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MATERIA : RECURSO DE PROTECCIÓN

RECURRENTE : ERIKA CEREÑO wEISHAUPT


R.U.N. : 13.689.699-7

ABOGADO Y APODERADO : ISABEL ORTIZ MONTES


R.U.N : 16.094.641-5

RECURRIDA : ISAPRE CONSALUD S.A


R.U.T : 96.856.780-2

EN LO PRINCIPAL: Recurre de Protección. PRIMER OTROSÍ: Acompaña


Documento. SEGUNDO OTROSÍ: Orden de no innovar. TERCER OTROSÍ:
Patrocinio y Poder.

ILTMA. CORTE DE APELACIONES DE TEMUCO

ISABEL ORTIZ MONTES, abogada, domiciliada en Avenida Jose Rabat 10670,


Colina, Santiago, a US., Iltma., respetuosamente digo:

Que, de acuerdo a lo dispuesto en el artículo 20 de la Constitución Política


de la República y el N° 2 del Auto Acordado de la Excma. Corte Suprema, del 24 de
junio de 1992, sobre Tramitación del Recurso de Protección de Garantías
Constitucionales, dentro de plazo vengo en interponer acción de protección en favor
de doña ERIKA CEREÑO WEISHAUPT, empleada, de mi mismo domicilio para
estos efectos, y en contra de ISAPRE CONSALUD S.A, Institución de Salud
Previsional, representada legalmente por don RODRIGO MEDEL SAMACOITZ, en
su calidad de Gerente General de la recurrida, ignoro profesión u oficio, ambos
domiciliados en Rosario Norte N° 407, comuna de Las Condes, en razón del acto
ilegal y arbitrario, consistente en la modificación unilateraldel precio base del plan
de salud de mi representada “PLAN MI RED SALUD 1000”, en razón del acto
ilegal y arbitrario consistente en la modificación
unilateral del precio base del plan de salud de mi representada, incrementándolo
en un 7,6%, alza totalmente injustificada, lo cual constituye privación,
perturbación y amenaza en el legítimo ejercicio de los derechos y garantías
constitucionales que el artículo N°19 de la Constitución Política señala en sus
números 1, 9 y 24. Conjuntamente, la adecuación que la Isapre hace del contrato de
salud, vulnera el D.F.L N° 1, el cual fija el texto refundido, coordinado y
sistematizado del Decreto Ley N° 2.763 y de las Leyes N° 18.933 y N° 18.469, como
asimismo, el contrato suscrito entre las partes, según paso a exponer:

S.S., Iltma., con fecha 04 de abril de 2022, mi representada recibió una


carta de la recurrida, datada con fecha 29 de marzo del año en curso, mediante la
cual se comunica una adecuación del plan de salud actualmente vigente, “PLAN
MIRED SALUD 1000”, respecto del cual la tarifa actual de su plan de Salud
asciende a 9,965 UF, el que será reajustado arbitrariamente, lo querepresenta
un ajuste de 7.6% en el precio base del plan de salud del recurrente a partir de la
remuneración del mes de junio del año 2022, acto unilateral y totalmente
arbitrario e injustificado, teniendo en consideración que el Plan de Salud que
contrató con la recurrida se encuentra valorizado en Unidades de Fomento y
sin considerar el precio final del plan, por ende, el plan ya ha incorporado a
las futuras alzas y variaciones experimentadas por dicha unidad económica.

Si bien el reajuste se encuentra dentro del Indicador Referencial de Costos


de Salud (IRCSA) la Isapre recurrida no ha entregado su fundamento, ni razones
objetivas y verificables para que se proceda a efectuarlo.

En lo que constituye una confirmación de la arbitrariedad e ilegalidad en que


incurre la Isapre, se le informa a mi representada que si no manifiesta su voluntad
hasta el último día hábil del mes de mayo 2022, se entenderá que acepta el alza
señalada. Adicionalmente, en una suerte de concesión graciosa, se le ofrece un plan
de salud cuyo precio base sea más cercano al que pagaba en el plan que
actualmente tiene o, derechamente, escoger otro plan de salud de los que tienen en
comercialización.

La Superintendencia de Salud, publicó el 10 de marzo de 2022, en el Diario


Oficial la Resolución Exenta N° 352, de fecha 02 de marzo de 2022, que fija el
porcentaje máximo de ajuste que las instituciones de salud previsional deberán
aplicar en las adecuaciones de precios de los planes de salud. De acuerdo con esta
resoluci0ón exenta, el denominado Indicador Referencial de Costos de Salud
(IRCSA) tiene un tope máximo de 7,6 % del alza sobre el valor del IPC o sobre el
valor de todos aquellos planes que se encuentren en UF, respecto a cada uno de los
afiliados a la Isapre recurrida y en caso particular del recurrente.

Cabe indicar, que la Superintendencia ha fijado este indicador de


conformidad a las disposiciones legales de los artículos 106, 107 y 198 del Decreto
Supremo N° 1 del Ministerio de Salud año 2005, que fija el texto refundido,
coordinado y sistematizado del Decreto Ley N° 2.763 del año 1979 y de las Leyes
N°s 18.933 y 18.469, en conformidad a lo estipulado en la Ley N° 21.350.

El artículo 198, modificado por la Ley N° 21.350, que en su parte pertinente


preceptúa; “… Las modificaciones a los precios base de los planes de salud se
sujetarán a las siguientes reglas: 1.- Superintendencia de Salud fijará mediante
resolución, anualmente, un indicador que será un máximo para las instituciones de
salud previsional que apliquen una variación porcentual al precio base de sus planes
de salud, conforme al procedimiento que se establece en el numeral siguiente…”.

De acuerdo con lo anterior, el mismo artículo N° 198, indica que, dentro del
plazo de quince días corridos, contados desde la publicación del indicador señalado
en el acápite anterior, la Isapre recurrida ha podido ejercer dos opciones:
a) No subir los precios bases de los planes de salud o, b) Subir el porcentaje que vaya
desde un monto superior a 0% llegando a un tope de un 7,6% que es el ICSRA como
máximo.

Resulta ineludible no ser suficiente que la recurrida informe de manera


genérica que se encuentra dentro de los límites que indica ese índice.

Este es el criterio que de manera unánime ha establecido la jurisprudencia,


toda vez que con anterioridad también se intentó aplicar un índice de igual
naturaleza, frente a cuya existencia la excelentísima Corte Suprema de Justicia ha
resuelto sobre el mismo, reiteradamente señalando al igual que en Rol N° Ingreso
Corte Suprema 84.984-2021, lo siguiente: “Sexto: Quem en este orden de ideas, ha
de entenderse que la facultad revisora de la entidad de salud exige una
razonabilidad en sus motivos, esto es, que la revisión responda a cambios efectivos
y verificables de los precios de las prestaciones cubiertas por el plan. Para cumplir
con esta exigencia, la recurrida ha expresado en la carta de adecuación una serie de
datos mediante los cuales pretende justificar su decisión, como asimismo amparar
su determinación en el Indicador Referencial de Costos de la Salud (IRCSA) elaborado
por la Superintendencia de Salud, dando aplicación directa y sin tamizaje del
guarismo sugerido en este instrumento. Séptimo: Que, conforme se viene diciendo, la
carta a que se ha hecho referencia y con la cual la recurrida pretende justificar su
decisión de adecuar el plan de salud del recurrente no satisface la exigencia de
razonabilidad referida en el motivo anterior. En efecto, ésta se circunscribe a afirmar,
aludiendo a cifras y criterios generales que los costos de la institución recurrida para
otorgar las prestaciones a que está obligada ha aumentado, refiriendo valores
ilustrativos pero carentes de un pormenorizado, racional y cabal respaldo técnico que
permita su verificación. Asimismo cita, con el fin de robustecer la comunicación
enviada al afiliado, el Indicador Referencial de Costos de Salud (IRCSA), sin embargo
no repara en que este documento no se erige por sí solo como antecedente suficiente
para justificar dicha alza, toda vez que, en el numeral 3 de éste se advierte por la
autoridad que es importante tener presente, al momento de interpretar los
resultados, que el indicador sintetiza las variaciones de los costos incurridos por las
isapres en la bonificación de prestaciones y licencias médicas, es decir, hace
referencia a la operación conjunta de las Isapres abiertas del sistema y no
particulariza en las realidades de cada institución. En consecuencia, no puede
pretenderse reajustar los precios con sólo esos antecedentes que se invocan por quien
está obligado a brindar por un contrato, que reviste características de orden público y
jerarquía constitucional, las prestaciones de un bien como la salud”.

Aunque desde el año 2022 el IRCSA está implementado a nivel legal, el


razonamiento entregado en la sentencia anterior continúa plenamente vigente. La
misma ley N° 21.350 indica que el IRCSA se entiende justificado para todos los
efectos legales, ya que la cuestión discutida acá no es el índice determinado por la
superintendencia, sino la elección del porcentaje a aumentar por parte de la Isapre
recurrida, el que como hemos visto no se beneficia de dicha presunción de
justificación.
En cuanto a la arbitrariedad, cabe señalar V.S. Iltma., que el recurso de
protección es procedente contra toda acción u omisión arbitraria, y si bien el
concepto de arbitrariedad no se encuentra definido por nuestra ley, la
jurisprudencia permite aseverar que la “arbitrariedad” importa la acción u omisión
carente de sustrato racional, esto es, la manifestación del simple capricho del
agente. La arbitrariedad por tanto importa la comisión de un acto caprichoso, que
no puede explicarse recurriendo a la razón.

En el caso de autos, y tal como se ha expuesto con anterioridad, Isapre


Consalud S.A. sin dar razón de su actuar real, ha decidido aumentar
unilateralmente el precio del contrato de salud de esta parte en el mes de junio de
2022 en un 7,6%, sin brindar al afiliado información suficiente que la justifique,
falto abiertamente al requisito de publicidad necesario.

De lo antes dicho, se lee que el actuar de la Isapre es claramente arbitrario,


ya que está buscando resquicios del todo inaceptables, con el único fin de obtener
una ventaja económica del todo improcedente, a costa de sus afiliados, siendo
carente de todo sustrato lógico.

El porcentaje que intenta alzar la Isapre solo fundándose en que se


encuentra dentro de los límites del indicador referencial de costo de la salud
(IRCSA) hecho por la Superintendencia de Salud en base a lo previsto en la Ley N°
21.350, no podría ser considerado para justificar el alza del precio base, ya que
vulnera el principio jurídico esencial NON BIS IN IDEM, al considerar los costos del
área que ya fueron incluidos en los gastos de salud del IPC y que forma parte de la
U.F, unidad en que se pagan actualmente los diversos planes de salud de la Isapre
recurrida. Al respecto cabe señalar que la U.F, es la unidad financiera que se
reajusta de acuerdo con la inflación, de suerte tal que los valores de los planes al
estar pactados en dicha unidad sufren reajustes periódicos por lo que no es lógico
ni ajustado a derecho que sufran un nuevo reajuste de acuerdo con el IRCSA.

En este punto cabe señalar que, desde enero de 2009, en Chile comenzó a
operar un nuevo IPC, el cual incorporó importantes cambios en su construcción y
lógica, actualizando la canasta que se venía utilizando. Este nuevo IPC, el cual fue
elaborado por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), aporta mayor
transparencia en el mercado ya que busca reflejar mejor las variaciones de los
precios y gastos, al incorporar nuevos bienes y servicios que reflejan los cambios
que ha experimentado el consumo de la población chilena, considerando ya al gasto en
salud. Por ende, se ha amenazado arbitrariamente el derecho de propiedad del afiliado,
sobre los derechos que emanan del contrato de salud suscrito por el afiliado con la
recurrida, afectando el patrimonio y vulnerando lo dispuesto en la Constitución y en
las leyes sobre la materia.

El contrato de salud suscrito por las partes establece la posibilidad derevisar


el contrato una vez transcurridos 12 meses desde su suscripción o cumplidos
sucesivos periodos anuales, que no importen discriminación entre los afiliados. Sin
embargo, ella ha ocurrido infringiendo las normas del contrato.

En cuanto a la ilegalidad el deseo de la recurrida de adecuar unilateralmente


el valor del contrato de salud de esta parte es absolutamente ilegal, de acuerdo con
el D.F.L N°1 del Ministerio de Salud de 2005, que fija el texto refundido, coordinado
y sistematizado del D.L N° 2.763 de 1979 y d elas Leyes N|s.18.933 y 18.469 en su
artículo 197 y siguientes disponen los presupuestos mínimos para la fijación de
los precios de los contratos.

Si bien la ley dispone que las partes podrán convenir libremente el


otorgamiento, forma modalidad y condiciones de las prestaciones y beneficios en
salud, en el hecho el contrato de salud es un contrato de adhesión, ya que las Isapres
ofrecen a los usuarios las estipulaciones que conforman los distintos planes que
éstos deben limitarse a adherir en su totalidad, sin discusión. Por tal razón, la
propia Ley se ha preocupado de reglamentar las estipulaciones mínimas de estos
contratos con el fin de proteger la parte débil del mismo, el usuario, por loque no
obstante autorizar a estas instituciones para efectuar la revisión anual de los
contratos, limita tal facultad en los términos establecidos en el art. 197 y siguientes
D.F.L N° 1 del ministerio de salud de 2005, que fija el texto refundido, coordinado
y sistematizado del D.L N° 2.763 de 1979 y de las Leyes N°s 18.993 y 18.469.

En el caso de autos, la Isapre se ha limitado a comunicar unilateralmente que


se procederá al alza en un 7,6% sobre la variación del IPC, teniendo justamentecomo
tope el IRCSA de un 7,6% elevando con ello el precio base del plan de salud, sin
explicar en forma suficiente el cómo ni por qué, y por tanto sin haber acreditado
de modo alguno el cumplimiento de los requisitos y presupuestos que exige la ley,
en especial los del art. 198 del D.F.L. N° 1 del Ministerio de Salud de 2005, que fija el
texto refundido, coordinado y sistematizado del D.L N° 2.763 de 1979 y de las Leyes
N°s 18.933 y 18.469. Así como lo ha establecido en la Circular IF N° 401, de fecha 3 de
diciembre de 2021 que imparte instrucciones sobre procedimientos de adecuación de
precios bases de los planes de salud ajustados a la Ley N° 21.350.

Cabe indicar que el art. 20 de la Constitución Política, señala que quien sea
privado, perturbado o amenazado a causa de actos u omisiones arbitrarios o ilegales,
en el legítimo ejercicio de los derechos y garantías consagradas en algunos de los
numerales del art. 19, podrá recurrir ante la I. Corte de Apelaciones respectiva a fin
de que esta adopte de inmediato las providencias que juzgue necesarias para
restablecer el imperio del derecho ya asegurar la debida protección al afectado por
ese acto u omisión.

El artículo 19N° 9, asegura el derecho a la protección de la salud y dentro


de aquel, el de elegir el sistema estatal o particular de salud.

El N° 24 del art. 19 de la Constitución Política dispone el derecho de


propiedad en sus diversas especies sobre toda clase de bienes corporales o
incorporales. Adquirido un derecho, la persona no puede ser privada del mismo o
de alguno de los atributos o facultades esenciales del dominio, sino en virtud de ley
general o especial que autorice la expropiación por causa de utilidad pública o de
interés nacional, calificada por la ley (inciso 3° del N° 24 del art. 19 de la
Constitución). Al modificar el precio base del plan de salud, afecta directamente el
patrimonio del recurrente, ya que tendrá que pagar más por los mismos beneficios
que recibe actualmente.

Además, vulnera el derecho de propiedad sobre los derechos que emanan


del plan de salud contratado con la recurrida. Cabe agregar, además, que según con
lo dispuesto en el art. 1.545 del Código Civil, todo contrato válidamente celebrado
es una ley para los contratantes y, en consecuencia, no puede ser dejadosin efecto
ni modificado sino por consentimiento de ambos contratantes o por causas legales.
Por lo tanto, los reajustes hechos por la recurrida constituyen una excepción al
artículo recientemente citado, y por ende debe aplicarse de forma restrictiva.
En el caso de la privación de los derechos fundamentales, en primer lugar,
se puede notar a simple vista que es un alza sin ninguna razón justificada. Al
contrario, dicha alza amenaza el derecho a la vida, a la integridad física y psíquica
pues restringe el acceso a prestaciones que son garantizadas por nuestra carta
fundamental y a las cuales contractualmente se tiene derecho, y que por esta
arbitrariedad e ilegalidad se verán reducidas de no aceptar el alza impuesta o en
su defecto obligarán al recurrente a elegir otro plan de menor valor, obviamente
con menores beneficios y prestaciones o derechamente abandonar el sistema
privado de salud.

Dicho lo anterior, debo agregar que el actuar arbitrario e ilegal de la Isapre,


violenta el derecho de propiedad, ya que afecta directamente el patrimonio de esta
parte, al tener que pagar más dinero por el mismo plan de salud, por lo tanto, tiene
derecho a que se mantenga el precio de control de salud no varíen las condiciones
que justifiquen su reajuste, lo que en la especie no ha ocurrido, pues si bien las
Isapres están facultadas para reajustar anualmente los planes de salud, tal
prerrogativa no puede ejercerse sin que medie explicación razonable o racional, o
realizarla en forma arbitraria, o no estar fundada en criterios técnicos y económicos
sólidos, ser antojadiza, injustificada o sin justificación legal alguna.

En cuanto al derecho constitucional de protección a la Salud, lo priva o


perturba toda vez que se obliga a pagar más o en su defecto disminuye la cobertura
del plan. En efecto, un procedimiento como el denunciado obliga a la recurrente a
abandonar el sistema privado de salud, por el alza provocada al plan de salud,
situación que se produce año a año, variando significativamente el valor original
del plan de salud contratado, vale decir, paga más y no recibe como contrapartida
por parte de la recurrida mejores y más prestaciones. Lo anterior obliga al
recurrente a incorporarse necesariamente al sistema público, todo ello al ser
incapaz de cubrir el alza hecha nuevamente.

A mayor abundamiento, cabe destacar que se lee de la norma general que


tiene su base en el art. 19 N°9 de la Constitución, y que es comprensiva del orden
público sanitario y de salud, que lo que la ley ha querido autorizar es el cambio del
precio base de los contratos de salud cuando los costos de las atenciones
inherentes a la protección de ese bien superior sufran un alza sistemática más o
menos imprevista, como por ejemplo, nuevas modalidades que les sean impuestas
y que les resulten ineludibles en su mayor costo, de orden técnico, científico u otro.
En esta visión, lo que vendría a legitimar la variación es la evidente variación, el
alza, de la cantidad que la Isapre haya de dar por la presentación de su servicio de
seguro de salud.

Eso difiere totalmente de los gastos en que ella incurre por concepto de
satisfacción de las prestaciones que se obligó a cubrir. En este sentido, gastar es
usar el dinero en la prestación del servicio que les es propio.

Así, entonces, y como ha entendido abiertamente la jurisprudencia, nuca


podrá leerse en la ley, que se extienda un permiso para elevar unilateralmente los
precios bases de contratos de salud sobre la base de mayores “gastos” y no de
mayores “costos”.

En las condiciones dichas, la idea de la recurrida de recobrar, a través del


ejercicio de la facultad que indica el DFL N° 1, de 2005, de Salud, ingresos que dejó
de percibir, resulta ilegal e inocuo, ya que la revisión de los contratos de salud
previsional por las Isapres no está hecha como una cláusula de reajustabilidad o de
estabilización a favor de ellas, sino para salvar los mayores costos extraordinarios
de las prestaciones basados en aspectos imposibles de prever, que no habilitan
cambios sin motivo como la que se desea hacer en este caso.

En el contrato suscrito con la Isapre, no hay cláusula alguna que valide el


alza del precio del plan de salud sobre la base de los dichos dados por la recurrida,
como lo ha resuelto por la Excma. Corte Suprema de Justicia en varios fallos sobre
la misma materia señalan que la Isapre no puede variar el precio base d elos planes
de salud, ya que este es un contrato bilateral, y la norma del modo de cálculo “para
el aumento de los precios base de los planes de salud” no es vinculante en caso
alguno entre la Isapre y sus afiliados, por lo que la idea de cambio es un acto
arbitrario que atenta contra el patrimonio de mi representado.

Esta supuesta facultad que muchas veces dice tener la Isapre no es tal, y
un acto como el que le afecta es ilegal y arbitrario, ya que el alza del precio base del
plan de salud no está justificada, y para que valga tampoco hay contraprestación
alguna que pudiese validar el alza. El plan inicialmente
contratado se presenta como un plan adecuado modificando el precio inicialmente
pactado, lo cual lo convierte en uno totalmente distinto, rompiendo así el equilibrio
existente en este contrato bilateral.

En definitiva, y según a que los datos del cambio del precio base del plan de
salud deben decir la relación directa con el afiliado afectado por el proceso de
revisión, ya que debe justificarse como es éste quien motiva con su actuar la
adecuación del plan, más allá del reajuste que por la vía de la variación de la UF
ya debe soportar, que resulta que la carta de adecuación del plan de salud remitida
por la Isapre no es suficiente para demostrar algún del cual pueda colegirse
fundadamente que sea necesario elevarse el costo del plan de salud pactado
primitivamente, no obstante contener diversos datos y cifras, pues con ello no se
explica que la cotización recaudada en U.F. no pueda soportar los gastos, ni que
éstos justamente tengan alzas de precios mayores a esa reajustabilidad automática.

Así V.S. Iltma., cabe concluir que el acto de revisión del precio base del plan
de salud que posee mi representado con la recurrida, ha sido hecho en forma tal
que no respetó en lo absoluto la ley vigente, por lo que cabe calificarla al tenor del
art. 20 de la Carta Fundamental, como arbitraria e ilegal, y del todo improcedente,
alterando el legítimo ejercicio del derecho de propiedad que tiene como cotizante
respecto del contrato de salud suscrito entre partes, ya que el alza hecha en forma
unilateral e injustificada por la Isapre, afecta en forma directa su patrimonio, al
obligarlo a hacer sin la debida justificación, un mayor gasto monetario; sin
perjuicio de atentar –en grado de amenaza- contra el ejercicio del derecho a elegir
su sistema de salud consagrado en el N° 9 del art. 19 de la Constitución Política,
en la medida que por la situación que crea, puede obligarlo a desafiliarse y derivar
a un sistema de salud no deseado.

Por todo lo anterior, solicito a esta Ilustrísima Corte de Apelaciones que se


acoja este recurso, y se deje sin efecto el proceso de adecuación comunicado,
debiendo ordenársele que mantenga el plan de salud en las mismas condiciones y
precios actuales.

POR TANTO, de acuerdo con lo expuesto, y lo dispuesto en el artículo 20 de


la Constitución Política de la República, y Auto Acordado de la Excma. Corte
Suprema de 24 de junio de 1992, sobre tramitación del recurso de protección de
garantías constitucionales. RUEGO A S.S. ILTMA.; Se sirva tener por presentado
recurso de protección en contra de ISAPRE CONSALUD S.A, representada
legalmente por don RODRIGO MEDEL SAMACOITZ, en su calidad de Gerente
General, ambos ya individualizados, ordenarle que informe en el plazo perentorio
que US. Iltma, tenga a bien fijar, y, en definitiva, acoger el presente recurso de
protección, resolviendo que al aumentar unilateralmente el precio base del plan de
salud de mi representada, ha actuado en forma arbitraria e ilegal, perturbando y
amenazando las garantías constitucionales previstas en los artículos 9 inciso final
y 24 del artículo 19 de la C.P.R., ordenándole a la recurrida que deje sin efecto la
adecuación del Plan de Salud de mi representada, manteniendo su precio base
original, además de mantener todos los beneficios actuales del referido plan,
cualquier sea su denominación futura, con expresa condenación en costas.

PRIMER OTROSÍ: Sírvase S.S.I. tener por acompañada carta de Adecuación de 29


de marzo de 2022, en que se le comunica a mi representada acerca del aumento
unilateral del precio base de su plan de salud, recepcionada con fecha 04 de abril
de 2022.

SEGUNDO OTROSÍ: Ruego a S.S.I. se sirva decretar orden de no innovar por parte
de la recurrida, en el sentido de que se abstenga de materializar el aumento
comunicado en su carta de fecha 29 de marzo de 2022, recepcionada por mi
representada con fecha 04 de abril de 2022, que se acompaña en un otrosí, en
tanto no se falle el presente recurso mediante sentencia firme y ejecutoriada.

Sírvase US.I. acceder a lo solicitado.

TERCER OTROSÍ: Sírvase V.S. tener presente que en mi calidad de abogada


habilitado para el ejercicio de la profesión, asumo el patrocinio de este asunto y
que actuaré personalmente en él.

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