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República Bolivariana de Venezuela.

Ministerio del Poder Popular para la Educación Superior Universitaria.

Universidad Nacional Experimental “Rómulo Gallegos”.

Área de Ciencias de la Salud – Facultad de Medicina.

3er año sección “1”

ANALIZAR LA RELACIÓN DE LOS


HIDRATOS DE CARBONO CON LA
SALUD, ESPECIALMENTE CON LA
ENFERMEDAD CARDIACA CORONARIA,
LA DIABETES MELLITUS, LA OBESIDAD,
LA HIPERLIPIDEMIA Y LAS CARIES
DENTALES

Facilitador: Bachilleres:
Prof. Ángel Pantoja -Hernández Crismary. C.I: 28.169.828
-Sánchez Verónica. C.I: 26.844.449
-Muñoz Génesis. C.I: 27.252.429
Para saber cómo lo hidratos de carbono pueden llegar afectar a nuestra salud y sobre todo
como es que pueden llegar a ocasionar enfermedades tales como las cardiovasculares… es
necesario recordar que son los hidratos de carbono y que es una enfermedad cardiovascular.

Los hidratos de carbono no son más que la gasolina, por así decirlo, que impulsa a nuestro
organismo a realizar sus funciones; también se dice que hay hidratos de carbono que son grandes
enemigos de nuestra dieta diaria. O eso es lo que piensan algunas personas. No obstante, existen
unos hidratos de carbono que son muy beneficiosos para nuestra diaria y que incluso no ayudan a
perder peso.

Por esta razón es importante conocer cómo funcionan estos hidratos de carbono en nuestro
de cuerpo. Es importante saber que existen carbohidratos con alto índice glucémico y los
carbohidratos de bajo índice glucémico, el primero es el que normalmente las personas
consumen, ya que preferentemente consumen carbohidratos rápidos en vez de los lentos, sin
darse cuenta que estos carbohidratos rápidos son los que pueden llegar a ocasionar enfermedades
cardiacas de tipo coronarias.

Y es así como llegamos a la pregunta de: ¿qué es una enfermedad cardiaca coronaria?

Esta no es más que una lesión o enfermedad en los principales vasos sanguíneos del corazón.
Generalmente la causa es la acumulación materia grasa o de placa en las arterias, lo que provoca
que las mismas arterias coronarias se angosten y limiten la irrigación sanguínea que va al corazón.

Aclarados estos dos puntos, podemos ahora decir con claridad cómo es que los carbohidratos
pueden llegar afectar o pueden causar una enfermedad coronaria.

Para prevenir las enfermedades cardiovasculares se aconseja normalmente una dieta que
disminuya las grasas y aumente los carbohidratos o glúcidos. Ahora, un estudio publicado en el
American Journal of Clinical Nutrition, indica que la decisión de sustituir las grasas por
carbohidratos debe tener en cuenta el tipo de carbohidratos, pues el consumo preferente de
carbohidratos rápidos en vez de lentos, puede aumentar el riesgo cardiovascular. Los glúcidos son
muy diferentes en cuanto a la velocidad con la que originan un aumento del azúcar en la sangre
(índice glucémico). Mientras que algunos, como el arroz y las patatas, presentan índices elevados y
causan una subida repentina de glucosa y de insulina 2 o 3 horas después de comer, otros como
las legumbres se descomponen más lentamente y producen una subida más gradual de la glucosa
y de la insulina en el torrente sanguíneo.

En este estudio de la Facultad de Medicina de Harvard, realizado durante 10 años con 75.000
enfermeras de 38 a 63 años, se ha descubierto que las mujeres con mayor carga glicémica tenían
mayor riesgo de padecer una enfermedad cardiaca coronaria.

Los autores concluyen que la clasificación tradicional de los carbohidratos en azúcares


simples o almidones complejos no sirve para medir el riesgo que el sujeto tiene de enfermedad
cardiovascular. Las dietas bajas en grasas y ricas en glúcidos "quizá no sean óptimas para la
prevención de las enfermedades cardiacas y podría aumentar el riesgo de los sujetos con un grado
elevado de resistencia a la insulina e intolerancia a la glucosa".

RELACIÓN DEL CONSUMO DE HIDRATOS DE CARBONO CON LA OBESIDAD Y LA DIABETES


MELLITUS

La obesidad se caracteriza por acumulación excesiva de grasa o hipertrofia general del tejido
adiposo en el cuerpo; es decir, cuando la reserva natural de energía de los humanos y otros
mamíferos —almacenada en forma de grasa corporal— se incrementa hasta un punto en que
pone en riesgo la salud o la vida. El sobrepeso y la obesidad son el quinto factor principal de riesgo
de defunción humana en el mundo.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) define como obesidad cuando el índice de masa
corporal es igual o superior a 30 kg/m².

La obesidad suele ser el resultado de ingerir más calorías de las que se queman durante el
ejercicio y las actividades diarias normales.

Los carbohidratos, como se ha mencionado antes, son nuestra principal fuente de energía, un
consumo excesivo de los mismos, y una actitud sedentaria, o un estilo de vida con poca actividad
física, ocasiona que el individuo pueda sufrir de obesidad, ya que, el exceso de glucosa que no es
utilizado por nuestro organismo, se almacena en el tejido adiposo. Una contenido excesivo del
mismo en el organismo, significa un riesgo para la salud y la vida de la persona.

Para evitar la obesidad es necesario controlar las cantidades de alimentos con alto contenido
glicémico, como los alimentos procesados, panes, galletas, pasteles o tortas, chocolates, golosinas,
entre otros; se recomienda el consumo de alimentos con alto contenido nutricional, en el caso de
los carbohidratos, aquellos que tengan alto contenido en fibras, vitaminas y minerales; y practicar
algún deporte, que resulte beneficioso para el organismo.

Si la obesidad no se controla, esto puede ser un determinante para que el individuo padezca
de otras patologías, como son las enfermedades cardiovasculares, enfermedades respiratorias,
diabetes mellitus, específicamente de tipo 2, entre otras.

La diabetes mellitus (DM) es un conjunto de trastornos metabólicos, cuya característica


común principal es la presencia de concentraciones elevadas de glucosa en la sangre de manera
persistente o crónica, debido ya sea a un defecto en la producción de insulina, a una resistencia a
la acción de ella para utilizar la glucosa, a un aumento en la producción de glucosa o a una
combinación de estas causas.

Hay dos tipos principales de diabetes. Las causas y los factores de riesgo son diferentes para
cada tipo:

 Diabetes tipo 1 es menos común. Se puede presentar a cualquier edad, pero se


diagnostica con mayor frecuencia en niños, adolescentes o adultos jóvenes. En esta
enfermedad, el cuerpo no produce o produce poca insulina. Esto se debe a que las células
del páncreas que producen la insulina dejan de trabajar. Se necesitan inyecciones diarias
de insulina. La causa exacta de la incapacidad para producir suficiente insulina se
desconoce.
 Diabetes tipo 2 es más común. Casi siempre se presenta en la edad adulta. pero debido a
las tasas altas de obesidad, ahora se está diagnosticando con esta enfermedad a niños y
adolescentes. Algunas personas con diabetes tipo 2 no saben que padecen esta
enfermedad. Con la diabetes tipo 2, el cuerpo es resistente a la insulina y no la utiliza con
la eficacia que debería. No todas las personas con diabetes tipo 2 tienen sobrepeso o son
obesas.

Hay otras causas de diabetes, y algunas personas no se pueden clasificar como tipo 1 ni 2.

 Diabetes gestacional es el nivel alto de azúcar en la sangre que se presenta en cualquier


momento durante el embarazo en una mujer que no tiene diabetes.
 Prediabetes condición en la que el nivel de azúcar en sangre es mayor que el normal, pero
no lo suficientemente alto como para ser diabetes tipo 2. Sin cambios en el estilo de vida,
las personas con prediabetes tienen muchas probabilidades de que su enfermedad
evolucione a diabetes tipo 2.

En ambos tipos de diabetes, la glucosa no puede ingresar a las células normalmente,


entonces el nivel del azúcar de la persona es demasiado alto. Los niveles elevados de azúcar en la
sangre pueden provocar enfermedad si no reciben tratamiento.

Consumir carbohidratos eleva el nivel de azúcar en la sangre, pero eso no quiere decir que los
diabéticos deben dejar de consumirlos. De hecho, los carbohidratos son una parte saludable e
importante de una dieta nutritiva.

Para todos, - inclusive para las personas con diabetes - algunos alimentos que contienen
carbohidratos tienen más beneficios para la salud que otros. Los alimentos integrales de granos,
verduras, dulces y sodas contienen carbohidratos. Pero las frutas, las verduras y los alimentos
integrales generalmente son más saludables que los alimentos azucarados como las golosinas y la
soda porque suministran fibra, vitaminas y otros nutrientes.

La fibra es el único tipo de carbohidrato que no eleva el nivel de azúcar en la sangre. Todos
necesitan fibra - ayuda a sentirse satisfecho y mantiene el sistema digestivo funcionando bien. . La
mayoría de las personas no consumen lo suficiente. Algunos expertos consideran que los
diabéticos deberían consumir más fibra que el resto para controlar mejor los niveles de azúcar en
la sangre.

La mayoría de los adultos con diabetes no deben comer más de 200 gramos de carbohidratos
por día. La cantidad diaria recomendada para los adultos es de 135 gramos por día, pero cada
persona debe tener su propia meta con respecto a los carbohidratos. Las mujeres embarazadas
necesitan al menos 175 gramos de carbohidratos al día.
RELACIÓN DE LOS HIDRATOS DE CARBONO CON LA HIPERLIPIDEMIA

Hiperlipidemia es cuando hay demasiadas grasas (o lípidos) en la sangre. Estas grasas


incluyen el colesterol y los triglicéridos, que son importantes para la función del cuerpo. Sin
embargo, cuando el nivel es muy alto, estas grasas pueden poner a las personas en peligro de
desarrollar una enfermedad cardiaca o un derrame cerebral. La hiperlipidemia es causada por una
dieta que contiene demasiado colesterol y grasa (que se encuentran en la carne, queso, crema,
huevos y mariscos, por ejemplo), y por poco consumo de frutas, verduras y alimentos que
contienen fibra. La fibra es un tipo de carbohidrato que el cuerpo no puede digerir, pero es
esencial para mantener una buena salud, La fibra no solo ayuda a regular el azúcar en la sangre y
la digestión, sino que también desempeña un papel crucial en la reducción de los niveles de
colesterol. Hay dos formas de fibra, fibra soluble y fibra insoluble.

- La fibra soluble reduce directamente los niveles de colesterol uniéndose a él y excretándolo


en las heces. Debido a que la fibra no se puede absorber, evita que el colesterol sea absorbido,
reduciendo los niveles de colesterol en el cuerpo. Fuentes de alimentos ricos en fibra soluble
incluyen avena, guisantes, frijoles, manzanas, frutas cítricas, zanahorias y cebada.

- La fibra insoluble no tiene un efecto directo sobre el colesterol, sin embargo, sigue siendo un
aspecto importante en la dieta. La fibra insoluble actúa como un agente de carga para ayudar a
mover los alimentos a través del sistema digestivo, promoviendo la regularidad intestinal y
ayudando a prevenir el estreñimiento. Fuentes de alimentos ricos en fibra insoluble incluyen
harina de trigo integral, salvado de trigo, semillas de lino, semillas de chía, verduras de hoja verde
y vegetales como la coliflor y judías verdes.

RELACIÓN DE LOS HIDRATOS DE CARBONO CON LAS CARIES

Es una realidad sencilla pero no obvia; entre sus múltiples beneficios, una buena alimentación
repercute en la salud de tus dientes. El problema radica en saber qué es una dieta saludable y,
dada todas las contradicciones nutricionales que podemos encontrar por ahí elige bien los
carbohidratos que te llevas la boca. No me refiero sólo a caramelos o sacarosa en general, si no a
otros tipos: panes, harinas refinadas, cereales y pastas. Con esto no quiero decir que dejes de
tomarlos pero, en serio, trata de minimizar su ingesta.

¿Por qué?

Bueno, además del impacto hormonal que tienen estos alimentos en nuestro cuerpo, también
suponen un verdadero festín para las bacterias de nuestra boca. Y es que los carbohidratos que
comemos empiezan a descomponerse en azúcares sencillos desde el primer mordisco gracias a
una enzima, la Amilasa. Como consecuencia, dichas bacterias también se alimentan de estos
azúcares, se reproducen en mayor número y liberan ácido que corroe el esmalte de los dientes. Y
así empiezan las caries.
Podríamos decir que si reducimos éstos carbohidratos, mermamos la frenética actividad
destructiva de las bacterias y aumentamos nuestras posibilidades de mantener el esmalte sin
perforaciones.

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