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Una alimentación saludable tiene bastantes beneficios para las personas, combinada con
otros factores como el ejercicio y el descanso adecuado, puede ayudar a mejorar las
habilidades cognitivas y por ende mejorar el rendimiento laboral, sin embargo debemos
abordar estudios científicos y diferentes artículos que puedan de alguna firma avalar esta
hipótesis.
Es importante tener en cuenta que una alimentación adecuada nos ayuda a mantenernos
fuertes y sanos, además de prevenir enfermedades, como la obesidad, la anemia, la
hipertensión, la anemia, la osteoporosis y algunos canceres.
Uno de los hábitos que se deben tener es el de consumir diferentes alimentos durante el día,
ya que nuestro cuerpo necesita diversos nutrientes y energía. Además de la importancia de
mantener los horarios de las comidas. En primer lugar debemos tener muy claro que el
orden en las comidas y mantener los horarios de las mismas nos ayudarán a conseguir
mantener mejor el peso, pues si guardamos todas las comidas nunca tendremos demasiada
hambre.
A pesar de que la mayoría de personas conocen los riesgos de una mala alimentación,
muchas veces no siguen estas pautas de nutrición saludable y sufren las consecuencias, en
el caso de los trabajadores esto se refleja día a día., ya que cada vez es más complicado
combinar el trabajo con la buena nutrición. Un estudio de la Universidad Autónoma del
Carmen, Facultad Ciencias de la Salud, llamado “Hábitos alimentarios y estado nutricional
en trabajadores de la industria petrolera”, realizado a 42 personas, entre los cuales habían
33 hombres y 8 mujeres en edad entre 22 y 42 años, mostró que El 2 % de los sujetos de la
muestra realizaron 1 comida al día los 7 días de la semana, el 59 % realizaron 2 comidas
diarias, el 32 % realizaron 3 comidas diarias, el 5 % realizaron 4 comidas diarias y el 2 %
realizaban hasta 5 comidas diarias. En relación con el patrón de consumo alimentario, los
hombres respecto a las mujeres tenían un consumo significativamente menor de verdura,
frutas, pescado y frutos secos, mientras que fue mayor en el caso de gaseosas, repostería
comercial, comidas rápidas, carnes rojas y derivados. En relación con estos últimos, más
de la mitad de los hombres consumía diariamente este grupo de alimentos. El hábito de
moderar la sal de adición en las comidas, era más frecuente en las empleadas (42% frente a
34%).
Cuando las necesidades fisiológicas no están cubiertas, el organismo humano sufre daños
importantes o deja de existir: hambre, sed, sueño, vestidos, cobijo, sexo... Podemos
localizarlas en lugares específicos del cuerpo humano y apremian por su carácter repetitivo.
Se denominan también homeostáticas, porque contribuyen al equilibrio del estado corporal.
Maslow (1943).
Según el Ministerio de Salud, uno de cada cinco colombianos tiene obesidad. Entre los
adultos, por ejemplo, la prevalencia del sobrepeso (índice de masa corporal, IMC, igual o
superior a 25) es del 37,7 por ciento y la obesidad (IMC superior a 30), el 18,7 por ciento,
para un incremento del 5,2 por ciento en cinco años. En Colombia, más de la mitad de los
adultos entre 18 y 64 años (56 %) están en condición de sobrepeso u obesidad. La OMS
define la obesidad y el sobrepeso como “una acumulación anormal o excesiva de grasa que
puede ser perjudicial para la salud”. Varios estudios han encontrado que la obesidad se
asocia con una menor calidad de vida percibida. Se ha encontrado asociación entre el índice
de masa corporal (IMC, kg/m2) con las puntuaciones más bajas en los dominios físicos,
sociales y emocionales de la CVRS (Calidad de vida relacionada con la salud). Además, los
individuos con IMC más altos tienden a reportar puntuaciones más bajas en las medidas
relacionadas con la calidad de vida relacionada con la salud.
Torres A., Solis O., Rodríguez C., Moguel J., Zapata G. (2017). Facultad Ciencias de la
Salud. Universidad Autónoma del Carmen. “Hábitos alimentarios y estado nutricional en
trabajadores de la industria petrolera”. Recuperado de:
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