COLEGIO DE ESTUDIOS DE POSGRADO DE

LA CIUDAD DE MÉXICO

LICENCIATURA EN CIENCIAS DE LA
EDUCACIÓN

ASIGNATURA
PRÁCTICAS PROFESIONALES II

DOCENTE
JORGE AVILA MARCOS

ALUMNO
IRVING ASKARI FLORES DOMÍNGUEZ

GRUPO
175LCE-2N
MAESTROS QUE DEJAN HUELLA
REFLEXION
Si hacemos una pausa en este preciso momento para recordar a ese maestro o
maestra que dejo esa huella positiva en nuestras vidas, es muy probable que
recordemos a ese maestro con nombre y apellido y lo recordamos precisamente por
algún aspecto positivo en nuestra formación. Esos mismos maestros son los que
sirvieron de inspiración para nuestra formación académica.

Muchas veces como docentes nos limitamos a enseñarles contenidos a nuestros

estudiantes, sin tomar en cuenta el contexto que posee cada uno de ellos.

Los contenidos pueden encontrarlos perfectamente en los libros o en internet, pero

ese sentir humano, ese tacto pedagógico, esa voz suave al oído, esa caricia tierna
en la espalda, ese sentido de escuchas y ese acompañamiento de manera
personalizada en el aula, no podrá ser reemplazado por nada ni por nadie por mas
avances que tenga la ciencia.
COMENTARIO

El maestro debe apoyar a sus estudiantes de manera individual, que el estudiante

se sienta importante para el maestro.

Es necesario que el maestro le proponga metas claras, donde el estudiante pueda

ver más allá de lo que tiene en frente.

El rol del maestro es impregnar en sus estudiantes ese efecto transformador,

llevarlos a pensar por medio de preguntas sobre los desafíos que ellos pueden
presentar en la vida. Ese es el tipo de maestros que necesitamos en nuestras aulas,
hoy que nuestros estudiantes están tan desmotivados por aprender, que están tan
envueltos en el mundo de las tecnologías y que están tan encerrados en otros
intereses según su edad.
CONCLUSION

Los maestros somos los primeros que debemos de estar motivos dentro del aula,
necesitamos amar grandemente lo que hacemos día a día. Que nuestros
estudiantes perciban ese brillo en nuestros ojos cuando les hablamos.

El maestro tiene que concientizarse de la trascendencia del trabajo que hace en las
aulas, sin importar las vicisitudes por las que pasa, claro está que siempre se debe
de exigir mejor calidad de vida, pero independientemente de eso, se debe rescatar
el orgullo y la dignidad de ser maestro. Solo así vamos a dejar huellas positivas en
nuestros estudiantes y nos recordarán por siempre.