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LAS OBLIGACIONES
TEMA 2. LAS FUENTES DE LAS
OBLIGACIONES
2.1. CONCEPTO Y ENUMERACIÓN LEGAL
- La expresión fuentes de las obligaciones se utiliza para señalar los hechos o actos
jurídicos en cuya virtud nacen las obligaciones.
- El Código Civil enumera en el art. 1089 las fuentes de las obligaciones, señalando, a
este respecto, que “las obligaciones nacen de la ley, de los contratos y cuasi contratos y
de los actos y omisiones ilícitos o en que intervenga cualquier género de culpa o
negligencia”.
- Son, por tanto, cuatro, en principio, los hechos a los que el legislador atribuye el
poder de generar o crear una relación obligacional:
1º La ley
2º El contrato
3º El cuasi contrato
4º Los actos y omisiones ilícitos (responsabilidad civil)
-No es una lista cerrada. Existen obligaciones que no proceden de ninguna de las
fuentes recogidas en este precepto, por ejemplo, la voluntad unilateral.
2.2. LA LEY
- Obligaciones derivadas de la ley (art. 1090 CC).
- No se presumen, solamente son exigibles las expresamente determinadas en el Código
Civil o en leyes especiales.
- Al hablar de ley se alude a la norma jurídica y, por tanto, no sólo ley en sentido
estricto, sino también la costumbre y los principios generales del Derecho.
- Ejemplo: la obligación de contribuir a los gastos de conservación de la cosa común (art. 395
CC).
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El contrato como fuente de las obligaciones se estudiará detenidamente en los Bloques III y IV de la
asignatura.
- Algunos autores consideran que los cuasicontratos no se configuran como una categoría
aparte, sino que obedecen a la idea de evitar un enriquecimiento injusto. Si bien la figura del
enriquecimiento injusto es un concepto más amplio, que englobaría otros casos, además de estos
supuestos de cuasicontratos2.
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El enriquecimiento injusto consiste en el desplazamiento de bienes, provechos o ventajas que, sin causa
que lo justifique, y con observancia estricta de la legalidad, se produce entre un patrimonio que se
enriquece y otro que, a consecuencia de ese enriquecimiento, se empobrece. Aquel que se ha enriquecido
injustamente (sin causa) tiene la obligación de restituir dicho enriquecimiento. Y quien se empobrece
tiene la acción de enriquecimiento injustificado para exigir esa restitución. La obligación de restituir que
pesa sobre el enriquecido sólo podrá reclamarse por esta vía si no existe otra posible (la acción de
enriquecimiento injusto se caracteriza, por tanto, por su subsidiariedad). La jurisprudencia ha invocado la
existencia de este principio o regla, entre otros casos, en la STS 11 diciembre 1992, en caso de ruptura
de una pareja de hecho. La mujer pide que se le abone una suma a título de enriquecimiento injusto
obtenido por el conviviente varón. Se entiende que ha existido enriquecimiento del conviviente varón, por
la no retribución del trabajo que su pareja (la mujer) desarrolló a su favor, cuidando de sus relaciones
sociales y atendiendo sus necesidades domésticas durante el tiempo que duró la convivencia.
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Los actos y omisiones ilícitos como fuente de las obligaciones se estudiarán en el bloque II de la
asignatura, dedicado a la responsabilidad extracontractual.
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La existencia de bases de participación elaboradas por el promitente y aceptadas por los concursantes,
puede dar lugar a situarnos en modelos contractuales como el juego o la apuesta. Como señala
SÁNCHEZ ARISTI la mayoría de los concursos con premios encajan más bien en el típico esquema
contractual de oferta y aceptación, por cuanto, si implican alguna clase de efectos desfavorables para los
concursantes (se ceden los derechos de autor en caso de ganar un concurso literario), es absolutamente
preciso entender que los concursantes han aceptado de algún modo las bases del concurso.