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Análisis del discurso

Teoría de la enunciación- (Benveniste)


A partir de 1920 comienza a desarrollarse la Lingüística como una ciencia
independiente, es decir, como una ciencia que se dedica a estudiar la Lengua. En un
principio, se estudiaba a la Lengua en sí misma, es decir, oraciones aisladas. Se trataba
de comprender el significado de las palabras y sus relaciones, pero sin tener en cuenta
el contexto de producción: quién las emite, a quiénes, dónde y por qué.
Entre 1965 y 1970, Benveniste va a producir la tercera revolución del
pensamiento lingüístico del siglo XX. Es el fundador de lo que hoy conocemos como la
“teoría de la enunciación”. Es el primero en tener en cuenta al aparato formal de la
enunciación, es decir, por primera vez un lingüista explica cómo vamos a tratar de
estudiar al habla. (Entendemos por habla al uso de la lengua. Tenemos el habla oral-
cuando es oralmente- y el habla escrita- cuando escribimos)
Benveniste afirma que cuando se habla de un uso de la lengua (el habla),
tenemos la presencia completa y constante de la lengua, en todos sus niveles: fonético
(pronunciación de sonidos), morfológico (formación de palabras), semántico
(significado de las palabras), sintáctico (relación de las palabras en una oración o texto)
y pragmático (relación que adquiere el texto producido con su contexto de
producción---- quién lo emite, a quiénes, dónde, cuándo).
Aparece la noción de enunciación y enunciado. Según Benveniste, el
procedimiento mediante el cual el hablante se apropia de la lengua es la enunciación, y
esa enunciación produce un objeto: el enunciado, que es una expresión concreta, dada
por un hablante concreto, en una situación determinada, es material.
Si queremos analizar el habla (el uso de la lengua), necesitamos un objeto para
analizar, ese objeto va a ser el enunciado.
El proceso de enunciación es irrepetible, aunque se digan las mismas palabras.
Es decir, las mismas palabras o frases que dice una persona, pueden volver a ser dichas
posteriormente por otra persona. Las palabras, las oraciones, van a ser las mismas,
pero el enunciado será distinto, porque la situación de enunciación es distinta (otro
enunciador, es decir, otra persona las produce y en otro lugar, con otras intenciones).
Además, existe la noción de “huella” (marcas). Estas huellas son materiales, las
puedo ver porque están en el enunciado. Entonces, vamos a trabajar con enunciados,
sobre textos, para buscar en estos las huellas del proceso de enunciación.
Las huellas de la enunciación revelan a dos personajes: el enunciador y el
contexto.
Según Benveniste, el aparato formal de la enunciación está constituido por una
serie de elementos que están siempre:
 Enunciador: Persona que produce el discurso (quien hace uso de la
lengua)
 Enunciatario: Persona o grupo de personas que recibe el discurso, es
decir, a quién se dirige el enunciador.
 Situación (contexto de producción): se refiere al espacio (lugar) y
tiempo (fecha, momento) en el cual se produce la enunciación, y
también las relaciones entre enunciador y enunciatario.
 Enunciado: es el objeto o producto de la enunciación, es decir, todo
aquello que el enunciador dice.
desarrollada por
TEORÍA DE LA ENUNCIACIÓN
BENVENISTE

estudia el

HABLA es el uso de la LENGUA

APARATO FORMAL DE LA ENUNCIACIÓN

ENUNCIADOR ENUNCIADO ENUNCIATARIO

deja

en el
SITUACIÓN
HUELLAS

Lo que vamos a tener en cuenta para el


. análisis del discurso

¿Qué es el análisis del discurso?

El análisis del discurso es una disciplina que estudia el discurso escrito y oral
como una forma del uso de la lengua, como hecho de comunicación y de interacción,
en sus contextos cognitivos, sociales, políticos, históricos y culturales. El discurso oral
es el género más exigente ya que con ello nos comunicamos.
En todos los niveles del discurso podemos encontrar "huellas del contexto" que
deja el enunciador. Estas huellas o indicios permiten conocer características sociales de
los participantes, como por ejemplo sexo, clase, origen étnico, edad, origen, posición y
otras formas de pertenencia grupal.
En síntesis, entendemos al discurso como una práctica social que surge a partir
del uso lingüístico contextualizado oral o escrito. El discurso es parte de la vida social y
a la vez un instrumento que crea la vida social. De esta forma, podemos decir que el
discurso refleja la sociedad y es a través del discurso que podemos comprender las
relaciones que existen en la sociedad.
Hay muchos tipos de análisis del discurso. Nosotros tomaremos un enfoque
integral: vamos a tener en cuenta tanto los aportes de la Lingüística (el aparato formal
de la enunciación-enunciador, enunciado, enunciatario, situación-) como también
aportes de otras disciplinas como la Historia, la Psicología, la Sociología, entre otras,
que nos pueden ayudar a encontrar las “huellas” en los discursos.
Para que no queden dudas, entendemos por “huellas” a las marcas que va a
dejar el enunciador en su discurso. ¿A qué nos referimos con marcas? A todos aquellos
sentidos que podemos leer detrás de todo lo que se dice. Por ejemplo, el hecho de que
el enunciador utilice cierta palabra para referirse a algo, en vez de otra, el uso de
subjetivemas; nos indican la manera de pensar y la intención de quién habla, su
ideología (conjunto de creencias tanto sociales, como políticas, económicas, religiosas,
etc.); si levanta o no el tono de la voz; la ropa que utiliza o metáforas que construye,
todo esto deja huellas que generan sentidos, todo tiene una intención tanto explícita
como implícita.

Los subjetivemas

En todo discurso/enunciado (sobre todo el discurso político) vamos a


encontrarnos con la presencia de subjetivemas. Un subjetivema es una palabra que
tiene la capacidad de mostrar la subjetividad del hablante (su mirada, su punto de
vista). Son capaces de llenarse de un valor personal. Tenemos dos tipos de
subjetivemas: los afectivos y los evaluativos.
 Subjetivemas afectivos: Enuncian, al mismo tiempo que una propiedad del
objeto que determinan, una reacción emocional del sujeto frente a ese objeto.
La palabra utilizada alude al estado de ánimo del enunciador.
Por ejemplo: “Vi un accidente espantoso” le causa espanto al enunciador
Otros ejemplos: desgarrador, patético, alegre, admirable, excitante,
repugnante, irritante, provocativo, desagradable, etc.

 Subjetivemas evaluativos: Expresa un valor evaluativo propio del sujeto


hablante. Se clasifican en dos tipos:
 Evaluativos no axiológicos: Son aquellos que, sin enunciar un
juicio de valor, ni una actitud afectiva del hablante, implican una
evaluación cuantitativa o cualitativa que depende de la idea que
el enunciador tenga sobre la norma de evaluación.
Por ejemplo “Esta comida es abundante”, “El patio es grande”,
“Tomé demasiado vino”, “Ese hombre es viejo”, “Esta ropa me
parece cara” etc. En todos los casos, el uso de las palabras
depende de la idea que el hablante tenga acerca de cada
cualidad. Lo que para una persona con mucho dinero puede ser
barato, para otra, con escasos recursos, será caro. Entonces, el
concepto de “caro” es subjetivo, porque depende del valor que
le da cada hablante.
Otros ejemplos: mucho y poco, pequeño y grande, alto y bajo,
frío y caliente, largo y corto, abundante y escaso, etc.
 Evaluativos axiológicos: Son aquellos que expresan un juicio de
valor del hablante que puede ser positivo o negativo. Son mucho
más subjetivos que los evaluativos no axiológicos. Por ejemplo:
bello, útil, bueno, correcto (son positivos); aburrido, ingrato, feo,
inútil (son negativos).
El conector pero frecuentemente implica la emisión de un juicio
de valor. Si el enunciador dice “Ana es rubia pero inteligente”, el
pero transmite una expresión peyorativa ya que permite inferir
el sentido implícito (no dicho directamente) de que, para el
hablante, las personas rubias generalmente no son inteligentes.

Expresan la subjetividad del


SUBJETIVEMAS
enunciador

AFECTIVOS EVALUATIVOS

Implican un valor AXIOLÓGICOS NO AXIOLÓGICOS


emocional o afectivo
del enunciador

Implican un juicio de valor No implican valoración


que puede ser positivo positiva o negativa,
o negativo sino un valor cualitativo
o cuantitativo

Subjetivemas

Afectivos Evaluativos

No axiológicos Axiológicos
OBJETIVIDAD SUBJETIVIDAD
Pared accidente café sos
blanca espantoso frío malvado

Gradación de la subjetividad en las clases de subjetivemas


Campo semántico

Entendemos por campo semántico al conjunto de palabras que van a adquirir


un significado compartido de acuerdo a la situación de enunciación, o del enunciador.
Cada sujeto hablante va a generar los campos semánticos que quiera, de acuerdo a
cómo construye su enunciado. Los elementos que se encuentran dentro de un mismo
campo semántico tienen rasgos semánticos comunes, es decir, comparten un núcleo
de significación:

Campo semántico:
Campo semántico:
Escuela
Granja
carpeta- libro- mochila-
vaca- toro- gallina-
regla- lápiz- maestra-
caballo- tranquera-
bandera- recreo- aula-
molino- galpón- semillas
amigos- examen- tareas

Campo semántico:
Campo semántico:
Postres
Sabores de helados
helado- flan- tiramisú-
frutilla- chocolate-
lemon pie- brownie-
vainilla- dulce de
turrón- créme bruleé
leche-granizado-
tramontana

En análisis del discurso, el campo semántico sirve para saber de qué posición se
encuentra el enunciador, es decir, cómo se construye así mismo y cómo construye a
los demás. De esta manera, se genera la producción social del sentido (construcción
de un sentido social, que puede ser compartido por la comunidad).
Por ejemplo, en el discurso de Salvador Allende, este enunciador intenta
construir un sentido social compartido, en el cual se construye a sí mismo y a su grupo
en un campo semántico de valores positivos; mientras que los adversarios son
ubicados en un campo semántico negativo. Estas oposiciones de campos, generan una
producción social de sentido:

Campo semántico: Campo semántico:


Nosotros (Patria) Ellos (Traición)

trabajadores- fidelidad- lealtad- castigo- crimen- Fuerza Aérea-


gobierno- semilla- chilenos- soldados- carabineros-
conciencia- pueblos- historia- imperialismo- granjería-
confianza- justicia- privilegios- poder- colegios de
Constitución- ley- madre- clases- fascismo- atentados-
juventud- lucha- alegría- silencio- traición- felonía-
obrero- campesino- intelectual- cobardía- sedición- reacción-
perseguidos- digno- libre- General- capital foráneo
defenderse- sacrificio

sentido social positivo sentido social negativo


+ -
Receptores del discurso

Vamos a tomar por receptores a todas las personas que, de manera directa o
indirecta, reciben el discurso pronunciado por el enunciador. Esto es porque, el
hablante elige a quién dirigir sus enunciados, sin embargo, muchas veces estos
enunciados son receptados por otras personas que pueden o no estar previstas por el
enunciador.
Teniendo en cuenta estas posibilidades, podemos clasificar a los receptores en
dos grupos:
 Alocutarios: son los destinatarios directos del discurso (enunciatarios), es
decir, a quienes el enunciador les habla.
 No alocutarios: son quienes también reciben el discurso del enunciador,
aunque este discurso no sea dirigido a ellos. Dentro de los no alocutarios,
podemos distinguir:
 Previstos: (público general) el enunciador no se dirige a ellos
directamente, pero saben que son posibles oyentes de su
discurso.
 No previstos: (oyente eventual) son aquellos que el enunciador
no tiene en cuenta como posibles oyentes de su discurso.

Por ejemplo, en el discurso de Salvador Allende:


Alocutarios: El pueblo de Chile (trabajadores, juventud, madres) les habla
directamente
No alocutarios previstos: las Fuerzas Armadas (ellos) no les habla directamente,
pero sabe que lo están escuchando
No alocutarios no previstos: estudiantes de 5º A analizando su discurso en el 2020
no tenía previsto que lo fuéramos a recibir o analizar.

Receptores

Alocutarios No alocutarios

Enunciatarios
Previstos No previstos

Público Oyente eventual

Condiciones sociales de producción

Según Eliseo Verón, el sentido que adquieren los enunciados están


determinados, en gran parte, por las condiciones sociales de producción de los
mismos. Entendemos como condiciones sociales de producción al contexto, es decir, el
entorno social que rodea al sujeto que produce el discurso. En las condiciones de
producción tenemos en cuenta, por ejemplo:
- La fecha (día y hora, mes, año en el que se enuncia)
- Lugar o situación (una plaza, casa de gobierno, escuela, museo, etc.)
- Hechos de importancia que ocurrieron recientemente
- La intención con la que se pronuncia el discurso (anunciar algo, agradecer, advertir,
etc.)
- Rasgos de la sociedad que rodea al discurso (cultura, religión, problemáticas)
-Relación entre el enunciador y receptores del discurso

Para Verón, conocer o rastrear las condiciones sociales de producción de cada


discurso al momento de analizar, nos ayuda a comprender mejor el sentido social que
adquiere. En el caso del discurso de Salvador Allende, rastrear las condiciones de
producción implica: situarnos en la fecha en la que fue pronunciado (11 de septiembre
de 1973), el lugar (Casa de la Moneda –casa de gobierno- de Chile), el enunciador (que
era el presidente en ese momento), lo que estaba sucediendo (la toma del poder por
las Fuerzas Armadas), el medio por el cual se transmite (la radio), el tono de la voz de
quien habla, si estaba en libertad o estaba custodiado, qué estaba pasando con el
pueblo, si había contento o descontento social, entre otras cuestiones.
Las condiciones de recepción (el momento histórico en el cual accedemos al
discurso) también son importantes en la construcción del sentido. Mientras que las
condiciones de producción reflejan el contexto inmediato del enunciador; las
condiciones de recepción tienen que ver con el contexto inmediato de quien recibe el
discurso, que puede ser al mismo tiempo que el enunciador lo produce o no. Por
ejemplo, el discurso que da el presidente Galtieri al comienzo de la Guerra de
Malvinas, no tiene las mismas condiciones de recepción en 1982 que ahora en el 2020.
Seguramente, los sentidos que atribuyen quienes escucharon el discurso en ese
momento, son distintos a quienes lo recibieron años después, porque la sociedad en
general incluso va cambiando sus representaciones a lo largo del tiempo.

Enunciador Receptores
Enunciado
CONDICIONES DE CONDICIONES DE
PRODUCCIÓN SENTIDOS RECEPCIÓN

Es por esto que, cuando hacemos análisis del discurso, no podemos hablar de un solo
análisis “verdadero” “correcto” o “legítimo”; ya que todos los análisis que podemos
hacer de los discursos son infinitos, al depender justamente de las condiciones de
recepción al momento de analizar y de los rasgos propios que tiene la persona que
analiza. Todo análisis del discurso, aunque busque ser lo más objetivo posible, no
puede escaparse de la subjetividad con la cual observamos los enunciados: algunos
notarán huellas que otros no, o encontrarán las mismas huellas pero atribuyéndoles
significados distintos.
Discurso político

Los discursos son conjuntos de enunciados que se expresan de forma oral o


escrita. El discurso político es aquel que se produce en el ámbito de las luchas de
poder, es decir, dentro de la política. Cada discurso político tiene un objetivo
específico y, para lograrlo, utiliza recursos retóricos como la persuasión, la
argumentación y la identificación de un enemigo.
Los discursos políticos no son solo aquellos que los gobernantes enuncian
públicamente, también son los que se dicen en reuniones privadas y ante cualquier
grupo que tenga una función política (por ejemplo, los que enuncian los centros de
estudiantes).

Características del discurso político:

1. Objetivos (finalidad)
Para que un discurso se considere político debe tener como objetivo provocar un
comportamiento determinado en sus receptores. Por ejemplo, un discurso que
simplemente informa sobre una medida de gobierno, no es un discurso político.
Sin embargo, si se informa esa misma medida y además se apela al apoyo de
la población, su carácter se vuelve político. Es decir que todo discurso
político intenta convencer a sus receptores.

2. Argumentativo
Para convencer, los discursos deben ser (al menos en cierta medida)
argumentativos. Esto quiere decir que afirman algo y luego lo sostienen lógicamente
con pruebas o razonamientos.
Sin embargo, la argumentación en el discurso político se diferencia de la que se
utiliza en la retórica tradicional: en esta última, la argumentación se utiliza para
persuadir a un adversario.
Por el contrario, en el discurso político el adversario no forma parte de la
comunicación.

3. Estratégico
Explícitamente, los discursos políticos tienen como objetivo, como se ha
señalado, convencer a su auditorio.
Pero además forman parte de una estrategia en la cual se construye una
imagen de quien emite el discurso, se envían mensajes a posibles aliados y se señalan
los enemigos.

4. Uso de metáforas
Una metáfora es una figura retórica que hace referencia a algo sin
mencionarlo, pero tomando otra cosa diferente que tiene algún elemento en común.
En los discursos políticos se utilizan metáforas para identificar a sus enemigos
con nociones negativas. También se utilizan para acercar complicados procesos
económicos, financieros, políticos y sociales a la simplicidad de la población no
experta.
Sin embargo, esa simplificación siempre es ideológica: solo se selecciona la
parte de la realidad que ayuda a convencer a la población de que una medida es
positiva o negativa.
5. Redundancias y repeticiones
Los discursos políticos están pensados para ser escuchados. Por lo tanto, a
diferencia de un texto escrito, requieren que la información aparezca varias veces para
que el oyente pueda seguir el argumento que se desarrolla.
Esto puede lograrse a través de las repeticiones, por ejemplo, de un nombre o
un dato importante.
Pero también pueden utilizarse redundancias, que no son la repetición textual,
sino que es la insistencia sobre el mismo tema desde diferentes aspectos o puntos de
vista.

6. Identificación de enemigos
Es muy frecuente que los discursos políticos tengan como tema el enemigo del
individuo o partido que emite el discurso. Esto ocurre especialmente cuando el
emisor del discurso no detenta el poder.
La mención al enemigo puede aparecer tangencialmente, como parte de una
argumentación sobre otro tema. Pero si el enemigo es el tema principal, el discurso
toma la siguiente estructura:
 Denuncia. Se identifican las acciones o características negativas
del grupo o del individuo identificado como el enemigo.
 Exhortación. Se pide a los oyentes una acción en respuesta a la
denuncia. Habitualmente esa acción es acompañar al emisor para derrotar al
enemigo.
 Promesa. Para lograr el apoyo del oyente, el emisor del discurso
promete solucionar los hechos denunciados.

7. Identificación del emisor con el receptor directo


Para convencer al receptor directo del discurso, en todos los casos el emisor del
discurso político intenta que el receptor se identifique con él.
Es decir, presenta sus propios objetivos como si fueran los objetivos del
receptor y minimiza las diferencias que existen entre ellos.

8. Performatividad (poder de las palabras)


Los enunciados performativos son aquellos que no solo hacen referencia a una
acción sino que además la realizan. Entre los enunciados performativos se encuentran
las promesas, los juramentos, y las declaraciones.
Los discursos políticos son performativos porque el emisor expresa
públicamente su compromiso a realizar determinadas acciones o a sostener una
posición específica sobre un tema (por ejemplo, el aviso de Allende de no renunciar, o
las declaraciones de guerra).

Tipos de destinatarios del discurso político

El discurso político trabaja sobre tres destinatarios distintos: prodestinatarios,


contradestinatarios y paradestinatarios.

 Prodestinatarios: refiere al grupo de receptores que adhiere a las mismas


ideas, valores y objetivos que el enunciador. Son quienes ya están convencidos
de las ideas que circulan en el discurso. Son aquellos a quienes se dirige
principalmente el enunciador (Alocutarios)
 Contradestinatarios: son los opositores al enunciador, lo opuesto al
prodestinatario. El discurso no intenta convencerlos, pero sabe que forman
parte de su audiencia también (No alocutarios previstos)

 Paradestinatarios: incluye a aquellos sectores de la ciudadanía que


permanecen indecisos, es decir, ni opositores ni partidarios, a los que el
enunciador busca convencer, por esto debe aplicar todas sus estrategias, como
por ejemplo en las campañas políticas (Alocutarios o no alocutarios previstos)

Cuando decimos que un discurso político trabaja (o construye sus argumentos)


en base a tres destinatarios distintos, no queremos decir que se refiera explícitamente
a los tres. De hecho, la forma más típica de discurso político habla sobre dos grandes
grupos: nosotros y ellos, y va describiendo características, acciones y potencialidades
para cada uno de esos dos grupos.
Por ejemplo, tomando el discurso de Salvador Allende, podemos decir que
realiza la siguiente división en dos grupos:

Nosotros Ellos
(prodestinatarios y (contradestinatarios)
paradestinatarios)
A quiénes incluye Trabajadores- chilenos- Fuerzas armadas-
pueblos- madre- soldados- carabineros-
campesina- abuela- General-
profesionales- patriotas-
juventud- obrero-
campesino

En palabras simples:

Prodestinatario Contradestinatario Paradestinatario

Es incluído en el Es enunciado dentro del Es habitual que se lo


“nosotros” y se le asignan grupo “ellos”, y se le incluya dentro de las
características, valores y asignan características y acciones y características
acciones positivas. acciones negativas. descriptas en el
“nosotros”. Para eso, se
También se relaciona a las Se los vincula con
busca que generen
ideas y valores que personajes históricos y
identificación con las ideas
refieren a próceres, políticos cuya valoración es
y valores representados en
personajes históricos y negativa.
el grupo de
políticos valorados como
prodestinatarios, a través
positivos.
de conceptos generales
como libertad, amor,
alegría, igualdad, justicia.
En resumen, para lograr un análisis integral del discurso político es necesario:

 Rastrear las condiciones de producción (el contexto en cual se produce el


discurso)
 Tener en cuenta al enunciador (quien produce los enunciados)
 Tener en cuenta el tipo de destinatarios que construye (pro destinatarios,
contra destinatarios y para destinatarios)
 Rastrear las huellas implícitas en el discurso: el uso de subjetivemas, la
construcción de campos semánticos positivos y negativos, uso de ciertas
expresiones, el ánimo del público, uso de metáforas, alusión a otras personas o
hechos conocidos o importantes, etc.
 La construcción que el enunciador hacer de sí mismo para crear una lógica que
favorezca la adhesión (aceptación del público)
 Los sentidos sociales que se construyen a partir de lo dicho, de acuerdo
también a las condiciones de recepción.

Último discurso político de Salvador Allende, presidente de Chile, antes de ser


derrocado por las Fuerzas Armadas.

Casa de la Moneda- 11 de septiembre de 1973 9:10 A.M.

Seguramente ésta será la última oportunidad en que pueda dirigirme a ustedes.


La Fuerza Aérea ha bombardeado las torres de Radio Postales y Radio Corporación. Mis
palabras no tienen amargura sino decepción. Que sean ellas el castigo moral para los
que han traicionado el juramento que hicieron: soldados de Chile, comandantes en
jefe titulares, el almirante Merino, que se ha autodesignado comandante de la
Armada, más el señor Mendoza, general rastrero que sólo ayer manifestara su
fidelidad y lealtad al Gobierno, y que también se ha autodenominado Director General
de carabineros. Ante estos hechos sólo me cabe decir a los trabajadores: ¡Yo no voy a
renunciar! Colocado en un tránsito histórico, pagaré con mi vida la lealtad del pueblo.
Y les digo que tengo la certeza de que la semilla que hemos entregado a la conciencia
digna de miles y miles de chilenos, no podrá ser cegada definitivamente. Tienen la
fuerza, podrán avasallarnos, pero no se detienen los procesos sociales ni con el crimen
ni con la fuerza. La historia es nuestra y la hacen los pueblos.

Trabajadores de mi Patria: quiero agradecerles la lealtad que siempre tuvieron,


la confianza que depositaron en un hombre que sólo fue intérprete de grandes anhelos
de justicia, que empeñó su palabra en que respetaría la Constitución y la ley, y así lo
hizo. En este momento definitivo, el último en que yo pueda dirigirme a ustedes,
quiero que aprovechen la lección: el capital foráneo, el imperialismo, unidos a la
reacción, creó el clima para que las Fuerzas Armadas rompieran su tradición, la que les
enseñara el general Schneider y reafirmara el comandante Araya, víctimas del mismo
sector social que hoy estará en sus casas esperando con mano ajena reconquistar el
poder para seguir defendiendo sus granjerías y sus privilegios.

Me dirijo, sobre todo, a la modesta mujer de nuestra tierra, a la campesina que


creyó en nosotros, a la abuela que trabajó más, a la madre que supo de nuestra
preocupación por los niños. Me dirijo a los profesionales de la Patria, a los
profesionales patriotas que siguieron trabajando contra la sedición auspiciada por los
colegios profesionales, colegios de clases para defender también las ventajas de una
sociedad capitalista de unos pocos.

Me dirijo a la juventud, a aquellos que cantaron y entregaron su alegría y su


espíritu de lucha. Me dirijo al hombre de Chile, al obrero, al campesino, al intelectual, a
aquellos que serán perseguidos, porque en nuestro país el fascismo ya estuvo hace
muchas horas presente; en los atentados terroristas, volando los puentes, cortando las
vías férreas, destruyendo lo oleoductos y los gaseoductos, frente al silencio de quienes
tenían la obligación de proceder. Estaban comprometidos. La historia los juzgará.

Seguramente Radio Magallanes será acallada y el metal tranquilo de mi voz ya


no llegará a ustedes. No importa. La seguirán oyendo. Siempre estaré junto a ustedes.
Por lo menos mi recuerdo será el de un hombre digno que fue leal con la Patria.

El pueblo debe defenderse, pero no sacrificarse. El pueblo no debe dejarse


arrasar ni acribillar, pero tampoco puede humillarse.

Trabajadores de mi Patria, tengo fe en Chile y su destino. Superarán otros


hombres este momento gris y amargo en el que la traición pretende imponerse. Sigan
ustedes sabiendo que, mucho más temprano que tarde, de nuevo se abrirán las
grandes alamedas por donde pase el hombre libre, para construir una sociedad mejor.

¡Viva Chile! ¡Viva el pueblo! ¡Vivan los trabajadores!

Estas son mis últimas palabras y tengo la certeza de que mi sacrificio no será en
vano, tengo la certeza de que, por lo menos, será una lección moral que castigará la
felonía, la cobardía y la traición.

Bibliografía:

 Aurora, Enrique y Rueda, Nelli (1999) Claves para el estudio del texto. Cap. 4
“Actos de habla”. Ed. Comunicarte.
 Uriarte, Julia (2020) Discurso político. Disponible en
https://www.caracteristicas.co/discurso-politico/ Consultado: 21 de agosto de
2020.
 Apuntes de clase de la cátedra “Lingüística general” cursada en 2013 en la
Universidad Nacional de Río Cuarto.

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