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El sistema respiratorio consiste en los pasajes de aire (2 pulmones) y los vasos sanguíneos
que los alimentan. Consta también de las estructuras que proporcionan un mecanismo ventilador,
es decir, la caja torácica y los músculos respiratorios, que incluyen el diafragma y el músculo
respiratorio principal. Los pulmones son órganos blandos, esponjosos, en forma de cono,
localizados lado a lado en la cavidad torácica. Están separados entre sí por el mediastino (es decir,
el espacio entre los pulmones) y su contenido: el corazón, vasos sanguíneos, nodos linfáticos,
fibras nerviosas, glándula del timo y esófago. La parte superior del pulmón, que descansa en la
parte superior de la cavidad torácica, se llama ápice, y la parte inferior, que se apoya en el
diafragma, se conoce como la base. Los pulmones se dividen en lóbulos, 3 en el pulmón derecho y
2 en el izquierdo. Funcionalmente, el sistema respiratorio puede dividirse en 2 partes: las vías
respiratorias conductoras, por las que se mueve el aire a medida que pasa entre la atmósfera y los
pulmones, y los tejidos respiratorios de los pulmones, en donde tiene lugar el intercambio de gas.
VENTILACION: implica el movimiento de aire atmosférico hacia los alvéolos (Inspiración) y hacia
exterior (espiración), para proveer O2 y eliminar CO2.
El intercambio de gas tiene lugar en las vías respiratorias de los pulmones, en donde los
gases se difunden por la membrana alveolar capilar cuando se intercambian el aire en los
pulmones y la sangre que fluye por los capilares pulmonares.
ESPACIO MUERTO FISIOLOGICO: incluye el espacio muerto anatómico, más el espacio muerto
alveolar.
ESPACIO MUERTO ALVEOLAR: por lo regular 5 ml a 10 ml, constituye el aire alveolar que no
participa en el intercambio de gas.
Aunque algunos signos, por ejemplo, cianosis, taquicardia y estado mental alterado
proporcionan claves de la presencia de hipoxemia, la mayoría de los pacientes se identifican
porque al principio se muestran hipóxicos dada la presencia de saturación de oxígeno baja en la
oximetría de pulso. Tan pronto la hipoxemia se identifica de esta manera, es útil la medición de
PO2 por gasometría de sangre arterial para establecer el grado de hipoxemia y valorar lo adecuado
de la ventilación.
ETIOLOGÍA Y PATOGÉNESIS
La hipoxemia puede ser resultado de una cantidad inadecuada de O2 en el aire, trastorno
del sistema respiratorio, disfunción del sistema neurológico o alteraciones en la función
circulatoria. Los mecanismos por los que los trastornos respiratorios conducen a una reducción
significativa de la PO2 son hipoventilación, difusión deteriorada de gases, circulación sanguínea
inadecuada por los capilares pulmonares y discrepancia entre ventilación y perfusión1, 2. A
menudo, más de un mecanismo contribuye a la hipoxemia en una persona con enfermedad
cardíaca o respiratoria
Cuando la PO2 arterial desciende con rapidez por debajo de 40-50 mm Hg, se observan
efectos nocivos en varios sistemas orgánicos. El sistema nervioso central es muy vulnerable y, con
frecuencia, el paciente presenta cefalea, somnolencia u obnubilación. Una hipoxemia aguda e
intensa puede causar convulsiones, hemorragias retinianas y daño cerebral permanente. A
menudo hay taquicardia e hipertensión leve, debido en parte a la liberación de catecolaminas,
pero en casos graves, los pacientes pueden desarrollar bradicardia e hipotensión e incluso llegar al
paro cardíaco. La función renal se altera, y es posible observar retención de sodio y proteinuria. Es
frecuente la hipertensión pulmonar, debido a la hipoxia alveolar asociada y a la vasoconstricción
pulmonar hipóxica.
HIPOVENTILACION:
Hipoventilación significa que el volumen de aire que se dirige a los alvéolos por unidad de
tiempo (ventilación alveolar) disminuye. Si el consumo de oxígeno en reposo no disminuye como
se espera, la hipoxemia aparecerá de manera inevitable.
PCO2= VCO2/VA+K
CAUSAS DE HIPOVENTILACION:
1. Depresión farmacológica del centro respiratorio (p. ej., barbitúricos y derivados mórficos)
3. Alteraciones de la médula espinal (p. ej., tras una lesión de la porción cervical superior)
5. Enfermedades de los nervios de los músculos respiratorios (p. ej., síndrome de Guillain-Barré o
difteria)
6. Enfermedades de la unión neuromuscular (p. ej., miastenia grave, intoxicación con agentes
anticolinesterasa)
9. Obstrucción de las vías respiratorias superiores (p. ej., compresión traqueal por agrandamiento
de los ganglios linfáticos)