La droga aceptada

Por: Nicole Tatiana Navarrete Avella

En cada uno de los platos de comida primordiales del día (desayuno, almuerzo y cena) el

70% de este está conformado principalmente por carbohidratos complejos, tales como, plátano,

yuca, papa, arroz, y uno de los más consumidos a cualquier hora del día, el pan. Estos platos

están acompañados de “meriendas” a la mitad de cada jornada del día, los más consumidos y

preferidos de la familia de los carbohidratos simples, el delicioso y amplio grupo de repostería, y

demás productos a base de azúcar refinada, los cuales carecen de vitaminas, los cuales son los

mayores causantes de diversas enfermedades.

El azúcar usualmente se conoce como una sustancia de sabor dulce y color blanco,

cristalizada en pequeñísimos granos, pero lo que se desconoce es que el cuerpo también traduce a

los carbohidratos y frutas como glucosa. Por otro lado, actualmente, la fruta se vende de una

forma en la que se logra convencer a la gente sobre “sus beneficios”, por lo tanto, su taza de

consumo es realmente alta. Por lo general, se desconoce los efectos de la fructosa, ya que se

considera que por su bajo índice en glucosa, estas no tengan mucho azúcar, pero el

comportamiento de la fructosa, la cual es otra forma de azúcar que compone la fruta, en el cuerpo

no es el mismo que el de la glucosa, por esto, el organismo del ser humano no es capaz de

convertirla directamente en energía para la célula, sino que esta llega directamente al hígado, y

cuando hay un exceso de consumo de dicha forma de azúcar, el hígado se ve muy afectado

volviéndose muy graso.

Por otra parte, es importante identificar los alimentos que contienen altos índices

glicémicos, para evitar así una “adicción silenciosa” hacia el azúcar en los alimentos que
probablemente no se sospeche que también contengan otras formas de azúcar. Según una

encuesta realizada por estudiantes de la universidad de Antioquia se determinó que, los derivados

cárnicos de mayor frecuencia diaria de consumo son: salchichón, salchichas y jamón;

semanalmente se consume hamburguesa, mortadela y croquetas de pollo. La dextrosa, es el

principal ingrediente que se utiliza como conservante y estabilizador de estos embutidos, siendo

este un azúcar común que se encuentra en la mayoría de los alimentos envasados y procesados.

Es químicamente idéntico a la glucosa, excepto que está hecho de maíz. A pesar de que se utiliza

normalmente como un edulcorante, también se puede utilizar para fines médicos.

Por todo lo anterior, el azúcar ha sido utilizado por las grandes industrias como estrategia

para generar mayores ventas, con el fin de crear en los consumidores una mayor atracción hacia

sus productos, quienes no saben lo que verdaderamente están consumiendo. Logrando ser

comidas de fácil acceso gracias a sus bajos precios y presentaciones atractivas, dejando a un lado

el interés por revisar los ingredientes que lo componen. Además, se olvida que existen otras

fuentes de energía para el ser humano que pueden dar beneficios a la salud.

¿Cómo actúa el azúcar en el cuerpo?

La ciencia nos ha dicho que nuestra principal fuente de energía es la glucosa (el azúcar),

dándole importancia al consumo de carbohidratos en la dieta. En la pirámide alimenticia se

muestran como la base fundamental de la alimentación. Lo que es cierto es que los carbohidratos

sí deben ser la base de nuestra alimentación, pero los carbohidratos ideales son los vegetales. Ya

que se ha inculcado esto, la mayoría de la población come un exceso de dichos alimentos,

desconociendo que estos en grandes porciones son muy nocivos. Los carbohidratos compuestos

como los tubérculos y granos enteros se comportan correctamente cuando se consumen en las

cantidades ideales, aprovechando los aminoácidos que estos contienen. El problema del consumo
de estos, radica en que se suelen ingerir en exceso, generando una resistencia en una de las

hormonas más importantes, la insulina, la cual es la encargada de darle el permiso a la glucosa

para que entre a la célula y haga su trabajo correctamente generando energía en los órganos del

cuerpo. Cuando ya no hay sensibilidad ante esta hormona, llega un punto en que la célula se

vuelve sorda ante el llamado de la insulina, ya que al haber tanta glucosa presente en sangre la

célula va perdiendo los receptores que escuchan a dicha hormona, para que le den el paso.

Los efectos de la resistencia a la insulina y los problemas metabólicos que ocasiona son

muy variados, ocasionando desde una hiperglicemia e hipoglucemia, hasta graves enfermedades

del cerebro como el Alzheimer, el cual ha sido denominado como “La Diabetes tipo 3”. Hemos

pasado de una estimación de 151 millones de personas con diabetes en el año 2000, a comenzar

el 2020 con 463 millones de personas afectadas por la enfermedad. Todo esto convierte a

la diabetes en el problema de salud que más ha crecido durante el siglo.

Otro de los tantos problemas generados por el azúcar es el síndrome de ovario

poliquístico el cual es una de las condiciones que mayormente presentan mujeres en edad

reproductiva. Este síndrome se conoce como una diabetes ovárica, el cual resulta en un ovario

androgénico, ya que al presentarse testosterona libre en alto porcentaje y no haber ovulación, se

producen los síntomas de androgenización en mujeres, como el hirsutismo, el acné adulto, el

sobrepeso, alopecia, infertilidad, baja libido y engrosamiento de vos.

Otra fuente de energía

El ser humano nace en cetosis, un estado metabólico en el cual se toma a la grasa como

fuente principal de energía, ante la ausencia de suficiente glucosa. Sin embargo, el cuerpo va

perdiendo esta flexibilidad metabólica a causa del consumo en exceso de azúcares de todo tipo.
Esto no quiere decir que sea imposible recuperarla, ya que a partir de una alimentación basada en

grasas saludables y proteínas se logra entrar en cetogénesis nuevamente. Este estilo de

alimentación propone ser una solución a los diversos problemas y disfunciones metabólicas, ya

que al entrar en ese estado el cuerpo gastará sus reservas de glucosa para así entrar en cetosis.

La dieta Keto está de moda, sin embargo, hay dietas sucias, en las cuales las personas

ingieren alimentos poco salubres, tales como, todo tipo de quesos, tocineta, la cual contiene altos

conservantes, por lo tanto, dichos alimentos producen inflamación.

El azúcar por muchos años se ha tomado como un elemento adictivo bajo fines

económicos, trayendo consigo muchas enfermedades, y desinformando a la población de sus

consecuencias. Por tal motivo, el primer factor a cambiar deben ser las etiquetas de los empaques,

donde se muestre la cantidad de azúcar que contiene para que así no se culpe a otros alimentos

como las grasas por estar enfermos. Y que se dejen de publicitar como alimentos nutritivos y

vitamínicos, sabiendo que no lo son.

La cetosis, una alternativa diferente para mejorar la salud por medio de la buena

alimentación, la cual evitaría el consumo de fármacos que solo tapan los síntomas, silenciando al

cuerpo de lo que realmente está pasando, sin lograr solucionar el problema de raíz, causante de

todas las dolencias.

Por otra parte, las grasas no son las culpables de la obesidad, las enfermedades

cardiovasculares, el colesterol elevado y mucho menos del hígado graso. Detrás de la elevada

producción de grasa corporal, se encuentra la ingesta en exceso de azúcar y sus derivados,

teniendo en cuenta a las frutas y carbohidratos complejos. Las grasas saludables no son dañosas,

ya que esa grasa es necesaria para el cuerpo, y principalmente para la funcionalidad óptima del
cerebro, el cual es el órgano que más requiere grasa y no es capaz de producirla por sí solo, sino

que se debe consumir. Las hormonas reproductivas también requieren de un buen índice de grasa

para producir, el caso de la mujer, suficiente estrógeno. Para un correcto funcionamiento del

sistema nervioso también son fundamentales.

En conclusión, el azúcar es el verdadero culpable de las múltiples enfermedades que se

han mencionado en este escrito, porque es el principal estimulante para la producción de insulina,

la cual permite el paso de la glucosa a la célula. Así que cuando se ha presentado una alta

producción de esta hormona finalmente la célula acaba por resistirse a que esta ingrese a ella. Y

es cuando se empiezan a presentar altas cargas de glucosa en sangre. Al haber alta cantidad de

azúcar en el torrente sanguíneo, esta empieza a fermentarse en el cuerpo, ocasionando que no se

regeneren fácilmente los tejidos. En casos graves, se ha llegado al punto de tener que amputar

diferentes extremidades, como los dedos.

Finalmente, la elección de los alimentos de la dieta es fundamental, porque de estos

depende el comportamiento de nuestros genes y órganos del cuerpo. La comida es el principal

modulador para el desarrollo de diversas enfermedades. Lo ideal es comenzar una alimentación

consiente y coherente a las verdaderas necesidades del cuerpo, y así evitar las disfunciones.
 Bibliografía

https://medac.es/blogs/sanidad/el-azucar-es-malo

https://medlineplus.gov/spanish/ency/article/002444.htm

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https://www.fundaciondiabetes.org/infantil/177/tipos-de-diabetes-ninos