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UNIVERSIDAD NACIONAL FEDERICO VILLARREAL-FILOSOFIA Y ÉTICA

UNIVERSIDAD NACIONAL FEDERICO VILLARREAL


FACULTAD DE INGENIERIA INDUSTRIAL Y SISTEMAS
ESCUELA DE INGENIERIA DE SISTEMAS
o CURSO :
 Filosofía y Ética

o DOCENTE:
 José Delgado Mejía

o RESPONSABLE:

 Acevedo Martinez, Ruddy Enrique

o CICLO:
 Sexto

o AULA :
 B5-3

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Resumen del libro “Iniciación Filosófica”- Augusto Salazar Bondy

Una introducción a la filosofía exige que al término de ella quien lee tenga una idea sino exacta
por lo menos aproximada de lo que es filosofía. Con esa aspiración trataremos de
aproximarnos a ese tipo de conocimiento tan considerado en todos los tiempos.

1.Aproximación a la filosofía. El hombre como todo otro ser, vive inmerso en el mundo, en
medio de la naturaleza, ese medio se denomina realidad. La realidad, afirman Rosental, y Iudin
“Es aquello que realmente existe y se desarrolla, contiene en sí mismo su propia esencia y sus
propias leyes, así como los resultados de su propia acción y desarrollo” (Diccionario filosófico.
p.391). Ante esa realidad el hombre no puede quedar indiferente, por el contrario, responde,
porque es estimulado, afectado. Responde actuando y pensando. Opera sobre esa realidad y lo
hace en la medida en que va conociendo. El hacer y razonar son o van unidos de manera
indisoluble, por eso Aristóteles (384- 322 a.e.) señala: “el género humano tiene, para
conducirse, el arte y el razonamiento” (Metafísica. P.12). Entendemos como arte el operar, el
hacer.

De esa realidad a través de la actividad inteligente (razonamiento, observación, pensamiento,


etc) se puede conocer su manera de comportarse, su estructura, sus leyes, sus disposiciones,
etc. El conocer puede pretender captar partes de la realidad o captar la realidad íntegra. Si el
captar es de las partes del ser, vale decir de las particularidades de la realidad, entonces ese
conocimiento es de carácter científico. En cambio, si el captar es de la totalidad del ser, es un
conocimiento de tipo filosófico. La filosofía, trabaja con la totalidad del ser, estudia sus
relaciones más generales, incluso aquellas que están lejos de la experiencia sensible.

Existe, pues, un campo de estudio de la filosofía, que no es estudiado por ningún otro saber,
ese campo denomina Bertrand Russell (1872-1970) “Tierra de Nadie”. Explica este filósofo
inglés de la siguiente manera: la filosofía se encuentra entre la teología y la ciencia. La teología
afirma dogmas, basándose en la especulación, en la razón, sobre temas que el conocimiento
exacto no ha llegado. La ciencia presenta conocimientos definidos, comprobados, con
capacidad de predicción. ¿En medio de ellas está la Tierra de Nadie, la filosofía, que se
pregunta sobre la materia, sobre el espíritu, indagando si el universo tiene finalidad, si
evoluciona hacia metas, si existe leyes en la naturaleza o es nuestra disposición al orden que
hace ver leyes donde no existen? A preguntas de esta naturaleza no se las puede tratar en
ningún laboratorio, afirma Russell. Agrega “La ciencia nos refiere lo que podemos saber, pero
lo que podemos saber es poco, y si olvidamos cuanto nos es imposible saber, nos hacemos
insensibles a muchas cosas de máxima importancia. La teología, por otro lado trae una
creencia dogmática, según la cual poseemos conocimientos donde, en realidad, somos
ignorantes, y por eso crea una especie de insolencia atrevida respecto al universo” (Historia de
la Filosofía Occidental p.16-17) .

De una manera clara nos aproxima Russell, al campo de la filosofía, mostrando que ciertos
aspectos de la realidad y su enfoque global solo puede ser tratado por la filosofía. La duda

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liberadora es la filosofía, afirma en otra de sus obras, se pregunta “¿Hay en el mundo algún
conocimiento tan cierto que ningún hombre razonable pueda dudar de él,” (Los problemas de
la filosofía p.9)? La respuesta podemos intentar nosotros. Veremos que la inmensidad de los
conocimientos son susceptibles de duda, que ellos están sometidos al desarrollo de las
ciencias, a la interpretación de los saberes, al tiempo y espacio que convierte tantas cosas
absolutas en relativas. Cada uno de nosotros podemos hallar el campo de la filosofía. Sinclair
dice “Ni yo ni nadie puede enseñarle. El que estudia filosofía debe arreglárselas por sí solo”
(Iniciación a la filosofía p.10). Queda pues el desafío, que cada uno en un esfuerzo personal
halle ese campo y al hallarlo ya estará haciendo filosofía; al igual que Prometeo que robó el
fuego, cada uno debe hurtar a la realidad ese campo que está ante nosotros y que muchas
veces no lo percibimos.

2.El conocimiento de la filosofía. ¿Cómo se puede conocer la filosofía? Es la pregunta que se


planeta la persona que se aproxima a este saber general. Todas las ciencias y todos los saberes
pueden ser comprendidos a través de un doble proceso, el de los conceptos y el de las
experiencias. Esto da origen a un conocimiento conceptual y a un conocimiento vivencial.
García Morente iniciaba sus cursos señalando a sus alumnos : “ Sólo sabrán ustedes qué es
filosofía cuando sean realmente filósofos. Por consiguiente, no puedo decirles lo que es
filosofía” (Lecciones preliminares de filosofía p.1-2). Palabras que muestra un camino para
conocer la filosofía, el de las vivencias. El conocimiento vivencial es aquel que, a través de la
experiencia, del sentir vamos construyendo. En la vivencia, sentimos, captamos, nuestra
psiquis experimenta, ese campo llamado filosofía. El conocimiento conceptual que se realiza a
través de conceptos, definiciones, teorías, etc. Es un conocimiento que compromete
exclusivamente a la inteligencia.

Los conceptos que se vayan aprendiendo en filosofía irán adquiriendo su verdadero sentido
para nosotros en la medida en que los “vivamos”. Por eso el conocimiento de la filosofía
supone conceptos y vivencias, teoría y práctica. La práxis filosófica será la unión dialéctica
entre la teoría y la práctica (pensamiento y acción), en el plantear y en el resolver de los
problemas de la filosofía. Sólo las armonías de ellos nos acercarán a la esencia de la filosofía.
Filosofar no será sólo hacer conceptos, sistemas, sino también como dice N.Abbagnano
“...elegir, decidir, empeñarse, apasionarse :vivir auténticamente sí mismo” (Introducción al
existencialismo p.13).

3.Concepto de filosofía. Sobre lo “qué es la filosofía” hay discrepancias que se remontan a toda
la historia de la filosofía. Esas discrepancias están referidas a la concepción, al contenido y al
método. de manera global nos referiremos a esas discrepancias.

3.1. En cuanto a la concepción de la filosofía, son varias las posiciones, es decir, de cómo se la
ve, como ciencia, como saber, como actitud, etc. Dependiendo la posición del tiempo histórico
en que se concibe una filosofía y de la orientación del filósofo.

Para Platón (427-347 a.e), Aristóteles, y Kant (1724-1804) es una ciencia exacta, lo mismo
sostiene Husserl. (1859-1938)

Para Ernest Mach (1838-1916) la filosofía es la continuación y la síntesis de las ciencias


especiales.

Russell sostiene que la filosofía es el saber que está entre la ciencia y la teología.

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En su tiempo Comte (1798-1857) y Spencer (1820-1903) afirmaron a la filosofía como la


totalidad del saber humano.

Para Schiller (1759-1805) la filosofía es el saber que introduce un orden estético a los
pensamientos y acciones de los hombres, dentro de esta línea están Hölderlin (1770-1843),
Schelling (1775-1854)

Para Bergson (1859-1941) la filosofía concibe relacionada con el arte. El pensador


contemporáneo Jean Wahl que en el fondo no hay distinción entre la filosofía y poesía

3.2. Respecto el contenido también hay divergencias.

Aristóteles y los Neotomistas ven a los conceptos y a las leyes supremas, como a Dios, como el
contenido de la filosofía.

En Kant, la filosofía tiene por contenido especial el conocimiento, los límites, los presupuestos,
las posibilidades.

Para los positivistas lógicos como Carnap el contenido de la filosofía son los problemas
lingüísticos.

Windelband (1848-1915), Rickert (1863-1936) afirman que son los valores universales, como la
belleza, el bien, el contenido de la filosofía.

Para Wittgenstein (1889-1951), la filosofía tiene por contenido el aclarar el lenguaje, el hacer
una “logoterapia” curar el lenguaje, ya que la mayor parte de los “problemas filosóficos” son
“pseudoproblemas”, por un lenguaje no claro.

Otro grupo de pensadores ven en el hombre, como el contenido de la filosofía, ya que toda
filosofía en última instancia está referida al actuar y conocer del ser humano.

3.3. En relación al método tampoco hay acuerdo:

Para los neokantianos el método de la filosofía es el análisis de los conceptos.

En Bergson y Scheler (1874-1928) el método consiste en la intuición de las esencias.

Husserl y Heidegger (1889-1976) sostienen a la fenomenología como el método filosófico, es


decir el captar exclusivamente los fenómenos -esenciales de la realidad, haciendo abstracción
de lo no esencial.

Russell postula al análisis lógico, como el método que permite lógicamente diferenciar lo
verdadero de lo verdadero.

W.James (1842-1910) , afirmaba que el método de filosofar depende del carácter y la


experiencia de quien filosofa.

Para el marxismo, es la dialéctica el método de estudio de la filosofía.

Puede verse con facilidad las discrepancias respecto de la filosofía, todo ello hace muy difícil el
formarse un concepto cabal de filosofía.

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Cuando nos referimos al conocimiento de la filosofía, establecimos dos medios: el conceptual y


vivencial. Ese medio no se establece de manera accidental, sino que ellos surgen del mismo
concepto de la filosofía que refleja su objeto de estudio. Hay algo que se puede conocer con
conceptos y hay algo que se puede conocer y practicar a través de la vivencia.

La filosofía busca conocer los aspectos más generales del ser en sus diversas manifestaciones.
Reflexiona acerca de las leyes que rige el conocimiento, acerca de la esencia de los valores, de
las determinaciones generales de los objetos. El hombre al estar rodeado por el mundo, quiere
conocer aquello que es fundamento de lo existente, en palabras más sencillas quiere conocer
la verdad. Esto ya fue percibido por el filósofo - matemático Pitágoras (582-497.a.e), quien en
una sentencia decía: “Si se os pregunta: ‘¿Qué es filosofía?’ Decid: ‘Es una pasión por la
verdad, que da a las palabras del sabio el poder de la lira de Orfeo’”. Tiempo después el
filósofo de Estagira, Aristóteles, en su libro segundo de la Metafísica p. 45, decía: “En fin, con
mucha razón se llama a la filosofía la ciencia teórica de la verdad”.

La filosofía, busca la verdad, utilizando como instrumento la razón. Esa verdad es buscada ya
por fines teóricos o por fines de carácter práctico. Claro que los filósofos primeros
consideraban el conocimiento filosófico como alejado de toda función práctica, aunque su
filosofía respondía a intereses concretos que muchas veces no es percibido ni por el mismo
filósofo. Criticando a esos filósofos y a la filosofía que planteaban, C. Marx (1818-1883) en la
Tesis sobre Feuerbach, decía: “Los filósofos no han hecho más que interpretar de diversos
modos el mundo, pero de lo que se trata es de transformarlo” (tesis XI).

Hubo desde la época griega filósofos que en reacción ante el mundo en que vivían, plantearon
su transformación. Los medios para buscar el cambio fueron varios desde la exposición de sus
teorías (Platón, La república, Las leyes), hasta permitir ser envenenado para enseñar a
obedecer las leyes (Sócrates, 470-399 a.e). Fueron varios los que con el sacrificio de sus vidas
dieron la muestra de querer transformar el mundo, claro que los sacrificios obedecían no sólo
al afán de transformar por transformar, sino a intereses sociales, a intereses de clases, a
intereses culturales, etc. Marx y Engels(1820-1895 a.e), sostenían que la filosofía tenía un
objetivo importante, el de poder orientar al hombre a conocerse a sí mismo, a conocer la
sociedad y el mundo que rodea, para que se llegue a un desarrollo amplio del ser humano, dice
Howard Selsam : “Ambos se dieron cuenta de que para que la filosofía tuviera sentido tenía
realmente que ocuparse de las necesidades y deseos de las grandes masas humanas...del
conocimiento científico de la naturaleza y de la sociedad”(Qué es la filosofía ? p.26). En otras
de sus obras Selsam, Revolución en filosofía, afirma que la filosofía tiene valor, significado
“porque tiene relación con los asuntos sociales, toma partido frente a ellos y los relaciona con
teorías generales sobre la naturaleza del mundo y del hombre” (p.7) .

Vemos que el concepto de filosofía va enriqueciéndose, en el sentido de que, busca la verdad,


estudia las leyes generales de la naturaleza, las leyes que rigen la actividad del hombre y de la
sociedad. Todo el entorno del hombre es objeto de estudio de la filosofía.

Pero la filosofía no sólo es eso, de ser así, bastaría el conocimiento conceptual, es algo más, es
una vivencia y forma de vida. Es una postura que se adopta frente al mundo, postura que es un

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acto de transformar el mundo y transformase a sí mismo. La filosofía es también una forma de


ver la vida, de comportarse de una manera determinada, de asumir determinados valores y ser
consciente de ellos. Will Durant, sostiene: “La filosofía es el conocimiento armonizado para
conseguir una vida armoniosa; es autodisciplina que nos eleva a la serenidad y la libertad”
(Filosofía, cultura y vida.T.I.p.12).

Verdaderamente, la filosofía puede proporcionar todo esto, no una vida fácil, pero sí una vida
provechosa para uno y ante todo para los demás. En esa tarea estuvieron muchos filósofos, así
Sócrates actuando irónicamente ante el tribunal de los quinientos a despecho de la condena
que habrían de dictarle. Al buscar transformar el mundo, muchos filósofos obtuvieron por
respuesta la agresión, el rechazo de quienes veían al conocimiento y al actuar, como un peligro
al modo de vida que tenían, al estado de cosas imperante, al tipo de sociedad reinante.

Así, fueron acusados: Santo Tomás, Descartes, Pascal, Kant, Kant, Fichte, Comte, etc.

Sufrieron destierro: Protágoras, Aristóteles, Hobbes, Locke, La Mettrie, Rousseau, Marx, etc.
Estuvieron en la prisión: R.Bacon, Campanella, Voltaire, Diderot, B.Russell, Jean Paul Sartre,
Antonio Gramsci, etc.
Fueron torturados: Zenón de Elea, Anaxarco, Georges Politzer (fusilado por los nazis).
Condenados el envenenamiento (a beber cicuta) : Socrates, Pródico.
Quemado en la hoguera: Giordano Bruno.
Decapitado: Tomás Moro.
No es fácil asumir una actitud de vida para transforma el mundo, sin embargo, el filósofo se
compromete con los valores, cada uno estructura su escala axiológica y a ella se somete.
Vamos encontrando, más bien redondeando la idea de que en la filosofía hay un buscar de la
verdad (del hombre, de la sociedad, de la naturaleza), de las leyes más generales, y hay un
actuar filosóficamente. El estudio de la filosofía irá aclarándonos esta idea, o permitirá
revisarla y hasta rechazarla, es un camino largo el que nos toca seguir, pero por muy largo que
sea no se debe olvidar las palabras de Pitágoras: “Prefiere el bastón de la experiencia al carro
rápido de la fortuna. El filósofo viaja a pie.”

4. Algunas definiciones de filosofía. Las diversas definiciones nos permiten ver la amplitud del
objeto de la filosofía, y de la manera en que se encara el acto de filosofar.

a) Platón: “Es un conocimiento científico, que se ocupa de la esencia general de las cosas”

b) Aristóteles: “Ciencia teórica de los primeros principios y de las primeras causas”

c) Cicerón (106-43 a.e): La filosofía es el ars vitae (Para los estoicos y epicureos la filosofía es
práctica, un medio de alcanzar la felicidad).

d) Descartes (1595-1650): “Es un saber racional, que se ocupa de los principios de las ciencias
y de las últimas verdades”

e) Wolff (1679-1759): “Ciencia de todas las cosas posibles y de sus fundamentos”.

f) Kant: “Un conocimiento racional por medio de conceptos”.

g) Hegel (1770-1831): La filosofía es la “ciencia de lo absoluto”

h) Wundt (1832-1920): “Ciencia general que ha reunido en un todo coherente los


conocimientos generales procurados por las ciencias especiales”

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i) Windelband : “...la ciencia crítica de los valores universalmente válidos”.

j) Scheler : “...es el conocimiento de las esencias y de las relaciones esenciales de los entes”.

k) Jaspers (1883-1969) : es una aventura de “penetrar en el campo vedado de la


autoconciencia humana”.

l) Rosental, y Iudin : “Ciencia sobre las leyes universales a que se hallan subordinados tanto
el ser (es decir, la naturaleza y la sociedad) como el pensamiento del hombre, el proceso del
conocimiento”

De la diversas de definiciones se puede ir rescatando un común denominador que permita en


alguna manera formarnos una definición clara. La filosofía como ya dijimos, capta o reflexiona
sobre los aspectos más generales del ser, sobre aquellos que la ciencia no tiene acceso, por ser
ésta un saber restringido. En ese sentido la filosofía es un saber general o ciencia general,
ciencia en el sentido de estudiar de manera objetiva, metódica, sistemática, lógica, la realidad
y todo objeto de su campo de estudio.

La filosofía estudia el mundo y los objetos del mundo desde un punto de vista general,
considerando las causas primeras del ser, para formar una concepción de ese mundo, y una
concepción del hombre. Por eso podemos decir que : La filosofía es una ciencia general que
estudia de manera racional las generalidades del ser (hombre, naturaleza, sociedad)
presentando una concepción del mundo y del hombre.

Sabemos que toda definición es una limitación al contenido, y que muchas veces más que un
aclarar, es un impedimento para la comprensión, por eso la definición que presentamos podrá
ser revisada al tiempo que se vaya vivenciando lo que es la filosofía. La amplitud de criterio
debe ser una norma en el estudio de la filosofía, pues toda estrechez o dogmatismo no hace
más que alejarnos de la verdad, y si se la posee, ella debe ser susceptible de ser revisada, de
ver si la práctica confirma lo que nuestra teoría dice. Pues la práctica es el criterio de verdad
que determina sobre la naturaleza verídica de nuestras ideas.

5. La palabra filosofía. La palabra filosofía es de origen griego. Es un compuesto de las palabras


Philos y Sophia, la primera significa amigo, amor y la segunda sabiduría. Por tanto
etimológicamente filosofía quiere decir amor a la sabiduría. Se afirma que Pitágoras fue el que
por primera vez se atribuyó el nombre de filósofo. Diógnes de Laertes en su obra Vida y
Doctrina de los Grandes Filósofos de la Antigüedad. Anota: “Sostiene Sosícrates...que Leonte,
tirano de Flionte, le preguntó un día qué era él, y éste -Pitagoras- le respondió : Filósofo”
agregando luego que “el filósofo solamente busca la verdad” (p.287).

En los escritores griegos más antiguos como Homero y Hesiodo se encuentra la palabra sophía
pero no filosofía.La palabra filosofía aparece por primera vez en la obra Protágoras de Platón,
contraponiéndose a la palabra sophía o sabiduría. El sofos es un sabio, en cambio el filósofo un
aspirante o amante de la sabiduría. Por sabiduría se entendía para los griegos la inteligencia, el
saber, por eso el filósofo aspiraba a la intelección, al saber.

6. Cómo es el filósofo? Podemos plantearnos esa pregunta, que en alguna manera ayuda a
comprender algo más de la filosofía.

Para los griegos el filósofo es el hombre que aspiraba al saber, a la intelección. Pitágoras decía
que el filósofo es un amante de la verdad, de la virtud, incluso señalaba que la virtud es
“filosofía en acción”.

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Sócrates también se consideraba un filósofo en contraposición a los sofistas que se


presentaban como sabios, de ellos decía Sócrates, ellos creen saber todo, pero no saben nada,
ni siquiera que no saben, yo sé que nada se. Esa era la sabiduría de Sócrates. Filósofo era ser
consciente de su ignorancia.

El filósofo tiene muchas tareas por resolver, tareas de carácter teórico y práctico. En ese afán
sufre las vicisitudes de la incertidumbre, de no poder hallar la verdad anhelada. Toda duda
parece ser el camino de la certeza, toda duda empieza como duda liberadora, pero muchas
veces ella lleva a una nueva incertidumbre. El filósofo debe ser comprometerse a esa lucha, a
esas contradicciones, porque la solución de los problemas es un aporte a la comprensión del
ser, y un aporte a los hombres en su afán de una vida justa. Goethe (1749-1832), decía: “Seca,
amigo, es toda teoría. Verde, el árbol dorado de la vida”.

Muchas veces la actuación y el pensamiento del filósofo no es comprendido por los demás, D.
Hume (1711-1776) decía “Estoy espantado y confundido por la soledad desolada en que me
coloca mi filosofía”, se sentía como él mismo dice un monstruo extraño. El filósofo Kant
declaraba con sinceridad: “Yo no quiero sino ser comprendido”.

La filosofía pone al hombre en posibilidad de comprender la naturaleza más profunda de la


vida, del cosmos, y de sí mismo. Cuando se va por ese camino hasta la misma naturaleza
parece estar al servicio de la dignidad del hombre. Federico Nietzsche (1844-1900) - de estilo y
profundidad incomparables para escribir, al iniciar su obra Así hablaba Zaratustra, ponía en
boca de su profeta las siguientes palabras “¡Oh gran astro ! ¿Qué sería de tu felicidad si te
faltasen aquellos a quienes iluminas?” (p.5)

7.Origen de la filosofía. En este punto, señalaremos las respuestas dadas a la pregunta ¿Por
qué el hombre se pone a filosofar? No debe confundirse el origen con el comienzo de la
filosofía. El origen se refiere a la causa del filosofar, a la fuente de la que nace en todo tiempo
el afán por hacer filosofía. El comienzo es de origen histórico, está señalado, más o menos en
determinado espacio y tiempo.

¿Por qué el hombre se pone a filosofar?

Platón afirmaba que el asombro es el origen de la filosofía. El espectáculo del universo,


impulsa al hombre a estudiarlo, “De aquí brotó para nosotros la filosofía, el mayor de los
bienes deparados por los dioses a la raza de los mortales”

El filósofo Aristóteles dentro de la misma línea consideraba a la admiración como el origen de


la filosofía. Empieza su libro Metafísica, afirmando: “Todos los hombres tienen naturalmente el
deseo de saber”. Todo hombre, pues, por naturaleza tiende a saber, el hombre es definido
como una ser racional, luego agrega “Lo que en un principio movió a los hombres a hacer las
primeras indagaciones filosóficas fue, como lo es hoy, la admiración” (p.15).

Descartes, tenía como origen de la filosofía la duda. El punto de partida es el dudar de todos
los conocimientos que no se presentan de manera clara y distinta a nuestro espíritu. No era un
dudar por dudar, sino una duda metódica, como se puede observar en su obra el Discurso del
Método.

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Otra causa es la conmoción del hombre, el sentirse perdido. Epicteto (50-138 ap.) el estoico,
decía que el origen de la filosofía “...es el percatarse de la propia debilidad e impotencia”

En un sentido semejante reflexiona el danés Sören Kierkegaard (1813-1855), considerando a la


desesperación como el origen del filosofar. Chestov explica esa desesperación acotando que
“en las angustias de la desesperación y del terror, el pensamiento humano se transforma y
adquiere nuevas fuerzas” (Kierkegaard y la filosofía existencial. p.37). Ese estado de conciencia
lleva a reflexionar, una “astilla en la carne” - empleando las palabras del danés -, impulsa a
vivir la vida de manera diferente.

Karl Jaspers sostiene que la admiración, la duda, la conmoción, son causa de la filosofía, son
válidos, pero no suficientes en este tiempo. “Estos motivos resultan subordinados a una
condición, la comunicación entre los hombres”. Afirma que la falta de comunicación nos
afecta, porque uno sólo existe en compañía del prójimo “sólo, no soy nada”. En última
instancia para este filósofo el origen de la filosofía está en la voluntad de comunicación.

Otra de las causas que se señala como origen de la filosofía, es que el hombre estimulado por
las condiciones materiales, por la necesidad de conocerlas, dominarlas, etc. reflexiona, hace
filosofía. Por tanto, el contenido de su filosofía responde a la situación material en la que él se
desarrolla. De manera más concreta el origen de la filosofía - según Rosental - estaría en la
“necesidad de estructurar una concepción general del mundo” (Op.Cit. p.176).

No está ausente en la explicación del origen de la filosofía los mitos. Así Platón que era afecto a
los mitos, relata el siguiente: Cuando nació Venus hubo un festín entre los dioses, ahí se
encontraba Poros (la Abundancia) hijo de Metis (la Inteligencia). Después de la comida Penia
(la Penuria) se puso a mendigar en la puerta. En ese momento Poros ebrio con el néctar, salió
de la sala y fue al jardín de Júpiter donde se durmió. Penia por su estado de escasez se propuso
tener un hijo de Poros, fue a acostarse con él y se hizo madre de la filosofía. Por eso la filosofía
es por momentos rica como su padre, inteligente como su abuela y en otros momentos pobre
y desaseada como la madre. Es esta una forma interesante de explicar la grandeza y
servidumbre de la filosofía. (Ver al respecto. Llorens y Jordana : Servidumbre y Grandeza de la
Filosofía. pp.12-13).

8.Comienzo de la filosofía. Tales de Mileto. Es un punto aún debatido el del comienzo de la


filosofía. Autores como Jaime Balmes, Alfredo Fouillée, Oivchuk, Oizerman, Schipanov, etc.
consideran en sus historias de la filosofía, el pensamiento oriental, - de la India, China, Persia,
Egipto, Caldea, Fenicia - sin explicar el por qué se las puede poner dentro del rango de filosofía.

En el oriente hay cierto tipo de pensamiento respecto de la naturaleza, del hombre, de Dios,
de la sociedad, pero bajo el velo de lo místico, del mito. Aún no es un reflexionar objetivo,
crítico. No están conscientes de la necesidad de un saber reflexivo alejado - al menos
conscientemente - del subjetivismo, que fue propio del oriente antiguo. Hay pensadores, que
hacen reflexiones profundas, filosóficas, pero no como un saber disciplinado, estructurado,
sistemático que exige la filosofía.

Por tanto la filosofía al modo que entendemos en el occidente, recién aparecerá en Grecia -
desde luego en base a las experiencias conceptuales de los primeros griegos, y de los aportes
que se pudo obtener del mundo oriental.

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En esa línea, se considera a Thales de Mileto (640-546 a.e.) como el primer filósofo. Tales fue
uno de los siete sabios de Grecia (los otros eran Quilón de Lacedemonia, Solón de Atenas,
Pítaco de Mitilene, Cleóbulo de Lidia, Bias de Priene y Periandro de Corinto).

La filosofía surge en Grecia durante el “periodo de colonización y formación del imperio


marítimo y comercial helénico” (Puiggrós.El origen de la filosofía. p.90). Mileto fue fundada el
año 800 a.e. fue puerto del mar Egeo, se convirtió en un centro comercial importante de la
Hélade, heredando de los fenicios el tráfico de metales y esclavos. En ese puerto cosmopolita
nace la necesidad de interpretar, comprender de manera racional el mundo, superando las
religiones, mitos que explicaban el mundo. Existe la necesidad de dominar la naturaleza, y para
ello se debe estudiarla, reflexionar, interpretar, en ese contexto surge la filosofía.

Antes de considerar la filosofía de Thales nos referiremos a la advertencia que anota Puiggrós
de la Grecia de entonces :

a) El hombre ideal de gobierno, es la trinidad del poeta, filósofo y político.

b) Entre la política y la filosofía existe interconexión, se dan casos de políticos-filósofos, o de


políticos que aceptaban a la filosofía como expresión de la vida humana.

c) Los políticos, artistas, filósofos, “fuesen partidarios de la aristocracia, de la democracia, de


la oligarquía o de la tiranía, deben por supuesta y eterna la esclavitud”(p.92-93).

El pensamiento, la filosofía en sus inicios está influenciada por los mitos (relatos míticos sobre
el origen del mundo), por las máximas morales que son reflejo de la forma de vida de los
griegos, y por la ciencia oriental, sobre todo por el de Egipto y Babilonia.

Thales de Mileto (640-546 a.e) hijo de Examio y Cleobulina, de origen fenicio, luego
ciudadanizado milesio - otros niegan que tenga origen fenicio, haciéndole decir que él debía
tres cosas a la fortuna: “Primera de todas, haber nacido hombre y no bestia ; segunda varón y
no mujer ; y tercera, griego y no bárbaro”

El problema que se plantea Thales, es saber cuál es la substancia (sostén, fundamento), el


origen del universo y de sus elementos. Quiere saber el origen “arjé” de las cosas. Para Thales,
ese arjé es el agua “idor”. Su filosofía sostiene como principio de todas las cosas al agua. Vio en
el agua el origen - según Aristóteles - porque observó a la humedad como alimento de todas
las cosas. Todo animal, toda semilla, todo ser viviente tiene humedad y se desarrolla con la
humedad, “y aquello de donde viene todo, es claro, que es el principio de todas las cosas”
(Aristóteles. Metafísica.Lib.I,III.).

La explicación del agua como origen, es importante, porque se aleja de toda explicación mítica,
imaginaria, afirmando como causa algo material. Su filosofía nace de una observación objetiva
de la naturaleza, donde encuentra al agua como origen del ser y del devenir, es decir de todas
las cosas y de los cambios que en ellas se producen. Thales, como ya dijimos fue uno de los
siete sabios de Grecia, y se le atribuye :

a) Demostración de algunos teoremas geométricos.

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b) Medición de la altura de las pirámides o de objetos inaccesibles.

c) Previsión de un eclipse solar que probablemente se dio el 28 de mayo del 585 a.e.

d) Conocimiento de las propiedades magnéticas del imán.

e) El primero en inscribir en el círculo un triángulo rectángulo.

f) Determino las estaciones del año.

g) Dividió el año en 365 días.

El arte, dice Malraux, nace del arte. Lo mismo ocurre con la filosofía, según experiencia
personal de quienes la hacen. No hay filosofía que haya surgido de la nada, como
producto de una meditación sin ejemplos y sin influencias intelectuales, es decir, sin
contacto con una filosofía ya formulada y actuante. La idea de una reflexión “natural”,
obra de un pensador aislado, en contacto puro con el cosmos, es ilusoria. Así como hay
siempre una mediación entre el artista y la naturaleza, una manera pictórica o poética
de ver el mundo, que es aprendida y que da testimonio de la preexistencia de la
pintura o la poesía, así también entre el pensador y el mundo sólo se establece un
contacto filosófico a través de la filosofía que ya han hecho otros hombres. Por estar
implícito en todo filosofar un contacto con los filósofos, un diálogo con ellos, un
proceso abierto de asimilación, provocación y transmisión de inquietudes, dudas y
convicciones acerca de los problemas de la existencia, la filosofía remite a la historia.
Por lo mismo, nadie sabe quién fue el primer filósofo, ni interesa mucho saberlo, y
seguramente no tiene sentido determinarlo como un personaje singular de la historia.
En efecto, nos apercibimos de la existencia de la filosofía cuando ya está en obra por
largo tiempo un diálogo racional y se ha producido una evolución ideológica que
enlaza, la meditación inteligente de unos hombres con la de los otros. Dicho de
diferente modo, la filosofía que encontramos en la historia hunde sus raíces en una
tradición reflexiva. En cualquier caso, su origen hubo de estar en una mediación inicial
gracias a la cual una cultura nueva surgió dialécticamente de un pensar anterior.

Estas consideraciones tienen una consecuencia principal que debe tomar en cuenta
todo aquel que quiera comprender el sentido de la filosofía: la filosofía es eso que
históricamente ha sido formado y es así como la historia la ofrece desde los griegos
hasta nuestros días. Iniciarse en la filosofía significa, por lo tanto, entrar en el diálogo
de los filósofos, aprender su lenguaje, recibir el impacto de sus inquietudes y ser
promovido de este modo a un nuevo pensar.

Pensar “naturalmente” y filosofar son, por consiguiente, cosas contrarias. Nadie llega a
la filosofía por la espontaneidad de su propia conciencia, sin nexo con la comunidad
pensante de la historia. Todo esfuerzo hecho en esta dirección planeará en el vacío y
se mostrará incapaz de dar frutos aprovechables para el dominio intelectual de la

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realidad. En filosofía, más seguramente que en otra disciplina, sólo es fértil el


pensamiento educado, apto para plantear cuestiones y formular respuestas con
sentido, es decir, encuadradas en un contexto ideológico preciso. Un problema
planteado adánicamente, sin precedentes o puntos de referencias bien determinados,
sería en la práctica un pseudoproblema, un pensamiento inane. Lo mismo ocurre con
las respuestas. Una solución no preparada dialécticamente por el pensar anterior sería
una respuesta impertinente, un esfuerzo intelectual infecundo, entre otras cosas por
ignorante de sí mismo y de las condiciones en que puede ser probada su verdad.

No hay entonces manera de ingresar a la filosofía a no ser insertándose en el


desarrollo de ella, admitiendo la influencia y la estimulación de los filósofos que la
hacen, aprendiendo el diálogo racional y preparándose para el trabajo creador. De allí
que puede decirse también a propósito de la filosofía, como lo dice Malraux del arte,
que quien comienza en ella produce siempre pastiches. El principiante en filosofía crea
a duras penas y nunca sin imitar. El valor de su pensamiento está dado por el esfuerzo
en comprender y traducir a sus maestros, antes que por un aporte original. Este pensar
y decir por cuenta propia las ideas de los otros, esta reflexión y formulación imitativa
es, sin embargo, un primer lenguaje personal, una primera forma de autoafirmación
intelectual que se alimenta de una rebeldía escondida.

Pero —podrá observar alguien— ¿no implica la filosofía un puerilizarse?, ¿no se ha


dicho desde antiguo que el filosofar comienza con la admiración, con el asombro de las
cosas del mundo?, ¿no significa esto romper con las ideas anteriores y quedar librado
de la espontaneidad del propio pensar? Platón y Aristóteles afirman, en efecto, que la
filosofía comienza con la admiración, y la historia de la filosofía confirma su aserto.
Pero no debe olvidarse que hay admiraciones y admiraciones. Hay la admiración de
cualquiera y la otra, la contraria, como dice Aristóteles, que es la filosófica. Un espíritu
simplón puede pasarse la vida extrañándose de las cosas más banales y corrientes sin
llegar nunca a filosofar. Es verdad, el pensamiento filosófico está más lejos de la
conciencia del rústico que se queda boquiabierto ante los tranvías y las luces de neón
de la ciudad, que del hombre urbano cuya mente no es extraña al lenguaje de la
ciencia y la técnica y, quizá sin saberlo, interpreta la realidad racionalmente gracias a
las categorías de ese lenguaje. Este hombre posee ya un esquema conceptual apto
para convertirse en lenguaje filosófico, mientras el primero está preso en imágenes y
nociones indiferenciadas que impiden articular lógicamente el pensamiento. Y es
cierto que la actitud filosófica implica un puerilizarse, un ver las cosas con mirada
inédita. Pero con ello no quiere decirse que el niño sea filósofo y que haya que
retornar a la conciencia infantil real para hacer filosofía, porque la nueva mirada
filosófica implica romper con toda credulidad, con toda idea recibida, con todo tabú, es
decir, entre otras cosas, con el mundo ingenuo de la infancia. Lo cual comporta un
penoso esfuerzo de conversión espiritual, un largo ejercicio de liberación de la mente,
en suma, un aprendizaje. La admiración de que se nutre la filosofía es, pues, una

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manera de ver y pensar aprendida en la escuela de los filósofos. Por cierto que la
conciencia anterior, todas las maneras de juzgar y reaccionar ante el mundo, que son
propias del sentido común y, en general, de la mente no filosófica, tienen su valor y
son aprovechables por la filosofía. En rigor, forman la raíz de la que ha de surgir, por
oposición dialéctica, la reflexión filosófica, del modo como históricamente la filosofía
fue condicionada por el mito. Pero la mediación pedagógica, el diálogo con los
filósofos, es el factor fundamental.

Por lo dicho se comprenderá que no estamos haciendo una recomendación de


pasividad. Aprender y educarse en filosofía no significa recibir determinados
contenidos teóricos, sino asumir problemas y prepararse para responderlos de un
modo original y creador. La mera recepción es menos concebible en filosofía que en
otra disciplina teórica porque, como señalaba Kant, no hay nunca una filosofía formada
y acabada, y porque, en consecuencia, lo que en ella cuenta es el acto de pesar. La
analogía del arte vale también en ese punto. Ser educado, por ejemplo, en la pintura,
aprender a pintar, es cosa muy distinta a acoger ciertos valores y técnicas ya
existentes; supone, por el contrario, dominarlos y manejarlos como cosa propia. Quien
no concurre a la escuela de los pintores, quien no atiende las lecciones de la pintura
universal, nunca podrá formarse y quedará fuera del mundo del arte. Pero quien se
limita a registrar lo que los otros han hecho sin poner en juego su personalidad y su
voluntad polémica, nunca llegarán a pintar. Así también ocurre en filosofía. Hay que
recibir y asimilar el ejemplo y las orientaciones de quien guía, pero al mismo tiempo
hay que poner en obra el propio pensamiento racional, responder al estímulo y acoger
las sugestiones del pensar extraño personalmente, convirtiendo en cosa propia las
motivaciones y técnicas aprendidas.

Más adelante hemos de insistir una y otra vez en que la filosofía es meditación
personal. Esto implica que nadie ingresa a la filosofía sin estar comprometido “en
persona” con la reflexión racional, sin adaptar a las condiciones y exigencias del propio
espíritu los problemas y temas que le llegan de una tradición secular.

Tradición y originalidad —que es como decir historia genuina— son, en suma,


categorías fundamentales del quehacer filosófico. Por eso, aprender filosofía no es
repetir una filosofía existente, sino llegar, por medio de un filosofar existente, a un
nuevo pensar. No se puede aprender filosofía sino a filosofar decía también Kant. Eso
es lo que nos enseñan, y lo que por ellos podemos aprender, los filósofos que han
hecho la historia del pensamiento racional.

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