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Podemos definir la obligación como el poder jurídico de una persona (acreedor) dirigido a obtener de otra
(deudor) una prestación consistente en dar,hacer o no hacer alguna cosa,garantizado con todo el activo
patrimonial del obligado (deudor).
Lo esencial no es el número de personas que haya en una obligación,sino la existencia de dos partes o
posiciones.
Vínculo es la relación obligacional que une a un acreedor y a un deudor.Comprende poderes o facultades del
acreedor (exigir el cumplimiento,garantías) y los deberes del deudor (cumplimiento,responsabilidad por daños
imputables).
El objeto es la realidad sobre la que recae la obligación.Pueden ser: las cosas y los actos de los seres libres
(servicios).
Obligaciones legales.
Existe en nuestro ordenamiento jurídico normas que imponen a las personas que se encuentran en una
determinada situación el deber juridico de observar un concreto comportamiento.La obligacion en estos casos
nace directamente de la ley o norma que impone este deber.
art.1090 del CC: “Las obligaciones derivadas de la ley no se presumen.Sólo son exigibles las expresamente
determinadas en este Código o en leyes especiales y se regirán por los preceptos de la ley que las hubiere
establecido; y en lo que esta no hubiere previsto,por las disposiciones del presente libro”.
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El contrato como fuente de las obligaciones.
El contrato es sin duda,la principal de las fuentes de las obligaciones.Se regula en el art.1901 del CC: “Las
obligaciones que nacen de los contratos tienen fuerza de ley entre las partes contratantes,y deben cumplirse al
tenor de los mismos”.
art.1255 del CC: “Los contratantes pueden establecer los pactos,cláusulas y condiciones que tengan por
conveniente,siempre que no sean contrarios a las leyes,a la moral ni al orden público”.
El cuasi contrato.
Son obligaciones que nacen de un hecho lícito y voluntariamente realizado por su autor,pero donde no hay
acuerdo de voluntades sobre la creacion del vinculo obligatorio.Se acerca al contrato pero no llega a serlo.
art.1887 del CC: “Son cuasicontratos los hechos lícitos y puramente voluntarios,de los que resulta obligado su
autor para con un tercero y a veces una obligación recíproca entre los interesados”.
Nuestro código recoge dos supuestos: la gestión de negocios ajenos sin mandato y el cobro de lo indebido.
La responsabilidad extracontractual consagrada en el art.1902 del CC es exigible,no sólo por actos u omisiones
propios,sino por los de aquellas personas de quienes se debe responder.
Así,el art.1903 del CC,dice:
-”Los padres son responsables de los daños causados por los hijos que se encuentren bajo su guarda”.
-”Los tutores lo son de los perjuicios causados por los menores o incapacitados que estén bajo su autoridad y
habiten en su compañía”.
-”Los empresarios lo son respecto de los daños causados por sus dependientes en el servicio o en ocasión de
sus funciones”.
-”Las personas o entidades que sean titulares de un Centro docente de enseñanza no superior responderán por
los daños y perjuicios que causen sus alumnos menores de edad durante los periodos de tiempo en que los
mismos se hallen bajo el control o vigilancia del profesorado del Centro,desarrollando actividades escolares o
extraescolares y complementarias”.
Es el caso de los empresarios,que responden a los daños que causen sus dependientes o trabajadores.
La razón de ser de esta norma es que,si el empresario se beneficia económicamente de la actividad de su
empleado,debe responder de los daños causados por este.
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Esta norma facilita que el perjudicado pueda cobrar la indemnización que le corresponde,pues el empresario
suele ser persona de mayor solvencia económica que su empleado.
La responsabilidad del empresario se caracteriza por tanto,por ser directa (no requiere que previa o
simultáneamente se demande al empleado) y por encontrar fundamento en la culpa in vigilando o culpa in
eligendo del propio empresario.
Si se dan,la consecuencia será la responsabilidad conjunta de dependiente y empresario por daños causados
por el primero.
Para que la promesa pública de recompensa genere obligaciones a cargo del promitente debe haber sido objeto
de pública divulgación y dirigirse a personas indeterminadas; de lo contrario estaríamos frente a un precontrato o
ante una oferta de contrato.
Se debe permitir su revocación siempre que alcance la misma publicidad o divulgación que la propia promesa,se
haya alcanzado ya el resultado o la actividad perseguida por el prometiente.
La calificación de los concursos con premio requiere atender de forma casuística a las bases de la convocatoria
o las reglas del concurso.Entre tales reglas.constituyen una cláusula de estilo en la práctica la de establecer que
“el concurso podrá ser declarado desierto”; de tal manera que el promitente no se encuentra ni siquiera
vinculado al otorgamiento del premio aunque la convocatoria del concurso determine la participación efectiva de
sus eventuales destinatarios.