en la actividad de las ondas alfa, que están relacionadas con la
relajación y la meditación.

El orgasmo produce una serie de cambios en el cerebro que pueden explicar por
qué es una experiencia tan placentera y satisfactoria.
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Técnicas de estimulación sexual.

Existen diversas técnicas de estimulación sexual que pueden ayudar a alcanzar


el orgasmo, entre ellas:

1. Estimulación manual: mediante la manipulación de los genitales con las manos.


2. Estimulación oral: mediante la estimulación de los genitales con la boca y la lengua.
3. Estimulación con juguetes sexuales: mediante el uso de vibradores, consoladores u
otros juguetes diseñados para la estimulación sexual.
4. Estimulación anal: mediante la estimulación del ano con los dedos, juguetes
sexuales o el pene.
5. Estimulación de zonas erógenas: mediante la estimulación de otras partes del
cuerpo que pueden producir placer sexual, como los pezones, el cuello, las orejas,
los labios, el rostro, entre otros.

Es importante recordar que cada persona es única y puede tener preferencias


diferentes en cuanto a las técnicas de estimulación sexual que prefieren. Lo más
importante es comunicarse con la pareja y explorar juntos lo que les produce placer y
satisfacción sexual.

Posiciones del acto sexual.

Hay muchas posiciones diferentes para el acto sexual, y cada pareja puede
encontrar la que les resulte más cómoda y placentera. Algunas de las posiciones más
comunes incluyen:

1. Misionero: Esta es una posición clásica en la que el hombre se encuentra encima


de la mujer, cara a cara. Es una posición cómoda y fácil de realizar.
2. Perrito: En esta posición, la mujer se arrodilla en cuatro patas mientras el hombre se
coloca detrás de ella. Esta posición permite una penetración profunda y puede ser
muy estimulante.
3. Vaquera: En esta posición, la mujer se sienta encima del hombre, cara a cara. Ella
tiene control total sobre la velocidad y profundidad de la penetración.
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4. Cucharita: En esta posición, ambos se acuestan de costado, con el hombre detrás


de la mujer. Esta posición es ideal para una penetración suave y relajada.
5. La horquilla: En esta posición, la mujer se acuesta boca arriba con las piernas
levantadas y abiertas. El hombre se coloca entre sus piernas y la penetra desde
arriba.
6. El puente: En esta posición, la mujer se coloca boca arriba con las piernas dobladas
y los pies apoyados en el suelo. El hombre se coloca encima de ella y la penetra
desde arriba.
7. La mariposa: En esta posición, la mujer se sienta en el borde de una cama o una
mesa con las piernas abiertas y levantadas. El hombre se coloca entre sus piernas
y la penetra desde abajo.

Es importante recordar que cada pareja es diferente y lo que funciona para una
pareja puede no funcionar para otra. Lo más importante es experimentar y encontrar lo
que les resulte más placentero y cómodo.

Afrodisíacos y anafrodisiacos.

Además de las técnicas de estimulación sexual, existen también sustancias


conocidas como afrodisíacos y anafrodisiacos que pueden afectar la libido y el deseo
sexual de una persona.

Los afrodisíacos son sustancias que se cree que aumentan el deseo sexual,
mientras que los anafrodisíacos son sustancias que disminuyen el deseo sexual.
Algunos ejemplos de afrodisíacos incluyen alimentos como el chocolate, las ostras y la
canela, así como algunas hierbas y plantas como el ginseng y la maca. Sin embargo,
no hay evidencia científica sólida que respalde la eficacia de estos productos como
afrodisíacos.

Por otro lado, algunos medicamentos y sustancias pueden actuar como


anafrodisíacos, incluyendo ciertos antidepresivos, antiandrógenos y opioides. Estas
sustancias pueden disminuir el deseo sexual y la capacidad de alcanzar el orgasmo. Es
importante recordar que el deseo sexual es un proceso complejo que puede verse
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afectado por una variedad de factores, incluyendo el estrés, la fatiga, la depresión, la


ansiedad y problemas de relación.

El uso de sustancias afrodisíacas o anafrodisíacas no debe ser considerado


como una solución a largo plazo para los problemas sexuales. Estas sustancias
pueden tener efectos secundarios y no tratan la causa subyacente del problema.
Además, es importante tener en cuenta que la sexualidad es una parte natural y normal
de la vida humana y no debería ser vista como algo vergonzoso o tabú.

Comportamiento y aptitudes sexuales, (trastornos de la identidad sexual,


trastornos de las inclinaciones sexuales: fetichismo, travestismo,
exhibicionismo, escoptofilia, paidofilia, sadomasoquismo y bertialismo).

El comportamiento y las aptitudes sexuales son un tema importante en la vida de


las personas. Cada individuo tiene su propia forma de expresar su sexualidad, y esto
puede variar de acuerdo a sus preferencias y orientaciones sexuales. Sin embargo,
existen algunos trastornos que pueden afectar el comportamiento sexual y la calidad de
vida de las personas.

Trastornos de la identidad sexual.

Los trastornos de la identidad sexual son aquellos en los que una persona
experimenta una profunda incomodidad con su género biológico asignado al nacer.
Estos trastornos pueden incluir la disforia de género, la transexualidad y la
intersexualidad. La disforia de género es un trastorno en el que una persona siente una
gran incomodidad con su género biológico y desea ser del sexo opuesto. La
transexualidad es un trastorno en el que una persona se identifica con el género
opuesto al que se le asignó al nacer. La intersexualidad es un trastorno en el que una
persona nace con características sexuales ambiguas o mixtas.

Trastornos de las inclinaciones sexuales.


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Los trastornos de las inclinaciones sexuales son aquellos en los que una
persona experimenta una perturbación en su vida sexual debido a sus preferencias
sexuales. Estos trastornos pueden incluir el fetichismo, el travestismo, el
exhibicionismo, la escoptofilia, la paidofilia y el sadomasoquismo.

El fetichismo: Es un trastorno sexual que se caracteriza por la atracción sexual


hacia objetos inanimados o partes del cuerpo. Estos objetos o partes del cuerpo se
convierten en el foco principal de la excitación sexual y pueden ser necesarios para
alcanzar el orgasmo.

El fetichismo puede manifestarse de diferentes maneras, como la atracción hacia


ropa interior, zapatos, pieles, cabello, uñas, entre otros objetos. Aunque este trastorno
no es peligroso para la salud física, puede afectar negativamente la calidad de vida
sexual y emocional de las personas.

El tratamiento del fetichismo puede incluir terapia cognitivo-conductual, terapia


sexual y terapia de pareja.

El travestismo: Es una práctica en la que una persona se viste con ropa del
género opuesto al suyo, con el objetivo de experimentar una sensación de placer o de
identidad. Esta práctica no necesariamente está relacionada con la orientación sexual
de la persona, aunque puede estarlo en algunos casos. El travestismo no es
considerado un trastorno sexual en sí mismo, aunque puede ser un síntoma de otros
trastornos como la disforia de género. En cualquier caso, es importante que las
personas que practican el travestismo lo hagan de forma consensuada y sin dañar a
otras personas.

El tratamiento del travestismo puede incluir terapia psicológica para ayudar a la


persona a comprender sus motivaciones y a aceptarse a sí misma.

El exhibicionismo: es una parafilia en la que la persona siente un fuerte impulso


de mostrar sus genitales u otras partes del cuerpo a otras personas sin su
consentimiento. Esta práctica puede ser peligrosa y puede causar daño emocional a las
personas que son objeto de la exhibición.
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El exhibicionismo: es considerado un trastorno sexual y puede ser tratado


mediante terapia psicológica y, en algunos casos, medicación.

La escoptofilia: Es una parafilia en la que la persona siente una fuerte excitación


sexual al observar a otras personas desnudas o realizando actividades sexuales sin su
consentimiento. Esta práctica también puede ser peligrosa y puede causar daño
emocional a las personas que son objeto de la observación.

La paidofilia: Es una parafilia en la que la persona siente una fuerte atracción


sexual hacia niños prepubescentes. Esta práctica es ilegal y altamente perjudicial para
los niños, ya que puede causar daño físico y psicológico a largo plazo. La paidofilia es
considerada un trastorno mental y requiere tratamiento psicológico especializado para
evitar que la persona dañe a los niños.

El sadomasoquismo: Es una práctica sexual en la que una persona obtiene


placer al infligir o recibir dolor, humillación o dominación. Esta práctica puede ser
consensuada entre adultos y no debe confundirse con la violencia o el abuso. Es
importante que todas las personas involucradas establezcan límites claros y seguros
antes de participar en cualquier actividad sadomasoquista.

Bertialismo: no aparece significado.

Sexualidad y Ley, (conceptos de aborto, seducción, acoso sexual, obscenidad,


pornografía, ofensor sexual, prostitución, ilegitimidad, esterilización,
inseminación artificial).

La sexualidad es un tema que está regulado por leyes y normativas en muchos


países. Estas leyes pueden abarcar desde la edad legal para tener relaciones sexuales
hasta la prohibición de ciertas prácticas sexuales.

En algunos países, la homosexualidad todavía es ilegal y se castiga con penas


de prisión o incluso con la pena de muerte. Sin embargo, en otros países, la
homosexualidad es legal y se protege por ley contra la discriminación.
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También existen leyes que protegen a las personas contra la violencia sexual y
el acoso sexual. En muchos países, la violación y el acoso sexual son delitos graves
que se castigan con penas de prisión.

En cuanto a la pornografía, hay países que permiten su producción y


distribución, mientras que otros la prohíben. En aquellos países donde está permitida,
se establecen regulaciones para proteger a los actores y actrices y evitar la explotación
sexual.

Conceptos de:

Aborto: Interrupción del embarazo antes de que el feto sea viable fuera del útero.

Seducción: Acción de persuadir o atraer a alguien para que realice una acción,
generalmente de carácter sexual.

Acoso sexual: Conducta no deseada de naturaleza sexual que tiene como


objetivo intimidar, humillar o coaccionar a la persona afectada.

Obscenidad: Representación o descripción explícita y ofensiva de actos


sexuales o partes del cuerpo.

Pornografía: Material audiovisual o escrito que representa actos sexuales


explícitos con el propósito de excitar al espectador o lector.

Ilegitimidad: Estado de un niño nacido fuera del matrimonio.

Esterilización: Procedimiento quirúrgico para impedir la capacidad reproductiva


de una persona.

Inseminación artificial: Procedimiento médico en el que se deposita semen en el


útero de una mujer para lograr un embarazo.

Sexualidad y trastornos y padecimientos (enfermedades y alteración sexual).


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A lo largo de la vida, muchas personas experimentan algún tipo de trastorno


sexual, enfermedad sexual o alteración sexual. Esto incluye una amplia variedad de
diferentes condiciones, como la disfunción eréctil, la disfunción sexual femenina, los
trastornos sexuales y las alteraciones en el deseo sexual. Aunque muchas de estas
condiciones son comunes, pueden ser tratadas y superadas.

Muchas de estas condiciones se pueden tratar con tratamientos físicos,


psicológicos y emocionales. Además, hay muchas organizaciones y recursos para
ayudar a las personas con estas condiciones. Un buen tratamiento depende de la
condición y la persona individual. Es importante buscar ayuda si uno experimenta
cualquier trastorno, enfermedad o alteración sexual.

Es importante recordar que el sexo es más que la función física. El sexo es


también emocional, psicológico, social y cultural. Una persona puede experimentar una
infinidad de emociones relacionadas con el sexo, como la felicidad, la frustración, la
intimidad, la alegría y el temor.

Además de los sentimientos, muchas personas experimentan diferentes


actitudes sociales y culturales en relación con el sexo. Algunas culturas son más
abiertas y libres, mientras que otras son más restringidas. Algunas culturas son
conservadoras y están en contra de muchas actividades sexuales, mientras que otras
son más progresistas y aceptan muchas actividades sexuales.
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Conclusión

La psicología sexual es una rama fundamental de la psicología que se dedica al


estudio y comprensión de la sexualidad humana. Su importancia radica en que nos
permite entender cómo los aspectos psicológicos, sociales y culturales influyen en
nuestra experiencia y expresión de la sexualidad.

Además, la psicología sexual también juega un papel crucial en el abordaje de


los trastornos sexuales, ayudando a las personas a superar dificultades y disfunciones
que puedan afectar su vida sexual. A través de la terapia sexual, se brinda apoyo y
orientación para mejorar la calidad de las relaciones íntimas.

Asimismo, la psicología sexual también se ocupa de la relación sexual y el amor


sexual, ya que estos aspectos son fundamentales en la vida de las personas. La
comprensión de cómo se construyen y mantienen estas relaciones puede ayudar a
promover una sexualidad saludable y satisfactoria.

En definitiva, la psicología sexual es una disciplina relevante que busca


comprender y promover una sexualidad saludable, libre de prejuicios y basada en el
respeto y el consentimiento mutuo. Su estudio y aplicación son fundamentales para
mejorar la calidad de vida de las personas en el ámbito sexual.

En conclusión, la psicología sexual es esencial para comprender y abordar los


aspectos psicológicos, sociales y culturales de la sexualidad humana. Su importancia
radica en su capacidad para ayudar a las personas a superar dificultades y
disfunciones sexuales, mejorar la calidad de las relaciones íntimas y promover una
sexualidad saludable y satisfactoria. La psicología sexual busca eliminar prejuicios y
fomentar el respeto y el consentimiento mutuo en el ámbito sexual, mejorando así la
calidad de vida de las personas en esta área.
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