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ARTICULO 1729.- Hecho del damnificado. La responsabilidad puede ser excluida o limitada por la incidencia del
hecho del damnificado en la producción del daño, excepto que la ley o el contrato dispongan que debe tratarse de
su culpa, de su dolo, o de cualquier otra circunstancia especial.
Se vincula con la aceptación de los riesgos. Cuando la víctima actúa culposamente es negligente, descuidada,
imprudente respecto de su persona. A veces la victima acepta un riesgo que conoce y expone su persona al peligro
de un daño para alcanzar un fin propuesto. Es decir que ese acto voluntario de asumir el riesgo es el que va a
interrumpir ese nexo causal y lo va a excusar de responsabilidad a ese autor del daño.
Se rompe el nexo de causalidad si el daño se ocasiona exclusivamente por el hecho de la víctima, si hay concurrencia
del hecho de la víctima con algún factor de imputación objetivo (el juez estima cuál es el daño que ella provocó), y si
hay concurrencia de riesgos de las cosas de la víctima y el demandado, éste sólo se librará si prueba que toda la
culpa fue de la víctima o si acredita una causa ajena.
b) Hecho de un tercero (art. 1731 CCC)
ARTICULO 1731.- Hecho de un tercero. Para eximir de responsabilidad, total o parcialmente, el hecho de un
tercero por quien no se debe responder debe reunir los caracteres del caso fortuito.
ARTICULO 1730.- Caso fortuito. Fuerza mayor. Se considera caso fortuito o fuerza mayor al hecho que no ha
podido ser previsto o que, habiendo sido previsto, no ha podido ser evitado. El caso fortuito o fuerza mayor exime
de responsabilidad, excepto disposición en contrario.
Este Código emplea los términos “caso fortuito” y “fuerza mayor” como sinónimos.
Requisitos que debe cumplir esta causal para exonerar de responsabilidad del agente:
HECHO IMPREVISIBLE O INEVITABLE:
La imprevisibilidad implica que la producción del caso fortuito no puede ser anticipada, a pesar de emplearse
las diligencias del caso. Se vincula con la teoría de la causalidad adecuada, ART. 1726 y 1727.
La inevitabilidad se comprueba cuando el agente puede impedir la producción del evento dañoso. Sin
embargo, no cualquier dificultad es suficiente, es preciso que se trate de un obstáculo insalvable, es decir,
una imposibilidad absoluta y objetiva.
HECHO AJENO O EXTERNO AL AGENTE
El CASO FORTUITO ES DISTINTO DE LA AUSENCIA DE CULPA: el agente no será culpable cuando acredite la diligencia
de su conducta, es decir conforme a las circunstancias del tiempo, del modo y del lugar. Por el contrario, el caso
fortuito requiere acreditar no solo la diligencia, sino que el hecho no podría haber sido evitado empleando una gran
diligencia. Entonces, la figura se acerca a la de la imposibilidad porque ni el responsable, ni nadie en su lugar, deben
estar en condiciones de impedir el daño.
En ambos supuestos, los efectos son los mismos: EXIMEN AL AUTOR DE RESPONSABILIDAD POR LA RUPTURA DEL
NEXO CAUSAL. Asimismo, el caso fortuito o fuerza mayor nunca podrán eximir parcialmente porque si el hecho era
gran parte evitable por el agente, entonces no se cumple el presupuesto de inevitabilidad propio del eximente, así
como tampoco se trataría de un hecho exterior al autor.
“ART. 1732: Imposibilidad de cumplimiento. El deudor de una obligación queda eximido del cumplimiento, y no es
responsable, si la obligación se ha extinguido por imposibilidad de cumplimiento objetiva y absoluta no imputable
al obligado. La existencia de esa imposibilidad debe apreciarse teniendo en cuenta las exigencias de la buena fe y
la prohibición del ejercicio abusivo de los derechos”.
SE TIENE EN CUENTA LA BUENA FE Y PROHIBICIÓN DEL EJERCICIO DE ABUSO DEL DERECHO: se busca a
morigerar, en casos excepcionales, los requisitos que la imposibilidad debe ser objetiva y absoluta.
EL DEUDOR SOLO RESPONDE SI EL INCUMPLIMIENTO ES IMPUTADO A ÉL POR DOLO O CULPA. Se puede dar en
las obligaciones de dar cosa cierta, obligaciones de hacer o no hacer por un impedimento físico o legal. Si la
prestación se torna imposible por negligencia (CULPA) del solvens, la obligación subsiste y el obligado deberá el
valor de la prestación, como así los daños que su incumplimiento haya ocasionado.
Cuando el agente productor del daño y la victima son distintos, la participación ahí se puede controvertir. En este
caso, el hecho del damnificado en la producción del daño va a tener una incidencia importante.
“ART. 1733: Responsabilidad por caso fortuito o por imposibilidad de cumplimiento. Aunque ocurra el caso
fortuito o la imposibilidad de cumplimiento, el deudor es responsable en los siguientes casos:
a) si ha asumido el cumplimiento aunque ocurra un caso fortuito o una imposibilidad;
b) si de una disposición legal resulta que no se libera por caso fortuito o por imposibilidad de cumplimiento;
c) si está en mora, a no ser que ésta sea indiferente para la producción del caso fortuito o de la imposibilidad de
cumplimiento;
d) si el caso fortuito o la imposibilidad de cumplimiento sobrevienen por su culpa;
e) si el caso fortuito y, en su caso, la imposibilidad de cumplimiento que de él resulta, constituyen una
contingencia propia del riesgo de la cosa o la actividad;
f) si está obligado a restituir como consecuencia de un hecho ilícito”.
Corresponde a quien la alega, por lo que la PRUEBA DE LA RUPTURA DEL NEXO CAUSAL RECAERÁ SOBRE EL
SINDICADO RESPONSABLE, Y DE LA IMPOSIBILIDAD DE CUMPLIMIENTO, SOBRE EL D INCUMPLIDOR.
Asimismo, en el ámbito contractual, el actor deberá acreditar, además del contacto material entre el incumplimiento
y el daño, que las partes previeron o pudieron haber previsto dicha consecuencia al momento de celebrar el negocio.
Sin embargo, el artículo, cede frente a la existencia de presunciones de causalidad (es decir, de que se produjo el
contacto material), o de presunciones de adecuación causal (que, probado el nexo físico, era previsible el resultado,
conforme al curso normal y ordinario de los acontecimientos). Por ejemplo, una presunción de la adecuación causal
es la responsabilidad por los daños ocasionados por las cosas viciosas o riesgosas, porque el agente únicamente
debe acreditar el contacto material entre la cosa y el daño, y quedará a cargo del demandado demostrar que dicho
hecho no fue la causa adecuada del resultado, conforme al curso normal y ordinario de los acontecimientos.
FACTORES DE LA RESPONSABILIDAD
Imputabilidad es la capacidad del ser humano para entender que su conducta lesiona los intereses de sus
semejantes y para adecuar su actuación a esa comprensión. Significa atribuir a alguien las consecuencias de su obrar,
para lo cual el acto debe ser realizado con discernimiento, intención y libertad. Es un concepto jurídico del que
dependen los conceptos de responsabilidad y culpabilidad.
COMPLETAR MEJOR
Personas imputables.
Causas de inimputabilidad.
Quien carece de estas capacidades (intención, discernimiento y libertad), bien por no tener la madurez suficiente
(menores de edad), bien por sufrir graves alteraciones psíquicas (enajenados mentales), por intoxicación por
drogar o alcohol, no puede ser declarado culpable ni puede ser responsable penalmente de sus actos.
Culpabilidad:
EFECTOS:
Habilita a la víctima para demandar la nulidad del acto viciado por acción o excepción. La nulidad es relativa
porque el acto puede confirmarse (realizarse igualmente)
Legitima a la víctima a demandar por la reparación de los daños y perjuicios.
Ambas acciones, pueden ser iniciadas conjuntamente o por separado, o si la persona quiere continuar con el acto, no
hace falta que pida la nulidad pero si puede la reparación de los daños y perjuicios.
Art. 1724 ... La culpa consiste en la omisión de la diligencia debida según la naturaleza de la obligación y las
circunstancias de las personas, el tiempo y el lugar. Comprende la imprudencia, la negligencia y la impericia en el
arte o profesión...
Culpa civil y culpa penal: Es una sola tanto en civil como en penal, aunque se aprecia de forma distinta.
En penal será con mayor rigor porque la culpabilidad En cambio en civil se aprecia con un criterio
es un elemento esencial de la condena, y nunca resarcitorio, para no dejar sin reparación a la víctima
puede ser presumida. que sufrió injustamente un perjuicio, y se puede
presumir.
Apreciación de la culpa.
La culpabilidad puede ser apreciada en abstracto (comparando la conducta juzgada con un patrón tipo) o en
concreto (discreción judicial). En nuestro país el sistema es mixto, porque el juez debe apreciar el caso en concreto y
luego en abstracto, teniendo en cuenta las circunstancias de persona, lugar y tiempo.
Hecho PROPIO
Delitos Cuasidelito
A) Responsabilidad extracontractual: a) HECHO PROPIO: 1.- Delito: Noción,
El delito, en sentido estricto, es definido como una conducta, acción u omisión típica (tipificada por la ley),
antijurídica (contraria a Derecho), culpable y punible.
ACLARACIONES:
Los delitos se consideran ofensas contra el estado o la sociedad como conjunto, en consecuencia, los
delitos contra el estado los juzga el estado, y el fiscal (no la víctima) presenta la causa ante el tribunal
como un representante del estado. Si se tratara de una causa civil, la parte afectada presentaría la
causa.
Los delitos penales y los delitos civiles generalmente difieren en cuanto a su castigo. Las causas
penales impondrán penas de prisión (aunque pueden incluir castigos económicos en forma de multas).
Mientras que las causas civiles por lo general resultarán en la reparación económica (por daños y
perjuicios).
El grado de prueba también difiere en gran medida entre una causa penal y una civil. En general, los
delitos deben comprobarse "más allá de toda duda razonable", mientras que las causas civiles se
comprueban mediante grados de prueba menos estrictos, significa que es más probable que haya
ocurrido de determinada manera que de otra.
Las causas penales casi siempre permiten un juicio por jurado. Las causas civiles permiten jurados en
algunos casos, pero muchas causas civiles serán juzgadas por un juez.
Un acusado en una causa penal tiene derecho a un abogado, y si no puede pagarlo, el estado debe
asignarle uno. Un demandado en una causa civil no recibe un abogado y debe pagar uno o defenderse
a sí mismo.
Efectos: solidaridad..
El Código Penal da al perjudicado la opción de reclamar los daños civiles en el mismo proceso penal o en
un juicio independiente. Si opta por la primera posibilidad el juez penal decidirá tanto sobre la culpabilidad
del delincuente como de la efectiva existencia de los daños civiles, cuantificándolos. Si prefiere que ambas
responsabilidades se diluciden en juicios diferentes, primero se tramitará el procedimiento penal y
después, una vez concluido este, comenzará el proceso civil.
No todos los delitos conllevan el deber de resarcir. Aquellos que tienen un carácter inmaterial (que no
consisten en la comisión de un hecho, sino más bien en el mantenimiento de una conducta) no suelen
causar perjuicios que haya que indemnizar, por ejemplo, la tenencia de armas. Esta, de por sí, no causa
daño a nadie y, por lo tanto, no genera ninguna obligación de resarcir a un tercero
CUASIDELITO: es un hecho ilícito referente a una acción u omisión no intencional (NO MEDIA DOLO,
SINO CULPA) que provoca un daño a una persona. El mismo hecho, de ser cometido con ánimo doloso,
sería calificable de delito.
El término "cuasidelito" es más usado en el ámbito del derecho civil, el "delito culposo o imprudente" lo es
dentro del Derecho penal.
Acción dañosa para otra persona que se ha realizado sin ánimo de perjudicarla o acción de la que, siendo ajeno,
debe uno responder por algún motivo.
ELEMENTOS:
EFECTOS: Solidaridad.
Se les sanciona, en general, con una pena única: la indemnización de perjuicios proporcional al daño
causado.
Hecho ajeno
Responsabilidad Responsabilidad
Responsabilidad de los directores
Responsabilidad de los
de los tutores y de colegio y
de los padres establecimientos
curadores docentes
educativos
3.. (continuación) b) HECHO AJENO:
1.- Responsabilidad de los padres (art. 1754 CCC): Condiciones para que funcione esta responsabilidad.
Desplazamiento y cesación de la responsabilidad (art. 1755 CCC).
RESPONSABILIDAD DE LOS PADRES: ART. 1754: Hecho de los hijos. Los padres son
solidariamente responsables por los daños causados por los hijos que se encuentran bajo su
responsabilidad parental y que habitan con ellos, sin perjuicio de la responsabilidad personal y
concurrente que pueda caber a los hijos”.
Establece la responsabilidad de ambos padres por el hecho de sus hijos frente a terceros por el total de la
indemnización que corresponda.
La responsabilidad será:
Tampoco cesará la responsabilidad cuando la falta de convivencia de los padres con el menor se produzca
como consecuencia de una causa atribuida a los progenitores.
Asimismo, los padres no deberán responder en el supuesto de que el daño sea ocasionado por el menor
en el desarrollo de sus actividades lucrativas, tanto cuando lo haga a título propio o como subordinado de
un 3ro. Lo mismo por la responsabilidad contractual del menor, siempre y cuando, la fuente de la
obligación contraída sea un acto válido.
2.- Responsabilidad de los tutores y curadores. Condiciones de esta responsabilidad. Asimilación legal
(art. 1756 CCC).
ASIMILACIÓN LEGAL: ART. 1756: Otras personas encargadas. Los delegados en el ejercicio de la
responsabilidad parental, los tutores y los curadores son responsables como los padres por el
daño causado por quienes están a su cargo.
Sin embargo, se liberan si acreditan que les ha sido imposible evitar el daño; tal imposibilidad no
resulta de la mera circunstancia de haber sucedido el hecho fuera de su presencia.
El establecimiento que tiene a su cargo personas internadas responde por la negligencia en el
cuidado de quienes, transitoria o permanentemente, han sido puestas bajo su vigilancia y control”.
En cuanto al 2do párrafo de este artículo, la responsabilidad será subjetiva. Sin embargo, son los
sindicados como responsables quienes deberán acreditar dicha responsabilidad, por lo que existe una
presunción de culpa a favor de la víctima.
Responden concurrentemente con sus pupilos, ya se trate de actos voluntarios o involuntarios (al igual que
los padres).
Ya no se refiere al propietario, si no que habla del TITULAR, LEGITIMADO PASIVO, (puede ser distinto al
propietario, puede estar alquilando la propiedad) de un establecimiento educativo, es el que organiza el
sistema educativo. Antes se decía ‘’institución educativa’’ refiriéndose a la pública, ahora se refiere a las
dos.
El artículo resulta aplicable a los daños causados por los alumnos a 3ros, ya sean estos extraños o no a la
actividad educativa.
En cuanto, al ámbito espacial, el titular del establecimiento deberá responder, primero, por los daños que
se producen dentro de él, se presume que el hecho sucedió mientras el alumno se encontraba bajo el
control de la autoridad educativa. También si el daño (ocurrió fuera de la institución) pero tuvo causa
dentro de ella.
No cesa cuando el daño se produce fuera del establecimiento, en aquellos supuestos en que el alumno
debía estar bajo el control de la autoridad de enseñanza, pero no lo estaba por una falta de control de
esta.
Excluye la responsabilidad personal del director del colegio, quien deberá resarcir los perjuicios
ocasionados por su hecho propio, supuesto en el cual el FACTOR DE ATRIBUCIÓN ES LA CULPA.
Para un sector de la doctrina, constituye un criterio objetivo de imputación que tiene virtualidad en relevantes
sectores específicos de ambas órbitas de responsabilidad. La ley misma es la que directamente por razones de
política legislativa y con base a un interés social, presume la responsabilidad de un sujeto a fines de proteger
adecuadamente el crédito de quien sufre daños injustos. (borda) En el caso de la responsabilidad parental: Se basa
en la falta de aptitud patrimonial del menor y la necesidad de garantizar el crédito que su obrar dañoso genera en la
víctima perjudicada. La mayor solvencia económica de los padres y su calidad de fiadores ante el comportamiento de
los hijos, justificaría su responsabilidad frente a terceros.
ARTICULO 1754.- Hecho de los hijos. Los padres son solidariamente responsables por los daños causados por los
hijos que se encuentran bajo su responsabilidad parental y que habitan con ellos, sin perjuicio de la
responsabilidad personal y concurrente que pueda caber a los hijos.
ARTICULO 1756.- Otras personas encargadas. Los delegados en el ejercicio de la responsabilidad parental, los
tutores y los curadores son responsables como los padres por el daño causado por quienes están a su cargo.
Sin embargo, se liberan si acreditan que les ha sido imposible evitar el daño; tal imposibilidad no resulta de la
mera circunstancia de haber sucedido el hecho fuera de su presencia.
El establecimiento que tiene a su cargo personas internadas responde por la negligencia en el cuidado de quienes,
transitoria o permanentemente, han sido puestas bajo su vigilancia y control.
Sin embargo, se liberan si acreditan que les ha sido imposible evitar el daño; tal imposibilidad no resulta de la mera
circunstancia de haber sucedido el hecho fuera de su presencia. El establecimiento que tiene a su cargo personas
internadas responde por la negligencia en el cuidado de quienes, transitoria o permanentemente, han sido puestas
bajo su vigilancia y control.
el riesgo (art. 1757/1759 C.C.C). EL RIESGO CREADO significa contingencia o proximidad de un daño. El derecho
pone en el peligro o riesgo de las cosas o actividades lícitas que escapan del completo control del sujeto, pero que el
legislador no prohíbe por razones de interés general
ARTICULO 1759.- Daño causado por animales. El daño causado por animales, cualquiera sea su especie,
queda comprendido en el artículo 1757.
Quid de la existencia de otros factores objetivos: También están incluidos la seguridad, la equidad, la
solidaridad.
ART. 1753: Responsabilidad del principal por el hecho del dependiente. El principal responde
objetivamente por los daños que causen los que están bajo su dependencia, o las personas de las
cuales se sirve para el cumplimiento de sus obligaciones, cuando el hecho dañoso acaece en
ejercicio o con ocasión de las funciones encomendadas”.
Este ART. prevé la responsabilidad contractual y extracontractual por el hecho de 3ros. Ya que, por
ejemplo, el principal se puede valer del dependiente para ejecutar un contrato. Entonces, el principal y el
dependiente están unidos por una relación de dependencia, si el dependiente daña a un 3ro, con motivo
de esa relación contractual, estamos ante un supuesto de responsabilidad por el hecho de un 3ro que
provoca un daño a un 3ro ajeno a la relación contractual, por eso, se la denomina “responsabilidad del
principal por el hecho del dependiente (o 3ro)”.
También, se puede dar el supuesto de responsabilidad del principal por el hecho del 3ro que daña
al co - contratante. Por ejemplo, entre la empresa y el chofer de colectivos hay una relación contractual de
derecho laboral, el chófer es un dependiente de la empresa. Si el chofer comete un acto ilícito y daña a un
3ro o peatón, el principal (es la empresa de transporte) responde extracontractualmente por el daño
producido por el chofer a un 3ro ajeno que no está vinculado contractualmente con la empresa.
Relación de dependencia: Para que nazca el deber de responder del principal es preciso que exista un
vínculo de dependencia o subordinación entre el principal y el autor del hecho ilícito.
Acto ilícito del dependiente: Para que nazca el deber de responder por el accionar del subordinado es
necesario que exista un hecho ilícito de este último. No es preciso que el factor de atribución de
responsabilidad respecto del dependiente sea subjetivo (culpa o dolo), puesto que la ley no distingue uno u
otro caso y se limita a establecer que la responsabilidad del principal es concurrente con la del
dependiente. Por consiguiente, puede suceder que el subordinado responda, por ejemplo, por razones de
equidad frente a la víctima, y eso hará nacer la responsabilidad refleja o indirecta del principal. Sin
embargo, el principal también responde cuando el daño es ocasionado por un acto involuntario del
dependiente. En este supuesto, si el juez considera que no es equitativo que el dependiente responda, la
responsabilidad del comitente será —excepcionalmente— directa y no refleja.
Acción recursoria: es la que el orden jurídico reconoce al co deudor, que ha pagado la totalidad de la
deuda solidaria, para reclamar a los restantes parte del pasivo.
Se aplica en este supuesto de responsabilidad por el hecho del dependiente, en el caso de la
responsabilidad refleja o indirecta, es decir cuando el principal resulta civilmente responsable de resarcir
cuando no es el autor personal del perjuicio.
a) Obligación de seguridad jurídica: la normas de los artículos 1723, 775 junto con el articulo 744 representan la
expresa normativización de la útil clasificación que se distingue a las obligaciones según sean de medios o de
resultado.
Cuando el deudor se encuentra obligado a alcanzar resultados o fines, los asegura, por lo que se eleva el
rigor en el estándar de conducta esperable. Se prescinde de consideraciones subjetivas, la diligencia no
alcanza para ser reputada pago, los parámetros son objetivos, encuadre que beneficia a la víctima.
Será importante distinguir las obligaciones del resultado “ordinarias” de las “agravadas”, porque en estas
ultimas el sistema es aún más exigente ya que el caso fortuito interno a la actividad no exime.
Por ej. El escribano esta precisado a realizar un “estudio de títulos” que permita celebrar el negocio
económico jurídico. Su servicio profesional debe proveer seguridad jurídica.
b) Obligación de garantía: para un sector de la doctrina, constituye un criterio objetivo de imputación que
tiene virtualidad en relevantes sectores específicos de ambas orbitas de responsabilidad. La ley es la que
directamente por razones de política legislativa y con base en el interés social, presume la responsabilidad
de un sujeto a los fines de proteger adecuadamente el crédito de quien sufre daños injustos. Por esta vía se
contemplan la importancia del tópico y los distintos intereses comprometidos, y como resultado la ley toma
partido por la victima.
La explicación no termina de ser convincente porque la ley no impone deberes jurídicos a las
personas sin razones justificadas, por lo que la garantía legal viene a ser un cómodo expediente al
que se echa mano para cimentar responsabilidades de un sujeto por los actos de otro, pero en el
fondo necesita nutrirse de un contenido que valide el afianzamiento que ella supone. Este
argumento refuerza las bases objetivas en la que se apoya la responsabilidad por el hecho de
terceros.
1.- Principio general de responsabilidad por el hecho ajeno.
2.- Casos legales: dueños de hoteles (art. 1368/1369/1370/1371/1372 C.C.C.). negativa a
recibir los efectos (art. 1373 C.C.C.). Cláusulas que reducen la responsabilidad (art. 1374
C.C.C.). Establecimientos y locales asimilables. Responsabilidad (art. 1375 C.C.C.).
Dueños de hoteles: depósito necesario
ART. 1368: Definición. Es depósito necesario aquel en que el depositante no puede elegir la
persona del depositario por un acontecimiento que lo somete a una necesidad imperiosa, y
el de los efectos introducidos en los hoteles por los viajeros.
La diferencia entre depósito voluntario y depósito necesario consiste en el menor grado de libertad
del depositante en elegir al depositario (esta restricción a la libertad contractual se da cuando el
depósito es consecuencia de una situación urgente de necesidad como, por ejemplo, la ocurrencia
de una catástrofe).
ART. 1369: Depósito en hoteles. El depósito en los hoteles tiene lugar por la introducción en
ellos de los efectos de los viajeros, aunque no los entreguen expresamente al hotelero o sus
dependientes y aunque aquéllos tengan las llaves de las habitaciones donde se hallen tales
efectos.
Es considerado depósito necesario los introducidos en los hoteles por los viajeros. El viajero
inevitablemente tiene que dejar sus pertenencias en el mismo lugar donde se hospeda, también se
considera a esta circunstancia un depósito necesario porque no tiene alternativa de elección,
además, no se reserva la custodia de sus efectos personales porque el hotelero tiene acceso a la
habitación siempre. En estos casos ya opera la transferencia de la guarda.
ART. 1370: Responsabilidad. El hotelero responde al viajero por los daños y pérdidas
sufridos en:
a) los efectos introducidos en el hotel;
b) el vehículo guardado en el establecimiento, en garajes u otros lugares adecuados puestos
a disposición del viajero por el hotelero.
ART. 1372: Cosas de valor. El viajero que lleve consigo efectos de valor superior al que
ordinariamente llevan los pasajeros debe hacerlo saber al hotelero y guardarlos en las cajas
de seguridad que se encuentren a su disposición en el establecimiento.
En este caso, la responsabilidad del hotelero se limita al valor declarado de los efectos
depositados.
ART. 1373: Negativa a recibir. Si los efectos de los pasajeros son excesivamente valiosos en
relación con la importancia del establecimiento, o su guarda causa molestias
extraordinarias, los hoteleros pueden negarse a recibirlos.
ART. 1374: Cláusulas que reducen la responsabilidad. Excepto lo dispuesto en los artículos
1372 y 1373, toda cláusula que excluya o limite la responsabilidad del hotelero se tiene por
no escrita.
ART. 1375: Establecimientos y locales asimilables. Las normas de esta Sección se aplican a
los hospitales, sanatorios, casas de salud y deporte, restaurantes, garajes, lugares y playas
de estacionamiento y otros establecimientos similares que prestan sus servicios a título
oneroso.
La eximente prevista en la última frase del artículo 1371 no rige para los garajes, lugares y
playas de estacionamiento que prestan sus servicios a título oneroso.
5... (continuación) SECTORES DE APLICACIÓN DEL FACTOR "RIESGO”.
“ART. 1757: Hecho de las cosas y actividades riesgosas. Toda persona responde por el daño
causado por el riesgo o vicio de las cosas, o de las actividades que sean riesgosas o peligrosas
por su naturaleza, por los medios empleados o por las circunstancias de su realización.
La responsabilidad es objetiva. No son eximentes la autorización administrativa para el uso de la
cosa o la realización de la actividad, ni el cumplimiento de las técnicas de prevención”.
El ART. 1757 se refiere a 3 supuestos de responsabilidad distintos, aunque con efectos similares:
ART. 1758: Sujetos responsables. El dueño y el guardián son responsables concurrentes del daño
causado por las cosas. Se considera guardián a quien ejerce, por sí o por terceros, el uso, la
dirección y el control de la cosa, o a quien obtiene un provecho de ella. El dueño y el guardián no
responden si prueban que la cosa fue usada en contra de su voluntad expresa o presunta.
En caso de actividad riesgosa o peligrosa responde quien la realiza, se sirve u obtiene provecho de
ella, por sí o por terceros, excepto lo dispuesto por la legislación especial.
El GUARDIÁN es quien se sirve de la cosa y de manera autónoma ejercita un poder de control, aunque no
pueda llegar a servirse de la cosa. Es preciso que el ejercicio de dicho poder sobre la cosa sea autónomo
respecto de otros, por lo que quien utiliza o emplea la cosa siguiendo las instrucciones o directivas de otro
NO asume la condición de guardián. Ya que, es guardián quien reúne el uso, la dirección y el control de la
cosa. También responde como guardián quien obtiene un provecho (beneficio) de la cosa.
Causas de exoneración. Para eximirse del deber de resarcir, el sindicado como responsable deberá
acreditar la causa ajena (es decir, el hecho de la víctima, de un tercero por el cual no debe responder o el
caso fortuito o fuerza mayor). Es por ello que a la víctima le bastará con acreditar el contacto material entre
el hecho de la cosa y el daño, para que surja la presunción de adecuación causal, esto es, que el accionar
de la cosa viciosa o riesgosa fue el que, conforme al curso normal y ordinario de los acontecimientos,
produjo el resultado.
Otro eximente, es la pérdida de la guardia no voluntaria porque el dueño o guardián cesa en el poder
que ejerce sobre la cosa, que pasa a otra persona, que es el legitimado pasivo. Este eximente surge
cuando el dueño o guardián ha sido privado de la cosa por el obrar de un 3ro (por hurto). Sin embargo,
cuando el sindicado como responsable haya transmitido la guarda voluntariamente al 3ro, se presume que
ha consentido el uso de la cosa por parte del 3ro.
El ART. remite, en materia de responsabilidad por daños ocasionados por automotores en circulación, a
las reglas establecidas por el art. 1757 y siguientes, para los perjuicios causados por el accionar de cosas
viciosas o riesgosas, porque el automotor es una cosa riesgosa o peligrosa para terceros.
A la víctima del accidente de circulación le basta con acreditar la relación de causalidad material entre
vehículo y el daño. Ello porque sobre el creador del riesgo gravita una presunción de adecuación causal,
que solo puede ser desvirtuada si se acredita la intervención de una causa ajena (es decir, si comprueba
el hecho del damnificado, de un tercero por quien no tenga el deber jurídico de responder o el caso fortuito
o fuerza mayor). Este principio es claro cuando la víctima del hecho ilícito es un peatón o algún supuesto
equivalente (por ejemplo, bicicleta).
Asimismo, de mediar reconvención, la presunción rige a favor de ambas partes por lo que deben
demostrar la relación de causalidad adecuada entre el accionar de la cosa cuyo hecho invocan y el daño
padecido.
b) Transporte de personas.
1.- Concepto En cambio, es encuadrada como obligación de resultado la del transportista, ya que su prestación no
se limita realizar una conducta diligente en la ejecución del transporte, sino que debe conseguir el resultado
esperado, esto es, conducir al pasajero sano y salvo al punto de destino. El contrato de locación de obra también es
considerado como obligación de resultado, en la cual el resultado esperado es realizar la obra prometida.
2.- Régimen legal: CAPITULO 7 Transporte arts.1280, 1288, 1289, 1290, 1291 C.C.C.
ARTICULO 1280.- Definición. Hay contrato de transporte cuando una parte llamada transportista o porteador se
obliga a trasladar personas o cosas de un lugar a otro, y la otra, llamada pasajero o cargador, se obliga a pagar un
precio o flete.
El transportista o porteador asume una obligación de resultado al pactar llevar las personas o las cosas
sanas y salvas —o en el estado en que se encontraban al momento de recibirlas— al destino convenido.
Por otro lado, el pasajero o cargador se obliga a pagar el precio acordado como contraprestación por el
servicio prestado.
Transporte de personas:
ARTICULO 1288.- Comienzo y fin del transporte. El transporte de personas comprende, además del traslado, las
operaciones de embarco y desembarco.
ARTICULO 1289.- Obligaciones del transportista. Son obligaciones del transportista respecto del pasajero:
c) garantizar su seguridad;
d) llevar su equipaje.
Se establecen expresamente las obligaciones básicas del transportista, sin perjuicio de señalar que las
partes pueden pactar otras obligaciones mientras no se encuentre comprometido el orden público.
El inc. C dispone que el transportista tiene la obligación de llevar sano y salvo al pasajero durante el
transporte, desde el principio hasta el fin. La obligación de seguridad es la garantía fundamental del
contrato de transporte y en caso de incumplimiento el transportista será responsable en forma integral y
objetiva.
c) cumplir las disposiciones administrativas, observar los reglamentos establecidos por el transportista
para el mejor orden durante el viaje y obedecer las órdenes del porteador o de sus representantes
impartidas con la misma finalidad;
Se establecen expresamente las obligaciones del pasajero, sin perjuicio de que las partes pueden pactar
otras obligaciones mientras no se encuentre comprometido el orden público. La falta de cumplimiento de
las obligaciones y las cargas dispuestas pueden ocasionar la pérdida de derechos o beneficios al pasajero.
El inc. C dispone que el pasajero debe cumplir las reglas establecidas a los fines de que el transportista
pueda brindarle seguridad y comodidad a todos los usuarios.
El inc. D determina que en caso de no cumplir con la carga, el transportista puede cobrar un precio por el
exceso de equipaje.
ARTICULO 1291.- Extensión de la responsabilidad. Además de su responsabilidad por incumplimiento del contrato
o retraso en su ejecución, el transportista responde por los siniestros que afecten a la persona del pasajero y por
la avería o pérdida de sus cosas.
La norma establece que el transportista responde frente al pasajero por el incumplimiento de las
obligaciones pactadas en el contrato y por las dispuestas en el art. 1289: proveerle el lugar para viajar,
trasladarlo al lugar convenido, garantizar su seguridad y llevar su equipaje.
3.- Fundamentos.
Quien explota un servicio de transporte de pasajeros asume una actividad generadora de riesgo tanto para
sus transportados como para los no transportados; y es evidente que lo hace en su propio beneficio. El
aprovechamiento económico que la explotación de la actividad supone hace que fundamentalmente se
ponga en cabeza de esas empresas la responsabilidad, que solo puede desplazar invocando y probando
alguna de las eximentes legalmente previstas.
Con ART. 1280 aparece legislada la definición de “contrato de transporte” que no contenían ni el Código
de Comercio, ni el Código Civil, aunque el primero preveía en los arts. 162 a 206 pautas para las partes en
los contratos de transporte terrestre y ferroviario. El código, al regular este contrato, siguió en general al
Proyecto de Código Civil Unificado con el Código de Comercio de 1998 (art. 1203 y ss.).
El transportador no será responsable si prueba que él y sus dependientes han tomado todas las medidas
necesarias para evitar el daño o que les fue imposible tomarlas.
La responsabilidad del transportador podrá ser atenuada o eximida si prueba que la persona que ha
sufrido el daño lo ha causado o contribuido a causarlo.
7... Responsabilidad por los daños causados por los animales (arts. 1759 y su reenvío al art. 1757
C.C.C.).
ARTICULO 1759.- Daño causado por animales. El daño causado por animales, cualquiera sea su especie,
queda comprendido en el artículo 1757.
ARTICULO 1757.- Hecho de las cosas y actividades riesgosas. Toda persona responde por el daño
causado por el riesgo o vicio de las cosas, o de las actividades que sean riesgosas o peligrosas por su
naturaleza, por los medios empleados o por las circunstancias de su realización.
b) Régimen legal: (mucho contenido de velez, el ccc lo trata como una cosa; completar con el libro)
1.- Personas responsables: : El DUEÑO, quien tenga su posesión, salvo que la legislación
específica requiera la registración de la cosa.
En GUARDIÁN será quien ostente el poder de dirección, control y uso independiente del animal,
como el que sirve de aquel, o percibe un beneficio económico de su utilización.
3.- Daños por los que se responde: Los animales revisten la categoría de cosas muebles, por lo
que en el sistema del nuevo ordenamiento civil y comercial no resulta pertinente efectuar una
diferenciación respecto de los daños que pueden ocasionar el accionar de las cosas en general.
ARTÍCULO 261. Acto involuntario Es involuntario por falta de discernimiento: a) el acto de quien, al momento de
realizarlo, está privado de la razón; b) el acto ilícito de la persona menor de edad que no ha cumplido diez años;
c) el acto lícito de la persona menor de edad que no ha cumplido trece años, sin perjuicio de lo establecido en
disposiciones especiales.
La solución de equidad en el art. 1750 del Cód. Civil y Comercial: la equidad constituye una herramienta
correctiva de la dureza del sistema normativo. En el área del derecho de la responsabilidad civil sirve para
brindar una solución de justicia en casos difíciles, pudiendo discriminar lo común de lo extraordinario, lo típico
de lo atípico. Es un criterio objetivo que fundamenta la imputación en materia de daños involuntarios por falta
de discernimiento (art. 261) o por quien sufre alteraciones mentales permanentes o prolongadas (art. 1750 2ªp).
ARTÍCULO 1750. Daños causados por actos Determina el juez, al fijar la indemnización, puede atenuarla
involuntarios El autor de un daño causado por un acto si es equitativo en función del patrimonio del deudor, la
involuntario responde por razones de equidad. Se situación personal de la victima y las circunstancias del
hecho.
aplica lo dispuesto en el artículo 1742.
El acto realizado por quien sufre fuerza irresistible no genera responsabilidad para su autor, sin perjuicio de la
que corresponde a título personal a quien ejerce esa fuerza.
La solución es necesariamente objetiva para superar el escollo representado por la falta de voluntad en el obrar
del agente, a quien no se le puede reprochar conducta por carecer de capacidad de culpa.
ARTICULO 1742.- Atenuación de la responsabilidad. El juez, al fijar la indemnización, puede atenuarla si es
equitativo en función del patrimonio del deudor, la situación personal de la víctima y las cir-cunstancias del
hecho. Esta facultad no es aplicable en caso de dolo del responsable.
En primer lugar, se refiere a la responsabilidad por equidad, cuando el daño deriva de un acto involuntario.
En segundo término prevé que, cuando el daño haya sido ocasionado mediando una fuerza irresistible, el
autor no deberá responder frente a la víctima.
La EQUIDAD es un FACTOR OBJETIVO DE ATRIBUCIÓN DE RESPONSABILIDAD. El ART. 1750 se refiere a dos
supuestos que, parecen distintos, pero que se encuentran vinculados:
Responsabilidad por equidad, cuando el daño deriva de un acto involuntario: Para que surja la
responsabilidad extracontractual directa es preciso que el acto sea imputable al agente, ya sea a título de
culpa o dolo. Asimismo, para que eso sea posible es preciso que el acto desarrollado por el sindicado
como responsable sea voluntario, es decir, que haya sido ejecutado con discernimiento, intención y
libertad. Cuando falta alguno de esos elementos, no puede imputarse responsabilidad. Eso conduce a la
pregunta de, si en estos casos, es procedente el resarcimiento a la víctima por parte de quien actuó
involuntariamente, y cuál sería el alcance de dicha indemnización.
En efecto, el codificador, previó que la indemnización por el daño ocasionado por un hecho involuntario
solo procedía cuando el agente se había enriquecido como consecuencia de su accionar. No se trataba
entonces de un resarcimiento, sino de una aplicación de la teoría del enriquecimiento sin causa. La ley
17.711 incorporó la indemnización por razones de equidad.
El código, se adhiere a la postura de dicha ley, ya que dispone que el autor de un daño causado por un
acto involuntario responde por razones de equidad y con fundamento en la justicia distributiva. Los
jueces deben analizar el caso a la luz de las pautas establecidas en el ART. 1742 para la atenuación de la
indemnización, es decir, la situación personal de la víctima, el patrimonio del deudor y las demás
circunstancias del caso.
Es preciso tener en cuenta que, el accionar involuntario del agente será igualmente ilícito, pues la
antijuridicidad consagrada es objetiva, es decir, no requiere que la conducta del agente sea reprochable
desde un punto de vista subjetivo.
Cuando el daño haya sido ocasionado mediando una fuerza irresistible, el autor no deberá responder
frente a la víctima: Excluye la responsabilidad del sujeto quien causa un daño movido por una fuerza
irresistible. Ya dijimos que para que un acto sea voluntario es preciso que sea ejecutado con
discernimiento, intención y libertad. Así, dentro del vicio de violencia quedan comprendidas tanto la
fuerza física irresistible como la intimidación o violencia moral. En el primer supuesto (fuerza física
irresistible) es claro que el autor material del daño únicamente actuó como sujeto pasivo de la acción de
otro, por lo que el autor real del daño —y, en consecuencia, responsable— es aquel que empleó una
fuerza irresistible sujetando a la víctima contra su voluntad, como instrumento suyo. Por el contrario,
cuando el vicio nace como consecuencia de la intimidación (es decir, del temor de sufrir un mal
inminente o grave) quien sufre la amenaza actúa por su propia determinación, la cual, provocada por el
miedo, se dirige a evitar que se la amenaza se concrete. En consecuencia, subsiste el deber de
responder por parte de la víctima, siempre por razones de equidad, por el daño ocasionado por el acto
involuntario.
Otros factores de responsabilidad:
El exceso de la normal
El abuso del derecho
tolerancia entre vecinos
a) El abuso del derecho. Concepto (arts. 10, 11 y 14 C.C.C.). Antecedentes históricos. Criterios
doctrinarios: 1.- Intencional (dolo). 2.- Técnico (culpa en la ejecución). 3.- Económico (falta de
interés legítimo). 4.- Funcional o finalista (desvío del derecho en su función o finalidad). 5.- Ético
(ejercicio contrario a la buena fe y a la moral).
ARTICULO 10.- Abuso del derecho. El ejercicio regular de un derecho propio o el cumplimiento de una
obligación legal no puede constituir como ilícito ningún acto.
La ley no ampara el ejercicio abusivo de los derechos. Se considera tal el que contraría los fines del
ordenamiento jurídico o el que excede los límites impuestos por la buena fe, la moral y las buenas
costumbres.
El juez debe ordenar lo necesario para evitar los efectos del ejercicio abusivo o de la situación jurídica
abusiva y, si correspondiere, procurar la reposición al estado de hecho anterior y fijar una indemnización.
El ejercicio ajustado a los fines por los que el derecho fue reconocido y a los límites determinados por la
buena fe, la moral y las buenas costumbres, se considera ejercicio regular del derecho.
CONCEPTO DE ABUSO DE DERECHO
El principio que veda el abuso del derecho se aplica a todo el ámbito de las relaciones jurídicas entre
particulares.
El abuso del derecho puede generar una afectación de derechos individuales, del ambiente y derechos
de incidencia colectiva en general.
Dicho abuso, que constituye un acto ilícito, es un ejercicio anti funcional de un determinado derecho
propio, que contraría lo razonable y lo justo, con afectación de los derechos de otros. Es decir, es aquel
que: a) contraría los fines del ordenamiento jurídico; b) excede los límites impuestos por la buena fe, la
moral y las buenas costumbres.
EFECTOS: Ante la verificación de un ejercicio abusivo de un derecho, el juez debe:
a) Adoptar las medidas que sean necesarias para evitar la perduración o concreción de los efectos de tal
ejercicio abusivo.
b) Si correspondiere por ser ello aún posible y razonable, procurar la reposición de las cosas y
circunstancias al estado de hecho anterior al ejercicio abusivo.
c) También si correspondiere, porque deben reunirse los factores exigidos para el ejercicio de la función
resarcitoria, fijar una indemnización.
La víctima del ejercicio abusivo de un derecho no está obligada a probar una determinada intención en el
sujeto activo de la conducta que la afecta; le basta con demostrar la inequidad de los efectos de ella.
a) derechos individuales;
b) derechos de incidencia colectiva. La ley no ampara el ejercicio abusivo de los derechos individuales
cuando pueda afectar al ambiente y a los derechos de incidencia colectiva en general.
CRITERIOS DOCTRINARIOS:
A. Intencional (dolo)
B. Técnico (culpa en la ejecución)
C. Económico (falta de interés legítimo): enriquecimiento sin causa
D. Funcional o finalista (desvío del derecho en su función o finalidad)
E. Ético (ejercicio contrario a la buena fe y a la moral)
b) El exceso de la normal tolerancia entre vecinos: art. 1973 del Cód. Civil y Comercial.
Fundamento de esta responsabilidad. Casos de aplicación.
ARTICULO 1973.- Inmisiones. Las molestias que ocasionan el humo, calor, olores, luminosidad, ruidos,
vibraciones o inmisiones similares por el ejercicio de actividades en inmuebles vecinos, no deben exceder
la normal tolerancia teniendo en cuenta las condiciones del lugar y aunque medie autorización
administrativa para aquéllas.
Las molestias previstas en la norma se conocen como inmisiones inmateriales y la manera más sencilla
de explicarlas es compararlas con las intromisiones materiales.
Las intromisiones materiales (por ejemplo, las ramas del árbol del inmueble contiguo que sobrepasan el
límite de colindancia) no deben ser soportadas en ninguna medida, salvo un título que las autorice. En
cambio, la inmisión es inmaterial cuando no ocupa de manera estable el fundo vecino mediante la
introducción de elementos inmobiliarios propios (humo, calor, olor o exhalaciones en general, ruidos,
vibraciones, etc.). La limitación establecida al derecho de dominio impone el deber de soportarlas
mientras no excedan la normal tolerancia.
No obstante, se ha considerado que la problemática medioambiental excede el marco de las
restricciones y límites al dominio, ya que el medio ambiente es un bien colectivo.