Está en la página 1de 6

UNIVERSIDAD MAYOR DE SAN ANDRÉS FACULTAD DE HUMANIDADES

Y CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN
CARRERA DE CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN

CORRECCIÓN DE LOS TRES POSIBLES TEMAS A


INVESTIGAR PRODUCTO DEL ESTUDIO DE LAS
ETAPAS Y PASOS DE LA FASE PREPARATORIA.

ASIGNATURA: Investigación Educativa Cuantitativa


EDU - 105
UNIVERSITARIAS: Gemio Grajeda Nahomi Estefani
Julian Jarro Dalia Nayra
Mamani Choque Jhenny
Riveros Vera Ana Elizabeth

DOCENTE: Doc. Ryder Carlos Chuquimia Ch.

LA PAZ – BOLIVIA
2022
TEMA A INVESTIGAR PRODUCTO DEL ESTUDIO DE LAS ETAPAS Y PASOS DE LA FASE
PREPARATORIA.

Influencia del cambio hormonal en la conducta y salud de estudiantes universitarias de la


carrera de Ciencias de la educación UMSA de la gestión 2022 en la ciudad La Paz

¿Por qué nace esta idea?

Esta idea nace porque son muchas las estudiantes universitarias que no tienen conocimiento
de como los cambios hormonales pueden afectar a su conducta y salud física y psicológica.

¿Para qué?

Para que las estudiantes universitarias de la carrera de ciencias de la educación tengan


conocimiento de como contralar y sepan sobrellevar los cambios hormonales.

¿A partir de que surgió la idea?

La idea surge a partir de que muchas de las estudiantes universitarias no tienen conocimiento
sobre los cambios que tienen las hormonas en su conducta y salud.

PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA

Según Castillo (2008) investigó si el desempeño cognitivo de trece mujeres en cuatro tareas
cognitivas fluctuaba a lo largo de un ciclo menstrual. Se llevaron a cabo análisis hormonales
para determinar las fases del ciclo. Aunque la recolección de muestras de sangre fue
mínimamente invasiva, sólo algunos estudios han utilizado dicho procedimiento para
establecer el estado hormonal de cada participante (Epting & Overman, 1998). La importancia
del estado hormonal radica en la determinación lo más precisa posible de las fases del ciclo, ya
que en estudios anteriores una gran proporción de mujeres no se encontraban en la fase
prevista del ciclo (Gordon, Corbin & Lee, 1986; Hausmann & Güntürkün, 2000; Mead &
Hampson, 1996; Metcalf & Mackenzie, 1980).

Los resultados encontrados sugieren que el ciclo menstrual influye en el desempeño cognitivo
de las mujeres ante tareas de memoria verbal. Los puntajes en esta habilidad experimentan
una mejora paralela al incremento de los niveles de estrógeno. Resultados similares han sido
citados por Alcaraz (2001), a propósito de estudios con mujeres post-menopáusicas que
reciben una dosis de estradiol como parte de una terapia de reemplazo hormonal, y han
reportado cambios significativos en esta habilidad, con relación al desempeño de mujeres que
no reciben dicho tratamiento. Los puntajes obtenidos por el grupo de mujeres en la prueba de
memoria verbal mostraron diferencias durante las fases folicular y ovulatoria. Este hallazgo
apoya la hipótesis de que el aumento de los niveles de estrógeno influencia el desempeño
cognitivo y se asocia a mejores puntuaciones en las pruebas que miden esta habilidad
(Broverman et al., 1981; Hampson, 1990a, 1990b; Hampson & Kimura, 1988; Komnenich et al.,
1978; Rosenberga & Park, 2002; Silverman & Phillips, 1993).

El estrés puede ser real con jornadas laborales extenuantes, por deudas económicas o metas
laborales casi inalcanzables o irreales, sin importar la causa, este es el mayor óxido biológico.
Cuando estamos estresados, los carbohidratos que consumimos equivalen a una porción
mayor de la ingerida, lo que conlleva a una mayor liberación de insulina; el cuerpo en estos
momentos quiere subir de peso y aprovecha todo lo que se le dé, esto ha sido demostrado en
todas las especies.

El estrés no es sólo una carga real o irreal, la falta de sueño y el ejercicio exagerado también lo
son, cada condición que estrese el organismo llevará a acumular grasa.

El sobrepeso conlleva una mayor resistencia a la insulina y con ello una mayor liberación de la
misma. A mayor edad en una mujer, la hiperinsulinemia es más frecuente y en una sociedad
más madura, los embarazos se buscan más tardíamente. La mujer con mayor liberación de
insulina tiende a heredar a su descendencia tres órganos débiles: el páncreas, el tejido graso y
la hipófisis -gerente general y controlador de todo el sistema hormonal-. Esto sucede como
una modificación en la función de los genes heredados durante el embarazo, y no como una
transferencia mendeliana o lineal de una alteración genética de los padres; hay por ende una
generación predispuesta a enfermar a edades más tempranas.

La falla de glándulas liberadoras de hormonas, no se repara. Es parecido a cuando nos fractu-


ramos un hueso, se repara y podemos regresar a nuestra actividad física, pero dolerá con los
cambios de clima o con una mayor exigencia física. Una glándula débil nos alcanza para vivir en
un ambiente cómodamente adecuado y en condiciones de vida aceptables, pero si se esas
condiciones se modifican se debe compensar la pérdida con equilibrio hormonal
individualizado, se debe reducir la necesidad de crear grasa para compensar el sistema
hormonal y así mejorar el riesgo de padecer enfermedades prematuras. No tomar en cuenta
estas variables llevará de nuevo a una postura teórica incompleta e incapaz de dar solución a la
epidemia de sobrepeso, obesidad y diabetes por la que atraviesa la humanidad, es aquí, donde
la teoría de calorías de-muestra ser ineficiente, porque se basa en un sistema de control de
insulina y glucosa adecuado, y al reducir las porciones de comida se veían los resultados
deseados, pero la población ha cambiado, y se ha demostrado que actualmente solo es
efectiva en edades tempranas, pero si el ser humano sigue bajo el esquema de desequilibrio
hormonal con predisposición genética, pronto dejará de funcionar también a esas edades.

El problema radica en que muchas de las estudiantes universitarias de la carrera de ciencias de


la educación UMSA desconoce los cambios hormonales que llegan a atravesar en su ciclo
menstrual, afectando su conducta y su salud. Cada vez son mas las universitarias con cambios
constantes en su comportamiento, sobre peso, exceso de bello, cansancio debido a los
cambios hormonales. ¿Cómo influye los cambios hormonales en las universitarias de la carrera
de ciencias de la educación? ¿Cómo las universitarias pueden controlar los cambios
hormonales? ¿Cómo pueden identificar que hormonas son las que llevan a los cambios en su
conducta?

Formulación del problema

PROBLEMA EXPLICATIVO

¿En qué medida(1) el cambio hormonal(2) se relaciona(3) con la conducta y la salud(4) en las
universitarias de ciencias de la educación (5) de la UMSA(6) de la Cuidad de La Paz(7) en el año
2022(8)?

PROBLEMA CORRELACIONAL

¿De qué manera (1) el cambio hormonal(2) se relaciona con (3) la conducta y salud(4) en las
universitarias de la carrera de ciencias de la educación (5) de la UMSA (6) del Departamento
de La Paz(7) en la gestión 2022(8)?
BIBLIOGRAFIA

https://scholar.google.es/scholar?
hl=es&as_sdt=0%2C5&q=Influencia+del+cambio+hormonal+en+la+conducta+
+&btnG=&lr=lang_es#d=gs_qabs&t=1662253037923&u=%23p%3DZLrqUzU1ArcJ

https://scholar.google.es/scholar?start=10&q=mujeres+j
%C3%B3venes+alteraciones+hormonales&hl=es&as_sdt=0,5#d=gs_qabs&t=1662254069584
&u=%23p%3DEC2Eh9ugsKYJ

planteamiento del problema

Son muchas las estudiantes de la carrera de Ciencias de la educación que no tienen


conocimiento de los cambios hormonales que atraviesan en su ciclo hormonal, afectando su
conducta con cambios bruscos de comportamiento y su salud con sobre peso, exceso de
bello y acné, esto se puede deber a alteraciones hormonales gracias a diferentes factores
como estrés y una mala alimentación.

Según Lovejoy (1998) la mujer se ha relacionado con trastornos menstruales, hirsutismo,


exceso de andrógenos, ovarios poliquísticos e infertilidad. Por los cambios de las
concentraciones de estrógenos y progesterona que se producen a lo largo del ciclo menstrual
parece que afectan a la ingesta energética, a la preferencia por comidas ricas en grasas o en
CH y al gasto energético. Los estudios en animales de experimentación han encontrado
ingestas mayores cuando los niveles de progesterona son altos y los niveles de estradiol son
bajos, es decir, durante la fase luteal. En mujeres también hay ciertas evidencias que
demuestran cambios de la ingesta en relación con el ciclo menstrual, aunque los resultados
no son tan claros.

Además de afectar a la ingesta energética total, los cambios hormonales cíclicos también
parecen afectar a la preferencia por ciertos macronutrientes. En roedores hembras, los altos
niveles de estradiol durante la fase folicular parecen asociarse por incremento del apetito
por los sabores dulces con disminución de las grasas. En la fase luteal, aumenta la
preferencia y la ingesta de grasa. Igualmente, en mujeres se han comunicado aumentos de la
preferencia por los dulces en la fase folicular y periovulatoria, pero en otro estudio bien
controlado se encontró un aumento de la preferencia por los dulces en la fase luteal15.

Además, cuando se ha estudiado el gasto energético a lo largo del ciclo menstrual, parece
que éste es más elevado durante la fase luteal16. Se ha hipotetizado que la elevación de la
progesterona, que es la causante de la elevación de la temperatura basal, estaría relacionada
con el aumento del metabolismo en la segunda mitad del ciclo. En ese caso, el aumento de la
ingesta observado en la fase luteínica sería compensatorio del aumento del gasto energético,
y no sería causa de obesidad a menos que existiera una importante hiperfagia.

El efecto de los anticonceptivos orales también hay que tenerlo en cuenta. Aunque se
menciona en los prospectos de dichos fármacos la posibilidad de gananeia de peso, siempre
se atribuye a “retención de líquidos”. Eck y cols.17 han comunicado que las mujeres que
toman anticonceptivos orales tricíclicos tenían una mayor ingesta de grasas durante todo el
ciclo menstrual que las que no utilizaban este método de anticoncepción. En los 2 grupos de
mujeres, con y sin ACO se encontró una menor ingesta de proteínas durante los días de la
menstruación. No se conoce si todos los tipos de diferentes anticonceptivos (y las diferentes
dosis empleadas), tienen los mismos efectos, pero pudiera ser que el aumento de peso
comunicado en algunos estudios se deba a un efecto sobre el aumento de la ingesta de
grasa. Por otra parte, recientemente ha sido comercializado para su uso en pacientes con
anorexia el acetato de megestrol, o la medroxiprogesterona un gestágeno sintético utilizado
en el tratamiento del cáncer de mama y que, a diferencia de otros cánceres, los tratados con
este fármaco no producen caquexia. En un estudio, se ha evaluado la medroxiprogestrona y
su efecto sobre ingesta, el gasto energético en reposo (GER) y sobre el peso a corto plazo18,
con un diseño randomizado, controlado con placebo, y ciego. Participaron 20 mujeres de
peso normal y se midió el peso, GER y un registro de la ingesta en las dos fases del ciclo,
durante dos ciclos, antes y después del tratamiento con medroxi-progesterona. Se encontró
un mayor consumo de energía (+ 4,3%) en fase luteal, pero también un mayor GER en fase
luteal. No se vieron diferencias en el peso, GER, ni ingesta en grupo estudio y placebo.

Actividad practica grupal N° 2

También podría gustarte