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Facultad de Psicología- Universidad nacional de

Córdoba
Sistemas psicológicos contemporáneos
Parcial Alterado N°2

Grupo: “X-Woman”.

Integrantes:

 Pereyra, Maiten.
Matrícula: 44.720.065.
 Pérez, Aylén Iriel.
Matrícula: 45.794.072.
 Ramírez, Claudia Beatriz.
Matrícula: 22.191.202.

Tutora: Delfina Noroña.


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Informe – Segundo Parcial Alterado


Este grupo se formó luego del primer parcial alterado, ya que nuestros grupos se separaron. Por lo tanto
quedó conformado por dos alumnas que anteriormente pertenecían a un grupo y otras dos que eran de
otro, así nació X-Woman.
Una vez dada la consigna para realizar el parcial alterado Nº 2, y considerando que dos de las integrantes
del grupo habían viajado a su provincia de origen, la comunicación se dio por medio de WhatsApp y las
reuniones se realizaron por Meet. En un primer momento acordamos (a través de WhatsApp) leer el
material, para luego realizar un Meet y decidir los personajes históricos y temas de que se trataría el
debate.
En la reunión surgieron tres opciones: Sigmund Freud vs. Jacques Lacan; Sigmund Freud vs Alfred
Adler; Melanie Klein vs. Anna Freud.

De aquí aparece la necesidad de investigar más profundamente sobre ellos y buscar los puntos de
inflexión en sus teorías y prácticas para organizar el debate. Entonces volvimos a programar un
“encuentro” para tomar una decisión. Por último, ya en esta “reunión” expusimos lo que investigamos y
lo sometimos a votación. En ésta fue elegido el debate Klein-Freud.

La producción artística, en un primer momento, la planeamos como una animación al estilo Zamba (el
dibujo de Paka Paka), donde una joven se encontraría con ellas discutiendo y defendiendo sus posturas, y
la muchacha jugaría un papel de moderadora. Pero, luego de investigar sobre los programas y
aplicaciones necesarias para poder llevar esto a cabo, consideramos que no tenemos el conocimiento ni el
tiempo para desarrollarla. Esto nos condujo a buscar un nuevo enfoque para realizar este debate entre dos
de las mujeres más importantes para el psicoanálisis. En esta nueva idea, se verá una plataforma símil a
TikTok, pero todos los videos girarán en torno a ambas mujeres (“storytimes”, lives, discusiones,
chismes), la mayoría con un tinte de comedia y/o sátira. Otro cambio muy importante fue que una de las
integrantes del grupo, por razones personales, abandonó el cursado de la carrera. Es por esto que, aunque
originalmente éramos cuatro, ahora somos tres integrantes.

A pesar de que Anna Freud no estaba en la bibliografía de la unidad 4, nos llamó la atención cuando
leímos lo concerniente a Klein, que se la mencionara “Contemporánea a la hija de Freud, y ambas
motivadas por el análisis de los niños, se enfrentaron en diversos aspectos tanto teóricos como técnicos.”
(Altamirano, 2017, Pp. 6). Una vez que comenzamos a leer sobre Anna, nos interesó su postura; muy
criticada por los demás cultores del psicoanálisis aunque defendida y elogiada por su padre “El único
punto luminoso de mi vida se debe a los descubrimientos psicoanalíticos que está haciendo mi hija Anna”
(Freud, carta a Arnold Zweig, 1935) o “Me regocija poder decir que al menos mi hija Anna Freud se ha
impuesto este trabajo como la misión de su vida, reparando así mi descuido” (Freud, sobre la aplicación
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del psicoanálisis en la pedagogía, Conferencia 34, 1933). Un artículo de en la web (Google académico)
donde se exponen las diferentes posturas de estas científicas, nos aclaró mejor las diferencias
conceptuales y de práctica, para llegar a los siguientes temas de debate entre ambas: Transferencia,
Superyó y Técnica.

Ambas dedicaron su vida al desarrollo del psicoanálisis en niños y niñas. Las posturas de ambas, eran
similares en muchos aspectos, pero en varios otros no.

Melanie, que trabajaba con criaturas desde la primera infancia, pretendía aplicar las técnicas del
psicoanálisis, lo más puramente posible (defendía que el proceso analítico de niños es igual al de adultos,
debe seguir sus reglas y establecer contacto con el inconsciente): se refería al complejo de Edipo, a la
neurosis de transferencia, a un superyó precoz, reemplazó la asociación libre por el juego. Con respecto a
la transferencia, abogaba por el análisis de la transferencia positiva y negativa: se debe analizar la
transferencia negativa, ya que al hacerlo se produciría un aumento de la transferencia positiva, como en
los adultos, a pesar de que, según la ambivalencia infantil, ello conduciría a una nueva emergencia de
rechazo. Los niños no pueden asociar libremente igual que lo hacen los adultos, pero esto no se debe a
que les falte capacidad para poner sus pensamientos en palabras, sino que se debe a su angustia que se
resiste a las asociaciones verbales (Klein, pp. 157, 1927). A partir de esto, estableció la equivalencia entre
el lenguaje y las actividades lúdicas, siendo esta última la forma en que la autora proponía que los niños
puedan comunicarse libremente (técnica conocida como "análisis del juego" o "terapia de juego"). De esta
forma, el objetivo de la terapia será generar la liberación del juego a través de la interpretación para
desarrollar la sublimación; propuso que el analista debe observar de manera completamente neutral, sin
afectar el comportamiento del paciente, para que su inconsciente pueda convertirse en un subconsciente
visible. Esta técnica es especialmente apropiada para niños, ya que les permite expresar y comunicar sus
sentimientos y conflictos internos a través del juego y la actividad creativa. Hablaba de las duras y crueles
acciones del superyó que provocan gran miedo y necesidad de castigo en los niños. Esta necesidad de
miedo y castigo está relacionada con la fuerza de la psique sádica del niño. También defiende un superyó
sumamente resistente, inalterable en su núcleo, es decir, sostiene que el superyó del niño y del adulto, se
aproximan estrechamente (Klein, pp. 164, 1927). Arguye que el superyó no empieza a formarse hasta que
se hayan dejado atrás los estadios pregenitales, siendo este el resultado de una regresión al estadio oral.

Anna, en cambio, trabajaba en sus comienzos solamente con niños y niñas a partir de la etapa de latencia.
No estaba de acuerdo con trabajar el complejo de Edipo, ya que desde su teoría esto podría dañar la
relación del infante con sus padres (o la/s persona/s que cumplieran dicha función). Otra diferencia es que
ella no consideraba que se pudiera dar la neurosis de transferencia, debido a que los objetos de su amor,
no forman parte de su pasado, sino de su presente “El psicoanálisis dice que el niño transfiere su actitud
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afectiva del pasado a una persona del presente” (A. Freud, “Introducción al Psicoanálisis para
Educadores, pp. 53, 1979). Por lo tanto, ella teorizaba la necesidad de lograr la transferencia positiva,
creando un vínculo afectivo con su paciente, a la vez que establecía en él la conciencia de enfermedad,
desde una posición de superioridad/autoridad (esta posición no busca equipararse a la de los padres, sino
ser mayor), es por ello que ella refiere a un período de introducción/preparación, previo a la labor
analítica (ya que su paciente, a diferencia del adulto, no va al análisis por voluntad propia, sino de sus
tutores) “Este período de preparación (…) dura más, cuanto más discrepe el estado original del niño, del
que acabamos de describir en el caso del paciente adulto ideal” (A. Freud, Psicoanálisis del Niño, pp. 17,
1951). Además, el desarrollo de su teoría, no reconocía un superyó desarrollado precozmente y designaba
esa función a los tutores, debido a que en su práctica pudo observar que los sujetos analizados
desarrollaban una doble moral: cuando estaban con personas de autoridad actuaban diferente a cuando
estaban con sus pares y por lo tanto las cosas eran “malas” según el contexto y no respondían a una moral
interna; “Esta debilidad y dependencia de las exigencias impuestas por el ideal del yo-infantil (…),
también concuerda con otro hecho que puede observarse siempre, buscándolo atentamente: el niño tiene
una doble moral: una, destinada al mundo de los adultos; otra, distinta, que rige para él mismo y para sus
compañeros de edad.” (A. Freud, Psicoanálisis del Niño, pp. 86 y 87, 1951); por lo tanto, ella se refería a
un superyó débil, en formación. En cuanto a la técnica, una de las grandes diferencias era la que respecta
a la utilización del juego como herramienta de análisis, ya que para Anna, éste era importante en un
primer momento, como ayuda para el desarrollo del vínculo con su paciente y no tiene la preponderancia
que le da Melanie; como crítica a la teoría kleiniana, dice que no siempre lo que una criatura hace durante
un juego tiene una significación simbólica que hace referencia a su inconsciente, que puede deberse a
alguna situación simple de su vida cotidiana que él imita en el momento lúdico. “…pues si las
asociaciones lúdicas del niño no están regidas por las mismas representaciones finales que las del adulto,
quizá tampoco se tenga derecho a tratarlas siempre como tales, y en lugar de corresponderles
invariablemente una significación simbólica, podrían aceptar a veces explicaciones inocentes. (…) el
pequeño que se precipita hacia una visitante para mirar dentro de su cartera, no es forzoso que exprese
simbólicamente, como cree Melanie Klein, su afán de comprobar si la madre lleva un nuevo hermanito en
el vientre, sino que puede reproducir con ello una vivencia del día anterior, cuando, por ejemplo, una
visita le trajo un pequeño regalo dentro de una cartera semejante.” (A. Freud, Psicoanálisis del Niño, pp.
61 y 62, 1951). Otra crítica que hacía a este recurso (que reemplaza a la asociación libre para Klein), es
que falta el contexto que tiene el adulto al aplicarla: que es la representación final de estar en análisis; esta
representación está ausente en el niño o niña, por lo que no se va a desenvolver en ese sentido.

Como síntesis de las diferencias de ambas autoras, elaboramos el siguiente cuadro comparativo:
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Melanie Klein Anna Freud

Transfe- ● Se enfoca en la transferencia negativa, ● Se enfoca en la transferencia positiva, la


rencia pero no deja de lado la positiva. negativa impide avanzar con el análisis.
● La neurosis de transferencia sí es ● Es imposible que se produzca neurosis
Neurosis
posible, ya que el objeto de amor del niño está de transferencia ya que los objetos de amor
de
conformado de imagos. El objeto de amor no es todavía se encuentran en la vida del niño.
transfe-
real, así que los padres son seres extraños y
rencia ● El proceso analítico del infante no es
desconocidos a comparación del objeto de amor
igual al del adulto. Por lo tanto, se deben
que el niño forma en su mente.
establecer nuevos métodos y el analista debe
● Defiende que el proceso analítico de los tomar otro rol (se analista y educador al mismo
adultos es exactamente igual que el de los niños, tiempo)
y por lo tanto se deben seguir las mismas reglas
básicas, estableciendo contacto con el
inconsciente

Superyó ● En infantes, se habla de un superyó ● Los infantes se guían por el principio de


precoz bien constituido. placer-displacer, sólo detienen sus acciones ante
el recuerdo de la amenaza de castración.
● La formación del superyó comienza al
mismo tiempo que el niño efectúa la primera ● Los padres y tutores toman el papel de
introyección oral de sus objetos. superyó.

Técnica  Énfasis a la técnica de juego. Es  La técnica de juego no es equiparable a


equivalente a la asociación libre. la asociación libre porque falta el contexto de
 Interpreta todos los actos del niño ser analizado. Sirve como acercamiento al niño
frente a los objetos que se y para establecer un vínculo.
encuentran en la habitación.  No cree que TODA acción tenga
 Desarrollo temprano de la vida un significado inconsciente.
emocional del niño. Trabaja con bebés e  Solamente trabaja con niños en periodo
infantes. de latencia en adelante.
 Trabaja con el complejo de Edipo  No trabaja con el complejo de Edipo
temprano. temprano, ya que puede dañar la relación con
los padres.
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Conclusión:
En este informe intentamos desarrollar los que consideramos los principales puntos de debate entre
Melanie Klein y Anna Freud, sabemos sin embargo dejamos de lado muchos otros. Se podría destacar que
la “ganadora” de esta disputa fue Klein, ya que su escuela fue la que perduró y la que se enseña hoy en
día en psicoanálisis (y también era la imperante en esa época). Además, debemos aclarar que la postura
expuesta sobre Anna Freud se enfoca en el periodo de principios del siglo XX. Luego de eso, por la
lectura de libros como Conversaciones con Anna Freud: La técnica en psicoanálisis del niño, podemos
darnos cuenta que cedió en algunos aspectos, principalmente en dos: análisis en infantes y le dio algo de
crédito a la técnica de juego (pero nunca la consideró equiparable a la asociación libre). Si bien Klein
tomó un gran lugar en el psicoanálisis moderno, se tomaron conceptos de Anna, como la relación del
analista con los padres del paciente. Muchas de las aportaciones de A. Freud, sin embargo, contribuyeron
a enriquecer el campo de la pedagogía.
Nos parece importante destacar que el psicoanálisis es la corriente psicológica que más figuras femeninas
visibilizadas tiene.
Bibliografía:

Además de los apuntes brindados por la cátedra, recurrimos a:

 Klein, M. (1927) Simposium sobre el análisis infantil.


 Klein, M., & Money-Kyrle, R. E. (1990). Obras completas de Melanie Klein. Paidós.
 Sandler, J., Kennedy, H. y Tyson, R. L. (1996). Conversaciones con Anna Freud La técnica en
psicoanálisis de niños. Gedisa S.A.
 Freud, A. (1979). Introducción al Psicoanálisis para Educadores. Editorial Paidós.
 Freud, A. (1951). Psicoanálisis del niño. Imán.
 Delahanti, G. (2003) Vicisitudes de la polémica de Anna Freud y Melanie Klein.

Video: https://youtu.be/hMQIGbEJGoY

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