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TRABAJO INFANTIL

Definición del trabajo infantil


No todas las tareas realizadas por los niños deben clasificarse como trabajo infantil que
se ha de eliminar. Por lo general, la participación de los niños o los adolescentes en
trabajos que no atentan contra su salud y su desarrollo personal ni interfieren con su
escolarización se considera positiva. Entre otras actividades, cabe citar la ayuda que
prestan a sus padres en el hogar, la colaboración en un negocio familiar o las tareas que
realizan fuera del horario escolar o durante las vacaciones para ganar dinero de bolsillo.
Este tipo de actividades son provechosas para el desarrollo de los pequeños y el
bienestar de la familia; les proporcionan calificaciones y experiencia, y les ayuda a
prepararse para ser miembros productivos de la sociedad en la edad adulta.
El término “trabajo infantil” suele definirse como todo trabajo que priva a los niños de
su niñez, su potencial y su dignidad, y que es perjudicial para su desarrollo físico y
psicológico. Es una violación de los derechos humanos fundamentales, habiéndose
comprobado que entorpece el desarrollo de los niños, y que potencialmente les produce
daños físicos y psicológicos para toda la vida.
Así pues, se alude al trabajo que:
• Es peligroso y prejudicial para el bienestar físico, mental o moral del niño;
• Interfiere con su escolarización puesto que:
• Les priva de la posibilidad de asistir a clases;
• Les obliga a abandonar la escuela de forma prematura, o
• Les exige combinar el estudio con un trabajo pesado y que insume mucho
tiempo.

En las formas más extremas de trabajo infantil, los niños son sometidos a situaciones de
esclavitud, separados de su familia, expuestos a graves peligros y enfermedades y/o
abandonados a su suerte en la calle de grandes ciudades (con frecuencia a una edad
muy temprana). Cuándo calificar o no de “trabajo infantil” a una actividad específica
dependerá de la edad del niño o la niña, el tipo de trabajo en cuestión y la cantidad de
horas que le dedica, las condiciones en que lo realiza, y los objetivos que persigue cada
país. La respuesta varía de un país a otro y entre uno y otro sector…
El sector de la agricultura comprende las actividades de la agricultura, la caza, la
silvicultura y la pesca.
El sector de la industria comprende las minas y canteras, la manufactura, la
construcción, y los servicios públicos (electricidad, gas y agua).
El sector de los servicios comprende el comercio al por mayor y al por menor; los
restaurantes y hoteles; el transporte, almacenamiento y comunicaciones; sectores de la
finanza y los seguros; los servicios inmobiliarios, a empresas y comunidades; así como
los servicios sociales a las personas.
Se ha demostrado que existe un fuerte vínculo entre la pobreza de los hogares y el
trabajo infantil, y que el trabajo infantil perpetúa la pobreza durante generaciones,
dejando a los hijos de los pobres fuera de la escuela y limitando sus posibilidades de
ascender en la escala social. Este reducido capital humano ha sido relacionado con el
bajo crecimiento económico y con el escaso desarrollo social. Un reciente estudio de la
OIT ha puesto de manifiesto que la erradicación del trabajo infantil en las economías en
transición y en desarrollo puede generar beneficios económicos casi siete veces
superiores a los costos, especialmente asociados con las inversiones en una mejor
escolaridad y en unos mejores servicios sociales. Los dos convenios fundamentales de la
OIT sobre el trabajo infantil constituyen la base jurídica para la lucha contra este
problema.

Trabajo infantil en Argentina


El término trabajo infantil se refiere a cualquier trabajo que es física, mental, social o
moralmente perjudicial para el niño, afecta su escolaridad y le impide jugar. Se les niega
la oportunidad de ser niños. Más de la mitad de estos niños están expuestos a las peores
formas de trabajo infantil como trabajo en ambientes peligrosos, esclavitud y otras
formas de trabajo forzoso, actividades ilícitas incluyendo el tráfico de drogas y la
prostitución.
En Argentina, el trabajo de menores de 16 años está prohibido por ley, y se penaliza a
los empleadores que se aprovechan económicamente del trabajo de menores. Desde
2016, el país cuenta con un listado de trabajo infantil peligroso. Actualmente, con el
apoyo de la OIT y UNICEF, se está trabajando en el cuarto plan para la erradicación del
trabajo infantil y la protección del trabajo adolescente.
El término trabajo infantil se refiere a cualquier trabajo que es física, mental, social o
moralmente perjudicial para el niño, afecta su escolaridad y le impide jugar. Muchos
niños no reciben alimentación ni cuidados apropiados. Se les niega la oportunidad de
ser niños. Más de la mitad de estos niños están expuestos a las peores formas de trabajo
infantil como trabajo en ambientes peligrosos, esclavitud, y otras formas de trabajo
forzoso, actividades ilícitas incluyendo el tráfico de drogas y la prostitución. En
Argentina, el trabajo de menores de 16 años está prohibido por ley, y se penaliza a los
empleadores que se aprovechan económicamente del trabajo de menores. Gobierno,
empleadores y trabajadores, acordaron incorporar como prioridad del Programa de
Trabajo Decente por País 2012-2015 «promover el efectivo cumplimiento de los
derechos y principios fundamentales en el trabajo, con especial atención a la prevención
y erradicación del trabajo infantil y el trabajo forzoso».
En 2002, la OIT instituyó el primer Día mundial contra el trabajo infantil como forma de
poner de manifiesto la gravísima situación de los niños víctimas de esta realidad. La
información y la comunicación son elementos claves para llamar la atención de los
gobiernos, la sociedad civil, las familias, los docentes, y los medios de comunicación, y
promover acciones para la prevención y erradicación del trabajo infantil.
Los chicos que trabajan como un modo de colaborar con su familia de manera intensiva,
casi con las mismas obligaciones que los adultos, no tienen las mismas oportunidades
que el resto de los niños de cumplir con sus sueños y aprovechar al máximo sus talentos.
Según los especialistas, son chicos cansados, a veces retraídos, que les cuesta prestar
atención en clase y muchas veces terminan abandonando el colegio. No tienen tiempo
para jugar, para disfrutar de la literatura infantil, para hacer tarea. Son pequeños
grandes, con demasiada carga para los pocos años que tienen.
"Sucede que hay chicos que se levantan a las 5 de la mañana, le dan de comer a los
animales, van a la escuela y trabajan hasta las 9 de la noche. La mayoría ya acarrea agua
y leña entre los 8 y 9 años. O trabajan en la casa, con estereotipos de género como que
solo las hijas mayores cuidan a los hermanos menores. O hijos que ya a los 13 años
tienen asignada una parcela en el establecimiento familiar de pequeños productores
para trabajar, y abandonan la escuela. Por eso están cansados, y faltan al colegio. Es muy
injusto porque no están en las mismas condiciones de aprendizaje que chicos que no
trabajan. Las familias lo valoran positivamente, pero se interfiere con el juego, con la
educación. Esto deja muchas huellas", asegura.

En primera persona
En el mundo hay unos 168 millones de niños y niñas que trabajan. Por eso, para que
haya una mayor concientización sobre este tema, la OIT lanzó el "Día mundial contra el
trabajo infantil" en 2002, que se conmemora el 12 de junio.
Como parte de las iniciativas de la OIT por sus 100 años, para esta fecha recopiló 100
testimonios de personas de todas las provincias, hoy adultas que sufrieron la dureza del
trabajo infantil. Se trata de la campaña multimedia "100 años, 100 voces: el trabajo
infantil en primera persona".
Rufina, de 51 años, es uno de los testimonios recopilados por la OIT para conmemorar
el "Día mundial contra el trabajo infantil". En un audio conmovedor se puede escuchar
su relato:
"Mi primer trabajo fue a los 8 años", cuenta. "Me mandaron a una familia puertas
adentro. Mis padres lo decidieron así. Vivíamos en el campo y decidieron que tenía que
ir a trabajar a la ciudad de General Roca (provincia de Rio Negro).
"Mi día de trabajo empezaba a las 8 de la mañana, poniendo un cajoncito delante de la
mesada de la cocina para alcanzar las cosas, poner la pava y preparar el desayuno.
Terminaba a las 9 de la noche en un día normal, excepto que tengan invitados y tenía
que estar con ellos porque se ponían a jugar a las cartas y tenía que alcanzarles el café
o cualquier cosa que necesitaran.
"Me preocupaba mi mamá, cómo hacer para ayudarla en la situación por la que
estábamos pasando. Mi papá era de pegarme mucho y no podía hablar en ese momento
porque lo único que se hacía era trabajar y dejar de ser niña. Nunca tuve una
adolescencia, un juguete. Lo único que hacía era trabajar, y nada más".
Los chicos empiezan a trabajar en tareas domésticas, acarreo de agua y leña y cuidado
de animales. Al principio es considerado como una ayuda en casa, pero cuando se
escuchan los relatos se ve que en realidad eso se convierte en un trabajo, y tienen
responsabilidades de adultos. Quedan solos y muy aislados. Los chicos entonces tratan
de compatibilizar la escuela con él con mundo del trabajo. En los tiempos de cosecha
faltan a la escuela y cuando se necesita mano de obra intensiva, van con los padres.
Mucho de esto sucede hoy.
El término trabajo infantil, según la OIT, "se refiere a cualquier trabajo que es física,
mental, social o moralmente perjudicial para el niño, afecta su escolaridad y le impide
jugar. Se les niega la oportunidad de ser niños. Más de la mitad de estos niños están
expuestos a las peores formas de trabajo infantil como trabajo en ambientes peligrosos,
esclavitud y otras formas de trabajo forzoso, actividades ilícitas incluyendo el tráfico de
drogas y la prostitución".

Qué dice la ley


La Ley 26.390, de 2008, establece que la edad mínima para trabajar es a los 16 años, con
autorización de sus padres hasta los 18 años.
Las personas mayores de catorce pueden ser ocupados en empresas cuyo titular sea su
padre, madre o tutor, en jornadas que no podrán superar las tres horas diarias, y las
quince horas semanales, siempre que no se trate de tareas penosas, peligrosas y/o
insalubres, y que cumplan con la asistencia escolar.
No pueden ocuparse a personas de dieciséis a dieciocho años en ningún tipo de tareas
durante más de seis horas diarias o treinta y seis semanales.
¿De qué se alimenta un niño?
De frutas, de verduras, de cereales…
Y también de protección, caricias, juegos, risa, de ir a la escuela, de soñar.
Pero no siempre es así. En muchos casos sus padres no tienen trabajo, no reciben
buenos salarios ni condiciones laborales dignas.
Y por eso, ese niño es obligado a trabajar, y por trabajar no va a la escuela; ni juega; ni
interactúa con otros niños de su edad; ni aprende a resolver problemas; ni a ser creativo;
ni a ser niño.
Miles de niños son obligados a trabajar de sol a sol sin poder escapar a esta realidad.
¿Cómo crees que será ese niño de adulto? ¿Cómo será su autoestima? ¿Cómo serán sus
oportunidades laborales? ¿Qué podrá ofrecer a sus hijos? ¿Y a los hijos de sus hijos?
¿Y si todos decidiéramos hacer las cosas de manera diferente? Y los padres de esos
niños tuvieran trabajo con salarios justos, condiciones dignas…
Y las empresas prohibieran en sus políticas el trabajo infantil… Y exigieran lo mismo a su
cadena de valor… Y lograran comprometer a su sector productivo a hacer lo mismo…
Y además… Fortalecemos políticas públicas, que aseguren que todos los niños y niñas
puedan estudiar…
Y comprometemos a los padres y madres para que no obliguen a sus hijos a trabajar.
Y logramos una sociedad que defienda el derecho de los niños y las niñas a disfrutar de
su infancia.
Y se ponen de acuerdo:
GOBIERNO
EMPRESA
SOCIEDAD
Y unen
ESFUERZOS
RECURSOS
Y VOLUNTAD
Para asegurar que los niños y niñas se alimenten con comida sana pero también con
cariño, protección, educación, juegos y risas. Para que crezcan sintiéndose libres y
seguros. Para soñar en que querrán ser de grandes…
10 Derechos Fundamentales del Niño
Derecho de los niños a jugar. Todos los niños tienen derecho a jugar y a divertirse.
Derecho de los niños y niñas a jugar
Derecho de los niños a la alimentación. Todos los niños tienen derecho a la alimentación.
Derecho de los niños a tener un hogar. Todos los niños tienen el derecho a tener una
vivienda, una casa donde protegerse del frío y donde vivir con su familia. Además de ser
una vivienda, debe ser un hogar donde el niño pueda vivir con comprensión, tolerancia,
amistad, amor y protección. El derecho de los niños a tener un hogar y una vivienda
Derecho de los niños a la salud. El derecho a la salud en los niños es uno de los derechos
fundamentales a los que debería acceder cualquier niño. El derecho a la salud es un
compendio entre el bienestar físico, mental y social, y más en los niños, que son más
vulnerables a las enfermedades. Día 20 de noviembre, día internacional del niño.
Derecho de los niños a la educación. El Derecho de los niños a la educación se recoge en
la Declaración de los Derechos del niño. Todos los niños tienen derecho a una educación,
independientemente del sexo, religión, nacionalidad y cualquier otra condición. El
Estado debe hacer todo lo posible para garantizar el acceso de los niños a la educación.
Derecho de los niños a la vida y a tener una familia. El niño, para el pleno desarrollo de
su personalidad, necesita amor y comprensión. Crecer bajo la responsabilidad de sus
padres y, en un ambiente de afecto y de seguridad moral y material. El derecho de los
niños a la vida y a tener una familia.
Derecho a tener nacionalidad. Desde su nacimiento, el niño tiene derecho a tener un
nombre y un apellido. Todo niño debe ser registrado inmediatamente después de su
nacimiento, ya que los padres tienen la obligación de informar el nombre, el apellido y
la fecha de nacimiento del recién nacido.
Derecho de los niños a la igualdad. El Derecho de los niños a la igualdad, sin distinción
de raza, religión o nacionalidad. Con ello se pretende conseguir que todos los niños sean
tratados de la misma forma, sean del origen que sean y se encuentren en el país que se
encuentren, o tengan el color de la piel del color que sea.
Derecho de los niños a opinar. La Convención de los Derechos del Niño reconoce en su
artículo 12 y 13 el derecho de los niños a expresar su opinión y a la libertad de expresión.
Porque deben los niños expresar opiniones libremente
Derecho de los niños a no trabajar. El derecho a la protección contra el trabajo infantil
dice lo siguiente: El niño debe ser protegido contra toda forma de abandono, crueldad
y explotación. No será objeto de ningún tipo de trata y no deberá permitirse al niño
trabajar antes de una edad mínima adecuada.

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