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C.G.

Jung falleció en 1961 sin haber jamás pre­


sentado un resumen sistemático de su psicología.
Durante los últimos treinta años sus ideas han
sido explicadas, exploradas y ampliadas por miles
de otras personas, con diversos resultados.
El Lexicon Jungiano lleva al lector a la fuente
misma. Ha sido diseñado para aquellos que bus­
can una comprensión de los términos y concep­
tos más relevantes en la forma que Jung los uti­
lizó. Contiene citas elegidas de entre las Obras
com pletas de Jung, pero no hay referencias a
otros autores.
El Lexicon Jungiano no es una crítica ni una
defensa del pensamiento de Jung, sino una guía
a su riqueza y una ilustración del vasto espectro
e interrelacionamiento de sus intereses. (—
Daryl Sharp, B. Sc., M.A., es graduado del Ins­
tituto C.G. Jung de Zürich y autor de varios libros
entre los que se encuentran “Querida Gladys”,
análisis jungiano de una crisis de la edad mediana
y “Tipos Psicológicos Jungianos”.
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150.15
S531IÍ
1994
c.6 upéndio de términos y conceptos
28602 Id psicología de Cari (Justav Jung
VlfiNTOSJ CUATRO VIENTOS EDITORIAL
Título en Inglés

JUNG LEXICON

A Primer of
Terms&Concepts

Daryl Sharp

CUATRO VIENTOS EDITORIAL


Casilla 131 Santiago 29 Chile
Jung a los 75 años de edad
El opus consiste ele tres portes: insight, sufrimiento g
acción. Im psicología es necesaria sólo en la primera
parte, 'pero en la segunda g en la tercera, la fuerza
moral es la que juega un rol predominante.
—Juni», Letters (Cartas).

Aquél que se vaga a iniciar en este arte g sabiduría


secreta, debe alejarse del vicio de la arrogancia, debe
ser devoto, recto, profundamente ingenioso, humano
frente a sus compañeros, de alegre semblante, buena
disposición g respetuoso con todos. También debe
saber conservar los eternos secretos que le son
revelados.
—Ars chemica (1566), citado por Jung en “Psychology
of tlie Transference” (Psicología de la transferencia).
Este libro es traducción de
Jung Lexicon. A P.rimer of Terms&Concepts
© Daryl Sharp
© Editorial Cuatro Vientos, Santiago de Chile, 1994.
Lexicon Jungiuno
Derechos reservados para todos los países del habla hispana.

21 Edición agosto 1997

Inscripción Registro de Propiedad Intelectual N" 90.fi9(¡

I.S.B.N. N" 956-242-017-5

Digitación y Corrección: Paulina Correa


Traducción: Elena Olivos
Diseño portada: Claudia Cajardo
Imagen de portada: Oleo Cerda Kroveberg
Composición y diagramación: Computext Ltda.
Impresión: Productora Gráfica Andros I.tda.

Ninguna parte de esta publicación, incluido el diseño de la cubierta, puede ser


reproducida, almacenada o transmitida en manera alguna ni por ningún
medio, ya sea eléctrico, químico, mecánico, óptico, de grabación o de
fotocopia, sin permiso previo del editor.
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Daryl S harp
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Lexicon
Jung¡ano
Compendio de términos y conceptos
de Ici psicología de Carl Gustav Jung

CUATRO VIENTOS EDITORIAL


i
Otros Libros de Interés

Eros y Pathos, por Aldo Carotenuto


Phallos, Símbolo Sagrado de la Masculinidad, por
Eugene Monick
Querida Gladys, un análisis jungiano, por Sharp, Daryl
I Ching, Libro de los cambios, por Lola Hoffmann,
R. Wihelm, Hugh Prather
Mi abuela Lola Hoffmann, por Leonora Calderón
Sexualidad y Espiritualidad, por John Moore
¿Y qué pasa con los hombres?, por John Moore
El Cáliz y la Espada, por Riane Eisler
Tipos de Personalidad, por Richard Riso
Comprendiendo el Eneagrama, por Richard Riso
Curriculum Vitae. De la vida, el vértigo y los abismos, por
Héctor Orrego
Contenidos

Prefacio xi
Notas sobre uso xii
Lexicon Jungiano 1
Bibliografía 211
Indice 213
Prefacio

C.G. Jung murió en 1961, sin haber presentado jamás un


resumen sistemático de su psicología. Durante los últimos
treinta años, sus ideas han sido explicadas, exploradas y
ampliadas por miles de personas, con variados resultados.
Este lexicón lleva al lector a la fuente. Ha sido diseñado
para aquellas personas que buscan comprender términos y
conceptos relevantes tal como fueron usados por el propio
Jung. Hay extractos escogidos de obras de Jung, pero no
referencias a otros escritores.
Este lexicón no es una crítica ni una defensa del pensa­
miento de Jung, sino una guía para comprender su riqueza
y una ilustración de la amplia esfera e interrelación de sus
intereses.
Apoyado por la lectura cuidadosa de las principales obras
de Jung, este libro contiene una completa visión de los prin­
cipios básicos de la psicología jungiana. Las implicaciones y
aplicación práctica de las ideas de Jung están expuestas en
otros volúmenes de esta serie.
XU

Nota sobre Uso

Las palabras que aparecen en negrita debajo de un título


principal, indican otra referencia en el libro. Todos los títulos
principales están señalados así en el índice al final del libro,
el cual llevará al lector a los diferentes contextos en que Jung
usaba los términos y conceptos presentados aquí.
La abreviación CW en las notas a pie de página, se refiere
a los veinte volúmenes de Jung llamados Collected Works
(Obras completas). Los títulos de los volúmenes individuales
aparecen en la Bibliografía.
Abaissement du niveau mental (decaimiento del nivel men­
tal). Disminución del nivel de conciencia, estado mental y
emocional que se experimenta como “pérdida del alm a”.
(Véase también depresión).

Es un aflojamiento de la tensión de la conciencia, que


se podría comparar con una baja barométrica que
presagia mal tiempo. La tonicidad ha cedido, y esto se
siente subjetivamente como desgano, malhumor y de­
presión. Se pierde el deseo o el valor para enfrentar las
tareas diarias. La persona se siente como si fuera de
plomo, pues ninguna parte del cuerpo parece estar
dispuesta a moverse, y esto se debe a que ya no hay
energía disponible... El desgano y la parálisis de la
voluntad pueden llegar tan lejos que toda la persona­
lidad se cae a pedazos, por así decirlo, y la conciencia
pierde su unidad...
El abaissement du niveau mental puede ser re­
sultado de una fatiga física y mental, de una enferme­
dad física, de emociones violentas o de un shock, te­
niendo este último un efecto particularmente nocivo en
la seguridad en uno mismo. El abaissement siempre
tiene una influencia restrictiva en la personalidad en
conjunto. Reduce la confianza en uno mismo y el es­
píritu emprendedor, y como resultado de un creciente
egocentrismo, estrecha el horizonte mental1.

Abreacción. Método para tom ar conciencia de reacciones


emocionales reprimidas al volver a contar y revivir una expe­
riencia traumática. (Véase también método catártico).

1 “Concerning Rebirth” (Acerca del renacimiento). CW 9i, pars. 213f.

1
2 LEXICON JUNGIANO

Después de un interés inicial en la “teoría del traum a”,


Jung abandonó la abreacción (junto con la sugestión) como
una herram ienta eficaz en la terapia de la neurosis.

Pronto descubrí que, si bien a veces se presentaban


traumas con evidente significado etiológico, la mayoría
de ellos parecían muy improbables. Muchos traumas
tenían tan poca importancia, incluso eran tan norma­
les, que a lo sumo podían ser considerados como pre­
textos para la neurosis. Pero lo que despertó especial­
mente mi crítica fue el hecho de que no pocos traumas
eran simples inventos de la fantasía y nunca habían
ocurrido... Ya no podía pensar que experiencias reitera­
das de un trauma fantásticamente exagerado o com­
pletamente ficticio tuvieran un valor terapéutico dife­
rente al de un método de sugestión2*.
ha fe, la confianza en uno mismo, quizás también
la devoción con que el analista hace su trabajo, son
mucho más importantes para el paciente que el
recontar antiguos traumas’.

Abstracción. Forma de actividad mental mediante la cual un


contenido consciente es liberado de su asociación con elemen­
tos irrelevantes, similar al proceso de diferenciación. (Com­
párese con empatia).

La abstracción es una actividad que pertenece a las


funciones psicológicas en general. Hay un pensamiento
abstracto, así como hay sentimiento, sensación e intui-

2 “Some Crucial Points in Psychoanalysis" (Algunos puntos cruciales del


psicoanálisis), CW 4. par. 582.
:l Ibid., par. 584.
LEXICON JUNGIANO 3

ción abstractos. El pensamiento abstracto separa las


características racionales y lógicas de un contenido
dado de sus componentes intelectuales irrelevantes. El
sentimiento abstracto hace lo mismo con un contenido
que se caracteriza por tener valores de sentimiento... La
sensación abstracta sería estética en oposición a la sen­
sación sensual, y la intuición abstracta sería simbólica
en oposición a la intuición fantástica4.

Jung relacionó la abstracción con la introversión (aná­


logas a la empatia y la extraversión).

Yo visualizo el proceso de abstracción como un retiro


de la libido del objeto, como un flujo de valor desde el
objeto hacia un contenido abstracto, subjetivo. Para mí,
por lo tanto, la abstracción viene a ser una devaluación
energética del objeto. En otras palabras, la abstracción
es un movimiento introvertido de la libido5.

En la medida que su propósito sea romper la atadura


entre objeto y sujeto, la abstracción es un intento de so­
brepasar el estado primitivo de la participation mystique.

Actitud. Habilidad de la psique para actuar o reaccionar en


cierta forma, basada en una orientación psicológica funda­
mental. (Véase también adaptación, tipo y tipología).

De un gran número de actitudes existentes o posibles


he seleccionado cuatro; a saber, aquellas que están
fundamentalmente orientadas por las cuatro funciones

1 “Definitions” (Definiciones), CW 6, par. 678.


5 Ibid., par. 679.
LEXICON JUNCIANO

psicológicas básicas: pensamiento, sentimiento, sensa­


ción e intuición. Cuando cualquiera de estas actitudes
es habitual, dando así un sello definitivo al carácter de
un individuo, hablo de tipo psicológico. Estos tipos-
funciones, que podríamos llamar tipos de pensamiento,
de sentimiento, de sensación e intuitivos, se pueden
dividir en dos clases... racionales e irracionales... La
tendencia predominante del movimiento de la libido
permite otra división en dos clases, a saber, introver­
sión y extraversión6.

Toda la psicología de un individuo, incluso en sus as­


pectos más fundamentales, está orientada según su
actitud habitual... [que es] resultado de todos los facto­
res que ejercen una influencia decisiva en la psique:
disposición innata, influencias ambientales, experien­
cias de vida, insights y convicciones obtenidos a través
de la diferenciación, opiniones colectivas, etc...
En el fondo, la actitud es un fenómeno individual
que elude la investigación científica. Sin embargo, en la
experiencia real se pueden distinguir ciertas actitudes
típicas... Cuando una función predomina de manera
habitual, se produce una actitud típica... Así, existe una
actitud típica de pensamiento, sentimiento, sensación e
intuición7.

La adaptación al ambiente requiere una actitud apropia­


da. Pero debido a las circunstancias cambiantes, ninguna
actitud es perm anentemente adecuada. Cuando una actitud
específica deja de ser apropiada para la realidad interna o

6 Ibid., pár. 835.


7 Ibid., párs. 690f.
LEXICON JUNGIANO 5

externa, pueden surgir dificultades psicológicas (por ejemplo,


un brote de neurosis).

Por ejemplo, una actitud de sentimiento que intenta


cumplir con las exigencias de la realidad a través de la
empatia, fácilmente puede encontrarse frente a una
situación que sólo se puede resolver con el pensamien­
to. En este caso, la actitud de sentimiento fracasa y
además se detiene la progresión de la libido. Desaparece
el sentimiento vital que antes estaba presente, y en su
lugar el valor psíquico de ciertos contenidos conscien­
tes aumenta en forma desagradable; contenidos subje­
tivos y reacciones presionan para volver a lo anterior y
la situación se llena de reacciones emocionales (affect),
dejando el terreno listo para las explosiones8.

La tensión resulta en conflicto, el conflicto resulta en


intentos de represión mutua, y si una de las fuerzas en
oposición logra ser reprimida, se produce una
disociación, un splitting (división) de la personalidad, o
desunión con uno mismo9*.

Actitud religiosa. Psicológicamente, actitud formada por una


atenta observación de y respeto por las fuerzas invisibles y la
experiencia personal.

Podríamos decir... que el término “religión” designa la


actitud característica de una conciencia que ha sido
cambiada por la experiencia del numinosum'0.

* “On Psychic Knergy” (Sobre la energía psíquica), CW 8, pár. 61.


9 Ibid.
“Psychology and Religion" (Psicología y religion), CW 11, par. 9.
6 LEXICON niNGlANO

La religion... es una actitud instintiva peculiar del


hombre, y sus manifestaciones se pueden ver a través
de toda la historia humana11.

La actitud religiosa es bastante diferente de la fe asociada


con un credo específico. Este último, como una forma co­
dificada y dogmatizada de una experiencia religiosa original,
simplemente da expresión a una creencia colectiva peculiar.
La verdadera religión incluye una relación subjetiva con
ciertos factores metafísicos, extramundanos.

Un credo es una confesión de fe destinada principal­


mente al mundo en general, siendo por lo tanto un
asunto intramundano, mientras que el significado y
propósito de la religión reside en la relación del indivi­
duo con Dios (cristianismo, judaismo, islamismo) o con
el camino de salvación y liberación (budismo)12.

Jung pensaba que una neurosis en la segunda mitad de


la vida rara vez se cura sin el desarrollo de una actitud
religiosa, impulsada por una revelación espontánea del es­
píritu.

Este espíritu es un evento psíquico autónomo, la calma


que sigue a la tormenta, una luz conciliadora en la
oscuridad de la mente del hombre, que secretamente
trae orden al caos de su alma13.

11 “The Undiscovered S elf (El sí mismo desconocido), CW 10, pár. 512.


12 Ibid., pár. 507.
1:1“A Psychological Approach to the Trinity" (Enfoque psicológico de la Trinidad),
CW 11, pár. 260.
LEXICON JUNGIANO 7

Adaptación. Proceso de llegar a vivir en armonía con el m un­


do externo, por una parte, y con nuestras propias caracterís­
ticas psicológicas, por otra. (Véase también neurosis).

Antes de considerar la individuación como una meta,


hay que lograr el fin educacional de adaptación al mí­
nimo necesario de normas colectivas. Si una planta va
a desplegar completamente su naturaleza específica,
primero debe ser capaz de crecer en la tierra donde es
plantada14.

El flujo continuo de la vida requiere una y otra vez de


nuevas adaptaciones. La adaptación nunca se logra
definitivamente15.

El hombre no es una máquina, no puede mantener


siempre el mismo registro de trabajo. Puede cumplir
con las exigencias de las necesidades externas en forma
ideal sólo si está adaptado también a su mundo interno,
es decir, si está en armonía consigo mismo. A la inver­
sa, sólo puede adaptarse a su mundo interno y lograr
armonía consigo mismo cuando está adaptado a las
condiciones de su ambiente111.

La transición de la niñez a la madurez inicialmente


conlleva una creciente adaptación al mundo externo. Cuando
la libido encuentra un obstáculo a su crecimiento, hay una
acumulación de energía que normalmente provoca un au­
mento del esfuerzo para vencer el obstáculo. Pero si el obs-1*

11 "Definitions”, CW 6, pár. 761.


15 “The Trascendent Function” (La función trascendente), CW 8, pár. 143.
lf' “On Psychic Energy”, ibid., pár. 75.
LEXICON JUNGIANO

táculo resulta ser insuperable, la energía almacenada regresa


a un modo más primitivo de adaptación. Esto a su vez activa
fantasías y deseos infantiles y genera la necesidad de adap­
tarse al mundo interno.

Los mejores ejemplos de tales regresiones se encuen­


tran en los casos de histeria donde una desilusión
amorosa o matrimonial ha precipitado una neurosis.
Ahí encontramos los conocidos desórdenes digestivos,
pérdida del apetito, síntomas dispépticos de todo tipo,
etc... (típicamente acompañados de] un resurgimiento
regresivo de reminiscencias del pasado lejano. Luego
encontramos una reactivación de los imagos parentales,
del complejo de Edipo. Aquí los eventos de la primera
infancia, que nunca antes habían tenido importancia,
de pronto la tienen. Han sido reactivados regresiva­
mente. Al quitar el obstáculo del camino de la vida,
todo este sistema de fantasías infantiles desaparece de
inmediato y se vuelve tan inactivo e ineficaz como
antes17.

En su modelo de tipología, Jung describió dos formas de


adaptación sustancialmente diferentes: la introversión y la
extraversión. También relacionó las fallas de adaptación con
la aparición de neurosis.

El problema psicológico de la neurosis, y la neurosis


misma, se puede formular como un acto fallido de
adaptación'*.

17 "Psychoanalysis and Neurosis” (Psicoanálisis y neurosis), CW 4, par. 569.


'* Ibid., par. 574 (cursiva en el original).
LEXICON JUNCIANO 9

Afecto. Reacciones emocionales caracterizadas por síntomas


físicos y alteraciones del pensam iento. (Véase tam bién
complejo y sentimiento).
El afecto invariablemente indica que un complejo ha sido
activado.

Los afectos usualmente se producen donde la adapta­


ción es más débil, y al mismo tiempo, revelan la razón
de su debilidad, o sea, cierto grado de inferioridad y la
existencia de un nivel inferior de personalidad. En este
nivel inferior con sus emociones incontroladas o apenas
controladas, uno... (estai singularmente incapacitado
para juicios morales19.

Alma. Complejo funcional de la psique. (Véase también Eros,


imagen del alma y Logos).
Jung a m enudo usó la palabra alm a en su sentido
teológico tradicional, pero limitó estrictamente su significado
psicológico.

En mis investigaciones sobre la estructura del incons­


ciente, me he visto obligado a hacer una distinción
conceptual entre alma y psique. Para mí, la psique es
la totalidad de los procesos psíquicos, tanto conscientes
como inconscientes. Por otra parte, el alma es un com­
plejo funcional claramente delimitado que se puede
describir mejor como una “personalidad”20.

Con este conocimiento, Jung bosquejó las manifesta­


ciones parciales del alma en térm inos del ánima/ánimus y la

"The Shadow” (La sombra). Atan, CW 9i¡, par. 15.


2,1 “Definitions”, CW 6, par. 797.
10 LEXICON JUNCIANO

persona. En su posterior escrito sobre la transferencia, basa­


do en sus estudios del opus alquimia» —que él interpretó
como psicológicamente análogo al proceso de individua­
ción— , fue más específico.

El “alma” que se acumula en la conciencia del ego


durante el opus tiene carácter femenino en el hombre
y masculino en la mujer. El ánima desea reconciliar y
unir; el ánimus trata de discernir y discriminar21.

Ambivalencia. Estado mental en que toda actitud o curso de


acción anticipado es contrapesado por su opuesto. (Véase
también conflicto y opuestos).
En general, la ambivalencia se asocia con la influencia de
complejos inconscientes, y en particular, con las funciones
psicológicas cuando no han sido diferenciadas.

Amplificación. Método de asociación basado en el estudio


comparativo de la mitología, la religión y los cuentos de
hadas, que se utiliza en la interpretación de imágenes en
sueños y dibujos.

Análisis jungiano. Forma de terapia especializada en neuro­


sis, cuyo objetivo es llevar a la conciencia contenidos incons­
cientes; llamada también terapia analítica, se basa en la es­
cuela de pensamiento desarrollada por C.G. Jung (llamada
psicología analítica [o complejal).

[El análisisl es sólo un medio para quitar las piedras del


camino del desarrollo, no es un método... para poner en

21 “The Psychology of the Transference" (Psicología de la transferencia), CW 16,


par. 522.
LEXICON JUNGIANO 11

el paciente cosas que no estaban antes ahí. Es preferible


renunciar a cualquier intento de dar una dirección, y
simplemente tratar de realzar todo lo que surja del
análisis, para que el paciente pueda verlo claramente y
sea capaz de sacar conclusiones adecuadas. Todo lo que
no haya adquirido por sí mismo, a la larga no lo creerá,
y lo que adopte de la autoridad, sólo lo mantendrá en
actitudes infantiles. Es mejor colocarlo en una posición
en que pueda hacerse cargo de su propia vida. El arte
del análisis reside en seguir al paciente por sus caminos
errantes y así ir reuniendo a sus ovejas descarriadas22*24.

Hay un difundido prejuicio que sostiene que el análisis


es algo como una “cura”, a la cual uno se somete por
un tiempo y luego es dado de alta. Este es un error lego
que viene de los primeros días del psicoanálisis. El
tratamiento analítico podría describirse como la re­
adaptación de una actitud psicológica que se logra con
la ayuda de un médico... [Pero] no hay ningún cambio
que sea incondicionalmente válido después de un pe­
ríodo largo de tiempo21.

Inicialmente, Jung hizo una distinción entre análisis del


inconsciente2’' y análisis anamnéstico. Este último se refiere

22 “Some Crucial Points in Psychoanalysis”, CW 4, par. 643.


2:1 "The Trascendent Function", CW 8, par. 142.
24 Jung usó deliberadamente esta expresión en vex de ''psicoanálisis”: “Quiero
dejar ese término a los freudianos. Lo que ellos entienden por psicoanálisis no es
una mera técnica, sino un método dogmáticamente ligado a y basado en la teoría
sexual de Freud. Cuando Freud declaró públicamente que el psicoanálisis y su
teoría sexual estaban indisolublemente unidos, me vi en la obligación de tomar
un camino diferente". (“Analytical Psychology and Education" (Psicología
analítica y educación], CW 17, pár. 180).
12 LEXICON JUNCIANO

principalmente a contenidos de la conciencia que están dis­


ponibles o que se pueden recordar fácilmente, y también se
preocupa de apoyar o fortalecer el ego. En este caso, el in­
consciente es sólo un factor indirecto.

Consiste en una cuidadosa anamnesis o reconstrucción


del desarrollo histórico de la neurosis. El material ob­
tenido así, es una secuencia de hechos más o menos
coherentes relatados al médico por el paciente, en la
medida que los recuerda. Este, naturalmente, omite
muchos detalles que no le parecen importantes o que
ha olvidado. El analista experimentado que conoce el
habitual curso del desarrollo neurótico, hará preguntas
que ayuden al paciente a llenar algunos de los vacíos.
Muchas veces este procedimiento es por sí mismo de
gran valor terapéutico, ya que permite al paciente
comprender los principales factores de su neurosis y a
la larga puede llevarlo a un cambio decisivo de acti­
tud25.

Además del efecto favorable producido por la toma de


conciencia de conexiones previamente inconscientes, es
usual que el médico dé algunos buenos consejos, es­
timule o incluso desapruebe26.

El análisis del inconsciente comienza cuando se ha ago­


tado el material consciente y aún no existe una resolución
satisfactoria de la neurosis; necesita un ego lo suficiente­
mente fuerte para abordar directamente el material incons­
ciente, especialmente los sueños. Jung pensaba que, en este

25 “Analytical Psychology and Education", ibid., pár. 177.


26 Ibid., par. 178.
LEXICON JUNGIANO 13

sentido, el análisis era muy adecuado para tratar problemas


psicológicos de la segunda mitad de la vida, pero aun en estos
casos manifestó cautela.

El apoyo constante de la actitud consciente tiene en sí


un gran valor terapéutico y con frecuencia conduce a
resultados satisfactorios. Sería un peligroso prejuicio
imaginar que el análisis del inconsciente constituye la
única panacea que se debe emplear en todos los casos.
Se le puede comparar con una operación quirúrgica a
la cual sólo se debe recurrir cuando han fallado los
otros métodos. Mientras no se interponga, el incons­
ciente debe ser dejado en paz” .

En su trabajo analítico. Jung evitó los diagnósticos y los


pronósticos. No utilizaba ninguna técnica o método siste­
mático. Su objetivo era abordar cada caso con un mínimo de
suposiciones previas, aunque reconocía que la personalidad y
la disposición psicológica del analista impedían lograr una
objetividad total.

Naturalmente, el ideal sería no tener ninguna suposi­


ción en absoluto. Pero esto es imposible, aun cuando
uno proceda con la más rigurosa autocrítica, ya que la
suposición más importante se relaciona con uno mis­
mo, y es la que tiene consecuencias más graves. Hay
que tratar, dentro de lo posible, de no hacer suposicio­
nes y no usar métodos preestablecidos, la suposición de
lo que yo soy determinará mi método: así como yo soy,
voy a proceder2s.27

27 "The Psychology of the Transference". CW 16, par. 381.


2,s “Appendix” (Apéndice), ibid., par. 543.
14 LEXICON JUNGIANO

Jung también insistió en que aquellas personas que se


están preparando para ser analistas, deben someterse a un
completo análisis personal.

Hemos aprendido a poner en primer plano la persona­


lidad del médico como factor curativo o dañino;... lo
que ahora se pide es su propia transformación —la
autoeducación del educador... El médico ya no puede
evadir sus propias dificultades tratando las dificultades
de otros: un hombre con peritonitis no es capaz de
llevar a cabo una operación quirúrgica*’.

Anima. Aspecto femenino interno del hombre. (Véase tam ­


bién ánimus, Eros, imagen del alma y Logos).
El ánim a es tanto un complejo personal como una
imagen arquetípica de mujer en la psique masculina. Es un
factor inconsciente encarnado en cada niño, y es responsable
del mecanismo de proyección. Inicialmente identificada con
la madre personal, el ánima se vivencia más adelante no sólo
en otras mujeres, sino como una penetrante influencia en la
vida de un hombre.

El ánima es el arquetipo de la vida misma30.

[En el hombre] existe un imago no sólo de la madre


sino de la hija, la hermana, la amada, la diosa celestial
y la diosa infernal. Cada madre y cada amada está
obligada a convertirse en portadora y encarnación de*

** “Problems of Modern Psychotherapy" (Problemas de la psicoterapia moderna),


Ibid., par. 172.
“Archetypes of the Collective Unconscious" (Arquetipos del inconsciente
colectivo), CW 9i. par. fifi.
LEXICON JUNCiIANO 15

esta imagen omnipresente y eterna, que corresponde a


la realidad más profunda de un hombre. A él le perte­
nece esta peligrosa imagen de Mujer; ella representa la
lealtad, a la cual él debe a veces renunciar en beneficio
de la vida; ella es la muy necesaria compensación por
los riesgos, esfuerzos, sacrificios que terminan en des­
ilusión; ella es el consuelo de todas las amarguras de la
vida. Y, al mismo tiempo, es la gran ilusionista, la
seductora, que lo arroja a la vida con su Maya —y no
sólo a los aspectos razonables y útiles de la vida, sino
a sus terribles paradojas y ambivalencias donde el bien
y el mal, el éxito y la ruina, la esperanza y la desespe­
ración, se contrapesan entre sí. Ya que ella constituye
su mayor peligro, e‘la exige lo mejor del hombre, y si
él lo posee, ella lo recibirá1".

El ánima se personifica en los sueños a través de imá­


genes de mujeres que van desde seductoras hasta guías es­
pirituales. Se asocia con el principio de eros, de modo que el
desarrollo del ánima de un hombre se refleja en cómo se
relaciona con las mujeres. Dentro de su propia psique, el
ánima funciona como su alma, influyendo en sus ideas, ac­
titudes y emociones.

El ánima no es el alma en el sentido dogmático, no un


anima rationalis, que es un concepto filosófico, sino un
arquetipo natural que resume satisfactoriamente todas
las afirmaciones del inconsciente, de la mente primi­
tiva, de la historia del lenguaje y la religión... Es
siempre el elemento a priori en los estados de ánimo,

...... Syzygy: Anima and Animus” (La sicigia: ánima y animus), CW 9¡i, par. 24.
16 LEXICON JÜNCIANO

reacciones, impulsos y en cualquier otra cosa espontá­


nea de la vida psíquica (de un hombre)'*2.

El ánima... intensifica, exagera, falsea y mitologiza to­


das las relaciones emocionales con su trabajo y con
otras personas de ambos sexos. Las fantasías y embro­
llos resultantes son obra suya. Cuando el ánima está
fuertemente constelada, debilita el carácter del hombre
volviéndolo quisquilloso, irritable, caprichoso, celoso,
vanidoso e inadaptado23.

Como personalidad interna, el ánima es complementaria


a la persona y se sitúa en una relación compensatoria con
ella.

La persona, imagen ideal que tiene un hombre de cómo


debería ser él, es internamente compensada por la
debilidad femenina, y mientras el individuo juega a ser
el hombre fuerte hacia afuera, se convierte internamen­
te en mujer, es decir, en el ánima, porque el ánima es
lo que reacciona fpente a la persona. Pero ya que el
mundo interno es oscuro e invisible... y ya que el
hombre es incapaz de ver sus debilidades, cuanto más
se identifica con la persona, la contraparte de la perso­
na, el ánima, permanece completamente en la oscuri­
dad y a la vez es proyectada, de modo que nuestro héroe
se mete bajo el talón de la zapatilla de su esposa34.

:l2 "Archetypes oí the Collective Unconscious", CW 9i. par. 57.


:cl “Concerning the Archetypes and the Anima Concept" (Acerca de los arquetipos
y el concepto de ánima), ibid., par. 144.
:M“Anima and Animus" (Anima y animus), CW 7, par. 309.
LEXICON JUNCIANO 17

Por lo tanto, el carácter del ánima generalmente puede


deducirse del de la persona; todas aquellas cualidades ausen­
tes en la actitud externa serán encontradas en el interior.

Una figura típica es el tirano atormentado por malos


sueños, oscuros presentimientos y temores internos.
Externamente despiadado, cruel e inalcanzable, salta
internamente ante cada sombra, está a merced de cada
estado de ánimo, como si fuera el más débil e impre­
sionable de los hombres. Así, su ánima contiene todas
esas cualidades humanas falibles que su persona no
posee. Si la persona es intelectual, el ánima ciertamente
será sentimental35.

Asimismo, cuando un hombre se identifica con la perso­


na, en realidad está poseído por el ánima, con los síntomas
concomitantes.

La identidad con la persona conduce automáticamente


a una identidad inconsciente con el ánima porque,
cuando el ego no está diferenciado de la persona, no
puede tener una relación consciente con los procesos
inconscientes. Por lo tanto, es estos procesos, es idén­
tico a ellos. Cualquiera que desempeñe su rol externo
como sí mismo, sucumbirá infaliblemente a los pro­
cesos internos; frustrará su rol externo por una abso­
luta necesidad interna o lo reducirá a niveles absurdos,
por medio de un proceso de enantiodromia. Ya no
puede seguir por su camino individual, y su vida tro­
pieza con una paralización tras otra. Además, el ánima

35 “Definitions", CW 6, par. 804.


18 LEXICON JUNCIANO

inevitablemente se proyecta en un objeto real, con el


cual él establece una relación de dependencia casi to­
tal*.

Jung distinguió cuatro etapas esenciales del ánima, aná­


logas a los niveles del culto de Eros descritos en el último
período clásico. Las personificó como Eva, Helena, María y
Sofía37.
En la primera etapa, Eva, el ánima es indistinguible de
la madre personal. El hombre no puede funcionar bien sin
una relación estrecha con una mujer. En la segunda etapa,
personificada en la figura histórica de Helena de Troya, el
ánima es una imagen sexual colectiva e ideal (“Todo es es­
coria si no es Helena” — Marlowe). La tercera etapa, María,
se manifiesta en sentimientos religiosos y en la capacidad de
m antener relaciones duraderas. En la cuarta etapa, como
Sofía (llamada Sabiduría en la Biblia), el ánima del hombre
funciona como guía de la vida interior, llevando a la concien­
cia los contenidos del inconsciente. Coopera en la búsqueda
de significado y es la musa creativa en la vida de un artista.
Idealmente, el ánima del hombre pasa naturalm ente por
estas etapas a medida que envejece. De hecho, como fuerza
vital arquetípica, el ánima se manifiesta en cualquier figura
o forma que sea necesaria para compensar la actitud cons­
ciente dominante.
Siempre que el ánima sea inconsciente, todo lo que ella
representa es proyectado. Muy com únm ente, debido a la
relación inicialmente estrecha entre el ánima y el imago-
madre protector, esta proyección recae en la pareja, con re­
sultados fáciles de predecir.

:,li Ibid., par. 807.


■'l? “The Psychology of the Transference", CW 16, par. 361.
LEXICON JUNl'dANO 19

La imagen ideal [que tiene un hombre] del matrimonio


está estructurada de forma tal que su esposa debe
asumir el rol mágico de la madre. Con el pretexto del
matrimonio idealmente exclusivo, en realidad está
buscando la protección de su madre, y así le hace el
juego a los instintos posesivos de su esposa. Su temor
al oscuro e incalculable poder del inconsciente da a su
esposa una autoridad ilegítima sobre él y forja una
unión tan peligrosamente estrecha que el matrimonio
está permanentemente a punto de explotar debido a la
tensión interna3*.

No importa dónde se encuentre un hombre en términos


de desarrollo psicológico, siempre será propenso a ver los
aspectos de su ánima, su alma, en una mujer real. Lo mismo
ocurre con el ánimus. Sus aspectos personales pueden ser
integrados y su significado comprendido, pero su naturaleza
esencial no puede agolarse.

Aunque los efectos del ánima y del ánimus pueden


hacerse conscientes, ellos mismos son factores que
trascienden la conciencia y que están fuera del alcance
de la percepción y la voluntad. En consecuencia, siguen
siendo autónomos a pesar de la integración de sus
contenidos, y por esta razón deben ser tomados en
cuenta constantemente35.

Para un hombre, la prioridad psicológica en la primera


mitad de la vida es liberarse de la fascinación del ánima por

:!B "Anima and Animus", CW 7. pár. 316.


“The Syzygy: Anima and Animus". C'A' !)ii, par. ‘¡0.
20 LEXICON JUNGIANO

la madre. Más adelante, la falta de una relación consciente


con el ánima va acompañada de síntomas característicos de
la “pérdida del alma”.

Las personas más jóvenes... pueden soportar incluso la


pérdida total del ánima y salir ilesas. Para un hombre,
lo importante en esta etapa es ser un hombre...
Sin embargo, después de la mitad de la vida, la
pérdida permanente del ánima significa una disminu­
ción de vitalidad, de flexibilidad y de bondad humana.
Por regla general, el resultado es rigidez prematura,
aspereza, estereotipia, parcialidad fanática, obstinación,
pedantería, o bien resignación, lasitud, descuido,
irresponsabilidad y finalmente una ramollissement
[petulancia! infantil con tendencia al alcohol40.

Un hombre puede familiarizarse con la naturaleza de su


ánima a través del método de imaginación activa. Esto se
hace personificando al ánima como una personalidad autó­
noma, haciéndole preguntas y prestando atención a la res­
puesta.

Esto es de hecho una técnica... Su arte sólo consiste en


permitir que nuestra compañera invisible sea oída, en
poner el mecanismo de expresión momentáneamente a
su disposición, sin dejarnos vencer por el fastidio que
naturalmente sentimos al jugar con nosotros mismos
un juego aparentemente tan ridículo, o por dudas
acerca de la autenticidad de la voz de nuestra
interlocutora41.4

4" “Concerning the Archetypes and the Anima Concept", CW 9i, pars. 146f.
41 “Anima and Animus”, CW 7, pars. 323f.
LEXICON JUNCIANO 21

Jung sugirió que si el encuentro con la sombra es la


“obra del aprendiz” en el desarrollo de un hombre, entonces
el llegar a vivir en arm onía con el ánim a es la “obra
m aestra”42*. La meta es su transformación de molesta ad­
versaria en una función de relación entre la conciencia y el
inconsciente. Jung llamó a esto “la conquista del ánima como
un complejo autónom o”.

Lograr esta meta permite liberar al ego de todos sus


embrollos con la colectividad y el inconsciente colec­
tivo. A través de este proceso, el ánima pierde el poder
demoniaco de un complejo autónomo; ya no puede
ejercer el poder de posesión, puesto que ha sido privada
de él. Ya no es la guardiana de tesoros desconocidos; ya
no es Kundri, el Mensajero demoniaco del Grial, mitad
divino y mitad animal; el alma ya no se puede llamar
“Ama”, sino función psicológica de naturaleza intuitiva,
similar a lo que los hombres primitivos quieren decir
con “Fue al bosque a hablar con los espíritus” o “Mi
serpiente habló conmigo”, o, en el lenguaje mitológico
de la infancia, “Un pajarito me contó”42.

Animus. Aspecto m asculino interno de la m ujer. (Véase


también ánima, Eros, imagen del alma y Logos).
Al igual que el ánima del hombre, el ánimus es tanto un
complejo personal como una imagen arquetípica.

La mujer es compensada con un elemento masculino,


y por lo tanto, su inconsciente tiene, como quien dice,
un sello masculino. Esto resulta en una considerable

42 "Archetypes of the Collective Unconscious", CW 9i, pár. 61.


4:1 "The Mana-Personality” (La personalidad-mana), CW 7, par. 374.
22 LEXICON JUNGIANO

diferencia psicológica entre el hombre y la mujer, y por


consiguiente, he llamado ánimus —que significa mente
o espíritu— al factor proyectivo en la mujer. El ánimus
corresponde al Logos paterno, así como el ánima co­
rresponde al Eros materno44.

El ánimus es el depósito, por así decirlo, de todas las


experiencias ancestrales de hombre que tiene la mujer
—y no sólo eso, también es un ser creador y pro­
creador, no en el sentido de la creatividad masculina,
sino en cuanto a que genera lo que podríamos llamar...
la palabra espermática45.

Mientras el ánima del hombre funciona como su alma,


el ánimus de la mujer se parece más a una mente incons­
ciente46. Se manifiesta negativamente en ideas fijas, opiniones
colectivas e inconscientes suposiciones a priori que reclaman
ser verdades absolutas. En una mujer que se identifica con el
ánim us (poseída por el ánimus), Eros generalmente está en
segundo lugar con respecto a Logos.

Una mujer poseída por el ánimus está siempre en pe­


ligro de perder su feminidad47.

No importa cuán amistoso y complaciente sea el Eros


de una mujer, ninguna lógica puede estremecerla si
está dominada por el ánimus... |Un hombre] no se da

44 “The Syzygy: Anima and Animus". CW 9¡¡, párs. 28Í.


45 "Anima and Animus", CW 7. par. 336.
4" A veces Jung también se refería al ánimus como el alma de la mujer. Véase
alma e imagen del alma.
47 “Anima and Animus", CW 7, par. 337.
LEXICON JUNGIANO 23

cuenta que esta situación altamente dramática llegaría


instantáneamente a un final banal y aburrido si él aban­
donara el campo, dejando a otra mujer seguir la batalla
(su esposa, por ejemplo, si ella misma no es un fiero
caballo de guerra). A él, rara vez o nunca se le ocurre
esta acertada idea, porque ningún hombre puede con­
versar con un ánimus durante cinco minutos sin con­
vertirse en víctima de su propia ánima4S.

El ánim us se convierte en un factor psicológico útil


cuando una m ujer puede ver la diferencia entre las ideas
generadas por este complejo autónomo y lo que ella realmen­
te piensa.

Al igual que el ánima, el ánimus también tiene un


aspecto positivo. A través de la figura del padre, expresa
no sólo opiniones convencionales, sino también lo que
llamamos “espíritu”, ideas filosóficas o religiosas en
particular, o más bien la actitud resultante de ellas. Así,
el ánimus es un psicopompo, un mediador entre lo
consciente y lo inconsciente y la personificación de este
último49.

Jung describió cuatro etapas del desarrollo del ánim us en


la mujer. Primero aparece en sueños y fantasías como la en­
carnación del poder físico, un atleta, un hombre musculoso
o un matón. En la segunda etapa, el ánimus le brinda ini­
ciativa y capacidad para acciones planificadas. El está detrás
del deseo que siente una mujer de tener independencia y una
carrera. En la etapa siguiente, el ánimus es la “palabra”, a

w “The Syzygy: Anima and Animus”, CW 9¡i, par. 29.


49 Ibid., par. 33.
24 LEXICON JUNGIANO

menudo personificada en los sueños como un profesor o


sacerdote. En la cuarta etapa, el ánimus encarna el signifi­
cado espiritual. En este nivel, al igual que el ánima como
Sofía, el ánimus es el mediador entre la mente consciente y
el inconsciente de una mujer. En la mitología, este aspecto
del ánimus aparece como Hermes, mensajero de los dioses;
en los sueños, es un guía muy útil.
Cualquiera de estos aspectos del ánimus se puede pro­
yectar en un hombre. Tal como en el caso del ánima proyec­
tada, esto puede conducir a expectativas poco realistas y a
relaciones ásperas.

Al igual que el ánima, el ánimus es un amante celoso.


Es hábil para poner, en lugar del hombre real, una opi­
nión sobre él, asunto sumamente discutible que nunca
se somete a críticas. Las opiniones del ánimus son
invariablemente colectivas y pasan por encima de los
individuos y los juicios individuales, exactamente de la
misma manera en que el ánima introduce sus pre­
juicios emocionales y proyecciones entre marido y
mujer50.

La existencia de complejos contrasexuales significa que


en cualquier relación entre un hombre y una mujer hay al
menos cuatro personalidades involucradas. Las flechas del
diagrama indican las posibles líneas de comunicación51.

5,1 “Anima and Animus”, CW 7, par. 334.


51 Adaptado de “The Psychology of the Transference”. CW 1(5, pár. 422.
LEXICON JUNGIANO 25

ego ego
de la mujer del hombre
◄------------------------------------------------- ►

Mientras la tarea del hombre para asimilar los efectos del


ánima implica descubrir sus verdaderos sentim ientos, la
mujer se familiariza con la naturaleza del ánimus cuestionan­
do constantemente sus ideas y opiniones.

La técnica de llegar a vivir en armonía con el ánimus


es, en principio, la misma que en el caso del ánima;
sólo que aquí la mujer debe aprender a criticar y a
reservarse sus opiniones; no para reprimirlas, sino que,
al investigar sus orígenes, para penetrar más profunda­
mente en el cimiento, donde entonces descubrirá las
imágenes primordiales, tal como lo hace el hombre en
sus relaciones con el ánima52.

Antropos. Hombre original o primordial, imagen arquetípica


de totalidad en alquimia, religión y filosofía gnóstica.

En el inconsciente hay una totalidad preexistente, el


“homo totus” de Occidente y el Chêrt-yên (hombre

52 "Anima and Animus”. CW 7. par. 336.


26 LEXICON JUNGIANO

verdadero) de la alquimia china, el ser global primor­


dial que representa al gran hombre interno, el
Antropos, que es análogo a Dios55.

Apercepción. Proceso psíquico mediante el cual un nuevo


contenido consciente se une con contenidos similares pre­
existentes, de forma tal que logra ser comprendido. (Compá­
rese con asimilación).

Las percepciones sensoriales nos dicen que algo es.


Pero no nos dicen qué es. Esto no lo captamos me­
diante el proceso de percepción, sino a través del pro­
ceso de apercepción, que tiene una estructura alta­
mente compleja. Pero esto no quiere decir que la per­
cepción sensorial sea algo simple; sólo que la comple­
jidad de su naturaleza es más fisiológica que psíquica.
Por otra parte, la complejidad de la apercepción es
psíquica5'.

Jung distingue la apercepción activa de la pasiva. En la


apercepción activa, el ego se apodera de algo nuevo y lo
estudia. En la apercepción pasiva, el nuevo contenido entra
a la conciencia a la fuerza, ya sea desde afuera (a través de
los sentidos) o desde adentro (el inconsciente). La apercep­
ción también puede ser dirigida o no dirigida.

En el primer caso se habla de “atención”, en el segundo


de “fantasía” o “sueño”. Los procesos dirigidos son
racionales, los no dirigidos, irracionales55.

"The Personification of the Opposites” (La personificación de los opuestos), CW


14. par. 152.
54 “The Structure of the Psyche" (La estructura de la psique), CW 8, par. 288.
r,r' Ibid., par. 294.
LEXICON JIINGIANO 27

Apotropaico. Describe el “pensamiento mágico”, basado en el


deseo de aminorar la influencia de un objeto o persona.
Las acciones apotropaicas son características de la
introversión como un modo de orientación psicológica.

Vi a un niño introvertido que hizo sus primeros in­


tentos de caminar sólo después de haber aprendido los
nombres de todos los objetos de la pieza que él podría
tocar5,i.

Arcaico. Primitivo u original. (Véase también participation


mystique).

Todo ser humano civilizado, por alto que sea su desa­


rrollo consciente, sigue siendo un hombre arcaico en
los niveles más profundos de su psique57.

En antropología, el término arcaico generalmente descri­


be la psicología primitiva. Jung lo usó para referirse a pen­
samientos, fantasías y sentimientos que no están consciente­
mente diferenciados.

El arcaísmo se asocia principalmente con las fantasías


del inconsciente, es decir, con los productos de la acti­
vidad de la fantasía inconsciente que llegan a la con­
ciencia. Una imagen es arcaica cuando posee paralelos
mitológicos inequívocos. Las asociaciones-por-analogía
de la fantasía inconsciente y su simbolismo también
son arcaicos. La relación de identidad con un objeto, o
participation mystique, es igualmente arcaica. La con-

5,1 ‘‘Psychological Types” (Tipos psicológicos), CW 6, par. 897.


57 “Archaic Man" (El hombre arcaico), CW 10, par. 105.
28 LEXICON JUNGIANO

creción de pensamiento y sentimiento es arcaica; tam­


bién la compulsión e incapacidad de controlarse (estado
extático o de trance, posesión, etc.). La fusión de las
funciones psicológicas, de pensamiento con sentimien­
to, sentimiento con sensación, sentimiento con intui­
ción, etc., es arcaica, como también la fusión de una
parte de una función con su contraparte58.

Arquetipo. Elementos estructurales y primordiales de la psi­


que humana. (Véase también imagen arquetípica e instinto).

Los arquetipos son sistemas de aptitud para la acción y,


al mismo tiempo, imágenes y emociones. Se heredan
con la estructura cerebral —en verdad, son su aspecto
psíquico. Por un lado, representan un conservatismo
instintivo muy fuerte, y por otro, constituyen el medio
más eficaz concebible para la adaptación instintiva. Así
que son, esencialmente, la parte infernal de la psique...
aquella parte a través de la cual la psique se une a la
naturaleza59.

No se... trata de ideas heredadas, sino de posibilidades


de ideas heredadas. Tampoco son adquisiciones indi­
viduales sino, principalmente, comunes a todos, como
puede deducirse de [su] presencia universal1'0.

Los arquetipos no pueden ser representados en sí mis­


mos, pero sus efectos son discernibles en imágenes y motivos
arquetípicos.

“ “Definitions”, CW 6, par. 684.


59 “Mind and Earth" (Mente y tierra), CW 10. par. 53.
“Concerning the Archetypes and the Anima Concept”. CW 9i, par. 136.
LEXICON JUNGIANO 29

Los arquetipos... se presentan como ideas e imágenes,


al igual que todo lo que se convierte en contenido
consciente"1.

Los arquetipos son, por definición, factores y motivos


que ordenan los elementos psíquicos en ciertas imáge­
nes, caracterizadas como arquetípicas, pero de tal forma
que sólo se pueden reconocer por los efectos que
producen02.

Jung también describió los arquetipos como “imágenes


instintivas”, las formas que adoptan los instintos. El ilustró
esto usando el símil del espectro.

El dinamismo del instinto se aloja, por así decirlo, en


la parte infrarroja del espectro, mientras que la imagen
instintiva reside en la parte ultravioleta... La com­
prensión y asimilación del instinto nunca ocurre en la
parte roja, es decir, por absorción de la esfera instintiva,
sino sólo a través de la integración de la imagen que
significa y al mismo tiempo evoca el instinto, aunque
en una forma bastante diferente de la que se da a nivel
biológico62.

INSTINTOS ARQUETIPOS
infrarrojos------------------------- ------------------------------ ultravioletas
(Fisiológicos: síntomas físicos, (Psicológicos: espíritu, sueños,
percepciones instintivas, etc.) conceptos, imágenes, fantasías, etc.)

#l “On the Nature of the Psyche” (Sobre la naturaleza de la psique), CW 8, par.


435.
í2 “A Psychological Approach to the Trinity”, CW 11. par. 222, nota 2.
“On the Nature of the Psyche”. CW 8. par. 414.
30 LEXICON JÜNGIANO

Psicológicamente... el arquetipo como imagen del ins­


tinto es una meta espiritual buscada por toda la na­
turaleza del hombre; es el mar hacia el cual se encami­
nan todos los ríos, el premio que el héroe extrae de su
lucha con el dragón1'*'.

Los arquetipos se manifiestan a nivel personal (a través de


los complejos) y a nivel colectivo (como características de to­
das las culturas). Jung pensaba que la tarea de cada generación
es comprender en forma diferente su contenido y efectos.

No podemos liberarnos legítimamente de nuestras ba­


ses arquetípicas a menos que estemos dispuestos a pa­
gar el precio de una neurosis, tal como no podemos
deshacernos de nuestro cuerpo y sus órganos sin come­
ter suicidio. Si no podemos negar los arquetipos o neu­
tralizarlos de otro modo, nos vemos enfrentados, en
cada nueva etapa de diferenciación de la conciencia a la
cual aspira la civilización, a la tarea de encontrar una
nueva interpretación apropiada para esa etapa, a fin de
conectar la vida del pasado que aún existe en nosotros
con la vida del presente que amenaza con escaparse155.

Asimilación. Proceso de integrar en la conciencia objetos


externos (personas, cosas, ideas, valores) y contenidos in­
conscientes.

La asimilación es la aproximación de un nuevo conte­


nido de la conciencia a un material subjetivo ya cons-

« Ibid., par. 415.


65 “The Psychology of the Child Archetype” (Psicología del arquetipo del niño),
CW 9i, par. 267.
LEXICON JUNGIANO 31

telado... Fundamentalmente, es un proceso de apercep­


ción, pero se distingue de la apercepción por este
elemento de aproximación al material subjetivo...
Uso el término asimilación... como la aproxima­
ción del objeto al sujeto en general, y lo contrasto con
disimilación, es decir, la aproximación del sujeto al
objeto y consiguiente alienación del sujeto en favor del
objeto, ya sea un objeto externo o “psicológico”, por
ejemplo una idea1’6.

Asociación. Flujo espontáneo de pensamientos e imágenes


interconectados alrededor de una idea específica, a menudo
determinada por conexiones inconscientes. (Véase también
Experimento de Asociación de Palabras).
Las asociaciones personales de imágenes en los sueños,
junto con la amplificación, constituyen un importante paso
inicial para su interpretación.

Autónomo. Independiente de la voluntad consciente, se aso­


cia en general con la naturaleza del inconsciente y en par­
ticular con complejos activados.

Autorregulación de la psique. Concepto basado en la relación


compensatoria entre la conciencia y el inconsciente. (Véase
también adaptación, compensación, función trascendente,
neurosis y opuestos).

La psique no sólo reacciona, también da su propia


respuesta específica a las influencias que actúan sobre
ella67.*

** "Definitions”, CW 6, pars. 685f.


67 “Some Crucial Points in Psychoanalysis", CW 4, par. 665.
32 LEXICON JUNGIANO

El proceso de autorregulación funciona todo el tiempo


dentro de la psique. Sólo se hace notar cuando la conciencia
del ego tiene alguna dificultad especial para adaptarse a la
realidad externa o interna. Esto a menudo constituye el co­
mienzo de un proceso, que puede conducir a la individuación,
de acuerdo a los puntos expuestos en el siguiente cuadro.

La Autorregulación de la Psique

1. Dificultad de adaptación. Escasa progresión de la


libido.
2. Regresión de la energía (depresión, falta de ener­
gía disponible).
3. Activación de contenidos inconscientes (fantasías,
complejos, imágenes arquetípicas, función infe­
rior, actitud opuesta, sombra, ánim a/ánim us,
etc.). Compensación.
4. Síntomas de neurosis (confusión, miedo, angus­
tia, culpa, mal humor, reacción emocional extre­
ma, etc.).
5. Conflicto inconsciente o parcialmente consciente
entre el ego y los contenidos activados en el in­
consciente. Tensión interna. Reacciones defensivas.
6. Activación de la función trascendente, incluyendo
al sí mismo y las pautas arquetípicas de totalidad.
7. Formación de símbolos (numinosidad, sincronici­
dad).
8. Transferencia de energía entre los contenidos in­
conscientes y la conciencia. Expansión del ego,
progresión de la energía.
9. Asimilación de contenidos inconscientes. Indivi­
duación.
LEXICON JUNCIANO 33

La conciencia y el inconsciente rara vez concuerdan en


cuanto a sus contenidos y tendencias. Las actividades
autorreguladoras de la psique, evidentes en sueños, fantasías
y experiencias sincronísticas, intentan corregir cualquier
desequilibrio significativo. Según Jung, esto es necesario por
varias razones:

(1) La conciencia posee un umbral de intensidad al cual


deben haber llegado sus contenidos, de modo que todos los
elementos demasiado débiles permanezcan en el inconsciente.
(2) La conciencia, debido a sus funciones dirigidas, ejerce
una inhibición (que Freud llama censura) sobre todo el
material incompatible, hundiéndolo en el inconsciente.
(3) La conciencia constituye el proceso momentáneo de
adaptación, mientras que el inconsciente contiene no sólo
todo el material olvidado del pasado del individuo, sino
también todos los rasgos de conducta heredados que forman
la estructura de la mente [es decir, arquetipos].
(4) El inconsciente contiene todas las combinaciones de
la fantasía que aún no han llegado al umbral de intensidad,
pero que en el transcurso del tiempo y bajo condiciones
adecuadas entrarán a la luz de la conciencia“ .

Axioma de María. Principio de alquimia: “Uno se convierte en


dos, dos en tres, y del tercero sale uno como el cuarto”.
Jung usó el axioma de María como una metáfora para
todo el proceso de individuación. Uno es el estado original de
totalidad inconsciente; dos significa el conflicto entre los
opuestos; tres indica una resolución potencial; el tercero es
la función trascendente; y uno como el cuarto es un estado
transformado de conciencia, relativamente entero y en paz.

r>s “The Trascendent Function", CW 8, par. 182.


34 LEXICON JUNGIANO

Causal. Enfoque que interpreta los fenómenos psíquicos ba­


sándose en la causa y el efecto. (Véase también final y re-
ductivo).

Circumambulación. Término usado para describir la interpre­


tación de una imagen reflexionando sobre ella desde diferen­
tes puntos de vista.
La diferencia entre la circumambulación y la asociación
libre es que la primera es circular, no lineal. La asociación
libre se aleja de la imagen original, mientras la circumambu­
lación permanece cerca de ella.

Colectivo. Contenidos psíquicos que no pertenecen a un indi­


viduo, sino a una sociedad, a un pueblo o a la raza humana
en general. (Véase también inconsciente colectivo, indivi­
duación y persona).

La personalidad consciente es un segmento más o


menos arbitrario de la psique colectiva. Consiste en una
suma de factores psíquicos que se consideran persona­
les69.

La identificación con lo colectivo y la separación volun­


taria de él son igualmente sinónimos de enfermedad79.

Una cualidad colectiva se adhiere no sólo a elementos o


contenidos psíquicos particulares, sino a todas las funciones
psicológicas.

“ "The Persona as a Segment of the Collective Psyche” (l.a persona como


segmento de la psique colectiva), CW 7, par. 244.
w “The Structure of the Unconscious” (La estructura del inconsciente), ibid., par.
485.
LEXICON JUNCIANO 35

Por eso, la función de pensamiento como un todo


puede tener una cualidad colectiva cuando posee vali­
dez general y se adecúa a las leyes de la lógica. Asimis­
mo, la función de sentimiento como un todo puede ser
colectiva cuando es idéntica al sentimiento general y se
adecúa a las expectativas generales, a la conciencia
moral general, etc. Del mismo modo, la sensación y la
intuición son colectivas cuando a la vez son caracterís­
ticas de un grupo grande71.

Compensación. Proceso natural que busca establecer o man­


tener el equilibrio dentro de la psique. (Véase también au­
torregulación de la psique, imaginación activa, neurosis y
sueños).

La actividad de la conciencia es selectiva. La selección


requiere dirección. Pero la dirección requiere la ex­
clusión de todo lo irrelevante. Esto inevitablemente
hará que la orientación consciente pase a ser unilateral.
Los contenidos excluidos e inhibidos por la dirección
elegida se hunden en el inconsciente, donde forman un
contrapeso para la orientación consciente. El fortaleci­
miento de esta contraposición va a la par con el aumen­
to' de la unilateralidad consciente hasta que finalmen­
te... los contenidos inconscientes reprimidos hacen su
aparición en forma de sueños e imágenes espontáneas...
Por regla general, la compensación inconsciente no se
opone a la conciencia, sino que más bien equilibra o
complementa la orientación consciente. En los sueños,
por ejemplo, el inconsciente suministra todos aquellos
contenidos constelados por la situación consciente,

71 "Definitions”, CW 6, par. 692.


36 LEXICON JUNCIANO

pero inhibidos por la selección consciente, aunque sería


indispensable conocerlos para lograr una completa
adaptación72.

En la neurosis, donde la conciencia es extremadamente


unilateral, el objetivo de la terapia analítica es la percepción
y asimilación de los contenidos inconscientes para restablecer
la compensación. A menudo esto se logra prestando mucha
atención a los sueños, emociones y patrones de conducta, y
a través de la imaginación activa.

Complejo. Grupo de ideas o imágenes emocionalmente inten­


sas. (Véase también Experimento de Asociación de Palabras).

[Un complejol es la imagen de cierta situación psíquica


que tiene un fuerte acento emocional y que además es
incompatible con la actitud habitual de la concien­
cia*71.

La via regia al inconsciente... no es el sueño, como


pensó IFreudl, sino el complejo, arquitecto de los sue­
ños y de los síntomas. Esta via tampoco es tan “real”,
ya que el camino señalado por el complejo es más bien
un sendero escabroso y extraordinariamente tortuoso74.

Formalmente, los complejos son “ideas con acento en el


sentim iento” que a través de los años se acumulan en torno
a ciertos arquetipos, por ejemplo “madre” y “padre”. Cuando

72 Ibid., par. 694.


7:1 "A Review of the Complex Theory” (Revisión de la teoría de los complejos),
CW 8. pár. 201.
71 Ibid., par. 210.
LEXICON JUNGIANO 37

los complejos se constelan, invariablemente van acompaña­


dos de reacciones emocionales. Son siempre relativamente
autónomos.

Los complejos interfieren con las intenciones de la vo­


luntad y perturban la actuación consciente; producen
alteraciones de la memoria y bloqueos en el flujo de
asociaciones; aparecen y desaparecen según sus propias
leyes; pueden obsesionar temporalmente a la conciencia
o influir de manera inconsciente sobre el lenguaje y la
acción. En resumen, los complejos se comportan como
seres independientes™.

Los complejos son de hecho “astillas de la psique”. La


etiología de su origen es frecuentemente un trauma, un
shock emocional o algo parecido, que provoca una
fractura en la psique. Ciertamente, una de las causas
más comunes es el conflicto moral, que finalmente de­
riva de la aparente imposibilidad de afirmar la totalidad
de nuestra naturaleza™.

Hoy en día, todos saben que las personas “tienen com­


plejos”. Lo que no se sabe, a pesar de que teóricamente
es mucho más importante, es que los complejos pueden
tenemos a nosotros11.

Jung subrayó que los complejos en sí mismos no son


negativos, pero sus efectos a menudo sí lo son. Así como los75*

75 “Psychological Factors in Human Behaviour" (Factores psicológicos de la


conducta humana), ibid., par. 253.
78 “A Review of the Complex Theory", ibid., pár. 204.
77 Ibid., par. 200.
38 LEXICON JUNCIANO

átomos y las moléculas son los componentes invisibles de los


objetos físicos, los complejos son los ladrillos de la psique y
el origen de todas las emociones humanas.

Los complejos son puntos focales o nodales de la vida


psíquica, de los cuales no podemos prescindir; en
efecto, no deben faltar, ya que de otro modo la actividad
psíquica llegaría a una paralización fatal78.

Los complejos obviamente representan cierta inferiori­


dad en el más amplio sentido... [pero] tener complejos
no indica necesariamente inferioridad. Sólo significa
que existe algo discordante, no asimilado y antagónico,
que puede ser un obstáculo, pero también un incentivo
para esforzarse más y así, quizás, abrir nuevas posibi­
lidades de realización79.

Es inevitable cierto grado de unilateralidad, y en la


misma medida, los complejos también son inevitables80.

El efecto negativo de un complejo usualmente se expe­


rim enta como una distorsión en alguna de las funciones psi­
cológicas (sentimiento, pensamiento, intuición y sensación).
Por ejemplo, en lugar de una crítica justa y una respuesta
adecuada de sentimiento, se reacciona según lo que el com­
plejo dicta. Mientras no tengamos conciencia de los comple­
jos, estamos expuestos a ser manejados por ellos.

n “A Psychological Theory of Types" (Teoría psicológica de los tipos), CW 6,


par. 925.
,,J Ibid., par. 925.
*" “Psychological Factors in Human Behaviour", CW 8, par. 255.
I.KXICON JUNO IANO 39

Tener complejos no significa en sí neurosis... y el hecho


de que sean dolorosos no es una prueba de alteración
patológica. El sufrimiento no es una enfermedad; es el
polo opuesto normal de la felicidad. Un complejo se
vuelve patológico sólo cuando pensamos que no lo
tenemos81.

La identificación con un complejo, especialmente con el


ánima/ánimus y la sombra, es una fuente frecuente de neu­
rosis. En tales casos, el objetivo de la terapia no es deshacerse
de los complejos — un imposible— , sino m inim izar sus
efectos negativos comprendiendo su rol en los patrones de
conducta y en las reacciones emocionales.

Un complejo sólo se puede vencer viviéndolo completa­


mente. En otras palabras, si hemos de evolucionar más,
debemos atraer hacia nosotros y beber de una vez lo
que hemos mantenido a distancia debido a nuestros
complejos“ .

Complejo de poder. Grupo de ideas emocionalmente intensas


asociadas con una actitud que trata de subordinar todas las
influencias y experiencias a la supremacía del ego personal.

Complejo materno. Grupo de ideas con acento en el senti­


miento, asociadas con la experiencia e imagen de la madre.
El complejo materno es un componente potencialmente
activo de la psique de todas las personas, formado en primer *

sl “Psychotherapy and a Philosophy of Ufe” (Psicoterapia y filosofía de vida), CW


16, par. 179.
*3 “Psychological Aspects of the Mother Archetype” (Aspectos psicológicos del
arquetipo de la madre), CW 9i, par. 184.
40 LEXICON JUNCIANO

lugar por la experiencia de la madre personal, luego por


contactos significativos con otras mujeres y por suposiciones
colectivas. La constelación de un complejo materno produce
efectos diferentes según aparezca en un hijo o en una hija.

En el hijo, los efectos típicos son la homosexualidad y


el donjuanismo, y a veces la impotencia (aunque aquí
también participa el complejo paterno]. En la homo­
sexualidad, la heterosexualidad completa del hijo está
ligada en forma inconsciente a la madre; en el donjua­
nismo, el individuo busca inconscientemente a su ma­
dre en cada mujer83.

El complejo materno de un hombre está influenciado por


el complejo contrasexual, el ánima. En la medida en que un
hombre establezca una buena relación con su mujer interna
(en lugar de ser poseído por ella), incluso un complejo m ater­
no negativo puede tener efectos positivos.

(Eli puede tener un Eros bien diferenciado en vez de,


o además de, la homosexualidad... Esto le da una gran
capacidad para la amistad, lo que a menudo crea lazos
de asombrosa ternura entre hombres e incluso puede
rescatar la amistad entre los sexos del limbo de lo
imposible...
De la misma manera, su aspecto negativo, el don­
juanismo, puede aparecer en forma positiva como hom­
bría gallarda y decidida; esfuerzos ambiciosos por lograr
las metas más altas; oposición a toda estupidez, es­
trechez de mente, injusticia y flojera; disposición para

*' Ibid., par. 162.


LEXICON JUNGIANO 41

sacrificarse por lo que se considera correcto, rayando a


veces en el heroísmo; perseverancia, inflexibilidad y te­
nacidad; curiosidad que ni siquiera evade los enigmas
del universo; y finalmente, un espíritu revolucionario
que lucha por cambiar el aspecto del mundo84.

En la hija, el efecto del complejo materno va desde la


estimulación del instinto femenino hasta su inhibición. En el
primer caso, la preponderancia del instinto hace que la mujer
no tenga conciencia de su propia personalidad.

La exageración del lado femenino significa una inten­


sificación de los instintos femeninos, sobre todo del ins­
tinto maternal. El aspecto negativo se aprecia en una
mujer cuya única meta es dar a luz. Para ella, su esposo
es... antes que nada instrumento de procreación y lo
considera sólo como un objeto que se debe cuidar, jun­
to con los hijos, relaciones delicadas, gatos, perros y
menaje85.

En el segundo caso, el instinto femenino es inhibido o


eliminado por completo.

Como sustituto, aparece un Eros hiperdesarrollado, lo


que casi invariablemente conduce a una relación inces­
tuosa inconsciente con el padre. Este Eros intensificado
pone un énfasis anormal en la personalidad de los
demás. Los celos de la madre y el deseo de superarla se
convierten en los leitmotivs de acciones futuras88.*

S4 Ibid., párs. 164f.


*5 Ibid., par. 167.
“ Ibid., par. 168.
42 LEXICON JUNGIANO

Alternativamente, la inhibición del instinto femeni­


no puede llevar a una mujer a identificarse con su madre.
Esto significa que ella no tiene conciencia ni de su propio
instinto maternal ni de su Eros, los cuales entonces se pro­
yectan en la madre.

Como una especie de supermujer (admirada involunta­


riamente por la hija), la madre vive de antemano todo
lo que la hija podría vivir por sí misma. Le complace
mantenerse fiel a su madre con una desinteresada de­
voción, mientras al mismo tiempo lucha inconsciente­
mente, casi contra su voluntad, para tiranizarla, natu­
ralmente bajo una máscara de completa lealtad y de­
voción. La hija lleva una existencia-sombra, a menudo
siendo visiblemente succionada por su madre, y pro­
longa la vida de ésta mediante una especie de continua
transfusión de sangre87.

Debido a su aparente “vacío”, estas mujeres son un


buen anzuelo para las proyecciones de los hombres. Como
esposas devotas y abnegadas, a menudo proyectan en sus
maridos sus propios dones inconscientes.

Y entonces nos encontramos con el espectáculo de un


hombre totalmente insignificante que pareciera no tener
ninguna posibilidad, pero que de pronto se eleva como en
una alfombra mágica a las más altas cumbres del éxito8,8.

Según Jung, estos tres tipos extremos están unidos


por muchas etapas intermedias; la más importante es donde*10

” Ibid., pár. 169.


10 Ibid., pár. 1H2.
LEXICON JUNC I ANO 43

hay una abrumadora resistencia a la madre y a todo lo que


ella representa.

Es el ejemplo supremo del complejo materno negativo.


El lema de este tipo es: ¡lo que sea, con tal que no se
parezca a mi Madre!... Todos los procesos instintivos se
encuentran con dificultades inesperadas: o la sexualidad
no funciona adecuadamente, no se desea tener hijos, los
deberes maternos parecen insoportables o se responde
con impaciencia e irritación a las exigencias de la vida
conyugal89.

Tal mujer a menudo sobresale en las actividades de Logos,


donde su madre no tiene cabida. Si logra superar su actitud
meramente reactiva frente a la realidad, quizás más adelante
llegue a apreciar más profundamente su feminidad.

Gracias a su lucidez, objetividad y masculinidad, una


mujer de este tipo frecuentemente se encuentra en
cargos importantes en que su cualidad maternal descu­
bierta tardíamente, guiada por una fría inteligencia,
ejerce una influencia muy beneficiosa. Esta rara com­
binación de feminidad y raciocinio masculino es valiosa
tanto en el ámbito de las relaciones íntimas como en
los asuntos prácticos9".

En el centro de cualquier complejo materno está el ar­


quetipo de la madre, lo que significa que detrás de las aso­
ciaciones emocionales con la madre personal, tanto en hom­
bres como en mujeres, hay una imagen colectiva de sustento *

* Ibid., pár. 170.


,J" Ibid., pár. 186.
44 LEXICON JUNCilANO

y seguridad por una parte (la madre positiva) y de posesividad


devoradora por otra (la madre negativa).

Complejo parental. Grupo de imágenes e ideas emocionalmen­


te intensas, asociadas con los padres. (Véase también incesto).
Jung pensaba que la numinosidad que rodea a los padres
personales, visible en su influencia más o menos mágica, se
debía en gran medida a una imagen arquetípica de los padres
primordiales que existe en toda psique.

La importancia que la psicología moderna atribuye al


“complejo parental” es una continuación directa de la
experiencia del hombre primitivo en cuanto al peligroso
poder de los espíritus ancestrales. Incluso el juicio
errado que lo lleva a suponer irreflexivamente que los
espíritus son realidades del mundo externo, aún perdu­
ra en nuestra suposición de que los padres reales son
los responsables del complejo parental (cosa que es co­
rrecta sólo parcialmente). En la antigua teoría del
trauma del psicoanálisis freudiano, y también en otras
fuentes, esta suposición incluso se aceptó como una
explicación científica. (A fin de evitar esta confusión,
preferí el término “imago parental”)91.

El imago de los padres se compone tanto de la imagen


creada en la psique individual a partir de la experiencia de los
padres personales como de elementos colectivos ya presentes.

La imagen se proyecta inconscientemente, y cuando los


padres mueren, ésta sigue funcionando como si fuera

91 “The Function of the Unconscious" (La función del inconsciente), CW 7,


par. 293.
LEXICON JII NO IA NO 45

un espíritu cón existencia propia. Entonces, el hombre


primitivo habla de espíritus parentales que regresan de
noche (revenants), mientras que el hombre moderno lo
llama complejo paterno o materno92.

Siempre que una semejanza positiva o negativa con los


padres es el factor decisivo en una elección amorosa, la
liberación del imago parental, y por lo tanto de la niñez,
no es completa9394.

Complejo paterno. Grupo de ideas con acento en el senti­


miento, asociadas con la experiencia e imagen del padre.
(Véase también Logos).

En los hombres, un complejo paterno positivo muy a


menudo produce cierta credulidad con respecto a la
autoridad y una marcada buena voluntad para doble­
garse ante todos los dogmas y valores espirituales;
mientras que en las mujeres activa los más vivaces
intereses y aspiraciones espirituales. En los sueños, las
convicciones firmes, las prohibiciones y los consejos
sabios siempre emanan de la figura paterna9'.

Los comentarios de Jung sobre el complejo paterno rara


vez fueron más que digresiones al escribir acerca de otros
temas. En general, el complejo paterno en un hombre se
manifiesta en la persona (a través de la identificación) y como

92 Ibid., pár. 294.


92 “Mind and F.arth”. CW 10, pár. 74.
94 “The Phenomenology of the Spirit in Fairytales" (Fenomenología del espíritu
en los cuentos de hadas). CW 9i, pár. 39íi.
46 LEXICON JUNGIANO

aspectos de su sombra; en una mujer, se manifiesta en la


naturaleza del animus, teñido por la proyección del ánima de
su padre.

El padre ejerce su influencia en la mente o el espíritu


de su hija —en su “Logos”. Con esto la engrandece
intelectualmente, llegando a menudo a un nivel pato­
lógico que en artículos posteriores he descrito como
“posesión del ánimus”!’r>.

El padre es el primer portador de la imagen del ánimus.


Dota a esta imagen virtual de sustancia y forma, porque
a causa de su Logos, él es la fuente de “espíritu” para
la hija. Desgraciadamente, esta fuente a menudo se
contamina precisamente donde esperamos obtener
agua limpia. Puesto que el espíritu que beneficia a una
mujer no es puro intelecto, es mucho más: es una
actitud, el espíritu por el cual un hombre vive. Incluso
el llamado espíritu “ideal” no siempre es el mejor si no
sabe relacionarse adecuadamente con la naturaleza, es
decir, con el hombre animal... Por lo tanto, todo padre
tiene la oportunidad de corromper, de uno u otro
modo, la naturaleza de su hija, y entonces el profesor,
el esposo o el psiquiatra debe afrontar las consecuen­
cias. Porque “lo que ha sido arruinado por el padre"911,
sólo él puede arreglarlo97.

Conciencia. Función o actividad que mantiene la relación de


los contenidos psíquicos con el ego; difiere conceptualmente

!IS "The Origin oí the Hero" (Origen del héroe), CW 5. par. 272.
m Referencia al Hexagrama 18 en el / C hin g (Richard Wilhelm, Editorial Cuatro
Vientos, p. 146): “El Trabajo en lo que Está Corrompido".
-17 “The Personification of the Opposites”, CW 14. par. 232.
I.KXICON JUNCI ANO 47

de la psique, la cual abarca tanto la conciencia como el in­


consciente. (Véase también opuestos).

No hay conciencia sin discriminación de los opuestos98.

La conciencia surge de dos maneras distintas. La pri­


mera es un momento de alta tensión emocional, com­
parable a la escena de Parsifal donde el héroe, en el
instante de mayor tentación, repentinamente compren­
de el significado de la herida de Amfortas. La otra
manera es un estado de contemplación, donde las ideas
pasan frente a la mente como imágenes oníricas. De
repente hay un momento de asociación entre dos ideas
aparentemente desconectadas y muy separadas, y esto
tiene el efecto de liberar una tensión latente. Tal mo­
mento a menudo funciona como una revelación. En
cada caso, pareciera que la descarga de energía-tensión,
ya sea interna o externa, es la que produce la concien­
cia91'.

Según la idea jungiana de la psique, la conciencia in­


dividual es una superestructura basada y originada en el
inconsciente.

La conciencia no se crea a sí misma —brota desde las


profundidades desconocidas. En la infancia nace gra­
dualmente, y a través de toda la vida despierta cada
mañana desde las profundidades del sueño y desde un
estado inconsciente. Es como un niño que nace diaria­
mente del útero primordial del inconsciente... No sólo

“Psychological Aspects of the Mother Archetype". CW 9i, par. 178.


“Analytical Psychology anil liducation". CW 17. par. 207.
48 UiXICON JIINGIANO

está influenciada por el inconsciente, sino que emerge


continuamente de él en forma de innumerables ideas
espontáneas y pensamientos imprevistos*101’.

Concretismo. Forma de pensar o sentir que es arcaica e


indiferenciada, basada enteram ente en la percepción a través
de la sensación. (Compárese con abstracción).
El concretism o como una forma de funcionam iento
mental está estrechamente relacionado con el concepto más
general de la participation mystique. El pensamiento y el
sentim iento concretos están sintonizados con y ligados a
estímulos fisiológicos y hechos materiales. Tal orientación es
útil para reconocer la realidad externa, pero deficiente en la
forma de interpretarla.

El concretismo resulta en una proyección de... factores


internos sobre datos objetivos y produce una venera­
ción casi supersticiosa de los hechos simples101.

[El pensamiento concreto) no es independiente, se


adhiere a los fenómenos materiales. A lo más, llega a
nivel de analogía. El sentimiento primitivo está igual­
mente ligado a fenómenos materiales. Ambos dependen
de la sensación y difieren de ella muy levemente. Por
lo tanto, el concretismo es un arcaísmo. La influencia
mágica del fetiche no se experimenta como un estado
subjetivo de sentimiento, sino como un efecto mágico.
Esto es sentimiento concreto. El hombre primitivo no
vivencia la idea de la divinidad como un contenido

“The Psychology of Eastern Meditation" (Psicología de la meditación oriental),


CW 11, par. 935.
101 "Definitions”. CW 5. par. 699.
LEXICON JUNOIANO 49

subjetivo; para él, el árbol sagrado es la morada del


dios, o incluso el dios mismo. Esto es pensamiento con­
creto. En el hombre civilizado, este pensamiento con­
siste en la incapacidad de concebir hechos que no sean
inmediatamente obvios y transmitidos por los sentidos,
o en la incapacidad de discriminar entre el sentimiento
subjetivo y el objeto percibido por los sentidos102*.

Conflicto. Estado de indecisión, acompañado de tensión in­


terna. (Véase también función trascendente y opuestos).

El conflicto aparentemente insoportable es una prueba


de la legitimidad de nuestra vida. Una vida sin con­
tradicción interna es sólo una vida a medias, o bien una
vida en el Más Allá, que sólo está destinada a los án­
geles. Pero Dios ama más a los seres humanos que a los
ángeles102.

El sí mismo se manifiesta en los opuestos y en el con­


flicto entre ellos; es una coincidentia oppositorum
(coincidencia de los opuestos). Por lo tanto, el camino
hacia el sí mismo comienza con el conflicto104.

El conflicto es el sello de la neurosis, pero no siempre es


neurótico. Cierto grado de conflicto es incluso deseable, ya que
sin un poco de tensión entre los opuestos, se inhibe el proceso
de desarrollo. Un conflicto pasa a ser neurótico sólo cuando
interfiere con el funcionamiento normal de la conciencia.

m Ibid., par. 697.


,m C.C. Ju n g L eiters (Cartas de C.G. Jung), vol. 1, p. 375.
,l*' “Individual Dream Symbolism in Relation to Alchemy" (Simbolismo onírico
individual con relación a la alquimia). CW 12, par. 259.
50

El brote de un conflicto es una virtud luciferina en el


verdadero sentido de la palabra. El conflicto engendra
fuego, el fuego de los afectos y emociones, que como
todo fuego tiene dos aspectos: la combustión y la
creación de luz105.

Cuando un conflicto es inconsciente, la tensión se ma­


nifiesta en síntomas físicos, particularmente en el estómago,
la espalda y el cuello. El conflicto consciente se experimenta
como tensión moral o ética. Los conflictos graves, especial­
mente aquellos relativos al amor o al deber, generalmente
producen una disparidad entre las funciones de pensamiento
y sentimiento. Si una de estas funciones no es un partici­
pante consciente en el conflicto, es necesario introducirla.

[Se puede] plantear la objeción de que muchos con­


flictos son intrínsecamente insolubles. A veces la gente
se forma esta opinión porque sólo piensa en soluciones
externas —que, en el fondo, no son en absoluto solu­
ciones... Una solución real sólo puede venir desde
adentro y sólo cuando el paciente ha sido llevado a un
cambio de actitud""1.

El mayor aporte de Jung a la psicología del conflicto fue


su opinión de que éste cumplía un objetivo en términos de
la autorregulación de la psique. Si la tensión entre los opues­
tos se puede m antener en la conciencia, entonces algo ocu­
rrirá internam ente para resolver el conflicto. La solución,
esencialmente irracional e imprevisible, generalmente apare­
ce como una nueva actitud hacia uno mismo y hacia la si-

1,15 “Psychological Aspects of the Mother Archetype”. CW !)i. par. 179.


“Some Crucial Points in Psychoanalysis", CW 4. par. 606.
LEXICON JUNCilANO 51

tuación externa, junto con una sensación de paz; se libera la


energía previamente encerrada en la indecisión y se produce
la progresión de la libido. A esto, Jung lo llamó tertium non
datur o función trascendente, porque lo que ocurre trascien­
de a los opuestos.
Mantener la tensión entre los opuestos requiere pa­
ciencia y un ego fuerte, de otro modo la decisión saldrá de
la desesperación. Entonces, el opuesto se constelará aún más
fuertemente y el conflicto continuará con fuerza renovada.
La hipótesis básica de Jung al trabajar con el conflicto
neurótico fue que participaban personalidades separadas: los
complejos. Mientras permanecen inconscientes, se expresan
externamente a través de la proyección. Así, los conflictos con
otras personas son esencialmente exteriorizaciones de un
conflicto inconsciente dentro de uno mismo.

Coniunctio. Literalmente, “conjunción”, térm ino usado en


alquimia para referirse a combinaciones químicas; psicológi­
camente, indica la unión de los opuestos y el nacimiento de
nuevas posibilidades.

La coniunctio es una imagen a priori que ocupa un


lugar destacado en la historia del desarrollo mental del
hombre. Si averiguamos el origen de esta idea, encon­
tramos que tiene dos en la alquimia, uno cristiano y
otro pagano. El origen cristiano es evidentemente la
doctrina de Cristo y la Iglesia, sponsus y sponsa, donde
Cristo adopta el rol del Sol y la Iglesia el de la Luna.
El origen pagano es, por una parte, el hieros-gamos, y
por otra, la unión marital del místico con Dios107.

"I! “The Psycholog)’ of the Transference”, CW 16. par. 355.


52 LEXICON JUNCIANO

Otros términos alquímicos usados por Jung con signifi­


cado psicológico casi equivalente son unió mystica (matri­
monio místico o sagrado), coincidentia oppositorum (coin­
cidencia de los opuestos), complexio oppositorum (opuestos
encarnados en una sola imagen), unus m undus (un mundo)
y Piedra Filosofal.

Constelar. Activar, término usualmente empleado con res­


pecto a un complejo y a la pauta concomitante de reacciones
emocionales.

Este término simplemente expresa que la situación


externa inicia un proceso psíquico en que ciertos con­
tenidos se unen y se preparan para la acción. Cuando
decimos que una persona está “constelada”, significa
que ha tomado una posición desde la cual se espera que
reaccione de una manera bastante definida... Los con­
tenidos constelados son complejos definidos que poseen
su propia energía específica108.

Constructivo. Enfoque que interpreta la actividad psíquica


basándose en su meta u objetivo antes que en su causa u
origen. (Véase también final; compárese con reductivo).

Yo utilizo los términos constructivo y sintético para


designar un método que es la antítesis de reductivo. El
método constructivo se relaciona con la elaboración de
los productos del inconsciente (sueños, fantasías, etc.).
Considera al producto del inconsciente como una expre­
sión simbólica que anticipa una futura fase de desarrollo
psicológico100.

"" “A Review of the Complex Theory”. CW 8, pár. 198.


m “Definitions", CW 6, par. 701.
LEXICON JUNCI1ANO 53

El método constructivo o sintético de tratamiento pre­


supone insights que al menos están potencialmente
presentes en el paciente y por lo tanto pueden hacerse
conscientes110.

El método constructivo implica tanto la amplificación de


símbolos como su interpretación a nivel subjetivo. Se usa en
la interpretación de los sueños para descubrir cómo la
orientación consciente puede ser modificada a la luz del
mensaje simbólico de un sueño. Esto se ajusta a la opinión
de Jung de que la psique es un sistema autorregulador.
En el tratam iento de la neurosis, Jung consideró el
método constructivo como complementario, no en oposición,
al enfoque reductivo del psicoanálisis clásico.

Aplicamos un punto de vista muy reductivo en todos los


casos de ilusiones, ficciones y actitudes exageradas. Por
otra parte, el punto de vista constructivo debe consi­
derarse para todos los casos en que la actitud conscien­
te es más o menos normal, pero capaz de mayor desa­
rrollo y refinamiento, o donde las tendencias incons­
cientes, también con capacidad de desarrollo, están
siendo mal entendidas y oprimidas por la mente cons­
ciente111.

Contratransferencia. Caso particular de proyección, que


describe la respuesta emocional inconsciente del analista al
paciente en una relación terapéutica. (Véase también trans­
ferencia).

“The Trascendent Function". CW 8, pár. 145.


111 “Analytical Psychology and Fducation", CW 17, pár. 195.
54 LKXICON JtJNGIANO

Una transferencia se responde con una contratransfe­


rencia del analista cuando proyecta un contenido in­
consciente pero que sin embargo existe en él. Por lo
tanto, la contratransferencia es tan útil y significativa,
o tan obstructiva, como la transferencia del paciente,
según si busca establecer o no ese mejor rapport que es
esencial para percibir ciertos contenidos inconscientes.
Al igual que la transferencia, la contratransferencia es
compulsiva, una atadura poderosa, ya que crea un
identidad “mística” o inconsciente con el objeto112.

Se supone que en una relación terapéutica el analista no


es tan neurótico como el paciente. Aunque un largo análisis
personal es requisito indispensable para ser analista, esto no
constituye una garantía contra la proyección.

Aun cuando el analista no tenga neurosis, sino sólo un


área de inconsciencia un poco más extensa que lo
usual, esto basta para producir una esfera de incons­
ciencia mutua, es decir, una contratransferencia. Este
fenómeno es uno de los principales riesgos ocupaciona-
les de la psicoterapia. Causa infecciones psíquicas tanto
en el analista como en el paciente y detiene el proceso
terapéutico. Además, este estado de identidad incons­
ciente es la razón por la cual un analista puede ayudar
a su paciente sólo hasta donde él mismo ha llegado y
ni un paso más allá113.

112 "General Aspects of Dream Psychology" (Aspectos generales de la psicología de


los sueños), CW 8, par. 519.
m “Appendix”, CW lö, par. 545.
I.KXICON JUNC.IANO 55

Core. En la mitología griega, térm ino usado para la personi­


ficación de la inocencia femenina (por ejemplo, Perséfone);
psicológicamente, en el hombre o la mujer, se refiere a una
imagen arquetípica de renovación potencial.
La fenomenología del Core es esencialm ente bipolar
(como la de cualquier arquetipo), asociada con el par madre-
doncella. Cuando se observa en los productos del inconscien­
te de una mujer, es una imagen de la personalidad supra-
ordinada o del sí mismo. En el hombre, el Core es un aspecto
del ánima y comparte todo el simbolismo atribuido a su
personalidad interna.

Como materia de. observación práctica, el Core a me­


nudo aparece en la mujer como una joven desconoci­
da... El desamparo de esta doncella la expone a todo
tipo de peligros, por ejemplo, ser devorada por reptiles
o ser sacrificada ritualmente como una bestia. Con fre­
cuencia hay orgías sangrientas, crueles e incluso obs­
cenas, de las cuales la inocente joven es víctima. A
veces es un verdadero nekgia, un descenso al Hades o
una búsqueda del “tesoro difícil de obtener”, ocasio­
nalmente asociado con ritos sexuales orgiásticos u
ofrendas de sangre menstrual a la luna. Por raro que
parezca, las diversas torturas y obscenidades son lleva­
das a cabo por una “Madre Tierra”... La doncella que
aparece en los antecedentes difiere en forma conside­
rable del Core vagamente perifrástico en que la figura
moderna está mucho más delineada y no es tan “in­
consciente”11,1.14

114 "The Psychological Aspects of the Kore” (Aspectos psicológicos del Core),
CW 9i, par. 311.
56 LEXICON HINC.IANO

Deméter y Core, madre e hija, extienden la conciencia


femenina tanto hacia arriba como hacia abajo. Le agre­
gan una dimensión “más antigua y más nueva", “más
fuerte y más débil” y expanden la estrecha y limitada
mente consciente atascada en el tiempo y el espacio,
otorgándole características de una personalidad más
amplia y completa que participa en el eterno curso de
las cosas... Así, podríamos decir que cada madre con­
tiene a su hija y cada hija contiene a su madre, y que
cada mujer se proyecta hacia atrás en su madre y hacia
adelante en su hija... La experiencia consciente de estos
lazos produce la sensación de que su vida se extiende
por generaciones —el primer paso hacia la experiencia
y convicción inmediatas de estar fuera del tiempo, lo
que conlleva un sentimiento de inmortalidad" s.

Crucifixión. Motivo arquetípico asociado con el conflicto y el


problema de los opuestos.

Nadie que se encuentre en el camino de la totalidad


puede escapar de esa suspensión característica que es el
significado de la crucifixión. Pues infaliblemente tro­
pezará con cosas que lo frustran y “atraviesan”: prime­
ro, lo que no desea ser (la sombra); segundo, lo que no
es (el “otro”, la realidad individual del “Tú”); y tercero,
su no-ego psíquico (el inconsciente colectivo)"6.

Cuarta función. Véase función inferior.15

115 Ibicl.. par. 316.


UB "The Psychology of the Transference”, CW 16, par. 470.
LEXICON JUNGIANO 57

Cuaternidad. Imagen con una estructura cuádruple, usual­


m ente cuadrada o circular y simétrica; psicológicamente,
indica la ¡dea de totalidad. (Véase también témenos).

La cuaternidad es uno de los arquetipos más difundidos


y también ha resultado ser uno de los diagramas más
útiles para representar la organización de las funciones
mediante las cuales se orienta la mente consciente"7.
Es como los hilos cruzados del telescopio de nuestro
entendimiento. La cruz formada por las puntas de la
cuaternidad no es menos universal y además tiene el
máximo significado moral y religioso posible para el
hombre occidental. Asimismo, el círculo, como símbolo
de totalidad y perfección, es una difundida expresión del
cielo, del sol y de Dios; también expresa la imagen
primordial del hombre y del alma"8.

Del círculo y del motivo de la cuaternidad se deriva el


símbolo del cristal geométrico y la piedra milagrosa.
Desde aquí la formación análoga lleva a la ciudad, al
castillo, a la iglesia, a la casa y al recipiente. Otra va­
riante es la rueda (rola). El primer motivo enfatiza la
contención del ego en una dimensión mayor del sí
mismo; el segundo enfatiza la rotación que también
aparece como una circumambulación ritual. Psicológi­
camente, significa concentración en y preocupación por
un centro"9.*1

117 Véase tipología.


"* "The Psychology of the Transference”, CW lö. par. 405.
11■’ “The Structure and Dynamics of the S e lf (Estructura y dinámica del sí
mismo). CW 9¡¡, par. 352.
58 LEXICON JUNGIANO

Jung pensaba que la producción espontánea de imágenes


cuaternarias (incluyendo mandatas), ya sea conscientemente
o en sueños y fantasías, puede indicar la capacidad del ego
para asimilar material inconsciente. Pero tales imágenes tam ­
bién pueden ser esencialmente apotropaicas, un intento de la
psique para no desintegrarse.

Estas imágenes son naturalmente sólo anticipaciones


de una totalidad que, en principio, está fuera de nuestro
alcance. Además, no siempre indican una disposición
subliminal del paciente para alcanzar conscientemente
esa totalidad en una etapa posterior; a menudo sólo
significan una compensación temporal de una confu­
sión caótica120.

Cuerpo sutil. Inconsciente somático, concepto trascendental


que implica la relación entre mente y cuerpo.

La parte del inconsciente denominada cuerpo sutil, se


torna cada vez más idéntica al funcionamiento del
cuerpo, y por lo tanto, se oscurece más y más hasta
llegar a la oscuridad total de la materia... En alguna
parte nuestro inconsciente se materializa, porque el
cuerpo es la unidad viviente, y nuestra conciencia e
inconsciente están insertos en él: se contactan con el
cuerpo. Ambos extremos se encuentran y engranan en
algún lugar. Y ése es el [cuerpo sutil] donde no pode­
mos saber si es materia o aquello que llamamos “psi-12

1211 “The Psychology of the Transference”. CW 16, pár. 536.


121 N ietzsch e's Z arathustra (Zaratustra ele Nietzsche), vol. 1, p. 441.
LEXICON JUNOIANO 59

Depotenciar. Proceso de remover la energía de un contenido


inconsciente asimilando su significado.

Depresión. Estado psicológico que se caracteriza por falta de


energía. (Véase también abaissement du niveau mental, final,
libido, regresión y viaje nocturno por el mar).
La energía que no está disponible para la conciencia no
se desvanece. Regresa y activa contenidos inconscientes (fan­
tasías, recuerdos, deseos, etc.) que necesitan ser descubiertos
y examinados en pro de la salud psicológica.

Por lo tanto, la depresión debería ser considerada como


una compensación inconsciente cuyo contenido debe
hacerse consciente si ha de ser plenamente eficaz. Esto
sólo se puede lograr provocando conscientemente una
regresión hacia la tendencia depresiva e integrando los
recuerdos así activados a la mente consciente —que es
lo que la depresión pretende en primer lugar122.

La depresión no es necesariamente patológica. A menudo


anuncia una renovación de la personalidad o un estallido de
actividad creativa.

En la vida de los seres humanos hay momentos en que


se comienza una nueva página. Aparecen nuevos inte­
reses y tendencias que hasta ahora no habían recibido
atención, o bien se produce un cambio repentino de la
personalidad (la llamada mutación del carácter). Du­
rante el período de incubación de tal cambio, a menudo
podemos observar una pérdida de energía consciente: el
nuevo desarrollo ha extraído de la conciencia la energía

m “The Sacrifice” (El sacrificio), CW 5, pár. 625.


60 LEXICON JUNGIANO

que necesita. Esta disminución de energía se puede ver


muy claramente antes del inicio de ciertas psicosis y
también en la vacía inmovilidad que precede al trabajo
creativo123.

Diferenciación. Separación de las partes de un todo, necesa­


ria para tener acceso consciente a las funciones psicológicas.

Mientras una función permanezca tan fusionada con


una o más de las otras funciones —pensamiento con
sentimiento, sentimiento con sensación, etc.— que sea
incapaz de operar por su cuenta, está en un estado
arcaico, es decir, no diferenciada, no separada del todo
como una parte especial y con vida propia. El pensa­
miento indiferenciado es incapaz de pensar con inde­
pendencia de las otras funciones; se. mezcla continua­
mente con sensaciones, sentimientos, intuiciones, así
como el sentimiento indiferenciado se mezcla con sen­
saciones y fantasías124.

Una función indiferenciada se caracteriza por la ambi­


valencia (cada posición genera su propio negativo), lo que
conduce a inhibiciones características en su utilización.

La diferenciación consiste en la separación de una


función de las demás funciones, y en la separación de
sus partes individuales. Sin diferenciación, la dirección
es imposible, ya que la dirección de una función hacia
una meta depende de la eliminación de todo lo irrele­
vante. La fusión con lo irrelevante impide la dirección;

12:1 “The Psychology of the Transference", CW Iß, par. 373.


124 “Definitions". CW 6, par. 705.
LEXICON JUNCIANO 61

sólo una fundón diferenciada es capaz de seguir una


dirección125.

Disociación. Splitting de la personalidad en sus partes com­


ponentes o complejos, característica de la neurosis.

Una disociación no se cura mediante un splitting, sino


a través de una desintegración más completa. Todos los
poderes que luchan por la unidad, todo sano deseo de
individualidad, se resistirán a la desintegración, y así él
se dará cuenta de la posibilidad de una integración
interna, cosa que antes siempre había buscado fuera de
sí mismo. Entonces, él encontrará su recompensa en
un ser indiviso12*.

En el tratam iento de los colapsos neuróticos, se pre­


tende que el ego consciente se dé cuenta de los complejos
autónom os. Esto se puede hacer tanto a través del análisis
reductivo como objetivándolos mediante el proceso de ima­
ginación activa.

Toda forma de comunicación con la parte dividida de la


psique es terapéuticamente eficaz. El descubrimiento
real o meramente supuesto de las causas también pro­
duce este efecto. Aun cuando el descubrimiento sólo
sea una suposición o una fantasía, tiene un efecto sa­
nador por lo menos a través de la sugestión, si el propio
analista cree en ello y hace un intento serio por com­
prender127.

125 Ibid., pár. 705.


m “Marriage as a Psychological Relationship” (HI matrimonio como relación
psicológica). CW 17. pars. 334f.
127 “The Philosophical Tree” (El árbol filosófico). CW 13, par. 465.
62 LEXICON JUNGI ANO

Ego. Complejo central en el campo de la conciencia. (Véase


también sí mismo).

El ego, sujeto de la conciencia, nace como una cantidad


compleja formada en parte por la disposición heredada
(componentes del carácter) y en parte por las impre­
siones adquiridas inconscientemente y sus fenómenos
concomitantes128.

Jung señaló que conocimiento de la personalidad del ego


a menudo se confunde con autoconocimiento.

Cualquier persona que tenga cierta conciencia del ego,


da por sentado que se conoce a sí misma. Pero el ego
sólo conoce sus propios contenidos, no el inconsciente
y sus contenidos. La gente mide su autoconocimiento
por lo que una persona común de su entorno social
sabe de sí misma, pero no por los hechos psíquicos
reales, que en su mayoría están ocultos. En este sen­
tido, la psique se comporta como el cuerpo, cuya es­
tructura fisiológica y anatómica también es bastante
desconocida para el común de las personas125.

En el proceso de individuación, una de las tareas ini­


ciales es diferenciar el ego de los complejos en el incons­
ciente personal, particularmente la persona, la sombra y el
ánima/ánimus. Un ego fuerte se puede relacionar objetiva­
mente con estos y otros contenidos del inconsciente, sin
identificarse con ellos. Ya que el ego se considera a sí mismo

12,1 "Analytical Psychology and Education”, CW 17. par. 169.


I2ÍI “The Undiscovered Self’. CW 10. par. 491.
LEXICON JUNGIANO 63

el centro de la psique, es especialmente difícil resistir la iden­


tificación con el sí mismo, al cual debe su existencia y al cual,
en la jerarquía de la psique, está subordinado.

El ego es al sí mismo como lo movido es al movedor,


o como el objeto es al sujeto, porque los factores de­
terminantes que irradia el sí mismo rodean completa­
mente al ego y por lo tanto están supraordinados a él.
El sí mismo, al igual que el inconsciente, constituye
una existencia a priori a partir de la cual evoluciona el
ego130.

La identificación con el sí mismo se puede manifestar de


dos maneras: la asimilación del ego por el sí mismo, en cuyo
caso el ego cae bajo el control del inconsciente; o la asi­
milación del s í m ism o al ego, donde el ego se acentúa de­
masiado. En ambos casos, el resultado es inflación, con
problemas de adaptación.

En el primer caso, la realidad debe ser protegida de un


arcaico... estado onírico: en el segundo, hay que dar
cabida al sueño a expensas del mundo de la conciencia.
En el primer caso, se recomienda la movilización de
todas las virtudes; en el segundo, la presunción del ego
sólo puede ser desalentada con una derrota moral131.

Emoción. Reacción involuntaria provocada por un complejo


activo. (Véase también afecto).

l:l" "Transformation Symbolism in the Mass" (Simbolismo de transformación en


la misa), CW 11. par. 391.
1:11 "The Self' (RI si mismo). CW 9ii, par. 47.
64 LEXICON JUNCIANO

Por una parte, la emoción es el fuego alquímico cuya


tibieza crea todo y cuyo calor reduce a cenizas todo lo
superfluo (orrrnes superfluities comburit), y por otra,
es el momento en que el acero se une al pedernal y
enciende la chispa, pues la emoción es la principal
fuente de la conciencia. Sin la emoción no hay cambio
de la oscuridad a la luz o de la inercia al movimiento132.

Empatia. Introyección del objeto, basada en la proyección


inconsciente de contenidos subjetivos. (Compárese con
identificación).

La empatia presupone una actitud subjetiva de fe o


confianza plena hacia el objeto. Es una disposición para
hacer concesiones al objeto, una asimilación subjetiva
que origina un buen entendimiento entre sujeto y
objeto, o que al menos lo simula133.

En contraste con la abstracción, que se asocia con la


introversión, la empatia corresponde a la actitud de extra­
versión.

Un hombre con una actitud empática se encuentra... en


un mundo que necesita su sentimiento subjetivo para
darle vida y alma. El lo anima consigo mismo134.

Enantiodromia. Literalmente, “oponerse a”, se refiere a la


aparición del opuesto inconsciente en el transcurso del
tiempo.

1:12 “Psychological Aspects oí the Mother Archetype", CW 9i, par. 179.


1:11 “The Type Problem in Aesthetics" (El problema del tipo en estética), CW 6,
pár. 489.
1:11 Ibid., par. 492.
LEXICON JII NC I ANO 65

Este fenómeno característico ocurre virtualmente siem­


pre que una tendencia extrema, unilateral, domina la
vida consciente; andando el tiempo, se construye una
contraposición igualmente poderosa, que al principio
inhibe la actuación consciente y que luego conquista el
control consciente135.

La enantiodromia se experimenta típicamente junto con


síntomas asociados a neurosis agudas, y a menudo anuncia
un renacimiento de la personalidad.

El gran plano sobre el cual se construye la vida in­


consciente de la psique es tan inaccesible a nuestra
comprensión que nunca podemos saber qué mal puede
no ser necesario para producir el bien mediante la
enantiodromia, y qué bien puede posiblemente condu­
cir al mal136.

Energético. Véase final.

Energía psíquica. Véase libido.

Eros. En la mitología griega, la personificación del amor, una


fuerza'cosm ogónica de la naturaleza; psicológicamente, la
función de relación. (Véase también ánima, ánimus, com­
plejo materno y Logos).

La conciencia de la mujer se caracteriza más por la


cualidad conectiva de Eros que por la discriminación y
cognición asociadas con Logos. En los hombres, Eros...

1:15 “Definitions", ibid., par. 709.


“ “The Phenomenology of the Spirit in Fairytales”, CW 9i. par. 397.
66 LEXICON JUNGI ANO

usualmente está menos desarrollado que Logos. En las


mujeres, por otra parte, Eros es la expresión de su ver­
dadera naturaleza, mientras su Logos a menudo es sólo
un lamentable accidente137.

Eros es un compañero cuestionable y siempre será así...


Por una parte, pertenece a la naturaleza animal pri­
mordial del hombre que perdurará mientras el hombre
tenga un cuerpo animal. Por otra, se relaciona con las
formas supremas del espíritu. Pero sólo medra cuando
hay una correcta armonía entre espíritu e instinto138.

Donde reina el amor, no hay ansias de poder; y donde


las ansias de poder son supremas, no hay amor. Uno es
la sombra del otro: el hombre que adopta el punto de
vista de Eros, encuentra su opuesto compensatorio en
las ansias de poder, y Eros es el opuesto compensatorio
del hombre que da énfasis al poder139.

Un Eros inconsciente siempre se expresa como ansias


de poder140.

Espíritu. Arquetipo y complejo funcional, a menudo perso­


nificado y vivenciado como vivificante, análogo a lo que la
mente arcaica sentía como una “presencia” invisible, inspi­
radora.

1:17 “The Syzygy: Anima and Animus”, CW 9ii, par. 29.


™ “The Eros Theory” (Teoría de Eros), CW 7, par. 32.
IW “The Problem oí the Attitude-Type" (El problema de la actitud-tipo), ibid.,
par. 78.
it" “Psychological Aspects of the Mother Archetype", CW 9i, par. 167.
LEXICON JUNGI ANO

El espíritu, al igual que Dios, simboliza un objeto de la


experiencia psíquica que no tiene una existencia pro­
bada en el mundo externo y no puede ser comprendido
racionalmente. Este es su significado si usamos el tér­
mino “espíritu” en su mejor sentido141.

El arquetipo del espíritu con forma de hombre, duende


o animal, siempre aparece en situaciones donde el
insight, la comprensión, los buenos consejos, la deter­
minación, la planificación, etc., son necesarios pero no
pueden sumarse a nuestros propios recursos. El ar­
quetipo compensa este estado de deficiencia espiritual
a través de contenidos concebidos para suplir dicha
falta142.

Jung tuvo cuidado en distinguir entre el espíritu co


concepto psicológico y su uso tradicional en la religión.

Desde el punto de vista psicológico, el fenómeno del


espíritu, como todo complejo autónomo, aparece como
una intención del inconsciente que es superior o al
menos igual a las intenciones del ego. Si queremos
hacer justicia a la esencia de aquello que llamamos
espíritu, en realidad debemos hablar de una conciencia
“más alta” y no del inconsciente143.

La idea moderna común del espíritu difícilmente


concuerda con la visión cristiana, que lo considera
como el summ um bonum, como Dios mismo. Sin duda,

141 “Spirit and Life” (Espíritu y vida), CW 8, par. 626.


14í “The Phenomenology of the Spirit in Fairytales", CW 9i. par. 398.
1,1:1 “Spirit and Life”, CW 8. par. 643.
68 LEXICON JUNGIANO

también existe la idea de un espíritu maligno. Pero la


idea moderna tampoco se puede igualar con ésta, ya
que para nosotros el espíritu no es necesariamente
maligno; tendríamos que llamarlo moralmente indife­
rente o neutral14’.

Esquizofrenia. Véase psicosis.

Experimento de Asociación de Palabras. Test diseñado por


Jung para mostrar la realidad y autonomía de los complejos
inconscientes.

Nuestras intenciones y acciones conscientes a menudo


son frustradas por procesos inconscientes cuya propia
existencia es una continua sorpresa para nosotros.
Cometemos errores al hablar y al escribir e inconscien­
temente hacemos cosas que traicionan nuestros más
ocultos secretos —que a veces son desconocidos in­
cluso para nosotros mismos... Estos fenómenos se
pueden demostrar experimentalmente mediante los
tests de asociación, que son muy útiles para descubrir
cosas de las cuales la gente no puede o no quiere ha­
blar14145.

El Experimento de Asociación de Palabras consiste en


una lista de cien palabras con las cuales se debe hacer una
asociación inmediata. La persona que conduce el experimento
mide la demora en responder con un cronómetro. Esto se
hace dos veces para notar las diferencias. Finalmente se pide
al sujeto que haga comentarios sobre aquellas palabras para

144 “The Phenomenology of the Spirit in Fairytales", CW 9i, par. 394.


145 “The Structure of the Psyche”, CW 8. par. 29(>.
LEXICON JliNGIANO 69

las que hubo un tiempo de respuesta mayor al promedio, una


respuesta meramente mecánica o una asociación diferente en
la segunda vuelta; el interrogador las marca como “indica­
doras de complejos” y las discute con el sujeto.
El resultado es un “mapa” de complejos personales que
sirve tanto para el autoconocimiento como para reconocer
factores perturbadores que comúnm ente alteran las relacio­
nes.

Lo que ocurre en el test de asociación, también ocurre


en toda discusión entre dos personas... La discusión
pierde su carácter objetivo y su propósito real, ya que
los complejos constelados frustran las intenciones de
los hablantes e incluso quizás pongan en sus bocas
respuestas que después no pueden recordarl4fi.

Extraversión. Modo de orientación psicológica donde el mo­


vimiento de la energía es hacia el mundo externo. (Compá­
rese con introversión).

La extraversión se caracteriza por interés en el objeto


externo, comprensión y pronta aceptación de hechos
externos, deseo de influir en eventos y ser influido por
ellos, necesidad de participar y ponerse a tono, capa­
cidad para aguantar todo tipo de bullicio y ruidos y dis­
frutarlos verdaderamente, atención constante al mundo
circundante, cultivo de amistades y relaciones, elegidas
sin mucho cuidado, y finalmente por la gran impor­
tancia atribuida a la figura que se representa147.

m "A Review of the Complex Theory", ibid., par. 199.


i« “Psychological Typology" (Tipología psicológica), CW 6, par. 972.
70 LEXICON JUNGIANO

Jung pensaba que la introversion y la extraversión están


presentes en todas las personas, pero que hay una actitud-tipo
invariablemente dominante. Cuando los factores externos son
la principal fuerza motivadora de los juicios, percepciones,
afectos y acciones, tenemos una actitud o tipo extravertido.

La filosofía de vida y la ética del extravertido son, por


regla general, de naturaleza altamente colectiva con
una fuerte dosis de altruismo, y su conciencia depende
en gran medida de la opinión de los demás1'8.

Jung estimaba que la diferenciación del tipo comienza a


muy temprana edad, de modo que se podría describir como
innata.

El primer signo de extraversión en un niño es su rápida


adaptación al ambiente y la extraordinaria atención que
presta a los objetos y especialmente al efecto que él
produce en ellos. El temor a los objetos es mínimo; vive
y se mueve entre ellos con confianza... y por lo tanto,
puede jugar libremente con ellos y aprender a través de
ellos. Le gusta excederse en sus actividades y se expone
a riesgos. Todo lo desconocido es atractivo119.

En general, el extravertido confía en lo que recibe del


mundo externo y no le interesa examinar sus motivaciones
personales.

No guarda secretos por mucho tiempo, ya que los


comparte con otros. Sin embargo, si llega a sucederle*149

m Ibid.
149 “Psychological Types”, ibid., par. 89(>.
LEXICON JUNCIANO 71

algo impropio, prefiere olvidarlo. Evita cualquier cosa


que pueda empañar el alarde de optimismo y positivis­
mo. Exhibe con convicción y entusiasmo todo lo que
piensa, se propone y hace150.

Aunque la información objetiva nos afecta a todos, en el


extravertido determina sus pensamientos, decisiones y con­
ducta. Las opiniones personales y la vida interna son secun­
darias a las condiciones externas.

Vive en y a través de otros; toda introspección lo ate­


moriza. Ahí los peligros acechan y prefiere ahogarlos
con ruidos. Si le surge un “complejo”, busca refugio en
el torbellino social y se asegura varias veces al día de
que todo está en orden151.

El tipo extravertido extremo actúa completamente su


vida psíquica en reacción al ambiente, lo que determina su
punto de vista personal. Si las cosas cambian, ajusta sus
opiniones y patrones de conducta para hacerlos calzar. Esto
constituye tanto una fortaleza como una limitación.

El ajuste no es adaptación; la adaptación... requiere


el cumplimiento de leyes más universales que las con­
diciones inmediatas de tiempo y lugar. El propio
ajuste del tipo extravertido normal constituye su limi­
tación. Su normalidad se debe... a su habilidad para
calzar con relativa facilidad en las condiciones existen­
tes. Sus exigencias se limitan a lo objetivamente po­
sible, por ejemplo, a una carrera que tenga buenas

ISI “Psychological Typology", ibid., par. 973.


151 Ibid., par. 974.
72 LEXICON JIINCIANO

perspectivas en ese momento particular; hace lo que


se le pide o lo que se espera de él, y se abstiene de todas
las innovaciones que no sean totalmente evidentes o
que de alguna manera excedan las expectativas de aque­
llos que lo rodean152.

La extraversión es una ventaja en las situaciones sociales


y en la relación con el ambiente externo. Pero una actitud
demasiado extravertida puede resultar en un sacrificio per­
sonal para cumplir con las supuestas demandas objetivas — las
necesidades de otros, por ejemplo, o los requisitos de expan­
sión de un negocio.

Este es el peligro del extravertido: ser absorbido por los


objetos y perderse completamente en ellos. Los desór­
denes funcionales resultantes, nerviosos o físicos, tienen
un valor compensatorio, ya que lo fuerzan a una
autorrestricción involuntaria. Si los síntomas son funcio­
nales, su peculiar carácter puede expresar en forma sim­
bólica su situación psicológica; por ejemplo, un cantante
cuya fama ha llegado a alturas peligrosas que lo tientan
a invertir demasiada energía, de pronto descubre que no
puede cantar las notas altas... O un hombre de origen
humilde que alcanza rápidamente una posición social de
gran influencia con amplias perspectivas, de pronto se ve
afectado con todos los síntomas del mal de montaña153.

La forma de neurosis que más comúnmente afecta al ex­


travertido es la histeria, que típicamente se manifiesta como

l5í "General Description of the Types" (Descripción general de los tipos), ibid.,
par. 564.
1X1 Ibid., pár. 565.
LEXICON JUNGIANO 73

una profunda identificación con las personas del ambiente


inmediato.
La tendencia del extravertido a sacrificar la realidad in­
terna en pro de las circunstancias externas, no constituye un
problema mientras la extraversión no sea demasiado extrema.
Pero en la medida que se haga necesario compensar la incli­
nación a la unilateralidad, surgirá una marcada tendencia
egocéntrica en el inconsciente. Todos aquellos deseos o ne­
cesidades ahogados o reprimidos por la actitud consciente,
entrarán por la puerta trasera, en forma de pensamientos y
emociones infantiles que se centran en uno mismo.

Mientras más fuerte sea la actitud consciente de


extraversión, más infantil y arcaica será la actitud in­
consciente. El egoísmo que caracteriza la actitud in­
consciente del extravertido va más allá de un mero
egoísmo infantil; está al borde de la crueldad y bruta­
lidad154.

Entonces, el peligro es que el extravertido, tan habitual


y aparentemente sintonizado en forma desinteresada con el
mundo externo y las necesidades de los demás, de pronto
puede volverse bastante indiferente.

Fantasía. Conjunto de ideas o actividad imaginativa que ex­


presa el flujo de la energía psíquica. (Véase también imagi­
nación activa).

Una fantasía debe ser comprendida tanto por su causa


como por su propósito. En la interpretación causal, se
revela como un síntoma de un estado fisiológico, el

IM Ibid., pár. 572.


74 LEXICON JUNGIANO

resultado de eventos anteriores. En la interpretación de


su propósito, se revela como un símbolo, que intenta
caracterizar una meta definida con la ayuda del mate­
rial disponible, o trazar una línea de futuro desarrollo
psicológico155.

Jung distinguió entre fantasías activas y pasivas. Las


primeras, características de la mentalidad creativa, son evo­
cadas por una actitud intuitiva dirigida hacia la percepción
de contenidos inconscientes; las fantasías pasivas son mani­
festaciones espontáneas y autónom as de complejos incons­
cientes.

Por lo tanto, la fantasía pasiva siempre necesita una


crítica consciente, para que no refuerce meramente el
punto de vista del opuesto inconsciente. Mientras que
la fantasía activa, como producto de una actitud cons­
ciente no opuesta al inconsciente y de procesos incons­
cientes no opuestos a sino sólo compensatorios de la
conciencia, no necesita tanto crítica como compren­
sión™.

Jung desarrolló el método de imaginación activa como


una forma de asimilar el significado de las fantasías. Lo im­
portante no es interpretarlas sino vivenciarlas.

La continua percepción consciente de fantasías in­


conscientes, junto con la participación activa en los
eventos fantásticos, produce... en primer lugar, el efecto

,5S "Definitions”, ibid., pár. 720.


Ibid., par. 714.
LEXICON JUNGIANO 75

de extender el horizonte consciente al incluir numero­


sos contenidos inconscientes; segundo, la disminución
gradual de la influencia dominante del inconsciente; y
por último, cambios en la personalidad157.

Femenino. Véase ánima, Eros y Logos.

Final. Punto de vista basado en el resultado potencial u obje­


tivo de la actividad psíquica, complementario al enfoque
causal. (Véase también autorregulación de la psique, cons­
tructivo, neurosis y reductivo).

La información psicológica necesita dos puntos de vista:


el de causalidad y el de finalidad. Uso intencionalmente
la palabra finalidad, para evitar confusiones con el
concepto de teleología155. Finalidad es meramente el
esfuerzo psicológico inmanente por una meta. En vez
de “esfuerzo por una meta", también se podría decir
“expresión de un propósito”. Todo fenómeno psicoló­
gico tiene inherentemente algo de esa expresión de un
propósito, incluso fenómenos meramente reactivos
como las reacciones emocionales159.

Jung también llamó energético al punto de vista final, en


contraste con mecanicista o reductivo.

El punto de vista mecanicista es puramente causal;


concibe un evento como el efecto de una causa, en el*1

157 “The Technique of Differentiation” (Técnica de diferenciación), CW 7, par. 358.


Teleología implica la anticipación de un objetivo o meta en particular; finalidad
supone un propósito, pero una meta esencialmente desconocida.
1S' “General Aspects of Dream Psychology”. CW 8, par. 456.
76 LEXICON JUNCIANO

sentido de que las sustancias inalterables cambian sus


relaciones entre sí según leyes fijas. Por otra parte, el
punto de vista energético es en esencia final; el evento se
reconstruye desde el efecto a la causa, suponiendo que
algún tipo de energía sustenta los cambios de los fenó­
menos, que se mantiene como una constante en todos
estos cambios y finalmente conduce a la entropía, estado
de equilibrio general. El flujo de energía tiene una di­
rección (meta) definida, porque sigue en forma irrever­
sible la tasa de aumento o disminución del potencial160.

Jung pensaba que las leyes que rigen la conservación


física de la energía se aplican igualmente a la psique. Psico­
lógicamente, esto significa que si en un lugar sobra energía,
hay otra función psíquica que está siendo privada; a la inver­
sa, cuando la libido “desaparece”, como aparentemente ocurre
en una depresión, debe aparecer en otra forma, por ejemplo
como un síntoma.

Cada vez que nos encontramos con una persona que


tiene una obsesión, una convicción mórbida o alguna
actitud extrema, sabemos que hay demasiada libido y
que el exceso debe haber sido tomado de otra parte
donde, por lo tanto, hay muy poca... Así, los síntomas
de una neurosis deben considerarse como funciones
exageradas, sobresaturadas de libido...
La pregunta debe ser invertida en el caso de aque­
llos síndromes que se caracterizan principalmente por la
falta de libido, por ejemplo estados apáticos. Aquí te­
nemos que preguntar: ¿hacia dónde se ha ido la
libido?... Está ahí, pero es invisible e inaccesible para el

i«i >'on Psychic Energy”, ibid., pars. 2í.


LEXICON JUNCIANO 77

propio paciente... La tarea del psicoanálisis es descubrir


ese lugar oculto donde habita la libido"“.

El punto de vista energético o final, junto con el concepto


de compensación, llevó a Jung a creer que un brote de neurosis
es esencialmente un intento de la psique para sanarse a sí
misma.

Función. Forma de actividad psíquica, o manifestación de la


libido, que al principio permanece igual bajo condiciones
variables. (Véase también diferenciación, función auxiliar,
función inferior, función primaria y tipología).
El modelo de tipología de Jung distingue cuatro funcio­
nes psicológicas: pensamiento, sentimiento, sensación e in­
tuición.

La sensación establece lo que realmente está presente,


el pensamiento nos permite reconocer su significado, el
sentimiento nos dice su valor y la intuición señala las
posibilidades en cuanto a de dónde provino y adonde va
una situación dada1“ .

Aunque todas las funciones existen en cada psique, inva­


riablemente una función está más desarrollada consciente­
mente que las otras, dando origen a una unilateralidad que
con frecuencia resulta en neurosis.

Cuanto más se identifica [un hombre) con una función,


más la cubre de libido y más libido extrae de las otras
funciones. Ellas pueden tolerar esta privación incluso

11,1 “The Theory of Psychoanalysis" (Teoría del psicoanálisis), CW 4, pars. 254f.


"¡a «A Psychological Theory of Types", CW (i, par. 958.
78 LlíXICON JUNCIANO

por períodos bastante largos, pero al final van a reac­


cionar. Al agotarse su libido, se hunden gradualmente
bajo el umbral de la conciencia, pierden su conexión
asociativa con ella y por último caen en el inconsciente.
Esto constituye un desarrollo regresivo, una reversión
al nivel infantil y finalmente al nivel arcaico... Ilo que]
origina una disociación de la personalidad163.

Función auxiliar. Segunda o tercera función de apoyo, según


el modelo de tipología de Jung, que tiene una influencia co­
determinante en la conciencia.

La soberanía absoluta pertenece siempre, empíricamen­


te, a una sola función, y sólo puede pertenecer a una
función, porque la intervención igualmente indepen­
diente de otra función produciría necesariamente una
orientación distinta que, al menos en parte, se opondría
a la primera. Pero ya que para el proceso consciente de
adaptación es condición vital tener siempre objetivos
claros e inequívocos, la presencia de una segunda
función de igual poder queda naturalmente excluida.
Por lo tanto, esta segunda función sólo puede tener una
importancia secundaria... Su importancia secundaria se
debe a que no es, como la función primaria... un factor
absolutamente confiable y decisivo, sino que desempeña
una función auxiliar o complementaria164.

La función auxiliar siempre es una función cuya natura­


leza difiere de, pero no se opone a, la función superior o prima­
ria: cualquiera de las funciones irracionales (intuición y sen-

llB “The Type Problem in Aesthetics”, ibid., pars. 502f.


“General Description of the Types", ibid., par. (i(i7.
LEXICON JI) NCI ANO 79

sación) puede ser auxiliar de una de las funciones racionales


(pensamiento y sentimiento), y viceversa.
Así, el pensamiento y la intuición pueden emparejarse
fácilmente, al igual que el pensamiento y la sensación, ya que
la naturaleza de la intuición y la sensación no se opone
fundamentalmente a la función de pensamiento. Asimismo, la
sensación puede ser apoyada por una función auxiliar de
pensamiento o sentimiento, el sentimiento es ayudado por la
sensación o la intuición, y la intuición funciona bien con el
sentimiento o el pensamiento.

Las combinaciones resultantes [véase figura superior!


presentan un cuadro familiar, por ejemplo, del pensa­
miento práctico haciendo alianza con la sensación, el
80 LEXICON JUNGIANO

pensamiento especulativo avanzando con la intuición,


la intuición artística seleccionando y presentando sus
imágenes con la ayuda de valores de sentimiento, la
intuición filosófica sistematizando su visión en un pen­
samiento comprensivo mediante un intelecto poderoso,
etc.l(i5

Función inferior. La menos diferenciada de las cuatro fun­


ciones psicológicas. (Compárese con función primaria).

La función inferior es virtualmente idéntica al lado


oscuro de la personalidad humana16*.

En el modelo de tipología de Jung, la función inferior o


cuarta función es opuesta a la función superior o primaria.
Ya sea que opere en forma introvertida o extravertida, se
comporta como un complejo autónomo; su activación se ca­
racteriza por las reacciones emocionales y se resiste a la
integración.

La función inferior influencia secreta y maliciosamente


sobre todo a la función superior, así como ésta reprime
muy fuertemente a la primera"”.

Los sucesos tanto positivos como negativos pueden


constelar la contrafunción inferior. Cuando esto ocurre,
aparece la susceptibilidad. La susceptibilidad es un sig­
no seguro de la presencia de la inferioridad. Esto
proporciona la base psicológica para el desacuerdo y la*167

1Ri Ibid., par. 669.


"* “Concerning Rebirth”, CW 9¡, par. 222.
167 “The Phenomenology of the Spirit in Fairytales", ibid., par. 431.
LEXICON JtINCIANO 81

discordia, no sólo entre dos personas, sino también en


nosotros mismos. La esencia de la función inferior es la
autonomía: es independiente, ataca, fascina y así nos
aturde con que ya no somos dueños de nosotros mis­
mos y ya no podemos distinguir claramente entre no­
sotros mismos y los demás"*8.

La función inferior es siempre de la misma naturaleza,


racional o irracional, que la función primaria: cuando el pen­
samiento está más desarrollado, la otra función racional
— el sentimiento— es inferior; si domina la sensación, enton­
ces la intuición — la otra función irracional— es la cuarta
función, etc. Esto concuerda con la experiencia general: el
pensador tropieza con los valores de sentimiento; el tipo de
sensación práctica se estanca, se ciega a las posibilidades que
ve la intuición; el tipo de sentimiento es sordo al pensamien­
to lógico; y el intuitivo, familiarizado con el mundo interno,
choca con la realidad concreta.
Uno puede tener conciencia de las percepciones o juicios
asociados con la función inferior, pero éstos generalmente
son anulados por la función superior. Los tipos de pensa­
miento, por ejemplo, no dan mucha importancia a sus sen­
timientos. Los tipos de sensación tienen intuiciones, pero no
se sienten motivados por ellas. Asimismo, los tipos de senti­
miento alejan los pensamientos perturbadores, y los intui­
tivos ignoran lo que está frente a ellos.

Aunque la función inferior pueda ser consciente como


fenómeno, su verdadero significado sigue siendo no
reconocido. Se comporta como muchos contenidos
reprimidos o insuficientemente apreciados, que son en

“The Problem of the Attitude-Type". CW 7, par. 85.


82 LEXICON JUNCIANO

parte conscientes y en parte inconscientes... Así, en ca­


sos normales, la función inferior permanece consciente,
al menos en cuanto a sus efectos; pero en una neurosis,
se hunde total o parcialmente en el inconsciente159.

En la medida que una persona funcione en forma dema­


siado unilateral, la función inferior se torna primitiva y
fastidiosa. La función primaria excesivamente dominante le
quita energía a la función inferior, la cual cae en el incons­
ciente. Ahí tiende a ser activada de manera antinatural, dando
origen a deseos infantiles y otros síntomas de desequilibrio.
Esta es la situación en una neurosis.

Para sacar la función inferior del inconsciente en un


análisis, deben salir a la superficie las creaciones in­
conscientes de la fantasía que ahora se han activado. La
percepción consciente de estas fantasías lleva a la
función inferior a la conciencia y permite un mayor
desarrollo170.

Cuando es deseable o necesario desarrollar la función


inferior, ocurre, pero sólo gradualmente.

Con frecuencia he observado cómo un analista, enfren­


tado a un tipo de pensamiento extremo, por ejemplo,
hará todo lo posible para desarrollar la función de
sentimiento sacándola directamente del inconsciente.
Tal intento está predestinado al fracaso, porque implica
una violación demasiado grande del punto de vista
consciente. Sin embargo, si esta violación es exitosa, el

"w “Definitions", CW (i, pár. 764.


17,1 Ibid., pár. 764.
LEXICON JUNCIANO 83

paciente llega a ser real y compulsivamente dependien­


te del analista, una transferencia que sólo se puede
terminar en forma brutal, porque al despojarlo de un
punto de vista, el paciente ha convertido al analista en
su punto de vista... (Por lo tanto] para amortiguar el
impacto del inconsciente, un tipo irracional necesita un
desarrollo más fuerte de la función auxiliar racional
presente en la conciencia |y viceversal171.

Los intentos por asimilar la función inferior usualmente


van acompañados por un deterioro de la función primaria. El
tipo de pensamiento no puede escribir un ensayo, el tipo de
sensación se pierde y olvida sus compromisos, el intuitivo
pierde contacto con las posibilidades, y el tipo de sentimiento
es incapaz de decidir si algo vale la pena o no.

Y sin embargo, para el desarrollo del carácter es ne­


cesario permitir que el otro lado, la función inferior,
encuentre expresión. A la larga, no podemos permitir
que una parte de nuestra personalidad sea cuidada
simbióticamente por otra; pues el momento en que
necesitemos a la otra función puede llegar inesperada­
mente y encontrarnos sin preparación172.

Función primaria. La función psicológica que está más dife­


renciada. (Compárese con función inferior).
En el modelo de tipología de Jung, la función primaria
o superior es la que autom áticam ente usamos porque sale en
forma más natural.

171 “General Description of the Types”, ibid., pár. 670.


172 “The Problem of the Attitude-Type", CW 7, par. 86.
84 l.BXICON JUNGIANO

La experiencia demuestra que es virtualmente imposi­


ble, debido a circunstancias adversas en general, que
alguien desarrolle simultáneamente todas sus funciones
psicológicas. Las exigencias de la sociedad obligan al
hombre a dedicarse antes que nada a la diferenciación
de la función con que mejor lo ha equipado la natu­
raleza o que le asegure el máximo éxito social. Muy a
menudo, en realidad por regla general, el hombre se
identifica más o menos completamente con la función
más favorecida, y por lo tanto, la más desarrollada. Esto
es lo que da origen a los diferentes tipos psicológicos173.

Para decidir cuál de las cuatro funciones — pensamiento,


sentimiento, sensación o intuición— es la primaria, debemos
observar con atención cuál está más o menos completamente
bajo control consciente y cuáles tienen un carácter casual o
aleatorio. La función superior (que se puede manifestar en
forma introvertida o extravertida) está siempre mucho más
desarrollada que las demás, las cuales poseen rasgos infantiles
y primitivos.

La función superior es siempre la expresión de la per­


sonalidad consciente, de sus objetivos, voluntad y ac­
tuación general, mientras que las funciones menos
diferenciadas caen en la categoría de cosas que simple­
mente nos “ocurren”174.

Función superior. Véase función primaria.*17

m "Definitions", CW 6, par. 763.


17-’ "General Description of the Types”, ibid., par. 575.
LEXICON JIINCIANO 85

Función trascendente. Función psíquica que surge de la ten­


sión entre la conciencia y el inconsciente, y que mantiene su
unión. (Véase también opuestos y tertium non datur).

Cuando hay una completa paridad entre los opuestos,


confirmada por la absoluta participación del ego en
ambos, esto necesariamente lleva a una suspensión de
la voluntad, pues ésta ya no puede funcionar cuando
cada motivación tiene una contramotivación igualmen­
te fuerte. Puesto que la vida no puede tolerar una
detención, se produce un bloqueo de la energía vital, y
esto llevaría a una situación insoportable si la tensión
entre los opuestos no creara una nueva función unifi-
cadora que los trascienda. Esta función aparece en
forma bastante natural por la regresión de la libido
provocada por el bloqueo175*.

Las tendencias de la conciencia y del inconsciente son


los dos factores que conjuntamente forman la función
trascendente. Se llama “trascendente” porque hace que
la transición de una actitud a otra sea orgánicamente
posible175.

En una situación de conflicto o en un estado depresivo


aparentemente sin razón, el desarrollo de la función trascen­
dente depende de la toma de conciencia del material incons­
ciente. Este se encuentra más disponible en los sueños, pero
ya que son tan difíciles de comprender, Jung consideró más
útil el método de imaginación activa — que da “forma” a los
sueños, fantasías, etc.

175 "Definitions”, ibid., par. 824.


iw Trascendent Function". CW 8, par. 145.
86 LEXICON JIINCIANO

Una vez que se ha dado forma al contenido inconsciente


y se ha comprendido el significado de la formulación,
surge la pregunta de cómo el ego se relacionará con esta
posición y cómo el ego y el inconsciente llegarán a en­
tenderse. Esta segunda etapa es la más importante del
procedimiento, el juntar a los opuestos para producir
un tercero: la función trascendente. En esta etapa, ya
no es el inconsciente el que manda, sino el ego177.

Este proceso requiere un ego que pueda m antener su


punto de vista frente a la contraposición del inconsciente.
Ambos tienen igual valor. La confrontación entre ellos genera
una tensión cargada de energía y crea una tercera esencia
viva.

De la actividad del inconsciente ahora surge un nuevo


contenido, que es constelado en igual medida por la
tesis y la antítesis y mantiene una relación compensa­
toria con ambas. Así forma el terreno intermedio donde
se pueden unir los opuestos. Si, por ejemplo, conce­
bimos que la oposición es sensualidad versus espiritua­
lidad, entonces el contenido mediador proveniente del
inconsciente proporciona un adecuado medio de ex­
presión para la tesis espiritual, debido a sus ricas aso­
ciaciones espirituales, y también para la antítesis sen­
sual, debido a sus imágenes sensuales. Sin embargo, el
ego, desgarrado entre la tesis y la antítesis, encuentra
en el terreno intermedio su propia contraparte, su me­
dio de expresión único, y se apresura a adoptarlo para
librarse de su división178.

177 Ibid., par. 181.


17,H“Definitions", CW (i, par. 825.
LEXICON JUNGIANO 87

La función trascendente es esencialmente un aspecto de


la autorregulación de la psique. Típicamente se manifiesta en
forma simbólica y se vivencia como una nueva actitud hacia
uno mismo y la vida.

Si el producto mediador sigue intacto, forma la ma­


teria prima para un proceso no de disolución sino de
construcción, en que tanto la tesis como la antítesis
desempeñan su papel. Así se convierte en un nuevo
contenido que dirige toda la actitud, poniendo fin a la
división e introduciendo la energía de los opuestos en
un canal común. La inercia es superada y la vida
puede seguir fluyendo con renovado poder hacia
nuevas metas179.

Hermanos hostiles. Motivo arquetípico asociado con los


opuestos constelados en una situación de conflicto.
En la mitología, algunos ejemplos de este motivo arque­
típico son la lucha entre Gilgamés y Enkidu en La Epopeya
de Gilgamés, y la historia bíblica de Caín y Abel. Psicológi­
camente, en general se interpreta en términos de la lucha
crítica entre el ego y la sombra.

Héroe. Motivo arquetípico basado en la superación de obs­


táculos y en el logro de ciertas metas.

La principal hazaña del héroe es vencer al monstruo de


la oscuridad: el triunfo largamente esperado de la
conciencia sobre el inconsciente180.175

175 Ibid., pár. 827.


i.w -The Psychology of the Child Archetype”. CW 9i. par. 284.
88 LEXICON JUNGIANO

El mito del héroe es un drama inconsciente que sólo se


ve en la proyección, como los hechos en la parábola de
la caverna de Platón1*1.

El héroe simboliza el sí mismo inconsciente de un


hombre, y esto se manifiesta empíricamente como la
suma total de todos los arquetipos e incluye, por lo
tanto, el arquetipo del padre y del viejo sabio. En este
sentido, el héroe es su propio padre y su propio pro­
creador182.

Mitológicamente, la meta del héroe es encontrar el te­


soro, la princesa, el anillo, el huevo de oro, el elixir de la vida,
etc. Psicológicamente, éstas son metáforas de nuestros ver­
daderos sentimientos y singular potencial. En el proceso de
individuación, la tarea heroica es asimilar contenidos incons­
cientes antes que ser abatido por ellos. El resultado potencial
es la liberación de energía que ha sido restringida por com­
plejos inconscientes.

En los mitos, el héroe es aquel que vence al dragón, no


el que es devorado por éste. Y sin embargo, ambos deben
luchar contra el mismo dragón. El héroe tampoco es
aquel que nunca se encontró con el dragón, o que lo vio
pero luego negó haberlo visto. Asimismo, sólo aquel que
se ha arriesgado a luchar con el dragón y no es vencido,
consigue el tesoro escondido, el “tesoro difícil de obte­
ner”. Sólo él tiene el verdadero derecho a la confianza en
sí mismo, pues ha enfrentado el fondo oscuro de su ser

1,1 “The Dual Mother" (La madre dual), CW 5, par. 612.


m Ibid., par. 516.
LEXICON JUNGIANO 89

y ha ganado... Ha adquirido el derecho de creer que será


capaz de vencer todas las amenazas futuras con los
mismos medios1*1.

El viaje del héroe es un círculo, como se ilustra en el


diagrama184.

Matrimonio sagrado
Expiación paterna
Apoteosis
Kobo del Elixir

Atravesar el umbral
Hatalla con el hermano
Batalla con el dragón
Regreso
Desmembramiento
Resurrección Crucifixión
Rescate Rapto
Umbral de la Viaje nocturno por el
lucha mar
Viaje encantado
Estómago de la ballena

Llamado a la aventura

En mitos y leyendas, el héroe típicamente viaja en barco,


lucha contra un monstruo marino, es tragado, lucha para no
m orir destrozado o triturado, y al llegar al estómago de la
ballena, como Joñas, busca el órgano vital y lo corta, lo­
grando así la liberación. Finalmente debe regresar a sus
orígenes y dar un testimonio.

,!tl ‘‘The Conjunction" (La conjunción), CW 14, par. 756.


Adaptado de Joseph Campbell. Hero w ith a T housand Taces (ICI héroe de los
mil rostros), Hollingen Series XVII (Princeton: Princeton University Press, 1949),
p. 245.
90 LEXICON JUNGIANO

En términos de la individuación de un hombre, la balle­


na-dragón es la madre o el ánima atada a la madre. El órgano
vital que debe ser cortado es el cordon umbilical.

El héroe es el tipo masculino ideal: al abandonar a la


madre, origen de la vida, siente un deseo inconsciente
que lo impulsa a encontrarla de nuevo, a volver a su
útero. Cada obstáculo que surge en su camino y difi­
culta su ascenso, tiene las características sombrías de la
Madre Terrible, quien corroe su fortaleza con el veneno
de la duda secreta y el anhelo retrospectivo185.

En la psicología femenina, el viaje del héroe se vive a


través de las hazañas mundanas del ánimus, o bien en algún
compañero, a través de la proyección.

Histeria. Estado mental caracterizado por un rapport exage­


rado con personas del ambiente inmediato y por un ajuste a
las condiciones circundantes que llega a la imitación.

En mi opinión, la histeria es lejos la neurosis más


frecuente del tipo extravertido... Una característica bá­
sica del histérico es la tendencia constante a hacerse el
interesante e impresionar. El corolario de esto es su
proverbial sugestibilidad, su propensión a ser influen­
ciado por otra persona. Otra señal inequívoca del his­
térico extravertido es su efusividad, que a veces lo lleva
al reino de la fantasía, de modo que es acusado de
"mentira histérica”1*“.

185 “The Dual Mother”, CW 5, par. 611.


,M “General Description of the Types”, CW 6, par. 666.
LEXICON JÜNG1ANO 91

La neurosis histérica usualmente va acompañada de re­


acciones compensatorias del inconsciente.

[Estas] contrarrestan la extraversión exagerada me­


diante síntomas físicos que obligan a la libido a una
introversión. La reacción del inconsciente produce otro
tipo de síntomas de carácter más introvertido, siendo
uno de los más típicos una mórbida intensificación de
la actividad de la fantasía1,1*7.

Homosexualidad. En general, se caracteriza psicológicamente


por la identificación con el ánima. (Véase también complejo
materno).
Jung reconoció los potenciales efectos neuróticos de la
homosexualidad, pero no la consideró una enfermedad pro­
piamente tal.

En vista de la reconocida frecuencia de este fenómeno,


su interpretación como una perversión patológica es
muy dudosa. Los hallazgos psicológicos demuestran
que se trata más bien de una separación incompleta del
arquetipo hermafrodita, junto con una fuerte resis­
tencia a identificarse con el rol de un ser sexual uni­
lateral. Tal tendencia no debe ser considerada negativa
en todas las circunstancias, ya que resguarda el ar­
quetipo del Hombre Original, que un ser sexual uni­
lateral, hasta cierto punto, ha perdidolss.

I!" Ibid., par. 566.


'** “Concerning the Archetypes and the Anima Concept". CW 9i, par. 146.
92 LEXICON JUNCIANO

Identificación. Proceso psicológico en que la personalidad se


disimila parcial o totalmente. (Véase también participation
mystique y proyección).
La identidad, como ajuste inconsciente entre sujeto y ob­
jeto, uno mismo y los demás, es la base de la identificación,
la proyección y la introyección.

La identidad es responsable de aquella ingenua suposi­


ción de que la psicología de un hombre es como la de
otro hombre, que en todas partes se dan las mismas mo­
tivaciones, que lo que es agradable para mí debe obvia­
mente serlo para otros, que lo que yo considero inmoral
ha de serlo para todos, etc. También es responsable del
deseo casi universal de corregir en otros lo que más
necesita ser corregido en uno mismo18'-1.

La identificación facilita una tem prana adaptación al


mundo externo, pero más adelante se convierte en un obs­
táculo para el desarrollo individual.

Por ejemplo, la identificación con el padre significa, en


la práctica, adoptar todas las formas de comportarse del
padre, como si el hijo fuera igual al padre y no una
individualidad separada. La identificación difiere de la
imitación en que es una imitación inconsciente,
mientras que la imitación es una copia consciente... La
identificación puede ser beneficiosa siempre que no
impida al individuo seguir su propio camino. Pero
cuando se presenta una mejor posibilidad, la identifi­
cación muestra su carácter mórbido convirtiéndose en

» “Definitions", CW (i. par. 742.


LEXICON JUNGIAN'O 93

un obstáculo tan grande como la ayuda y apoyo incons­


ciente que prestó antes. Ahora produce un efecto diso-
ciador, dividiendo al individuo en dos personalidades
mutuamente extrañas151".

La identificación con un complejo (experimentada como


posesión) es una fuente frecuente de neurosis, pero también
es posible identificarse con una idea o creencia específica.

El ego mantiene su integridad sólo si no se identifica


con uno de los opuestos y si sabe mantener el equilibrio
entre ellos. Esto es posible sólo si permanece cons­
ciente de ambos a la vez. Sin embargo, el insight ne­
cesario se vuelve sumamente difícil no sólo debido a
nuestros líderes sociales y políticos, sino también a
nuestros mentores religiosos. Todos piden una decisión
en favor de una cosa, y por lo tanto, la total identifi­
cación del individuo con una “verdad" necesariamente
unilateral. Aun cuando se tratara de una gran verdad,
la identificación con ella sería igual una catástrofe, ya
que detiene todo futuro desarrollo espiritual191.

Usualmente, la unilateralidad se debe a la identificación


con una actitud consciente particular. Esto puede llevar a
perder contacto con los poderes compensatorios del incons­
ciente.

En un caso así, el inconsciente por lo general responde


con emociones violentas, irritabilidad, falta de control,

Ibid., par. 738.


1,11 “On the Nature of the Psyche". CW 8. par. 425.
94 LEXICON JUNGIANO

arrogancia, sentimientos de inferioridad, mal humor,


depresiones, estallidos de rabia, etc., acompañados por
falta de autocrítica y los juicios errados, equivocaciones
y engaños que esto conlleva1*’2.

Imagen arquetípica. Forma o representación de un arquetipo


en la conciencia. (Véase también inconsciente colectivo).

[El arquetipo es] un dinamismo que se siente en la


numinosidad y fascinante poder de la imagen arque-
típica19-1.

Las imágenes arquetípicas, como pautas o motivos uni­


versales provenientes del inconsciente colectivo, constituyen
el contenido básico de religiones, mitologías, leyendas y
cuentos de hadas.

Un contenido arquetípico se expresa, antes que nada, en


metáforas. Si tal contenido habla del sol y lo identifica
con el león, el rey, el tesoro de oro custodiado por el
dragón, o el poder que contribuye a la vida y salud del
hombre, no es lo uno ni lo otro, sino una tercera cosa
desconocida que encuentra una expresión más o menos
adecuada en todos estos símiles, sin embargo —para el
eterno disgusto del intelecto— sigue siendo descono­
cida y sin poder calzar en una fórmula194.

m "The Philosophical Tree”, CW 13, par. 454.


“On the Nature of the Psyche". CW 8, par. 414.
ex Psychology of the Child Archetype”. CW 9i, par. 267.
LEXICON JUNGIANO 95

A nivel personal, los motivos arquetipicos son pautas de


pensamiento o conducta, comunes a la humanidad en todos
los tiempos y lugares.

Durante años he estado observando e investigando los


productos del inconsciente en el más amplio sentido de
la palabra, especialmente sueños, fantasías, visiones y
delirios de los insanos. No he podido evitar reconocer
ciertas constantes, es decir, tipos. Hay tipos de situa­
ciones y tipos de figuras que se repiten frecuentemente
y que tienen un significado correspondiente. Por lo
tanto, utilizo el término “motivo” para designar estas
repeticiones. Así, no sólo hay sueños típicos sino mo­
tivos típicos en los sueños... [Estos] se pueden ordenar
bajo una serie de arquetipos, siendo los principales... la
sombra, el viejo sabio, el niño (incluyendo el niño
héroe), la madre (“Madre Primordial” y “Madre Tierra”)
como personalidad supraordinada (“demoniaca”, ya que
es supraordinada), su contraparte la doncella, y por
último, el ánima del hombre y el ánimus de la mujer195.

Imagen del alma. Representación, en sueños u otros produc­


tos inconscientes, de la personalidad interna, usualm ente
contrasexual. (Véase también ánima y ánimus).

Cuando entre ambos sexos existe una relación apasio­


nada, casi mágica, invariablemente se trata de una
imagen del alma proyectada. Ya que estas relaciones
son muy comunes, el alma debe ser inconsciente con la
misma frecuencia190.*18

185 "The Psychological Aspects of the Kore”, ibid., par. 309.


188 “Definitions”. CW 6. par. 809.
96 LEXICON JUNGIA NO

La imagen del alma es una imagen arquetípica específica


producida por el inconsciente, comúnmente vivenciada en la
proyección sobre una persona del sexo opuesto.

Para una mujer idealista, un hombre depravado a


menudo es el portador de la imagen del alma; de aquí
surge la “fantasía del salvador”, tan frecuente en tales
casos. Lo mismo ocurre con los hombres, cuando la
prostituta está rodeada por el halo de un alma que pide
socorro197.

Cuando la conciencia se identifica con el alma, lo más


probable es que la imagen del alma sea un aspecto de la
persona.

En ese caso, la persona, al ser inconsciente, se proyec­


tará en un individuo del mismo sexo, cimentando así
las bases de muchos casos de homosexualidad abierta o
latente, y de transferencia paterna en los hombres o
transferencia materna en las mujeres. En tales casos,
siempre hay una adaptación defectuosa a la realidad
externa y una escasa capacidad de relación, porque la
identificación con el alma produce una actitud orien­
tada predominantemente a la percepción de procesos
internos198.

Muchas relaciones comienzan e inicialmente prosperan


en base a imágenes del alma proyectadas. Al ser inherente­
mente simbióticas, con frecuencia terminan mal.

m Ibid., par. 811.


198 Ibid., par. 809.
LEXICON JUNGIANO 97

Imagen primordial. Véase arquetipo e imagen arquetípica.

Imaginación activa. Método para asimilar contenidos incons­


cientes (sueños, fantasías, etc.) a través de alguna forma de
autoexpresión. (Véase también función trascendente).
El objetivo de la imaginación activa es dar una voz a as­
pectos de la personalidad (especialmente al ánima/ánimus y a la
sombra) que normalmente no son escuchados, estableciendo así
una línea de comunicación entre la conciencia y el incons­
ciente. Aun cuando los productos finales — dibujo, pintura,
escritura, escultura, danza, música, etc.— no sean interpre­
tados, algo ocurre entre el autor y la obra que contribuye a
una transformación de la conciencia.
La primera etapa de la imaginación activa es como soñar
con los ojos abiertos. Puede ocurrir en forma espontánea o
ser artificialmente inducida.

En este último caso, se elige un sueño, o cualquier otra


imagen de la fantasía, y nos concentramos en él, rete­
niéndolo y mirándolo. También se puede usar como
punto de partida un estado de ánimo malo y luego tratar
de descubrir qué tipo de imagen de la fantasía produce
o qué imagen expresa este estado de ánimo. Después
fijamos esta imagen en la mente concentrando nuestra
atención en ella. Usualmente ésta imagen se altera, ya
que el solo hecho de contemplarla lé da vida. Las alte­
raciones deben anotarse cuidadosamente cada vez que
ocurran, pues reflejan los procesos psíquicos del incons­
ciente, que aparecen en forma de imágenes que con­
tienen material consciente de la memoria. De este modo,
se une lo consciente y lo inconsciente, al igual que una
cascada conecta lo de arriba con lo de abajo109.

nm -p|le Conjunction". CW 14. par. 70(i.


98 LEXICON JUNGIANO

La segunda etapa, que va más allá de la simple observa­


ción de las imágenes, implica una participación consciente en
ellas, la evaluación honesta de su significado y un compromi­
so moral e intelectual de guiarse por los insights. Esta es una
transición de una actitud meramente perceptiva o estética a
una actitud crítica.

Aunque, hasta cierto punto, él observa desde afuera,


imparcialmente, también es una figura que actúa y
sufre en el drama de la psique. Este reconocimiento es
absolutamente necesario e indica un importante avan­
ce. En la medida que él sólo observe las imágenes,
estará igual que el tonto de Parsifal, quien olvidó hacer
la pregunta vital porque no se dio cuenta de su propia
participación en la acción200... Pero si uno reconoce
estar involucrado, debe entrar al proceso con sus re­
acciones personales, como si uno fuera una de las figu­
ras de la fantasía, o más bien, como si el drama que está
siendo actuado ante nuestros ojos fuera real201.

La actitud crítica implica un compromiso voluntario en


esos procesos de la fantasía que compensan la situación
individual y —en particular— colectiva de la con­
ciencia. El propósito declarado de este compromiso es
integrar las afirmaciones del inconsciente, asimilar su
contenido compensatorio y así producir un significado
total que por sí mismo hace que la vida valga la pena
y, para no pocas personas, sea del todo posible202.

211,1 Alusión a la leyenda medieval del Grial. La pregunta que Parsifal no planteó
fue: “¿A quién sirve el Grial?”.
2.11 “The Conjunction”, CW 14, par. 753.
2.12 Ibid., pár. 756.
LEXICON JUNGIANO 99

Imago. Término usado para diferenciar la realidad objetiva de


una persona o cosa de la percepción subjetiva de su impor­
tancia.

La imagen que nos formamos de un objeto humano


está, en gran medida, condicionada subjetivamente. En
la psicología práctica, por lo tanto, sería conveniente
hacer una rigurosa distinción entre la imagen o imago
de un hombre y su verdadera existencia. Debido a su
origen extremadamente subjetivo, el imago es con más
frecuencia una imagen de un complejo funcional sub­
jetivo que del objeto en sí. En el tratamiento analítico de
productos inconscientes, es esencial no suponer que el
imago es idéntico al objeto; es mejor tomarlo como una
imagen de la relación subjetiva con el objeto203.

Los imagos son consecuencia de experiencias personales


combinadas con imágenes arquetípicas del inconsciente co­
lectivo. Como todo lo inconsciente, se experimentan en la
proyección.

Mientras más limitado sea el campo de conciencia de


un hombre, mayor será el número de contenidos
psíquicos (imagos) que se le presenten como aparicio­
nes cuasi-externas, ya sea en forma de espíritus o como
poderes mágicos proyectados en personas vivas (magos,
brujas, etc.)204.

Incesto. Psicológicamente, anhelo regresivo de volver a la


seguridad de la infancia y juventud temprana.2

2":i “Definitions”. CW (S, par. 812.


2M “The function of the Unconscious". CW 7. par. 295.
100 LEXICON JUNGIANO

Jung interpretó las imágenes incestuosas en sueños y fan­


tasías no en forma concreta sino simbólicamente, como signos
de la necesidad de una nueva adaptación más de acuerdo con
los instintos. (Esto difería tan radicalmente del punto de vista
psicoanalítico, que lo llevó al rompimiento con Freud).

Mientras el niño permanezca en ese estado de identidad


inconsciente con la madre, seguirá ligado a la psique
animal y será tan inconsciente como ésta. El desarrollo
de la conciencia conduce inevitablemente no sólo a la
separación de la madre, sino a la separación del padre
y del resto del círculo familiar y así a un grado relativo
de separación del inconsciente y del mundo del ins­
tinto. Sin embargo, el anhelo por este mundo perdido
continúa, y cuando se requieren adaptaciones difíciles,
siempre existe la tentación de evadirse, retirarse, re­
gresar al pasado infantil, que luego empieza a arrojar el
simbolismo incestuoso2"5.

Cada vez que aparece [el] impulso de totalidad, empieza


por disfrazarse bajo el simbolismo del incesto, porque
a menos que la busque en sí mismo, la contraparte
femenina más cercana de un hombre se encuentra en
su madre, hermana o hija2"6.

Inconsciencia. Estado de funcionamiento psíquico caracte­


rizado por falta de control sobre los instintos e identificación
con los complejos.

'!M “Symbols of the Mother and of Rebirth" (Símbolos de la madre y del


renacimiento), CW 5, par. 351.
2116 “The Psychology of the Transference". CW 15, par. 471.
LEXICON JUNGIANO 101

Para el Logos, la inconsciencia es el pecado original, la


maldad misma2“7.

Un estado extremo de inconsciencia se caracteriza por


el predominio de procesos instintivos compulsivos,
cuyo resultado es inhibición descontrolada o total falta
de inhibición. Entonces, los acontecimientos dentro de
la psique son contradictorios y proceden en términos de
antítesis no-lógicas alternantes. En tal caso, el nivel de
conciencia es esencialmente el de un estado onírico.
Por otra parte, un alto grado de conciencia se caracte­
riza por una elevada percepción, preponderancia de la
voluntad, conducta racional dirigida y casi total ausen­
cia de determinantes instintivos. Así, el inconsciente se
encuentra en un nivel definitivamente animal. El pri­
mer estado carece de logros intelectuales y éticos, el
segundo carece de naturalidad2*8.

El mayor peligro de la inconsciencia es su inclinación


a la sugestión. El efecto de la sugestión se debe a la
liberación de una dinámica inconsciente, y mientras
más inconsciente sea, más eficaz será. En consecuencia,
el siempre creciente splitting entre lo consciente y lo
inconsciente aumenta el peligro de infección psíquica y
psicosis en masa209.

Inconsciente. Todos los fenómenos psíquicos que carecen de


la cualidad consciente. (Véase también inconsciente colectivo
e inconsciente personal).

jo? “Psychological Aspects of the Mother Archetype". CW !)i, par. 178.


2m “Psychological Factors in Human Behaviour", CW 8. par. 249.
2m “The Structure and Dynamics of the Self. CW 9ii. par. 390.
102 LEXICON JUNGIANO

El inconsciente... es la fuente de las fuerzas instintivas


de la psique y de las formas o categorías que las regu­
lan, es decir, los arquetipos210.

Para mí, el concepto del inconsciente es un concepto


exclusivamente psicológico, y no un concepto filosófico
de naturaleza metafísica. En mi opinión, el incons­
ciente es un concepto psicológico limítrofe, que cubre
todos los contenidos o procesos psíquicos inconscien­
tes, es decir, no relacionados con el ego en forma
perceptible. Mi justificación para hablar de la existencia
de procesos inconscientes se deriva simple y exclusiva­
mente de la experiencia211.

El inconsciente es vasto e inagotable. No es simplemente


lo desconocido o el depositario de pensamientos y emociones
conscientes que han sido reprimidos, sino que incluye conte­
nidos que se pueden hacer o se harán conscientes.

Definido así, el inconsciente describe un estado de cosas


extremadamente fluido: todo aquello que conozco pero
en lo cual no estoy pensando en este momento; todo
aquello de lo que otrora estuve consciente pero que he
olvidado; todo lo que mis sentidos perciben pero que mi
mente consciente no capta; todo lo que involuntaria e
inadvertidamente siento, pienso, recuerdo, quiero y
hago; todas las cosas futuras que están tomando forma
en mí y que en algún momento llegarán a la conciencia:
todo esto es el contenido del inconsciente212.

2I" “The Structure oí the Psyche”, CW 8, pár. 842.


211 “Definitions", CW 6, par. 837.
212 “On the Nature of the Psyche”. CW 8. par. 382.
I KXICON JUNGIANO 103

El inconsciente también contiene funciones “psicoides”


que no son capaces de llegar a la conciencia y de las cuales sólo
tenemos un conocimiento indirecto, como la relación entre
materia y espíritu.
Cuando el inconsciente se torna hiperactivo, ello se
percibe en síntomas que paralizan la acción consciente. Esto
tiende a ocurrir cuando se ignoran o reprimen factores in­
conscientes.

Entonces, las exigencias del inconsciente presionan


imperiosamente sobre la conciencia, provocando un de­
sastroso splitting que se manifiesta en una de estas
formas: o el sujeto ya no sabe lo que realmente quiere
y nada le interesa, o desea demasiadas cosas al mismo
tiempo y tiene demasiados intereses pero en cosas
imposibles213.

En general, la actitud compensatoria del inconsciente


opera para m antener el equilibrio psíquico.

Los procesos inconscientes que compensan al ego


consciente contienen todos aquellos elementos necesa­
rios para la autorregulación de la psique en conjunto.
A nivel personal, son las motivaciones personales no
reconocidas conscientemente que aparecen en los sue­
ños, o los significados de situaciones cotidianas que
hemos pasado por alto, o conclusiones que no hemos
podido sacar, o afectos que no nos hemos permitido, o
críticas que hemos evitado214.

21:1 “General Description of the Types”, CW 6, par. 573.


2U “The Function of the Unconscious”. CW 7. par. 275.
104 LEXICON JÜNC.IANO

En térm inos tipológicos, el inconsciente se manifiesta a


través de la actitud opuesta y de las funciones menos desa­
rrolladas. En el extravertido, el inconsciente tiene un matiz
subjetivo y una predisposición egocéntrica; en el introvertido,
puede aparecer como un vínculo compulsivo con personas y
cosas del mundo externo.
Jung atribuyó al inconsciente una función creativa, ya
que presenta a la conciencia contenidos necesarios para la
salud psicológica. Sin embargo, no es superior a la concien­
cia; sus mensajes (en sueños, impulsos, etc.) siempre deben
ser comunicados por el ego.

El inconsciente es inútil sin la mente humana. Siempre


busca sus propósitos colectivos y nunca nuestro destino
individual215.

La conciencia debe defender sus razones y protegerse,


y a la vida caótica del inconsciente también se le debe
dar la oportunidad de hacer lo que desea —tanto como
podamos soportar. Esto significa al mismo tiempo
abierto conflicto y abierta colaboración. Evidentemente,
así debe ser la vida humana. Es el viejo juego del
martillo y el yunque: entre ambos, el paciente-hierro es
forjado convirtiéndose en un todo indestructible, un
“individuo”*21'1.

Inconsciente colectivo. Capa estructural de la psique humana


que contiene elementos heredados, difiere del inconsciente
personal. (Véase también arquetipo e imagen arquetípica).

215 C.C. J u n g ¡jitte rs, vol. 1, p. 283.


2I" “Conscious, Unconscious, and Individuation" (Consciente, inconsciente e
individuación), CW 9i, par. 522.
LEXICON JUNCI ANO 105

El inconsciente colectivo contiene toda la herencia es­


piritual de la evolución de la humanidad, que nace
nuevamente en la estructura cerebral de cada indivi­
duo217*.

Jung derivó su teoría del inconsciente colectivo de la


ubicuidad de los fenómenos psicológicos que no podían ex­
plicarse en base a la experiencia personal. La actividad de la
fantasía inconsciente, por ejemplo, cae en dos categorías.

Primero, fantasías (incluyendo sueños) de carácter per­


sonal, que vuelven indiscutiblemente a experiencias
personales, cosas olvidadas o reprimidas, y por eso se
pueden explicar totalmente a través de la anamnesis in­
dividual. Segundo, fantasías (incluyendo sueños) de
carácter impersonal, que no pueden reducirse a expe­
riencias pasadas del individuo, y por eso no se pueden
explicar como algo adquirido individualmente. Estas
imágenes de la fantasía sin duda tienen sus análogos
más cercanos en los tipos mitológicos... Ya que estos
casos son tan numerosos, estamos obligados a suponer
la existencia de un sustrato psíquico colectivo, que yo
he llamado el inconsciente colectivo2'*.

El inconsciente colectivo —antes de entrar en deta­


lles— parece estar constituido por motivos mitológicos
o imágenes primordiales, razón por la cual los mitos de
todas las naciones son sus verdaderos exponentes. De
hecho, toda la mitología puede considerarse una es­
pecie de proyección del inconsciente colectivo... Por lo

217 “The Structure of the Psyche". CW 8. par. 3A2.


1,x "The Psychology of the Child Archetype”. CW !)i, par. 252.
106 LEXICON JUNCIANO

tanto, podemos estudiar el inconsciente colectivo de


dos maneras: en la mitología o en el análisis del indi­
viduo219.

Mientras mejor percibamos los contenidos del incons­


ciente personal, mayor será la revelación del rico estrato de
imágenes y motivos que contiene el inconsciente colectivo.
Esto produce una expansión de la personalidad.

De este modo, surge una conciencia que ya no está


aprisionada en el pequeño y extremadamente sensible
mundo personal del ego, sino que participa libremente
en el mundo más amplio de los intereses objetivos. Esta
conciencia ampliada ya no es ese quisquilloso y egoísta
conjunto de deseos, miedos, esperanzas y ambiciones
personales que siempre debe ser compensado o corre­
gido por las contratendencias inconscientes; más bien,
es una función de relación con el mundo de los objetos,
que conduce al individuo a una comunión absoluta,
valedera e indisoluble con el mundo en general220.

Inconsciente personal. Estrato personal del inconsciente,


difiere del inconsciente colectivo.

El inconsciente personal contiene recuerdos perdidos,


ideas dolorosas que están reprimidas (es decir, olvida­
das adrede), percepciones subliminales, a saber, percep­
ciones sensoriales que no fueron lo bastante fuertes
como para llegar a la conciencia, y finalmente, conte­
nidos que aún no están listos para la conciencia221.

219 “The Structure of the Psyche”, CW 8, pár. 325.


220 “The Function of the Unconscious", CW 7, pár. 275.
221 “The Personal and the Collective Unconscious” (El inconsciente personal y
colectivo), ibid., pár. 103.
LEXICON JUNGIANO 107

Individuación, Proceso de diferenciación psicológica, cuya


meta es el desarrollo de la personalidad individual.

En general, es el proceso mediante el cual se forman y


diferencian los seres individuales; en particular, es el
desarrollo del individuo psicológico como un ser dis­
tinto de la psicología colectiva general22-.

El objetivo de la individuación es nada menos que des­


pojar al sí mismo de los falsos atuendos de la persona,
por una parte, y del poder sugerente de las imágenes
primordiales, por otra222*.

La individuación es un proceso moldeado por el ideal


arquetípico de totalidad, que a su vez depende de la relación
vital entre ego e inconsciente. El objetivo no es dominar la
psicología personal, llegar a ser perfecto, sino familiarizarse
con ella. Así, la individuación implica una creciente per­
cepción de nuestra realidad psicológica única, incluyendo
fortalezas y limitaciones personales, y al mismo tiempo una
apreciación más profunda de la humanidad en general.

Como el individuo no es un ser solo y separado, sino


que su misma existencia presupone una relación co­
lectiva, se deduce que el proceso de individuación debe
conducir a relaciones colectivas más amplias e intensas,
y no al aislamiento224.

La individuación no nos cierra las puertas del mundo,


sino que reúne el mundo para sí225.

222 “Definitions", CW 6, pár. 757.


2í'' “The Function of the Unconscious", CW 7, pár. 269.
22'' "Definitions”. CW 6. pár. 758.
225 “On the Nature of the Psyche". CW 8. pár. 482.
108 LEXICON JUNGIANO

La individuación tiene dos aspectos principales: en pri­


mer lugar, es un proceso interno y subjetivo de integra­
ción, y en segundo término, es un proceso igualmente
indispensable de relación objetiva. Ninguno puede existir
sin el otro, aunque a veces uno de los dos predomina226.

Sin embargo, la individuación y una vida guiada por va­


lores colectivos constituyen dos destinos divergentes. Según
Jung, se relacionan entre sí por la culpa. Quien emprende el
camino personal, hasta cierto punto se aparta de los valores
colectivos, pero no por eso pierde aquellos aspectos de la psi­
que inherentem ente colectivos. Para compensar esta “deser­
ción”, el individuo es obligado a crear algo que vaya en be­
neficio de la sociedad.

La individuación nos separa del ajuste personal y, por lo


tanto, de la colectividad. Esa es la culpa que el in­
dividuando deja tras de sí para el mundo, ésa es la culpa
que debe tratar de redimir. Debe ofrecer un rescate en
lugar de sí mismo, es decir, debe entregar valores que sean
un sustituto equivalente a su ausencia en la esfera per­
sonal colectiva. Sin esta producción de valores, la indi­
viduación final es inmoral y —más que eso— suicida...
El individuando no tiene motivo a priori para re­
clamar ningún tipo de consideración. Debe contentarse
con cualquier consideración que fluya hacia él desde
afuera en virtud de los valores que él crea. La sociedad
tiene el derecho y el deber de condenar al individuando
si deja de crear valores equivalentes227.

'n " "The Psychology of the Transference". CW 16. par. 448.


227 “Adaptation, Individuation, Collectivity" (Adaptación, individuación,
colectividad), CW 18. pars. 1095f.
LEXICON JUNGIANO 109

La individuación difiere del individualismo en que la


primera se desvía de las normas colectivas pero sigue respe­
tándolas, mientras el individualismo las evita totalmente.

El conflicto real con la norma colectiva sólo surge


cuando el camino individual se convierte en norma,
que es el verdadero objetivo del individualismo extre­
mo. Naturalmente, este objetivo es patológico y enemi­
go de la vida. Por consiguiente, no tiene nada que ver
con la individuación, que, aunque pueda emprender un
camino individual, precisamente por esto necesita la
norma para su orientación en la sociedad y para la
relación vitalmente necesaria del individuo con la socie­
dad. Por lo tanto, la individuación conduce a un aprecio
natural de la norma colectiva228.

El proceso de individuación, conscientemente persegui­


do, lleva a la percepción del sí mismo como una realidad
mayor que el ego. Por eso, la individuación es esencialmente
diferente del simple proceso de tomar conciencia.

La meta del proceso de individuación es la síntesis del


sí mismo22'-’.

Una y otra vez veo que el proceso de individuación se


confunde con la toma de conciencia del ego y que en
consecuencia el ego se identifica con el sí mismo, lo
que naturalmente produce una confusión conceptual
sin destino. Entonces, la individuación sólo es egocen­
trismo y autoerotismo. Pero el sí mismo comprende

m “Definitions", CW 6, par. 761.


“The Psychology of the Child Archetype". CW 9i. par. 278.
110 LEXICON JIINCIANO

una infinidad de cosas más que el mero ego, como des­


de antaño lo ha demostrado el simbolismo. Es tanto el
sí mismo propio, y todos los demás sí mismos, como
también el ego2,10.

Según Jung, nadie está nunca completamente indivi­


duado. Mientras la meta sea la totalidad y una sana relación
de trabajo con el sí mismo, el verdadero valor de la individua­
ción reside en lo que va ocurriendo en el camino.

La meta es importante sólo como una idea; lo esencial


es el opus que conduce a la meta: ése es el objetivo de
toda una vida2".

Individual. Unico y distinto a todos los demás, diferente de


lo colectivo. (Véase también individualidad).

Debe hacerse una distinción entre individualidad e


individuo. El individuo está determinado, por una par­
te, por el principio de unicidad y singularidad, y por otra,
por la sociedad a la cual pertenece. Es un eslabón in­
dispensable en la estructura social232.

Lo individual es precisamente aquello que nunca puede


fusionarse con lo colectivo y nunca es idéntico a éste233.

Cuanto más grande sea una comunidad y cuanto más


descanse en prejuicios conservadores nocivos para la

3:1,1 "Qn (he Nature of the Psyche”. CW 8. par. 432.


2:11 "The Psychology of the Transference". CW 16, par. 400.
3:13 "The Structure of the Unconscious". CW 7, par. 519.
3:1:1 Ibid., par. 485.
LEXICON JUNGIANO 111

individualidad la suma total de factores colectivos pecu­


liares de cada comunidad grande, mayor será el aplas­
tamiento moral y espiritual del individuo, y como resul­
tado, se ahogará la única fuente de progreso moral y
espiritual de la sociedad23'1.

El punto de vista individual no se opone a las normas


colectivas, pero tiene una orientación diferente.

El estilo individual nunca puede estar en directa opo­


sición a la norma colectiva, porque el opuesto de la
norma colectiva sólo podría ser otra norma, aunque
contraria. Pero, por definición, el estilo individual jamás
puede ser una norma2'15.

Según Jung, la supervivencia de un individuo dentro de


un grupo depende no sólo del autoconocimiento psicológico,
sino también de la experiencia personal de una verdad su­
perior.

El individuo sólo encontrará una justificación real para


su existencia y su propia autonomía espiritual y moral
en un principio extramundano capaz de relativizar la
abrumadora influencia de los factores externos... Para
esto necesita la evidencia de experiencias internas tras­
cendentes que solas puedan protegerlo del inevitable
hundimiento en la masa que se produciría de no ser*

2M “The Assimilation of the Unconscious” (Asimilación del inconsciente), ibid.,


pár. 240.
2:B “Definitions", CW 6. par. 7(>1.
** "The Undiscovered Self’, CW 10, par. 511.
112 LEXICON JUNGIANO

Sólo el hombre cuya individualidad está tan bien orga­


nizada como la propia masa, puede resistir a la masa
organizadatT‘.

Individualidad. Cualidades o características que distinguen a


una persona de otra. (Véase también personalidad).

Para mí, individualidad significa la peculiaridad y sin­


gularidad del individuo en cada aspecto psicológico.
Todo lo que no es colectivo es individual, de hecho, todo
lo que pertenece sólo a un individuo y no a un grupo
más grande de individuos238.

El individuo psicológico, o su individualidad, tiene una


existencia inconsciente a priori, pero existe conscien­
temente sólo mientras esté presente una conciencia de
su naturaleza peculiar... Para llevar la individualidad a
la conciencia, es decir, para sacarla del estado de iden­
tidad con el objeto, es necesario un proceso consciente
de diferenciación o individuación239.

En la psique indiferenciada, la individualidad se identi­


fica subjetivamente con la persona, pero en realidad está
poseída por un aspecto interno no reconocido de uno mismo.
En tales casos, la propia individualidad comúnm ente se per­
cibe en otra persona, a través de la proyección. Si esta situa­
ción se torna intolerable para la psique, aparecen imágenes
apropiadas en un intento de compensar.*2

2:17 Ibid., par. 540 (cursiva en el original).


2:b “Definitions", CW tí, par. 756.
2*' Ibid., par. 755.
LEXICON JUNGIANO 113

Esto... frecuentemente da origen en los sueños al sím­


bolo del embarazo psíquico, símbolo que se remonta a
la imagen primordial del nacimiento del héroe. El niño
que ha de nacer representa la individualidad, que,
aunque está presente, aún no es consciente240.

Individualismo. Fe en la supremacía de los intereses indivi­


duales sobre los colectivos, no debe confundirse con indivi­
dualidad o individuación.

Individualismo significa enfatizar y destacar deliberada­


mente alguna supuesta peculiaridad antes que consi­
deraciones y obligaciones colectivas. Pero individuación
significa precisamente un mejor y más completo logro
de las cualidades colectivas del ser humano, ya que una
consideración adecuada de la peculiaridad del individuo
conduce a un mejor desempeño social que cuando la
peculiaridad es negada o suprimida.
...Ya que los factores universales sólo aparecen en for­
ma individual, una consideración completa de ellos
también producirá un efecto individual, que no puede
ser sobrepasado por nada, y menos aún por el indivi­
dualismo241.

Inflación. Estado mental caracterizado por un sentido exage­


rado de engreimiento, a menudo compensado con sentim ien­
tos de inferioridad. (Véase tam bién inflación negativa y
personalidad-mana).
La inflación, ya sea positiva o negativa, es un síntoma de

2W Ibid., par. 806.


«i -The Function of the Unconscious", CW 7, pars. 267f.
114 LEXICON JUNGIANO

posesión psicológica, que indica la necesidad de asimilar


complejos inconscientes o desidentificarse del sí mismo.

Una conciencia inflada siempre es egocéntrica y sólo re­


conoce su propia existencia. Es incapaz de aprender del
pasado, incapaz de comprender eventos contemporáneos
e incapaz de sacar conclusiones acertadas sobre el futuro.
Está hipnotizada consigo misma, y por lo tanto, no se
puede razonar con ella. Se condena inevitablemente a
calamidades que han de darle muerte. Paradójicamente,
la inflación es una regresión de la conciencia al incons­
ciente. Esto ocurre cada vez que la conciencia asume
demasiados contenidos inconscientes y pierde la facultad
de discriminar, el sine qua non de toda conciencia242.

(La inflación) no debe ser interpretada como... una


autoexaltación consciente. Eso está lejos de ser la regla.
En general, no estamos directamente conscientes de
esta condición en lo absoluto, pero, en el mejor de los
casos, podemos inferir indirectamente su existencia por
los síntomas. Estos incluyen las reacciones de nuestro
ambiente inmediato. La inflación magnifica el punto
ciego del ojo243.

Inflación negativa. Mala opinión poco realista de uno mismo,


debido a la identificación con el lado negativo de la sombra.
(Véase también inflación).

Cada vez que aparece una sensación de inferioridad


moral, ello indica no sólo la necesidad de asimilar un

2,12 “Epilogue" (Epílogo), CW 12, par. 563.


24:! “The Self', CW 9¡¡, pár. 44.
LEXICON JUNGIANO 115

componente inconsciente, sino también la posibilidad


de tal asimilación244.

Instinto. Impulso involuntario hacia ciertas actividades. (Véa­


se también arquetipo e imagen arquetípica).

Todos los procesos psíquicos cuya energía no está bajo


control consciente son instintivos245.

Los instintos con su fuerza original pueden convertir la


adaptación social en algo casi imposible246.

El instinto no es una cosa aislada, ni se puede aislar en


la práctica. Siempre acarrea contenidos arquetípicos de
naturaleza espiritual, que al mismo tiempo son su base
y su limitación. En otras palabras, un instinto está
siempre e inevitablemente acoplado con algo como una
filosofía de vida, por arcaica, oscura y confusa que sea.
El instinto estimula el pensamiento, y si un hombre no
piensa por su propia cuenta, llega al pensamiento com­
pulsivo, pues los dos polos de la psique, el psicológico
y el mental, están indisolublemente conectados247.

Los procesos psíquicos com únm ente controlados por la


conciencia pueden volverse instintivos cuando se les imbuye
energía inconsciente. Esto tiende a ocurrir cuando el nivel de
conciencia está bajo, debido a fatiga, intoxicación, depresión,
etc. A la inversa, los instintos pueden modificarse según el

2" “The Personal and the Collective Unconscious”, CW 7. par. 218.


2,,s “Definitions”, CW 6, par. 765.
2« "The Trascendent Function”, CW 8, par. 161.

247 “Psychotherapy and a Philosophy of Life”. CW 16. par. 185.


116 LEXICON JUNGIANO

grado en que han sido civilizados y controlados consciente­


mente, proceso que Jung llamó psiquización.

Un instinto que ha sufrido demasiada psiquización, ,


puede vengarse apareciendo como un complejo autóno­
mo. Esta es una de las principales causas de neurosis248.

El exceso de animalidad distorsiona al hombre civili­


zado, el exceso de civilización enferma a los animales249.

Jung identificó cinco grupos principales de factores


instintivos: creatividad, reflexión, actividad, sexualidad y
hambre.
El hambre es un instinto primario de autoconservación,
quizás el más fundam ental de todos los im pulsos. La
sexualidad está en un cercano segundo lugar, con una es­
pecial tendencia a la psiquización, lo que permite desviar su
energía puramente biológica hacia otros canales. El impulso
de actividad se manifiesta en viajes, gusto por los cambios,
impaciencia y juegos. En la reflexión, Jung incluyó la ne­
cesidad religiosa y la búsqueda de significado.
Para Jung, la creatividad tiene una categoría propia. Sus
descripciones de ella se refieren específicamente al impulso
de crear arte.

Aunque no podemos clasificarlo con un alto grado de


precisión, el instinto creativo es algo que merece una
mención especial. No sé si “instinto” es la palabra
correcta. Usamos el término “instinto creativo” porque
este factor se comporta, al menos dinámicamente, co-

m “Psychological l'actors in Human Behaviour”, CW 8. par. 255.


m “The Eros Theory”. CW 7, par. 82.
LEXICON JUNCIANO 117

mo un instinto. Al igual que el instinto, es compulsivo,


pero no es común ni es una organización fija e inva­
riablemente heredada. Por lo tanto, prefiero designar al
impulso creativo como un factor psíquico de naturaleza
similar al instinto, teniendo realmente una conexión
muy estrecha con los instintos, pero sin ser idéntico a
ninguno de ellos. Sus conexiones con la sexualidad son
un problema muy discutido y. además, tiene mucho en
común con el impulso de actividad y el instinto re­
flexivo. Pero también puede eliminarlos o ponerlos a su
servicio hasta la autodestrucción del individuo. La
creación es tanto destrucción como construcción250.

Jung también pensaba que la verdadera creatividad sólo


podía florecer a través del proceso analítico.

El poder creativo es más poderoso que el que lo posee.


De no ser así, es algo débil que, bajo condiciones favo­
rables, fomentará un talento atractivo, pero nada más.
Si, por otra parte, es una neurosis, a menudo bastará
una palabra o una mirada para que la ilusión se haga
humo... La enfermedad nunca ha alentado el trabajo
creativo; al contrario, es el obstáculo más temible para
la creación. La verdadera creatividad nunca puede ser
destruida por ninguna represión, así como el incons­
ciente nunca puede ser agotado por ningún análisis251.

El instinto y el arquetipo constituyen un par de opues­


tos, unidos inextricablemente, y por lo tanto, a menudo di­
fíciles de distinguir.

2511 “Psychological Factors in Human Behaviour”, CW 8, par. 245.


251 “Analytical Psychology and Education”, CW 17, par. 206.
118 LEXICON JUNCIANO

Los procesos psíquicos parecen ser péndulos de energía


que fluyen entre espíritu e instinto, aunque sigue ocul­
to en la oscuridad el asunto de si un proceso debe ser
descrito como espiritual o instintivo. Tal evaluación o
interpretación depende completamente del punto de
vista o estado de la mente consciente252.

Cuando la conciencia se espiritualiza excesivamente,


desviándose demasiado de su base instintiva, los procesos
autorreguladores de la psique se activan en un intento por
recuperar el equilibrio. Esto a menudo se señala en los sue­
ños a través de símbolos animales, especialmente serpientes.

La serpiente representa el mundo del instinto, espe­


cialmente aquellos procesos vitales psicológicamente
menos accesibles. Los sueños con serpientes siempre
indican una discrepancia entre la actitud de la mente
consciente y el instinto, siendo la serpiente una per­
sonificación del aspecto amenazante de ese conflicto252.

Introspección. Proceso de reflexión centrado en reacciones,


patrones de conducta y actitudes personales. (Véase también
meditación).
La diferencia entre introspección e introversión es que
esta última se refiere a la dirección en que se mueve natural­
mente la energía, mientras la primera se refiere al auto-
examen. Ni los introvertidos ni aquellos con una función de
pensamiento bien desarrollada tienen el monopolio de la in­
trospección.*

252 “On the Nature of the Psyche”, CW 8, par. 407.


** “The Sacrifice", CW 5, par. 615.
LEXICON JUNCIANO 119

Introversión. Modo de orientación psicológica donde el mo­


vimiento de la energía es hacia el mundo interno. (Compá­
rese con extraversión).

Cualquier persona cuya actitud sea introvertida, piensa,


siente y actúa de un modo que demuestra claramente
que el sujeto es el principal factor motivador y que el
objeto tiene una importancia secundaria254.

El siempre tiene que demostrar que todo lo que hace


descansa en sus propias decisiones y convicciones, y
jamás porque está influenciado por alguien o por deseos
de agradar o conciliar a alguna persona u opinión255.

Una conciencia introvertida se da cuenta perfectamente


de las condiciones externas, pero no está motivada por ellas.
El introvertido extremo responde principalmente a impre­
siones internas.

En reuniones masivas se siente solo y perdido. Mientras


mayor es la multitud, mayor es su resistencia. No está
en lo más mínimo “ahí” y no le gustan las entusiastas
fiestas informales. No es sociable. Lo que hace, lo hace
a su modo, protegiéndose de las influencias externas...
En condiciones normales, es pesimista y se preocupa,
porque el mundo y los seres humanos no tienen la más
mínima bondad y lo aplastan...
Su mundo propio es un puerto seguro, un jardín
bien cuidado y protegido, cerrado al público y escondido
de ojos entrometidos. Su mejor compañía es él mismo255.

r '' “Definitions”, CW 6, par. 7(59.


255 “Psychological Types”, ibid., par. 893.
2» “Psychological Typology", ibid., pars. 976f.
120 LEXICON JIJNGIANO

En un niño, la introversion se manifiesta en una actitud


reflexiva, pensativa y en una resistencia a las influencias
externas.

El niño desea actuar independientemente, y bajo nin­


guna circunstancia se someterá a una regla ajena que
él no pueda comprender. Cuando hace preguntas, no es
por curiosidad o deseo de crear una sensación, sino
porque quiere nombres, significados, explicaciones que
lo protejan subjetivamente del objeto257.

La actitud introvertida tiende a desvalorizar cosas y per­


sonas, a negar su importancia. Así, a través de la compensa­
ción, la introversión extrema lleva a un reforzamiento in­
consciente de la influencia del objeto. Esto se siente como
una atadura, con reacciones emocionales concomitantes, a
circunstancias externas o a otra persona.

La libertad de pensamiento del individuo es encadenada


por la ignominia de su dependencia económica, su li­
bertad de acción tiembla frente a la opinión pública, su
superioridad moral se desploma en un pantano de re­
laciones inferiores, y su deseo de dominar termina en
un lamentable anhelo de ser amado. Ahora es el incons­
ciente el que asume la relación con el objeto, y lo hace
de tal manera que arruina por completo la ilusión de
poder y la fantasía de superioridad258.

Una persona en esta situación se desgasta en inútiles


intentos de imponer su voluntad.*281

257 “Psychological Types", ibid., par. 897.


281 "General Description of the Types", ibid., par. 626.
LEXICON JUNGIANO 121

Estos esfuerzos se ven constantemente frustrados por


las abrumadoras impresiones recibidas del objeto. Este
se impone continuamente contra su voluntad, le pro­
voca las reacciones emocionales más desagradables e
incurables y lo persigue a cada paso. Para seguir fun­
cionando, es necesario mantener siempre una tremenda
lucha interna. La forma típica que adopta su neurosis
es la psicastenia, enfermedad que se caracteriza por una
sensibilidad extrema y por una gran tendencia al ago­
tamiento y fatiga crónica25'1.

En casos menos extremos, los introvertidos son simple­


mente más conservadores, prefiriendo el ambiente familiar
del hogar y momentos íntimos con algunos amigos cercanos;
guardan su energía y prefieren quedarse en un lugar fijo.
Hacen sus mejores obras con sus propios recursos, a su modo
y por iniciativa propia.

Su retraimiento no es una renuncia al mundo, sino una


búsqueda de quietud, ya que sólo así le es posible hacer
su aporte a la vida de la comunidad2“’.

Introyección. Proceso de asimilación del objeto al sujeto,


opuesto a la proyección.

La introyección es un proceso de extraversión, ya que


la asimilación del objeto requiere empatia y entrega de
libido al objeto. Se puede distinguir una introyección
pasiva y otra activa: el fenómeno de transferencia en el
tratamiento de la neurosis pertenece a la primera ca-

Ibid.
-™ “Psychological Typology", ibid., par. 979.
122 LEXICON JUNGIANO

tegoría, y en general, todos los casos en que el objeto


ejerce una fuerte influencia en el sujeto, mientras la
empatia como proceso de adaptación pertenece a la
segunda categoría261.

Intuición. Función psíquica que percibe las posibilidades


inherentes al momento presente. (Compárese con sensación).

La intuición da perspectiva e insight; se deleita en el


jardín de las posibilidades mágicas como si fueran
reales262*.

En el modelo de tipología de Jung, la intuición, al igual


que la sensación, es una función irracional, porque su aprehen­
sión del mundo se basa en la percepción de hechos dados. Sin
embargo, a diferencia de la sensación, percibe vía el incons­
ciente y no depende de la realidad concreta.

En la intuición, un contenido se presenta entero y com­


pleto, sin que seamos capaces de explicar o descubrir
cómo se originó dicho contenido. La intuición es un
tipo de aprehensión instintiva, sin importar los conte­
nidos... El conocimiento intuitivo posee certeza y
convicción intrínsecas2“ .

La intuición puede recibir información desde adentro


(por ejemplo, como un insight de origen desconocido) o ser
estimulada por algo que le ocurre a otra persona.

261 “Definitions", ibid., pár. 768.


262 “The Psychology of the Transference". CW 16, par. 492.
20 "Definitions", CW 6, par. 770.
LEXICON JUNC.IANO 123

Lo primero es una percepción de información psíquica


inconsciente que se origina en el sujeto, lo segundo es
una percepción de información dependiente tanto de
percepciones subliminales del objeto como de los
sentimientos y pensamientos que evocan204.

Irracional. No basado en la razón. (Compárese con racional).


Jung señaló que los hechos existenciales elementales
caen dentro de esta categoría — por ejemplo, que la tierra
tiene una luna, que el cloro es un elemento o que el agua se
congela a cierta temperatura y alcanza su máxima densidad
a cuatro grados centígrados. Son irracionales no porque sean
ilógicos, sino porque están más allá de la razón.
En el modelo de tipología de Jung, las funciones psi­
cológicas de intuición y sensación se describen como irra­
cionales.

Tanto la intuición como la sensación son funciones que


encuentran satisfacción en la percepción absoluta del
flujo de los eventos. Así, por su misma naturaleza, reac­
cionarán ante cada acontecimiento posible y estarán
sintonizadas con lo absolutamente contingente, y por lo
tanto, deben carecer de toda dirección racional. Por
esta razón, las Hamo funciones irracionales, en oposi­
ción al pensamiento y al sentimiento, que sólo encuen­
tran satisfacción cuando están en completa armonía
con las leyes de la razón*265.

El mero hecho de que (los tipos irracionales! subordi­


nen el juicio a la percepción, no justifica que sean

2* Ibid., pár. 771.


265 Ibid., pars. 776Í.
124 LEXICON JUNGIANO

considerados “no razonables”. Sería más correcto decir


que están en el máximo nivel empírico. Se basan
completamente en la experiencia26®.

Libido. Energía psíquica en general. (Véase también final).

La libido sólo puede ser aprehendida bajo una forma


definida; es decir, es idéntica a las imágenes de la fan­
tasía. Y sólo podemos liberarla de las garras del incons­
ciente produciendo las correspondientes imágenes de la
fantasía267.

Jung distanció específicamente su concepto de la libido


del de Freud, para quien tenía un significado predominan­
temente sexual.

Todos los fenómenos psicológicos pueden ser conside­


rados manifestaciones de la energía, al igual que todos
los fenómenos físicos han sido entendidos como ma­
nifestaciones energéticas desde que Robert Mayer des­
cubriera la ley de conservación de la energía. Subjetiva
y psicológicamente, esta energía es concebida como
deseo. Yo la llamo libido, usando la palabra en su sen­
tido original, que de ninguna manera es sólo sexual268.

[La libido] indica un deseo o impulso que no es refre­


nado por ningún tipo de autoridad, ya sea moral u otra.
La libido es apetito en su estado natural. Desde el punto
de vista genético, son necesidades físicas como el ham-

21.6 “General Description oí the Types", ibid., par. BIß.


21.7 "The Technique of Differentiation”, CW 7, par. 345.
m “Psychoanalysis and Neurosis”. CW 4, pár. 5B7.
LEXICON JUNGIANO 125

bre, la sed, el sueño y el sexo, y estados emocionales o


afectos, que constituyen la esencia de la libido269.

De acuerdo con su opinión de que la psique es un siste­


ma autorregulador, Jung asoció la libido con la intencio­
nalidad. Ella “sabe” hacia dónde debe dirigirse para la salud
general de la psique.

La libido tiene, por así decirlo, una inclinación natural:


es como el agua, que necesita un declive para fluir270.

Cuando falta libido (depresión), es porque ha retrocedido


(regresión) para activar contenidos inconscientes, teniendo
como objetivo compensar las actitudes de la conciencia. La
poca energía que queda, se resiste a ser usada en una direc­
ción conscientemente elegida.

No podemos transferir a voluntad la energía “disponible”


a un objeto elegido racionalmente. En general, ocurre lo
mismo con la energía aparentemente disponible que se
libera cuando hemos destruido sus formas inservibles a
través de la corrosión del análisis reductivo. A lo más,
puede ser usada voluntariamente sólo por un corto pe­
ríodo de tiempo. Pero en la mayoría de los casos, se
niega a asirse de las posibilidades racionalmente pre­
sentadas. La energía psíquica es algo muy fastidioso que
insiste en el cumplimiento de sus propias condiciones.
Por mucha energía que haya, no podemos utilizarla
mientras no encontremos la pendiente correcta271.*371

2W "The Concept oí Libido" (lil concepto de libido). CW 5, par. lí)4.


3711 “Symbols oí the Mother and oí Rebirth", ibid., pár. 337.
371 “The Problem of the Attitude-Type". CW 7. par. 76.
126 l-EXICON JUNCIANO

En tal situación, la tarea del análisis es descubrir la


inclinación natural de la energía de la persona.

¿Qué es, en este momento y en este individuo, aquello


que representa el impulso natural de vida? Esa es la
pregunta272.

Logos. Principio de lógica y estructura, tradicionalm ente


asociado con el espíritu, el mundo paterno y la imagen divi­
na. (Véase también ánimus y Eros).

No hay conciencia sin discriminación de los opuestos.


Este es el principio paterno, el Logos, que lucha eterna­
mente para liberarse de la tibieza y oscuridad originales
del útero materno; en una palabra, de la inconsciencia273.

En sus primeros escritos, Jung intuitivamente igualó la


conciencia masculina con el concepto de Logos y la concien­
cia femenina con el de Eros. Cualquiera de los dos podía ser
dominante en un hombre o mujer en particular, debido a los
complejos contrasexuales.

Para mí, Logos significaba discriminación, juicio,


insight, y Eros, capacidad para relacionarse. Consideré
ambos conceptos como ideas intuitivas que no se pue­
den definir exacta ni detalladamente. Desde el punto de
vista científico, esto es lamentable, pero desde un punto
de vista práctico, tiene valor, ya que ambos conceptos
delimitan un campo de experiencia que es igualmente
difícil de definir.

m “The Structure of the Unconscious”, ibid., par. 488.


m “Psychological Aspects of the Mother Archetype”, CW 9i, par. 178.
LEXICON JUNG)ANO 127

Resulta difícil hacer una proposición psicológica


sin tener que revertiría de inmediato, pues los casos
opuestos saltan a la vista enseguida: hombres a quienes
no les interesa en absoluto la discriminación, el juicio y
el insight, y mujeres que muestran una pericia casi
excesivamente masculina en cuanto a esto... Dondequie­
ra que exista esto, descubrimos una intromisión forzada
del inconsciente, la correspondiente exclusión de la
conciencia específica de cada sexo, predominio de la
sombra y de la contrasexualidad274.

En su posterior escrito sobre alquimia, Jung describió a


Logos y a Eros como psicológicamente equivalentes a la con­
ciencia solar y lunar, ideas arquetípicas análogas a los con­
ceptos orientales de yang y yin — diferentes cualidades de la
energía. Esto no cambió su opinión de que Eros era más
“específico” de la conciencia femenina y Logos de la mascu­
lina. Así, atribuyó el Eros de un hombre a la influencia del
ánima, y el Logos de una mujer a la influencia del ánimus.

En un hombre y en una mujer, lo que influye en máxi­


mo grado sobre la conciencia es el ánima lunar y el
ánimus solar, respectivamente. Aun cuando un hombre
a menudo no se percata de su propia posesión del áni­
ma, sí percibe, por razones obvias, en forma muy vivida
la posesión del ánimus de su esposa, y viceversa275.

Mandala. Véase cuaternidad y témenos.

Masculino. Véase ánimus y Logos.

“The Personification of the Opposites”. CW 14, pars. 224f.


275 Ibid., par. 225.
128 LEXICON JUNGIANO

Matrimonio sagrado. Véase coniunctio.

Mecanicista. Véase causal, nivel objetivo y reductivo.

Meditación. Técnica de introspección concentrada.


Jung distinguió entre la meditación practicada en Orien­
te o en los ejercicios religiosos tradicionales de Occidente, y
su uso como herramienta de autoconocimiento, especialmen­
te en la percepción de proyecciones.

El antiguo arte de la meditación se practica poco hoy


en día, y sólo en círculos religiosos o filosóficos, donde
el tema es elegido subjetivamente por el meditador o im­
puesto por un instructor, como en la Exercitia ignaciana
o en ciertos ejercicios teosóficos desarrollados bajo in­
fluencia india. Estos métodos son valiosos sólo para
aumentar la concentración y consolidar la conciencia,
pero no influyen en una síntesis de la personalidad. Al
contrario, su objetivo es proteger a la conciencia del
inconsciente y eliminarlo276.

Cuando la meditación concierne a los productos objeti­


vos del inconsciente que llegan a la conciencia espon­
táneamente, une a la conciencia con contenidos que no
provienen de una cadena causal consciente sino de un
proceso esencialmente inconsciente... Se proyecta parte
de los contenidos inconscientes, pero la proyección no
es reconocida como tal. Para establecer la existencia de
las proyecciones, son necesarias la meditación o intros­
pección crítica y la investigación objetiva del objeto. Si
el individuo debe autoevaluarse, es esencial que reco-

m “The Conjunction”, ibid., pár. 70S.


LEXICON JUNCilANO 129

nozca sus proyecciones, ya que éstas falsean la natura­


leza del objeto y además contienen items que pertene­
cen a su propia personalidad y que deben ser integrados
a ella277.

Método catártico. Enfoque confesional para tratar neurosis,


que implica la abreacción de emociones asociadas con un
trauma.

A través de la confesión me arrojo nuevamente a los


brazos de la humanidad, libre al fin del peso del exilio
moral. El objetivo del método catártico es la confesión
total —no sólo el reconocimiento intelectual de los
hechos, sino su confirmación por medio del corazón y
la verdadera liberación de la emoción reprimida278.

Jung reconoció el valor terapéutico de la catarsis, pero a


poco comenzar su carrera, se dio cuenta de sus limitaciones
en el proceso de análisis.

La psicología moderna habría permanecido en la etapa


de confesión si la catarsis hubiese resultado una pana­
cea. Sin embargo, antes que nada, no siempre se puede
lograr que los pacientes se acerquen al inconsciente lo
suficiente como para que perciban las sombras... Ya
tienen bastantes cosas que confesar; no necesitan di­
rigirse hacia el inconsciente para eso27!’.

Mito. Declaración colectiva involuntaria basada en una ex­


periencia psíquica inconsciente.

277 Ibid., pár. 71».


m “Problems of Modern Psychotherapy”. CW 1Ö, par. 134.
2W Ibid., pár. 137.
130 LEXICON JUNCIANO

La mentalidad primitiva no inventa mitos, los vivencia.


Los mitos son revelaciones originales de la psique pre­
consciente... Muchos de estos procesos inconscientes
pueden ser provocados indirectamente por la concien­
cia, pero nunca por una elección consciente. Otros pa­
recen surgir espontáneamente, es decir, sin una causa
consciente perceptible o demostrable280.

Motivo. Véase imagen arquetípica.

Neurosis. Crisis psicológica debido a un estado de desunión


consigo mismo, o más formalmente, leve disociación de la
personalidad debido a la activación de complejos. (Véase
también adaptación, autorregulación de la psique y con­
flicto).

Cualquier incompatibilidad de carácter puede causar


disociación, y un splitting demasiado grande entre las
funciones de pensamiento y de sentimiento, por ejem­
plo, ya es una neurosis leve. Cuando uno no está del
todo conforme consigo mismo... se va acercando a un
estado neurótico281.

Toda neurosis se caracteriza por disociación y conflicto,


contiene complejos y muestra señales de regresión y
abaissement2S2.

Según Jung, un brote de neurosis tiene un fin determi­


nado, es una oportunidad para darnos cuenta de quienes

®*" "The Psychology of the Child Archetype", CW 9i, par. 261.


»i "'fhe Tavistock Lectures” (Conferencias de Tavistock), CW 18, par. 383.
■la “Analytical Psychology and Education”. CW 17, par. 204.
LEXICON JUNGIANO 131

somos en oposición a quienes creemos ser. Al trabajar los


síntom as que invariablemente acompañan a una neurosis
— angustia, miedo, depresión, culpa y especialmente con­
flicto— , nos percatamos de nuestras limitaciones y descu­
brimos nuestras verdaderas fortalezas.

En muchos casos debemos decir: “Gracias a Dios se de­


cidió a ser neurótico’’. La neurosis es realmente un
intento de autosanación... Es un intento del sistema
psíquico autorregulador para restablecer el equilibrio, y
cumple la misma función que los sueños —sólo que es
bastante más fuerte y drástico283.

Yo mismo he conocido a más de una persona que debía


todo su provecho y razón de vivir a una neurosis, que
le evitó locuras mucho peores y la forzó a un modo de
vida que desarrolló sus valiosas potencialidades. Estas
podrían haber sido ahogadas si la neurosis, con mano
de hierro, no las hubiera conducido al lugar donde per­
tenecían284.

En cualquier falla del funcionam iento consciente, la


energía retrocede y se activan contenidos inconscientes en un
intento por compensar la unilateralidad de la conciencia.

Las neurosis, como todas las enfermedades, son sínto­


mas de desajuste. Debido a algún obstáculo —debilidad
o defecto físico, mala educación, experiencias negativas,
actitudes inadecuadas, etc.—, uno evade las dificultades
que presenta la vida y así retrocede al mundo de la

*° "The Tavistock Lectures”, CW 18. par. 389.


m “The Problem of the Attitude-Type", CW 7. par. (58.
132 LEXICON JUNGIANO

infancia. El inconsciente compensa esta regresión pro­


duciendo símbolos que, al ser comprendidos objeti­
vamente, es decir, a través de la investigación compa­
rativa, reactivan las ideas generales que son la base de
todos los sistemas naturales de pensamiento. De este
modo, se produce un cambio de actitud que conecta la
disociación entre el hombre que es y el hombre que
debiera ser285.

Jung llamó energética o final a su actitud frente a la neu­


rosis, ya que se basa en la progresión potencial de la ener­
gía antes que en las razones causales o mecanicistas de su re­
gresión. Estas dos ideas no son incompatibles sino más bien
complementarias: el enfoque mecanicista busca en el pasado
la causa del malestar psíquico del presente; Jung se concen­
tró en el presente con miras a las posibilidades futuras.

Ya no busco la causa de una neurosis en el pasado, sino


en el presente. Pregunto, ¿cuál es la tarea esencial que
el paciente no realizará?288.

En todos los casos de trastornos psíquicos no basta


llevar a la conciencia las causas supuestas o reales. El
tratamiento incluye la integración de los contenidos
que se han disociado de la conciencia287.

Jung no discutió la teoría freudiana'que establece que,


andando el tiempo, las fijaciones edípicas se pueden manifes­
tar como neurosis. Reconoció que ciertos períodos de la vida,25*7

2S5 “The Philosophical Tree”, CW 13, par. 473.


“Psychoanalysis and Neurosis”. CW 4, par. 570.
257 "The Philosophical Tree”, CW 13, par. 404.
I.EXICON JUNGIANO 133

especialmente la infancia, a menudo tienen una influencia per­


manente y decisiva en la personalidad. Pero consideró que ésta
era una explicación insuficiente para aquellos casos en que no
había rastros de neurosis hasta el momento del colapso.

La teoría sexual freudiana de la neurosis se basa en un


principio verdadero y objetivo. Pero cae en el error de ser
unilateral y exclusiva; además comete la imprudencia de
tratar de asir al ilimitado Eros con la cruda terminolo­
gía sexual. En este sentido, Freud es un típico repre­
sentante de la época materialista, cuya esperanza era
resolver el enigma del mundo en un tubo de ensayo2Ss.

Si la fijación fuera verdaderamente real ¡es decir, la


causa primaria], deberíamos esperar que su influencia
fuera constante; en otras palabras, una neurosis que
durara toda la vida. Obviamente, éste no es el caso. La
determinación psicológica de una neurosis se debe sólo
en parte a una temprana predisposición infantil; tam­
bién existe una causa en el presente. Y si examinamos
con atención el tipo de fantasías y acontecimientos in­
fantiles a los cuales está ligado el neurótico, estaremos
obligados a reconocer que no hay nada en ellos que sea
específicamente neurótico. Los individuos normales
tienen experiencias internas y externas bastante simi­
lares y pueden estar ligados a ellas en un sorprendente
grado sin desarrollar una neurosis289.

¿Qué determina, entonces, que una persona sea neuró­


tica mientras otra, en circunstancias similares, no lo sea? La

“The Eros Theory". CW 7, par. 33.


2WI "Psychoanalysis and Neurosis". CW 4, par. 564.
134 LEXICON JUNCIANO

respuesta de Jung es que la psique individual conoce tanto


sus límites como su potencial. Si se sobrepasan los límites o
no se actualiza el potencial, se produce un colapso. La propia
psique actúa para corregir la situación.

Existen enormes masas de población que, a pesar de su


notoria inconsciencia, ni siquiera se acercan a una po­
sible neurosis. Los pocos que son golpeados por tal des­
tino son personas de un tipo “superior” que, por una u
otra razón, han permanecido por demasiado tiempo en
un nivel primitivo. A la larga, su naturaleza no tolera
una persistencia en lo que para ellos es una apatía anor­
mal. A causa de su estrecha perspectiva consciente y
restringida existencia, ahorran energía; poco a poco,
ésta se acumula en el inconsciente y finalmente explota
bajo la forma de una neurosis más o menos aguda290.

La idea jungiana de la neurosis difiere radicalmente del


enfoque reductivo clásico, pero no cambia sustancialmente lo
que ocurre en análisis. Aún queda por descubrir las fantasías
activadas, ya que la energía necesaria para la vida está ligada
a ellas. Sin embargo, el objetivo no es revelar la supuesta causa
básica de la neurosis, sino establecer una conexión entre la
conciencia y el inconsciente que resulte en una renovada
progresión de la energía.

Nigredo. Término alquímico que corresponde psicológica­


mente a la desorientación mental que típicamente ocurre en
el proceso de asimilar contenidos inconscientes, especialmen­
te aspectos de la sombra.

2!"' “The Function of the Unconscious", CW 7. pár. 291.


LEXICON JUNGIANO 135

El autoconocimiento es una aventura que nos lleva de


improviso a lejanías y profundidades. Incluso una com­
prensión moderadamente amplia de la sombra puede
causar mucha confusión y perturbación mental, ya que
da origen a problemas de personalidad que uno ni re­
motamente hubiera imaginado. Por esta sola razón po­
demos comprender por qué los alquimistas llamaron a
su nigredo melancolía, una noche “negra, más negra
que el negro”, una aflicción del alma, confusión, etc., o
más significativamente, el “cuervo negro”. Para noso­
tros, el cuervo sólo parece una curiosa alegoría, pero
para el adepto medieval era... una conocida alegoría del
demonio291.

Niño. Psicológicamente, una imagen tanto del pasado irre­


cuperable como de una anticipación del desarrollo futuro.
(Véase también incesto).

El “niño” es... principio y fin, una criatura inicial y ter­


minal... la esencia preconsciente y postconsciente del
hombre. Su esencia preconsciente es el estado incons­
ciente de la primera infancia; su esencia postconsciente
es una anticipación por analogía de la vida después de
la muerte. En esta idea se expresa la naturaleza global
de la totalidad psíquica292.

Los sentimientos de alienación o abandono pueden cons­


telar el arquetipo del niño. Se producen dos efectos: el sín­
drome “pobre de mí”, característico del anhelo regresivo de

291 “The Conjunction”, CW 14. par. 741.


m “The Psychology of the Child Archetype". CW 9i, par. 299.
136 LEXICON JUNG1ANO

dependencia, y paradójicamente, un deseo desesperado por


liberarse del pasado — el lado positivo del arquetipo del niño
divino.

El abandono, la exposición, el peligro, etc., son elabo­


raciones de los comienzos insignificantes “del niño” y
de su misterioso y milagroso nacimiento. Esta afirma­
ción describe cierta experiencia psíquica de naturaleza
creativa, cuyo objetivo es la aparición de un contenido
nuevo y hasta ahora desconocido. En la psicología de
un individuo siempre se da, en tales momentos, una
angustiosa situación de conflicto de la cual parece no
haber salida —al menos para la mente consciente, ya
que en lo que a esto se refiere, tertium non daturm .

“Niño” significa algo que evoluciona hacia la indepen­


dencia. Esto no lo puede hacer sin desprenderse de sus
orígenes: por lo tanto, el abandono es una condición
necesaria (de la conciencia), no sólo un síntoma con­
comitante294.

Nivel objetivo. Enfoque para comprender el significado de las


imágenes en sueños y fantasías con respecto a personas o
situaciones del mundo externo. (Véase también reductivo;
compárese con constructivo y nivel subjetivo).

La interpretación freudiana de los sueños es casi ente­


ramente a nivel objetivo, ya que los deseos oníricos se
refieren a objetos reales o a procesos sexuales que caen
dentro de la esfera fisiológica, extrapsicológica295.*

* Ibid., pár. 285.


*** Ibid., pár. 287.
** “Definitions”. CW 6, pár. 779.
LEXICON JUNGIANO 137

Aunque Jung inició la enseñanza de la interpretación de


los sueños a nivel subjetivo, donde el significado simbólico es
esencial, también reconoció el valor del enfoque objetivo.

La iluminación como interpretación a nivel subjetivo


puede ser... completamente inútil cuando una relación
vitalmente importante es contenido y causa del con­
flicto [detrás del sueño). Aquí, la figura onírica debe
relacionarse con el objeto real. El criterio siempre se
puede descubrir en el material consciente296.

Nivel subjetivo. Enfoque de los sueños y otras imágenes


donde las personas o situaciones que aparecen constituyen
representaciones simbólicas de factores que pertenecen en­
teramente a la psique del sujeto. (Compárese con nivel ob­
jetivo).

La interpretación de un producto inconsciente a nivel


subjetivo, revela la presencia de juicios y tendencias
subjetivos que convierten al objeto en su vehículo. Por
lo tanto, cuando un imago-objeto aparece en un pro­
ducto inconsciente, no por eso constituye la imagen de
un objeto real; es mucho más probable que estemos
tratando con un complejo funcional subjetivo. La in­
terpretación a nivel subjetivo nos permite tener una
visión psicológica más amplia no sólo de los sueños
sino también de las obras literarias, en que las figuras
individuales representan complejos funcionales relati­
vamente autónomos de la psique del autor297.*

** “General Aspects oí Dream Psychology”, CW 8, pár. 515.


* 7 "Definitions", CW 6. pár. 813.
138 LEXICON JUNGIANO

En el proceso analítico, la principal tarea después de la


interpretación reductiva de las imágenes arrojadas por el in­
consciente, es comprender lo que dicen acerca de uno mismo.

Para establecer una actitud realmente madura, el pa­


ciente debe ver el valor subjetivo de todas estas imá­
genes que aparentemente le crean problemas. Tiene
que asimilarlas a su propia psicología; debe averiguar
de qué manera forman parte de él mismo; cómo atri­
buye, por ejemplo, un valor positivo a un objeto,
cuando en realidad es él quien podría y debería desarro­
llar este valor. Y de la misma manera, cuando proyecta
cualidades negativas, odiando y detestando al objeto,
debe descubrir que está proyectando su propio lado
inferior, su sombra, por así decirlo, porque prefiere
tener una imagen optimista y unilateral de sí mismo298.

Numinoso. Término que describe personas, cosas o situacio­


nes que tienen una profunda resonancia emocional, psicoló­
gicamente asociado con experiencias del sí mismo.
Numinoso, al igual que numinosidad, viene del latín
num inosum , que se refiere a una acción o efecto dinámico
independiente de la voluntad consciente.

Tanto la doctrina religiosa como el consensus gentium


explican siempre y en todas partes que esta experiencia
se debe a una causa externa al individuo. El numinosum
es una cualidad que pertenece a un objeto visible o la
influencia de una presencia invisible que produce una
peculiar alteración de la conciencia299.*

** “The Tavistock Lectures", CW 18, pár. 367.


*" “Psychology and Religion", CW 11. par. 6.
LEXICON JUNGIANO 139

Objetivación. Proceso de diferenciación del ego tanto de otras


personas como de contenidos del inconsciente. (Véase tam ­
bién imaginación activa).

Su meta es separar la conciencia del objeto, de modo


que el individuo ya no piense que factores externos a él,
sean personas, ideas o circunstancias, garantizan su
felicidad o incluso su vida, sino que llegue a darse
cuenta que todo depende de si él obtiene o no el tesoro.
Si logra apoderarse de ese oro, entonces el centro de
gravedad está en el individuo y ya no en un objeto del
cual dependa1011.

Jung señaló que tradicionalm ente el “tesoro” ha sido


proyectado en figuras sagradas, pero que muchos individuos
modernos ya no encuentran satisfacción en tales símbolos
históricos. Por lo tanto, necesitan descubrir un método in­
dividual que “dé forma” a los complejos personales e imá­
genes arquetípicas.

Es esencial que tomen forma, que vivan su vida carac­


terística; de no ser así, el individuo se separa de la fun­
ción básica de la psique (compensación] y entonces se
vuelve neurótico, se desorienta y entra en conflicto
consigo mismo. Pero si es capaz de objetivar las imáge­
nes impersonales y relacionarse con ellas, estará en
contacto con esa función psicológica vital que, desde el
amanecer de la conciencia, ha sido preocupación de la
religión1101.

"The Tavistock Lectures", CW 18. pár. 877.


Ibid., pár. 378.
140 LEXICON JUNC IA NO

Opuestos. Psicológicamente, el ego y el inconsciente. (Véase


también compensación, conflicto, función trascendente y
progresión).

No hay conciencia sin discriminación de los opuestos302.

No hay tragedia humana que no proceda en alguna


medida del conflicto entre el ego y el inconsciente303.

Cualquiera sea la actitud que existe en la mente cons­


ciente y cualquiera sea la función psicológica dominante, el
opuesto está en el inconsciente. Esta situación rara vez pre­
cipita una crisis en la primera mitad de la vida. Pero en el
caso de personas mayores que llegan a un callejón sin salida,
caracterizado por una actitud consciente unilateral y un
bloqueo de energía, es necesario descubrir los contenidos
psíquicos que han sido reprimidos.

El contenido reprimido debe hacerse consciente para


producir una tensión de los opuestos, sin la cual es
imposible avanzar. La mente consciente está encima, la
sombra debajo, y así como lo alto y lo caliente siempre
anhelan lo bajo y lo frío, respectivamente, toda con­
ciencia, quizás sin darse cuenta, busca su opuesto in­
consciente, sin el cual está condenada al estancamiento,
a la congestión y a la osificación. La vida nace sólo de
la chispa de los opuestos304.

:,n2 “Psychological Aspects of the Mother Archetype", CW i)i, par. 178.


:1":! “Analytical Psychology and W e lta n sc h a u u n g " (Psicología analítica y
W eltanschauung). CW 8, par. 706.
“The Problem of the Attitude-Type”. CW 7. par. 78.
LEXICON JIINGIANO 141

Esto a su vez activa el proceso de compensación, el cual


conduce a un “tercero” irracional, la función trascendente.

A partir de [la] colisión de los opuestos, la psique in­


consciente siempre crea una tercera cosa de naturaleza
irracional, que la mente consciente no espera ni com­
prende. Se presenta de forma tal que no es un “sí” ni
un “no” definitivos305.

Jung explicó la renovación potencial de la personalidad


en términos del principio físico de entropía, según el cual las
transform aciones de energía en un sistema relativamente
cerrado ocurren, y sólo son posibles, a causa de las dife­
rencias de intensidad.

Psicológicamente, podemos ver cómo funciona este


proceso en el desarrollo de una actitud duradera y rela­
tivamente invariable. Después de las violentas oscilacio­
nes del comienzo, los opuestos se igualan entre sí y se
desarrolla gradualmente una nueva actitud, cuya esta­
bilidad final será proporcional a la magnitud de las
diferencias iniciales. Mientras mayor sea la tensión
entre los pares de opuestos, mayor será la energía que
provenga de ellos... [y] habrán menos probabilidades de
posteriores alteraciones que podrían surgir del roce con
el material no constelado previamente300.

Es inevitable y necesario cierto grado de tensión entre la


conciencia y el inconsciente. Por lo tanto, el objetivo del
análisis no es eliminar la tensión, sino más bien comprender

» Psychology of the Child Archetype”, CW 9i, par. 285.


M “o n Psychic Knergy", CW 8, par. 49.
142 LEXICON JÜNGIANO

el roi que juega en la autorregulación de la psique. Además,


la asimilación de los contenidos inconscientes hace que el
ego se responsabilice de lo previamente inconsciente. Así, no
hay posibilidad de que alguien esté completamente en paz.

Una personalidad unida nunca perderá totalmente la


dolorosa sensación de discordia innata. La completa
redención de los sufrimientos de este mundo es y debe
seguir siendo una ilusión. La vida terrenal de Cristo no
term inó en una complaciente felicidad sino en la
cruz11"7.

Además, Jung creía que cualquiera que intente abordar


el problema de los opuestos a nivel personal, está haciendo
una importante contribución a la paz mundial.

La regla psicológica establece que cuando una situación


interna no se hace consciente, ocurre en el exterior,
como el destino. Es decir, cuando el individuo perma­
nece indiviso y no se percata de su opuesto interno, el
mundo forzosamente debe expresar el conflicto y se­
pararse en mitades opuestas307308.

Orientación. Término usado para indicar el principio general


que rige una actitud o punto de vista personal.
Nuestra orientación psicológica determina cómo vemos
e interpretamos la realidad. En el modelo de tipología de
Jung, una actitud de pensam iento está orientada por el
principio de la lógica; una actitud de sensación está orientada

307 "The Psychology of the Transference", CW l(i. pár. 400.


:»« “Chm t, A Symbol of the S e lf (Cristo, un símbolo del sí mismo), CW 9i¡,
par. 126.
LEXICON JUNG! ANO 143

por la percepción directa de hechos concretos; la intuición se


orienta por posibilidades futuras; y el sentimiento está regido
por el valor subjetivo. Cada una de estas actitudes puede
funcionar en forma introvertida o extravertida.

Participation mystique. Término derivado de la antropología


y del estudio de la psicología primitiva, que señala una co­
nexión o identidad mística entre sujeto y objeto. (Véase
también arcaico, identificación y proyección).

ILa participation mystique] consiste en que el sujeto no


puede distinguirse a sí mismo claramente del objeto;
está ligado a él por una relación directa que constituye
una identidad parcial... En los pueblos civilizados, esto
usualmente ocurre entre personas, rara vez entre una
persona y una cosa. En el primer caso, es una relación
de transferencia... En el segundo, hay una influencia
similar por parte de la cosa, o bien una identificación
con una cosa o la idea de una cosa-100.

|La identidad] es una característica de la mentalidad


primitiva y la base real de la participation mystique,
que es sólo un vestigio de la no-diferenciación original
de sujeto y objeto, y por lo tanto, del estado incons­
ciente primordial. También es una característica del
estado mental de la infancia temprana y, finalmente, del
inconsciente del adulto civilizado'110.

Pensamiento. Proceso mental de interpretar lo que se perci­


be. (Compárese con sentimiento).

“Definitions”. CW (i, par. 781.


:l"’ Ibid., par. 741.
144 LEXICON JUNCIANO

En el modelo de tipología de Jung, el pensamiento es


una de las cuatro funciones usadas para la orientación psi­
cológica. Junto con el sentimiento, es una función racional.
Si el pensamiento es la función primaria, entonces el senti­
miento autom áticam ente es la función inferior.

El pensamiento, si es real y fiel a sus propios principios,


debe ewcluir rigurosamente el sentimiento. Por su­
puesto, esto no elimina el hecho de que haya individuos
cuyo pensamiento y sentimiento estén al mismo nivel,
teniendo ambos el mismo poder motivador para la
conciencia. Pero en estos casos tampoco se trata de un
tipo diferenciado, sino tan sólo de pensamiento y
sentimiento relativamente no desarrollados311.

Como proceso de apercepción, el pensamiento puede ser


activo o pasivo.

El pensamiento activo es un acto de la voluntad, el


pensamiento pasivo es un mero incidente. En el primer
caso) yo someto ios contenidos de la ideación a un acto
voluntario de juicio; en el segundo, las conexiones con­
ceptuales se establecen espontáneamente y los juicios
que se forman pueden incluso contradecir mi inten­
ción... En consecuencia, el pensamiento activo corres­
pondería a mi concepto del pensamiento dirigido. Al
pensamiento pasivo... lo llamaría... pensamiento
intuitivo3'2.*21

3,1 “General Description of the Types", ibid., par. 607.


212 “Definitions”, ibid., par. 830.
LEXICON JUNGIANO 145

La capacidad del pensamiento dirigido la llamo inte­


lecto>; la capacidad del pensamiento pasivo o no dirigido
la llamo intuición intelectual^'.

Pérdida del alma. Concepto tomado de la antropología, que


se refiere psicológicamente a un estado de malestar general.

La mente del hombre primitivo se explica la peculiar


condición que reviste este término con la suposición de
que un alma se ha fugado, tal como un perro huye de
su amo de la noche a la mañana. Entonces, es tarea del
curandero traer de vuelta al fugitivo... Algo similar
puede ocurrirle al hombre civilizado, sólo que él no lo
describe como “pérdida del alm a”, sino como un
“abaissement du niveau mental”314.

Persona. El “yo”, usualmente aspectos ideales de nosotros


mismos, que presentamos al mundo externo.

La persona es... un complejo funcional que surge por


razones de adaptación o conveniencia personal315.

La persona es aquello que en realidad no soy, pero que


yo mismo y los demás creemos que soy3"’.

Originalmente, la palabra persona se refería a una más­


cara usada por los actores para indicar el rol que represen­
taban. En este sentido, es tanto una protección como una


TO Ibid., pár. 832.
:"‘1 “Concerning Rebirth". CW 9¡, pár. 213.
:,IS “Definitions", CW 6, pár. 801.
:!l“ “Concerning Rebirth”. CW 9¡. pár. 221.
146 LEXICON JÜNCIANO

ventaja para interactuar con los demás. La sociedad civilizada


depende de las interacciones entre la gente a través de la
persona.

En efecto, hay individuos que carecen de una persona


desarrollada... van de un desacierto social a otro, siendo
totalmente inofensivos e inocentes, majaderos senti­
mentales o criaturas suplicantes, o si son mujeres, fan­
tasmales Casandras temidas por su falta de tacto, eter­
namente ¡ncomprendidas, ignorando lo que hacen,
siempre dando por sentado el perdón, ciegas frente al
mundo, soñadoras incurables. Esta gente nos permite
ver cómo funcionan los individuos que han descuidado
su persona317.

Antes de diferenciarse del ego, la persona se vivencia


como individualidad. De hecho, como identidad social por
una parte e imagen ideal por otra, es poco lo individual que
hay en ella.

Es, como su nombre lo indica, sólo una máscara de la


psique colectiva, una máscara que finge individualidad,
convenciendo a los demás y a uno mismo que uno es
individual, cuando en realidad sólo estamos represen­
tando un rol a través del cual habla la psique colectiva.
Cuando analizamos la persona, nos arrancamos la
máscara y descubrimos que lo que parecía ser indivi­
dual es en el fondo colectivo; en otras palabras, que la
persona era sólo una máscara de la psique colectiva. En
lo fundamental, la persona no es algo real: es un con­
venio entre el individuo y la sociedad en cuanto a lo que

1,7 “Anima and Animus". CW 7. pár. 318.


LEXICON JUNCIANO 147

un hombre debe aparentar ser. El adquiere fama, se


gana un título, cumple una función, es esto o aquello.
En cierto sentido, todo esto es real, pero en relación
con la individualidad esencial del hombre en cuestión,
sólo es una realidad secundaria, un convenio, donde los
demás a menudo tienen una mayor participación que
él3,s.

Una comprensión psicológica de la persona como fun­


ción de relación con el mundo externo permite asumirla o
abandonarla a voluntad. Pero al recompensar a una persona
en particular, el mundo externo invita a identificarse con ella.
El dinero, el respeto y el poder favorecen a quienes pueden
desempeñarse con un solo propósito y bien en un rol social.
Por lo tanto, de ser una útil conveniencia, la persona puede
convertirse en una trampa y en fuente de neurosis.

Un hombre no puede librarse de sí mismo impunemen­


te en favor de una personalidad artificial. Incluso el
intento de hacerlo causa, en todos los casos comunes,
reacciones inconscientes en forma de mal humor, afec­
tos, fobias, ideas obsesivas, vicios reincidentes, etc. En
su vida privada, el “hombre fuerte” social a menudo es
sólo un niño en lo que respecta a sus propios estados
emocionales310.

Las exigencias de decoro y buenos modales son


una instigación extra para asumir una máscara digna.
Entonces, lo que ocurre detrás de la máscara se llama
“vida privada”. Esta división dolorosamente familiar de

“The Persona as a Segment of the Collective Psyche”, ibid., pars. 245Í.


“Anima and Animus”, ibid., par. 307.
148 LEXICON JUNGI ANO

la conciencia en dos figuras, a menudo absurdamente


diferentes, es una operación psicológica incisiva que
inevitablemente tendrá repercusiones en el inconscien­
te320.

Algunas consecuencias de la identificación con la perso­


na son: nos olvidamos de quienes somos sin una cubierta
protectora; nuestras reacciones son predeterminadas por las
expectativas colectivas (hacemos, pensamos y sentimos lo que
nuestra persona “debe” hacer, pensar y sentir); las personas
cercanas a nosotros se quejan de nuestra distancia emocional;
y no podemos imaginar la vida sin ella.
En la medida que la conciencia del ego se identifica con
la persona, en compensación se activa la descuidada vida
interna (personificada en la sombra y el ánima o ánimus). Las
consecuencias, vivenciadas en síntomas característicos de la
neurosis, pueden estimular el proceso de individuación.

Después de todo, existe algo individual en la peculiar


elección y delineamiento de la persona, y... a pesar de
la exclusiva identidad de la conciencia del ego con la
persona, el sí mismo inconsciente, nuestra verdadera
individualidad, está siempre presente y se hace sentir
indirecta o directamente. Aunque al principio la con­
ciencia del ego es idéntica a la persona —aquel rol pac­
tado en que desfilamos frente a la comunidad—, el sí
mismo inconsciente nunca puede ser reprimido al ex­
tremo de extinguirlo. Su influencia se manifiesta prin­
cipalmente en la especial naturaleza de los contenidos
contrastantes y compensatorios del inconsciente. La
actitud puramente personal de la mente consciente

“ Ibid., par. 305.


LEXICON JUNC.IANO 149

evoca reacciones de parte del inconsciente, y éstas, jun­


to con las represiones personales, contienen las semi­
llas del desarrollo individual121.

Personalidad. Aspectos del alma y su funcionamiento en el


mundo. (Véase también individualidad).
Para el desarrollo de la personalidad, es esencial diferen­
ciarse de los valores colectivos, especialmente aquellos en­
carnados en y adheridos a y por la persona.

El cambio de un medio a otro provoca una fuerte alte­


ración de la personalidad, y en cada ocasión surge un
carácter claramente definido y notablemente diferente
del anterior... El carácter social está orientado, por una
parte, por las expectativas y exigencias de la sociedad,
y por otra, por los objetivos y aspiraciones sociales del
individuo. Por regla general, el carácter doméstico es
moldeado por las exigencias emocionales y una indo­
lente resignación en aras de la comodidad y la conve­
niencia; a menudo ocurre que los hombres que en su
vida pública son extremadamente enérgicos, animosos,
obstinados, voluntariosos e insensibles, en su casa y en
el seno de su familia parecen bondadosos, condescen­
dientes, dulces e incluso débiles. ¿Cuál es el verdadero
carácter, la verdadera personalidad?...
...En mi opinión, la respuesta a esta pregunta de­
biera ser que tal hombre no tiene en absoluto un ver­
dadero carácter: no es individual sino colectivo, juguete
de las circunstancias y de las expectativas generales. Si
fuera individual, tendría el mismo carácter a pesar del
cambio de actitud. No sería idéntico a la actitud del

121 "The Persona as a Segment of the Collective Psyche", ibid., par. 247.
150 LEXICON JUNGI ANO

momento, y no querría ni podría evitar que su indivi­


dualidad se expresara tan claramente en un estado
como en otro322.

Personalidad-mana. Imagen arquetípica personificada de una


fuerza sobrenatural.

La personalidad-mana es un factor dominante del in­


consciente colectivo, el conocido arquetipo del hombre
poderoso que aparece en forma de héroe, jefe, hechi­
cero, curandero, santo, gobernante de hombres y espí­
ritus, amigo de Dios323.

Históricamente, la personalidad-mana se encarna en el


héroe y en el ser divino, cuya forma terrenal es el sa­
cerdote. ¡En qué gran medida el médico aún es mana!,
se lamenta el analista324.

Mana es una palabra melanesia que se refiere a una cua­


lidad mágica o numinosa de los dioses y objetos sagrados. La
personalidad-mana encarna este poder mágico. En la psicolo­
gía individual, Jung lo usó para describir el efecto ¡nflacio-
nista de asimilar contenidos inconscientes autónomos, espe­
cialmente aquellos asociados con el ánima y el ánimus.

El ego se ha apropiado de algo que no le pertenece.


¿Pero cómo se ha apropiado del mana? Si fuera real­
mente el ego el que conquistó al ánima, entonces el
mana en efecto le pertenecería y sería correcto concluir

m "Definitions", CW 6. párs. 798f.


m "The Mana-Personality”, CW 7. par. 377.
:m Ibid., par. 389.
LEXICON JUNGIANO 151

que uno se ha vuelto importante. ¿Pero por qué esta


importancia, el mana, no influye en otros?... Porque, de
hecho, uno no se ha vuelto importante, sino que sim­
plemente ha sido adulterado por un arquetipo, otra fi­
gura inconsciente. Así, debemos concluir que el ego
nunca conquistó al ánima, y por lo tanto, no ha adqui­
rido el mana. Sólo ha habido una nueva adulteración325.

Personalidad supraordinada. Aspecto de la psique que es su­


perior y trasciende al ego. (Véase también sí mismo).

La “personalidad supraordinada” es el hombre total, es


decir, el hombre como realmente es, no como aparece
frente a sí mismo...
Usualmente describo la personalidad supraordi­
nada como el “sí mismo”, haciendo así una ciara dis­
tinción entre el ego, que, como es bien sabido, sólo se
extiende hasta la mente consciente, y la totalidad de la
personalidad, que incluye el componente tanto in­
consciente como consciente. De esta manera, el ego se
relaciona con el sí mismo como una parte con el todo.
En este sentido, el sí mismo es supraordinado326.

Personificación. Tendencia de los contenidos psíquicos o


complejos a adoptar una personalidad distinta, separada del
ego.

Cada complejo autónomo o incluso relativamente au­


tónomo tiene la peculiaridad de aparecer como una per­
sonalidad, es decir, de ser personificado. Esto se puede*

:,2!i Ibid., par. 380.


* "The Psychological Aspects of the Kore", CW 9¡, pars. 314f.
152 LEXICON JUNCIANO

observar muy fácilmente en las llamadas manifestacio­


nes espiritistas de la escritura automática y cosas por el
estilo. Las oraciones producidas son siempre declara­
ciones personales y se presentan en primera persona
singular, como si detrás de cada expresión hubiera una
verdadera personalidad. Una inteligencia ingenua
piensa de inmediato en espíritus327.

El ego también puede personificar deliberadamente con­


tenidos inconscientes o las reacciones emocionales que surgen
de ellos, usando el método de imaginación activa, para facilitar
la comunicación entre la conciencia y el inconsciente.

Piedra Filosofal. En alquimia, metáfora para la transm u­


tación exitosa del metal base en oro; psicológicam ente,
imagen arquetípica de totalidad. (Véase también coniunctio).
Jung citó lo siguiente del Rosarium philosophorum:

Haz un círculo redondo de un hombre y una mujer,


extrae de ahí un cuadrilátero y de ahí un triángulo. Haz
que el círculo sea redondo y tendrás la Piedra Filosofal328.

Posesión. Término usado para describir la identificación de


la conciencia con un contenido inconsciente o complejo.
Las formas más comunes de posesión son producidas por
la sombra y los complejos contrasexuales, ánima/ánimus.

Un hombre poseído por su sombra siempre se perjudica


y cae en sus propias trampas. Cuando es posible, pre­
fiere causar mala impresión...

:'27 "Anima and Animus”, CW 7, par. 312.


® “Psychology and Religion". CW 11. par. 92.
LEXICON JUNGIANO 153

La posesión ocasionada por el ánima o el ánimus


presenta un cuadro diferente... En el estado de posesión,
ambas figuras pierden sus encantos y valores; los con­
servan sólo cuando se alejan del mundo, en el estado
introvertido, cuando sirven de puentes hacia el incons­
ciente. Frente al mundo, el ánima es voluble, caprichosa,
temperamental, descontrolada y emocional, a veces do­
tada de intuiciones demoniacas, cruel, maliciosa, men­
tirosa, malintencionada, hipócrita y mística. El ánimus
es obstinado, insiste en los principios, dicta las leyes, es
dogmático, reformador del mundo, teórico, palabrero,
disputador y dominante. Ambos por igual tienen mal
gusto: el ánima se rodea de gente inferior, y el ánimus
se deja llevar por pensamientos de segundo orden329.

Prima materia. Término alquímico que significa “materia


original”, usado psicológicamente para señalar tanto la base
instintiva de la vida como la materia prima con que se trabaja
en análisis —sueños, emociones, conflictos, etc.

Primitivo. Término que describe la psique hum ana original


o indiferenciada. (Véase también arcaico).

Uso el término “primitivo” en el sentido de “primordial”


y... no doy a entender ningún tipo de juicio de valor.
Asimismo, cuando hablo de “vestigio” de un estado pri­
mitivo, no quiero decir necesariamente que ese estado
llegará a su fin tarde o temprano. Al contrario, no veo
ninguna razón por la que no pueda durar mientras dure
la humanidad3-'10.

;iw “Concerning Rebirth”, CW 9i, párs. 222f.


•™ "A Review of the Complex Theory". CW 8, par, 218.
154 LEXICON JUNGIANO

Progresión. Diario avance del proceso de adaptación psico­


lógica, el opuesto de la regresión. (Véase también neurosis).

La progresión es un movimiento vital que avanza en el


mismo sentido que el tiempo. Este movimiento puede
ocurrir de dos maneras diferentes: extravertida, cuando
la progresión está influenciada predominantemente por
objetos y condiciones ambientales, o introvertida,
cuando debe adaptarse a las condiciones del ego (o, más
precisamente, del “factor subjetivo”). Asimismo, la re­
gresión se puede manifestar de dos maneras: como un
retiro del mundo externo (introversión) o como un
vuelo hacia experiencias extravagantes del mundo ex­
terno (extraversión). En el primer caso, el fracaso lleva
al hombre a un estado de monótona cavilación, y en el
segundo, a una vida errante™.

En el curso normal de la vida, hay una progresión rela­


tivamente fácil de la libido; la energía puede dirigirse más o
menos a voluntad. Esto no es lo mismo que desarrollo psico­
lógico o individuación. La progresión se refiere simplemente
al continuo flujo o corriente de la vida. Comúnmente es inte­
rrumpida por un conflicto o por la incapacidad de adaptarse
a circunstancias cambiantes.

Durante la progresión de la libido, los pares de opuestos


se unen en el flujo coordinado de los procesos psíqui­
cos... Pero en la detención de la libido que ocurre
cuando la progresión se ha vuelto imposible, lo positivo
y lo negativo ya no pueden unirse en una acción coor-

:™ “On Psychic Energy”, ibid., pár. 77.


LEXICON JUNCI ANO 155

dinada, porque ambos han alcanzado un mismo valor


que mantiene equilibrada la balanza332.

La lucha entre los opuestos continuaría eternam ente si


no se iniciara el proceso de regresión, el retroceso de la libi­
do, cuyo propósito es compensar la actitud consciente.

El choque que sufren los opuestos los priva gradual­


mente de su valor y potencia... En proporción a la dis­
minución del valor de los opuestos conscientes, hay un
aumento del valor de todos aquellos procesos psíquicos
que no se relacionan con la adaptación externa y que,
por lo tanto, rara vez o nunca se emplean consciente­
mente333.

A medida que aumenta el valor energético de estos pro­


cesos psíquicos previamente inconscientes, se manifiestan
indirectamente como alteraciones de la conducta consciente
y como síntomas característicos de la neurosis. Entonces, los
aspectos destacados de la psique de los cuales necesitamos
tener conciencia son la persona, el complejo contrasexual
(ánima/ánimus) y la sombra.

Proyección. Proceso automático mediante el cual los conte­


nidos de nuestro inconsciente se perciben en otras personas.
(Véase tam bién arcaico, identificación y participation
mystique).

Así como tendemos a presumir que el mundo es como


lo vemos, ingenuamente suponemos que las personas

™ Ibid., par. 61.


™ Ibid., par. 62.
156 LEXICON JUNCIANO

son como imaginamos que son... Todos los contenidos


de nuestro inconsciente se proyectan constantemente
en el ambiente que nos rodea, y sólo reconociendo
ciertas propiedades de los objetos como proyecciones o
imagos, seremos capaces de distinguirlas de las ver­
daderas propiedades de los objetos... Cum grano salis,
siempre vemos nuestros errores no-reconocidos en
nuestro oponente. En todas las riñas personales se pue­
den encontrar excelentes ejemplos de esto. A menos
que poseamos un extraordinario grado de autoconoci-
miento, jamás captaremos nuestras proyecciones sino
que sucumbiremos a ellas, porque la mente en su esta­
do natural presupone la existencia de tales proyeccio­
nes. Lo natural y sabido es que los contenidos incons­
cientes sean proyectados114.

Proyección significa expulsión de un contenido subje­


tivo hacia un objeto; es el opuesto de la introyección.
Por consiguiente, es un proceso de disimilación me­
diante el cual un contenido subjetivo se separa del su­
jeto y, por así decirlo, se encarna en el objeto. El sujeto
se libra de los contenidos dolorosos e incompatibles al
proyectarlos'"5.

La proyección no es un proceso consciente. Nos encon­


tramos con las proyecciones, no las creamos.

La razón psicológica general para la proyección es siem­


pre un inconsciente activado que busca expresión“ .*15

™ "General Aspects of Dream Psychology", ibid., par. 507.


115 "Definitions". CW 6, par. 783.
:!M "The Tavistock Lectures”. CW 18. par. 352.
LEXICON JUNC.IANO 157

Es posible proyectar ciertas características en otra perso­


na que no las posee en absoluto, pero quizás ella lo esté
estimulando inconscientemente.

Con frecuencia ocurre que el objeto ofrece un anzuelo


a la proyección, e incluso la tienta. Generalmente éste
es el caso cuando el propio objeto no está consciente de
la cualidad en cuestión: de esa manera influye direc­
tamente en el inconsciente del sujeto. Pues todas las
proyecciones provocan contraproyecciones cuando el
objeto no está consciente de la cualidad proyectada en
él por el sujeto117.

A través de la proyección se puede crear una serie de


relaciones imaginarias que a menudo tienen poco o nada que
ver con él mundo externo.

El efecto de la proyección es aislar al sujeto de su am­


biente, ya que en vez de una verdadera relación con él,
ahora sólo hay una relación ilusoria. Las proyecciones
convierten al mundo en una réplica de nuestro lado
desconocido. Por lo tanto, en un último análisis, ellas
llevan a una condición autoerótica o autista donde uno
sueña con un mundo cuya realidad permanece por
siempre inalcanzable™.

La proyección también tiene efectos positivos. En la vida


diaria, facilita las relaciones interpersonales. Además, cuando
suponemos que alguna cualidad o característica está presente
en otra persona y luego, a través de la experiencia, descubri-

■m “General Aspects of Dream Psychology". CW 8, par. 519.


•™ “The Shadow". CW 9ii. par. 17.
158 LEXICON JUNGIANO

mos que no es así, podemos aprender algo sobre nosotros


mismos. Esto implica remover o disolver las proyecciones.

Siempre que la libido pueda usar estas proyecciones


como adecuados y convenientes puentes con el mundo,
ellas aliviarán la vida en forma positiva. Pero tan pronto
como la libido desee emprender otro camino, y con este
fin, comience a retroceder hacia los puentes previos de
la proyección, éstos constituirán los máximos obstá­
culos posibles de imaginar, pues impedirán eficazmente
cualquier separación real del objeto anterior™.

La necesidad de remover las proyecciones es general­


mente indicada por expectativas frustradas en las relaciones,
acompañadas de fuertes reacciones emocionales. Pero Jung
creía que mientras no haya un desacuerdo obvio entre aque­
llo que imaginamos verdadero y la realidad que se nos pre­
senta, no es necesario hablar de proyecciones, y menos aún
removerlas.

La proyección... propiamente tal sólo se da cuando ya


ha surgido la necesidad de disolver la identidad con el
objeto. Esta necesidad aparece cuando la identidad se
convierte en un factor perturbador, es decir, cuando la
ausencia del contenido proyectado es un obstáculo para
la adaptación y su retirada hacia el sujeto se ha vuelto
deseable. Desde este momento, la identidad parcial pre­
via adquiere el carácter de proyección. Por lo tanto, el
término proyección significa un estado de identidad que
se ha hecho perceptible™.*•

™ "General Aspects of Dream Psychology", CW 8. par. 507.


•Mn “Definitions”. CW 6, par. 788.
LEXICON JUNGIANÖ 159

Jung distinguió entre proyección pasiva y proyección


activa. La proyección pasiva es completamente automática y
no intencional, como enamorarse. Mientras menos sabemos
de otra persona, más fácil es proyectar en ella pasivamente
aspectos inconscientes de nosotros mismos.
La proyección activa es más conocida como empatia
— nos sentimos en el pellejo del otro. La empatia que llega
al grado en que perdemos nuestro propio punto de vista, se
convierte en identificación.
La proyección de nuestra sombra recae generalmente en
personas de nuestro mismo sexo. A nivel colectivo, da origen
a guerras, chivos expiatorios y confrontaciones entre partidos
políticos. La proyección que ocurre en el contexto de una
relación terapéutica, se llama transferencia o contratransfe-
rencia, dependiendo de si es el paciente o el analista el que
está proyectando.
En términos de los complejos contrasexuales, ánima y
ánimus, la proyección es tanto una causa común de ani­
mosidad como una singular fuente de vitalidad.

Cuando el ánima y el ánimus se encuentran, este últi­


mo desenvaina su espada de poder y el ánima expele su
veneno de ilusión y seducción. El resultado no siempre
es necesariamente negativo, ya que también es probable
que ambos se enamoren11".

Psicogénico. Término que describe alteraciones mentales


cuyo origen es psicológico antes que fisiológico.

Nadie duda que las neurosis sean psicogénicas.


“Psicogénesis” significa que la causa esencial de una

1,1 “The Syzygy: Anima and Animus". CVV f)ii. par. ISO.
160 LEXICON JUNGI ANO

neurosis, o la condición bajo la cual aparece, es de


naturaleza psíquica. Puede ser, por ejemplo, un shock
psíquico, un conflicto severo, un mal tipo de adaptación
psíquica, una ilusión fatal, etc.342.

Psicoide. Concepto aplicable a virtualm ente cualquier ar­


quetipo, que expresa la esencialm ente desconocida pero
vivenciable conexión entre psique y materia.

La psique es esencialmente un conflicto entre el ins­


tinto ciego y la voluntad (libertad para elegir). Cuando
predomina el instinto, aparecen los procesos psicoides
que pertenecen a la esfera del inconsciente como ele­
mentos incapaces de llegar a la conciencia. El proceso
psicoide no es el inconsciente propiamente tal, pues
éste tiene una extensión mucho mayor143.

En mi opinión, es improbable que la verdadera natu­


raleza del arquetipo sea capaz de hacerse consciente, de
trascender, por eso lo llamo psicoide344.

Psicopompo. Factor psíquico que lleva contenidos incons­


cientes a la conciencia, a menudo personificado en la imagen
de un(a) viejo(a) sabio(a) y a veces como un animal útil.

Psicosis. Disociación extrema de la personalidad.


Al igual que la neurosis, una condición psicótica se debe
a la actividad de complejos inconscientes y al fenómeno de

:U2 “Mental Disease and the Psyche” (Enfermedad mental y psique), CW 3,


par. 496.
M:l “On the Nature of the Psyche". CW 8. par. 389.
Ibid., par. 417.
LEXICON JUNCIANO 161

splitting. En la neurosis, los complejos son sólo relativamen­


te autónomos. En la psicosis, están completamente desconec­
tados de la conciencia.

Tener complejos es en sí normal; pero si son incompa­


tibles, se separa aquella parte de la personalidad que es
demasiado opuesta a la parte consciente. Si este
splitting llega a la estructura orgánica, la disociación es
una psicosis, una condición esquizofrénica, como lo
indica el término. Entonces, cada complejo vive su
propia existencia, sin una personalidad que los una345.

[En la esquizofrenia), las figuras divididas asumen


nombres y caracteres banales, grotescos o altamente
exagerados, y a menudo son objetables de muchas otras
maneras. Además, no cooperan con la conciencia del
paciente. No tienen tacto ni respetan los valores senti­
mentales. Al contrario, irrumpen y perturban en cual­
quier momento, atormentan al ego de mil maneras;
todas son objetables y chocantes, ya sea por su conduc­
ta ruidosa e impertinente o por su grotesca crueldad y
obscenidad. Hay un perceptible caos de visiones, voces
y caracteres incoherentes, todos de naturaleza abruma­
doramente extraña e incomprensible3411.

Jung pensaba que muchas psicosis, y especialmente la


esquizofrenia, eran psicogénicas, resultado de un abaissement
du niveau m ental y de un ego demasiado débil para resistir la
violenta embestida de los contenidos inconscientes. No se
pronunció sobre la posible influencia de factores biológicos.*

** "The Tavistock Lectures”, CW 18, par. 382.


:M “On the Psychogenesis of Schizophrenia” (Sobre la psicogénesis de la
esquizofrenia), CW 3, par. 508.
162 LEXICON JUNGIANO

Psique. La totalidad de los procesos psicológicos, tanto cons­


cientes como inconscientes.

La psique está lejos de ser una unidad homogénea —al


contrario, es una caldera hirviente de impulsos, inhibi­
ciones y afectos contradictorios, y para muchas personas,
el conflicto entre ellos es tan insoportable que llegan a
anhelar la redención predicada por los teólogos347.

La forma en que se manifiesta la psique constituye una


compleja interacción de muchos factores, incluyendo edad,
sexo, disposición hereditaria, tipo y actitud psicológicos y
grado de control consciente sobre los instintos que tiene el
individuo.

Los procesos psíquicos... se comportan como una ba­


lanza sobre la cual se “desliza" la conciencia. En un
momento se encuentra cerca del instinto y cae bajo su
influencia; en otro, se desliza al otro extremo donde
predomina el espíritu, asimilando incluso los procesos
instintivos más opuestos a éste:i4s.

La tremenda complejidad de los fenómenos psíquicos


llevó a Jung a pensar que los intentos para formular una
teoría completa de la psique estaban predestinados al fracaso.

Las premisas son siempre demasiado simples. La psique


es el punto de partida de toda experiencia humana, y
todo el conocimiento que hemos adquirido, a la larga
nos lleva de vuelta a ella. La psique es principio y fin

M “Psychological Aspects of the Mother Archetype", CW 9i, par. 190.


m “On the Nature of the Psyche". CW 8. par. 408.
LEXICON JUNC.IANO 163

de toda cognición. No sólo es el objeto de su ciencia,


sino también el sujeto. Esto da a la psicología un lugar
único entre todas las demás ciencias: por una parte,
existe una duda constante de si es o no una ciencia, y
por otra, adquiere el derecho a establecer un problema
teórico cuya solución será una de las tareas más difí­
ciles para una filosofía futura349.

Psique objetiva. Véase inconsciente colectivo.

Psique subjetiva. Véase inconsciente personal.

Psiquización. Proceso de reflexión mediante el cual un ins­


tinto o contenido inconsciente se hace consciente.

Puer aetemus. Término latino que significa “niño eterno”; se


usa en mitología para denominar a un niño-dios que jamás
envejece; psicológicamente, se refiere a un hombre adulto cuya
vida emocional ha permanecido a nivel adolescente; usual­
mente asociado con una excesiva dependencia de la madre350.
El puer típicamente lleva una vida provisional, debido al
temor de verse atrapado en una situación de la cual quizás
no podría escapar. Su sino rara vez es lo que él realmente
quiere, y algún día hará algo al respecto — pero no todavía.
Sus planes futuros se diluyen en fantasías de lo que será, de
lo que podría ser, mientras no emprende ninguna acción
decisiva para cambiar. Anhela independencia y libertad, le
enfurecen los límites y tiende a encontrar intolerable cual­
quier tipo de restricción.l

ll" “Psychological Factors in Human Behaviour", ibid., par. 261.


r,n El término puella se usa para referirse a una mujer, aunque también se podría
hablar de un puer ánimus —o una puella ánima.
164 I. IÍX ICON JUNOIANO

[El mundol exige al hombre masculinidad, ardor y


sobre todo valentía y tesón cuando llegue el momento
de lanzarse a la vida. Para esto necesitaría un Eros des­
leal, capaz de olvidar a su madre y soportar el dolor de
renunciar al primer amor de su vida:!r>l.

Algunos síntomas comunes de la psicología del puer son


los sueños con prisiones e imágenes similares: cadenas, rejas,
jaulas, trampas, cautiverio. La vida misma, la realidad exis-
tencial, se vive como una prisión. Las rejas son los lazos
inconscientes con el mundo sin trabas de la juventud.
La sombra del puer es el sénex (térm ino latino que
significa “hombre viejo”), asociado con el dios Apolo —dis­
ciplinado, controlado, responsable, racional, ordenado. A la
inversa, la sombra del sénex es el puer, relacionado con
Dionisio — instinto desenfrenado, desorden, embriaguez,
extravagancia.
Cuando alguien vive un modelo excluyendo al otro, se
expone al riesgo de constelar el opuesto. En consecuencia, la
individuación y el crecimiento del puer a menudo requieren
de una persona bien controlada que se acerque a su vida
espontánea e instintiva.

En el hombre, el “niño eterno” es una experiencia


indescriptible, una incongruencia, un impedimento y
una prerrogativa divina; un imponderable que deter­
mina el supremo valor o falta de valor de una persona­
lidad-*152.

:«i -phg Syzyfíy: Anima and Animus". CW 9i¡, par. 22.


1S2 "The Psychology of the Child Archetype". CW !)i. par. 300.
LEXICON JUNC.IANO 165

Racional. Término que describe pensamientos, sentimientos


y acciones que concuerdan con la razón, actitud basada en
valores objetivos establecidos por la experiencia práctica.
(Compárese con irracional).

La actitud racional que nos permite declarar como vá-.


lidos los valores objetivos, no es obra del sujeto indivi­
dual, sino producto de la historia humana.
La mayoría de los valores objetivos —y la razón
misma— son complejos de ideas firmemente estableci­
dos transmitidos a través de las épocas. Innumerables
generaciones han trabajado en su organización con la
misma necesidad con que un organismo vivo reacciona
frente a las típicas condiciones ambientales constan­
temente cíclicas, confrontándolas con los correspon­
dientes complejos funcionales, así como el ojo, por
ejemplo, se adapta perfectamente a la naturaleza de la
luz... De esta manera, las leyes de la razón son las que
determinan y dirigen la actitud adaptada promedio y
“correcta”. Todo lo que concuerda con estas leyes es
“racional”, todo lo que las contraviene es “irracional”353.

Jung describió las funciones psicológicas de pensamiento


y de sentimiento como racionales, ya que están influenciadas
en forma decisiva por la reflexión.

Rapport. Sentimiento de conformidad entre uno mismo y los


demás.

Con frecuencia ocurre que a pesar de una total dife­


rencia en los puntos de vista, se produce un rapport de
la siguiente manera: una parte, a través de una proyec-

:llïl “Definitions". CW (i, pars. 7851.


166 LEXICON JUNC.IANO

ción tácita, supone que la otra opina esencialmente lo


mismo, mientras ésta adivina o intuye una comunidad
objetiva de intereses. Sin embargo, la primera no tiene
la menor idea consciente y cuya existencia de inmediato
discutiría, así como a la otra parte jamás se le ocurriría
que su relación pudiera estar basada en un punto de
vista común. Este tipo de rapport es lejos el más fre­
cuente; se basa en una proyección mutua, que luego se
convierte en fuente de muchos malentendidos115'1.

Reductivo. Literalmente, “conducir hacia atrás”, describe la in­


terpretación de sueños y la neurosis en términos de eventos
de la vida externa, particularm ente aquellos de la niñez.
(Compárese con constructivo y final).

El método reductivo está orientado hacia atrás, en


contraste con el método constructivo... Los métodos
interpretativos tanto de Freud como de Adler son
reductivos, ya que en ambos casos hay una reducción
a los procesos elementales de deseo y lucha, que en
última instancia son de naturaleza infantil o fisiológi­
ca... La reducción tiene un efecto desintegrador sobre
el verdadero significado del producto inconsciente, ya
que éste es reconstruido hasta sus antecedentes histó­
ricos [por ejemplo, la infancia] y por lo tanto aniquila­
do, o integrado nuevamente con los mismos procesos
elementales de los cuales surgió?55.

En la interpretación de los sueños, el método reductivo


(llamado también mecanicista) intenta explicar las imágenes

:lM "General Description oí the Types”, ibid., par. 618.


:os “Definitions”, ibid., par. 788.
LEXICON JUNO I ANO 167

de personas y situaciones en términos de la realidad concreta.


El enfoque constructivo o final se centra en el contenido
simbólico del sueño.
Aunque el propio Jung se concentró en el enfoque cons­
tructivo, consideró el análisis reductivo como un importante
primer paso para el tratam iento de problemas psicológicos,
especialmente en la primera mitad de la vida.

Las neurosis de los jóvenes generalmente provienen de


un choque entre las fuerzas de la realidad y una actitud
infantil e inadecuada, que desde el punto de vista causal
se caracteriza por una dependencia anormal de los
padres reales o imaginarios, y desde el punto de vista
teleológico, por ficciones, planes y aspiraciones irrea­
lizables. Aquí los métodos reductivos de Freud y Adler
resultan totalmente apropiados356.

Reflexión, Actividad mental que se concentra en un conte­


nido particular de la conciencia, un instinto que incluye a la
religión y la búsqueda de significado.

Comúnmente no pensamos en la “reflexión” como algo


instintivo, sino que la asociamos con un estado mental
consciente. Reflexio significa “doblar hacia atrás”, y
psicológicamente, indicaría que el reflejo que lleva al
estímulo hacia su descarga instintiva es interferido por
la psiquización... Así, en vez del acto compulsivo apa­
rece cierto grado de libertad, y en lugar de la predicción
surge algo relativamente imposible de predecir en
cuanto al efecto del impulso357.*157

ns« »The Problem of the Attitude-Type", CW 7. par. 88.


157 “Psychological Factors in Human Behaviour", CW 8, par. 241.
168 LEXICON JUNCIANO

Según Jung, la riqueza de la psique humana y su carác­


ter esencial están determinados por el instinto reflexivo.

La reflexión es el instinto cultural par excellence, y su


fuerza se aprecia en el poder de la cultura para man­
tenerse a pesar de la indómita naturaleza11“ .

Regresión. Retroceso de la libido a un modo más primitivo


de adaptación, a menudo acompañado de fantasías y deseos
infantiles. (Véase también depresión; compárese con pro­
gresión).

La regresión... como adaptación a las condiciones del


mundo interno, surge de la necesidad vital de satisfacer
las exigencias de la individuación359.

Lo que roba su encanto a la Naturaleza y su alegría a


la vida, es el hábito de mirar hacia atrás en busca de
algo que solía estar en el exterior, en vez de mirar hacia
adentro, hacia las profundidades del estado depresivo.
Este mirar hacia atrás lleva a la regresión y es el primer
paso a lo largo de ese camino. La regresión también es
una introversión involuntaria en la medida en que el
pasado es un objeto de la memoria y por lo tanto un
contenido psíquico, un factor endopsíquico. Es una re­
caída en el pasado causada por una depresión del pre­
sente36".

Jung pensaba que el bloqueo del movimiento progresivo


de la energía se debe a la incapacidad de la actitud consciente

:iw Ibid., pár. 243.


:lsu “On Psychic Energy", ibid., pár. 75.
“The Sacrifice", CW 5, par. 625.
I.1ÍXIC0N JUNCIANO 169

dominante para adaptarse a circunstancias cambiantes. Sin


embargo, los contenidos inconscientes así activados contie­
nen las semillas de una nueva progresión. Por ejemplo, la fun­
ción opuesta o inferior está a la expectativa, siendo potencial­
mente capaz de modificar la actitud consciente inadecuada.

Si el pensamiento falla como función adaptada, porque


está lidiando con una situación a la cual uno puede
adaptarse sólo a través del sentimiento, entonces el
material inconsciente activado por la regresión conten­
drá la función faltante de sentimiento, aunque aún en
forma embrionaria, arcaica y no desarrollada. Asimis­
mo, en el tipo opuesto, la regresión activaría una fun­
ción de pensamiento que podría compensar eficazmen­
te el sentimiento inadecuado1“11.

La regresión de la energía nos confronta con el problema


de nuestra propia psicología. Por lo tanto, desde el punto de
vista final, la regresión es tan necesaria en el proceso de
desarrollo como la progresión.

Desde el punto de vista causal, la regresión está deter- ■


minada, digamos, por una “fijación materna”. Pero
desde el punto de vista final, la libido regresa al imago
de la madre para descubrir ahí las asociaciones de la
memoria mediante las cuales se puede producir un
nuevo desarrollo, por ejemplo, de un sistema sexual a
uno intelectual o espiritual.
La primera explicación se debilita al enfatizar la
importancia de la causa y pasa por alto completamente
la significación final del proceso regresivo. Desde este

“On Psychic Energy”, CW 8. pár. 65.


170 LEXICON JUNGIANO

ángulo, todo el edificio de la civilización se convierte en


un mero sustituto para la imposibilidad del incesto.
Pero la segunda explicación nos permite prever qué
resultará de la regresión, y al mismo tiempo, nos ayuda
a comprender el significado de las imágenes de la
memoria que han sido reactivadas362.

Jung pensaba que detrás de los síntomas mundanos de


la regresión se encontraba su significado simbólico: la nece­
sidad de renovación psicológica, reflejada en la mitología
como el viaje del héroe.

Son precisamente los hombres más fuertes y superio­


res, los héroes, quienes se entregan a su anhelo regre­
sivo y se exponen adrede al peligro de ser devorados por
el monstruo del abismo maternal. Pero si un hombre es
un héroe, se debe a que, finalmente, no dejó que el
monstruo lo devorara, sino que lo venció no una sino
muchas veces. Sólo la victoria sobre la psique colectiva
otorga verdadero valor —la captura del tesoro escon­
dido, el arma invencible, el talismán mágico o lo que
sea que el mito juzgue más deseable363.

Renacimiento, Proceso vivenciado como una renovación o


transformación de la personalidad. (Véase también indivi­
duación).

El renacimiento no es un proceso observable. No po­


demos medirlo, ni pesarlo, ni fotografiarlo. Está total-

:l® Ibid., pars. 43t


*" “The Relations between the Ego and the Unconscious" (Relaciones entre el ego
y el inconsciente), CW 7, par. 261.
LEXICON JUNGIANO 171

mente fuera del alcance de la percepción sensorial...


Uno habla de renacimiento; lo profesa; se nutre de él...
Debemos contentarnos con su realidad psíquica*’.

Jung distinguió cinco formas diferentes de renacimiento:


metempsicosis (transmigración de las almas), reencarnación
(en un cuerpo humano), resurrección, renacimiento psico­
lógico (individuación) y un cambio indirecto que ocurre a
través de la participación en el proceso de transformación.
Jung se concentró particularmente en el renacimiento
psicológico. Inducido por un ritual o estimulado por la expe­
riencia personal inmediata, resulta en una expansión de la
personalidad. El reconoció que uno podía sentirse transfor­
mado durante ciertas experiencias grupales, pero advirtió que
esto no debía confundirse con un renacimiento genuino.

Si un grupo considerable de personas se unen e iden­


tifican entre sí por una estructura mental particular, la
experiencia de transformación resultante sólo se ase­
meja muy remotamente a la experiencia de transforma­
ción individual. La experiencia grupal ocurre a un nivel
de conciencia más bajo que la experiencia individual.
Esto se debe a que cuando se reúnen muchas personas
para compartir una emoción común, la psique total que
emerge del grupo está por debajo del nivel de la psique
individual. Si el grupo es muy grande, la psique colec­
tiva se parecerá más a la psique de un animal...
...La experiencia grupal no es más profunda que el
nivel de nuestra propia mente en ese estado. Produce
un cambio, pero no es duradero*5.

:llil "Concerning Rebirth", CW 9¡. pár. 20b.


:ifiS Ibid., pars. 225f.
172 LEXICON JUNGIANO

Represión. Supresión inconsciente de contenidos psíquicos


que son incompatibles con la actitud de la conciencia.

La represión es un proceso que empieza en la temprana


infancia bajo la influencia moral del ambiente y con­
tinúa a través de la vida1166.

La represión causa la llamada amnesia sistemática,


donde sólo se eliminan de la memoria recuerdos espe­
cíficos o grupos de ideas. En tales casos, se puede de­
tectar cierta actitud o tendencia de la mente conscien­
te, una intención deliberada para evitar la más mínima
posibilidad de recordar, por la sencilla razón de que
sería doloroso o desagradable31’7.

La represión no sólo es un factor en la etiología de m u­


chas neurosis, también determina contenidos de la sombra
personal, ya que el ego generalmente reprime el material que
pudiera alterar la paz mental.

Durante el desarrollo que sigue a la pubertad, la con­


ciencia se ve enfrentada a tendencias, impulsos y fan­
tasías afectivos que, por múltiples razones, no está
dispuesta a o no es capaz de asimilar. Entonces reaccio­
na con distintas formas de represión, en un esfuerzo
por librarse de los molestos intrusos. La regia general
es que mientras más negativa es la actitud consciente
y mientras más se resiste, desvalora y teme, más repul­
sivo, agresivo y aterrador es el aspecto que adopta el
contenido disociado368.

“The Personal and the Collective Unconscious”, CW 7, par. 202.


M1 “Analytical Psychology and Education”. CW 17. par. 199a.
.h» "The Philosophical Tree", CW 13. par. 464.
LEXICON JU'NtilANO 173

Muchos contenidos reprimidos salen naturalm ente a la


superficie durante el proceso analítico. Jung pensaba que
cuando hay fuertes resistencias para descubrir el material
reprimido, éstas deben ser respetadas para no oprimir al ego.

La regla general debiera ser que la debilidad de la


actitud consciente sea proporcional a la fuerza de la
resistencia. Por lo tanto, cuando existen fuertes resis­
tencias, hay que observar atentamente el rapport cons­
ciente con el paciente, y —en ciertos casos— su actitud
consciente debe ser apoyada a tal punto que, en vista de
futuros desarrollos, el analista esté obligado a cargar
con las más burdas incongruencias. Esto es inevitable,
ya que el analista nunca puede estar muy seguro de que
el débil estado de la mente consciente del paciente se
comportará igual frente al próximo asalto del incons­
ciente. De hecho, hay que seguir apoyando su actitud
consciente (o, como piensa Freud, “represiva”) hasta
que el paciente pueda dejar que los contenidos “re­
primidos” surjan espontáneamente1®1.

Restauración regresiva de la persona. Término usado para


describir lo que puede ocurrir cuando la actitud consciente
ha sufrido un colapso mayor.

Tomemos como ejemplo a un hombre de negocios que


se arriesga demasiado y en consecuencia va a la quie­
bra. Si no permite que esta experiencia depresiva lo
desanime e, impávido, conserva su osadía inicial, quizás
con un poco de saludable cautela extra, su herida sane

:w" “The Psychology of the Unconscious" (Psicología del inconsciente), CW 16,


par. 381.
174 LEXICON JI) NGIANO

sin un daño permanente. Pero si, por otra parte, se


desmorona, renuncia a todo riesgo y laboriosamente
intenta restablecer su reputación social dentro de los
confines de una personalidad mucho más limitada,
haciendo un trabajo inferior con la mentalidad de un
niño asustado, en un puesto muy por debajo de su
capacidad, entonces, técnicamente hablando, habrá res­
taurado su persona en forma regresiva... Antes quizás
quería más de lo que podía lograr; ahora ni siquiera se
atreve a intentar lo que es capaz de hacer!7<1.

La restauración regresiva de la persona es posible sólo


para un hombre cuyo fracaso crítico en la vida se deba
a su propia inflación. Con una personalidad apocada,
retrocede al nivel que pueda ocupar. Pero en todos los
demás casos, la resignación y el apocamiento son una
evasión, que a la larga sólo se puede mantener a costa
de achaques neuróticos371.

Sacrificio. Psicológicamente, asociado con la necesidad de


renunciar al mundo de la infancia, a menudo caracterizado
por una regresión de la energía.

Uno debe renunciar al anhelo retrospectivo que sólo


quiere resucitar la adormecida dicha y falta de esfuerzo
de la niñez372.

Para aquel que mira el mundo hacia atrás, hasta el cielo


estrellado se convierte en la madre que se inclina sobre

17(1 “The Relations between the Ego and the Unconscious", CW 7. par. 254.
1,1 Ibid., par. 259.
m “The Sacrifice". CW 5. par. (i4:i.
LEXICON JUNCIANO 175

él y lo envuelve por todos lados, y a partir de la renun­


cia a esta imagen y al anhelo de ella, surge la imagen
del mundo tal como lo conocemos hoy37-1.

Sanador Herido. Dinámica arquetípica que se puede cons­


telar en una relación analítica.
Este térm ino deriva de la leyenda de Esculapio, un mé­
dico griego que, en reconocimiento de la sañación de sus
propias heridas, estableció un santuario en Epidauro donde
otros pudieran sanar las suyas.
Las personas que querían curarse pasaban por un pro­
ceso llamado incubación. Primero se daban un baño, el cual
se suponía que purificaba tanto el alma como el cuerpo. Des­
contaminada del cuerpo, el alma tenía libertad para com uni­
carse con los dioses. Después de ofrecer algunos sacrificios
preliminares, los incubantes se tendían en un diván y dor­
mían. Si eran afortunados, tenían un sueño sanador; si eran
más afortunados, los mordía una serpiente durante la noche.
El arquetipo del sanador herido se puede esquematizar
en una variación del diagrama usado por Jung para ilustrar
las líneas de comunicación en una relación374.
El dibujo de la página siguiente muestra seis flechas de
dos puntas, indicando que la comunicación se puede mover
en ambas direcciones —doce formas en que puede pasar la
información entre analista y paciente.
Según este paradigma, las heridas del analista, aunque se
presume que están relativamente conscientes después de un
largo análisis personal, viven una existencia sombría. Siem­
pre pueden ser reconsteladas en situaciones particulares, y
especialmente si se trabaja con alguien que tiene heridas *174

17:1 Ibid., par. 646.


174 Véase "The Psychology of the Transference”, CW 16, par. 422.
176 LEXICON JUNGIANO

similares. (Son la base de las reacciones de contratransfe-


rencia en el análisis).

Analista conciencia Paciente


(sanador) (herido)
◄------------------------------------- ».

Sombra inconsciente Sombra


(herido) (sanador)

Mientras tanto, el sanador interno del paciente herido


está en la sombra, pero potencialmente disponible. Las heri­
das del paciente activan las del analista. El analista reacciona,
identifica lo que está ocurriendo y de un modo u otro, cons­
ciente o inconscientemente, devuelve esta percepción ai pa­
ciente.
En este modelo, la relación inconsciente entre analista y
paciente es tan importante, en términos del proceso curativo,
como lo que se comunica conscientemente. Hay otras dos
implicaciones significativas:
1) La sanación sólo puede ocurrir si el analista tiene una
relación progresiva con el inconsciente. De otro modo, quizás
él o ella se identifique con el arquetipo del salvador, una
forma de inflación.
2) La psicología profunda es una profesión peligrosa, ya
que el analista siempre está propenso a ser infectado por las
heridas del otro —o a reabrir las propias.
LEXICON JUNCIAN'O 177

Ningún análisis es capaz de desterrar para siempre toda


inconsciencia. El analista debe seguir aprendiendo per­
petuamente y nunca olvidar que cada caso nuevo revela
nuevos problemas y así da origen a suposiciones in­
conscientes que jamás se han constelado. Sin exage­
rar, podríamos decir que al menos la mitad de cada
tratamiento profundo consiste en el autoexamen del
médico, pues sólo aquello que él corrija en sí mismo lo
podrá corregir en el paciente. Tampoco es un fracaso si
siente que el paciente lo golpea o incluso lo supera: es
su propio dolor lo que da la medida de su poder para
sanar. Este, y no otro, es el significado del mito griego
del médico herido375.

Sensación. Función psicológica que percibe la realidad in­


mediata a través de los sentidos físicos. (Compárese con
intuición).

Una actitud que intenta hacer justicia tanto al incons­


ciente como al prójimo, posiblemente no puede apo­
yarse sólo en el conocimiento, en tanto que éste con­
sista meramente de pensamiento e intuición. Le faltaría
la función que percibe los valores, es decir, el senti­
miento, así como también la fonction du réel, es decir,
la sensación, la percepción sensible de la realidad37'’.

En el modelo de tipología de Jung, la sensación, al igual


que la intuición, es una función irracional. Percibe hechos
concretos, sin juzgar su significado o valor.

'1ís "Fundamental Questions oí Psychotherapy” (Temas fundamentales de


psicoterapia), ibid., par. 239.
•ini “The Psychology of the Transference”, ibid., par. 48(>.
178 LEXICON JUNGIANO

La sensación debe diferenciarse rigurosamente del sen­


timiento, ya que este último constituye un proceso
completamente distinto, aunque puede asociarse con la
sensación como “acento en el sentimiento”. La sensa­
ción se relaciona con estímulos tanto externos como
internos, es decir, con cambios en los procesos orgáni­
cos ¡nternos177.

Jung también distinguió entre sensación sensual o con­


creta y sensación abstracta.

La sensación concreta nunca aparece en forma “pura”,


sino que siempre está mezclada con ideas, sentimien­
tos, pensamientos... La sensación concreta de una flor...
transmite una percepción no sólo de la flor como tal,
sino también del tallo, las hojas, el hábitat, etc. Además,
se mezcla instantáneamente con sentimientos de placer
o desagrado que evoca la flor al verla, o con percepcio­
nes olfativas simultáneas, o con ideas acerca de su clasi­
ficación botánica, etc. Pero la sensación abstracta dis­
tingue inmediatamente el atributo sensual más sobre­
saliente de la flor, su brillante rojez, por ejemplo, y lo
convierte en el único o al menos el principal contenido
de la conciencia, completamente separado de los demás
ingredientes. La sensación abstracta se da principal­
mente entre los artistas. Como toda abstracción, es pro­
ducto de la diferenciación funcional1'7*.

Sentimiento. Función psicológica que evalúa o juzga lo que


algo o alguien vale. (Compárese con pensamiento).

177 “Definitions", CW (i, par. 792.


™ Ibid., par. 794.
LEXICON JUNGIANO 179

Un sentimiento es una realidad tan irrebatible como la


existencia de una idea170.

La función de sentimiento es básica para las decisiones


de “lucha o fuga”. Como proceso subjetivo, puede ser bastan­
te independiente de los estímulos externos. Según Jung, es
una función racional, al igual que el pensamiento, ya que
term inantem ente no está influenciada por la percepción
(como las funciones de sensación e intuición) sino por la
reflexión. Una persona cuya actitud general está orientada por
la función de sentimiento, pertenece al tipo de sentimiento.
En el uso cotidiano, el sentimiento a menudo se con­
funde con la emoción. Esta última, que debería llamarse más
bien afecto, es resultado de un complejo activado. El senti­
miento no contaminado con el afecto puede ser bastante frío.

El sentimiento se diferencia del afecto porque no pro­


duce inervaciones físicas perceptibles, es decir, ni más
ni menos que un proceso común de pensamiento380.

Sí Mismo ( s e l f ) . Arquetipo de la totalidad y centro regulador


de la psique; poder transpersonal que trasciende al ego.

Como concepto empírico, el sí mismo indica toda la


gama de fenómenos psíquicos del hombre. Expresa la
unidad de la personalidad en conjunto. Pero en tanto
que la personalidad total, a causa de su componente
inconsciente, sólo puede ser en parte consciente, el
concepto del sí mismo es, en parte, sólo potencialmente
empírico y en esa medida es un postulado. En otras

:m “The Psychology of the Transference". CW 16. par. 531.


“Definitions". CW (>. par. 725.
180 LEXICON JUNCIANO

palabras, incluye tanto lo vivenciable como lo no viven-


ciable (o lo que aún no ha sido vivenciado)... Es un
concepto trascendental, porque presupone la existencia
de factores inconscientes sobre bases empíricas y por lo
tanto caracteriza una entidad que puede ser descrita
sólo en parte381.

El sí mismo no sólo es el centro, sino también toda la


circunferencia que abarca tanto lo consciente como lo
inconsciente; es el centro de esta totalidad, así como el
ego es el centro de la conciencia3152.

Al igual que cualquier arquetipo, la naturaleza esencial


del sí mismo es incognoscible, pero sus manifestaciones son
el contenido de mitos y leyendas.

El sí mismo aparece en sueños, mitos y cuentos de


hadas en la figura de una “personalidad supraordinada”,
como un rey, héroe, profeta, salvador, etc., o bajo la
forma de un símbolo de totalidad, como el círculo, el
cuadrado, la quadratura circuli, la cruz, etc. Cuando
representa una complexio oppositorum, unión de los
opuestos, también puede aparecer como una dualidad
unificada, bajo la forma, por ejemplo, del tao como
interacción del ijang y el yin, o de los hermanos hos­
tiles, o del héroe y su adversario (archienemigo, dra­
gón), Fausto y Mefistófeles, etc. Por lo tanto, empírica­
mente, el sí mismo aparece como un juego de luz y
sombra, aunque concebido como una totalidad y unidad
en que los opuestos se unen383.

Ibid., par. 789.


:uG "Introduction" (Introducción). CW 12, par. 44.
:*i “Definitions", CW fi. par. 790.
LEXICON JUNGIANO 181

La percepción del sí mismo como un factor psíquico


autónomo a menudo es estimulada por la irrupción de con­
tenidos inconscientes sobre los cuales el ego no tiene control.
Esto puede resultar en neurosis y en la consiguiente renova­
ción de la personalidad, o en una identificación inflada con
el poder mayor.

El ego no puede evitar descubrir que la afluencia de


contenidos inconscientes ha vitalizado y enriquecido la
personalidad y ha creado una figura que de alguna ma­
nera empequeñece el campo de acción e intensidad del
ego... Naturalmente, en estas circunstancias existe la
enorme tentación de simplemente seguir ai instinto de
poder e identificar abiertamente al ego con el sí mismo,
para mantener la ilusión del dominio del ego... [Pero]
el sí mismo tiene un significado funcional sólo cuando
puede actuar compensatoriamente frente a la con­
ciencia del ego. Si el ego se disuelve en la identificación
con el sí mismo, da origen a una especie de superhom­
bre nebuloso con un ego hinchado de orgullo384.

Las experiencias del sí mismo poseen una numinosidad


característica de las revelaciones religiosas. Por esto, Jung
pensaba que no había una diferencia esencial entre el sí mis­
mo como realidad vivencial y psicológica y el concepto tra­
dicional de deidad suprema.

También se podría llamar el “Dios dentro de noso­


tros”385.

:lM “On the Nature of the Psyche", CW 8, par. 430.


:ls5 “The Mana-Personality”, CW 7. par. 399.
182 LEXICON JIINGIANO

Simbiosis. Estado psicológico en que los contenidos del in­


consciente personal se vivencian en otra persona. (Véase
también imagen del alma y proyección).
La simbiosis se manifiesta en lazos interpersonales in­
conscientes, que son fáciles de establecer pero difíciles de
romper. Jung dio un ejemplo en términos de la introversión
y la extraversión. Cuando una de estas actitudes es dominan­
te, la otra, al ser inconsciente, se proyecta automáticamente.

Ambos tipos tienen predilección por la unión con su


opuesto, siendo inconsciente y mutuamente comple­
mentarios... Uno se encarga de la reflexión y el otro de
la iniciativa y la acción práctica. Cuando se juntan,
puede ser una unión ideal. Mientras sigan completa­
mente ocupados en su adaptación a las diversas nece­
sidades externas de la vida, se ajustarán admirablemen­
te bien:is<i.

En tales relaciones, lo típico es que los problemas sólo


surjan más adelante en la vida, acompañados de fuertes re­
acciones emocionales.

Cuando los hombres han ganado suficiente dinero o si


les cae del cielo una magnífica herencia y la necesidad
externa ya no es una presión, recién tienen tiempo de
ocuparse el uno del otro. Hasta aquí, se daban la es­
palda y se defendían contra la necesidad. Pero ahora se
miran de frente buscando comprensión —sólo para des­
cubrir que nunca se han comprendido. Hablan lengua­
jes diferentes. Entonces comienza el conflicto. Es una
lucha enconada, brutal, llena de mutuo desprecio, aun

“ “The Problem of the Attitude-Type", ibid., par. 80.


LEXICON JII NCMANO 183

cuando se lleve a cabo silenciosamente y en la máxima


intimidad. Pues el valor de uno es la negación del valor
para el otro™7.

El término de una relación simbiótica a menudo preci­


pita un brote de neurosis, estimulado por la necesidad inter­
na de asimilar aquellos aspectos de uno mismo que fueron
proyectados en el otro.

Símbolo. La mejor expresión posible de algo desconocido.


(Véase también constructivo y final).

Toda expresión psicológica es un símbolo si asumimos


que establece o significa algo más que ella misma, lo
cual escapa a nuestro conocimiento actual™8.

Jung distinguió entre símbolo y signo. Las insignias en


uniformes, por ejemplo, no son símbolos sino signos que
identifican a quien las usa. Para abordar el material incons­
ciente (sueños, fantasías, etc.), las imágenes se pueden in­
terpretar en forma semiótica, como signos sintomáticos de
hechos conocidos o conocibles, o en forma simbólica, como
expresiones de algo esencialmente desconocido.

La interpretación de la cruz como símbolo de amor di­


vino es semiótica, porque “amor divino” describe un
hecho que se expresa mejor y más adecuadamente que
una cruz, que puede tener muchos otros significados.
Por otra parte, una interpretación de la cruz es sim­
bólica cuando la ubica más allá de cualquier explicación

M Ibid.
““ “ Definitions". CW (i, par. S17.
184 LEXICON JUNGIANO

posible, considerándola como la expresión de un hecho


aún desconocido e incomprensible de naturaleza místi­
ca o trascendente, es decir, psicológica, que simplemen­
te se encuentra representado más adecuadamente en la
cruz389.

El hecho de que algo se interprete como símbolo o signo


depende principalmente de la actitud del observador. Jung
unió los enfoques semiótico y simbólico con los puntos de
vista causal y final, respectivamente. Reconoció la importan­
cia de ambos.

El desarrollo psíquico no se puede lograr sólo con in­


tención y voluntad; necesita la atracción del símbolo,
cuyo valor cuántico excede el de la causa. Pero la for­
mación de un símbolo no puede ocurrir hasta que la
mente no haya reflexionado por bastante tiempo sobre
los hechos elementales, es decir, hasta que las necesi­
dades internas o externas del proceso de vida no hayan
provocado una transformación de la energía399. •

En el fondo, la actitud simbólica es constructiva, ya que


da prioridad a la comprensión del significado o propósito de
los fenómenos psicológicos, antes que a la búsqueda de una
explicación reductiva.

Por supuesto, existen neuróticos que consideran sus


productos inconscientes, que en su mayor parte son
síntomas mórbidos, como símbolos de suprema impor­
tancia. Sin embargo, esto no es lo que ocurre general-*

** Ibid., par. 815.


:*9" “On Psychic Energy", CW 8, par. 47.
LEXICON JUNGIANO 185

mente. Al contrario, el neurótico de hoy es muy pro­


penso a considerar como un mero “síntoma” un pro­
ducto que en realidad puede ser plenamente significa­
tivo*".

El principal interés de Jung en los símbolos residía en la


capacidad que tienen para transformar y redirigir la energía
instintiva.

¿Cómo podemos explicar los procesos religiosos, por


ejemplo, cuya naturaleza es esencialmente simbólica?
En forma abstracta, los símbolos son ideas religiosas;
en forma de acción, son ritos o ceremonias. Son la ma­
nifestación y expresión del exceso de libido. Al mismo
tiempo, son escalones que conducen a nuevas activida­
des, que deben ser llamadas culturales para distinguir­
las de las funciones instintivas que siguen su curso
regular de acuerdo a la ley natural391392.

La formación de símbolos en sueños y fantasías se pro­


duce todo el tiempo dentro de la psique. En terapia, después
de haber agotado las explicaciones reductivas, la formación de
símbolos es reforzada mediante el enfoque constructivo. El
objetivo es proporcionar energía instintiva para un trabajo
significativo y una vida productiva.

Sincronicidad. Fenómeno en que un evento del mundo exter­


no coincide significativamente con un estado mental psicoló­
gico.

391 “Definitions”. CW 6, par. 821.


w "On Psychic Energy". CW 8. pár. 91.
186 LEXICON JUNCilANO

La sincronicidad... consta de dos factores: a) Una ima­


gen inconsciente llega a la conciencia ya sea directa­
mente (es decir, literalmente) o indirectamente (simbo­
lizada o sugerida) bajo la forma de un sueño, idea o
premonición, b) Una situación objetiva coincide con
este contenido. Uno es tan enigmático como el otro3®.

Jung asoció las experiencias sincronísticas con la relati­


vidad dél tiempo y el espacio y con un grado de inconsciencia.

Según mis conocimientos actuales, los variados y con­


fusos aspectos de estos fenómenos son completamente
explicables bajo la suposición de la existencia de un
continuum espacio-tiempo psíquicamente relativo. Tan
pronto como un contenido psíquico cruza el umbral de
la conciencia, los fenómenos sincronísticos marginales
desaparecen, el tiempo y el espacio reasumen su
acostumbrado control y la conciencia una vez más
queda aislada en su subjetividad... A la inversa, los
fenómenos sincronísticos se pueden evocar poniendo al
sujeto en un estado inconsciente3®.

La sincronicidad fue definida por Jung como un “principio


conectivo acausal”, una conexión esencialmente misteriosa
entre la psique personal y el mundo material, basándose en el
hecho de que en el fondo son sólo diferentes formas de energía.

No sólo es posible sino que incluso bastante probable,


que la psique y la materia sean dos aspectos diferentes

■m “Synchronicity: An Acausal Connecting Principle” (Sincronicidad: principio de


conexión acausal), ibid., par. 858.
:BM“On the Nature of the Psyche", ibid., par. 441).
LEXICON JIINCIANO 187

de una misma cosa. Me parece que los fenómenos de


sincronicidad apuntan en esa dirección, porque de­
muestran que lo no-psíquico se puede comportar como
lo psíquico, y viceversa, sin que haya ninguna conexión
causal entre ellos395.

Sintético. Véase constructivo.

Sombra. Aspectos ocultos o inconscientes de uno mismo,


tanto positivos como negativos, que el ego ha reprimido o
nunca ha reconocido. (Véase también represión).

La sombra es un problema moral que desafía a toda la


personalidad del ego, pues nadie puede tomar concien­
cia de la sombra sin un esfuerzo moral considerable.
Tomar conciencia de ella significa reconocer como
actuales y reales los aspectos oscuros de la personali­
dad395.

Antes de la diferenciación de los contenidos incons­


cientes, la sombra es en efecto la totalidad del inconsciente.
Comúnmente es personificada en los sueños por personas del
mismo sexo del soñador.
En su mayor parte, la sombra se compone de deseos
reprimidos e impulsos incivilizados, motivaciones m oral­
mente inferiores, fantasías y resentimientos infantiles, etc.
— todas aquellas cosas de las que uno no se siente orgulloso.
Estas características personales no reconocidas a menudo se
perciben en los demás a través del mecanismo de proyección.

* * Ibid., par. 418.


“The Shadow” , CW 9¡¡. par. 14.
188 LEXICON JUNCI ANO

Aunque con insight y buena voluntad, la sombra puede


ser asimilada hasta cierto punto por la personalidad
consciente, la experiencia demuestra que hay algunas
características que presentan una obstinada resistencia
al control moral y resulta casi imposible influenciarlas.
Estas resistencias usualmente están ligadas a las pro­
yecciones, que no son reconocidas como tales y cuyo
reconocimiento constituye un extraordinario logro
moral. Si bien algunos rasgos peculiares de la sombra
pueden ser reconocidos sin demasiada dificultad como
cualidades personales propias, en este caso tanto el
insight como la buena voluntad son ineficaces, porque
la causa de la emoción reside, sin lugar a dudas, en la
otra persona ™.

La percepción de la sombra es inhibida por la persona.


Si nos identificamos con una persona brillante, la sombra
será correspondientemente oscura. Así, la sombra y la per­
sona se encuentran en una relación compensatoria, y el
conflicto entre ellas está invariablemente presente en un
brote de neurosis. La depresión que caracteriza este estado
indica la necesidad de darse cuenta que uno no es todo lo que
pretende o desea ser.
No existe una técnica generalmente eficaz para asimilar
la sombra. Se parece más a la diplomacia o al arte de gober­
nar y siempre es una cuestión individual. Primero se debe
aceptar y tomar seriamente la existencia de la sombra. En
segundo lugar, hay que percatarse de sus cualidades e in­
tenciones. Esto se hace prestando m ucha atención a los
estados de ánimo, fantasías e impulsos. Tercero, es inevitable
pasar por un largo proceso de negociación

:"J7 Ibid., par. 16.


LEXICON JIINGIANO 189

La confrontación de la conciencia con su sombra es una


necesidad terapéutica y, en realidad, el primer requisito
para cualquier método psicológico completo. A la larga,
esto debe conducir a algún tipo de unión, aunque al
principio ésta sea un abierto conflicto, y a menudo
permanece así durante largo tiempo. Es una lucha que
no puede eliminarse con medios racionales. Cuando se
reprime voluntariamente, sigue en el inconsciente y
sólo se expresa en forma indirecta y mucho más peli­
grosa, de modo que no constituye una ventaja. La lucha
continúa hasta que los oponentes quedan sin aliento. El
resultado no puede saberse de antemano. La única cer­
teza es que ambas partes sufrirán algún cambio39*.

Vale la pena pasar por este proceso de llegar a un


acuerdo con el Otro que hay en nosotros, porque así
logramos conocer aspectos de nuestra naturaleza que
no aceptaríamos que nadie nos mostrara y que nosotros
mismos jamás admitiríamos399.

El ego es responsable de la sombra. Por eso la sombra


constituye un problema moral. Una cosa es darse cuenta de
cómo es algo —de lo que somos capaces. Otra muy distinta
es determinar qué podemos aceptar o con qué podemos vivir.

La confrontación con la sombra produce al principio un


equilibrio muerto, un punto neutro que impide las
decisiones morales y vuelve vanas o incluso imposibles
las convicciones. Todo se torna dudoso40".

““ “Uex and Regina" (Rex y Regina), CW 14, pár. 514.


™ “The Conjunction”, ibid., pár. 700.
<“* Ibid., pár. 708.
190 LEXICON JUNCIANO

Sin embargo, la sombra no es sólo el lado oscuro de la


personalidad. También consiste de instintos, habilidades y
cualidades morales positivas que han estado largo tiempo
enterrados o que nunca han sido conscientes.

La sombra es tan sólo un poco inferior, primitiva,


inadaptada y torpe; no es completamente negativa. In­
cluso contiene cualidades infantiles o primitivas que en
cierto modo podrían vitalizar y embellecer la existencia
humana, pero —¡las costumbres lo prohíben!401.

Si hasta la fecha se había creído que la sombra humana


era la fuente de todo mal, ahora podemos asegurar, en
base a investigaciones más recientes, que el hombre
inconsciente, es decir, su sombra, no consiste sólo de
tendencias moralmente reprobables, sino que también
ostenta muchas cualidades positivas, como instintos
normales, reacciones apropiadas, insights realistas,
impulsos creativos, etc.402.

Un brote de neurosis constela ambos lados de la sombra:


aquellas cualidades y actividades de las cuales uno no se
enorgullece, y nuevas posibilidades que uno nunca supo que
estaban ahí.
Jung distinguió entre la sombra personal y la sombra
colectiva o arquetípica.

Con un poco de autocrítica se puede ver a través de la


sombra —siempre que su naturaleza sea personal. Pero
cuando aparece como arquetipo, nos encontramos con

.......Psychology and Religion". CVV 11. pár. 134.


m “Conclusion" (Conclusión). CW !)¡¡, páv. 423.
LEXICON JUNCIANO 191

las mismas dificultades que con el ánima y el ánimus.


En otras palabras, es muy posible que un hombre re­
conozca la maldad relativa de su naturaleza, pero en­
frentarse al mal absoluto es una experiencia poco co­
mún y destructiva'"“.

Splitting (división). Término usado para describir la diso­


ciación de la personalidad, caracterizada por actitudes y pa­
trones de conducta determinados por los complejos. (Véase
también neurosis).

Aunque esta peculiaridad se puede observar más clara­


mente en la psicopatología. fundamentalmente es un
fenómeno normal, que se puede reconocer con gran
facilidad en las proyecciones hechas por la psique pri­
mitiva. La tendencia a dividirse significa que partes de
la psique se separan de la conciencia a tal punto que no
sólo parecen extrañas sino que además llevan una vida
autónoma. No se trata necesariamente de una perso­
nalidad histérica múltiple o de alteraciones esquizofré­
nicas de la personalidad, sino simplemente de los lla­
mados “complejos” que están totalmente dentro de la
esfera de lo normal404.

Sueños. Manifestaciones independientes y espontáneas del


inconsciente; fragmentos de actividad psíquica involuntaria
lo suficientemente conscientes como para ser reproducidos
en el estado de vigilia.

Los sueños no son creaciones deliberadas ni arbitrarias,


sino fenómenos naturales que sólo son lo que preten-

Ml “The Shadow”, ibid., pár. 19.


“Psychological Factors in Human Behaviour". CW 8, par. 253.
192 LEXICON JUNCIANO

den ser. No engañan, no mienten, no distorsionan, ni


disfrazan nada... Invariablemente buscan expresar algo
que el ego no sabe y no comprende405.

En forma simbólica, los sueños describen la situación


actual de la psique desde el punto de vista del inconsciente.

Ya que el significado de la mayoría de los sueños no


está de acuerdo con las tendencias de la mente cons­
ciente sino que muestra desviaciones peculiares, debe­
mos suponer que el inconsciente, matriz de los sueños,
tiene una función independiente. Esto es lo que yo lla­
mo autonomía del inconsciente. El sueño no sólo no
obedece a nuestra voluntad, sino que muy a menudo
está en flagrante oposición con nuestras intenciones
conscientes406.

Jung reconoció que, en algunos casos, los sueños cum ­


plen la función de satisfacer deseos y proporcionar un buen
dormir (Freud) o revelan una lucha infantil de poder (Adler),
pero él se concentró en su contenido simbólico y rol compen­
satorio en la autorregulación de la psique: revelan aspectos de
uno mismo que normalmente no son conscientes, muestran
motivaciones inconscientes que operan en las relaciones y pre­
sentan nuevos puntos de vista en las situaciones de conflicto.

Aquí hay tres posibilidades. Si la actitud consciente


hacia la situación de vida es en gran medida unilateral,
entonces el sueño se pone del lado opuesto. Si la con-

405 "Analytical Psychology and Education", CW 17, par. 189.


'",s “On the Nature of Dreams" (Sobre la naturaleza de los sueños), CW 8,
par. 545.
LEXICON HINGIANO 193

ciencia tiene una posición más equilibrada, el sueño se


satisface con variaciones. Si la actitud consciente es
“correcta” (adecuada), entonces el sueño coincide con
esta tendencia y la enfatiza, aunque sin perder su pe­
culiar autonomía407.

Según Jung, el sueño es una pieza teatral interna.

Toda la obra onírica es esencialmente subjetiva, y el


sueño es un teatro donde el propio soñador es el es­
cenario, el actor, el apuntador, el productor, el autor,
el público y el crítico408.

Este concepto da origen a la interpretación de los sueños


a nivel subjetivo, donde las imágenes en ellos se consideran
representaciones simbólicas de elementos de la personalidad
del soñador. La interpretación a nivel objetivo relaciona las
imágenes con personas y situaciones del mundo externo.
Muchos sueños tienen una estructura dramática clásica.
Hay una exposición (lugar, tiempo y personajes), que mues­
tra la situación inicial del soñador. En la segunda fase hay un
desarrollo de la trama (ocurre la acción). La tercera fase
m uestra la culminación o clímax (sucede un evento decisivo).
La fase final es el lisis, resultado o solución (si la hay) de la
acción del sueño.

Témenos. Palabra griega que significa un espacio sagrado,


protegido; psicológicamente, describe tanto un contenedor
personal como el sentido de privacidad que rodea a una re­
lación analítica.

*’7 Ibid., par. 546.


"General Aspects of Dream Psychology“, ibid., par. 509.
194 UCXICON JÜNCIANO

Jung pensaba que los dibujos o imágenes oníricas de


naturaleza cuaternaria, como los mandalas, a menudo indi­
can la necesidad de establecer o preservar un témenos.

El símbolo del mandala significa precisamente un lugar


sagrado, un témenos, para proteger el centro. Este
símbolo es uno de los motivos más importantes en la
objetivación de imágenes inconscientes. Es un medio
para proteger el centro de la personalidad, evitando que
sea arrastrada e influenciada desde afuera409.

Tertium non datur. El “tercero” reconciliador, lógicamente


imprevisible, característico de una solución en una situación
de conflicto cuando la tensión entre los opuestos se ha
mantenido en la conciencia. (Véase también función tras­
cendente).

Por regla general, ocurre cuando el análisis ha cons­


telado tan fuertemente los opuestos que una unión o
síntesis de la personalidad se convierte en una necesi­
dad imperativa... [Esta situación] requiere una solución
real y necesita una tercera cosa en que los opuestos se
puedan unir. Aquí la lógica del intelecto usualmente
falla, pues en una antítesis lógica no hay un tercero. El
“solucionadör” sólo puede ser de naturaleza irracional.
En la naturaleza, la solución de los opuestos siempre es
un proceso energético: ella actúa simbólicamente en el
más estricto sentido de la palabra, haciendo algo que
expresa ambos lados, así como una cascada visible­
mente media entre lo de arriba y lo de abajo41".

m “The Tavistock Lectures”, CW 18, par. 410.


4,0 “The Conjunction", CW 14. par. 705.
LEXICON JUNGIANO 195

Tesoro difícil de obtener. En general, se refiere a aspectos del


autoconocimiento necesarios para la individualidad psicoló­
gica; específicamente, una metáfora del proceso de indivi­
duación, una buena relación de trabajo con el sí mismo.

Tipo. Actitud o función característica general.

[Los] tipos-funciones, que podríamos llamar tipos de


pensamiento, de sentimiento, de sensación e intuitivos,
se pueden dividir en dos clases según la cualidad de la
función básica, es decir, en racionales e irracionales.
Los tipos de pensamiento y de sentimiento pertenecen
a la primera clase, los tipos de sensación e intuitivos,
a la segunda. La tendencia predominante del movi­
miento de la libido permite otra división en dos clases,
a saber, introversión y extraversión4".

Jung pensaba que la primera distorsión del tipo causada


por influencias parentales u otras influencias ambientales,
puede conducir a neurosis más adelante en la vida.

Por regla general, cuando ocurre tal falsificación del


tipo... el individuo más tarde se torna neurótico, y sólo
puede curarse desarrollando una actitud consonante
con su naturaleza*412.

Tipología. Sistema en que las actitudes y patrones de con­


ducta individuales se categorizan en un intento por explicar
las diferencias entre las personas.
El modelo de tipología de Jung nació después de una

4,1 “Definitions’’, CW (i, par. 835.


412 “General Description of the Types", ibid., par. 560.
196 LEXICON JUNGIANO

extensa revisión histórica en relación a los tipos en la litera­


tura, mitología, estética, filosofía y psicopatología. Mientras
las primeras clasificaciones se basaron en observaciones de
patrones de conducta temperamentales o fisiológicos, el mo­
delo jungiano se centró en el movimiento de la energía y en
la forma en que habitual o preferentemente nos orientamos
en el mundo.

Antes que nada, es una herramienta crítica para el


investigador, quien necesita puntos de vista y pautas
definidos para poder reducir la caótica profusión de ex­
periencias individuales a alguna clase de orden... En
segundo lugar, una tipología ayuda enormemente a
comprender las amplias variaciones que ocurren entre
los individuos, y también da una pista para las diferen­
cias fundamentales en las actuales teorías psicológicas.
Y por último, pero no menos importante, es un medio
esencial para determinar la “ecuación personal” del
psicólogo en práctica, quien, equipado con un conoci­
miento exacto de sus funciones diferenciadas e infe­
riores, puede evitar muchas equivocaciones graves con
sus pacientes411*.

Jung diferenció ocho grupos tipológicos: dos actitudes de


personalidad — introversión y extraversión— y cuatro funcio­
nes — pensamiento, sensación, intuición y sentimiento, que
pueden operar de manera introvertida o extravertida.
La introversión y la extraversión son modos psicológicos
de adaptación. En la primera, el movimiento de la energía es
hacia el mundo interno. En la segunda, el interés se dirige*

“Psychological Typology”, ibid., par. 98(S.


LEXICON JUNGIANO 197

hacia el mundo externo. En un caso, el sujeto (realidad in­


terna), y en el otro, el objeto (cosas y otras personas, realidad
externa), es lo más importante.

[La introversión) normalmente se caracteriza por una


naturaleza vacilante, reflexiva y retraída que se aparta,
evade los objetos, siempre está levemente a la defensiva
y prefiere esconderse detrás de un escrutinio receloso.
[La extraversión] normalmente se caracteriza por una
naturaleza expansiva, cándida y acomodaticia que se
adapta fácilmente a una situación dada, crea lazos con
rapidez y, desechando cualquier recelo, a menudo sale
a lo desconocido. En el primer caso, obviamente el su­
jeto, y en el segundo, el objeto, es de suma importan­
cia414.

El factor crucial para determinar si uno es introvertido


o extravertido, en oposición a la actitud operativa más común,
no es lo que uno hace, sino más bien la motivación para
hacerlo — la dirección en que natural y habitualmente fluye
nuestra energía.
El hecho de que una persona sea predominantemente
introvertida o extravertida, sólo se evidencia en asociación con
una de las cuatro funciones, siendo cada una experta en su
área: el pensamiento se refiere al proceso de pensamiento
cognitivo, la sensación es percepción mediante los órganos
sensoriales físicos, el sentimiento es la función de juicio o
valoración subjetivo, y la intuición se refiere a la percepción
vía el inconsciente.
Brevemente, la función de sensación establece que algo

414 “The Problem of the Attitude-Type”, CW 7. pár. 62.


198 LEXICON JUNGIANO

existe, el pensamiento nos dice lo que significa, el sentimien­


to nos dice lo que vale, y a través de la intuición percibimos
sus posibilidades.

Así podemos orientarnos con respecto al mundo inme­


diato en forma tan completa como cuando ubicamos
algún lugar geográfico mediante su latitud y longitud.
Las cuatro funciones se parecen a los cuatro puntos de
la brújula; son igualmente arbitrarias e indispensables.
Nada nos impide cambiar los puntos cardinales en tan­
tos grados como queramos en una u otra dirección, o
cambiarles nombre. Sólo se trata de convenciones e in­
teligibilidad.
Pero debo confesar algo: por ningún motivo pres­
cindiría de esta brújula en mis viajes de descubrimiento
psicológico"5.

El modelo básico de Jung, incluyendo la relación entre


las cuatro funciones, es una cuaternidad, como se aprecia en
el diagrama. (Aquí el pensamiento se colocó arbitrariamente
arriba; cualquiera de las otras funciones podría estar en esa
ubicación, según las preferencias personales).

415 «A Psychological Theory of Types". CW (>, pars. 958f.


LEXICON JUNCIANO 199

Jung pensaba que ninguna de las funciones por sí sola


basta para ordenar nuestra experiencia personal o del mundo
que nos rodea; se requieren las cuatro para una comprensión
total.

Para una orientación completa, las cuatro funciones


deben contribuir por igual: el pensamiento debe facili­
tar la cognición y el juicio, el sentimiento debe decirnos
cómo y en qué medida algo es importante o no para
nosotros, la sensación nos debe transmitir la realidad
concreta a través de la vista, el oído, el gusto, etc., y la
intuición debe permitirnos adivinar las posibilidades
ocultas, ya que éstas también pertenecen al cuadro
completo de una situación dada’16.

El ideal es tener acceso consciente a la función o funcio­


nes adecuadas para ciertas circunstancias, pero en la práctica,
las cuatro funciones no están igualmente disponibles para la
conciencia. Hay una que invariablemente está más diferen­
ciada: la función superior o primaria. La función opuesta a la
función primaria se llama cuarta función o función inferior.
En este contexto, los términos “superior” e “inferior” no
implican juicios de valor. Ninguna función es mejor que otra.
La función superior es simplemente la más desarrollada, la
más utilizada por la persona; asimismo, inferior no significa
patológico sino tan sólo menos usado en comparación con la
función superior. Además, el constante flujo de contenidos

4111 “Psychological Types”, ibid., pár. 900. Jung reconoció que las cuatro funciones
orientadoras no contienen todo lo de la psique consciente. Por ejemplo, no están
incluidas la fuerza de voluntad y la memoria, porque aunque pueden verse
afectadas por el funcionamiento tipológico del individuo, no son en sí
determinantes tipológicas.
200 LEXICON JUNCIANO

inconscientes hacia la conciencia es tal, que a menudo resul­


ta difícil para uno mismo, y más aún para un observador
externo, determinar qué funciones pertenecen a la persona­
lidad consciente y cuáles al inconsciente.

Hablando en forma general, un observador crítico [tipo


de pensamiento o de sentimiento) tenderá a asumir el
carácter consciente, mientras que un observador per­
ceptivo [tipo de sensación o intuitivo] estará más in­
fluenciado por el carácter inconsciente, ya que el juicio
se relaciona principalmente con la motivación cons­
ciente del proceso psíquico, mientras que la percepción
registra el proceso mismo417.

¿Qué ocurre con aquellas funciones que no se utilizan


conscientemente a diario y que por lo tanto no se desarrollan?

Permanecen en un estado más o menos primitivo e in­


fantil, a menudo sólo conscientes a medias o incluso
bastante inconscientes. Las funciones relativamente no
desarrolladas constituyen una inferioridad específica
que es característica de cada tipo y parte integral de su
carácter total. El énfasis unilateral en el pensamiento
siempre va acompañado de una inferioridad de senti­
miento, y la sensación diferenciada es perjudicial para
la intuición, y viceversa4"1.

Jung describió dos de las cuatro funciones como raciona­


les (o críticas) y dos como irracionales (o perceptivas).
El pensamiento, como función de discriminación lógica,

ll! "General Description of the Types", ibid., par. 576.


4's “a Psychological Theory of Types", ibid., par. 955.
LEXICON JUNGIANO 201

es racional. También lo es el sentimiento, que al evaluar


nuestros gustos y aversiones puede ser tan discriminatorio
como el pensamiento. Ambos se basan en un proceso lineal
reflexivo que se funde en un juicio particular. La sensación
y la intuición se denominan funciones irracionales porque no
dependen de la lógica. Cada una constituye una forma de
percibir simplemente lo que es: la sensación observa el m un­
do externo, la intuición observa el mundo interno.
Además de la función primaria, a menudo hay una se­
gunda y a veces una tercera función auxiliar que ejerce una
influencia co-determinante en la conciencia. Esta es siempre
aquella cuya naturaleza, racional o irracional, difiere de la
función primaria.

FUNCIÓN PRIMARIA
(Racional)

FUNCIÓN FUNCIÓN
AUXILIAR AUXILIAR
(Irracional) (Irracional)

FUNCIÓN INFERIOR
(Racional)

El modelo de tipología de Jung es la base de los tests-tipo


modernos, como el Myers-Briggs Type Indicator (MBTI) y el
Singer-Loomis Personality Profile, usados en el contexto de
organizaciones.

Tipos psicológicos. Véase tipo y tipología.


202 LKXICON JUNGI ANO

Totalidad. Estado en que la conciencia y el inconsciente ope­


ran juntos en armonía. (Véase también sí mismo).

Aunque, a primera vista, la “totalidad” parece ser sólo


una idea abstracta (como ánima y ánimus), sin embargo
es empírica en cuanto a que es anticipada por la psique
bajo la forma de símbolos espontáneos o autónomos.
Estos son los símbolos de cuaternidad o mandala, que
no sólo se dan en los sueños de gente actual que jamás
ha oído hablar de ellos, sino que están muy disemina­
dos en los archivos históricos de muchas personas y
épocas. La historia y la psicología empírica confirman
ampliamente su significación como símbolos de unidad
y totalidad"".

En términos de la individuación, donde la meta es una


conexión vital con el sí mismo, Jung contrastó la totalidad con
el deseo incompatible de llegar a ser perfecto.

La percepción del sí mismo, que lógicamente ocurriría


después del reconocimiento de su supremacía, lleva a un
conflicto fundamental, a una verdadera suspensión entre
los opuestos (evocativa del Cristo crucificado que cuelga
entre dos ladrones) y a un estado aproximado de tota­
lidad que carece de perfección... El individuo puede es­
forzarse por lograr la perfección... pero debe sufrir por el
opuesto de sus intenciones en aras de su totalidad'12".

Tramposo. Psicológicamente, describe tendencias incons­


cientes de la sombra de naturaleza mercurial ambivalente.419

419 “The Self. CW 9ii, par. 59.


42,1 “Christ, A Symbol of the Self. ibid., pár. 123.
LEXICON JUNGIANO 203

[El tramposo] es un precursor del salvador... Es tanto


subhumano como superhumano, un ser bestial y divi­
no, cuya principal y más alarmante característica es su
inconsciencia121.

El llamado hombre civilizado se ha olvidado del tram­


poso. Lo recuerda sólo figurativa y metafóricamente,
cuando, irritado por su propia ineptitud, habla de las
jugadas que le hace el destino o de cosas embrujadas.
Jamás sospecha que su propia sombra oculta y apa­
rentemente inofensiva tiene cualidades cuya peligrosi­
dad excede sus peores sueños422.

Transferencia. Caso particular de proyección, que describe el


lazo emocional inconsciente que surge en el paciente en re­
lación al analista. (Véase también contratransferencia).

Los contenidos inconscientes invariablemente se pro­


yectan al principio en personas y situaciones concretas.
Finalmente, muchas proyecciones se pueden volver a
integrar al individuo cuando él ha reconocido su origen
subjetivo; otras se resisten a la integración, y aunque
pueden separarse de su objeto original, luego se trans­
fieren al analista. Entre estos contenidos, la relación
con el padre del sexo opuesto juega un importante rol,
es decir, la relación del hijo con la madre, de la hija con
el padre y también del hermano con la hermana423.421*

421 "On the Psychology of the Trickster-Figure” (Sobre la psicología de la figura


del tramposo), CW 9¡, par. 472.
432 Ibid., par. 478..
42:1 “The Psychology’ of the Transference", CW 16, par. 357.
204 LEXICON JUNCIANO

Cuando las proyecciones se reconocen como tales, ter­


mina la particular forma de rapport conocida como
transferencia, y comienza el problema de la relación
individual424.

Una transferencia puede ser positiva o negativa; la prime­


ra se caracteriza por sentimientos de afecto y respeto, y la
segunda por hostilidad y resistencia.

Para un tipo de persona (llamado el infantil-rebelde),


una transferencia positiva es, en primer lugar, un
importante logro de significación curativa; para el otro
(el infantil-obediente), es una peligrosa reincidencia,
una manera cómoda de evadir las obligaciones de la
vida. Para el primero, una transferencia negativa es una
creciente insubordinación, por lo tanto, una reinci­
dencia y una evasión de las obligaciones de la vida; para
el segundo, es un paso hacia adelante de significación
curativa425.

Jung no consideró la transferencia sólo como una pro­


yección de fantasías erótico-infantiles. Aunque éstas se pue­
den presentar al principio del análisis, es posible disolverlas
a través del método reductivo. Entonces, el propósito de la
transferencia se convierte en el principal tema y guía.

Una interpretación exclusivamente sexual de los sueños


y fantasías es una fuerte violación del material psico­
lógico del paciente: la fantasía sexual-infantil de nin-

424 “The Therapeutic Value of Abreaction” (Valor terapéutico de la abreacción),


ibid., par. 287.
425 “Some Crucial Points in Psychoanalysis”, CW 4, par. 659.
LEXICON JUNGIANO 205

guna manera constituye toda la historia, ya que el


material también contiene un elemento creativo, cuyo
propósito es idear una salida para la neurosis426.

Sin embargo, Jung hizo afirmaciones contradictorias


acerca de la importancia terapéutica de la transferencia — por
ejemplo:

El fenómeno de transferencia es un aspecto inevitable


de todo análisis completo, pues es imperativo que el
analista se contacte lo más estrechamente posible con
la línea de desarrollo psicológico del paciente427*.

No trabajamos con la “transferencia hacia el analista”,


sino contra ella y a pesar de ellam .

La transferencia siempre es un obstáculo; nunca una


ventaja429.
\

El tratamiento médico de la transferencia da al paciente


una valiosa oportunidad para deshacer sus proyeccio­
nes, revertir sus fracasos e integrar su personalidad430.

— pero nunca dudó de su significado al estar presente.

Un analista debidamente entrenado interpone la fun­


ción trascendente para el paciente, es decir, lo ayuda a
juntar conciencia e inconsciente para que adopte una

«s “The Therapeutic Value of Abreaction", CW 16, par. 277.


427 Ibid., par. 283.
42" "Some Crucial Points in Psychonalysis”, CW 4, par. 601.
•*> "The Tavistock Lectures”, CW 18, par. 349.
t:«> “The Psychology of the Transference”. CW 16, par. 420.
206 LEXICON UINGIANO

nueva actitud... Mediante la transferencia, el paciente se


aterra a la persona que parece prometerle una renova­
ción de actitud; a través de ella busca este cambio tan
vital para él, aun cuando no esté consciente de que lo
hace. Por lo tanto, para el paciente, el analista tiene el
carácter de una indispensable figura absolutamente
necesaria para la vida431.

Aquello que es inconsciente en el paciente y necesario


para un funcionamiento sano, se proyecta en el analista. Esto
incluye imágenes arquetípicas de totalidad, con el resultado
de que el analista cobra la importancia de una personalidad-
mana. Entonces, la tarea del paciente es comprender tales imá­
genes a nivel subjetivo, para que, fundamentalmente, constele
su propio analista interno.
La empatia es un importante elemento en la transfe­
rencia. Mediante la empatia, el paciente trata de emular la
actitud presuntamente más sana del analista, para así alcan­
zar un mejor nivel de adaptación.

El paciente está atado al analista por lazos de afecto o


resistencia y no puede evitar seguir e imitar su actitud
psíquica. De esta manera se siente acompañado (em­
patia). El analista no puede evitarlo ni con la mejor
voluntad, ni con toda su habilidad técnica, pues la em­
patia funciona en forma segura e instintiva a pesar del
juicio consciente, que nunca es tan fuerte422.

Jung pensaba que analizar la transferencia era extre­


madamente importante a fin de recuperar contenidos pro-*

4:11 “The Trascenderá Function”. CW 8, par. 146.


*K "Some Crucial Points in Psychoanalysis", CW 4. pár. 661.
LEXICON JUNGIANO 207

yectados necesarios para la individuación del paciente. Pero


señaló que aun después de retirar las proyecciones, permane­
ce una fuerte conexión entre ambas partes. Esto se debe a un
factor instintivo que se expresa poco en la sociedad moderna:
libido entre parientes.

Ahora todos son extraños entre extraños. La libido entre


parientes -—que incluso podría engendrar un satisfacto­
rio sentimiento de pertenencia, como en las primeras
comunidades cristianas— ha sido privada de su objeto.
Pero, al ser un instinto, no se satisface con algún mero
sustituto como un credo, partido, nación o estado. Ne­
cesita la conexión humana. Ese es el centro de todo el
fenómeno de transferencia, y es inútil discutir lo con­
trario, porque la relación con el sí mismo es al mismo
tiempo relación con nuestro prójimo, y nadie puede
relacionarse con otro mientras no se relacione consigo
mismo™.

Transformación. Véase renacimiento.

Trauma. Shock emocional intenso, a menudo acompañado de


represión y un splitting de la personalidad. (Véase abreacción).

Unión de los opuestos. Véase opuestos.

Unus mundus. Véase coniunctio.

Viaje nocturno por el mar. Motivo arquetípico de la mitolo­


gía, psicológicamente asociado con la depresión y la pérdida
de energía características de la neurosis.

m “The Psychology of the Transference". CW 16, par. 445.


208 LEXICON JliNGIANO

El viaje nocturno por el mar es una especie de descensus


ad inferos —un descenso al Hades y un viaje a la tierra
de los fantasmas en algún lugar más allá de este
mundo, más allá de la conciencia, es decir, una inmer­
sión en el inconsciente’34.

Mitológicamente, este motivo arquetípico por lo general


implica ser tragado por un dragón o monstruo marino. Tam­
bién es representado por la prisión o crucifixión, el desmem­
bramiento o rapto, experiencias que tradicionalmente deben
soportar los dioses del sol y los héroes: Gilgamés, Osiris, Cris­
to, Dante, Odiseo, Eneas. En el lenguaje de los místicos, es
la noche oscura del alma.
Jung interpretó simbólicamente estas leyendas, como
ilustraciones del movimiento regresivo de la energía en un
brote de neurosis y su progresión potencial.

El héroe es el exponente simbólico del movimiento de


la libido. La entrada al dragón representa la dirección
regresiva, y el viaje al Oriente (el “viaje nocturno por
el mar”) con sus eventos concomitantes, simboliza el
esfuerzo por adaptarse a las condiciones del mundo
psíquico interno. La completa ingestión y desaparición
del héroe en el estómago del dragón, representa un
absoluto desinterés por el mundo externo. La derrota
del monstruo desde adentro constituye el logro de la
adaptación a las condiciones del mundo interno, y la
salida (“escape”) del héroe del estómago del monstruo
con la ayuda de un pájaro, cosa que ocurre al salir el
sol, simboliza el reinicio de la progresión435.

m Ibid., pár. 455.


«5“On Psychic Energy", CW 8 . par. 68 .
LEXICON JUNG1ANO 209

Todos los mitos del viaje nocturno por el mar derivan de


la conducta del sol, que, según una imagen lírica de Jung,
“navega sobre el mar como un dios inmortal que cada tarde
se sumerge en las aguas maternales y nace nuevamente en la
m añana”4“ . La puesta del sol, análoga a la pérdida de energía
en una depresión, es el preludio necesario para renacer.
Purificado en las aguas sanadoras (el inconsciente), el sol
(conciencia del ego) vive nuevamente.

Vida provisional. Término usado para describir una actitud


más o menos imaginaria frente a la vida, no enraizada en el
aquí y el ahora, comúnmente asociada con la psicología del
puer.

Viejo sabio. Imagen arquetípica de comprensión y sabiduría.


En la terminología de Jung, el viejo sabio es una perso­
nificación del espíritu masculino. En la psicología de un
hombre, el ánima se relaciona con el viejo sabio como una
hija con su padre. En una mujer, el viejo sabio es un aspecto
del ánimus. La Gran Madre es el equivalente femenino tanto
en hombres como en mujeres.

La figura del viejo sabio puede aparecer en forma tan


plástica, no sólo en los sueños sino también en la
meditación visionaria (o lo que llamamos “imaginación
activa"), que... asume el rol de un gurú. El viejo sabio
aparece en los sueños disfrazado de mago, médico,
sacerdote, maestro, abuelo o de cualquier otra persona
que posea autoridad437.

“ “Symbols of the Mother and of Rebirth”, CW 5, par. 306.


*‘7 “The Phenomenology of the Spirit in Fairytales", CW 9i, par. 398.
210 LEXICON JUNGI ANO

Voluntad. Cantidad de energía psíquica o libido a disposición


de la conciencia, que implica cierto control sobre el instinto.

La voluntad es un fenómeno psicológico que debe su


existencia a la cultura y a la educación moral, pero está
en gran m edida ausente en la m entalidad primitiva™.

“Definitions”, CW 6. pár. 844.


LEXICON JUNCIANO 211

Bibliografía

T h e C o lle c te d W o rks o f C.G. J u n g . 20 vols. Bollingen Series XX, traducido


por R.F.C. I lull, editado por H. Read. M. Fordham, G. Adler y Wm.
McGuire. Princeton University Press. Princeton, 1953-1979.
Los títulos de los volúmenes individuales son los siguientes:
1. Psychiatric Studies (Estudios psiquiátricos)
2. Experimental Researches (Investigaciones experimentales)
3. The Psychogenesis of Mental Disease (Psicogénesis de las enferme­
dades mentales)
4. Freud and Psychoanalysis (Freud y el psicoanálisis)
5. Symbols of Transformation (Símbolos de transformación)
6. Psychological Types (Tipos psicológicos)
7. Two Essays on Analytical Psychology (Dos ensayos sobre psicología
analítica)
8. The Structure and Dynamics of the Psyche (Estructura y dinámica
de la psique)
9¡. The Archetypes and the Collective Unconscious (Arquetipos e in­
consciente colectivo)
9¡¡. Aion: Researches into the Phenomenology of the Self (Aion: inves­
tigaciones sobre la fenomenología del sí mismo)
10. Civilization in Transition (Civilización en transición)
11. Psychology and Religion: West and East (Psicología y religion: Oc­
cidente y Oriente)
12. Psychology and Alchemy (Psicología y alquimia)
13. Alchemical Studies (Estudios alquímicos)
14. Mysterium Coniunctionis
212 LEXICON Jl) NGI ANO

15. The Spirit in Man, Art, and Literature (El espíritu en el hombre, el
arte y la literatura)
16. The Practice of Psychotherapy (Práctica de la psicoterapia)
17. The Development of Personality (Desarrollo de la personalidad)
18. The Symbolic Life: Miscellaneous Writings (Vida simbólica: escritos
misceláneos)
19. General Bibliography of Jung's Writings (Bibliografía general de los
escritos de Jung)
20. General Index (Indice general)

C.G. J u n y t e t t e r s (Cartas de C.G. Jung). Bollingen Scries XCV. 2 vols. Ed.


Gerhard Adler y Aniela Jaffé. Trad. R.F.C. Hull. Princeton University
Press, Princeton, 1973.

M e m o ries, D rea m s, R eflec tio n s. Ed. Aniela Jaffé. Pantheon Books, Nueva
York, 1961 (R ec u erd o s, s u e ñ o s y p e n s a m ie n to s . Seix Barrai, Barcelona,
1986).

T h e F reu cl/Ju ny t e t t e r s (Las cartas de Jung/Freud). Bollingen Series XCIV.


Ed. William McGuire. Trad. Ralph Manheim y R.F.C. Hull. Princeton
University Press, Princeton. 1974.

N i e t z s c h e ’s Z a r a th u s t r a : N o te s o f t h e S e m i n a r G iv e n in 1 9 3 4 -1 9 3 9
(Zaratustra de Nietzsche: notas del sem inario dado en 1934-1939).
Bollingen Series XCIX. 2 vols. Ed. James L. Jarrett. Princeton University
Press, 1988.
Indice
Los números de página en negrita se refieren a un título principal

a b a is s e m e n t d u n iv e a u m e n ta l, 1, alquimia. 10, 25-26, 33, 51-52, 64,


59-60. 115, 130, 145, 161 127, 134, 152-153
abandono, 135-136 altruismo, 70
abreacción, 1-2, 129, 207 ambivalencia, 10, 15, 60, 202
abstracción. 2-3, 48-49, 64, 178 amnesia sistemática, 172
actitud, 3-5, 5-6, 11-13, 23, 39. 50, amplificación, 10, 31, 53
53, 70, 72-74, 96, 103-104, análisis anamnéstico, 11-12, 105
118-122, 131-132, 140-143, análisis del inconsciente, 11-13
149, 162, 165, 173, 177-178, análisis jungiano, 10-14, 36, 53-
182, 195-201, 206, 209 54. 61. 82-83, 99, 100, 117,
actividad, como instinto, 115-117 126, 134, 141-142, 167, 173,
adaptación, 3-5, 7-8, 31-33, 35-36, 175-177, 185
63, 70-71, 78, 92, 96, 100. 115, analogía, 27. 48, 209
130-134, 145-149, 154-155, ánima, 9-10. 14-21, 23-25, 32, 40,
158, 160, 168-170, 196-197, 46. 55, 62, 65, 90-91, 95, 97,
206, 208 127, 148, 150-151, 155, 159,
Adler, Alfred, 166-167 163, 191, 202, 209
afecto/reacción emocional (v éa se ánimus, 9-10, 14, 19, 21-25, 32,
ta m b ié n emoción), 9, 32, 37, 46, 62, 65, 90, 95, 97, 126-127,
50, 63, 70, 80, 103, 125, 147, 148, 150, 155, 159, 163, 191,
158, 172, 179, 182 202, 209
ajuste, 71, 131-134 Antropos, 25-26
alma, 1, 9-10, 15, 19-22, 57, 135, apercepción. 26, 31
145, 149, 175 Apolo. 164
214 LEXICON JUNCIANO

apotropaico, 27, 58 complejo, 8-10, 14, 21-25, 30-32,


arcaico. 27-28, 48, 60, 63, 66, 73, 3 6 -3 9 . 39-46, 51-52, 61-69,
78, 115, 143, 153, 155, 169 71-74, 80. 88, 93, 99-100, 114,
arquetipo, 14-15, 28-30, 33. 36, 43, 116, 126, 130-134, 137-138,
55-56. 57, 66-67, 87-88, 102, 145-149, 151-152, 160-161,
104-106, 115-118, 150-151, 165. 179. 191
160, 175-177, 179-181, 190 complejo de Edipo, 8, 132
arte/artista, 18, 116, 178 complejo parental (véase ta m b ié n
asimilación, 26, 30-31, 32, 36, 58, madre/complejo materno y pa-
63, 83, 88, 98, 121, 134, 142, dre/complejo paterno), 44-45
150, 172, 183, 188 com plejos contrasexuales, v é a s e
asociación, 10, 27, 31, 34, 37, 47. ánima y ánimus
68-69 c o m p le x é ) o p p o s ito r u m , 52. 180
asociación libre, 10, 27, 31, 34, 36- conciencia (véase ta m b ié n ego), 5,
37, 47, 68-69 9-13, 18-21, 23-24, 26, 30-33,
astillas de la'psique, 37, 61 35-39, 46-48, 49-50, 53, 57-58,
autoconocim ien to , 62, 69, 111, 61-65, 67, 74-75, 77-78, 81-83,
128, 135, 195 85-88, 93-94. 96-97, 99-104,
autonomía/autónomo, 6,19-21,23, 106, 112-115, 118-119, 127-
31, 37, 61, 68, 74. 80-81, 116, 128, 130, 132-134. 136-142,
137, 151, 161, 181, 192-193. 144, 148, 151-152, 155, 160-
202 162, 167-169, 172-173, 176,
autorregulación de la psique, 31- 181, 191-194, 199-202, 205,
33, 35, 50. 53, 75-77, 87. 103, 208-210
118. 125, 130-134, 142, 192 conciencia lunar, 127
Axioma de María, 33 conciencia solar, 127
concretismo, 48-49
Caín y Abel, 87 confesión, 129
Campbell, Joseph, 89n conflicto (véase ta m b ié n función
causal (v éa se ta m b ié n reductivo), trascendente y opuestos), 5,
34, 73, 128, 132, 167, 169, 10. 32-33, 37, 49-51, 56, 85,
184-187 87, 104. 118, 130-134, 136.
círculo, 57, 180 140-142. 153. 160, 162, 188-
circumambulación. 34, 57 189, 192. 194, 202
c o in c id e n tia o p p o s ito r u m , 49, 52 c o n iu n c tio , 51-52, 152
colectivo, 4, 6-7, 18, 21-24, 30, 34- conservación de la energía, 76, 124
35, 40. 43-44, 70,94, 101, 104- constelar, 30-31, 35, 37, 40, 52, 69,
113, 146-150, 159, 170-171 80, 87, 141, 164, 175-177, 194
compensación, 15-18, 21, 31-33, constructivo, 52-53, 75, 136, 166-
35-36, 58-59. 66-67, 72-74, 77, 167, 183-185
91, 93. 98, 103, 112-113, 120, contratransferencia (v éa se ta m b ié n
125, 131-134, 140-142, 148, proyección y transferencia),
155, 169, 188-190, 192 53-54. 159, 176, 203
LEXICON JUNGIANO 215

Core, 55-56 161, 172-173, 179-181. 187-


creatividad, 59-60, 74, 104, 1 Hi­ 189, 192
l l 7, 190 embarazo psíquico. 113
crucifixión, 56. 89, 142, 202, 208 emoción (v éa se ta m b ié n afecto), 1,
cuarta función, v éa se función in­ 9, 15-16, 24. 28, 36-39, 43-44,
ferior 50. 52. 63-64, 73, 75, 93, 102,
cuaternidad, 57-58, 194. 198, 202 120-121. 125, 129. 138, 147-
cuentos de hadas, 10, 94 149, 152-153, 188
cuerpo sutil, 58 empatia, 2-3, 5. 64, 121-122, 159,
cuervo. 185 206
culpa, 82, 108, 181 enantiodromia, 17, 64-65
energético (véa se ta m b ié n final),
chivo expiatorio, 159 65. 75-77, 132
energía, v éa se libido
declive/pendiente/inclinación de la energía psíquica, v éa se libido
energía, 125-126 enjuiciador, v éa se racional
Deméter, 56 Enkidu, 87
depotenciar, 21, 27, 59, 155 entrenam iento de analistas, 14, 54,
depresión, 1, 82, 59-60, 76, 85, 98, 175
115, 125, 168, 173, 188, 207- entropía, 76, 141
209 Eros (véase ta m b ié n Logos), 9, 14,
deseo, 124 18. 21. 40-42, 65-66. 126-127,
diagnóstico. 1.2 133, 164
diferenciación, 2. 4, 10, 27. 20, 40. Esculapio, 175
48, 60-61, 62, 77-78, 83-84, espectro, 29
99, 107-110, 139. 144. 146, espíritu/espiritual, 6, 22-24, 29-30,
149, 178, 187, 196-200 44-46, 66, 66-68, 86, 93, 103,
Dionisio, 164 105, 115, 118, 126, 152, 162,
Dios/imagen divina (v éa se ta m b ié n 169, 209
■ sí mismo), 67, 126, 181 esquizofrenia, 68, 161, 191
discriminación, 65. 114, 126-127, estado de trance, 28
140, 200-201 cstético/esteticismo, 3, 98
disimilación. 31, 92, 156 Eva. 18
disociación, 5, 61, 78, 93, 130-134, E x e rc ilia ¡guadaña, 128
160-161, 172, 191 Experimento de Asociación de Pa­
doncella, 55, 95 labras, 31, 36, 68-69
donjuanismo, 40 éxtasis, 28
extraversión, 3-4, 8, 64. 69-73. 84,
ego (véa se ta m b ié n conciencia), 1, 90-91, 104, 119, 143, 154, 182,
11-12, 32, 39, 46. 51, 57-58, 195-201
61, 62-63, 67. 73, 85-86, 93,
101-104, 106-110, 114, 140, fantasía (véase ta m b ié n im agina­
142. 146-148, 150-152. 154, ción activa), 2-3, 8, 16, 23, 26-
216 LEXICON JUNCIANO

29, 32-33, 52, 58-61, 73-75, identidad (v éa se ta m b ié n identifi­


82, 85, 90-91, 95-98, 100, 105, cación), 17. 54, 92-94, 100,
124, 133-134, 136, 163, 172, 112, 143, 158
183-188 identificación (véase ta m b ié n p a r ­
fem enino, v é a s e ánim a, Eros // tic ip a tio n m y s tiq u e ) , 14, 16-
Logos 17. 22, 34. 39, 42-46, 62-63,
fetiche. 48, 143 73, 7 7 ,9 1 ,9 2 -9 4 ,9 6 , 100, 109,
final, 34 , 52, 59, 65, 75-77, 124, 112. 14.3, 147-148, 155-159,
132, 166-167, 169, 183-185 181, 188
Freud, Sigmund, 33, 36, 44, 100, im agen (v é a s e t a m b i é n im agen
124, 132-133,136,166-167, 192 arquetípica/m otivo arquetípi-
función/tipos-funciones, 2-4, 28, co), 10, 14-15. 18, 21, 25, 27-
34-35, 38. 50. 57, 60-61, 77- 31, 34-36, 43, 45-46, 57-58, 86,
78, 78-87, 104, 122-123, 140- 94-95, 97-99, 104-106, 112,
141. 177-179. 195-201 136-138, 175, 183, 186, 193
función auxiliar, 77, 78-80, 83. imagen arquetípica/motivo arque-
201 típico. 14. 21, 28-30, 32, 44-45,
función inferior, 32, 56, 77, 79, 80- 55-56, 87-88, 94-95, 99, 104-
83, 83, 144, 169, 196, 199-201 106, 115-118, 150, 152, 175-
función prim aria, 77-83, 83-84, 177, 206, 207-209
144, 199-201 imagen del alma, 14, 21, 95-96,
función superior, v é a s e función 182
primaria imaginación activa, 20, 35-36, 61,
función trascendente. 31-33, 49- 73-75, 85-86. 97-98, 139, 152,
51, 85-87, 97, 140-142, 194, 209
205 imago. 8, 14, 18, 44-45, 99. 137,
fusión, 28, 60 156, 169
imitación. 90, 92, 206
Gilgamés. 87. 208 impotencia, 40
gnóstico, 25 incesto. 41, 99-100, 135, 170
Gran Madre, 209 inconsciencia, 12-14, 21-22, 100-
Grial, leyenda del, 21, 98n 101, 114, 126, 134, 173, 176-
177, 182, 184. 186, 194, 202-
Helena, 18 203
hermafrodita, 91 inconsciente (v é a se ta m b i é n in ­
hermanos hostiles. 87, 180 consciente colectivo e incons­
Hermes, 24 ciente personal), 9-13, 15, 18-
héroe, 30, 41, 47, 87-90. 95, 113, 21, 23-24, 26-27, 30-40, 47-48,
150, 170. 180 51-54,56, 58-59, 62-63, 67. 74-
hieros-gamos, 51 75, 78, 85-93, 95-100, 101-
histeria, 72, 90-91, 191 104, 104-110, 117, 120, 122-
Hombre Original. 25-26, 91 125, 128, 134, 137-143. 151-
homosexualidad, 40, 91, 96 153. 155-157, 160-161, 163,
LEXICON JUNGIANO 217

169. 173, 176-177, 179-182, libido. 3-4, 7, 32-33, 51, 59, 65, 69,
191-192, 205, 208-209 72, 75-78, 85-89, 91, 116-121,
inconsciente colectivo, 21, 56, 94, 124-126, 127, 134, 140-141,
99, 101, 104-106. 106, 150 154-158, 168-170. 174, 185,
inconsciente personal, 62, 101, 194-201. 207-210
104, 106, 182 libido entre parientes. 207
incubación, 175 lógica. 35, 123, 126, 142, 194, 200-
individuación, 7, 10. 32-34, 62, 88- 202
90, 107-110. 112-113, 148, Logos (véase ta m b ié n Eros), 9, 14,
154, 164. 168, 170. 195. 202 21. 43. 45-46, 65, 126-127
individual, 104, 107-110, 110-112,
146, 149-150 madre/complcio materno, 14, 18-
individualidad, 92, 110-112, 112- 20. 36, 39-44. 44, 65, 91, 95-
113. 113.146-147. 149-150, 195 96, 100, 163-164, 169-170,
individualismo. 109. 113 174, 203
infección psíquica, 54, 101, 176 mago/hechicero, 99, 150, 209
infernal, 28 mal. 68. 190-191
inflación, 63. 113-114. 114, 150, m a n a , 150-151
174, 176, 181 m andata (v éa se ta m b i é n cu a te r­
inflación negativa, 113, 114-115 nidad y témenos), 58, 194, 202
inmortalidad, 56 María, 18
instinto, 6, 28-30, 41-43, 66, 100- masculino, v é a s e ánimus, Eros y
102. 115-118, 160, 162-164. Logos
167-168, 181, 185, 190, 206- matrimonio. 16, 19, 89, 182-183
207, 210 matrimonio sagrado. 89
intelecto, 145 mecanicista (véase ta m b ié n causal,
intencional, v éa se constructivo nivel objetivo y reductivo), 75,
introspección, 118, 128-129 132
introversión, 3-4, 8, 27, 64, 69, 84, meditación, 118. 128-129, 209
91, 104, 119-121, 143, 153- m cm oria/recuerdos, 37, 97, 106,
154, 168, 182, 195-201 168-170, 172, 199n
introyección, 64, 92, 121-122. 156 método catártico, 1-2, 129
intuición, 2-4, 21. 28, 35, 38, 60, mitad de la vida, 1.3, 20, 130-134,
74. 77-84. 122-123, 123. 143- 140
145, 153, 177-179, 195-201 mito/mitología. 10, 24, 27, 55, 65,
irracional (véase ta m b ié n intuición 88-89, 94. 105-106, 129-130.
y sensación), 4, 26, 50, 78, 81- 163-164, 170, 176, 180
83, 122, 123-124, 165, 177, motivo, v éa se imagen arquetípica/
194-201 motivo arquetípico
Myers-Briggs Type Indicator, 201
juicio/crítica, 9. 38, 44, 70, 81, 98,
123, 126-127. 137, 144. 15.3. n e k y ia , 55
178, 197, 199-201. 206 neurosis. 2. 5-8. 10-12, 30-33, 35,
218 LEXICON JUNGIANO

39, 49-51. 53-54. (il, 65. 72, percepción sublim inal, v é a s e in­
75-77, 82, 90-91, 93, 116-117, tuición
121, 130-134, 147-148, 154- pérdida del alma, 1, 20, 145
155, 159-161, 166-167. 172. perfección, 107, 202
174, 183-185, 188-191. 195. Perséfone, 55
205 persona, 10. 16-17, 34, 46, 62, 96,
nigredo, 134-135 112, 145-149, 149, 155, 173-
niño, 27, 47. 95, 113, 120, 135- 174, 188
136. 164, 174 personalidad, 1, 9, 41, 55-56, 59,
niño divino, 136 61, 65, 78. 97. 112-113, 128-
nivel objetivo, 136-137, 137-138. 129, 133, 149-150, 160-161,
193 170. 174, 179-181. 187, 194,
nivel subjetivo, 53. 136-137, 137- 205-207
138. 193 personalidad-mana, 113, 150-151,
noche oscura del alma, 208 191, 206
numinoso/numinosidad, 5, 32, 44, personalidad múltiple (v éa se t a m ­
94. 138, 150, 181 b ié n splitting), 191
personalidad supraordinada (véase
objetivación. 13, 61-62. 139. 194 ta m b ié n sí mismo), 55, 63, 95,
opuesto(s), 5. 10. 31-33, 47. 49-52, 151, 180
56, 64-66, 74 . 85-87, 93, 126. personificación, 15, 18, 20, 23-24,
140-142, 155, 164, 169, 182, 55. 65-66, 118, 148, 150, 151-
194. 202 152, 187, 209
orientación, 3-4, 27, 35, 48, 53, 69. Piedra Filosofal. 52. 152
78-80, 119-121, 142-143, 144, poder/complejo de poder, 39, 66,
179, 195-201 147, 159, 181, 192
posesión, 17, 21-22, 28, 46, 93,
padre/complejo paterno, 36, 40, 44, 112, 114, 152-153
45-46, 88-89, 92, 96, 100, 126. posesión del ánima, 17, 40, 127,
203, 209 152-153
palabra, 22-23 posesión del ánimus, 22, 46, 127,
Parsifal, 47, 98 152-153
p a r t i c i p a t io n m y s tiq u e (v é a se posibilidades, v éa se intuición
ta m b ié n identificación), 3, 27, prima materia, 153
48. 92, 143, 155-159 primitivo(s), 3, 15, 21, 27, 44-45,
pensam iento, 2-5, 27-28, 35, 38, 48, 82, 130, 143, 145, 153,
48-50, 60, 77, 79-84, 115, 118. 190-191, 200, 210
123, 142, 143-145, 153, 165, primordial (véase ta m b ié n arque­
169, 177-179, 195-201 tipo e imagen arquetípica/mo-
pensam iento mágico, v é a s e apo- tivo arquetípico). 28, 44, 57,
tropaico 66, 95, 105, 113. 143, 153
percepción, v éa se intuición y sen­ principio m aterno, v é a s e Eros y
sación madre/complejo materno
I. KX ICON JUNCI ANO 219

principio paterno, v é a s e Logos y regresión, 8. 32, 59, 78, 99-100,


padre/complejo paterno 114. 125. 130-1.32, 135, 154-
prisión, 164 155, 168-170, 174, 208
progresión, 32. 134. 140-142, 154- religión/actitud religiosa, 5-6, 10,
155, 168-169, 208 15, 18, 23-25, 67-68, 94, 116,
pronóstico, 13 138, 167, 181, 185
proyección. 14-18, 21-25, 42, 46, 48, renacim iento/renovación, 55, 59,
51, 53-54, 64, 88, 90, 92, 95-96, 65, 135, 170. 170-171, 174,
99, 105, 112, 121, 128-129. 138, 185
143, 155-159, 165-166, 182- represión, 1, 5. 35, 73, 81. 102-103,
183, 187-188, 191, 203-207 140. 148-149, 172-173, 187-
psicastenia, 121 189, 207
psicoanálisis, 11, 44, 53, 77, 100 resistencia, 172-173, 188, 204-206
psicogénico. 159-160, 161 restauración regresiva de la per­
psicoide, 103. 160 sona. 173-174
psicopompo, 23, 160 R o sa riu m p h ilo s o p /m r u m , 152
psicosis, 60, 68. 101, 160-161
psique, 3-4. 9. 27-28. 37-38, 44, 47, sacrificio, 174-175
53. 58, 61-63, 65, 76-77, 98, salvador. 96, 180, 203
101, 108, 112, 115, 125, 130, sanador herido. 175-177
137, 139, 146, 151, 155, 160, satisfacción de deseos, 136-137,
162-163, 163, 171, 179, 185. 192
191-192, 202 self, v éa se sí mismo
psique objetiva, v éa se inconsciente sénex, 164
colectivo sensación, 2-4, 26, 28, 35, 38, 48,
psique subjetiva, v é a s e incons­ 60, 77-84, 122-123, 142, 177-
ciente personal 178, 179, 195-201
psiquización, 115-116, 163, 167 sentimiento, 2-5, 9. 27-28, 35, 38,
puella, 163n 48-50, 60, 77. 79-84, 123, 130,
puer aeternus. 163-164. 209 143, 165, 169. 177, 178-179.
195-201
racional (v é a s e t a m b i é n pen sa­ sentimiento, ideas con acento en el
m iento// sentimiento), 3-4. 26. (véase ta m b ié n complejo), 36,
67, 79, 81-83, 101. 12.3, 144. 39. 45
165, 179. 195-201 serpiente, 118, 175
rapport, 54, 90, 165-166. 173, 204 sexualidad. 86. 116-117, 124-125,
razón (v é a s e ta m b i é n racional). 133, 136, 169, 204
104, 123, 165 sí mismo. 32, 49, 55, 62-63, 107,
reductivo, 34, 52-53, 61, 75-77, 109-110, 114, 138, 151, 179-
125, 134. 136, 138, 166-167, 181. 195, 202, 207
184-185, 204 signo y símbolo, 183-184
reflexión, 116-118, 163. 165, 167- simbiosis/simbiótico, 83, 96, 182-
168. 179, 182, 197, 201 183
220 LEXICON JUNGIANO

símbolo/simbóiico, 3, 27, 32, 52-53, tipo(s) (véase ta m b ié n tipología),


55,57. 72.74, 87,100, 110, 113, 3-4, 70, 83-84, 95, 144, 162,
118, 132, 137-138, 167, 170, 179, 195
183-185, 192-194, 202, 208 tipología (v éa se ta m b ié n extraver­
sincronicidad. 32-33, 185-187 sión. función, función auxiliar,
síndrome "pobre de mí", 135 función inferior, función pri­
Singer-Loomis Personality Profile, maria, introversión, intuición,
201 irracional, pensamiento, racio­
sintético/síntesis (v é a se ta m b ié n nal, sensación y sentimiento),
constructivo), 52-53, 128, 194 3-4, 8. 70. 77-78, 80-84, 95,
síntoma(s), 8-9, 29, 65, 72-73, 76, 104, 122-124, 142, 144-145,
82, 91, 103, 113-114. 1.31, 148. 162, 177-179, 195-201
155, 164, 170, 183-185 totalidad, 25-26, 32-33, 56-58, 100.
Sofía, 18, 24 107, 110.135,152, 179, 202, 206
sombra, 21, 32, 46, 56, 62, 66, 80, 87, tramposo, 202-203
95, 97, 114, 127, 134-135, 138, transferencia (véase ta m b ié n con­
148,152, 155,159,164,172,175- tratransferencia y proyección).
176, 180, 187-191. 202-203 10, 53-54, 83. 96. 121, 143,
splitting (división), 5, 37, 61, 93, 159, 175-177. 203-207
101, 103, 130, 161, 191, 207 transformación (véase ta m b ié n re­
subjetividad. 3, 6. 64, 99, 108, 143, nacim iento), 14, 21, 3.3, 97,
154 141, 170-171
sueños, 10, 12, 15, 17, 23-24, 26, trascendental, 58, 160, 180, 184
29. 31, 33, 35-36. 45, 52-53, 58. trauma, 1-2, 37. 44, 129, 207
63, 85, 95, 97, 100, 103-105.
113, 118, 131, 136-137, 15.3- unilatcralidad. 35-36, 38, 65, 73,
154, 166-167. 180, 183-187. 77, 82, 91, 93, 131-134, 138,
191-193, 194, 202, 204. 209 140, 192
sugestibilidad, 90, 101, 107 u n ió m y s tic a . 52
sugestión, 2, 61. 101 unión de los opuestos, v é a s e
suposiciones inconscientes, 13, 22, opuestos
40, 44 u n its m u n d u s , 52
susceptibilidad/sensibilidad, 80, 121
viaje nocturno por el mar, 59, 89,
ta o , 180 207-209
técnica, 13, 25, 188 vida provisional, 163-164. 209
teleología, 75, 167 viejo sabio, 88. 95, 160, 209
témenos, 57, 193-194 visiones, 95, 209
tem or al inconsciente, 19 voluntad/fuerza de voluntad, 1, 31,
te r tiu m n o n d a tu r , 51, 85-87, 136, 37, 66. 84-85, 101, 120-121,
141, 194 144, 160, 184, 199n, 210
tesoro difícil de obtener, 55, 88.
139, 195 y in - y a n g , 127, 180
1

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