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TEMA 1.

EL DERECHO DE OBLIGACIONES. LA OBLIGACIÓN

1. EL DERECHO DE OBLIGACIONES
El Derecho de obligaciones es el que regula las relaciones jurídico-privadas.
El Código Civil (CC) dedica el Libro IV a establecer el régimen jurídico de las
obligaciones y de los contratos. Las obligaciones aparecen reguladas en los arts. 1.088
a 1.253 CC.
El art. 1.088 establece que: “toda obligación consiste en dar, hacer o no hacer alguna
cosa”.
Este precepto no suministra un concepto de obligación, sino que se limita a enumerar
sus posibles contenidos.

ELmológicamente obligación viene de la palabra laLna obligaLo, y esta, de obligare.


Significa ligadura, sujeción Osica, y por traslación al lenguaje jurídico, sujeción moral .
En la primera etapa del Derecho romano el deudor compromePa su propio cuerpo y
este era el objeto de la obligación, puesto que el acreedor podía apoderarse de él y
venderlo como esclavo.
Con el Lempo la obligación recaería sobre el patrimonio y no sobre la persona del
deudor, de modo que la originaria responsabilidad personal se transformaría en
responsabilidad patrimonial.

Podemos definir la obligación como el vínculo establecido entre dos personas (o


grupo de personas), por el cual una de ellas puede exigir de la otra la entrega de una
cosa, o el cumplimiento de un servicio (hacer) o de una abstención (no hacer).
Otros autores esLman que puede llegase a un concepto de obligación combinando los
arts. 1.088 y 1.911 CC como: un derecho del acreedor dirigido a conseguir del deudor
una prestación de dar, hacer o no hacer alguna cosa garan<zado con el ac<vo
patrimonial del obligado.

2. CARACTERES DE LA OBLIGACIÓN
Toda obligación presenta un aspecto ac<vo: un poder o facultad de exigir algo; y un
aspecto pasivo: un deber de dar, hacer o no hacer (art. 1.088 CC).
No se trata de conceptos disLntos sino de aspectos diferentes de un concepto unitario,
que es la obligación. Son el anverso y reverso de una misma moneda, puesto que no se
puede concebir un crédito sin deuda y una deuda sin crédito.
Por tanto, la obligación es una situación bipolar, integrada por un lado, por la posición
de una persona, deudor, y por la posición de otra persona, acreedor.

El acreedor es Ltular de un derecho subjeLvo (derecho de crédito), que le faculta para


exigir al deudor el cumplimiento de la prestación debida.
Como medida complementaria, el acreedor se ve invesLdo de la posibilidad, en caso de
incumplimiento, de proceder contra los bienes del deudor.
El deudor está sujeto al cumplimiento de un deber jurídico (deuda), que le impone la
observancia del comportamiento debido, la prestación, y le sitúa en el trance de
soportar, las consecuencias de su falta: la responsabilidad.
Toda obligación comprende, la deuda y la responsabilidad.
La deuda indica el deber de realizar una prestación, el deber de cumplimiento que
nace junto con
la obligación.
La responsabilidad es la sumisión o sujeción del patrimonio del deudor al poder
coacLvo del acreedor ante el incumplimiento de aquel.
El acreedor ante el incumplimiento del deudor puede hacer efecLva esa
responsabilidad del deudor y para ello goza de un poder de agresión sobre el
patrimonio del aquel, lo que permite la sa<sfacción forzosa de su interés. Principio de
Responsabilidad Universal del art. 1.911 CC:
“Del cumplimiento de sus obligaciones responde el deudor con todos sus bienes
presentes y futuros”.

3. ELEMENTOS DE LA RELACIÓN OBLIGACIONAL


La estructura de la relación obligacional, se compone de los siguientes elementos:
sujetos, objeto, vínculo y causa.

A) SUJETOS DE LA OBLIGACIÓN
La relación obligatoria se compone de dos sujetos.
- Parte acLva: el acreedor, Ltular del crédito que Lene poder jurídico de exigir el
cumplimiento de la prestación.
- Parte pasiva: el obligado o deudor; aquel sobre quien recae el deber de prestación y
la responsabilidad en caso de incumplimiento.
En toda obligación ha de haber como mínimo dos partes, acLva y pasiva pero cada una
de ella puede estar integrada por una pluralidad de personas lo que da lugar a los
fenómenos de la solidaridad o de la mancomunidad.
Pueden ser sujetos de la obligación todo aquel que pueda ser Ltular de un crédito, (los
incapacitados no pueden).
También puede cualquier persona ser sujeto pasivo de la obligación, incluso cuando le
afecte alguna incapacidad.
Las personas jurídicas, al igual que las Osicas, pueden ser Ltulares acLvos y pasivos de
las obligaciones (art. 38 CC).
Los sujetos de la obligación deben ser determinados, se permite que la determinación
se haga, no al Lempo del nacimiento de la obligación, sino en un momento posterior.

B) OBJETO DE LA OBLIGACIÓN
Para algunos autores objeto de la obligación son las cosas o los servicios sobre que
recae el deber del deudor.
La opinión imperante es la que considera como objeto de la obligación la prestación, el
comportamiento a que el vínculo obligatorio sujeta al deudor, y que <ene derecho a
exigirle el acreedor.
Este comportamiento se refiere a cosas, servicios o abstenciones (el objeto de la
prestación).
Así, podemos disLnguir un objeto inmediato de la obligación: la prestación, y un
objeto mediato: la cosa, el hecho del deudor o su abstención (un dar, un hacer o un no
hacer).
En relación con las condiciones que ha de reunir la prestación, la doctrina exige como
requisitos de la prestación que sea posible, lícita y determinada o determinable.
- Posibilidad. Nadie puede obligarse a una prestación imposible. Obligarse a lo
imposible equivale a obligarse a nada. El CC sanciona con la nulidad las obligaciones
referentes a prestaciones imposibles (art. 1.271, 1.261 y 1.460.1º). La imposibilidad
puede ser de hecho o de Derecho.
Imposibilidad de hecho es la del que se obliga a proporcionar a otro la Luna:
imposibilidad de Derecho es la de quien quiera vender la Alambra de Granada por ser
un bien público que esta fuera del comercio.
- Licitud. art. 1.271. La prestación se reputa ilícita cuando viola un precepto legal o está
en oposición con la moral o las buenas costumbres (arts. 1.255, 1.271.3, 1.275 CC).
- Determinación. La prestación ha de ser determinada, en caso contrario se
determinará la nulidad de la obligación (art. 1.273). El CC admite la determinabilidad,
es decir que pueda ser hecha a posteriori, siempre que en el momento del nacimiento
de la obligación queden establecidos los elementos que permitan llevar a cabo esa
determinación. Ej. No cabe un contrato de compraventa en el que por 13 euros se
venda lo que el vendedor crea conveniente el día fijado para el pago.

La patrimonialidad de la prestación. No todo deber de hacer u omiLr es una


obligación en senLdo técnico, hay deberes, que no son jurídicos.
Ej. El deber social de hacer un regalo de boda a un amigo, el deber moral de dar
limosna a un pobre, la obligación de los padres de velar por los hijos y prestarles
alimentos.
El contenido económico de la obligación, queda reflejado en el art. 1.101 del CC:
“Quedan sujetos a la indemnización de los daños y perjuicios causados los que en el
cumplimiento de sus obligaciones incurrieren en dolo, negligencia o morosidad y los
que de cualquier modo contravinieren al tenor de aquellas”.
El vínculo de la obligación, es el nexo que liga a una persona con otra y que engloba el
débito (deuda o deber de prestación) y el crédito o derecho del acreedor a exigir el
cumplimiento.
Asimismo incluye la responsabilidad del deudor, frente a la que existe el poder del
acreedor de dirigirse contra el patrimonio de aquel.
La causa de la obligación es la razón de la obligación, del poder exigir y del deber
realizar la prestación ponderada por el ordenamiento.

4. FUENTES DE LAS OBLIGACIONES


Las fuentes de las obligaciones son aquellos hechos jurídicos que Lenen como efecto el
nacimiento de estas. El CC contempla las fuentes de las obligaciones en el art. 1.089:
“Las obligaciones nacen de la ley, de los contratos y cuasicontratos y de los actos y
omisiones ilícitos o en que intervenga cualquier género de culpa o negligencia”.

4.1 Obligaciones procedentes de la Ley. Estas obligaciones no se presumen, solo son


exigibles las expresamente determinadas en el Código o en leyes especiales, y han de
regirse por los preceptos de la ley que las hubiere establecido.

4.2 Obligaciones procedentes de los contratos. Principal fuente de relaciones


obligatorias, como cauce de expresión de la autonomía privada.
El contrato es el más Ppico de los negocios jurídicos. Los contratos Lenen fuerza de ley
entre las partes contratantes y deben cumplirse al tenor del contrato, art. 1.091. A falta
de pacto expreso de las partes, los contratos se rigen por las disposiciones del Código,
art. 1.258 CC.

4.3 Los Cuasicontratos. El CC los define, en el art. 1.887 como los “hechos lícitos y
puramente voluntarios, de los que resulta obligado su autor para con un tercero y a
veces, una obligación recíproca entre los interesados”.
Sitúa el Código bajo esta rúbrica la llamada ges<ón de negocios ajenos, cuando alguien
se encarga voluntariamente de la agencia o administración de los negocios de otro sin
mandato de este (arts. 1.888 y ss.) y el cobro de lo indebido, obligación de resLtuir
que Lene quien ha cobrado algo que no se le debía (arts. 1.895 y ss.).
Supuesto de la persona a la que por error se le ha ingresado una determinada canLdad
de dinero en su cuenta corriente bancaria. GesLón de negocios ajenos: un vecino por
decisión propia y para evitar males mayores, encarga la reparación de la puerta de un
chalet de su vecino (al que no Lene localizado por vivir en otra ciudad) que ha sido
destruida por un rayo.

4.4 Obligaciones procedentes de hechos ilícitos de carácter penal. Las obligaciones


que nacen de los delitos o faltas se rigen por las disposiciones del Código Penal (art.
1.092 CC).

4.5 Obligaciones derivadas de actos u omisiones en que intervenga culpa o


negligencia no penadas por la ley, según el art. 1.093, quedan someLdas a las
disposiciones del Capítulo II, Título XVI, Libro IV CC.

El CC los regula en los arts. 1.902 y siguientes, donde se establece la obligación de


indemnizar que se impone al que por acción u omisión causa daño a otro
interviniendo culpa o negligencia.
Estos han sido llamados, delitos o cuasidelitos civiles, en los que falta la Lpicidad del
delito o falta penal y que integran la denominada responsabilidad civil
extracontractual.
No se enuncian taxaLvamente en el Código Civil.

Las cinco fuentes que menciona el art. 1.089 en realidad se podrían reducir a dos
grupos de fuentes:
• el de la autonomía privada, entendida como poder del individuo de consLtuir
sus propias relaciones jurídicas;
• el consLtuido por la soberanía del Estado, creando entre los parLculares
relaciones obligatorias, sin contar para ello con la voluntad de estos.

5. LA VOLUNTAD UNILATERAL COMO FUENTE DE LAS OBLIGACIONES


Es cuesLón debaLda en la doctrina si una persona puede quedar obligada a realizar
una prestación que prometa por su sola declaración de voluntad. O si es necesaria la
previa aceptación del favorecido, para adquirir lo que se le ha promeLdo.
La doctrina, no es parLdaria de reconocer, en principio, fuerza obligatoria a la voluntad
unilateral, admiLéndola en supuestos muy excepcionales. Los Códigos modernos se
han mostrado reacios a la admisión incondicionada.

SIGUEN (FUENTES)
La jurisprudencia del Tribunal Supremo se inclina siempre por la necesidad de la
aceptación, incluso tácita (el hecho de exigir el cumplimiento), resaltando que la
promesa Lene que tener una causa lícita, que puede ser incluso la previa existencia de
una obligación moral.
En estas condiciones el promitente queda obligado.
El único supuesto claro de declaración de voluntad creadora de obligaciones es el de la
denominada pública promesa de recompensa. El Sr. X promete una recompensa de
500 € a quien encuentre a su perrito extraviado, o a quien proporcione pistas para
encontrar el paradero de una persona.
Por lo que se refiere a su revocabilidad, en términos generales cabe sostenerla siempre
que se dé a la revocación la misma publicidad que se dio a la promesa.
Pero no será eficaz si con anterioridad alguna persona hubiere realizado los actos u
obtenido los resultados exigidos.

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