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Universidad Autónoma de Santo Domingo

FACULTAD DE CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN


División de Postgrado y Educación Permanente
Especialidad En Educación Afectivo Sexual
Cultura de paz para el logro de una convivencia afectiva en los estudiantado de 5to
grado de centro educativo Hermanas Mirabal.

Sustentantes.
Ángela Mendoza céspedes.

Felicia Ramírez.

Asesora:

Ana Dolores Contreras MA.

Santo Domingo, R.D.

Julio, 2015
Portada………………………………………………………………………………. I
Índice…………………………………………………………………………………II
Agradecimiento……………………………………………………………………..III
Dedicatorias…………………………………………………………………………IV
Introducción………………………………………………………………………....V

CAPÍTULO I. APROXIMACIÓN A LA REALIDAD DE LA INVESTIGACIÓN


Pág.
1.1. Situación problemática de investigación……………………………………..
1.2. Justificación de la investigación……………………………………………….
1.3 Antecedentes……………………………………………………………………..
1.4. Focalización del tema conceptualmente.......................................................
1.5. Objetivos de la investigación.......................................……………………….
1.5.1. General...........................................................……………………………….
1.5.2. Específicos................................................................................................
1.6. Descripción del contexto ...............................................................................
1.7. Constitución equipo de investigación ...........................................................

CAPÍTULO II. METODOLOGÍA DE INVESTIGACIÓN IMPLEMENTADA

2.1. Tipo de investigación .................................................................................


2.1.1 Objetivos de la investigación acción............................................................
2.1.2 Características de la investigación acción...................................................
2.2. Modelos de investigación acción..................................................................
2.3. Modelo de investigación acción seleccionado.............................................
2.4. Sujetos y objeto de estudios
2. 5 Técnicas e instrumentos para la recogida de información..........................
2.6. Esquema general de la investigación...........................................................

CAPÍTULO III. CICLO DE LA INVESTIGACIÓN ACCIÓN

3.1. Fase de planificación.....................................................................................


3.1.1. Diagnóstico de la situación problema........................................................
3.1.2. Hipótesis de acción....................................................................................
3.1.3. Plan de acción............................................................................................
3.2. Fase de acción...............................................................................................
3.2.1. Desarrollo de la acción...............................................................................
3.3. Fase de observación.....................................................................................
3.3.1 Observación de la acción............................................................................
3.3.2. Instrumentos y técnicas utilizados..............................................................
3.4. Fase de reflexión...........................................................................................
3.4.1. Análisis e interpretación de las informaciones ..........................................
3.4.2. Triangulación de las opiniones...................................................................
AGRADECIMIENTOS

ADIOS
Por qué sin tu ayuda no hubiese sido posible llegar hasta aquí, tú nuestro Dios
nos diste la sabiduría,fortaieza para siempre seguir hacia delante y lograr esta
meta por que tanto nosotras hemos luchado.

Gracias Dios.

A INAFOCAN

A LA UNIVERSIDAD AUTONOMA DE SANTO DOMINGO

DEDICATORIAS
A mi Dios.

porque es la fuerza que me guía.

A mi familia.

Minerva por que este logro sin ti hubiese sido imposible madre mía.

Celeste por que eres la pieza clave que me inspira a seguir mi abuela querida

Mis tres ángeles.

Enger , Licelotte y Stiven José ustedes son mi motivo por el cual siempre pienso
en seguir luchando, para ofrecerle un mejor porvenir y que en el mañana sean
mujer y hombres de bien.

A mi esposo.

José Antonio German por un ente motivador ,mi apoyo, el motor que me impulsa
cuando quiero abandonar por tantas paciencia ,te amo José.

A mi maestra asesora.

Ana Dolores Contreras.

Por toda su ayuda ofrecida incondicionalmente, para lo que era futuro se


convirtiera en realidad

A mis amigos.

A todos ellos que de una u otra forma contribuyeron con este logro.

ANGELA MENDOZA CESPEDES.


Introducción

Es generaliza la situación de nuestros centros educativos en la cual se evidencian


diversas situaciones, donde la que mayor prevalece es el trato inadecuado que muestra
el alumnado durante el desarrollo de las clases y en área de recreación. La cultura de
paz para el logro de una convivencia afectiva es el tema que nos compete.

El incremento de las buenas relaciones entre los estudiantes es una situación de


importancia para alcanzar el éxito de los contenidos trabajado por los docentes para
que puedan esos dicentes desarrollar las habilidades para la vida en cada uno de
ellos.

Pretendemos lograr una mejora en el comportamiento del estudiantado del centro


educativo Hermanas Mirabal, con lo que además pretendemos un mejoramiento en el
rendimiento académico del centro.

La investigación se realizó bajo los paradigmas cualitativos, en la cual tanto los


investigados como el investigador forman parte de la misma buscando la mejor
práctica en el centro educativo intervenido.

Este trabajo de investigación se llevó a cabo en el centro educativo Hermanas Mirabal


la cual está ubicada en la comunidad de quita sueño de Haina, pertenece al distrito
educativo 04-06 Haina / Nigua, regional 04 San Cristóbal. Las familias de las cuales
provienen los estudiantes de este centro educativo son de escasos recursos
económicos, que dependen de empleos diversos o trabajan en las zonas francas de
Nigua, Itabo y las de Haina, otros trabajan fuera de la zona, en el interior del país o
fuera de el, dejando a sus hijos con parientes como tías/os y abuelas/os

Luego de entrevistar y observaciones realizadas en dicho centro educativo, hemos


detectado varias necesidades, siendo la de mayor incidencia la indisciplina por parte
del estudiantado del centro educativo, el cual preparamos un programa de intervención.

La investigación se presenta en capítulos donde en el capítulo I trata la aproximación


de la investigador, aborda la situación problemática detectada, los elementos que la
justifican, los antecedentes y la focalización del tema, los objetivos generales y
específicos, descripción del contexto y la constitución del equipo de investigación; el
capítulo II metodología de la investigación implementada, trata lo relacionado al tipo de
investigación realizada, los objetivos, características y los modelos de investigación
acción, el modelo seleccionado. Presenta también los sujetos y objeto de estudio, las
técnicas e instrumentos para la recogida de información y el esquema general de la
investigación abordada; el capítulo III presenta la fase de planificación, el diagnóstico
de la situación problema, el planteamiento de hipótesis de acción y el plan de acción.
CAPITULO I

APROXIMACIÓN A LA REALIDAD DE LA INVESTIGACIÓN.

Al inicial este capitulo encontraras un analice de , cual es la situación


problemática de la investigación ,la justificación , los antecedente ,quienes
investigaron acerca de este tema, la focalización ,sus objetivo, descripción del
contexto, constitución del equipo investigador con estos sub-tema iniciamos
nuestra investigación acción ,relacionada a la cultura de paz.

1.1Situacion problemática de la investigación.

La resolución pacifica de los conflicto generado entre los dicentes en el plantel


educativo, nos lleva a la construcción de una cultura de paz, este proceso supone un
cambio de mentalidad individual y colectiva, en el cual la educación tiene un papel
importante en tanto fue incide desde las aulas en la construcción de valores delos que
serán los futuros ciudadanos, y permite una evolución del pensamiento social.
El departamento de orientación y psicología del centro educativo ,tiene contemplado en
e programa asignado por el minerd ,la resolución pacifica de conflicto, generados por
los estudiantes .Nosotras aplicamos el triple diagnostico ,por el cual nos enfocamos en
la situación con los estudiante de quinto grado ,en su gran mayoría manifiestan
situaciones de agresividad física como verbal ,arrogancia acciones despectiva hacia
sus compañeros .otros son indiferentes frente a la necesidad de los demás. Nosotras
llegamos ala conclusión de que dudemos propiciar las relaciones armoniosas,
fundamentadas en el respeto ,la tolerancia y así implementando la construcción de una
cultura de paz ,para un educación efectiva en el estudiantado Con .este proceso
pretendemos llevar una comunicación mas efectiva entre los estudiantes con la
libertad de expresar lo que sienten y lo que piensan, respetando las opiniones de
otro ,pero haciendo valer sus derechos .Enseñar a escuchar no solamente el lenguaje
verbal, sino mas alla ver el lenguaje corporar y gestual, en el cual se encierran muchos
de lo que pensamos y sentimos.

La resolución pacifica de los conflitos generados por los estudiantes en el plantel


educativo, nos lleva a la construcción de una cultura de paz este proceso supone un
cambio de mentalidad individual y cultural, en el cual la educación juega un papel
importante ya que incide desde las aulas en la construcción de valores de los que
serán los futuros ciudadanos y ciudadanas.

1-¿Cómo enseñar a captar la atención de la otra persona para favorecer la verdadera


comunicación?

2-¿Cómo enseñar al estudiante a descubrir sus propios valores y los demás?


3-¿Cómo enseñar a los estudiantes a expresarse sin tener que lastimar los
sentimientos de los demás?

1.2. Justificación de la investigación

La educación para la paz no es una opción más sino una necesidad que toda
institución educativa debe asumir. Los principios para una convivencia pacífica entre
pueblos y grupos sociales se han convertido en un imperativo legal. Ahora se trata de
conseguir que el derecho formal de la paz se convierta en un derecho real.

Forjar una cultura de paz es hacer que los niños y los adultos comprendan y respeten
la libertad, la justicia, la democracia, los derechos humanos, la tolerancia, la igualdad y
la solidaridad. Ello implica un rechazo colectivo de la violencia. E implica también
disponer de los medios y la voluntad de participar en el desarrollo de la sociedad. El
concepto de cultura de paz se ha ido configurando al amparo de un vasto movimiento
sociopolítico que aglutina a interlocutores del sistema de las Naciones Unidas y otras
muchas instancias. Las amenazas que pesan sobre la paz revisten muchas formas
distintas, desde la falta de respeto por los derechos humanos, la justicia y la
democracia hasta la pobreza o la ignorancia. La cultura de paz es una respuesta a
todas esas amenazas, una búsqueda de soluciones que no pueden imponerse desde el
exterior sino que han de provenir de la propia sociedad .

Es fundamental establecer relaciones basadas en la tolerancia y la solidaridad entre


poblaciones separadas por diferencias culturales. El proyecto de cultura de paz aspira
a armar a las poblaciones no con fusiles sino con capacidad de diálogo y de
entendimiento.

El proyecto de cultura de paz propugna la justicia y la igualdad de oportunidades para


todos, especialmente para las minorías, las poblaciones indígenas, los refugiados y los
desplazados.

La cultura de paz sólo puede tener éxito en un contexto de entendimiento mutuo y de


concepción abierta y activa de la diversidad y ala tolerancia.
1.3-ANTECEDENTES.

Al termino de la cumbre de las naciones unidas sobre los objetivos del milenio en el
mes de septiembre 2005, la declaración final pone de manifiesto el reconociendo de
los jefe de estado y del gobierno de todo el mundo a la inaplazable transición desde
una cultura de imposición, dominio y violencia o una cultura de incierto dialogo
conciliación, alianza y paz.

Cuatro años mas tarde el cinco de noviembre del 2009la asamblea general de las
naciones unidas aprobaba una resolución sobre la promoción del dialogo e
intercultural comprensión y cooperación por la paz. En el punto 49 de la agenda
titulado “cultura de paz”. En esta resolución la asamblea general establece la
celebración en el año 2010. Año internacional del acercamiento de culturas,
destacando la conmemoración en el año 2009 del año internacional de la reconciliación

Revista Iberoamericana de educación .Editada por OEI


Autor: VIDANES DIEZ JULIO. (2010) Profesor de la facultad de educación de la
universidad complutense de Madrid –España

Educar para la paz es una forma de educar en valores. La educación para la paz lleva
implícitos otros valores como: justicia, democracia, solidaridad, tolerancia, convivencia,
respeto, cooperación, autonomía, racionalidad, amor a la verdad... La educación en
valores es un factor importantísimo para conseguir la calidad que propone nuestro
sistema educativo.

Podemos realizar una breve retrospectiva histórica, recordando que la educación para
la paz se inicia con el movimiento de la Escuela Nueva, recibe el apoyo institucional de
la UNESCO, se enriquece con el ideal de no-violencia y continúa su andadura a través
de la Investigación para la Paz y el Desarrollo. Superada la clásica oposición paz
contra guerra, actualmente se propone la paz como antítesis de la violencia, la llamada
paz positiva. Este aspecto encuentra su mejor marco de actuación pedagógica dentro
del modelo socio cognitivista de Vygotsky (1979).

Las reformas educativas insisten en la necesidad de una educación para la ciudadanía


y los valores en general. Todas estas buenas intenciones deben concretarse en
disposiciones legales positivas. Por ejemplo, en el Estado Español, la ley orgánica
2/2006, de 3 de mayo, de Educación (Boletín Oficial del Estado, n. º 106, de 4 de mayo
de 2006) establece que los alumnos de Enseñanza Primaria estudiarán "Educación
para la ciudadanía y los derechos humanos", que en 4. º De Enseñanza Secundaria
Obligatoria se estudiará "Educación Ético-Cívica, y que en Bachillerato se impartirán
enseñanzas sobre "Filosofía y Ciudadanía". Confiamos en que esta ley y sus
inminentes desarrollos curriculares sirvan para impulsar una convivencia pacífica y
enriquecedora de todos los ciudadanos. La enseñanza de contenidos específicos debe
estar unida a la formación de hábitos y habilidades sociales, desarrollando programa

Adaptados a las diferentes situaciones.


Por Mena E Isidora  (2011) chile Directora VALORAS UC
Escuelas que gestionan ambientes organizados, coordinados, que forman
socialmente a sus estudiantes previenen la incomunicación, el individualismo y por
supuesto, la expresión sistemática de violencia. Por el contrario, cuando no se gestiona
la convivencia, puede aparecer la violencia y dentro de ella, el hostigamiento o bullying.
La misión de la escuela es formar a sus estudiantes en una sana convivencia y no
atacar la violencia. Está bien dejarnos impactar por los índices de violencia y de
bullying, ya que nos hace tomar conciencia de que el problema es grave y poco hemos
hecho para prevenirlo.  Es momento de la prevención y del desarrollo de climas de
convivencia escolar positivos, y para eso debemos decidirnos a gestionar la
convivencia.
La convivencia debe ser gestionada por tratarse de aprendizajes fundamentales en la
formación de las personas y por ser la escolaridad la primera experiencia de
convivencia ciudadana. Una convivencia escolar democrática, pacífica, respetuosa e
inclusiva, modela una sociedad del mismo tipo y da oportunidades de aprendizaje a
todas y todos los estudiantes. La convivencia, por tanto, no puede ser dejada al azar,
pues sólo intencionalmente es posible formar en los valores, actitudes y habilidades
que requiere dicha sociedad.
 
Para lograr una escuela que conviva como una comunidad para el aprendizaje de todos
y todas, es necesario gestionar, planificar, coordinar y evaluar las acciones en este
ámbito.
Desde una perspectiva legal, tanto la Ley de Educación General como el Marco
Curricular Nacional, junto con la Política de Convivencia, otorgan a la escuela y al liceo
la misión de formar integralmente a sus estudiantes, incluyendo en ello la capacidad de
convivir con otros.
Además, desde lo pedagógico, se requiere de un ambiente de trabajo donde las
relaciones de convivencia entre sus integrantes sean respetuosas, solidarias y
democráticas, para el logro de aprendizajes de calidad en los y las estudiantes. Estas
actitudes se forman y se aprenden en la cotidianeidad de la vida escolar, así como en
actividades curriculares planificadas.
a) Aprender a convivir es parte del desarrollo integral de las personas.
Aprender a ser ciudadano/ciudadana y desarrollar los valores y competencias
requeridas para convivir con otros, es parte del desarrollo de una persona. Saber
convivir armoniosamente con otros, expresarse, participar, dialogar, resolver
pacíficamente las diferencias, afecta positivamente el bienestar psicosocial de las
personas. En lo social, las personas integralmente desarrolladas, ejercen mejor
su ciudadanía.
Cómo se conviva diariamente en la escuela, durante ocho o doce años, enseña un
modo de convivencia. Ese modo puede estar caracterizado por enseñar a respetar a
todos y todas como sujetos de derecho, a participar, dialogar, responsabilizarse,
obedecer en el marco de una sociedad democrática, cuidar y solidarizar con otros y
otras, reflexionar, discernir, trabajar en equipo y organizarse.

b) Formar en convivencia permite convivir en la diversidad.


Cobertura total se traduce en mayor diversidad en las escuelas y liceos, exigiendo
aprender a integrar, no excluir y reconocer el valor de la fraternidad en la diferencia. No
es lo mismo enseñar al 36% de la población en edad escolar (que teníamos en la
década del ´60), que al 100% de ella (que tenemos ya desde los ´90). La cobertura total
es un esfuerzo de país por educar a todos y todas, que exige cambiar la cultura
escolar: pasar de una de elites a transformar las relaciones en base a una  mayor
tolerancia, apertura y solidaridad, para construir la cultura de la inclusión. Si no se
enseña a los estudiantes y familias sobre los valores y las competencias para convivir
en la diversidad, muchos querrán excluir a los diversos, a los que les cuesta más, a los
con menos capital cultural, en vez de hacer esfuerzos por solidarizar, enseñar ,
aprender de los “otros”, coordinarse con ellos, respetarlos y hacerse respetar.
c) Para enseñar y aprender, la escuela tiene que organizar la convivencia interna.
Investigaciones demuestran científicamente que hay mejores aprendizajes donde hay
un buen clima y gestión de la convivencia escolar. Los docentes trabajan más
felices y coordinados, los y las estudiantes respetan más la institución y se sienten
apoyados y desafiados a aprender, las y los apoderados se sienten confiados, se
adquieren más aprendizajes académicos y socio afectivos, y se logran mejores
resultados en las pruebas nacionales, entre otros hallazgos que enfatizan el alto
impacto de la convivencia en los aprendizajes.
 
Para gestionar la convivencia escolar se necesita liderazgo, compromisos
institucionales, compartir una visión y un proyecto educativo que promueva la
prevención y el desarrollo, y contar con un equipo de profesionales que coordine esta
gestión y permita generar estrategias y acciones concretas en la escuela y liceo. Es
decir, además de motivación y visión, se necesitan recursos humanos y de tiempo para
realmente convertir las buenas intenciones en prácticas concretas de desarrollo de
nuestros estudiantes...
En la escuela del siglo XXI al profesorado le corresponde alentar al alumnado en este
proceso, superando el etnocentrismo imperante, dotándole de puntos de referencia
para comprender el mundo que le rodea y reforzando al mismo tiempo su sentido de
pertenencia a la comunidad. De la reflexión y revisión de su práctica educativa surgirán
tanto los cambios metodológicos como culturales, imprescindibles para construir ese
ámbito de inclusión. El centro escolar ha de ser y ocupar ese importante espacio
educativo que le corresponde donde las múltiples formas de la participación se
articulen a través de la convicción de la pertenencia al género humano.

El derecho a la igualdad entre alumnos y alumnas es incuestionable una vez


superadas las creencias que mantenían el sistema sexo–género. La escuela ha
contribuido a hacer efectivo ese derecho; sin embargo, investigaciones recientes ponen
de manifiesto las barreras que todavía encuentran las alumnas en sus opciones tanto
vitales como profesionales. Es necesario hacer visibles los mecanismos que todavía
facilitan la permanencia de la cultura de los géneros así como revisar prácticas
educativas y aspectos curriculares que posibilitan la permanencia de jerarquías entre
sexos, de manera que tanto alumnos como alumnas puedan desarrollarse en toda su
dimensión como personas.

En el contexto actual, en ocasiones, la diversidad de orígenes culturales está


vinculada a situaciones socioeconómicas frágiles. Puede afirmarse que el alumnado
que se escolariza en la CAPV, en su recorrido hacia la escuela no tiene los mismos
puntos de partida con respecto a su situación y su origen socio–cultural.

Del mismo modo la experiencia de los últimos veinte años en el desarrollo de


iniciativas de integración de alumnado con necesidades educativas especiales (NEE)
derivadas de una discapacidad, hace imprescindible un cambio de enfoque en la acción
educativa. En este tiempo, la consideración de las necesidades individuales del sujeto
no ha sido suficientemente acompañada de planteamientos del contexto, de manera
que es en el contexto escolar y social donde se ubican las auténticas potencialidades
que van a permitir al alumnado con n.e.e. derivadas de una discapacidad, ser incluidos
en la comunidad tanto escolar como social.

Lara Bonilla Rodrigo 2012). Colombia

Democracia y Derechos Humanos en la escuela Formal Colegio Distrital de Educación


Básica y Media.

Colombia es un país en el que se convive diariamente con hechos violentos de distinto


tipo, con los que se quebrantan permanentemente los Derechos Humanos. Es tomando
en cuenta estos datos que se crea la Consejería Presidencial para la Defensa y
Promoción de los Derechos Humanos, la que se encargaría de seleccionar algunas
instituciones educativas que se encontraban localizadas en contextos sociales difíciles
para así llevar a cabo junto a ellas el "Proyecto Educativo en Democracia y Derechos
Humanos en la Escuela Formal". Este proyecto apunta a la construcción de una
escuela democrática que permita la vivencia tanto de la protección como de la
promoción de los Derechos Humanos, llegando a convertirlos en una forma de accionar
en la sociedad y, básicamente, en una forma de vida. La escuela se transforma así en
un espacio abierto a nuevas propuestas, en un espacio de discusión, de respeto y de
afectos. Entonces, la escuela necesita abrirse a su entorno, porque en definitiva tiene
que ser un lugar de encuentro, debe acoger y reconocer la singularidad de cada uno de
sus alumnos, debe propiciar que la construcción de la enseñanza, sus fines y sus
metas sean colectivos, permitiendo que todos los miembros de la comunidad educativa
puedan formar parte de ella. La enseñanza de la democracia y de los Derechos
Humanos es un proceso permanentemente reflexivo y de largo plazo, en el que hay
que considerar que el cambio es una constante, para lo cual se debe contar con
espacios y momentos para el debate, la reflexión y construcción de propuestas. Es en
este marco en el cual el colegio Rodrigo Lara Bonilla comienza a trabajar como
establecimiento piloto para la realización del proyecto. Ubicado en un sector marginal,
muchos de sus alumnos provienen de familias que han llegando escapando de la
violencia o bien buscando trabajo. Baja escolaridad de los padres, maltrato, pobreza,
abandono, son sólo algunas de las características de su alumnado, por lo que,
preocupado por su situación, el equipo pedagógico de la Consejería en conjunto con un
grupo de maestros comenzaron la construcción de un proyecto educativo.

Palos Rodríguez José (2013). Barcelona

La evolución de la humanidad está llena de guerras y conflictos y realmente no se


puede explicar sin ellos. Muchísimas veces nuestra alternativa personal para resolver
un conflicto es la violencia y la imposición. Durante el proceso de la historia y en la vida
cotidiana vemos continuamente que cuando un poder o alguien se imponen a otro
mediante la fuerza, este poder está predispuesto a que se vuelva a perder por el mismo
sistema, por la fuerza. Se acepta que la fuerza es el recurso, último o habitual cuando
está interiorizado como parte de la cultura propia y de nuestra forma de hacer para
obtener la razón. De esta forma se continúa dando ejemplo para perpetuar el mismo
mecanismo de resolución de conflictos, la fuerza, y se está construyendo una sociedad
violenta y en permanente amenaza, siempre en nombre de la razón y la verdad. Y cada
vez que hay una imposición por la fuerza se dan muchos pasos hacia atrás en el
progreso social, si no es que se destruye totalmente lo conseguido hasta ese momento.
Pero a pesar de esta realidad la mayoría de las personas continúan pensando que la
violencia y la imposición no es el mejor camino para resolver los problemas y que una
sociedad en paz sería muy deseable para el bienestar propio y para el progreso de la
humanidad... Para ello, para conseguir una sociedad en paz, como rasgo distintivo de
la especie humana, tenemos la inteligencia que nos permitiría comprender y reflexionar
sobre la realidad que nos rodea desde una perspectiva global, además de
comunicarnos, asociarnos y utilizar la libertad para crear y construir una sociedad
mejor. También es cierto que la inteligencia se puede utilizar para todo lo contrario pero
seria una inteligencia mal entendida en cuanto estas actuaciones van en contra del
progreso de la misma humanidad.

Tuvilla Rayo JOSE (2006) Sevilla España.

La Cultura de Paz, resultado de un largo proceso de reflexión y de acción no es un


concepto abstracto, sino que fruto de una actividad prolongada a favor de la paz en
distintos periodos históricos y en diferentes contextos, constituye un elemento
dinamizador, abierto a las constantes y creativas aportaciones que hagamos. La
educación en este proceso ocupa un importante papel pues gracias a la relación
interactiva y sinérgica que mantiene con la Cultura de paz favorece el desarrollo del
resto de ámbitos donde esta se desarrolla y construye. Es a través precisamente de la
educación que las sociedades alcanzan mayores cotas de desarrollo humano, superan
los prejuicios y estereotipos que segregan y separan a unos de otros, se establecen
relaciones basadas en la cooperación y la participación, se aprehende y comprende el
mundo diverso y plural en el que vivimos, se desarrollan las habilidades y capacidades
necesarias para comunicarse libremente, se fomenta el respeto de los derechos
humanos y se enseñan y aprenden las estrategias para resolver los conflictos de
manera pacífica. Esto conlleva un cambio en la pertinencia de la educación ofrecida por
los sistemas educativos actuales. Pertinencia, referida por un lado a
su función socializadora en cuanto transmisora de los valores propios de la sociedad y
por otro a su capacidad de anticiparse al cambio satisfaciendo así las necesidades
sociales. A estas dos funciones (socialización y anticipación al cambio) se le une, como
han comprendido algunos reformadores, la función humaniza dora o pacificadora. Si
bien las dos primeras atienden a las dimensiones tradicionales de la educación
(organización escolar, proceso educativo, currículo y dimensión social), la tercera
función representa un nuevo paradigma para los sistemas educativos, pues se trataría
de planificar la educación de manera más compleja atendiendo por un lado a la
exigencia de un aprendizaje ciudadano permanente donde la transmisión de los
conocimientos no es tan importante como la construcción y difusión de los mismos; y,
por otro lado, el establecimiento de una red entrelazada de momentos donde se
aprende dando respuesta a problemas de carácter más universal. La función liberadora
o humanizadora exige, por consiguiente, la concepción de un modelo de educación
abierto y plural, no restringido únicamente a los centros educativos. De ahí que la
Cultura de paz represente para los sistemas educativos contemporáneos un conjunto
de tensiones:
La Cultura de Paz y No violencia exige pasar de un modelo de educación
institucionalizada a un modelo de sociedad educativa.
La definición de Cultura de Paz establece el modo y los niveles de análisis de las
relaciones entre la educación y la cultura, incluyendo la dimensión cultural de un
modelo de desarrollo que debe ser compatible tanto con el derecho humano a la paz
como con el derecho a un desarrollo humano sostenible. Esta relación señala no sólo
las finalidades de la educación sino las metas de la sociedad. Esta tendencia
representa una nueva forma de entender el concepto de una nueva ciudadanía
emergente caracterizada por una ecuación - pendiente en muchas sociedades- entre el
principio de igualdad y la cohesión social. Las profundas transformaciones en curso
están produciendo redefiniciones en relación con el ejercicio de la ciudadanía que van
más allá de su significado tradicional como expresión de un conjunto de derechos y
deberes consagrados por las leyes. Los signos de la globalización y la
tercera revolución industrial colocan en el centro del desarrollo los componentes del
conocimiento y la información. Esos cambios alteran las formas del ejercicio ciudadano
y reasignan nuevas funciones a los sistemas educativos. La educación puede facilitar el
acceso democrático del conocimiento asegurando la igualdad inmaterial, pero no puede
asegurar en el futuro la igualdad material. En la actualidad, los cambios acelerados a
los que se ve sometida la sociedad evidencian que el ejercicio ciudadano no remite
sólo a disponer de derechos políticos, civiles y sociales, sino también a participar en las
mismas condiciones que los demás en el intercambio comunicativo, en
el consumo cultural, en el manejo de la información y en el acceso a los espacios
públicos. Las mismas tendencias que caracterizan nuestro mundo al comienzo del siglo
XXI determinan cuáles serán los desafíos de la educación (Braslavsky, 2001): a) La
existencia de una sociedad con dos velocidades y por tanto con dos tipos de
ciudadanos ( los que se benefician de la producción de bienes y servicios y los que
quedan excluidos) exige garantizar una educación de una calidad tal que permita a
todos aprovechar los bienes de la sociedad y buscar, al mismo tiempo, alternativas
para que las desigualdades no existan; b) La presencia de nuevas formas de violencia
relacionadas con este tipo de sociedad emergente, la marginación o la diversidad
cultural impone un modelo educativo capaz de establecer un diálogo intercultural
sincero y gestionar pacíficamente los conflictos; c) El conocimiento progresa a
gran velocidad y cambia en su estructura, por lo que la educación no puede quedar
anclada en la transmisión de un conocimiento desfasado que no es funcional en los
momentos actuales; y d) La democratización de las sociedades exige que la educación
sea más participativa y democrática, abierta a la comunidad más próxima. La
educación debe preparar al individuo para el trabajo en una sociedad no siempre
cohesionada, hacerle apto para realizar su papel de ciudadano y desarrollarle como ser
humano, pero es obvio que en los momentos actuales esta educación no puede
quedarse reducida al marco de los centros educativos, porque los objetivos de la
educación y el proceso educativo que requieren la sociedad y la propia Cultura de Paz
son de tal complejidad que ninguna institución educativa podría ser suficiente para
realizar aisladamente esta tarea. La única solución consiste en restructurar la sociedad
de tal manera que pueda comprometer a todos sus segmentos y a todas las
instituciones en este proceso: medios de comunicación, administraciones públicas,
asociaciones sindicales, colectivos ciudadanos, organizaciones no-gubernamentales...
En resumen, no basta con una reforma educativa amplia que fije la Cultura de paz
como prioridad de la educación, sino que esta labor corresponde al conjunto de la
sociedad. La educación obligatoria puede ser una buena y sólida base para contribuir a
la construcción de esta cultura, pero la paz como derecho requiere del quehacer
permanente y coordinado de todos los actores sociales. La tensión está servida entre la
realidad presente y el deseo de un mundo sin fronteras.
La Cultura de paz promueve la concepción de centro docente como comunidad de
aprendizaje.
La eficacia de los centros educativos constituye el centro de los debates actuales sobre
educación. Dos criterios determinan, entre otros, tal eficacia. Por un lado, los avances
tecnológicos y la preponderancia del saber en un mundo globalizado, acompañado de
nuevos desafíos y nuevas desigualdades sociales, exige la apertura de los centros
educativos a la sociedad. Y por otro, los centros deben ser capaces de organizarse de
manera cada vez más democrática, obteniendo mejores resultados y mayores niveles
de calidad. La cuestión que propone la Cultura de Paz es saber cómo las escuelas
pueden contribuir más eficazmente en la construcción de esa cultura basada en los
principios de la democracia y de la no violencia. Si el objetivo consiste en formar
ciudadanos no violentos para alcanzar una sociedad pacífica, los centros educativos
deben tener como meta favorecer una organización cada vez más participativa y
democrática que - por medio de la gestión no violenta de las diferencias y de los
conflictos que en ella se producen- alcance en mayor grado sus objetivos a través de la
cooperación de todos sus miembros. Y esto porque los centros educativos, al igual que
prácticamente todas las organizaciones sociales, son espacios caracterizados por la
existencia constante de conflictos (Ball, 1989); pero el conflicto entre los distintos
miembros de la comunidad educativa no sólo es un hecho inevitable de su vida
organizativa, sino que puede y debe ser considerado también como un proceso
mediante el cual el propio centro crece y se desarrolla. Comprender y resolver los
conflictos en los centros educativos es un rasgo esencial de su propia organización
democrática basada en el respeto mutuo, en la diversidad y en el pluralismo. Los
estudios recientes constatan que: a) los centros educativos más abiertos y
democráticos favorecen los niveles democráticos de la sociedad (Ehman,1980); b) los
métodos pedagógicos y cooperativos disminuyen los conflictos étnicos y favorecen la
comprensión entre las diferentes culturas (Lynch,1991); c) las prácticas educativas
democráticas responden mejor a las necesidades de aprendizaje del alumnado
(Dimmock, 1995); y d) los centros, en definitiva, que favorecen a su alumnado
experiencias democráticas desarrollando en el aula y en la escuela las competencias,
los valores y los comportamientos democráticos contribuyen, mejor que otros centros, a
la instauración de una cultura de paz y no violencia (Harber, 1997). Pero esto no es
suficiente, la educación impartida en los centros docentes no está aislada del resto de
moldeamientos educativos que la sociedad ofrece. Es pues necesario pasar de un
modelo centrado únicamente en la relación tradicional entre profesorado y alumnado en
el espacio cerrado de las organizaciones escolares, a un modelo abierto a la
comunidad. Pasar de los centros educativos a las comunidades de aprendizaje. Esto
representa dos retos: el primero de ellos referido al centro educativo como espacio
comunitario para la realización de otras actividades educativas complementarias
organizadas, coordinadas o dirigidas por y para la comunidad; la inclusión en el
currículo y en los proyectos educativos de actividades en colaboración con la
comunidad; o utilizando de manera sistemática los recursos que la comunidad ofrece al
centro. El segundo reto obedece a la exigencia de la propia construcción de la Cultura
de Paz de diseñar proyectos educativos integrales, participativos y permanentes
basados en la actuación conjunta de todos los componentes de la comunidad educativa
y de amplios sectores de la sociedad.
La Cultura de paz tensiona la organización escolar y el propio currículo
Fomentar los valores universales compartidos y los comportamientos en que se basa la
Cultura de paz es una finalidad educativa que supone el aprendizaje de una ciudadanía
capaz de manejar situaciones difíciles e inciertas desde la autonomía y la
responsabilidad individual. Responsabilidad, por otro lado, unida al reconocimiento
del valor del compromiso cívico, de la asociación con los demás para resolver los
problemas y trabajar por una comunidad justa, pacífica y democrática. Pero como
sabemos esta finalidad es una quimera cuando las sociedades no son capaces de
satisfacer las necesidades básicas de sus ciudadanos. La Cultura de paz tensiona
tanto a la educación como a la sociedad al tratar de capacitar a los individuos para
hacer elecciones y actuar no sólo en función de las condiciones sociales, económicas
o políticas del presente, sino en relación con la visión del futuro al que aspiran. Dicha
tensión obliga no sólo a repensar la organización escolar para alcanzar mayores
niveles de participación democrática, sino que exige que estos mismos niveles estén
presentes en la sociedad.
Durante mucho tiempo, la institución escolar, nacida bajo la inspiración de
la Ilustración, se limitó casi exclusivamente a transmitir los saberes científicos o
técnicos que los ciudadanos necesitan para desempeñar las funciones demandadas
por la sociedad. Esto supuso considerar que el saber académico correcto tenía que
proceder de los conocimientos científicos, organizado a través de las diferentes
materias o disciplinas. Pero en la actualidad, los cambios que se están produciendo en
el mundo de la ciencia, del conocimiento y de la información ha dejado de alentar la
ilusión de poseer verdades absolutas y una neutralidad discutible, cuestionada por una
visión holística de la realidad e impone un nuevo enfoque curricular en el que la
dimensión transversal constituye una de sus mejores innovaciones, encaminada a
corregir algunos de los efectos perversos que hemos heredado de la cultura tradicional.
Uno de los cuales ha sido, sin duda, que ese tipo de enseñanza tradicional no prepara
al alumnado para convertirse en ciudadanos de pleno derecho en una sociedad
democrática, al no permitirles el acceso de conocimientos precisos sobre la
problemática social del momento, desarrollar su propia autonomía moral, construir su
propio conocimiento y participar en la solución de los graves problemas que afectan a
la humanidad. Por otro lado, ni la ciencia ni la educación han sido nunca neutrales. Por
eso, la escuela no puede permanecer al margen de las nuevas corrientes que imperan
en el campo de la Filosofía de la Ciencia, según las cuales las teorías científicas no
serían sino modelos explicativos parciales y provisionales de determinados aspectos de
la realidad en un determinado contexto histórico, social y cultural. Como señala
Montserrat Moreno (1993): "La temática de los temas transversales proporciona el
puente de unión entre lo científico y lo cotidiano, a condición de proponer como
finalidad las temáticas que plantean y como medios las materias curriculares, las
cuales cobran así la calidad de instrumentos cuyo uso y dominio conduce a obtener
unos resultados claramente perceptibles".
La educación tiene la finalidad de contribuir a desarrollar en los alumnos y alumnas
aquellas capacidades que se consideran necesarias para desenvolverse como
ciudadanos con plenos derechos y deberes en la sociedad en la que viven.
Capacidades que tienen que ver no sólo con los conocimientos que aportan las
diversas materias curriculares o disciplinas, sino también con ciertas cuestiones de una
gran trascendencia en la época actual sobre las cuales las sociedades reclaman
una atención prioritaria. La educación, por consiguiente, debe posibilitar que el
alumnado llegue a entender esos problemas cruciales- de los que se hace eco la
comunidad internacional- y a elaborar un juicio crítico respecto a ellos, siendo capaces
de adoptar actitudes y comportamientos basados en valores, racional y libremente
asumidos. Esta reflexión es la que ha llevado a emprender en numerosos países
reformas educativas que comparten el mismo enfoque curricular y en las que el
concepto de "transversalidad", aunque con diferencias, constituye uno de sus más
importantes rasgos, introduciendo nuevos contenidos curriculares, pero sobre todo
reconstruyendo y reformulando los existentes desde un nuevo enfoque integrador e
interdisciplinar. La transversalidad es, sin lugar a dudas, uno de los elementos más
innovadores de las actuales reformas educativas y el elemento básico de la llamada
Educación Global sostenida por los siguientes ejes: "la globalización de la cultura, la
educación integral de la persona, la organización democrática de la escuela y el
compromiso de la educación con la problemática socio-natural" (Yus, 1997). Esto
significa que los currículos deben admitir la tensión que la transversalidad genera en
los programas escolares, tanto en su metodología como en sus contenidos, desde la
perspectiva de la Cultura de Paz. Ante la complejidad y globalidad de las problemáticas
mundiales, la educación deba ser una educación global que supere también la noción
de una transversalidad simple, entendida como la presencia en cada una de las áreas
de conocimiento de contenidos que atraviesan el currículo. Como expresa Travé
González (1999): "Superar la disciplinariedad y la transversalidad simple por
planteamientos transdisciplinares, no solamente representa, en síntesis, adoptar una
forma más o menos novedosa de organizar el conocimiento escolar ni de formular otro
tipo de alternativa metodológica. Supone, por el contrario, asumir propuestas críticas de
intervención que permitan modificar las viejas estructurasepistemológicas y didácticas,
propuestas que partan de la educación como hecho global e integrador capaz de
contribuir, desde la lógica del alumno que aprende, a explicar en definitiva la realidad
de la sociedad actual en toda su complejidad y en toda su diversidad".

"La educación del futuro deberá ser una enseñanza primera y universal centrada en la


condición humana. Estamos en la era planetaria; una aventura común se apodera de
los humanos donde quiera que estén. Estos deben reconocerse en su humanidad
común y, al mismo tiempo, reconocer la diversidad cultural inherente a todo cuanto es
humano" (Edgar Morin, 1999)
Tal vez sea precisamente en el reconocimiento recíproco de la condición humana
donde reside el fundamento de una cultura universal, conformada colectivamente, que
aspira a resolver las problemáticas y retos del futuro desde una forma
de gobierno fundada en la justicia. Por otro lado, es evidente que la educación -
cualquiera que sea su definición o función social establecida- es una tarea humana,
centrada en el diálogo entre los actores, dirigida a aquel aprendizaje que favorece la
comprensión del mundo, un mayor desarrollo de la personalidad de cada cual y la
mejor forma posible de utilizar las capacidades (individuales y colectivas) para abordar
con creatividad y éxito los problemas reales de una sociedad sometida a acelerados y
constantes cambios.
Reconocernos en nuestra humanidad común y, al mismo tiempo, reconocer la
diversidad cultural inherente a todos plantea diversas cuestiones que la educación
debe responder. Una de estas interrogantes es cómo llegar a ese reconocimiento a
través del diálogo como método para tomar conciencia de nuestra realidad común y a
la vez diversa; y también como condición necesaria para construir un saber
o conocimiento útil. Es decir, cómo favorecer una educación caracterizada por tres
tipos de relaciones:
Dialógica o comunicativa como instrumento de descubrimiento compartido del saber;
Igualitaria como intercambio de percepciones, emociones, sentimientos e ideas de lo
que somos y a lo que aspiramos, basado este intercambio en el respeto de
la dignidad humana y en la diversidad cultural;
Contextual o histórica que construye la realidad y sus posibilidades de mejora
partiendo de las preocupaciones reales de los que educan y se educan.
Por otro lado, no podemos olvidar que ese saber conveniente y perdurable fundado en
el conocimiento de la condición humana y de sus posibilidades transformadoras,
esencia básica de la educación, está unido de manera inexorable al universo de los
valores: al modo cómo percibimos el mundo, lo organizamos y nos situamos en él
estableciendo un conjunto de reglas y normas para dirimir los conflictos de relaciones
que se dan en el mismo; y, codificando las prioridades de nuestras acciones en función
del grado de satisfacción de nuestras necesidades humanas básicas. Es por ello que la
educación no puede ni debe acontecer al margen de la dimensión ética; pues educar,
según Victoria Camps (1994), es: " formar el carácter, en el sentido más extenso y total
del término: formar el carácter para que se cumpla un proceso de socialización
imprescindible, y formarlo para promover un mundo más civilizado, crítico con los
defectos del presente y comprometido con el proceso moral de
las estructuras y actitudes sociales". ¿Cuáles deben ser los valores mínimos
universalizables y consensuados que posibilitan el reconocimiento de lo que como
seres humanos nos hace semejantes y, a la vez, diferentes? Atendiendo a las
cuestiones anteriores, tres son pues, de partida, los desafíos que la sugerencia de
Morin nos plantea:
1/ Reflexionar sobre la mejor forma de poner la educación al servicio de la Humanidad,
como meta, que recomienda una profunda reflexión sobre la finalidad misma de la
educación, desde la perspectiva política de la formación de
una ciudadanía responsable, en un mundo globalizado y en permanente cambio. Se
trataría, en primer lugar, de asegurar el pleno ejercicio de los derechos democráticos y
la cohesión social a través de la participación; las competencias básicas para una
ciudadanía informada y responsable; la construcción de una cultura científica para
todos; el cultivo de los valores y actitudes de aprecio de si mismo y de los otros, como
base de la convivencia y la paz; y los procedimientos para seguir aprendiendo y
accediendo al conocimiento a lo largo de toda la vida. Por otro lado, esta educación
debe mantener un adecuado equilibrio tanto en su dimensión humanista como tecno-
científica, considerando las necesidades de los individuos y las demandas sociales. Y
por último, la revisión y actualización periódica del currículo, en su concepción más
amplia, para permitir el desarrollo de las dimensiones señaladas.
2/ Considerar la educación como un proceso caracterizado por una especial relación
comunicativa o aprendizaje dialógico, sostenido por los principios de igualdad y no-
discriminación cuyo fin no es exclusivamente la transmisión de conocimientos, sino la
construcción colectiva de los mismos, desde el reconocimiento y respeto a la
diversidad, guiada por la búsqueda de soluciones reales y posibles a las problemáticas
a las que las sociedades, según su contexto, deben dar respuesta. O dicho a la manera
de Adela Cortina (1996): "La educación del hombre y del ciudadano ha de tener en
cuenta, por tanto, la dimensión comunitaria de las personas, su proyecto personal, y
también su capacidad de universalización, que debe ser dialógicamente ejercida,
habida cuenta que muestra saberse responsable de la realidad, sobre todo de la
realidad social, aquel que tiene la capacidad de tomar a cualquier otra persona como
un fin, y no simplemente como un medio, como un interlocutor con quien construir el
mejor mundo posible".
3/ Enseñar la condición humana teniendo presente su naturaleza como unidad
compleja que traducido al ámbito educativo significa abordar la transversalidad como
un elemento diferenciador e innovador de una educación orientada por una visión
holística del ser humano y del mundo. Visión que por la misma razón, en los niveles
más concretos de la educación, implica una organización escolar más abierta y
estrechamente coordinada con otros ámbitos sociales.
En síntesis, se trata de recuperar el valor de la humanidad a través de la educación
para hacer frente a los retos del futuro desde el aprendizaje de una cultura universal.
Pero no de una cultura cualquiera, sino una cultura fundada en el conjunto de esos
valores compartidos por todos inspirados en un deber ético y una necesidad y realidad
social: convivir en paz.
Manifiesto de Sevilla
Diecisiete especialistas mundiales representantes de diversas disciplinas científicas se
reunieron en mayo de 1986 en la capital andaluza. Fruto de esta reunión es el llamado
Manifiesto de Sevilla que ha permitido avanzar en la concepción de violencia al
considerarla como un ejercicio de poder, refutando el determinismo biológico que trata
de justificar la guerra y a legitimar cualquier tipo de discriminación basada en el sexo, la
raza o la condición social. La violencia es, por consiguiente evitable y debe ser
combatida en sus causas económicas, sociales y culturales. En el Manifiesto se declara
que es científicamente incorrecto: Afirmar que el ser humano haya heredado de sus
ancestros los animales la propensión de hacer la guerra, puesto que es un fenómeno
específicamente humano, producto de la cultura; Pretender que hemos heredado
genéticamente la propensión de hacer la guerra, puesto que la personalidad está
determinada también por el entorno social y ecológico; Inscribir la violencia en
la selección realizada, a través de nuestra evolución humana, a favor de
un comportamiento agresivo en detrimento de otros tipos de conducta posibles como la
cooperación o la ayuda mutua; Afirmar que la fisiología neurológica nos obliga a
reaccionar violentamente, puesto que nuestros comportamientos están modelados por
nuestros tipos de acondicionamiento y nuestros modos de socialización; Decir que la
guerra es un fenómeno instintivo que responde a un único móvil, pues la guerra
moderna pone en juego tanto la utilización de una parte de las características
personales (obediencia ciega o idealismo) y aptitudes sociales como el lenguaje como
planteamientos racionales.

1.4-Focalizacion del tema conceptualmente

¿Qué es cultura de paz?: según la difusión de las naciones unidas (1998 resolución A /
52/13, la cultura de paz consiste en una serie de valores, actitudes, comportamientos
que rechaza la violencia y previene los conflictos tratando de atacar su causa para
solucionar los problemas mediante el dialogo y la negociación entre las personas, los
grupos y las naciones. La cultura de paz consiste en una serie de valores, actitudes y
comportamiento que rechazan la violencia y previenen los conflictos tratando de atacar
sus causas para solucionar los problemas mediante el dialogo y la negociación entre
las personas, las naciones, teniendo en cuenta un punto muy importante que son los
derechos humanos, pero así mismo respetándolos y teniéndolos en cuenta en esos
tratados. Esta fue definida por resolución de la ONU, siendo aprobado por la Asamblea
General el 6 octubre de 1999 en el quincuagésimo tercer periodo de sesiones, acta
53/243.

En este documento titulado declaración y programación de acción sobre una cultura de


paz, la Asamblea General hace alusión y énfasis en la carta de las Naciones Unidas, a
la constitución de la Organización de las Naciones unidas para la educación, la ciencia
y la cultura, a la Declaración Universal de los Derechos Humanos y reconoce que “la
paz no es solo la ausencia de conflictos”.

Ámbitos de acción.

Promover varias culturas de paz por medio de la educación


Promover el desarrollo económico y social sostenible
Promover el respeto de todos de todos los derechos humanos
Garantizar la igualdad entre mujeres y hombres ya sea grande o pequeño
Promover la participación democrática
Promover la compresión, la tolerancia y la solidaridad
Apoyar la comunicación participativa y la libre circulación de información y
conocimientos

Paz en todos los países


Promover la paz

Manifiesto 2000 para una cultura de paz y no violencia

Tomado el año 2000 como un nuevo comienzo, se intenta concienciar al mundo


sobre la necesidad de tener un cultura de No violencia y con esto se exige la
participación de todos en este evolutivo.

En cual 5 parámetros principales nos ayudaran a forjar un mundo más justo, mas
solidario, mas libre, digno y armonioso, con mejor prosperidad para todos.

Parece que la definición de paz no tendrá que ver tan solo con que no haya guerra.,
hecho que por descontado es imprescindible para el desarrollo. Esto seria una
concepción muy frágil y un tanto negativa en cuanto que concebirla solamente como la
ausencia de guerra sería indicativa de una cultura de violencia. Por lo expuesto
anteriormente se deduce que la paz es una forma de interpretar las relaciones sociales
y una forma de resolver los conflictos que la misma diversidad que se presenta en la
sociedad hace inevitables. Y cuando hablamos de conflictos, no nos referimos tan sólo
al conflicto bélico sino también a la contraposición de intereses entre personas o
grupos o las diferentes formas de entender el mundo. Nos referimos al conflicto como
un hecho natural de las relaciones sociales por lo que la solución de estos conflictos no
puede ser mediante la violencia pues estaríamos asegurando de forma permanente
una sociedad violenta. Tampoco los mecanismos de solución establecidos por la
sociedad pueden dilatarlos tanto como para que estos conflictos deriven en violencia o
conflicto armado. Por tanto la paz sería evidentemente una ausencia de guerra, pero
ante todo y como estructura preventiva, la paz sería un estado activo de toda sociedad
en la búsqueda de una sociedad más justa. En esta sociedad los mecanismos para
resolver los conflictos deberían ser los propios de las capacidades que la inteligencia
humana nos permite como: la comunicación., el diálogo y la cooperación. Estas
capacidades consideradas las básicas de una cultura de la paz, deberían ser aplicadas
en todos los ámbitos y escalas de la sociedad: en la familia, en la empresa, en la
política y también a nivel local y a nivel internacional.

Generalmente se dice que la resolución de los conflictos de esta forma es una utopía.
Contra esto hay pocos argumentos .Es cierto que es una utopía en tanto que no se ha
alcanzado y que es difícil hacerlo de forma generalizada. Pero esto no supone que
tengamos que seguir aceptando inevitablemente una sociedad violenta, con la que en
principio, la inteligencia humana nos dice que no podemos estar de acuerdo. Quien
dice que es una utopía, y que no se puede hacer nada, está aceptando la sinrazón de
la violencia y bloqueando cualquier intento de solución pacífico. Y por qué no, también
podríamos decir que es una utopía pensar que, con una cultura de la violencia como la
dominante, la humanidad puede progresar y que las futuras generaciones recibirán
como legado los elementos y las condiciones para un futuro mejor que el nuestro, como
sería nuestra responsabilidad, Y de todas formas equivocarse en el intento de un
proyecto de desarrollo correspondiente a una cultura de la paz no sería tan dramático
como lo es y está siendo, desarrollarse en la cultura de violencia. También se dice que
hablar en términos planetarios de salud, paz, libertad, justicia, democracia es utópico,
pero de forma contextualizada la utopía de estas palabras tiene grados y significados
diferentes y concretos .A pesar de considerase utópica, la inmensa mayoría de las
personas considera deseable esta utopía y quieren caminar en esta dirección
considerando negativo cualquier paso en sentido contrario. Por esto, la paz también es
un punto de referencia hacia el que se ha de caminar, y sobre todo responde a un
modelo de convivencia y desarrollo sostenible en el futuro. La utopía es un instrumento
al servicio de la transformación de la sociedad. La educación también tiene esta función
transformadora y necesita de utopías para ir hacia ellas. Una de esta es la paz, y desde
una visión sistémica la construcción de la cultura de la paz podría ser la utopía
referente, para lo que deberíamos hablar también de justicia, libertad, democracia,
tolerancia y desarrollo. Porque no podemos olvidar que en la raíz de la violencia están
las desigualdades económicas y la pobreza, el bloqueo de las posibilidades de
desarrollo, los gobiernos autoritarios, las discriminaciones por razón de sexo, cultura o
color de piel, y que la solución de estos problemas sociales y económicos a todas las
escalas es prioritario para que se pueda eliminar la violencia y construir la paz.

La paz empieza por el rechazo de la violencia como forma de solucionar los conflictos.
Y para que esto pueda ser posible se debe dar un amplio consenso al respecto, es
decir la paz se debe interiorizar culturalmente y esto supone erradicar la cultura de la
guerra y la violencia como forma de resolver los problemas que genera el modelo de
desarrollo actual. Se piensa que la guerra es injusta y dramática para los seres
humanos, pero también se considera inevitable en muchos casos. Es un ejemplo claro
de que con el dominio de la cultura de la violencia las soluciones violentas siempre
están justificadas y que si no se realizan cambios conceptuales y se toman medidas
preventivas se recurrirá siempre a la violencia como último recurso. La cultura de la paz
se centra sobre todo en los procesos y en los métodos para solucionar los problemas y
esto supone generar las estructuras y mecanismos para que se pueda llevar a cabo. Su
generalización persigue la erradicación de la violencia estructural (pobreza,
marginación), así como la violencia directa, mediante el uso de procedimientos no
violentos en la resolución de conflictos y mediante medidas preventivas.

La construcción de una cultura de la paz es un proceso lento que supone un cambio de


mentalidad individual y colectiva. En este cambio la educación tiene un papel
importante en tanto que incide desde las aulas en la construcción de los valores de los
que serán futuros ciudadanos y esto permite una evolución del pensamiento social. Los
cambios evolutivos, aunque lentos, son los que tienen un carácter más irreversible y en
este sentido la escuela ayuda con la construcción de nuevas formas de pensar. Pero la
educación formal no es suficiente para que estos cambios se den en profundidad. La
sociedad, desde los diferentes ámbitos implicados y desde su capacidad educadora,
también deben incidir y apoyar los proyectos y programas educativos formales. Así es
importante que se genere un proceso de reflexión sobre como se puede incidir en la
construcción de la cultura de la paz, desde los medios de comunicación, desde la
familia, las empresas, las unidades de producción agrícolas, desde los ayuntamientos,
desde las organizaciones no gubernamentales, desde las asociaciones ciudadanas,
etc.. Se trata de generar una conciencia colectiva sobre la necesidad de una cultura de
la paz enraizada en la sociedad con tanta fuerza que no deje lugar a la violencia. Y se
trata de que los gobiernos tomen conciencia de esta cultura de la paz y de los factores
y condicionantes que la facilitarían, tal como eliminación de las situaciones de injusticia,
distribución más equitativa de la riqueza, eliminación de la pobreza, derecho a la
educación en igualdad de condiciones, etc. Y por otro lado que conviertan esta
conciencia en una nueva cultura de administrar el poder.

La cultura de paz supone ante todo un esfuerzo generalizado para modificar


mentalidades y actitudes con ánimo de promover la paz. Significa transformar los
conflictos, prevenir los conflictos que puedan engendrar violencia y restaurar la paz y la
confianza en poblaciones que emergen de la guerra. Pero su propósito trasciende los
límites de los conflictos armados para hacerse extensivo también a las escuelas y los
lugares de trabajo del mundo entero, los parlamentos y las salas de prensa, las familias
y los lugares de recreo.

La cultura de paz no es sólo una idea. Desde su origen, que se remonta a una serie de
programas de consolidación de la paz en países que salían de un conflicto armado, se
ha convertido en uno de los grandes temas de la Estrategia a Plazo Medio de la
UNESCO (1996-2001), que articula un amplio abanico de actividades de la
Organización. Existen proyectos en curso en numerosos países, como Angola, Burundi,
Côte d’Ivoire, El Salvador, Etiopía, Haití, Liberia, Malí, Mozambique, Filipinas, la
Federación de Rusia, y Somalia.

El año 2000 coincidirá con el Año Internacional de la Cultura de la Paz. Dado su


carácter de bisagra entre dos milenios, el 2000 será un año histórico. El Año
Internacional de la Cultura de la Paz constituirá una ocasión única para conceder todo
su protagonismo al proyecto "Hacia una cultura de la paz" y despertar, tanto en los
países como en los individuos, el deseo entusiasta de participar activamente en la
promoción de una paz duradera. La intervención de la UNESCO será decisiva en este
terreno, alentando a los Estados Miembros y organizaciones externas, sobre todo a los
miembros del sistema de las Naciones Unidas, a poner en marcha iniciativas de paz a
todas las escalas, desde la local hasta la nacional, regional o internacional. Como ya
queda dicho, esa labor puede declinarse en forma de programas educativos,
actividades culturales, iniciativas conjuntas con los medios de comunicación, etc. La
Organización contribuirá a coordinar todas esas actividades.

La UNESCO propone que el Año Internacional venga asociado a programas regionales


e internacionales que insistan en el carácter prioritario de la paz, el desarrollo y la
democracia. Planificando y llevando a término esas actividades, los Estados Miembros
prestarán un apoyo y una colaboración de gran valor. La UNESCO realiza actualmente
consultas con los Estados Miembros sobre posibles proyectos piloto, que deben buscar
una amplia participación e incorporar al proceso a las organizaciones
intergubernamentales y no gubernamentales.

También se está elaborando un calendario de actividades. De algunas conferencias


ligadas a la UNESCO, como las conferencias mundiales sobre la ciencia (1999) o la
comunicación (2000), y del examen del Plan de Acción de Beijing, previsto para marzo
de 1999, podrían surgir propuestas de nuevos proyectos que rubricaran el Año
Internacional. Para la 30ª reunión de la Conferencia General de la UNESCO (1999) se
han programado diversas actividades especiales. La Asamblea del milenio y el Foro de
Organizaciones no Gubernamentales, eventos previstos para la Asamblea General del
año 2000 con motivo del milenio, también estarán estrechamente relacionados con las
actividades del Año Internacional.

Para promover la idea de una paz duradera, la UNESCO prevé dar continuidad a las
actividades del Año Internacional más allá del 2000. Actualmente se están forjando
estrechos vínculos de carácter internacional, nacional o local con interlocutores
diversos. En el año 2001, el Año Internacional de los Voluntarios abrirá nuevas vías
para crear relaciones de colaboración y proseguir diversas actividades. No en vano en
su propuesta de declarar el Año 2000 "Año Internacional de la Cultura de la Paz", el
Consejo Económico y Social afirmó que ello "estimularía los esfuerzos de la comunidad
internacional para instaurar y promover una cultura de paz dotada de carácter
permanente
1.5-OBJETIVO DE LA INVESTIGACION.

1.5.1GENERAL.

El objetivo de esta investigación es contribuir al fortalecimiento de la cultura de la paz,


asesorando y apoyando el estudiantado de quinto grado del centro educativo Hermana
Mirabal del distrito educativo 04-06.

1.5.2 ESPECIFICO

Fomentar un clima de respeto entre los dicentes de 5to grado del el centro educativo.

Mejorar la disciplina de los dicentes de 5to grado del centro educativo.

Motivar para un clima de paz y armonía entre los dicentes, que ha su vez incrementa

Y desarrolla su autoestima.

Favorecer la participación activa y democrática para transformar al estudiante en sujeto


activo y pensante ante la situación de conflicto.

1.6 DESCRIPCIÓN DEL CONTEXTO


Este trabajo de investigación se llevó a cabo en el centro educativo Hermanas Mirabal
la cual está ubicada en la comunidad de quita sueño de Haina, pertenece al distrito
educativo 04-06 Haina / Nigua, regional 04 San Cristóbal. Las familias de las cuales
provienen los estudiantes de este centro educativo son de escasos recursos
económicos, que dependen de empleos diversos o trabajan en las zonas francas de
Nigua, Itabo y las de Haina, otros trabajan fuera de la zona, en el interior del país o
fuera de él, dejando a sus hijos con parientes como tías/os y abuelas/os.
El centro educativo Hermanas Mirabal, esta ubicada, en la entrada del sur de la capital,
quita sueño de Haina, calle Nicaragua # 29 el nieto, posee ocho aulas y una oficina de
dirección, funciona en tanda matutina ,vespertina con una población de 1,300
estudiantes, diez siséis docentes, dos secretarias, una psicóloga, una orientadora,
directora, coordinadora, dos portero, y ochos conserjes

El centro educativo carece de laboratorio de informática, biblioteca, cancha deportiva,


espacio para recreación, espacios no adecuados para oficinas de dirección como de
área de orientación y psicología.

1.7 constitución del equipo de investigación


El equipo de esta investigación está constituido por dos profesionales en el área de la
conducta que laboran como orientadoras. La licenciada Ángela Mendoza céspedes y la
licenciada Felicia Ramírez.
Decidimos trabajar juntas, porque ambas trabajamos en el nivel primario y tenemos
necesidades parecidas en los centros donde laboramos, además en otras ocasiones ya
hemos trabajado juntas y pensamos que somos buen equipo.

Las fortalezas que presentamos como equipo de investigación es el gran valor que le
damos a la puntualidad, responsabilidad, amor al trabajo que desempeñamos, el
respeto propio y hacia los demás, a la tolerancia. El deseo de que las actividades
queden lo mejor posible. Entregada a lo que hacemos, el manejo y uso de la
tecnología, disposición para enfrentar nuevos retos.

Las debilidades están centradas en el poco tiempo para reunirnos por la diferencia de
horario y los desacuerdos en algunos puntos, lo cual pensamos superarlas, buscando
alternativas que nos favorezcan a ambas para el mejor desarrollo de la investigación.

Capitulo II

En este capitulo dos trataremos de explicar lo concerniente a los términos de los


diferentes modelos de investigación, de cual es su objetivos, sus característica ,el
modelo por el cual nosotras nos identificamos, el sujeto y el objeto de la investigación,
la técnicas o instrumento que utilizaremos para la recogida de información en nuestra
investigación acción.

2.1 Tipo de investigación

Esta investigación acción que pretendemos realizar utilizaremos el tipo cualitativa


la cual es un proceso riguroso cuidadoso y sistematizado en el que se busca
resolver problemas.

En esta investigación como indica su propia denominación tiene como objetivo la


descripción de las cualidades de un fenómeno busca un concepto que pueda
abarcar una parte de la realidad

2.1.1 Objetivos de investigación acción

El objetivo de la investigación acción es mejorar las acciones eficacia y


comprender la realidad participativa en la trasformación social.
2.2 Modelos de investigación acción

Modelo de Según dicen carr y kemmis en la teoría crítica de la enseñanza (1988)


que la investigación –acción desarrolla sistemáticamente el conocimiento dentro
de una comunidad autoritaria de practicantes. La naturaleza colaborativa de la
investigación –acción organiza a los practicantes en grupos colaborativos al objeto
de su propia información, conciencia e ilustración y al hacerlo así. Crea un modelo
de orden social racional y democrático.

Modelo de Elliot (1981 citado por la torre)

Define la investigación –acción como un estudio de una situación social con el fin
de mejorar la calidad de la acción dentro de la misma

Ebbutt (1983 citado por torre)

La investigación acción es un estudio sistemática orientado a mejorar la practica


educativa por grupos de sujeto implicado a través de sus propias acciones
practicas y reflexiones sobre los efectos de tales acciones

Modelo de Escudero (1987 citado por torre)

Advierte que la investigación acción. Es una metodología de investigación


educativa difícil de codificaren cánones preciso que permitan con rigor lógico
acatar conceptualización

Modelo de Lewin (citado por la torre)

Esencialmente sugería que las tres características más importantes de la


investigación acción moderna eran: su carácter participativo, su impulso
democrático y su contribución simultanea al conocimiento de las ciencias
sociales. Promueve la democracia como forma de desempeño ya que
necesariamente se debe interactuar con los participantes de manera tolerante,
respetuosa y dialógica lo que a su vez genera mayor conciencia de los actores.
Modelo de Whitehead

Whitehead (1989), crítico con las propuestas de Kemmis y de Elliott, por entender que
se alejan bastante de la realidad educativa convirtiéndose más en un ejercicio
académico que en un modelo que permita mejorar la relación entre teoría educativa y
autodesarrollo profesional.
2.3 Modelos de investigación acción seleccionada

El modelo con el cual nos identificamos es el de carr y kemmis por considerar


que sus planteamientos, es el mas abarcador de los modelos analizado, por que
nos dará mayor conocimiento para una mejor convivencia efectiva de nuestro
estudiantes.

2.4 Sujeto y objeto de estudio

El sujeto de nuestra investigación es el estudiantado de 5to grado matutino, del


centro educativo Hermanas Mirabal del distrito educativo 04-06 Haina-Nigua.

El objeto de nuestra investigación es una cultura e paz para el logro de una


convivencia efectiva en los estudiantes de 5to grado del centro educativo
Hermanas Mirabal.
2.5 Técnicas e instrumentos para la recogida de información

Técnicas e En qué consiste Cuando fue Para que se utilizo


instrumentos utilizada
Triple Es una técnica que parte Para detectar las
diagnostico del conocimiento integral necesidades presente
de los distintos elementos en el centro educativo
que están presentes en la
realidad, en la práctica y en
la concepción de la
comunidad.
Observación En mirar atentamente el Diariamente Para confirmar las
fenómeno, hecho o caso, y problemáticas en el
registrar la información centro educativo
para su posterior análisis.
Entrevista o La componen un Para involucrar a los
cuestionario entrevistador y un estudiantes y registrar
entrevistado, la cual se sus opiniones
realiza a través de respecto a las
preguntas y respuestas, distintas situaciones
para investigar un tema. que afectan en el
centro educativo.

CAPITULO III
3.1. FASE DE PLANIFICACION.

CICLO DE LA INVESTIGACIÓN ACCIÓN

El capitulo tres presenta la fase de planificación, el diagnóstico de la situación


problema, el planteamiento de hipótesis de acción, el plan de acción, así como la fase
de acción, el desarrollo de la acción, la fase de observación, la observación de la
acción, los Instrumentos y técnicas utilizados, la fase de reflexión, el análisis e
interpretación de las informaciones, además la triangulación de las opiniones.

3.1. Fase de planificación

Fase de planificación

Propuestas
iníciales Reflexión sobre la
experiencia

Experiencia Planificación
Fase de acción
piloto definitiva
accionacción

Fuente: http://cumbia.ath.cx:591/pna/Archivos/GairinJ98-2658.PDF.
Para el modelo curricular: La primera fase para planificar es el diagnóstico, el cual se
hace detectando las necesidades que presenta el grupo a intervenir. Esta se realiza
siempre al inicio, antes de realizar cambios.
La segunda fase consiste en plantearnos objetivos, lo que pretendemos lograr con lo
planificado, buscando modificar las dificultades encontradas.

La tercera fase consiste selección de estrategias metodológicas adecuadas para dirigir


el proceso, luego se organizan las actividades que van a realizar los participantes, con
las cuales buscamos que se cumplan los objetivos. Se indica el tiempo en que se
realizará las actividades y recursos que ayudaran con el desarrollo del mismo.
La cuarta fase, consiste en aplicar criterios de evaluación durante todo el proceso, con
la finalidad de obtener resultados que permitan analizarlo y determinar el rendimiento
de los alumnos y su desarrollo para comprobar si se lograron los objetivos.

3.1.1. Diagnóstico de la situación problema


La intervención se hará con los estudiantes de 5to grado, del centro educativo
Hermanas Mirabal, este centro educativo cuenta con dos secciones 5to grado, de las
cuales se tomó una muestra de 12 estudiantes de cada sección y se procedió a
explicarle en qué consistía la investigación y que la misma se realizara en el centro la
que se pretende saber sus opiniones respecto a las problemáticas identificadas en las
entrevistas al equipo docente. Luego se procedió a darles las preguntas en las que se
expresaron de manera escrita y oral.

Para este grupo de estudiantes el problema radica en la indisciplina en el aula;


consistiendo en peleas, tiran la basura en el suelo y presenten irrespeto hacia los
demás compañeros y docentes.

Sugieren que se debe realizar conversatorio con el estudiantado para trabajar con
ellos a cerca de las distintas problemáticas acontecidas en el centro educativo.

Los temas que le gustaría que trabajáramos están dirigidos hacia: no violencia física,
no tirar basura, no violencia verbal como manejar la indisciplina positiva y la resolución
pacifica de conflictos.

Como equipo investigador valoramos sus opiniones para la elaboración del plan de
intervención.

3.1.2. Hipótesis de acción

Antes de realizar el plan de acción para la intervención nos planteamos la siguiente


hipótesis:
Si a los estudiantes 5to grado del centro educativo Hermanas Mirabal se les
implementan las estrategias innovadoras para l cultura de paz para el logro de una
convivencia afectiva en los estudian dados y mejoraran su comportamiento
incrementando así sus habilidades para la vida.

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