Orientaciones Generales

Funcionamiento Intelectual Limítrofe (F.I.L) y Discapacidad Intelectual Leve.

El funcionamiento intelectual limítrofe es una necesidad educativa de carácter transitorio.

Por lo que se encuentra dos peldaños por debajo del coeficiente intelectual “normal”. Dentro de las
categorías existentes, esta se ubica entre los puntajes 70-79 de CI total.

La discapacidad intelectual Leve supone un rendimiento de 3 categorías por bajo el

rendimiento intelectual “normal”. Siendo los puntajes de 50-69 de CI total los que determinarían el
diagnóstico.

En relación a las características tanto para el F.I.L y el D.I.L., es posible observar un abanico
de particularidades en estudiantes con el mismo diagnóstico. Pudiendo verse descendida la
atención, memoria de trabajo, rendimiento escolar y baja tolerancia a la frustración. Cabe señalar
que las características no siempre son las mismas en los estudiantes.

Por otra parte, pueden presentar dificultades específicas del lenguaje, lecto-escritura,
cálculo, habilidades viso-espaciales y en las funciones ejecutivas. Consiguiendo alterar el
funcionamiento del individuo en la escuela, el trabajo y su entorno social.

Es importante aclarar que existe una gran diferencia entre el funcionamiento intelectual
limítrofe y la discapacidad intelectual leve, siendo esta ultima la que necesitara más apoyo por parte
del docente y equipo.

Recomendaciones Generales:

- Preparar el contexto escolar, implica implementar las medidas y recursos de apoyo de

diverso tipo, que el niño o la niña requieren para aprender y participar con igualdad de
oportunidades.
- Estimulación cognitiva de las funciones cognitivas descendidas.
- Apoyo de material visual en paredes, especialmente aquellos que señalen el itinerario de
trabajo, favorecer la orientación y comprensión temporal, teniendo cuidado de no saturar
el ambiente.
- Sentar con estudiantes más a aventajados.
- Segmentar las instrucciones largas, en pasos.
- Sub rayar los detalles importantes que se presenten en instrucciones escritas.
- Ubicar a los estudiantes lo más cerca posible del docente.
- Hacerlos más participes de las actividades que se presenten dentro del aula.
- Incentivar conductas de autonomía e independencia.
- Incentivar y reforzar sus logros por mínimos que estos sean.
- Considerar aprendizajes esperados del currículo del nivel anterior como posibles objetivos
a trabajar.
- Reforzamiento y desarrollo en habilidades adaptativas.
- Desarrollo de habilidades sociales.
- Monitoreo constante de los aprendizajes.
- Acompañar en los aprendizajes grupales.
- Simplificar la estructura gramatical.
- Cambiar palabras por sinónimos más familiares para el estudiante.
- Incorporar información visual.
- Adecuar tiempos.
- Priorizar objetivos.
 Trastorno por déficit atencional con y sin híper actividad (TDA-TDAH)

El Trastorno por Déficit Atencional e Hiperactividad es el trastorno neurobiológico más

diagnosticado en la práctica clínica infanto-juvenil. Este es provocado por un desequilibrio
neuroquímico entre dos neurotransmisores cerebrales: la noradrenalina y la dopamina que afectan
directamente las áreas del cerebro responsables del auto control y la inhibición de conductas
inapropiadas. Por esta razón su comportamiento no es coherente con su nivel de desarrollo.

También es importante destacar, que en las mujeres, el predominio del área afectada por
lo general es la inatención por sobre la híper actividad, que se presenta con mayor frecuencia en
hombres.

Áreas de la conducta afectadas:

- Híper-actividad: manifiestan un mayor nivel de actividad, en relación a su edad, con

dificultades para mantenerse quieto
- Impulsividad: presenta dificultades para controlar sus respuestas, conductas y emociones.
- Inatención: tiene problemas para dirigir su atención y concentrarse a una misma tarea por
un periodo de tiempo.

Tareas o actividades afectadas:

- Lecto-escritura.
- Comprender.
- Memorizar.
- Recordar.
- Escuchar.
- Hablar.
- Deletrear.
- Razonar.
- Organizar la información y aprender distintas tareas.

Orientaciones para la clase y docentes:

- Forma de dar órdenes o instrucciones: deben ser claras y precisas.

- Sentar al estudiante cerca del docente y acordar con él o ella, una señal que evite su
distracción.
- Disminuir al máximo la cantidad de estímulos disponibles en el escritorio donde estará
haciendo sus tareas.
- Elaborar un horario con el alumno y pegarlo en su escritorio.
- Mantener contacto visual.
- Enseñar estrategias de auto instrucción (hablarse a sí mismo).
- Motivación: hacer las actividades más entretenidas, rompiendo la monotonía.
- Fomentar los premios por sobre el castigo.
- Hacer comentarios frecuentes sobre sus tareas durante el desarrollo de estas.
- Crear rutinas para toda el aula y estructurar el funcionamiento de la clase.
- Mostrar paso a paso lo que hay que hacer.
- Dar algún tipo de responsabilidad al estudiante dentro del aula.
- Avisar con tiempo los cambios de rutina.
- Enseñar al estudiante como debe organizarse.
- Explicar las ventajas a futuro.
- Planificar tareas y descansos.
- Fomentar la reflexión.
- Entregar un esquema de acción: Pensar, decir en voz alta y hacer la actividad.