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NUTRICIÓN
Hidratos de carbono.
Los hidratos de carbono o carbohidratos son la fuente más importante de
energía de los seres humanos, variando su porcentaje del valor calórico total
dependiendo de pautas culturales y disponibilidad económica. La principal
fuente de energía en el mundo está formada por los hidratos de carbono
presente en los cereales (arroz, avena, cebada, centeno, maíz, trigo).
Fuentes alimentarias.
Los carbohidratos son un tipo de macronutriente que se encuentra en
muchos alimentos y bebidas. La mayoría de los carbohidratos se encuentran
naturalmente en alimentos de origen vegetal, como los granos. Los
fabricantes de alimentos también agregan carbohidratos a los alimentos
procesados en forma de almidón o azúcar agregada.
Algunas fuentes comunes de carbohidratos naturales son las siguientes:
Frutas
Verduras
Leche
Frutos secos
Granos
Semillas
Frijoles (alubias, porotos), guisantes (arvejas, chícharos) y
lentejas
En cuanto a los tipos de carbohidratos podemos decir que existen tres
tipos principales de carbohidratos:
- Azúcar. El azúcar es la forma más simple de carbohidratos. Se
encuentra naturalmente en algunos alimentos, como frutas, verduras,
leche y lácteos. Los tipos de azúcar incluyen azúcar de frutas
(fructosa), azúcar de mesa (sucrosa) y azúcar de leche (lactosa). Los
azúcares agregados pueden encontrarse en muchos alimentos, como
las galletas dulces, las bebidas azucaradas y las golosinas.
- Almidón. El almidón es un carbohidrato complejo. Esto significa
que está hecho de muchas unidades de azúcar unidas. El almidón se
encuentra naturalmente en verduras, granos y frijoles (alubias,
porotos) y guisantes (arvejas, chícharos) secos cocidos.
- Fibra. La fibra también es un carbohidrato complejo. Se
encuentra naturalmente en frutas, verduras, granos integrales y frijoles
(alubias, porotos) y guisantes (arvejas, chícharos) secos cocidos.
En las etiquetas de los productos suelen aparecer términos como "bajo
contenido de carbohidratos" o "carbohidratos netos". Pero la Administración
de Alimentos y Medicamentos no usa estos términos, por lo que no hay un
significado estándar. Por lo general, "carbohidratos netos" se usa para
referirse a la cantidad de carbohidratos en un producto sin incluir la fibra, o
sin incluir la fibra ni los alcoholes de azúcar.
Probablemente también hayas escuchado hablar sobre el índice
glucémico. El índice glucémico clasifica los alimentos que contienen
carbohidratos de acuerdo con su capacidad de elevar el nivel de glucosa en
la sangre.
Las dietas para bajar de peso basadas en el índice glucémico por lo
general recomiendan limitar el consumo de alimentos que tienen un índice
glucémico más alto. Los alimentos con un índice glucémico relativamente
alto incluyen las papas y el pan blanco, y refrigerios y postres que contienen
harinas refinadas.
Muchos alimentos saludables tienen un índice glucémico naturalmente
bajo. Entre estos, se incluyen granos integrales, legumbres, verduras, frutas
y lácteos con bajo contenido de grasa.
Relación con la Salud.
A pesar de su mala reputación, los carbohidratos son vitales para la
salud por varias razones.
1. Dar energía
Los carbohidratos son la principal fuente de combustible del cuerpo.
Durante la digestión, los azúcares y almidones se descomponen en azúcares
simples. Luego, se absorben en el torrente sanguíneo, donde se los conoce
como glucosa sanguínea (glucosa en la sangre).
Desde allí, la glucosa entra en las células del cuerpo con la ayuda de la
insulina. El cuerpo usa la glucosa para generar energía. La glucosa es el
combustible para tus actividades, ya sea salir a correr o simplemente respirar
y pensar. La glucosa adicional se almacena en el hígado, los músculos y
otras células para su uso posterior o se convierte en grasa.
2. Proteger contra enfermedades
Hay evidencia que sugiere que los cereales integrales y la fibra
alimentaria de los alimentos integrales ayudan a reducir el riesgo de
enfermedades cardíacas y accidente cerebrovascular. La fibra también
puede proteger contra la obesidad, el cáncer del recto y de colon, y la
diabetes tipo 2. La fibra también es esencial para una salud digestiva óptima.
3. Controlar el peso
La evidencia muestra que comer muchas frutas, verduras y granos
integrales puede ayudar a controlar el peso. Su volumen y contenido de fibra
ayuda a controlar el peso al ayudarte a sentirte satisfecho con menos
calorías. A pesar de lo que afirman quienes recomiendan dietas con bajo
contenido de carbohidratos, muy pocos estudios demuestran que una dieta
rica en carbohidratos saludables conduzca a un aumento de peso u
obesidad.
Para tener una alimentación equilibrada debemos incorporar
carbohidratos saludables como, por ejemplo:
Consumir frutas y verduras ricas en fibra. Consumir frutas y verduras
enteras frescas, congeladas y enlatadas sin azúcar agregada. O bien,
porciones de jugos de fruta y frutas deshidratadas, que son fuentes
concentradas de azúcar natural, pero tienen más calorías. Las frutas y las
verduras enteras aportan muchos beneficios para la salud. Aportan fibra,
agua y volumen, lo cual ayudará a sentirte más lleno con menos calorías.
Optar por los granos integrales. Los granos integrales son una mejor
fuente de fibra y otros nutrientes importantes, como las vitaminas de la
familia B, que los granos refinados. Los granos refinados pasan por un
proceso que los despoja de partes del grano, junto con algunos de los
nutrientes y parte de la fibra.
Consumir lácteos bajos en grasa. La leche, el queso, el yogurt y otros
lácteos son buenas fuentes de calcio, proteínas, vitamina D, potasio, y otras
vitaminas y minerales. Puedes comer las versiones bajas en grasa para
limitar las calorías y la grasa saturada. Y ten cuidado con los lácteos que
tienen azúcar agregada.
Consumir más frijoles, arvejas y lentejas. Los frijoles, las arvejas y las
lentejas son algunos de los alimentos más versátiles y nutritivos que existen.
Por lo general, tienen un bajo contenido de grasa y un alto contenido de
folato, potasio, hierro y magnesio, como también grasas y fibra beneficiosas.
Son una buena fuente de proteínas y pueden ser un sustituto saludable de la
carne, que tiene más grasa saturada y colesterol.
Limitar la azúcar agregada. Probablemente, la azúcar agregada no sea
perjudicial en poca cantidad. Pero no existe ningún beneficio por consumir
azúcar agregada, como en galletas dulces y pastelería. Comer o beber
demasiadas comidas con azúcar también puede hacer que consumas más
calorías que las que necesitas por día.
Requerimiento de hidratos de carbono.
Los hidratos de carbono deben ser los nutrientes mayoritarios de la
dieta, ya que de ellos se obtiene la glucosa. Constituyen la principal fuente
de energía. Se aconseja que representen entre el 50-60% del requerimiento
energético diario. Se dará preferencia a los alimentos en los cuales
predominan los hidratos complejos, ya que estos exigen un cierto tiempo de
digestión intestinal, lo que hace más lenta su absorción y evita fluctuaciones
elevadas de la glucemia posprandial. Los azúcares simples agregados no
deben exceder el 25% del total de energía. Se recomienda una cantidad no
menor a 130 gr de carbohidratos diarios para evitar la cetosis. Expertos de la
OMS recomiendan que su consumo sea de alrededor del 55 % del valor
calórico total.
LÍPIDOS.
Vitaminas liposolubles.
Las vitaminas liposolubles se almacenan en las células del cuerpo y no
salen del cuerpo con tanta facilidad como las vitaminas hidrosolubles. No
necesitan consumirse tan a menudo como las vitaminas hidrosolubles,
aunque se necesitan en cantidades adecuadas. Si consume demasiada
cantidad de una vitamina liposoluble, podría volverse tóxica. El organismo es
especialmente sensible al exceso de vitamina A de fuentes animales (retinol)
y a demasiada vitamina D. Una alimentación equilibrada suele proporcionar
suficientes vitaminas liposolubles.
Vitaminas Liposolubles
Nutriente Función Fuentes
Vitamina A (y su Necesaria para la vista, piel y Vitamina A de origen animal (retinol): leche
precursor*, membranas mucosas saludables, fortificada, queso, crema, mantequilla, margarina
betacaroteno) crecimiento de los huesos y los fortificada, huevos, hígado
*El organismo dientes, salud del sistema Betacaroteno (de origen vegetal): Verduras de
convierte el inmunitario hojas verdes oscuras, frutas (damascos o
precursor en albaricoques; melón cantalupo) y verduras
vitamina. (zanahorias, calabaza invernal, camotes o batatas,
calabaza) de color naranja oscuro
Vitamina D Necesaria para la absorción Yemas de huevo, hígado, pescados grasosos,
adecuada de calcio; se almacena leche fortificada, margarina fortificada. Con
en los huesos exposición a la luz solar, la piel puede elaborar
vitamina D.
Vitamina E Antioxidante; protege las paredes Aceites vegetales poliinsaturados (soya, maíz,
celulares semilla de algodón, cártamo); verduras de hojas
verdes; germen de trigo; productos de grano
integral; hígado, yemas de huevo; nueces y
semillas
Vitamina K Necesaria para una buena Verduras de hoja verde como col rizada, coles y
coagulación de la sangre espinacas; verduras de color verde como brócoli,
coles de Bruselas y espárragos; también producida
en los intestinos por bacterias
La obesidad.
Exceso de grasa corporal. La cantidad de grasa puede determinarse por
diferentes técnicas, más o menos precisas y más o menos complejas. Sin
embargo, estas técnicas no son habitualmente accesibles, por lo que la
manera más común de definir la presencia de sobrepeso u obesidad es
mediante el cálculo del índice de masa corporal (IMC).
El IMC es el peso (expresado en kilogramos) dividido por la talla al
cuadrado (expresada en metros). Por ejemplo, una persona que mide 1,75
metros y pesa 85 kg tiene un IMC de:
IMC = 85/1,752 = 85/3,06 = 27,8 kg/m2.
El IMC no es un índice exacto para determinar el sobrepeso o la
obesidad. Existen personas muy musculosas cuyo IMC está muy elevado no
porque sean obesas, sino porque tienen una gran masa muscular. En estas
circunstancias el IMC no es un método adecuado de cálculo.
Causas.
Existen algunas enfermedades que pueden ser responsables de la
obesidad. Si bien siempre deben descartarse antes de considerar que la
obesidad es de causa desconocida, están presentes en una parte muy
pequeña del total de pacientes obesos.
Entre ellas se encuentran:
Alteraciones metabólicas:
Hipotiroidismo.
Síndrome de Cushing.
Síndrome de ovario poliquístico.
Insulinoma.
Alteraciones cerebrales que afectan al hipotálamo (centro
regulador del apetito):
Craneofaringioma.
Toma de medicamentos. Los medicamentos que pueden favorecer el
aumento de peso son:
Antidiabéticos. La insulina y algunos medicamentos orales para la
diabetes pueden aumentar el peso.
Corticoides.
Algunos antipsicóticos.
Litio.
Algunos antiepilépticos.
Algunos antidepresivos.
En la mayoría de ocasiones, sin embargo, la obesidad no es debida a
ninguna otra enfermedad y sus causas son desconocidas, aunque siempre
derivadas de una combinación de factores genéticos y ambientales:
Factores genéticos. Es indudable que en la obesidad existen factores
genéticos que la favorecen. Es habitual que de padres con exceso de peso
nazcan niños con sobrepeso. Esto se ha demostrado, por ejemplo, al
estudiar a niños adoptados. El peso de los niños adoptados se asemeja más
al de sus padres biológicos que al de los padres adoptivos. Probablemente
son muchos los genes que contribuyen a que haya una tendencia a heredar
el peso, si bien la mayoría de ellos no están identificados. Actualmente se
estima que los factores genéticos contribuyen a explicar la mitad, o algo más
de la mitad, del exceso de peso. Aunque se han descrito algunos casos, la
presencia de mutaciones genéticas puntuales asociadas a obesidad son muy
raras y, en general, son casos de obesidad muy grave, presente ya desde la
infancia y asociada a otras anomalías, como retraso mental.
Factores ambientales. Los factores ambientales que influyen en el
peso son:
- La alimentación. Tanto el tipo de alimentación como la cantidad.
- La actividad física realizada, tanto en el trabajo como de forma
recreacional.
- El tiempo que se pasa delante de la televisión.
- La deprivación de sueño, la cual se asocia con el desarrollo de
obesidad.
Todos estos factores interactúan con la herencia recibida para que se
facilite o no el desarrollo de sobrepeso u obesidad.
Otros factores que contribuyen a favorecer la obesidad son:
- La edad. Cuanto mayor es una persona más fácilmente gana peso,
probablemente porque se pierde masa muscular y el gasto energético basal
(las calorías que se queman en el día a día) es menor.
- El sexo. Las mujeres tienen un gasto energético basal menor que los
hombres por lo que queman menos grasa. Esto es especialmente importante
al iniciar la menopausia, donde es frecuente ganar peso a pesar de realizar
la misma actividad que se hacía previamente.
- Factores psicológicos. Muchas personas derivan sus frustraciones
hacia el consumo de comida. La ansiedad, la tristeza, el aburrimiento,
pueden influir en comer más y aumentar la entrada de calorías.
En general, el peso se ha considerado como un equilibrio entre las
calorías que una persona consume (lo que come) y las que gasta (su gasto
energético basal y su actividad física). Si bien esta relación es válida en
numerosas circunstancias, no lo es para todos los pacientes.
Clasificación.
A pesar de sus limitaciones, el IMC es el método más sencillo para
detectar la presencia de obesidad en la mayoría de las personas. De acuerdo
a este índice una persona puede clasificarse como:
IMC (en kg/m2) Clasificación
<18, 5 Peso inferior al ideal
18,5-24,9 Peso ideal
25-29,9 Sobrepeso
30-34,9 Obesidad grado I
35-39,9 Obesidad grado II
≥40 Obesidad grado III
Dilución
Triada Disfunción
Atrofia
Déficit determinante: temperatura (hipotermia), deshidratación crónica,
dificultad respiratoria y trastorno hidroelectrolítico.
Marasmo
- Apariencia de hombre viejo y pequeño (cara de viejo)
- Cabello normal
- Marcada pérdida de peso
- Talla y peso bajo
- Pérdida de masa muscular (Hipotrofia o atrofia muscular)
- Anemia moderada a grave
Kwashiorkor
- Cara de luna
- Cabello delgado o fino (pálido o débil)
- Inapetente
- Miembros superiores delgados
- Miembros inferiores con edema, hiperpigmentados, fóvea al
presionar.
- Usualmente bajo de peso
- Hepatomegalia (por desnutrición del tejido conectivo)
- Anemia leve
- Aumento de carbohidratos y disminución de proteína
Formas Clínicas.
Marasmo (cara de vieja), caquéxico, flaco, sin o poca masa muscular.
Cabello: síndrome de la bandera.
Psicológicamente: Alterado, lento
Hemoglobina: Baja (Anemia).
Proteínas: (Albumina) Normal.
Complicaciones: Infecciones.
Recuperación: lenta.
Kwashiorkor (Cara de luna) brazos delgados, abdomen distendido.
Cabello: delgado fino
Psicológicamente Apático
Hemoglobina: Baja (Anemia).
Proteínas: (hipoalbuminemia) Bajo.
Complicaciones: Infecciones.
Recuperación: lenta.
Recuperación.
Para conocer que un paciente se esta recuperando debe aumentar su
peso en 10gr por día.
Recuperación de Peso
Escaso menos de 5gr al día
5-10gr día
Mayor a 10gr al día
La recuperación se logra en promedio en un lapso de 4 meses.
Debe estar en un régimen dietético hipercalórico e hiperproteico para
satisfacer las necesidades nutricionales.
Utilizar antibióticos, debido a que el sistema inmune está deprimido.
Pronóstico.
En la etapa pediátrica los mayores peligros de morbimortalidad están en
los primeros años de vida, cuando aún no se ha alcanzado el desarrollo
completo de muchos de los órganos y sistemas.
La edad inferior a seis meses en los niños desnutridos fue considerada
un factor de peor pronóstico. El mayor porciento de fallecidos ocurrió en los
menores de 12 meses.
En los menores de 2 años y que la presencia de gastroenteritis ocasiona
una probabilidad de fallecer 5,4 veces mayor en el niño desnutrido en
relación con el bien nutrido.
Se reconoce que la desnutrición es un factor de mal pronóstico en la
infección respiratoria aguda y que incrementa el riesgo de fallecer en relación
con los bien nutridos.
Se ha reportado que la infección respiratoria asociada a la desnutrición
promueve de 40 a 70% de las hospitalizaciones y puede causar
una mortalidad con cifras tan elevadas como 44 % a 52 %.
La sepsis es otra de las infecciones con una seria repercusión en la
mortalidad se reconoce que en sus diferentes etapas es la causa infecciosa
más importante de muerte, reportándose una mortalidad tan elevada como
42%-80%.
Los desnutridos sufren frecuentes y graves infecciones y es
precisamente la infección la primera causa de leucocitosis en el niño. A pesar
de que en estos pacientes el incremento de los leucocitos frente a la
agresión es menor en relación con la de los eutróficos de igual edad (por la
depresión inmune que acarrea el déficit nutricional).
CONCLUSIÓN