Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
PROFESOR EN EL AULA
Para cada una de las conductas que quieras cambiar en tu alumno trata de utilizar
el mayor número de aproximaciones diferentes al problema:
Retirar la atención ante malas conductas cuando éstas se produzcan con mucha
frecuencia y refuerza (premia) con atención las contrarias.
Plantea las normas de clase para todos, no sólo para el niño hiperactivo.
o “No se puede correr por el pasillo, el que corra tendrá que entrenarse y
deberá recorrer el pasillo andando despacio cinco veces”.
Trata de evitar aquellas situaciones que sabes que el niño hiperactivo no puede
controlar.
o Por ejemplo, evita las esperas en la cola del comedor (puede bajar el
primero o el último durante un tiempo).
4- Situar un cesto para meter los juguetes a primera hora de la mañana hasta la hora
del recreo, evitará que tenga la tentación de jugar con ellos.
6- Nombrarle encargado de cerrar la clase a la hora del recreo puede evitar que
empuje en la fila para ser el primero porque tiene que salir forzosamente el
último para cerrar la clase con llave.
8- Colocar un cartel en la pared para pintar puntos o estrellas cada vez que termine
una actividad. De este modo el niño tendrá un registro de la buena conducta y se
dará un paseo hasta el cartel, que le ayudará a estar después más tiempo sentado.
10- Tener juego de entretenimiento, como una sopa de letras, para los que terminen
la tarea los primeros.
EL PAPEL DEL PROFESOR EN LA INTERVENCIÓN EDUCATIVA SOBRE
EL TDAH
Dadas las características que presenta un alumno con TDAH, no se puede decir que este
trastorno signifique necesariamente inhabilidad para aprender, aunque sí interfiere
frecuentemente con el rendimiento académico.
De hecho, podría elaborarse un listado con las principales áreas afectadas, que tendrán
consecuencias negativas en el rendimiento:
- El seguimiento de instrucciones;
- El iniciar las tareas en coordinación con el resto del alumnado (con un ritmo
adecuado y con efectividad);
- El saber hacer transiciones entre tareas, sin demasiada demora, pero tampoco
impulsivamente;
- El relacionarse con los demás para realizar trabajos de grupo y para compartir el
ocio.
El primer paso en la intervención educativa sería, por tanto, el de detectar alumnos que
presenten estos problemas, determinando: su estilo de aprendizaje, cómo afecta el
entorno a su funcionamiento académico y su relación con los compañeros.
Las intervenciones educativas deben ser comenzadas de inmediato, antes de que los
problemas académicos sean evidentes, de ahí la importancia del profesor en la detección
precoz de posibles casos.
EL PROFESOR COMO PRINCIPAL AGENTE DE LADETECCIÓN PRECOZ
ASPECTOS CONDUCTUALES Y
DESARROLLO DEL LENGUAJE DESARROLLO MOTOR
SOCIALES
-Agresividad
▪ En PRIMARIA:
estilo de aprendizaje fracaso escolar aspectos conductuales
Partimos de la base que las instrucciones precisas y concretas son necesarias (pero no
suficientes) para lograr un correcto comportamiento en el aula del alumno diagnosticado
de TDAH.
Lo más eficaz será combinar este tipo de información con elogios y refuerzos, contando
con el hecho de que el prestar atención (sea de forma positiva o de forma negativa) es el
reforzador por excelencia.
Los castigos son, en ocasiones necesarios, pero siempre deberán evitarse para controlar
la conducta de forma no aversiva, pues su aplicación correcta en estos casos es muy
difícil y puede llevar a situaciones completamente contrarias a las deseadas.
De tal forma, que en la labor del profesor, será imprescindible el seguimiento de estas
recomendaciones:
Muchas veces, las medidas anteriores son necesarias, pero insuficientes, por lo que hay
que recurrir a las ACI.
Aún así, generalmente no es necesario en este tipo de alumnos alterar o prescindir de los
contenidos y objetivos del curso o etapa (es decir, las modificaciones no tienen porqué
ser significativas), pero sí conviene adaptar la temporalización de los objetivos, las
agrupaciones y el sistema de evaluación, de acuerdo con las características del alumno.
- Finalmente, hay que asegurarse que la cantidad de tareas para casa no sea
excesiva, no mandando lo que haya quedado incompleto en el aula, pues en
lugar de favorecer el aprendizaje, conseguiremos el rechazo del estudio por parte
del niño afectado.
SOLUCIONES A PROBLEMAS CONCRETOS
Es adecuado guiar tal energía a vías constructivas, por ejemplo, utilizando la actividad
como recompensa (“si terminas a tiempo podrás borrar la pizarra”) o utilizando la
acción en las clases, de forma que se fomente la participación y la creatividad (por
ejemplo, por medio de dramatizaciones, la organización de murales, etc.).
Es necesario permitir al niño con TDAH el realizar una tarea alternativa en los períodos
de espera, pues de otro modo, será muy difícil evitar que interrumpa a los demás.
Al mismo tiempo, hay que dotar a este alumno de estrategias que interiorice y ponga en
práctica cuando comience a sentir impaciencia, de tal manera que no le hagamos tan
dependiente de nuestro control, sino –muy al contrario- le ayudemos a que desarrolle la
capacidad de autocontrol (que suele ser muy pobre).
Como en todos los casos en los que se tiene como finalidad extinguir una conducta, en
el caso que se produzcan interrupciones, conductas disruptivas u otras llamadas de
atención, se ignorarán por completo tales comportamientos, de forma sistemática.
Para resolver este problema habrá que estructurar las tareas y subrayar las partes
importantes, por ejemplo dando las instrucciones de forma verbal y escrita, animándole
a que tome notas y explicitando las normas para que un trabajo sea considerado
aceptable.
Habrá que disminuir la duración de las tareas y estructurarlas en etapas. Es mejor que
realice poco trabajo pero frecuente, que mucho a la vez.
Lo preferible es habituar al niño a que anote sus tareas en una agenda, realice listados y
organice previamente los útiles que necesitará. Que se acostumbre a preguntarse cada
vez que sale de un lugar si lleva con él todo lo que necesita.