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Ministerio de Educación

Colegio Cristóbal Adán de Urriola


Trimestral de Educación Física

Integrantes:
Genesis Aguilar
Valerie Aparicio
Dayane Madrid
Solangel Remice
Evanellys Acosta
Emily Cabrera
Marian De León
Analeidi De Gracia
Zaulee Moreno
Génesis Pérez
Darinelys Marshall
Didier Pinto
Miguel Pinto
Dionel Menchaca
Nivel:
11vo°E
Profesor:

Materia:
Educación Física
Tema:
Las Fracturas
Fecha de Entrega:
Martes, 22 de agosto del 2023
Introducción

Una fractura es una grieta o una rotura de un hueso. La mayoría


de las fracturas son consecuencia de la fuerza aplicada a un
hueso. A continuación, veremos mas sobre ello y sus tipos:
Que son las fracturas
Una fractura es una ruptura, generalmente en un hueso. Si el
hueso roto rompe la piel, se denomina fractura abierta o
compuesta.

Las fracturas en general ocurren debido a accidentes


automovilísticos, caídas o lesiones deportivas. Otras causas son la
pérdida de masa ósea y la osteoporosis, que causa debilitamiento
de los huesos. El exceso de uso puede provocar fracturas por
estrés, que son fisuras muy pequeñas en los huesos.
➢ Los síntomas de una fractura son:
➢ Dolor intenso
➢ Deformidad: La extremidad se ve fuera de lugar
➢ Hinchazón, hematomas o dolor alrededor de la herida
➢ Problemas al mover la extremidad
Debe obtener ayuda médica de inmediato ante una fractura. Tal
vez tenga que usar un yeso o una férula. Algunas veces es
necesario usar cirugía para colocarles placas, clavos o tornillos y
así mantener el hueso en su lugar.

Fracturas directas: ocurren cuando un


impacto causa la fractura en el mismo punto de
aplicación del golpe. Fracturas patológicas: se
producen debido al debilitamiento del hueso a
causa de alguna patología. Fracturas por estrés:
son resultado del exceso de un esfuerzo
exagerado y repetitivo.
Fractura abierta (también denominada
fractura expuesta): el hueso atraviesa la piel
o existe una herida profunda que deja ver el
hueso a través de la piel. Fractura cerrada
(también denominada fractura simple): el
hueso está quebrado, pero la piel
permanece intacta.

Los huesos se clasifican por su forma:

largos, cortos, planos e


irregulares.
Pruebas de diagnóstico
por imágenes:

Radiografías: La mayoría de las fracturas de pie pueden


visualizarse en radiografías.
Gammagrafía ósea: Para la gammagrafía ósea, el técnico inyecta
una pequeña cantidad de material radioactivo en una vena.
Tomografía computarizada. ...
Resonancia magnética: usan un gran imán y ondas de radio para
observar órganos y estructuras que se encuentran al interior del
cuerpo.
Rayos x: son un tipo de radiación llamada ondas
electromagnéticas. Las imágenes de rayos X muestran el interior
de su cuerpo en diferentes tonos de blanco y negro.
Los huesos fracturados con mayor frecuencia fueron el fémur
24.5% (n = 276) y el radio/cúbito 24.4% (n = 275).
En promedio, un hueso roto puede tardar entre seis y ocho
semanas en sanar, antes de que pueda volver a usarse. En el caso
de los niños, puede ser más rápido. El proceso puede tardar para
los adultos mayores o aquellas personas con alguna condición de
salud subyacente, como diabetes.

Todos los huesos rotos pasan por el mismo proceso de curación.


Esto es cierto ya sea que el hueso haya ido cortado como parte de
un procedimiento quirúrgico o se haya fracturado por cuenta de
una lesión.
El proceso de curación de los huesos tiene tres etapas que se
traslapan: inflamación, producción de hueso, y remodelación del
hueso.

La inflamación: empieza inmediatamente después de la fractura


del hueso y dura varios días. Cuando el hueso se fractura se
produce sangrado en el área, lo que produce inflamación y
coagulación de sangre en el sitio de la fractura. Esto provee la
estabilidad estructural inicial y el marco para la producción de
nuevo hueso.
La producción de hueso: comienza cuando la sangre coagulada
formada por la inflamación es remplazada por tejido fibroso y
cartílago (conocidos como “callosidades suaves”). A medida que
avanza la curación, las callosidades suaves son remplazadas por
hueso duro (conocido como “callosidad dura”), que es visible en las
radiografías varias semanas después de la fractura.

La remodelación del hueso: la fase final de la curación del


hueso, se prolonga durante varios meses. En la remodelación, el
hueso continúa formándose y se vuelve compacto, regresando a
su forma original. Además, mejora la circulación sanguínea en el
área. Una vez lograda la adecuada curación del hueso, el
soportar peso (tal como pararse o caminar) estimula la
remodelación del hueso.
Las peores fracturas son
➢ Fractura de cadera: este es el
tipo de fractura más común
entre las personas mayores,
pero también son una de las
fracturas más graves para ellos.

➢ Fractura de Femúr: Una fractura


femoral es cuando se rompe el hueso del
muslo, llamado fémur. Va desde la
cadera hasta la rodilla. Es el hueso más
largo y más fuerte del cuerpo. Por lo
general, se requiere de mucha fuerza
para romper el fémur.

➢ Fractura de pelvis: Las fracturas


pélvicas pueden implicar la sínfisis
púbica, huesos ilíacos, acetábulo,
articulación sacroilíaca o sacro. Éstas
van desde lesiones estables
mínimamente desplazadas causadas
por caídas con baja energía a fracturas
desplazadas drásticamente y lesiones
inestables que pueden causar
hemorragia masiva.
Como Tratarlas
Las tres opciones principales para el tratamiento de fracturas de
huesos son:
Inmovilización con férula: La
inmovilización con férulas o yesos, es
el tratamiento de elección de muchas
lesiones musculo-esqueléticas. Por
ello, se debe realizar una técnica
adecuada para disminuir al máximo
las posibles complicaciones (Tabla
1). Vendaje tubular: Se aplica un
trozo de vendaje tubular elástico
sobre la piel.

Reducción abierta y
fijación interna:
Requiere una operación
quirúrgica para reparar la
fractura. Con frecuencia
se utilizan varillas de
metal, tornillos o placas
para reparar el hueso, los
cuales se mantienen fijos,
debajo de la piel, después
de la cirugía. Este
procedimiento se
recomienda en los casos de fracturas complicadas que no se
pueden realinear (reducir) con una férula, o cuando el uso
prolongado de una férula no es recomendable.
Reducción abierta y fijación externa:
Requiere una operación quirúrgica para
reparar la fractura y la colocación de un
aparato para fijación externa del miembro
fracturado. Este aparato es un marco
externo que sostiene al hueso y lo mantiene
en la posición correcta mientras se
consolida. Por lo general, esta técnica se
aplica a las fracturas complejas que no
pueden repararse por medio de la
reducción abierta y la fijación interna.
Primeros auxilios en caso de que ocurra una fractura
No muevas a la persona, excepto si es necesario para evitar más
lesiones. Toma estas medidas de inmediato mientras esperas
ayuda médica:
➢ Detén cualquier sangrado. Aplica presión en la herida con
una venda estéril, un paño limpio o un pedazo de ropa limpia.
➢ Retire la víctima del lugar del accidente, si hay peligro.
➢ Realice una valoración primaria de la víctima identificando si
está consciente o inconsciente, si está respirando y tiene
pulso o está sangrando abundantemente. Estas lesiones
generalmente ocasionan shock, como consecuencia del dolor
y de la hemorragia que las acompaña.
➢ Realice la valoración secundaria e identifique el tipo de lesión
para hacer la inmovilización.
➢ Verifique si hay sensibilidad en el miembro lesionado,
temperatura y coloración de la piel. Si el calzado le impide
revisar la temperatura y el color de la piel, limítese a
comprobar la sensibilidad.
➢ Evite retirarle el calzado, al tratar de hacerlo se producen
movimientos innecesarios que pueden ocasionar más daño.
➢ Si hay fractura abierta controle la hemorragia, cubra la
herida sin hacer presión sobre ella, luego inmovilice y eleve
el área lesionada. Si los métodos anteriores no logran
controlar la hemorragia, haga presión sobre la arteria
braquial, ubicada en la cara interna en el tercio medio del
brazo o en la arteria femoral, en la ingle, según se trate de
hemorragia en brazo, antebrazo, mano o hemorragia en el
muslo, pierna o pie.
➢ Controle la hemorragia ejerciendo presión a lo largo del
hueso.
➢ Coloque cuidadosamente un trozo de gasa sobre el hueso y
sosténgala mediante una almohadilla circular elaborada con
una venda.
➢ Fije la gasa con un vendaje sin hacer presión.
➢ Inmovilice y eleve el área lesionada.
➢ Si la lesión está acompañada de otras más graves, como
dificultad respiratoria, quemaduras, atiéndalas antes de
inmovilizar.
➢ Acolchone el material rígido, utilizando toallas, algodón o
espuma, para evitar lesiones en las articulaciones. Así mismo
se deben proteger las prominencias óseas de rodillas, tobillos,
codos y las áreas expuestas a presión como la axila, el pliegue
del codo y la región genital.
➢ Al inmovilizar, sostengan el área lesionada por ambos lados
del sitio de la lesión. No trate de colocar el hueso en la
posición original, evite retirar el calzado; al tratar de hacerlo
se produce movimientos innecesarios que pueden ocasionar
más daño.
tipos
Conocer la forma de actuar ante una fractura o hueso roto es
importante para que la persona lesionada no corra peligro o su
herida se agrave. Para ello, lo primero es conocer los tipos de
fracturas.
Ocurre cuando un hueso se rompe total o parcialmente. Puede
causarla una caída, un golpe fuerte y, a veces un movimiento de
torsión (contracción violenta de un músculo). La mayoría de las
veces se requiere una fuerza considerable para que un hueso se
rompa, pero en niños y ancianos los huesos son más frágiles, razón
por la cual son más frecuentes las fracturas en estas personas.
Estas lesiones solamente pueden poner la vida en peligro si van
acompañadas de hemorragia arterial o si comprometen el sistema
nervioso, produciendo parálisis, como en las fracturas de la
columna vertebral.
Fracturas Expuestas o Abiertas
Cuando la piel que recubre el lugar de la fractura también ha sido
lesionada y podemos ver tejidos interiores y en ocasiones hasta el
mismo hueso fracturado, comúnmente esta fractura está
acompañada por una hemorragia externa y obviamente por una
herida abierta.
Fracturas Cerradas
En este tipo de fractura no existe lesión en la piel que recubre la
zona de la fractura, por lo tanto, no existe hemorragia externa y
tampoco existe herida abierta, sin embargo, no debemos descartar
una hemorragia interna ni tampoco una herida interna en tejidos
blandos, mismas que pudieran ser causadas en el interior por el
hueso roto.

Así mismo los diferentes tipos de fractura cuentan con tres


clasificaciones que son:
Fractura Oblicua o Fractura Simple: Cuando el
hueso roto permanece en su posición sin desplazarse
ni causar mayor lesión.

Fractura Conminuta: En este tipo de


fractura cuando el hueso se rompe
genera pequeños fragmentos de hueso
que se desprenden.

Fractura en Espiral o Compuesta: En estas


fracturas encontramos que un hueso se ha roto en
dos o más grandes partes, no son fragmentos
pequeños.

Fractura transversa: el trayecto de la fractura es


perpendicular al eje mayor del hueso. Suele ser
provocada por un golpe directo.

Fractura segmentaria: Son aquellas en las que un


segmento óseo se queda completamente aislado de
los extremos. El mayor riesgo que presentan es la
pérdida de la irrigación sanguínea.
Fractura por Avulsión: En una fractura por
avulsión, el hueso se rompe cuando un ligamento o
tendón arranca parte del hueso. Las fracturas por
avulsión son más frecuentes en los niños debido a
que el cuerpo de ellos está en crecimiento.

Fractura impactada: Una fractura


impactada es similar a una fractura por
compresión, pero se produce dentro del
mismo hueso. Es una fractura cerrada que se produce
cuando se aplica presión a ambos extremos del hueso, lo
que hace que este se divida en dos fragmentos que se
empujan uno contra el otro.

Fractura Torica: Una fractura en rodete (o


fractura de torus) es un tipo de fractura de un hueso.
Un lado del hueso se dobla, hace una pequeña comba,
sin que el otro lado del hueso se rompa.

Fractura en tallo Verde: Una fractura en


tallo verde se produce cuando un hueso se
dobla y se agrieta, en lugar de quebrarse
por completo en partes separadas. La
fractura tiene una apariencia similar a lo que sucede
cuando intentas quebrar una pequeña rama “verde”
de un árbol.

Factura Normal: Es la ruptura total o parcial de un


hueso por diversas causas; lo más común es que se
deba a un accidente, una caída fuerte o una lesión
deportiva. La fractura provoca un dolor intenso y
dependiendo de la gravedad puede necesitar cirugía
para recomponer el hueso.
Complicaciones
Las complicaciones graves de las fracturas son inusuales, pero
pueden amenazar la vida o la viabilidad de un miembro o producir
una disfunción permanente de éste. El riesgo de complicaciones es
elevado con fracturas abiertas (que predisponen a la infección) y
con fracturas que interrumpen los vasos sanguíneos, la perfusión
tisular, y/o nervios. Las fracturas cerradas que no involucran los
vasos sanguíneos o los nervios, en particular aquellas que se
reducen rápidamente, tienen menos probabilidades de causar
complicaciones graves.
Las complicaciones agudas (asociadas a lesiones) incluyen las
siguientes:
Sangrado: el sangrado acompaña todas las fracturas (y lesiones
de tejidos blandos). En raras ocasiones, la hemorragia interna o
externa es lo suficientemente grave como para causar shock
hemorrágico (p. ej., en las fracturas de pelvis, fémur, y algunas
abiertas).
Lesiones vasculares: Algunas fracturas abiertas interrumpen los
vasos sanguíneos. Algunas fracturas cerradas, particularmente las
fracturas supracondíleas del húmero con desplazamiento
posterior, interrumpen el suministro vascular suficiente como
para causar isquemia de la porción distal de la extremidad; esta
alteración vascular puede permanecer clínicamente oculta
durante horas después de la lesión.
Lesiones nerviosas: los nervios pueden lesionarse cuando se
estira por piezas desplazadas de un hueso fracturado, en presencia
de un hematoma por un golpe no penetrante, cuando se comprime
en una lesión por aplastamiento grave, o cuando se desgarra por
fragmentos de hueso afilados. Cuando los nervios están dañados
(llamado neurapraxia), la conducción nerviosa se bloquea, pero el
nervio no se desgarra. La neurapraxia causa déficits motores
temporales y/o sensoriales; la función neurológica retorna
completamente en aproximadamente 6 a 8 semanas. Cuando se
aplastan los nervios (llamado axonotmesis), se lesiona el axón,
pero no la vaina de mielina. Esta lesión es más grave que la
neurapraxia. Dependiendo de la magnitud de los daños, el nervio
puede regenerarse durante semanas o años. Por lo general, los
nervios se desgarran (llamado neurotmesis) en fracturas abiertas.
Los nervios desgarrados no se regeneran reespontáneamente y
pueden tener que ser reparados quirúrgicamente.
Embolia pulmonar: en pacientes con fractura de cadera o pelvis,
el riesgo de embolia pulmonar es alto. La embolia pulmonar es la
complicación letal más común de las fracturas graves de cadera o
pelvis.
Embolia grasa: las fracturas de huesos largos (con mayor
frecuencia, fracturas femorales) pueden liberar grasa (y otros
componentes medulares), que embolizan a través de las venas a
los pulmones y producen embolia pulmonar con sus
complicaciones respiratorias.
Síndrome compartimental: la presión tisular aumenta en un
espacio fascial o aponeurótico cerrado, interrumpiendo la
irrigación vascular y reduciendo la perfusión tisular. Las lesiones
por aplastamiento o las fracturas conminutas son causas
comunes, que incrementan la presión tisular a medida que se
desarrolla edema. El riesgo es alto con fracturas de antebrazo que
involucran tanto el radio y el cúbito, fracturas de la meseta tibial
(fracturas de tibia proximal que se extienden en el espacio
articular), o fracturas de la diáfisis tibial (1). El síndrome
compartimental no tratado puede conducir a rabdomiólisis,
hiperpotasemia, e infección. A largo plazo, puede causar
contracturas, déficits sensitivos, y parálisis. El síndrome
compartimental amenaza la viabilidad de la extremidad
(posiblemente requiriendo amputación) y la supervivencia.
Infección: cualquier fractura puede infectarse, pero el riesgo es
más alto con las que están abiertas o las tratadas quirúrgicamente.
La infección aguda puede llevar a la osteomielitis lo cual puede ser
difícil de curar.
Las complicaciones a largo plazo de las fracturas incluyen las
siguientes:
Inestabilidad: diversas fracturas
pueden provocar inestabilidad
articular. La inestabilidad puede ser
incapacitante y aumenta el riesgo de
artrosis.
Rigidez y la amplitud disminuida del
movimiento: las fracturas que se
extienden a los cartílagos articulares suelen afectar el cartílago
articular; el cartílago articular mal alineado suele cicatrizar y
provocar artrosis y alteraciones de la movilidad articular. La
rigidez es más probable si una articulación necesita
inmovilización prolongada. La rodilla, el codo y el hombro son
particularmente propensos a la rigidez postraumática,
especialmente en los ancianos.

Falta de unión o retraso de


consolidación: en ocasiones, las
fracturas no cicatrizan (llamada
seudoartrosis), o la unión se retrasa.
Los principales factores que
contribuyen incluyen la
inmovilización incompleta, la
interrupción parcial del suministro
vascular, y los factores del paciente
que deterioran la curación (p. ej., el
uso de corticosteroides o la hormona
tiroidea).
Unión anómala: la consolidación o
unión anómala es la curación con deformidad residual. Es más
probable si una fractura no se reduce y se estabiliza de manera
adecuada.
Osteonecrosis: parte de un
fragmento de la fractura puede
llegar a ser necrótico,
principalmente cuando el
suministro vascular está
dañado. Las fracturas
cerradas propensas a la
osteonecrosis incluyen
fracturas de escafoides, fracturas desplazadas del cuello femoral
y fracturas desplazadas del cuello del astrágalo.
Artrosis: las fracturas que
alteran las superficies que
soportan el peso de las
articulaciones o que resultan en
la mala alineación articular y la
inestabilidad predisponen a la
degeneración del cartílago
articular y la artrosis.
Discrepancia en la longitud
del miembro: si una fractura
en los niños involucra una
placa de crecimiento, el
crecimiento puede verse
afectado, dando como resultado
un miembro que es más corto
que otra. En los adultos, la
reparación quirúrgica de una
fractura, especialmente las
fracturas femorales, puede provocar una discrepancia en la
longitud de las piernas, lo que puede ocasionar dificultad para
caminar y la necesidad de levantar el zapato para la pierna más
corta.
Examen físico
El examen incluye:
➢ Evaluación vascular y neurológica distal a la lesión
➢ Inspección en busca de heridas abiertas, deformidad,
inflamación, equimosis y alteración o disminución de la
amplitud de movimiento
➢ Palpación en busca de hipersensibilidad, crepitación y
defectos macroscópicos en el hueso o el tendón
➢ Examen de las articulaciones por encima y por debajo de la
zona lesionada (p. ej., para la articulación del hombro, la
columna cervical y el codo)
➢ Después que se excluye fractura y luxación (clínicamente o
mediante imágenes), se evalúan las articulaciones afectadas
para identificar dolor e inestabilidad
Si el espasmo muscular y el dolor limitan el examen físico (en
particular la prueba de estrés), el examen a veces resulta más fácil
de realizar después de que el paciente recibe analgésico o anestesia
general o local. O la fractura puede inmovilizarse por unos días
hasta que los espasmos musculares cedan, y luego el paciente
puede ser examinado de nuevo.
Ciertos hallazgos pueden indicar una fractura u otra lesión
musculoesquelética.
La deformidad puede indicar una fractura, pero también puede
representar una luxación o una subluxación (separación parcial
de los huesos en una articulación).
Por lo general, la inflamación indica una fractura u otra lesión
musculoesquelética significativa, pero puede necesitar varias
horas para desarrollarse. Si la inflamación no se produce dentro
de ese tiempo, la fractura es poco probable. Con algunas fracturas
(p. ej., aquellas en rodete, pequeñas fracturas sin desplazamiento),
la inflamación puede ser sutil, pero rara vez está ausente.
La hipersensibilidad acompaña a casi todas las lesiones
musculoesqueléticas y en muchos pacientes la palpación de
cualquier lugar alrededor de la lesión puede causarles molestias.
Sin embargo, un incremento notable en la sensibilidad de un área
localizada (punto de sensibilidad) sugiere una fractura.
Es posible palpar un defecto en el hueso afectado en algunas
fracturas.
La crepitación (una característica palpable o chirrido audible
producido cuando la articulación es movida) puede ser signo de
fractura.

Si una herida está cerca de una fractura, se asume que la lesión


es abierta o expuesta. Las fracturas abiertas se pueden
clasificar utilizando el sistema Gustilo-Anderson:

Grado I: heridas < 1 cm, con mínima contaminación, trituración,


y el daño de los tejidos blandos
Grado II: heridas > 1 cm, con daño de los tejidos blandos
moderado y extracción de periostio mínima
Grado IIIA: daños graves de tejidos blandos y contaminación
sustancial, con una cobertura adecuada de los tejidos blandos
Grado III B: daños graves de los tejidos blandos y contaminación
sustancial, con una cobertura de tejido blando inadecuada
Grado IIIC: fractura abierta que requiere reparación de la lesión
arterial
Los grados más altos indican un mayor riesgo de infección y luego
de osteomielitis; sin embargo, la fiabilidad interobservador usando
este sistema no es muy alta (a menudo alrededor del 60%), y
ciertos aspectos puede ser mejor evaluados intraoperatoriamente.
La atención a ciertas áreas durante el examen puede contribuir a
detectar lesiones que suelen pasar desapercibidas (véase Examen
para algunas fracturas que suelen pasar desapercibidas).
Si el examen físico es normal en una articulación que los pacientes
identifican como dolorosa, la causa puede ser dolor referido. Por
ejemplo, los pacientes con la epífisis de la cabeza femoral
desplazada (o con menor frecuencia fractura de cadera) pueden
sentir dolor en su rodilla.
Inmovilización
La inmovilización reduce el dolor y facilita la cicatrización al
agravamiento de la lesión y manteniendo los extremos de la
fractura alineados. Deben inmovilizarse las articulaciones
proximal y distal a la lesión.

La mayoría de las fracturas se inmovilizan durante semanas en un


yeso (un dispositivo rígido circunferencial). Unas pocas fracturas
estables, que cicatrizan rápidamente (p. ej., fracturas de muñeca
en los niños) no se enyesan; la movilización temprana logra los
mejores resultados.

En general, se aplica una escayola o yeso en las fracturas que


requieren semanas de inmovilización. Es raro que se produzca un
edema significativo debajo de dicha escayola o yeso que pueda
contribuir al síndrome compartimental. Si los médicos sospechan
de edema grave debajo del yeso, debe cortarse la escayola o yeso
de extremo a extremo en su parte medial y lateral (bivalvo).

Los pacientes con escayola o yeso deben recibir las


instrucciones por escrito, que incluyen las siguientes:

➢ Mantener seco el yeso.


➢ Nunca introducir objetos dentro.
➢ Controlar los bordes y la piel alrededor de la escayola cada
día e informar cualquier zona roja o inflamada.
➢ Colocar apósitos en los bordes rugosos con tela adhesiva, una
tela u otro material liviano para evitar que los bordes lesionen
la piel.
➢ Al descansar, colocar el yeso con cuidado, posiblemente
usando una pequeña almohada o cojín, para evitar que
comprima o socave la piel.
➢ Elevar el yeso siempre que sea posible para controlar la
inflamación.
➢ Buscar atención médica de inmediato si el dolor persiste o el
yeso se siente excesivamente apretado.
➢ Buscar atención médica inmediata si se nota olor dentro de
la escayola o yeso o se el paciente presenta fiebre, lo cual
puede sugerir una infección.
➢ Buscar ayuda inmediata para el dolor que empeora
progresivamente o cualquier nuevo entumecimiento o
debilidad, que puede indicar un síndrome compartimental.
La buena higiene es importante.
Se puede utilizar una férula (véase figura Inmovilización articular
como tratamiento agudo: algunas técnicas comunes) para
inmovilizar algunas lesiones estables, incluyendo facturas no
demostradas y fracturas que cicatrizan rápidamente, que
requieran inmovilización durante varios días o menos tiempo. Una
férula es no circunferencial; por lo tanto, permite a los pacientes
aplicar hielo y mover el miembro más que con el yeso. Además,
permite cierta inflamación, por lo que no contribuye al síndrome
compartimental. Algunas lesiones que finalmente requieren de
yeso se inmovilizan inicialmente con una férula hasta que la mayor
parte del edema se resuelve.
Otros procedimientos
El reemplazo de la
articulación (artroplastia)
puede ser necesario, por lo
general cuando las fracturas
dañan seriamente el extremo
superior del fémur o el
húmero.

Injerto de hueso se
puede hacer de inmediato
si la brecha entre los
fragmentos de hueso es
demasiado grande. Se
puede hacer más
adelante, si la
cicatrización se retrasa
(unión retardada) o no se
produce (falta de unión).
Evaluación de las fracturas
➢ Evaluación de las lesiones graves
➢ Anamnesis y examen físico
➢ Radiografías para identificar fracturas
➢ A veces, RM o TC
En el departamento de urgencias, si el mecanismo de la lesión
sugiere un daño potencial grave o múltiple (p. ej., en un accidente
de vehículo de motor a velocidad alta o caídas de altura), los
pacientes son evaluados primero de la cabeza a los pies en busca
de lesiones graves en todos los aparatos y sistemas de órganos y
de ser necesario son resucitados (véase Abordaje del paciente
traumatizado). Los pacientes, en especial aquellos con fracturas
pelvianas o femorales, deben ser evaluados en busca de shock
hemorrágico por una pérdida oculta de sangre. Si un miembro se
lesiona, se evalúa de inmediato en busca de heridas abiertas y
síntomas o signos de lesión neurovascular (entumecimiento,
parálisis, mala perfusión) y síndrome compartimental (p. ej., dolor
desproporcionado en relación con las lesiones, palidez,
parestesias, frialdad, ausencia de pulso).

Los médicos pueden sospechar fracturas según los síntomas y los


resultados del examen físico, pero se requieren imágenes
(generalmente radiografías) para confirmar el diagnóstico.

Los pacientes deben ser revisados en busca de lesiones de


ligamentos, tendones y músculos, así como fracturas. La presencia
de una fractura puede limitar esta parte de esta evaluación (p. ej.,
no se puede realizar una prueba de esfuerzo porque el dolor es
inicialmente prohibitivo).

También se debe explorar la articulación por encima y por debajo


de la lesión, porque las lesiones concomitantes y el dolor referido
son frecuentes
Anamnesis
El mecanismo (p. ej., dirección y magnitud de la fuerza) puede
sugerir el tipo de lesión. Sin embargo, muchos pacientes no
recuerdan, o no pueden describir, el mecanismo exacto.

Un chasquido percibido en el momento de la lesión puede ser señal


de una fractura (o lesión de ligamento o tendón). Las fracturas y
las lesiones graves de ligamentos suelen causar dolor inmediato;
el dolor que comienza horas o días después de la lesión sugieren
una de menor gravedad. El dolor que es desproporcionado a la
gravedad aparente de la
lesión que empeora
gradualmente en las primeras
horas a días después de la
lesión sugiere un síndrome
compartimental o una
isquemia.
Fracturas por estrés
Son las que se dan al ejercer presión de forma repetitiva en los
huesos. Se pueden distinguir dos tipos:

➢ Fracturas por debilidad: por haber algún tipo de


deficiencia ósea que debilite los huesos, como la
osteoporosis.

➢ Fracturas por fatiga: a causa de una actividad exagerada y


repetitiva. Es frecuente en los deportistas o en aquellas
personas que realizan actividades físicas de manera
frecuente.
Síntomas
➢ Deformación de la zona.

➢ Hinchazón, hematoma o sangrado en la zona afectada.

➢ Entumecimiento y hormigueo.

➢ Movimiento limitado o incapacitado.

➢ Fiebre: en algún caso que aparece hematoma o


sobreinfección.
Conclusión

Para Concluir Es importante que la persona que ha


sufrido una fractura realice la menor cantidad de
movimiento posible, ya que puede causar más dolor o
complicaciones. Se debe esperar a que lleguen
profesionales médicos que sepan cómo actuar.
Bibliografía

http://www.paolini.com.ar/cuales-los-tipos-fracturas/

https://www.mayoclinic.org/es/first-aid/first-aid-
fractures/basics/art-
20056641#:~:text=Aplica%20presi%C3%B3n%20en%20l
a%20herida,hueso%20que%20se%20haya%20salido

https://www.foothealthfacts.org/conditions/bone-
healing?lang=es-MX

https://www.msdmanuals.com/es/professional/lesiones
-y-envenenamientos/fracturas/generalidades-sobre-las-
fracturas
https://www.debate.com.mx/prevenir/Estas-son-las-
fracturas-mas-dolorosas-que-puedes-sufrir-20170530-
0321.html

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