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Discurso sobre la pedagogía marista

Como una vez dijo San Marcelino Champagnat lo siguiente: ¨No


puedo ver a un niño o a un joven sin sentir profundas ganas de
gritarle lo hermoso que es vivir y el gran amor que el padre Dios nos
tiene¨, que bellas palabras la de nuestro (…) muy buenas tardes con
todos los presentes, como ya todos me conocen mi nombre es Jose
Gabriel Alvarado Suca, me dirijo a ustedes con gran entusiasmo y
admiración por tener la oportunidad de hablarles sobre la pedagogía
marista y su impacto en la educación. Durante los próximos minutos,
exploraremos los fundamentos de esta pedagogía, su importancia y
los valores que la sustentan.

La pedagogía marista se basa en la visión y misión del fundador de la


congregación, San Marcelino Champagnat. Él creía firmemente en el
poder transformador de la educación y la importancia de brindar a
los jóvenes una formación integral que no solo se centre en el
conocimiento académico, sino también en su desarrollo personal,
moral y espiritual.

En el corazón de la pedagogía marista se encuentra la idea de educar


con amor y compasión. Los educadores maristas se esfuerzan por
establecer una relación cercana con los estudiantes, basada en la
confianza mutua y el respeto. A través de esta relación, se crea un
ambiente seguro y propicio para el aprendizaje, donde los
estudiantes se sienten valorados y apoyados en su crecimiento
integral.

Otro pilar fundamental de la pedagogía marista es la atención


personalizada a cada estudiante. Los educadores maristas reconocen
que cada individuo es único, con sus propias habilidades, talentos y
desafíos. Por lo tanto, se comprometen a adaptar sus métodos de
enseñanza para satisfacer las necesidades de cada estudiante,
fomentando su autoestima y motivación para aprender.

Además, la pedagogía marista se caracteriza por el énfasis en la


educación en valores. Los valores cristianos, como la solidaridad, el
respeto, la justicia y la honestidad, son parte integral del currículo
educativo. Los estudiantes son alentados a vivir estos valores en su
vida diaria, convirtiéndose así en agentes de cambio positivo en sus
comunidades y en el mundo.

Un aspecto distintivo de la pedagogía marista es su enfoque en la


educación para la vida. Más allá de la adquisición de conocimientos,
se busca formar personas comprometidas con el servicio a los demás
y capaces de enfrentar los desafíos de la vida con fortaleza y
resiliencia. Los educadores maristas se preocupan por preparar a los
estudiantes para que sean ciudadanos responsables y conscientes de
su rol en la sociedad.

En resumen, la pedagogía marista ha dejado una huella significativa


en la educación a lo largo de los años. Su enfoque holístico y su
compromiso con los valores hacen de ella una propuesta educativa
relevante y necesaria en nuestra sociedad actual. Agradezcamos a
todos los educadores maristas que dedican su tiempo y energía a
formar a las generaciones futuras, guiándolos hacia un futuro
brillante y con mucho éxito.

¡Muchas gracias a todos los oyentes presentes por su atención!

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