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Considero que la inclusión forzada y el tokenismo están relacionados, ya que

ambos conceptos se refieren a prácticas relacionadas con la diversidad y la


inclusión de grupos marginados en diferentes contextos sociales, organizacionales
o institucionales. La inclusión forzada está en algunos casos ligada al fenómeno de
tokenismo, donde la presencia de personas de diferentes grupos puede ser vista como
meramente simbólica más que como un compromiso genuino con la igualdad y el
reconocimiento de la diversidad humana. Por un lado, la inclusión forzada se produce
cuando se incluye a personas pertenecientes a grupos minoritarios o discriminados sin
tener en cuenta sus necesidades, intereses, capacidades o deseos, sino simplemente para
cumplir con unas cuotas, normas o una imagen. Por otro lado, el tokenismo es un tipo de
inclusión forzada, que consiste en incluir a una o pocas personas de un grupo minoritario
o discriminado para dar la apariencia de diversidad e inclusión, pero sin otorgarles el
mismo poder, respeto o reconocimiento que al resto. "El tokenismo es una forma de
discriminación que consiste en incluir a personas de grupos minoritarios o marginados en
espacios donde no tienen voz ni poder real, con el fin de aparentar diversidad y evitar
críticas". Como dicen: "No puedes tapar el sol con un dedo". En este sentido, la inclusión
forzada puede dar lugar a la aparición del tokenismo, ya que la inclusión de personas de
forma superficial o arbitraria puede hacer que se sientan aisladas, incomprendidas o
estereotipadas. Por ejemplo, si una empresa contrata a alguien de una raza diferente a la
mayoría solo para cumplir con una política de diversidad, pero sin la oportunidad de
participar en la toma de decisiones, expresar opiniones o desarrollar habilidades, estará
sujeto a tokenismo. Del mismo modo, una forma de distinguir la inclusión verdadera e
intencional de la inclusión falsa o superficial es observar el impacto emocional y
psicológico que tiene en las personas incluidas. Cuando se sienten valorados, respetados y
reconocidos por lo que son y por lo que aportan, las personas experimentan mayor
felicidad, satisfacción y motivación. Por el contrario, cuando las personas se sienten
aprovechadas, desatendidas o menospreciadas por pertenecer a un grupo minoritario o
ser discriminadas, su salud mental y emocional se deteriora, “La inclusión social es un
proceso que implica la participación plena y efectiva de todas las personas en la vida
económica, política, social y cultural de la sociedad, respetando y valorando sus
diferencias y diversidades”. En vista de lo expuesto, podemos decir que la inclusión
forzada y el tokenismo son las dos caras de la misma moneda ya que ambos implican una
falta de respeto y reconocimiento a la diversidad humana.
1.1.Reafirmo mi opinión de que la inclusión forzada no es el mejor método para
combatir la discriminación, ya que puede generar resistencia y estereotipos
hacia esta medida.
En conclusión, no creemos que garantizar la inclusión forzada sea la mejor manera de
prevenir la discriminación. Si bien pretende promover la igualdad y el reconocimiento de
la diversidad humana, observamos que esta práctica puede generar resistencias y
estereotipos de la diversidad. También puede generar rechazo por parte de personas que
sienten que sus creencias y valores están siendo ignorados o reemplazados. Además, al
cambiar la presentación y la narrativa de los medios, notamos que afecta la autenticidad y
calidad de las historias, eliminando su conexión con la sociedad y la realidad. También
existe el riesgo de perpetuar personajes estereotipados y mal escritos en lugar de
promover representaciones auténticas y sólidas de la diversidad humana. Debemos
distinguir la verdadera inclusión del tokenismo, donde la existencia de minorías solo
puede verse como simbólica en lugar de un compromiso genuino con la igualdad y el
reconocimiento. Hemos observado que la inclusión forzada puede llevar al
surgimiento del tokenismo, lo que contradice el objetivo de promover una inclusión
verdadera y significativa. En última instancia, pienso que es fundamental
reconocer que la inclusión genuina y respetuosa requiere un enfoque más
profundo y significativo, escuchar las voces y necesidades de todas las personas,
valorar sus diferencias y experiencias, y fomentar una cultura de igualdad y
respeto son aspectos esenciales para lograr una inclusión auténtica.

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