Está en la página 1de 9

POSGRADO DE NEONATOLOGÍA-V PROMOCIÓN-

NIVEL 1

UCSG

HOSPITAL DE NIÑOS DR. ROBERTO GILBERT ELIZALDE

ROTACION EN HOSPITAL ALFREDO PAULSON

CATEDRA: NEONATOLOGÍA BÁSICA 1

TEMA: MEDIANTE LA EVIDENCIA LA PROTECCIÓN DE LA LACTANCIA A


LARGO PLAZO, DISMINUYENDO ENFERMEDADES COMO LA DIABETES,
ACCIDENTES CARDIOVASCULARES, LEUCEMIA LINFOCÍTICA.

ESTUDIANTE: DRA. MARIA GABRIELA VELEZ LIMA

DOCENTE: DRA. PIEDAD CEDEÑO LOOR MSc

PERIODO LECTIVO: 2020-2021


MEDIANTE LA EVIDENCIA LA PROTECCIÓN DE LA LACTANCIA A LARGO
PLAZO, DISMINUYENDO ENFERMEDADES COMO LA DIABETES,
ACCIDENTES CARDIOVASCULARES, LEUCEMIA LINFOCÍTICA.

INTRODUCCION
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que él bebe sea alimentado con leche
materna de forma exclusiva desde la primera hora de su nacimiento hasta los 6 meses de vida,
momento en el que se inicia con la alimentación complementaria con otros líquidos y
alimentos densos en micronutrientes adecuados para la edad y culturalmente aceptables,
continuando con la lactancia hasta los 24 meses de edad o mas tiempo si ambos, la madre y el
nino, asi lo desean.
En este trabajo se buscaron evidencias científicas disponible documenta los múltiples
beneficios en la salud física y emocional de la diada madre e hijo cuando se tienen estas
prácticas de alimentación infantil.
Me enfocaré en los beneficios a largo plazo de los niños alimentados con lactancia materna,
donde evidencia que esta potencializa el efecto protector de desarrollar sobrepeso u obesidad
y otras enfermedades crónicas en etapas posteriores de la vida.

La nutrición adecuada es la base fundamental para la salud. Una buena alimentación desde el
inicio de la vida, incluidos la etapa prenatal y los 2 primeros años de vida, determina el futuro
de la salud y el desarrollo de un individuo y, por ello, el de una nación. Durante esta etapa,
conocida como los primeros 1 000 días, el cerebro y el cuerpo del niño se desarrollan a la
máxima velocidad alcanzada en la vida humana. Es un periodo limitado del desarrollo
temprano caracterizado por una gran plasticidad cuando la nutrición y otros factores
ambientales tienen efectos a largo plazo en la fisiología, la función, la salud y la enfermedad
del humano.

Si los niños no reciben una alimentación correcta en esta etapa el daño causado es irreversible.
Las consecuencias a largo plazo están relacionadas con un menor rendimiento intelectual, una
menor capacidad de trabajo, un riesgo reproductivo aumentado (en el caso de las mujeres) y
riesgos en la salud general en etapas posteriores de la vida.
El efecto protector de la lactancia no solo este confinado a una menor morbilidad y mortalidad
a corto plazo, pues este se extiende a etapas posteriores y hay clara evidencia para
enfermedades cronicas como dermatitis, asma, exceso de peso, diabetes tipos 1 y 2 y
leucemia.

Obesidad, riesgo cardiovascular y diabetes

Efectos a largo plazo en los niños: obesidad, enfermedades no transmisibles. Esta información
extraida de la revista The Lancet 2016 expone los metanálisis existentes sobre las asociaciones
entre la lactancia materna y los resultados relacionados con las enfermedades no transmisibles
(cuadro). La mayoría de los estudios se realizaron en entornos de altos ingresos.

Sobrepeso u obesidad: la LM se asoció con una reducción del 26% (IC 95% 22-30). Un
metanálisis en el 2005 de la lactancia materna y la media del índice de masa corporal (IMC)
incluyó 36 artículos, de los cuales 11 incluyeron un ajuste por estatus socioeconómico,
tabaquismo materno e IMC materno; su efecto agrupado no sugiere una asociación con la
lactancia materna. En la revisión The Lancet 27 de 23 estudios de alta calidad con tamaños de
muestra de más de 1500 participantes y el ajuste del estatus socioeconómico, el índice de
masa corporal materno y la morbilidad perinatal mostraron una reducción agrupada de la
prevalencia de sobrepeso u obesidad del 13% (IC del 95%: 6-19). Sobre la incidencia de la
diabetes tipo 2, los resultados agrupados de 11 estudios indican una reducción del 35% (IC
95% 14-51).

En los últimos 35 años estudios experimentales y epidemiológicos han mostrado el papel


potencial que la lactancia materna tiene como factor protector sobre el desarrollo de
enfermedades crónicas no transmisibles (obesidad, hipertensión, hipercolesterolemia,
diabetes).

Un estudio realizado en México (en una cohorte contemporánea) encontró, que niños
alimentados con fórmula infantil a los 3 meses de edad tuvieron mayor adiposidad a los 4
años, en comparación a los que recibieron LM exclusiva o parcial a los 3 meses (p <0.05).

Dado lo anterior, varios autores han concluido que es complejo eliminar el sesgo de
publicación de los metaanálisis reportados, además de haber estudios en los cuales no se
encontró asociación entre la LM y la obesidad, y entre éstos destacan los resultados de un
ensayo aleatorizado controlado; además, se ha identificado que una de las potenciales
discrepancias entre los hallazgos de los estudios podría deberse a la forma en que se
expresaron de manera operativa las variables de lactancia y obesidad.
Lactancia materna e indicadores de riesgo cardiovascular

Lactancia materna y presión arterial

Con respecto a la relación entre lactancia materna y la presión arterial, ésta ha sido menos
estudiada. En una revisión sistemática de estudios realizados en niños y población adulta,
Owen y colaboradores encontraron un efecto modesto de la lactancia materna en la reducción
de la presión arterial. Asimismo, Martin y colaboradores identificaron una pequeña reducción
en la presión diastólica que se asoció con alimentación al seno materno (con diferencias de –
0.5 mm Hg, IC 95%: –0.9, –0.04), efecto que fue independiente del tamaño del estudio, por lo
que se concluyó que la lactancia materna podía conferir beneficios para la presión arterial en
etapas posteriores de la vida. No obstante, es importante considerar que los hallazgos
derivados de estos metaanálisis puedan deberse al sesgo de publicación, y en ellos tampoco se
puede excluir la confusión residual. Además, la mayoría de los estudios que analizan esta
relación han sido realizados en población de países de altos ingresos.

Lactancia materna y colesterol

Fall y colaboradores encontraron una asociación positiva entre la alimentación con fórmula
láctea infantil y las posteriores alteraciones en el perfil de lípidos en la edad adulta de forma
comparativa con los individuos que fueron alimentados al seno materno. De igual manera, los
hallazgos del metaanálisis de Horta y colaboradores sugieren una asociación entre la LM y la
variabilidad del colesterol total según la edad. Se encontró que la media de colesterol sérico
entre los adultos que recibieron LM fue (6.9 mg/dL; P < 0.05) menor que la de los adultos que
fueron alimentados con fórmula, y en niños y adolescentes no se identificaron efectos
significativos, lo que alude a que en este estudio no hubo sesgo de publicación.

Cabe destacar que la mayoría de las relaciones se documentaron en cohortes no


contemporáneas; no obstante, en fechas más recientes se encontraron estudios realizados en
cohortes contemporáneas de países de medianos y bajos ingresos, como Chile, en el que no se
halló relación entre la LM y el perfil de lípidos en la niñez; en contraparte, en México se
identificó que los niños que no recibieron LM tuvieron concentraciones mayores de colesterol
total a los 4 años de edad (8.02 mg/dL; IC 95%: 1.39-14.64) en comparación con los niños que
recibieron LM exclusiva o predominante.

Mecanismos biológicos potenciales que explican el beneficio de la lactancia materna


en la prevención de enfermedades crónicas
Estudios epidemiológicos han documentado asociaciones entre la LM y un menor riesgo de
obesidad y alteraciones metabólicas; los potenciales mecanismos biológicos que explican las
asociaciones se describen a continuación.

Regulación de apetito y saciedad a través de adipocinas

(leptina y adiponectina) en la leche materna

A través de las concentraciones de leptina el tejido adiposo controla la maduración del centro
hipotalámico en la etapa posnatal, lo cual puede tener efectos en los mecanismos de
programación para obesidad. La adiponectina mejora la sensibilidad a la insulina, y junto con la
leptina está relacionada con el aumento en el metabolismo de los ácidos grasos; ambas están
implicadas en la regulación del apetito del lactante a corto y largo plazos, lo que afecta el
balance energético y la regulación del peso corporal. Se ha documentado que los niños
alimentados al seno tienen una respuesta mayor a las señales de saciedad internas, en
comparación con los alimentados con fórmula.

La autorregulación de la cantidad de energía ingerida en los lactantes

Los niños que son alimentados al seno materno tienen una mayor oportunidad de autorregular
la cantidad de energía que consumen en comparación con los niños alimentados con fórmula.
En estos últimos los cuidadores pueden ejercer presión parala ingestión total de una cierta
cantidad de fórmula, y por otro lado la práctica de la

LM está asociada con un menor control parental sobre la alimentación el cual se asocia con
mayores respuestas de los niños a la saciedad (menor consumo de energía) y disminución de la
adiposidad. En el estudio DARLING se encontró que el total de energía ingerida por lactantes
alimentados con fórmula excedió a la ingerida por niños alimentados al seno materno en 15%
a los 3 meses, 23% a los 6 meses, 20% alos 9 meses y 18% a los 12 meses. Más aún, estas
diferencias sobre el total de energía ingerida persistieron después de la introducción de otros
alimentos.

Reforzamiento de la autorregulación en conductas alimentarias cuando se consumen


alimentos sólidos

Los niños amamantados aprenden a autorregular su ingestión de energía según sus señales
internas de apetito y saciedad, aprendizaje que sirve de base como reforzamiento para
autorregular su conducta alimentaria cuando inician el consumo de alimentos sólidos en la
etapa de alimentación complementaria. Por el contrario, la alimentación con fórmula permite
una mayor manipulación del consumo del niño por parte de los cuidadores y contribuye a que
se anime al niño para que se termine la totalidad del alimento servido. En contraparte, se ha
identificado que las madres que brindan alimentación al pecho materno durante el primer año
ejercen menos presión sobre el control de la alimentación de los niños cuando consumen
alimentos sólidos, lo que sugiere que las madres que amamantan desarrollan un estilo de
alimentación de más bajo control en comparación con las que brindan fórmula.

Menor ingestión de proteína en niños amamantados

Otro posible mecanismo mediante el cual la LM podría proteger contra el desarrollo de


obesidad es a través de una menor ganancia de peso en la infancia mediante la reducción del
consumo de proteína. Se ha demostrado que un consumo de proteínas por encima de los
requerimientos metabólicos (provista por alimentación con fórmula infantil) induce al
aumento de la secreción de insulina y el factor de crecimiento de insulina (IGF1), lo que
provoca mayor crecimiento así como actividad adipogénica aumentada durante los primeros 2
años de vida.

Exposición temprana al colesterol de la leche materna

La leche materna es rica en colesterol, y de manera comparativa la fórmula infantil no lo


contiene. Así que la ingestión alta en colesterol durante la infancia podría programar la
regulación futura sobre la síntesis de colesterol.

Reducción de la ingesta de sodio

La leche materna es baja en sodio, en comparación con la leche de fórmula la cual lo contiene
en mayor cantidad. La evidencia sugiere que al igual que con el colesterol existe un potencial
mecanismo de programación sobre la regulación futura de la síntesis de sodio del individuo,
aunque se requiere mayor estudio al respecto.

Incremento en la ingesta de ácidos grasos poliinsaturados

La leche materna es rica en ácidos grasos poliinsaturados (AGP), estos son componentes
estructurales importantes de las membranas de los tejidos, incluidas las del endotelio vascular.
Se ha documentado que la suplementación dietética con AGP disminuye la presión arterial en
sujetos con hipertensión.

Leucemia

Una RS reciente que cubrió la literatura de los últimos 50 años, concluyó que la LM por seis
meses o más estaba asociada a un 19% de disminución del riesgo de desarrollar leucemia
durante la infancia. Otro meta-análisis encontró resultados similares, y está descrito que la
reducción del riesgo está correlacionado con la duración de la LM, sin embargo el mecanismo
preciso de la protección aún no está claro.

CONCLUSIONES:

1.- En los últimos 35 años estudios experimentales y epidemiológicos han mostrado el papel
potencial que la lactancia materna tiene como factor protector sobre el desarrollo de
enfermedades crónicas no transmisibles
2.- Los mecanismos biológicos potenciales que explican el beneficio de la lactancia materna en
la prevención de enfermedades crónicas se da por: Regulación de apetito y saciedad a través
de adipocinas, La autorregulación de la cantidad de energía ingerida en los lactantes, menor
ingestión de proteína en niños amamantados, reducción de la ingesta de sodio, incremento en
la ingesta de ácidos grasos poliinsaturados

3.-Hasta el momento parte de la evidencia sugiere que la LM podría tener un efecto, aunque
modesto, de protección contra la obesidad. Sin embargo, se carece de evidencia para concluir
que la LM es la causa de la reducción de la obesidad en los niños y, más aún, si esta causa
puede persistir hasta la adolescencia y la edad adulta.
4.- se observa una asociación entre LM y una menor presión arterial (diastólica y sistólica), sin
embargo, no existe mucha evidencia y se requiere mayor investigación en esta área debido a
que hasta el momento los estudios existentes no son concluyentes.
5.- hasta el momento se ha identificado una asociación entre la LM y una menor concentración
sérica de colesterol total, documentada sobre todo en adultos

ANEXOS
FUENTE: The Lancet, Primera serie de la Revista sobre Lactancia Materna. 2016, Vol 387, 2016,
páginas 475-504).

FUENTES BIBLIOGRAFICAS:

Rev.Chil Pediatric.2017;88(1): 7-14

The Lancet, Primera serie de la Revista sobre Lactancia Materna. 2016, Vol 387, 2016, páginas
475-504

Lactancia materna en México Recomendaciones para el diseño e implementación de una


política nacional multisectorial de promoción, protección y apoyo de la lactancia materna en
México Editoras Teresita González de Cosío Martínez Sonia Hernández Cordero 2016

También podría gustarte