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PLAZOS DE EJECUCIÓN DE LETRAS DE CAMBIO

Uno de los problemas, cuando se gira una letra de cambio, es que muchas personas
desconocen las formalidades establecidas por la ley y más aún cuando se trata de
plazos, este es uno de los requisitos en el que el tenedor de una letra de cambio
muchas veces se descuida, lo que origina que las letras de cambio pierdan su acción
cambiaria. Aquí ofrecemos unas pautas a tener en cuenta.
Cuando la letra de cambio es emitida con fecha de vencimiento a la vista (sin fecha fija
de vencimiento), hay que tener en cuenta que el plazo máximo para su cobro es de un
año contado desde la fecha de su emisión, salvo que de manera clara y precisa se
haya señalado un plazo mayor para ser cobrado. En el supuesto que en la letra con
vencimiento a la vista se hubiera señalado la prohibición de ser presentada a cobro
antes de una fecha determinada, el plazo para su presentación o el plazo máximo de
un año establecido por la ley, se contará desde dicha fecha determinada.
Decimos esto, pues resulta que hay personas o empresas que son tenedores de letras
de cambio con vencimiento a la vista y que por descuido, no las ejecutan dentro del
plazo, pensando que con la cláusula de vencimiento a la vista, se puede cobrar
cuando quiera, aun pasando el año establecido por ley, lo que es errado, ya que si no
se puso a cobro la letra dentro del plazo establecido por la norma, lo que sucederá es
que tal letra no podrá ser protestada (en caso se hubiera pactado el protesto) y en
cualquier caso no podrá ser ejecutada en la vía judicial propia de estos títulos valores.
Pero, ¿por qué la ley ha establecido el plazo de un año?, a decir de Ulises Montoya
Manfredi: “La presentación para el pago no queda, pues absolutamente indeterminada.
La ley señala (art. 141.5) el plazo de un año desde que fue emitida. Se evita en esta
forma, una prolongada incertidumbre para el girado, que quedaría expuesto
indefinidamente a la exigencia del pago”.
En cuanto al protesto de las letras de cambio, es un requisito que también está
condicionado a plazos; sin embargo, es una práctica que ha caído en desuso, pues
por ser un procedimiento un poco tedioso, complicado y oneroso, ya que hay que
acudir al notario dentro del plazo que establece la ley y porque lógicamente hay que
pagar por tal servicio, la Ley de Títulos Valores ofrece una alternativa, dentro de sus
normas ha dispuesto una salvedad, la cual encontramos en el Artículo 52, que nos
habla de la cláusula sin protesto. ¿En qué consiste esto? En que los títulos valores
sujetos a protesto, como lo es la letra de cambio, pueden incluir la cláusula "sin
protesto" u otra equivalente en el acto de su emisión o aceptación, lo que libera al
tenedor de dicha formalidad para ejercitar las acciones derivadas del título valor.
En la actualidad, uno puede adquirir una letra de cambio en una librería o tienda y la
gran mayoría de estás contiene la cláusula sin protesto: “Esta letra de cambio no
necesita ser protestada por falta de pago”; sin embargo, hay personas que aún
confeccionan sus letras de cambio y muchas veces se olvidan de colocar tal cláusula;
por eso es recomendable si se adquiere o elabora una letra de cambio, cerciorarse de
que la cláusula sin protesto esté consignada en ella; pues con la cláusula sin protesto,
es más rápido accionar ante la falta de pago del librado o girado.
Otro de los plazos a tener en cuenta es el plazo para ejecutar la acción cambiaria. El
artículo 96° de la Ley de Títulos valores determina el plazo de prescripción de las
acciones cambiarias; disponiendo que la acción directa contra el obligado principal y/o
sus garantes, prescribe a los tres años contados a partir de la fecha de vencimiento;
sin embargo, ello no significa que el tenedor de la letra no pueda accionar
judicialmente contra su deudor si ha sobrepasado este plazo, claro que sí, lo que
cambia es la vía que será usada para su cobro; pues cuando se ejerce la acción
cambiaria, la vía idónea es el proceso único de ejecución y cuando se ejerce la acción
causal, la vía que se usa es la vía ordinaria (Proceso de Conocimiento, Abreviado o
sumarísimo, dependiendo de la cuantía). Pero, ¿cuál es la diferencia entre un proceso
y otro? Que en el proceso de ejecución, el derecho representado en la letra de cambio
no se discute, el juez simplemente ordena el pago inmediato de la deuda representada
en el título valor, lo que no ocurre en la vía ordinaria, donde se examina relación
causal que dio origen a la deuda representada en la letra de cambio, sucediendo que
para determinar si en realidad existe la deuda puesta a cobro, se tendrán que agotar
una a una las etapas de un proceso común, que es mucho más largo.
La recomendación es que los giradores y/o tenedores de letras de cambio siempre
tengan en cuenta los plazos y formalidades establecidas por la ley a efectos de evitar
futuros percances en el momento de accionar contra los obligados para hacer cobro
de la deuda representada en la letra de cambio, o defenderse de una ejecución de
letras vencidas, de ser el caso.

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