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Profesora Patrocinante
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Profesores Evaluadores
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Marcelo M. Arancibia Herrera
Facultad de Filosofía y Humanidades
Instituto de Ciencias de la Educación
_____________________________
Agradezco a nuestra super secretaria, por siempre estar dispuesta a ayudarnos con
la burocracia y los trámites universitarios, logrando así hacernos la vida más fácil a
los estudiantes.
Agradezco a nuestra auxiliar, por su apoyo en esas cosas que, parecen pequeñas,
pero que son importantes para la vida de un estudiante.
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DEDICATORIA
Para los chilenos y chilenas que harán que nuestro país sea más justo. Donde sea
normal vivir dignamente; luzcas como luzcas, hables como hables, vengas de donde
vengas.
Para Camilo, Marianne, Antti, Pranav, Eliza, Anna y Liza. Por apoyarme cuando más
lo necesitaba y darme las energías para terminar este trabajo.
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DECLARACIÓN
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ÍNDICE
Resumen ............................................................................................................................... 6
Abstract ................................................................................................................................. 7
3.2. Metodología................................................................................................................ 30
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RESUMEN
El presente estudio investigó cómo son los espacios escolares donde los
estudiantes de enseñanza media aprenden a vivir juntos. Se buscó interpretar los
significados que le atribuyen docentes y estudiantes a dichos espacios. Para ello, se
escogió un colegio particular pagado, uno particular subvencionado y un liceo
municipal de la comuna de Valdivia, Chile. En total, se entrevistaron a 12 profesores
jefes y a 16 estudiantes de enseñanza media. Además, se escogió un curso de cada
colegio, el cual fue observado semanalmente por casi 3 meses, durante la hora de
clases con el profesor jefe. También, se observaron recreos, hora de almuerzo y
eventos en el establecimiento. Para el análisis de datos se hizo un análisis cualitativo
de las respuestas dadas en las entrevistas y de las notas registradas en el diario de
campo. Entre los resultados se encontró que, para profesores y estudiantes, los
espacios escolares para aprender a vivir juntos son lugares o instancias donde los
jóvenes se sienten cómodos, que les permiten conversar, conocerse y vivir
experiencias comunes; a veces, es más provechoso si un docente facilita el proceso;
pueden ser en horario lectivo, no lectivo, o en un evento puntual; este tipo de
espacios son insuficientes; que estos existan son responsabilidad de varios actores,
destacando directivos y profesores jefe; la percepción de la convivencia escolar no
se relaciona directamente con la visión que se tenga de los espacios para aprender a
convivir en el establecimiento, la conexión es indirecta; son lugares y momentos
importantes para los estudiantes y que su escasés afectaría negativamente en la
valoración de los jóvenes hacia el establecimiento.
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ABSTRACT
This study investigated how are the spaces in schools where secondary
students learn to live together. The general objective of this research was to interpret
the meanings given by teachers and students to that kind of spaces. In order to
achieve that goal, 3 schools from the city of Valdivia, Chile, were chosen: a private
institution, a charter-school and a public one. In total, 12 head teachers and 16
secondary students were interviewed. Furthermore, one group of each school was
chosen to be observed on weekly basis, approximately for 3 months, when the head
teacher was doing class to their group. Recesses, lunch time and school events were
observed as well. Qualitative data analysis was done based on the answers from the
interviews and the field notes registered by the observer in the field diary. Among the
results it was found that, for teachers and students, the spaces in schools to learn to
live together are places or moments where the youngsters feel comfortable, can have
conversations, are able to get to know each other and to share common experiences;
sometimes, it can be a more fruitful process if a teacher is present to facilitate it; it can
happen during class time, non-class time or in a specific school event; this kind of
spaces are insufficient; their existence is responsibility of several actors, being school
principals and head teachers the most relevant ones; the perception of school life’s
quality does not directly relates with the impression about the spaces to learn to live
together in the school, the connection is indirect; these places and moments are
important for the students and, if they are few, it would affect negatively on the
students’ appreciation towards their school.
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CAPÍTULO I
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falta de estrategias para resolver conflictos de manera no violenta (Berger, Milicic,
Alcalay, Torretti, Arab & Justiniano, 2009; Muñoz, Saavedra, & Villalta, 2007). Lo
anterior, se reafirma con los datos arrojados por el SIMCE de segundo medio
(Gobierno de Chile, 2013) respecto a convivencia escolar, donde un 67,5% de los
estudiantes percibe conductas agresivas en su establecimiento con una frecuencia
media o alta; más aún en el grupo socioeconómico bajo donde la cifra llega a 90,4%.
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Figura 1. Esquema resumen del problema de investigación
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1.2. PREGUNTA DE INVESTIGACIÓN
1.3. OBJETIVOS
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CAPÍTULO II
Aprender a vivir juntos es uno de los cuatro pilares, que fueran propuestos por
la Comisión Internacional sobre la Educación para el siglo XXI. El informe de la
comisión presidida por Delors (1996), considera que no es fácil aprender a convivir
con otros, dada la condición del ser humano que tiende a pensar que sus cualidades
y las del grupo al que pertenece son excesivamente mejores que las de los demás,
así como también posee la inclinación a prejuzgar desfavorablemente a las personas
de otros grupos. Para la comisión, este pilar se estima necesario dado los riesgos
que trae el ambiente competitivo y la exacerbación del éxito individual, ambos
fomentados fuertemente por la economía internacional.
Por una parte, tenemos al descubrimiento gradual del otro, que apunta a una
doble misión de la educación. Ésta es, desde la primera infancia, mostrar la
diversidad de nuestra especie, y concientizar sobre las semejanzas y la
interdependencia entre todas las personas habitantes de la Tierra. Para descubrir al
otro, la comisión señala que hay que comenzar descubriéndose a sí mismo. Esto
quiere decir que, independiente de si educa la familia o educa la comunidad, lo
primero que debe hacer el niño o adolescente es descubrir quién es. Sólo así este
podrá, posteriormente, ser capaz de ponerse en el lugar de otros y entender las
reacciones de los demás. Por ejemplo, para fomentar una actitud de empatía en la
escuela, a través de la enseñanza de la historia de las religiones o de los usos y
costumbres de un pueblo, se puede instar a los jóvenes a adoptar el punto de vista
de otros grupos étnicos o religiosos. Por último, se indica que no puede haber una
oposición al reconocimiento de ese otro al momento de enseñar. Es decir, se incita a
los profesores a despertar la curiosidad y el espíritu crítico en sus alumnos. Se
señala que uno de los instrumentos necesarios para la educación del siglo XXI será
la capacidad de enfrentarse dialogando e intercambiando puntos de vista de manera
argumentada.
Por otro lado, está la participación en proyectos comunes. Se señala que ésta
debe comenzar en la escuela, pero que ha de continuarse durante toda la vida. La
comisión indica que, al trabajar de forma asociada en proyectos motivadores que
permiten escapar a la rutina, las diferencias y conflictos entre los individuos
disminuyen y, a veces, hasta desaparecen. En consecuencia, se incita a las escuelas
a contar con tiempo especialmente dedicado para que los jóvenes, desde edad muy
temprana, sean involucrados en diversos proyectos cooperativos. Éstos pueden estar
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relacionados con actividades culturales, deportivas o sociales. Sin perjuicio de lo
anterior, también se señala que la participación en proyectos comunes no es tarea
única de la escuela, por lo que se insta a la comunidad (otras organizaciones
educativas, asociaciones, fundaciones, organismos no gubernamentales, etc.) a
involucrase y a apoyar con este tipo de actividades. Por último, se destaca lo
beneficioso de que los docentes también formen parte de estas instancias, puesto
que su participación enriquece la relación entre educadores y educandos, así como
también puede generar en los jóvenes el aprendizaje de nuevas formas de resolver
conflictos, las que terminen siendo una referencia para sus vidas futuras.
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Para el organismo gubernamental, se habla de convivencia escolar desde un
enfoque integrador, sistémico y formativo. Se entiende que aprender a convivir es
esencial para la formación ciudadana. Además, se precisa que este concepto va más
allá de normas y rutinas. Si bien estos dos elementos permiten la conformación de un
ambiente organizado que facilita el aprendizaje para la convivencia (es decir,
mejoran el clima escolar), resultan insuficientes por si solos.
Para Maturana (2004) los seres humanos son seres sociales y al mismo
tiempo son individuos. El autor sostiene que no hay razones biológicas que generen
una contradicción entre la dimensión social y la dimensión individual de una persona,
especificando además que, si la humanidad vive de forma tal que ambos dominios se
oponen, esto sería por razones culturales.
Por su parte, De Waal (2009), sostiene que los seres humanos son animales
que prefieren vivir en grupos. Estos tienden a cooperar unos con otros, reaccionan al
percibir injusticias, pueden existir luchas y conflictos entre ellos, pero principalmente
los seres humanos prefieren vivir de manera pacífica. Sin embargo, la competencia
también es parte de la ecuación. Las conductas socialmente positivas se expresan
porque existe el impulso de competir; pero no necesariamente contra otros, sino que
contra un ambiente potencialmente peligroso. Para este autor, la lucha por la
existencia no es exactamente una lucha de todos contra todos, sino que una de
masas de organismos contra un entorno hostil; la cooperación es algo cotidiano en la
naturaleza, dado que funcionar en grupo y construir una red es crucial para la
supervivencia. Por esta razón, los seres humanos realizan un esfuerzo para controlar
sus impulsos egoístas y agresivos, terminando por exhibir conductas altamente
cooperativas. Dicho de otra forma, se trata de animales que les gusta competir, pero
que, por un bien mayor, son capaces de tolerarse e involucrase en un dar y recibir
beneficios.
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De Waal (2009) también indica que, para estar dispuesto a cooperar, el ser
humano debe percibir que hay equidad. De lo contrario, disminuye la disposición a
hacerlo. Entonces, a partir de esta percepción de desigualdad, surgirían las
conductas competitivas. Este tipo de conductas, para Maturana (2004), son
antisociales y suponen la negación del otro como válido. Dicha negación, es la base
que da pie a la agresión. En síntesis, la violencia se genera por la inequidad.
La naturaleza cooperativa del ser humano tiene que ver, además, con las
emociones y las necesidades humanas. Según Maturana (2004), la emoción base
para la vida en sociedad es el amor. Entendiéndose por amor, la acción de aceptar al
otro cómo válido. Este autor señala que cuando se priva al ser humano de amor, éste
enferma. En la misma línea, Covey (1989) indica que ser entendido, ser reafirmado,
ser validado y ser apreciado son necesidades para la sobrevivencia sicológica de la
persona. Dichas necesidades serían las más importantes de satisfacer, una vez
cubiertas las necesidades que permiten la sobrevivencia física. Por su parte, Max
Neef (1994), quien considera que las necesidades humanas son finitas y que lo que
varía a lo largo de la historia son sus satisfactores, indica que la participación es una
de las necesidades del ser humano y que compartir y cooperar son algunas de las
acciones que satisfacen dicha necesidad. Asimismo, el autor señala que la
competencia económica obsesiva es un satisfactor inhibidor; puesto que, si bien
pretende satisfacer la necesidad de libertad del individuo, termina inhibiendo las de
subsistencia, protección, afecto, participación y ocio.
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para el caso de los humanos, se traduce en lo siguiente: más que una fuerte
competición entre individuos, se da una intensa competición entre grupos. Pese a lo
anterior, no necesariamente se llegaría una lucha constante entre grupos, ya que
estos tienden a estar conformados por individuos mayoritariamente altruistas. En los
humanos, se da que la selección favorece a los conjuntos de individuos cooperativos,
por sobre los conjuntos de individuos egoístas. Si bien en la selección individual los
tramposos vencen a los generosos, a nivel de grupos son los últimos los que
prosperan.
En resumen, tras revisar a nuestra especie, diversos autores señal que el ser
humano tiende a agruparse y a cooperar, con el fin de sobrevivir a otro grupo o a un
ambiente hostil. No se trata de un ser naturalmente beligerante, al contrario, la
tendencia parece ser más hacia la paz y la generosidad, en un marco de
reciprocidad. La violencia surge cuando no se logran satisfacer necesidades
psicológicas, como el afecto o el ser escuchado; o bien, cuando se perciben
condiciones de injusticia. Por lo tanto, aprender a convivir no es algo que vaya en
contra del instinto o naturaleza humana; más bien, corresponde a entregar una
herramienta que ha permitido al homo sapiens sobrevivir y desarrollarse a lo largo de
su existencia.
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socialmente construido, o sea, como lugares con significado contextual. Éstos
albergan las prácticas y dinámicas socioculturales, por lo que los lugares se van
cargando de sentidos para quienes se desenvuelven cotidianamente en ellos. Por lo
anterior, los espacios se van haciendo familiares y reconocibles, así como también
se va generando un sentido de pertenencia entre quienes interactúan en ellos.
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Figura 2. Causas de muerte para personas de 15 a 49 años, a nivel mundial, 2016. Número anual de
muertes causadas en personas entre 15 y 49 años, para ambos sexos. Los datos se refieren a causas
de muerte específicas, las que no incluyen a los factores de riesgo de muerte como la polución del
aire, la dieta y otros factores relacionados con el estilo de vida. Refiérase a la fuente para mayores
detalles o definiciones específicas de cada categoría. Los datos de muertes relacionadas a terrorismo
y ejecuciones no están disponibles por grupo etario, por lo que han sido excluidas (IHME, Global
Burden of Disease, 2016). En rojo, muertes que no son causadas directamente por enfermedades:
accidentes de tránsito, suicidio, homicidio, ahogo, desorden de drogas, desorden de alcohol.
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Figura 3. Causas de muerte para personas de 15 a 49 años, en Chile, 2016. Número anual de
muertes causadas en personas entre 15 y 49 años de edad, para ambos sexos. Los datos se refieren
a causas de muerte específicas, las que no incluyen a los factores de riesgo de muerte como la
polución del aire, la dieta y otros factores relacionados con el estilo de vida. Refiérase a la fuente para
mayores detalles o definiciones específicas de cada categoría. Los datos de muestres relacionados a
terrorismo y ejecuciones no están disponibles por grupo etario, por lo que han sido excluidas (IHME,
Global Burden of Disease, 2016). En rojo, muertes que no son causadas directamente por
enfermedades: suicidio, accidentes de tránsito, homicidio, ahogo, desorden de alcohol. Incendios,
desorden de drogas, muertes relacionadas al calor (exposición al calor o al frío).
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Tras lo anterior, se evidencia que la violencia contra sí mismo o contra otro
individuo son causas de muerte relevantes. Por lo tanto, si se considera que la
violencia surge por no reconocer al agredido como válido (producto de la
competencia que, a su vez, es producto de una percepción desigual de la sociedad)
y que aprender a vivir juntos busca precisamente mitigar esa concepción negativa del
otro, entonces se puede decir que aprender a convivir puede contribuir a disminuir
las muertes de personas.
2.2.2. Las relaciones sociales son un factor clave en la felicidad y salud de las
personas
Por último, Lyubomirsky (como cita Glass, 2018) señala que los actos de
compasión y amabilidad, además de mejorar el bienestar y la relación con quien los
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recibe, se ha demostrado que también mejoran el bienestar individual de quien los
realiza.
Por un lado, la evidencia sugiere que la intervención de los espacios tiene una
influencia en las relaciones entre individuos. Un equipo del What Works Center
Wellbeing realizó una revisión sistemática sobre intervenciones en los espacios y
lugares comunitarios que fomentan las relaciones sociales (Bagnall, A., South, J., Di
Martino, S., Southby, K., Pilkington, G., Pennington, A., Corcoran, R., 2018).
Si bien la revisión no indica cuales son mejores que otras, entre las estrategias
para intervenir con éxito un espacio comunitario se deben considerar que estos sean
accesibles para todos, amigables y seguros. También, deben incluir a los miembros
de la comunidad en la planificación y organización de los cambios, así como también
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contar con voluntarios o monitores capacitados. Además, ayuda el hecho de tener un
punto de focal o una razón para interactuar; por ejemplo, bancas alrededor de los
juegos para los niños en una plaza.
El estudio señala que las razones para que una persona forme un vínculo con
un lugar se pueden organizar en tres categorías: lugares de la época de infancia o
juventud, lugares conectados a otras personas importantes, lugares relacionados con
la vida actual. Es decir, para que un lugar se vuelva significativo debe servir a un
propósito como, por ejemplo, reconectarse con el pasado, con otras personas o con
el presente.
Por último, se señala que cuando un lugar se vuelve especial, las personas
sienten que deben protegerlo para el futuro.
En síntesis, los estudios señalados, indican que los entornos, sus elementos y
su creación no son irrelevantes. Estos pueden influir en la cohesión social, en las
emociones que inspiran en las personas, en que los individuos se involucren en
actividades nuevas o en que aporten al cuidado de estos espacios. Por lo tanto, su
diseño debiera ser intencionado y bien considerado.
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2.2.4. Los estudiantes chilenos y el aprender a vivir juntos
28
CAPÍTULO III
MARCO METODOLÓGICO
29
definición entregada por Rodríguez (2005), el paradigma naturalista es el cual se
corresponde con este trabajo.
3.2. METODOLOGÍA
Para este caso, el aprendizaje para la convivencia, aprender a vivir juntos, fue
el fenómeno de interés. Específicamente, se quiso conocer más sobre los
significados que los sujetos atribuyen a los lugares donde se produce dicho
fenómeno de manera cotidiana, los espacios.
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• Información sobre la relación entre el participante y el establecimiento.
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• Las instancias o espacios donde se descubre a otro y se trabaja
colaborativamente.
o ¿Cuáles son?
o ¿Cómo es la infraestructura?
o ¿Cómo es la dinámica?
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un liceo municipal. En cada uno, se observó un grupo-curso, al menos una vez a la
semana, por aproximadamente 3 meses. En total fueron 16 jornadas de observación,
4 profesores jefes y 5 estudiantes entrevistados en liceo municipal; 15 jornadas de
observación, 4 profesores jefes y 5 estudiantes entrevistados en el colegio particular
subvencionado; y 12 jornadas de observación, 4 profesores jefes y 6 estudiantes
entrevistados en el colegio particular pagado.
Por un lado, se eligieron estudiantes, porque son ellos los que se busca que
aprendan a vivir juntos. Principalmente, es para ellos que el colegio/liceo se
constituye como espacio educativo. Además, son el centro de la comunidad
educativa y los que están constantemente aprendiendo a relacionarse. Se decidió
trabajar con enseñanza media, porque en esta edad los jóvenes, según Piaget &
Inhelder (1985), ya se encontrarían en la última de las etapas del desarrollo
cognitivo. Los adolescentes, a diferencia de los niños, poseen más desarrollado el
pensamiento abstracto. Estos, son capaces razonar en base a situaciones
hipotéticas y formular teorías, pudiendo sacar conclusiones específicas a partir de
conceptos intangibles. Por lo anterior, los jóvenes secundarios, podrían ser capaces
de entregar reflexiones más profundas sobre sus experiencias acerca de donde
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aprenden o aprendieron a convivir con otros. También, está el hecho de que existe
menos diferencia de edad con el investigador, lo cual permite un mejor rapport. Por
último, se buscó que fueran de diferentes subgrupos dentro de la misma clase para
tener visiones más variadas y, porque aprender a vivir juntos es un concepto que no
solo habla de saber convivir con personas del mismo grupo, sino que también con
aquellas que pertenecen a otro distinto.
Por otro lado, se escogió a los profesores debido a que también son parte de
la convivencia escolar. Los docentes son observadores constantes de los
comportamientos entre los estudiantes, por lo que ellos aportarían una visión adulta
respecto a cómo se relacionan los menores de edad y sobre cómo son los espacios
donde estos aprenden a vivir juntos. Se optó por trabajar con profesores jefes,
puesto que son los que debieran tratar temas relacionados con la convivencia
escolar durante las horas de orientación, así como también en las reuniones de
apoderados, lo que los hace también poseer un contacto periódico con una mayor
cantidad de miembros de la comunidad educativa.
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determinar unidades de análisis, elaboración de códigos, definición de categorías, e
interpretación final (Cáceres, 2003; Pope, Ziebland & Mays, 2000). Cáceres (2003)
argumenta que con el uso de esta técnica se puede apreciar tanto el contenido
explícito como el contenido latente de los datos analizados, permite reelaborar los
datos en bruto agrupando el material de similar sentido a través de pasos sucesivos
hasta llegar a un concepto o regla descriptiva que justifique su agrupamiento, o bien,
se pueden generar grupos conectando los datos con interpretaciones de mayor nivel
que establezcan relaciones entre los diversos temas analizados. De esta manera, el
análisis que se lleva a cabo obtiene mayor riqueza y profundidad, generando
información válida y confiable. Esta técnica corresponde a “una alternativa de análisis
de comunicaciones comprensible y alcanzable, pero que conserva en alto grado el
rigor y la sistematización con la que originalmente fue concebido.” (Cáceres, 2003,
p.58).
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3.7. CRITERIOS DE RIGOR CIENTÍFICO
Primeramente, la credibilidad tiene que ver con que los resultados obtenidos a
partir de las interpretaciones realizadas se ajusten a la realidad. Esta se asegura a
partir de la inmersión persistente del investigador en los contextos naturales,
estudiando las situaciones en su globalidad, retornando periódicamente a la
información, recogiendo información mediante técnicas alternativas desde diferentes
ópticas. Concretamente, durante la investigación se vieron las interacciones de los
estudiantes, al menos, en 12 jornadas; así estos se habituaron a la presencia del
investigador en la sala de clases. Además, se escogieron estudiantes de diversos
subgrupos dentro de cada curso, de diferentes tipos de establecimientos, para tener
múltiples voces sobre el fenómeno de estudio. También, hay que mencionar que se
recogieron datos no solo observando a los estudiantes y docentes, sino que también
a través de las entrevistas individuales. Por último, los datos recolectados contaron
con la supervisión de una experta, la profesora patrocinante de este estudio.
El primero, hace referencia a que los participantes deben estar de acuerdo con
participar en la investigación, así como también deben conocer sus derechos y
responsabilidades. En el caso de este estudio, a todas las personas invitadas a
participar voluntariamente se les hizo entrega de un documento para que se informen
y luego decidan si daban su consentimiento o no para ser parte de la investigación.
Tercero está el manejo de riesgos, el cual guarda relación con los principios
de no maleficencia y beneficencia. Es decir, que la investigación no dañe y que sea
beneficiosa para quienes participen en ella. Concretamente, los datos
proporcionados fueron utilizados sólo para fines de la investigación, además se
estaba evaluando constantemente si las observaciones y entrevistas no
representaban un perjuicio para los participantes y que sean experiencias
provechosas para ellos.
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CAPÍTULO IV
En este capítulo se presentan los resultados tras el análisis de los datos, así
como también la discusión elaborada a partir del contraste entre la información
obtenida y los elementos mencionados en el marco conceptual y estado del arte.
4.1. RESULTADOS
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ayudarla a mejorar.” (María). Por otra parte, trabajar en equipo tiene que ver para
ellos con que cada integrante aporta desde lo que sabe hacer para lograr un objetivo
común, aunque pueden mezclar el colaborar con el dividirse el trabajo y hacerlo cada
uno por su cuenta: “Trabajo en equipo es que todos ponen un granito de arena. ‘Ya,
yo voy a poner tipo… voy a responder las preguntas, tú escribís, este va a hacer la
portada.’ Todo al final cuenta, todo trabajo sirve.” (Elsa).
Bueno sí, pero por encimita. Como que hacen ver que sí, pero no.
Ahora estamos como en una cosa así [hay una actividad organizada
por convivencia escolar en su curso durante la entrevista], pero
solamente lo ven como una actividad. Pero no podemos conversar con
los otros y cosas así. Es como grupos que uno sabe que se lleva bien
con ellos. Entonces, estaría mejor que te pusieran con personas que
uno no se junta mucho y para aprender a llevarse con todos. (Elsa)
Las pocas instancias que hay se dan durante los primeros días del año o en la
clase de orientación. Por su lado, el fomento del trabajo en equipo estaría más
presente en las actividades del establecimiento. Principalmente, ellos lo asocian a
cuando los profesores designan los grupos de trabajo para una actividad en clase.
Pero es una instancia que depende de cada docente y es esporádica: “Si, yo siento
que el colegio hace cosas. Porque a veces ellos mismos hacen los grupos de trabajo
y nos meten con gente con la que no hablamos. Los profesores hacen los grupos a
veces.” (Arturo). Al igual que cuando se hacen actividades deportivas en el gimnasio
o para cuando se celebra algún día especial, que son instancias donde también se
fomentaría el trabajo en equipo.
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Los estudiantes consideran que la convivencia escolar en su establecimiento
sería buena, de no ser por las frecuentes peleas que ocurren.
Buenas [relaciones], hasta que surge algún problema. Acá parece que
no hablan mucho, porque así siempre lo arreglan a golpes. (…) Yo creo
que solucionan los problemas los golpes porque no tienen argumentos
para hablar. Si están hablando y uno pierde el hilo y se enoja porque la
otra persona sabe dominar más sobre lo que están hablando, se puede
enojar y le puede pegar. (Arturo)
Para ellos, estas suelen ocurrir tanto entre hombres como entre mujeres y son
causadas por prejuicios, chismes o discusiones verbales que terminan escalando
debido a la falta de manejo de la frustración: “Yo creo que se arman peleas por
comentarios, por cosas así. No se informan bien. Por estupideces, creo yo. Peleas
entre hombres y entre mujeres.” (María). Además, declaran guiarse por su
percepción inicial de los demás.
Sin embargo, también destacan como elemento positivo que, cuando alguien
está mal, todos tienden a solidarizar con la persona afectada.
Eso aburre. Como cuando van a las salas, nos llenan de sermones,
pero es como ‘ah, ya’, no pescamos. Igual les diría así, pero como con
algo más entretenido. En la charla tampoco los tendría allí sentados,
callados y escuchando. Porque eso aburre a cualquiera. (Camila)
Por otra parte, las actividades que involucren la comida o el deporte aparecen
como elementos que ayudan a fomentar la convivencia escolar: “Más que nada,
cuando hay así como una comida del curso. Ahí yo creo que el curso se une para
apoyar. Qué quieren comer, para dónde quieren ir. Yo creo que es el único momento
donde el curso se une.” (Luis). Tanto dentro del curso, como entre cursos distintos.
“Yo saqué una amiga cuando estábamos en el día del alumno. Porque estábamos
apoyando al mismo equipo [durante un partido de futbol], porque ahí estaba su
amigo. Y ahí empezamos a hablar. Y fue bacán.” (Elsa)
Usted, no sé si sabe, pero en eso de las confesiones del Liceo que está
en Instagram. Entonces, la Coni, hace días que me andaba viendo feo.
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O yo pasaba y ella me miraba con cara de desprecio. Entonces me
enojé y, por las confesiones, mandé unas cosas.” (Camila)
Tanto en espacios libres (sobre todo el patio) como en espacios guiados por
los profesores, se puede conocer mejor a otras personas: “En el patio, porque
siempre hay harta gente. Porque a veces uno habla con alguien, porque sí nada
más.” (Elsa). Para los estudiantes, esto puede ser a través de juegos, conversando,
haciendo alguna actividad por una meta común o comiendo: “La cancha de fútbol,
porque con otras personas se puede jugar a la pelota. Ahí se van conociendo a las
personas. O también ahí se conoce a los de cuarto, que el otro día los vi jugando
voleibol” (Luis). En general, el compartir experiencias comunes que les permitan
tener un tema de conversación posterior facilita el proceso de conocerse entre
cursos.
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como eso. (…) Son espacios libres. Se puede jugar libremente, unos
pueden estar jugando a la pelota, otros pueden estar bailando.
Haciendo lo que quieren. (María)
Se obtuvo también que los lugares donde se aprende a convivir pueden llegar
a tener incluso un valor emocional muy alto.
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más libres” o cosas así. Como que pueda haber alguna actividad en el
gimnasio, cosas así. (Elsa)
Por otro lado, el trabajo en equipo lo entienden como colaborar entre sí, hacer
sinergia, aportando cada integrante desde sus fortalezas para lograr un objetivo
mayor. Incluso, una profesora reconoce que, si no se respetan entre sí, no puede
pretenderse que se trabaje en equipo de manera efectiva.
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Trabajo en equipo es trabajar a la par con mis compañeros que estén
igual que yo. Y lo que yo aporto es diferente a lo que tu aportas, pero
hacemos un todo. (…) Entonces, en todo momento tú estás trabajando
el respeto, la tolerancia, los valores en clase. Y ahí logras que después
el trabajo en equipo sea mucho más… tú no puedes tirarlos a trabajar
en equipo con una constante descalificación, no avanzan, no hay
trabajo en equipo. Entonces, si tu trabajas la tolerancia, el respeto, el
escuchar al otro, la empatía, entonces ahí vamos produciendo trabajo
en equipo. (Tamara)
[Conocer al otro] sí, se trabaja. Hay temáticas, por ejemplo, ahora que
está la asignatura de orientación, hay temáticas en que tú lo trabajas
siempre. Y uno personalmente, individualmente, ante alguna situación
específica, claro, aborda el tema de conocer al otro. (Evelyn)
Esto pasa porque ellos crecen escuchando eso. ‘¿Qué sabí tu? ¿Qué?
Ándate a trabajar ¿Pa que vai al liceo si no sirve para na?’ Nosotros
tenemos papás con 2do básico, papás sin escolaridad. ‘Es que yo la
traje a estudiar, su papá no quiere’. Y todavía, en pleno siglo XXI.
(Tamara)
Por otro lado, las familias, por su naturaleza también, porque muchas
de ellas son disfuncionales, se desligan un poco del rol que deberían
tener para que el profesor reemplace al papá o a la mamá dentro de la
sala de clases. Lo cual, obviamente, dificulta nuestro trabajo, porque
nosotros estamos trabajando para una cosa que… claro, podemos
aportar en el tema valórico, pero la educación también viene de casa.
(Fernando)
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Los estudiantes del Liceo Sureño presentarían carencias afectivas, debido a
los problemas en el hogar. Debido a esto, los profesores señalan que sus alumnos
presentan una emocionalidad extremista y una baja autoestima. Por lo anterior,
pueden reaccionar o con mucho afecto cuando se les trata de manera cariñosa, o
con mucha agresividad, dado a que no sabrían resolver los conflictos sin recurrir a la
violencia.
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Yo siento que estos niños tienen mucha resiliencia. Han pasado
muchas cosas en la casa. Entonces, también tienen eso como de ser
solidarios con el resto. Por ejemplo, cuando se juntan alimentos no
perecibles, todos aparecen con algo, o la gran mayoría. O se le quema
la casa al compañero y todos están buscando algo como para
ayudarle. (Georgina)
50
casa. Entonces, eso falta trabajarlo un poco con los papás. Pero como
te digo eso es un tema cultural. (Tamara)
El afecto resulta. Por ejemplo, algún chico puede cometer una falta.
(…) Tú tienes dos opciones. Te molestas primero, le llamas la atención,
anotación negativa. ¿Qué efecto tiene eso? No lo sé. Pero tienes la
opción de igual de molestarte, igual llamar la atención, igual ser
enérgico, pero después decirle ‘Mira, no te voy a registrar, no voy a
anotar esto, porque espero que tú no lo vuelvas a hacer y que tú le
pidas disculpas a tu compañero, o qué me pidas disculpas a mí y listo’.
Y, generalmente, a eso responden. Y eso tiene mucho más efecto que
los anotes. (Evelyn)
51
Y yo voy a la clase con ese curso y claro, es un curso complicado, de
rasgos sociales complicados, es un curso complicado. Pero tú los
tratas con cariño, y el niño te responde con cariño. Niños que están en
hogares por temas judiciales, y que se yo. Y te responden con cariño.
Claro, tienen problemas de hiperactividad, de déficit atencional, porque
han sido mal alimentados cuando chicos, embarazos no deseados,
embarazos con drogas, y un montón de cuestiones que te reflejan
después cuando vai creciendo. Pero los tratai con cariño, te responden
con cariño. (Tamara)
Si bien, tanto los espacios libres como los espacios dirigidos permitirían que
los estudiantes aprendan a convivir, a juicio de los profesores, son mejores las
instancias dirigidas: “Claro. Sí. Ambos espacios [libres y dirigidos] sirven para
aprender a convivir. Obvio que, mientras tú vayas siendo como el guía dentro de un
espacio programado, yo creo que debería andar mejor. En vez de que sea más libre.”
(Evelyn). Para ellos, los estudiantes del Liceo Sureño necesitan que se les inculquen
normas, dado que en el hogar no habría quien cumpla esa función. Los docentes
buscan que los estudiantes sepan desenvolverse dentro de un marco normativo,
porque además de que ayudaría a prevenir conflictos violentos, lo consideran como
una competencia necesaria para insertarse de manera adecuada al mundo laboral.
Lo que pasa es que los estudiantes de este liceo necesitan tener una
estructura. Muchos de ellos no tienen una estructura desde de la casa,
no tienen una figura de autoridad estable. Entonces necesitan tener la
libertad que yo te comento de poder expresarse, pero también la
rigidez del sistema de educativo para que ellos sepan de que existen
normas y que las puedan acatar. (Fernando)
52
Estos niños no son niños universitarios que hay contención familiar,
que hay esto, que hay lo otro. No. Son niños con otras deficiencias
formativas en lo humano. Entonces, si tú los relajas, después no tení
como pararlo. Estos niños necesitan estructura. (Tamara)
Perciben que los grupos de alumnos tienden al hermetismo, que suele haber
una falta de disposición para conocer al otro producto de la desconfianza que causa
el no conocer bien a sus compañeros.
Mas bien, pasa por chicos del mismo curso o del mismo nivel que se
conocen, o chicos que vienen de la misma zona, de la misma villa, de
la misma población o del mismo colegio el año pasado, que sé yo, y
con ellos se observa que hay una relación a pesar de que son de
diferente curso. Pero, como te digo, no es tan frecuente, pero es más
de lo que pasaba antes. (Fernando)
54
Sin perjuicio de lo anterior, para los profesores existiría una carencia de
espacios para aprender a convivir en el Liceo Sureño.
Respecto a las redes sociales, los docentes señalan que pueden tener dos
usos. Por un lado, permiten que los alumnos se conozcan e interactúen: “Es un tema
de que ellos de repente se ven en algún momento y, como utilizan mucho las redes
sociales, luego, “oye, yo te vi en el hall, ¿podemos conversar?” y todo lo demás.”
(Fernando). Pero, por otro, es un espacio para que los estudiantes se molesten o se
creen rumores que pueden derivar en conflictos violentos en el Liceo Sureño: “Por
ejemplo, si tú no te llevas bien con alguien, o no es de tu grupo, puedes molestar a
través de las redes y eso” (Evelyn). Esto, producto de que los estudiantes no
presentarían un pensamiento crítico de la información que reciben, no buscando
comprobar se lo que leyeron o escucharon es cierto o no.
Bueno, hay algunas actitudes que tienen los estudiantes. Por ejemplo,
al ser buenos para conversar, muchas veces las cosas que conversan
no son verdad. Entonces, se generan versiones falsas de algún hecho,
55
se genera una situación de mentiras, y eso también genera roces entre
los estudiantes. (Fernando)
En primer lugar, tras las observaciones se encontró que durante los recreos
todos los estudiantes buscan un espacio cómodo para compartir con su grupo de
amigos. Preferentemente, un lugar para estar sentados y no pasar frío durante ese
periodo. Por lo que es común observar a los estudiantes en grupos en círculos
alrededor de los calefactores en el hall, apoyados en el radiador de los pasillos,
sentados en las bancas o en las sillas que hay en el Liceo Sureño. La principal
actividad que todos realizan es conversar, ya sea caminando por el liceo o sentados.
56
A veces, también se observó que había juegos deportivos o bailes de K-Pop durante
el recreo.
Segundo, durante los recreos también se apreció que, una vez tocado el
timbre, los estudiantes se tomaban un tiempo de 30 segundos a 1 minuto para dejar
lo que estuvieran haciendo y dirigirse a la clase.
Por otro lado, en clases, se observó que eran frecuentes las interrupciones a
la lección del profesor. Esto, por parte de distintos funcionarios que venían a hacer
anuncios al curso. Lo anterior, afectaba el ambiente de la clase, generando que los
estudiantes perdieran la concentración en la actividad que estaban realizando.
Concentración que les tomaría varios minutos en recuperar. Por lo que si, por
ejemplo, en una clase había 2 interrupciones, se hacía muy difícil para el profesor
lograr que la actividad se pudiera realizar de buena manera por parte de la mayoría
de los estudiantes.
57
en cada clase, según las distintas afinidades que existan entre ellos. Es común ver
que, entre amigos, los alumnos se dan manotazos, golpes para interactuar, o se
lanzan objetos pequeños para molestarse. Reiteradamente se observó el caso de un
hombre manoteaba a una mujer, a modo de broma, y la estudiante le respondía con
un manotazo, procediendo luego a un diálogo o interacción relativamente amistosa.
Por último, esta el tema de la comida como elemento que permite que aflore la
solidaridad y la colaboración. Por ejemplo, cuando se realiza la convivencia de fin de
semestre, los estudiantes se organizan en grupos para preparar la comida, unos les
sirven a otros, se organizan para comprar lo que necesiten. Sin embargo, al
momento de comer, se separan. Cada uno con su grupo de amigos, para conversar
mientras comen.
58
4.1.1.4. Resultados globales del establecimiento, tras converger las tres
miradas anteriores.
61
mayoritariamente entre individuos del mismo grupo; al no haber muchos espacios
guiados por adultos donde se mezclen los cursos, se da pie a que sucedan conflictos
entre personas que no se conocen, por ejemplo, entre mujeres que se enfadan
porque la otra la miró feo en el pasillo.
4.1.2.1. ¿Qué dijeron los estudiantes del Colegio Reyes del Sur?
63
Por un lado, conocer al otro o asocian con interactuar con otros, saber cómo
actúa y con aceptar las diferencias: “Conocer al otro es como entenderlo, a pesar de
las diferencias o problemas que tengamos así. (…) Entender sus problemas y
comprenderlo más que nada.” (Bernardo). Por otra parte, trabajar en equipo lo
relacionan con agruparse y lograr algo entre todos: “Trabajo en equipo es como
poder tener la capacidad de coordinarse con otras personas, para concretar un
objetivo común.” (Leonardo).
64
que hacen aportes menores, o no hacen nada. Eso pasa mucho.
(Leonardo)
65
Los espacios donde se da esta convivencia son insuficientes. Para los
estudiantes, faltan espacios, lugares o instancias cómodas para reunirse, conversar y
mezclarse entre cursos.
Los días que hacemos actividades, nos unimos más. Entonces eso
haría yo. Hacer actividades donde uno no comparta con las personas
con las que siempre se junta. Esas actividades pasan poco, una vez o
dos veces por semestre o 3 veces por semestre. Algo así. (Alicia)
66
Entre las características de dichos espacios, los jóvenes declaran que estos
son espacios cómodos, tranquilos, acogedores, que les permiten conversar sobre
experiencias personales o desahogarse de la carga académica.
67
se lo presenta al director y él la prueba. Entonces, las instancias del
aniversario, nosotros la organizamos. (Fabián)
También, los jóvenes declaran que, más allá de las actividades que se
realicen, depende de ellos igual si están dispuestos a conocer o convivir con el otro.
4.1.2.2.¿Qué dijeron los profesores jefes del Colegio Reyes del Sur?
68
quizás, tener una vez a la semana instancias donde se puedan
desarrollar específicamente estos temas con los chicos. Quizás un
equipo donde se… Existe un equipo de convivencia escolar, pero se
implementan acciones que quizás se quedan cortas. (Carlos)
Por otro lado, trabajar en equipo lo entienden como reunirse para poder llevar
algo a cabo. Sin embargo, los profesores reconocen que ellos presentan falencias en
cómo trabajarlo con los estudiantes. Además, indican que los jóvenes tienden más a
repartirse el trabajo que a trabajar colaborativamente como equipo.
69
Mas que el trabajo colaborativo, los docentes señalan que se pone más
énfasis en la competencia entre estudiantes. La relevancia de las notas, el énfasis en
las evaluaciones individuales, o las competencias entre alianzas para el aniversario
del colegio son actividades que hacen que los estudiantes busquen mas un resultado
que trabajar colaborativamente.
[Los alumnos] tienen una idea errada del trabajo en equipo, que yo
creo que responde al hecho de querer sacarse una buena nota. Da lo
mismo como lo haga, lo importante es sacarse la buena nota. Entonces
por ahí creo que va un poco el problema. Ellos piensan en la nota no
más, porque el sistema escolar está estructurado así. Yo creo los
venimos estructurando desde que entran al sistema escolar a darle
demasiada importancia a la nota. (Manuel)
70
No hay ningún problema de esos al menos. Como ya más graves, no.
Roces como cualquier grupo de 40 alumnos en un curso, estando
tantas horas seguidas, posiblemente sí, pero entre ellos siempre como
un clima de respeto. Y, como te decía la jefa de UTP la otra vez, acá se
vive un clima familiar. Tanto como entre colegas, como entre los
mismos chicos, la relación entre alumno y profesor también es super
familiar, entonces eso ayuda mucho. Ayuda en el tema de hacer la
clase, ayuda mucho en la relación que tienen entre ellos mismos y la
relación profesor-alumno por lo menos. (Lorenzo)
Perciben buenas relaciones entre los estudiantes, donde los mayores tratan
de ser ejemplo para los más pequeños: “Porque generalmente los cuartos medios
acá apadrinan a los más chiquititos, a los de 1ro básico. Entonces, generalmente,
tratan de ser ejemplo de los más chiquititos.” (Carlos). Además, ven a los directivos
como cercanos a los docentes, conviviendo con ellos de manera cotidiana: “El
director siempre recibe a todos en su oficina. Viene acá, a tomar desayuno con los
profesores. Creo que eso por lo menos no lo he visto en otros establecimientos.”
(Kevin).
Siguiendo con las relaciones dentro del establecimiento, los profesores indican
que los estudiantes tienden a agruparse por intereses y afinidades, pero no ven
problemas de grupos tan cerrados o rivalidades marcadas que generen conflictos
violentos entre los jóvenes.
Considero qué si bien son de este respeto, [las relaciones] no son tan
cercanas. Como que tienden a subdividirse en grupos. No tienen una
cohesión de grupos tan fuerte tal vez. Pero eso es algo como bastante
normal y sobre todo en los adolescentes, el hecho de que los gustos
que tengan afines tienen a agruparse. (Kevin)
71
Respecto a cómo se trabaja la convivencia con las familias, los docentes
señalan que suele conversar con los apoderados para casos puntuales, de manera
más reactiva que preventiva.
O sea, yo creo que los mismos docentes. En las instancias como las
reuniones, o los consejos de profesores. Y las ideas como ya
finiquitadas tendrían que pasar por un filtro, que sería el encargado de
convivencia escolar, yo creo. (…) Eso tendría que pasar por dirección,
por el equipo directivo y el equipo de gestión. (…) Bueno, lo otro que
también hay un profesor informante que hace el vínculo entre el centro
de alumnos y ese profesor. Entonces, ese profesor llega a las
reuniones de profesores y nos comenta “los chicos tienen tales ideas” y
nosotros vemos si los apoyamos o no. (…) Yo creo que eso ocurre en
73
este colegio, porque acá muchas de las labores de coordinación, de
UTP, las hace una profesora que igual hace clases. (…) El director es
la única persona que no hace clases. Todos los demás, hacen algo
más. (…) Entonces, todos somos otro rol. Entonces, por eso me refiero
a que nosotros mismos somos lo que creamos instancias, generamos
nuevas instancias, mejoramos algunas que ya estén hechas,
calendarizamos, y cambiar algún enfoque por ejemplo y modificar todo
eso. (Lorenzo)
Yo creo que [falta] tener mayor vínculo entre los jóvenes de otros
colegios con los de este colegio. Como que los chicos vean otras
realidades. Como te decía en un comienzo, el colegio, a veces ellos
mismos lo definen como un colegio burbuja. Que están como muy
encerrados acá. Y como es muy familiar, a veces ellos no saben cómo
es la realidad en otros colegios. Acá, ponte tú, a una chica le duele la
guatita, viene a la sala de profesores, se le da un agua de yerba.
Nosotros mismos, a veces, se la preparamos. En otros colegios eso no
ocurre. (Lorenzo)
En primero lugar, hay que mencionar que el colegio está construido a partir de
una casona antigua de madera. Por lo tanto, el piso, las escaleras y las habitaciones
del inmueble son de ese mismo material. Todo está de cierta forma acondicionado
para poder ser ocupado como salas y oficinas. Se podría decir que el establecimiento
74
se divide en 5 secciones: la casona principal, dos casas más pequeñas, el patio y el
gimnasio. La casona principal alberga la oficina del director, la sala de profesores, la
biblioteca, la sala de computación, el laboratorio y las salas de enseñanza básica.
Por su parte, primeros y segundos medios están juntos en una de las casas
pequeñas. Justo al lado, se ubica la otra casa pequeña, donde están las salas de
tercero y cuarto año medio. No se cuenta con comedor, ya que el colegio no trabaja
con jornada completa, por lo que los estudiantes almuerzan en sus casas.
Respecto a la sala del curso observado, esta cuenta con dos columnas de 3
asientos para los cerca de 40 estudiantes del curso, ordenados de manera tal que
dejan un pasillo en el centro. Independiente de la actividad, y quizás debido al
reducido espacio, el orden de los asientos permanece inmutable. La sala cuenta con
piso de madera, una puerta de vidrio y, en dos de sus paredes, hay numerosas
ventanas. Una de ellas da hacia la calle. En las paredes se pueden apreciar algunas
cartulinas de trabajos realizados por los estudiantes, otra con el horario de clases y
otra con el calendario de evaluaciones. Además de la pizarra, se dispone de un data-
show y parlantes incorporados al aula, los que se utilizan cuando se requiere mostrar
algún material audiovisual.
Además de las clases, los recreos fueron otro momento observado. Durante
este periodo, varios estudiantes salen al patio el cual es de cemento, con algunas
bancas alrededor, 2 máquinas para hacer ejercicios en un rincón y dos murales con
temáticas alusivas a ciudad y a los pueblos originarios de la zona. Aproximadamente
la mitad del curso se queda en la sala durante el recreo. En ella, algunos se apoyan
76
en el calefactor o suelen están en sus puestos comiendo, estudiando en grupo,
conversando, peinándose, ocupando su celular, pasando tiempo con su pareja,
leyendo. El patio es utilizando por los estudiantes de enseñanza media para jugar
futbol. También para conversar, lo cual hacen reuniéndose en las bancas o en las
máquinas de ejercicio. Los estudiantes de enseñanza básica igual ocupan el patio
para jugar, pero lo hacen otro sector.
Sobre a los espacios para aprender a vivir juntos, en el Colegio Reyes del Sur,
existe cierto consenso en que estos son insuficientes y que falta consolidar más
instancias para fomentar la convivencia entre los estudiantes del establecimiento. En
el día a día, cuando el profesor no está dirigiendo, la sala de clases y el patio (o
cualquier otro lugar con asientos) se configuran como espacios para este fin; estos
son utilizados de manera cotidiana por los jóvenes para conversar o realizar
actividades que surgen por su espontaneidad, permitiendo que se formen o
consoliden las relaciones entre ellos. Sin embargo, el colegio no realiza actividades
continúas buscando desarrollar el aprender a vivir juntos; en su lugar, se realizan
eventos puntuales a lo largo del año, donde se realizan actividades lúdicas, se
participa por curso o por alianza, se realizan actividades asistencialistas a personas
en situación de calle y se preparan alimentos para ser consumidos por los alumnos;
todo esto, fomenta el descubrimiento gradual del otro y la participación en proyectos
comunes de manera puntual y disgregada a lo largo del año escolar. El énfasis en lo
académico y las pocas instancias facilitadas por el establecimiento para que los
estudiantes se conozcan, termina afectado la forma de trabajar en equipo de los
estudiantes; cuando se enfrentan a un trabajo grupal, los jóvenes se enfocan en
lograr una buena nota y no en aprender a trabajar con más personas, por lo tanto, se
agrupan solo con sus amigos porque confían más en ellos; se resisten a trabajar con
alguien fuera de su circulo de amistad, dado que desconocen cómo trabaja su
compañero y eso puede afectar su calificación; hay cierta tendencia al individualismo,
77
los jóvenes tienden a repartirse el trabajo, realizando un trabajo más cooperativo que
un trabajo colaborativo, donde una vez que un estudiante termina su parte, se
desliga del trabajo del grupo y se pone a hacer otra cosa; en otros casos,
derechamente, solo uno o dos estudiantes del grupo realizan la tarea, mientras el
resto de sus amigos que son parte del mismo equipo juegan. Para los docentes, ellos
también tienen una cuota de responsabilidad y reconocen que deben mejorar en el
cómo enseñan a trabajar en equipo a sus estudiantes; además, el reducido espacio
en el aula hace difícil cambiar la organización del mobiliario para formar islas con las
mesas y otorgar más comodidad para realizar actividades grupales. Continuando con
los espacios lectivos que pueden potenciar el aprendizaje para la convivencia, la
asignatura de orientación aparece como una oportunidad; depende de cada docente,
pero si se utiliza como espacio para que los estudiantes conversen sobre
experiencias personales relevantes, termina afiatando las relaciones entre los
jóvenes del curso; de todos modos, se debe asegurar que la actividad sea
interesante para los estudiantes, ya que estos señalan que cuando se organizan
charlas y estas son aburridas o están mal organizadas, no dejan aprendizajes
significativos sobre cómo convivir. En general, los lugares o instancias donde se
busque que los estudiantes aprendan a vivir juntos, deben ser cómodos, tranquilos,
acogedores; permitiéndoles a su vez expresarse libremente, desahogarse de lo
académico y compartir experiencias. Actualmente, los jóvenes sienten que en su
establecimiento faltan más espacios para conversar, reunirse o mezclarse con otros
cursos. Vivir experiencias similares, tales como participar de un juego que les guste,
preparar alimentos y comer juntos, vivir en el mismo barrio o asistir a los mismos
eventos, da pie para que los estudiantes conversen, se conozcan y afiaten sus
relaciones.
Otro aspecto a desarrollar tiene que ver con los roles que se les asignan a los
miembros de la comunidad educativa, respecto a la creación de espacios que
fomentan el aprender a convivir. En el Colegio Reyes del Sur, la principal
responsabilidad se le atribuye al cuerpo docente y al director; mientras que, en
menor medida, el centro de alumnos también estaría involucrado. El rol del director
sería autorizar las propuestas que vengan desde el consejo de profesores; instancia
78
donde los docentes discuten las ideas que tienen en mente para generar eventos
que fomenten el aprendizaje para la convivencia; a su vez, el profesor asesor del
centro de alumnos presenta las propuestas que surjan de los jóvenes, pero es en el
consejo donde se decide si se apoya la iniciativa o no. Dado a que muchos docentes
poseen además cargos directivos (por ejemplo, la profesora de biología esta también
jefa de UTP, el profesor de filosofía es encargado de convivencia escolar, etc.), se
facilita que el cuerpo docente asuma un rol protagónico a la hora de determinar las
actividades que realice el establecimiento. Si se trata de actividades en el aula, es el
profesor jefe el principal responsable de mantener una buena convivencia dentro de
su curso, contando con la asignatura de orientación (45 minutos a la semana) y las
horas de clase de su asignatura (por ejemplo, matemáticas) para realizar actividades
y tener conversaciones con sus estudiantes donde pueda fomentar las buenas
relaciones en el curso. Por su parte, el centro de alumnos cumple un rol de hacer
llegar a los profesores o al director las ideas que los jóvenes del establecimiento
tengan. Sin perjuicio de lo anterior, los estudiantes se asignan a si mismos un rol; no
es que sean responsables de crear espacios para aprender a convivir, pero sí
señalan que depende de ellos también aprovechar esos espacios para abrirse y
conocer a otras personas; la responsabilidad de tener una buena convivencia escolar
se repartiría, para ellos, entre los adultos y los estudiantes.
80
Figura 5. Resumen de los resultados obtenidos en el Colegio Reyes del Sur.
81
4.1.3. Establecimiento Particular Pagado
Para los estudiantes, el Laico College pone mucho énfasis en los resultados
de las pruebas estandarizadas: “Tal vez el colegio está más interesado en ver ‘cómo
le fue en la PSU el año pasado’. A este colegio simplemente le importan las notas,
los resultados, y no le importan los estudiantes que dieron estos resultados.”
(Amanda). Esto se traduciría en un énfasis en las actividades centradas en lo
académico, lo que iría en desmedro de actividades que fomenten la convivencia
entre estudiantes o que permitan que se conozcan más entre sí o que realicen
actividades juntos.
En relación con lo anterior, los jóvenes declaran que las instancias para
conocer otras personas dentro de su curso o mezclarse con otros cursos son
insuficientes: “[En el colegio] no se abren muchos espacios para que la gente conviva
con gente que no es de su curso. No hay como actividades extraprogramáticas que
de verdad te llamen a participar o a compartir con más gente.” (Verónica) Abogan por
talleres extraprogramáticos más interesantes, más actividades lúdicas, o espacios
donde se realicen actividades relacionadas con compartir una comida con otros.
Respecto a las actividades lúdicas, los estudiantes mencionan los juegos por
alianzas que se realizan una o dos veces al año, con motivo de celebraciones o días
espaciales para el Laico College. Si bien estas instancias permitirían la mezcla entre
cursos, no necesariamente fomentarían la colaboración entre ellos, ya que se
pondría un énfasis en la competencia que derivaría en prácticas qué, en lugar de
hacer participar a más estudiantes, termina generando conflictos por el querer ganar
la competencia.
Diría que el año son una vez o dos veces, que serían como el día del
alumno o el aniversario del colegio, donde hay que hacer las alianzas.
Entonces creó que es como el único momento en que de verdad hay
como que colaborar con otros cursos. Porque ahí es como el objetivo
común de que todos quieren ganar el primer puesto, o algún premio, no
sé. Pero, aun así, en estos momentos en que supuestamente
deberíamos relacionarnos con gente de otros cursos, siempre como
que salen los mismos. Siempre salen los mismos como a las
actividades de juegos. Entonces solo seleccionan a unos pocos y, esos
pocos, siempre son los mismos. (Sergio)
84
volvimos a hablar. Entonces, creo que son cómo que estamos
obligados para ganarle al otro equipo, de unirnos, pero que termina
siendo competitivo nada más. (Pedro)
Son como buenas instancias. Como qué igual encuentro que son
necesarias, obviamente, si no se vendría al colegio solamente a
estudiar y pasar materia y materia. Pero esos son como descansos
donde te puedes relacionar con otras personas, como para seguir a la
siguiente clase. (Sergio)
85
Porque, después, la mayoría de nosotros va a ir a la U y va a tener un
trabajo y va a tener que conocer gente y va a tener que aprender a
conocerla y a convivir. Y, si no nos enseñan eso en el colegio, en el
trabajo va a haber problemas. Porque, para todo, hay que pensar en
futuro, en la U y todo eso. (Amanda)
Los lugares cómodos, donde se puedan sentar, cálidos, privados y con una
baja cantidad de ruido son los poseen los espacios donde los estudiantes aprenden a
convivir: “Yo creo que lo más importante es la tranquilidad. En el caso de las salas,
como la comodidad como para relacionarse con otras personas.” (Sergio). A
diferencia de los años en enseñanza básica, estos espacios para aprender a convivir
se configuran como aptos para la conversación. Esa es la forma en que los
estudiantes se conocen y afiatan sus relaciones.
86
En años anteriores, en consejo de curso. Cuando los profesores jefes
se han dado el trabajo de crear esas instancias. (...) El profesor jefe
que teníamos como que sí se preocupaba de que de verdad nos
conociéramos e intentáramos convivir un poco mejor. (Verónica)
Para los estudiantes, no se ven agresiones físicas o conflictos graves entre los
jóvenes del establecimiento, sin embargo, eso no quiere decir que las relaciones
sean excelentes entre todos. Si bien indican que no hay graves problemas, los
jóvenes perciben una tendencia a reunirse en grupos y a no convivir mayormente con
aquellos fuera de su círculo. Estos se forman según intereses comunes o
personalidades afines, dentro de los mismos cursos. Los jóvenes señalan que, en
general, existe una falta de disposición para mezclarse con otros grupos dentro de su
mismo curso o con otros cursos. No se trata de oponerse a convivir o a conocer a
otros fuera de su grupo, pero tampoco es algo que hagan espontáneamente.
Yo creo que del centro general de alumnos, porque ellos son como los
que… son como el intermediario entre inspectoría, administración y
nosotros, los alumnos. Entonces es responsabilidad de ellos… o sea,
no sé si responsabilidad, pero la misión es como ver qué nos falta y
como ellos podrían ayudar a eso. Si no, igual yo creo que los
profesores jefes cumplen un rol importante como organizando su propio
curso para ver cómo ellos pueden transmitir hacia arriba que nos falta.
(Verónica)
88
4.1.1.2.¿Qué dijeron los profesores jefes del Laico College?
Yo creo que hay una deficiencia respecto a eso acá. Se nos han
otorgado los manuales de convivencia escolar, de desarrollo de estas
actividades, de todo lo que implica autoaprendizaje, lo que es la
autoestima, el trabajo en equipo, la colaboración, pero creo que no son
muy… no, no es que sean muy mal diseñados, pero no hay los
espacios para. Tenemos 45 minutos en media para hacer una actividad
de Jefatura, orientación. Usualmente, como profesores, tratamos de
otorgar ese espacio para los chicos, porque al final es el único espacio
que tienen los chicos dentro de la sala que sea distinto a una
asignatura evaluable. (Cristóbal)
Por otra parte, trabajar en equipo, es entendido como un grupo que trabaja por
un objetivo común, donde todos los integrantes del grupo colaboran y aportan: “El
trabajo en equipo que, en el fondo, un grupo de estudiantes tengan que hacer algo
en común y que todos colaboren para hacer este trabajo en común.” (Norma). Para
los docentes, este se da esporádicamente durante las actividades lectivas o en
89
algunos proyectos institucionales, aunque muchas veces se trata de instancias
obligadas que no siempre resultan cómo se pretende.
Yo creo que no hay un trabajo tan claro en eso, porque donde nosotros
podemos ver más el trabajo en equipo de cierta forma es en lo
académico. Cuando se hacen actividades dentro de la sala o,
probablemente, cuando aparecen los proyectos institucionales como el
fórum y la clase abierta. Pero, de cierta forma, también son obligados.
Es decir, uno va generando eso y casi que a presión. (Leonor).
Yo creo que, justamente, son buenas porque los chicos… tenemos una
situación de que la mayoría de los alumnos tiene una falencia afectiva.
De cierta forma, porque están como menos tiempo con los papás, con
las familias. (…) Entonces, yo encuentro que ellos en los profesores
encuentran a su confidente, a alguien que los pueda ayudar, a alguien
que les pueda acompañar con ciertas problemáticas que tengan.
(Leonor)
90
Respecto a las relaciones entre estudiantes, los docentes perciben que dentro
de los cursos suelen grupos algo herméticos y que no hay muchas instancias para
que se mezclen.
Puede ser que [la convivencia] la veamos como algo bueno, pero en
realidad no es tanto. Es que depende desde el punto de vista desde
donde lo veamos. Por qué tanta convivencia entre los chicos, como yo
te decía, hay poco. Porque están encerrados en sus grupos, que se yo,
y las instancias donde se da son pocas. Entonces, no sé cómo podría
catalogarla en sí, porque tenemos estos dos lados que son como
opuestos. (Leonor)
Agresiones acá no. Acá, los conflictos tienden a ser bastante más
reducidos. Si no son de agresiones físicas, pueden haber agresiones
verbales. Sí, tenemos quizás de repente la asertividad como un déficit
de los chicos, que de repente manifiestan su opinión de forma muy
directa con un poco de agresividad, lo que genera obviamente roses.
(Cristóbal)
Para los docentes, los alumnos tienden al individualismo, pero indican que es
a causa de que ellos les fomentan la competencia y ponen el énfasis en los
resultados académicos. El profesorado, según ellos, tendría esta conducta debido
que el colegio o sus directivos ponen el acento en la PSU y entienden que ese el
producto que le venden a los apoderados que desean matricular a sus hijos en el
establecimiento.
91
Yo pienso que uno de los obstáculos principales es, quizás, la idea de
la competencia. Es decir, el hecho de que ellos [los alumnos]
consideren que eso es lo más importante. Por ejemplo, más allá de
poder estar con el otro, enseñarle al otro, compartir experiencias con el
otro. Y también el hecho de que los chicos de cierta manera son
egoístas, son poco empáticos. Yo creo que esto será un poco por
responsabilidad de nosotros, cómo colegio y como profesores, porque
muchas veces damos mucho más valor a los resultados académicos.
(…) Yo creo que el profesor se orienta más el resultado, porque en
realidad es el colegio el que se enfoca los resultados. A nosotros nos
miden como colegio en sí y, si lo vemos desde el punto de vista
empresa, nosotros vendemos este producto según los resultados. (…)
Entonces, intentamos enfocarnos en la parte colaborativa y, por lo
mismo, tenemos proyectos que apuntan a esa área. Pero cuesta.
Porque esas son las grandes instancias donde se tiene que hacer ese
trabajo (…) si ya no lo trabajaste con tiempo, entonces los chicos no lo
tienen tan adherido. (Leonor)
Dicha situación generaría una tensión entre dedicar más tiempo a actividades
lectivas versus otorgar más horas a actividades que fomenten la convivencia entre
estudiantes. Los docentes señalan que, incluso, los apoderados consideran que
hacer muchas actividades lúdicas es algo negativo, ya que iría en desmedro de los
resultados académicos que su pupilo pudiera alcanzar al momento de ingresar a la
educación superior.
93
Sobre las relaciones entre cursos, los docentes indican que la mezcla entre
estudiantes de distintos cursos es espontanea y que ellos no ven mayores problemas
entre jóvenes de distintos niveles: “Principalmente [las interacciones entre gente de
distinto curso] se producen de manera espontánea, no son de manera guiadas, o sea
no son de manera planificada. Excepto el tema de las alianzas. Eso ocurre de
manera sistemática.” (Nicolás). Los talleres extraprogramáticos, el Centro General de
Alumnos, los recreos, la hora de almuerzo o los juegos por alianzas serían algunas
instancias donde estudiantes de diferentes cursos interactúan entre sí.
Sobre las alianzas, si bien los profesores valoran el espacio por ser una
instancia donde los estudiantes pueden relacionarse por medio del juego y la
colaboración, estos declaran que muchas veces los jóvenes se enfocan solo en la
competencia, en ganarle al adversario, lo que iría en desmedro de un trabajo más
colaborativo.
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Los docentes consideran que el establecimiento es como una burbuja para los
estudiantes, no solo porque varios apoderados son catalogados como
sobreprotectores, sino que también porque no se relacionan mucho con otros
colegios y otras realidades. Sin embargo, ven en el CGA como quienes pueden
cambiar eso y generar espacios de convivencia entre los estudiantes del Laico
College y los de otros establecimientos.
95
Las correcciones a las conductas violentas se realizan a través del diálogo,
con un enfoque formativo: “Usualmente cuando ocurre, que me ha tocado, son
corregidos los chicos. Se conversa con ellos, son capaces de reflexionar acerca de lo
que dicen y, si es necesario, ellos son capaces de disculparse.” (Cristóbal). Sin
embargo, los docentes señalan que no existen lineamientos claros respecto a como
desarrollar una buena convivencia entre sus estudiantes y que todo dependería un
poco del instinto del docente.
Para los docentes, los directivos serían un actor fundamental para la creación
de espacios para aprender a convivir. Señalan que, antes, dirección casi no permitía
generar este tipo de instancias, entablaba malas relaciones con los docentes e
incluso alentaba una cultura de chismes dentro del establecimiento.
96
se dio con el cambio administración, qué se le da más oportunidades
para que en el fondo participen y hagan cosas. (Norma)
Los docentes declaran que ellos pueden proponer cosas, pero se requiere que
los directivos autoricen las iniciativas. En el fondo, desde su perspectiva, son los
directivos los que deciden.
Creo yo que, al final, va a derivar a los directivos porque son ellos los
que administran. Al final, si hay que crear un espacio, se va a necesitar
una sala, si hay que crear una sala, se necesita dinero y al final todo
decanta en eso. (Nicolás)
En primer lugar, durante las clases, se observa que los estudiantes ponen
atención, se ven interesados y guardan silencio cuando la profesora está explicando.
Los jóvenes se esmeran por tener un buen desempeño académico. Es común ver a
algunos en los recreos resolviendo guías de ejercicios, haciendo tareas o realizando
consultas a los profesores por las evaluaciones. Durante las horas lectivas los
estudiantes suelen constantemente sentarse con su grupo de amigos, con el cual
suelen hacer los trabajos grupales y son capaces de colaborar; sin embargo, cuando
tienen que formar grupo con estudiantes fuera de su círculo, suelen repartirse el
trabajo o solo se ve a uno o dos trabajando, mientras el resto hace otra cosa. Las
interacciones suelen darse entre chicos de un mismo grupo, pero cuando hay
diferencias de opinión entre personas de distintos grupos del curso suele observarse
un cierto grado de agresividad en la forma de expresarse, aunque suelen decirlo en
tono de broma, no se puede asegurar si quien lo recibe se lo toma para bien o para
mal.
Por su parte, la profesora suele mediar las interacciones entre estudiantes con
el fin de que haya una buena convivencia en el curso. El espacio que se utiliza para
97
contribuir a dicho objetivo, dentro del horario lectivo, es la asignatura de orientación.
Usualmente, ese horario se utiliza para que los estudiantes realicen el consejo de
curso; donde la directiva aborta temas relacionados con recaudar dinero, organizar
celebraciones o realizar comidas para el curso. Los estudiantes suelen participar
aportando ideas, pero a la directiva del curso le cuesta encausar la discusión para
llegar a una resolución, además, la forma de interactuar entre los estudiantes a veces
cae en la agresividad verbal; por lo anterior, es la profesora quien debe intervenir
para que los estudiantes decidan y la discusión pueda avanzar.
98
Otra instancia donde estudiantes de distintos grupos del curso colaboran es
cuando tienen que organizar una comida. En ese momento, cada uno realiza una
tarea con el fin de poder tener un almuerzo como curso. Algunos preparan los
alimentos, otros organizan las mesas, otros preparan los cubiertos, etc. Sin embargo,
pese a haber más interacciones entre jóvenes de distintos grupos, suelen interactuar
mayormente con su grupo de amigos.
En el Laico College, se considera que los espacios para aprender a vivir juntos
son insuficientes y que no se generan de manera sistemática, debido a que el énfasis
del establecimiento está centrado en los resultados académicos; las actividades
enfocadas en descubrir gradualmente al otro son pocas y, en caso de realizarse más,
algunos apoderados estarían disconformes puesto que consideran que las
actividades no académicas no son un real aporte para el futuro de los estudiantes,
sin embargo, la falta de conocimiento entre estudiantes repercutiría negativamente
en su capacidad para trabajar en equipo con aquellos que no forman parte de su
círculo de amigos. El establecimiento espera que los estudiantes se conozcan
espontáneamente y no contaría con lineamientos claros para trabajar la convivencia
escolar. Sin perjuicio de lo anterior, la asignatura de orientación surge como un
espacio dentro del horario lectivo donde los estudiantes pueden aprender a convivir,
por medio de actividades que les permitan conversar y conocerse; sin embargo, esto
queda sujeto a si el profesor jefe decide realizar este tipo de actividades o no; esto,
porque a veces se da ese espacio de tiempo a la directiva para que realicen consejo
de curso, donde la discusión y la organización no siempre es efectiva para aprender
a convivir. En el Laico College, los estudiantes señalan que aprenden a conocerse a
99
través de la conversación, en lugares cómodos, sin mucho ruido, con un cierto grado
de privacidad, con asientos y una temperatura agradable. La participación en
proyectos comunes se da en las actividades académicas grupales durante la clase,
pero las instancias más relevantes para los estudiantes son las actividades lúdicas,
las actividades deportivas o las que involucran comida; esos espacios se mezclan
entre estudiantes de diferentes cursos y son capaces de colaborar con mayor
facilidad, sin embargo, son instancias puntuales, repartidas a lo largo del año.
Cuando dichas a dichas instancias se les agrega el elemento de competir por un
premio, pueden terminar por no cumplir el objetivo de fomentar la colaboración; por el
contrario, la tendencia de los estudiantes del Laico College sería enfocarse en ganar
y, si sobra tiempo, se puede conocer al resto, se hace participar a todos y se trabaja
colaborativamente.
100
La percepción de la convivencia escolar en el Laico College es algo variada.
Por un lado, los docentes señalan que es buena, principalmente porque no ven que
los estudiantes interactúen de manera agresiva entre sí. Por su parte, jóvenes la
catalogan de regular dado que, si bien concuerdan en que es poco habitual que los
conflictos deriven en peleas a golpes y encuentran que las interacciones entre
estudiantes de un mismo grupo son positivas, indican también que no hay muchas
relaciones entre personas de diferentes grupos o de diferentes cursos. Los
estudiantes se reúnen en grupos según personalidades afines o gustos en común,
siendo la tendencia natural, de ellos, mantenerse en esos círculos. No habría un
trabajo sistemático para fomentar la convivencia escolar en el día a día, quedando
esta tarea delegada al criterio del docente. Al momento de relacionarse los
estudiantes tienden al individualismo, sumándose a esto una falta de asertividad al
momento de expresar sus diferencias de opinión, cayendo en agresiones verbales
hacia otros jóvenes. En caso de cometer alguna falta, los docentes tienen un enfoque
formativo para reaccionar y corregir los problemas de convivencia escolar, utilizando
el diálogo como herramienta para lidiar con los estudiantes involucrados en el
conflicto, lo cual terminaría teniendo un efecto positivo entre las relaciones docente
estudiante; lo anterior, debido a que los jóvenes sienten que sus profesores tratan de
apoyarlos y que pueden confiar en ellos ante algún problema.
102
4.1.4. Resultados transversales tras revisar los tres establecimientos
Con un poco menos de unanimidad, se encontró que existe una tensión entre
dedicar el tiempo a actividades académicas y el dar más espacio a actividades que
fomenten una positiva convivencia escolar. Principalmente, esto se hallaba en ambos
colegios particulares, donde se busca lograr altos resultados en las pruebas
estandarizadas y así mantener satisfechos a los apoderados; de todos modos, en el
establecimiento municipal esta tensión también estaba presente, solo que con menos
fuerza y con los apoderados sin ser factor para este punto. En general, los
profesores también consideran que los espacios que están destinados a que los
estudiantes aprendan a convivir son insuficientes, aunque en el establecimiento
municipal los docentes sí sienten que se hacen varias cosas para fomentar el trabajo
en equipo entre los estudiantes; sin embargo, el que no se conozcan mucho hace
que los estudiantes desconfíen y que no siempre resulte el trabajo colaborativo. Por
103
su parte, en los establecimientos particulares, a lo anterior se le suma el hecho de
que los estudiantes presentan cierto grado de individualismo, lo que terminaría
afectando su capacidad para trabajar en equipo con personas que no son parte de su
grupo de amigos, dado a la falta de instancias para conocer al otro. En los
establecimientos particular subvencionado y municipal, los estudiantes consideran
que fomentar la convivencia escolar a través de charlas es inefectivo, ya que estos
evalúan tales instancias como aburridas o mal organizadas.
105
mezclarse, aunque la opinión sobre la convivencia escolar se basará en los
resultados que provoquen esas instancias; es decir, puede haber muchos espacios
destinados a mejorar la convivencia, pero si después las relaciones en la comunidad
educativa siguen siendo malas o hay peleas, la convivencia escolar va a ser
calificada como mala.
109
instancias para conocerse como equipo antes de realizar la tarea colectiva, y porque
los profesores no tendrían tan clara la forma de enseñarle a sus estudiantes el cómo
trabajar en equipo. Además se encontró que, en los colegios donde existen
mayormente estudiantes provinientes de grupos socioeconómicos bajos, es más
común presenciar agresiones físicas entre los jóvenes, lo que va en la misma línea
de los resultados arrojados por el SIMCE de II medio (Gobierno de Chile, 2013); en
este caso la evidencia sugiere que este elemento no sería válido para evaluar la
labor del equipo de convivencia escolar en el establecimiento, puesto que se
encontró que en los establecimientos con menos agresiones entre estudiantes
presentaban un equipo de convivencia escolar casi inexistente; entonces, el nivel de
agresiones entre estudiantes podría ser explicado más por la selección de
estudiantes que ingresan al establecimiento que por la labor del equipo de
convivencia escolar. Otro punto se relaciona con el hecho de que los lugares para
mejorar las relaciones sociales nos harían más felices, ya que se obtuvo que los
lugares donde se aprende a convivir pasan a ser importantes para los estudiantes,
fortalecen relaciones y mejoran su experiencia en el establecimiento, les traen
recuerdos positivos asociados a las personas significativas que conocieron en ellos,
reducen su apego hacia la institución si sienten que su establecimiento carece de
dichos de espacios, siendo ideales para poder conocer a otros los lugares o
momentos donde se sienten cómodos para conversar; por lo tanto, esto respalda lo
señalado por el What Works Center Wellbeing (Bagnall et al, 2018) donde se señala
que los espacios comunitarios ayudan a la cohesión entre grupos cuando son
espacios seguros, lo expresado por el National Trust (2017) sobre que los lugares
significativos evocan sentimientos positivos y que los individuos buscan cuidar dichos
lugares, además de ir en la misma línea de los diversos estudios que señalan que el
formar y mantener buenas relaciones sociales nos hace más felices y sanos
(Waldinger & Schulz, 2010; Dogan & Eryilmaz, 2013; Hooda et al, 2009).
111
escolar constante. Por ejemplo, puede haber relaciones distantes o apáticas entre los
jóvenes, pero si se respetan las normas y no hay agresiones físicas entre ellos, la
comunidad escolar calificaría la convivencia escolar como buena; por lo tanto,
existiría una confusión entre los términos de clima escolar y convivencia escolar.
Esto podría atribuirse al poco énfasis que los establecimientos harían en tener a sus
docentes preparados en materia de convivencia escolar, en comparación al énfasis
que le darían a que los docentes dominen los contenidos académicos. Entonces, si
bien la percepción de la convivencia escolar está determinada por la frecuencia de
agresiones físicas observadas, los estudiantes señalan que al poseer más espacios
para conocerse o para participar en actividades con gente de distintos cursos, la
convivencia en el establecimiento mejoraría. Lo anterior, se explicaría por las
experiencias positivas previas de los jóvenes en lugares o situaciones donde, por
medio del juego o la conversación, conocieron a personas que ahora son más
respetadas o apreciadas por ellos. Al mismo tiempo, la poca presencia de espacios
para conocerse o mezclarse con jóvenes de grupos diferentes, afectaría
negativamente las relaciones entre estudiantes, alimentando prejuicios, chismes o
potenciales conflictos.
113
CAPÍTULO V
CONCLUSIONES
Además, los resultados reafirman otros estudios que indican que las
relaciones sociales nos harían más sanos y más felices (Waldinger & Schulz, 2010;
Dogan & Eryilmaz, 2013; Hooda et al, 2009), que los espacios seguros y amigables
favorecerían la cohesión entre grupos sociales (Bagnall et al, 2018), que los lugares
adquirirían un significado importante para los individuos llevándolos a preservarlos
(National Trust, 2017), que los estudiantes chilenos presentan deficiencias para
trabajar en equipo (OECD, 2015) y que en los establecimientos con estudiantes de
grupos socioeconómicos más bajos resulta más frecuente observar agresiones entre
los jóvenes (Gobierno de Chile, 2013).
114
establecimiento, además de que propiciaría las condiciones para que se generen
prejuicios y conflictos entre jóvenes de diferentes grupos.
116
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• Wilson, E. O. (2012). The social conquest of earth. New York: Liveright Pub.
Corp.
121
ANEXO 1. Guion de entrevista a profesores jefes de enseñanza media
// Inicio
• ¿Y cómo cree que son las relaciones entre los estudiantes del colegio/liceo?
• ¿Cuáles son sus sensaciones más recurrentes cuando camina por los pasillos
durante el recreo? ¿Qué tipo de interacciones ve?
122
• ¿Qué obstáculos ve usted que dificulten la colaboración entre los estudiantes?
• ¿Cómo son las relaciones entre estudiantes de distintos cursos? ¿y por qué?
//Cierre
123
ANEXO 2. Cuestionario para la conformación del sociograma
Nombre completo:
Curso:
Fecha:
Establecimiento:
INSTRUCCIONES
¡Hola! Soy estudiante del Magister en Educación de la Universidad Austral de Chile y estoy realizando
una investigación para mi tesis, sobre convivencia escolar.
Este cuestionario es de corta duración y te pido, por favor, no hablar con los demás acerca de tus
respuestas mientras dura la prueba. En cada pregunta, deberás escoger 1 o 2 personas del curso y
poner su nombre debajo de la pregunta, al lado de cada número.
PREGUNTAS
Indica a las personas del curso con las que te gustaría sentarte en clases. Puedes elegir hasta 2
compañeros/as.
1.
2.
Indica a las personas del curso con las que te juntarías para hacer un trabajo o estudiar en grupo.
Puedes elegir hasta 2 compañeros/as.
1.
2.
Si hicieran un paseo de con gente de tu curso, nombra a quienes no te gustaría que fueran. Puedes
elegir hasta 2 compañeros/as.
1.
2.
124
ANEXO 3. Resultados del sociograma
125
Liceo Municipal
126
ANEXO 4. Guion de entrevista estudiantes de enseñanza media
// Inicio
• [Saludo] ¿Listo/a?
• ¿Cómo crees que son las relaciones entre los estudiantes del colegio/liceo?
¿y por qué?
• ¿En qué lugar del colegio te juntas a compartir con otros estudiantes de acá?
¿Por qué?
127
• Pensando en el colegio/liceo ¿En qué situaciones sientes que has aprendido a
convivir con otros?
• Según lo que has observado ¿Cuáles son los grupos que se forman entre los
estudiantes del colegio/liceo?
128
// Cierre
129
ANEXO 5. Diario de campo (ejemplos)
130
131