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Universidad Técnica De Manabí

Facultad De Ciencias Humanísticas Y Sociales

Ensayo sobre la Obra:

La Posición Esquizo-Paranoide.

Angel Emmanuel Velasquez Ferrin


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LA POSICIÓN ESQUIZO-PARANOIDE

Melanie Klein, desde su incursión dentro del mundo del psicoanálisis en 1918,

durante el V Congreso de la International Psychoanalytical Association (IPA) de

septiembre de 1918, en Budapest, que Freud consideraba el centro del movimiento

psicoanalítico, Melanie Klein vio a Freud por primera vez: lo escuchó leer en la tribuna

su comunicación Nuevos caminos de la terapia psicoanalítica. (Niño, 2010)

Este momento fue suficiente para que ella decida comenzar a trabajar en torno al

psicoanálisis. Su primer trabajo clínico marco el futuro de sus trabajos y aportes a la

psicología. Incurrió al psicoanálisis con un estudio de caso del análisis de un niño, trabajo

el cual la llevo a que le otorgaran una membresía a la Sociedad Psicoanalítica Húngara.

(Niño, 2010)

Este primer caso de análisis de la conducta infantil la motivo a realizar futuros

trabajos sobre la conducta en etapas iniciales ya que ella, aunque tenía un gran aprecio

por los trabajos sobre el desarrollo de Freud, creía que este no había ahondado lo

suficiente en los primeros años de vida, y siendo esta una de las etapas más importantes

para la formación de la personalidad debería ser ahondada de una manera más profunda.

(Niño, 2010)

Klein (1946) en un artículo realizo uno de sus primeros grandes aportes al

psicoanálisis “La posición Esquizo-Paranoide”, esto comenzó por su creencia de que el

niño nace con un yo lo suficientemente integrado como para sentir ansiedad y establecer

relaciones objétales, sin embargo esto no significa que el yo se parezca mucho al de un

bebe bien integrado de seis meses, no digamos al de un niño o de un adulto plenamente

desarrollado. (Segal , 1954)


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El yo inmaduro del bebe está expuesto desde el nacimiento a la ansiedad

provocada por la innata polaridad de los instintos de vida y muerto, polaridad que conjuga

un conflicto interno. Además, él bebe se encuentra expuesto al impacto de la realidad

externa, que produce situaciones de ansiedad, como, por ejemplo: el trauma del

nacimiento, pero también le da vida, por ejemplo, el calor, amor y alimento provenientes

de la madre.

Estas situaciones de conflicto causan una deflexión, mecanismo que Melanie

Klein describía en parte una proyección, en parte una conversión del instinto de la muerte

en agresión. (Segal, 2003). Para Klein el yo de un bebe se escinde y se proyecta fuera su

parte que contiene el instinto de muerte, poniéndola en el objeto externo original: el pecho

de la madre. (Klein, 1946)

De esta manera el pecho de la madre se lo llega a experimentar como malo y

amenazador para el yo, dando origen a un sentimiento de persecución. Así es que el miedo

al instinto de muerte se convierte en miedo a un perseguidor. Parte de este instinto de

muerte que queda en el yo se convierte en agresión hacia el perseguidor.

Al mismo tiempo se establece una relación con el objeto ideal, la pulsión de vida

la proyecta sobre el objeto convirtiéndolo así en ideal o adecuado, el que gratifica, quien

da color y alimento, esto se produce cuando se proyecta gran parte de esta pulsión de

vida, mientras que la porción restante es utilizada para establecer una relación objeta, la

cual sería la primera de todas.

La mayoría del tiempo él bebe se sentirá seguro, se alimentará y dormirá, pero eso

no quita ni niega que vivirá sensaciones displácetelas y auténticos momentos o

sensaciones de privación y de angustia. Otra de función de la escisión es categorizar

siempre y cuando esta no sea extrema o patológica, es decir establecer una base de la
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organización psíquica que permita diferenciar, discriminar, discernir, ordenar la

experiencia vivida, base sin la cual el pensamiento no sería posible. (Klein, 1946)

Así mismo la ansiedad o angustia persecutoria es fundamental para la

supervivencia, ya que permite reconocer que hay objetos o fenómenos dañinos que

puedan hacer daño o perjudicarme.

A medida que pasa el tiempo y él bebe ve como se suman las experiencias de

gratificación (objeto ideal) superan las experiencias de privación (objeto malo). El niño

reduce su ansiedad y se va sintiendo más a salvo. Del mismo modo puede confiar en que

sus instintos de vida puedan sobreponerse sobre los instintos destructivos, integrándose

así el Yo se termina de integrar el objeto total que sería la madre. (Segal, 2003)

Por otro lado, si las experiencias de privación (externas o internas) superan las

experiencias de gratificación podrían generar un grave punto de fijación para futuras

psicosis. Por ejemplo: En la envidia, el niño no puede confiar en que el pecho de su madre

le alimente entonces le envidia y anhela ser el mismo el objeto ideal, intentando destruir

el objeto.

En un caso extremo si las situaciones de privación tornan a la realidad como hostil

o demasiado dolorosa intentara desconectarse de esta despedazando al yo y proyectándolo

sobre el objeto que es destruido, pero este vuelve en forma de fragmentos extraños o

persecutorios que le quieren atacar y como último mecanismo e defensa el yo busca

salvaguardar una única parte del objeto al que aferrase.

Pasar con éxito esta etapa llevaría al bebe a afrontar de manera más contundente

la siguiente etapa que se da alrededor de los seis meses de edad la cual sería descrita como

la posición Depresiva. (Segal , 1954) Aunque sus aportes a los postulados freudianos

fueron en su mayoría revolucionarios dado a su cercanía que mantenía con niños al


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momento de realizar sus estudios y análisis ya que su teoría nació de la observación

clínica dentro de un encuadre psicoanalítico particular, establecido para facilitar la

conducta espontánea de los niños, valiéndose sobre todo del instrumento dado por el

juego libre.

Sin embargo, cabe aclarar que su continua recurrencia a las fantasías como ente

fundamental del establecer relaciones y la formación de la personalidad es el aspecto más

débil dentro de un marco “científico” y mucho más su intención de reinterpretarlo a través

del juego. Esto es común dentro de las críticas a su trabajo ya que una de las ideas más

recurrentes de Klein era que la primera sesión podría ser de gran importancia al establecer

un vínculo con el infante y poder explorar de manera libre sus fantasías y estructura a

través del juego.

Esta fue una de las críticas más recurrentes que realizaba Ana Freud sobre el

trabajo de Klein, ya que Ana aseguraba que Klein creía poder deducir la existencia de una

actitud ambivalente del niño frente a su madre cuando aquel se muestra hostil a la analista

en la primera sesión, rechazándola o atacándola. Esto ya que según Anna Freud que por

el vínculo de cariño con su madre es común en el niño no dirigir su afecto a otras personas.

(Freud, 1927)

Esto a su vez cae sobre el hecho de que el juego y la fantasía en etapas tan

tempranas de desarrollo es en cierta medida una herramienta dudosa para llegar a

conclusiones, peor aún a crear postulados como el descrito en el presente ensayo. Esto da

muestra de que muchos de los postulados de Klein sobre las etapas tempranas de

desarrollo son mera especulación que no tienen en si una valides empírica.

Si bien el punto anterior puede ser discutido por el mero hecho de que el

psicoanálisis no cuenta con una valides empírica en la mayoría de sus postulados, cabe
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aclara que postulados como el de Melanie Klein nos pueden servir como base para el

entendimiento de la construcción de esquemas o bases de la personalidad, además de que

dan una visión más amplia de los postulados de Fred, estableciendo así al Psicoanálisis

como una de las teorías con más peso argumentativo sobre la personalidades esto gracias

a su rica cantidad de postulados y visiones del surgimiento de la personalidad.

Referencias

Freud, A. (1927). Psicoanálisis del Niño. Buenos Aires: Editorial Paidos .

Klein, M. (1946). Notes on Some Schizoid Mechanisms. The International Journal of

Psychoanalysis(27), 99-110.

Niño, M. V. (2010). Melanie Klein. Su vida y su obra. Psicoanálisis: Revista de la

Asociación Psicoanalítica Colombiana, XXII(2), 51-58.

Segal , H. (1954). A note on schizoid mechanisms underlying phobia formation.

International Journal of Psycho-Analysis, 238-21.

Segal, H. (2003). Introducción a la obra de Melanie Klein. (H. Friedenthal, Trad.)

Buenos Aires: Editorial Paidos.


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