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CURSO DE

Técnico en
Cuidados Auxiliares
de Enfermería

CENTRO DE E5TuD!os
TÉCNICO EN
CUIDADOS AUXILIARES
DE ENFERMERÍA

It
© CCC, S.A.
Depósito Legal: SS-180-01
ISBN-10: 84-7157-205-2

ISBN-13: 978-84-7157-205-9
E-m04-1 3
Printed in Spain
Gráficas Alte, BQ Molinao - PASAJES
SUMARIO

AA INTEPçENXI©N eYIPvPFIXA

1. INTRODUCCIÓN ................................9

2. EL PERIOPERATORIO ...........................11

2.1. El preoperatorio ............................11


2.2. El transoperatorio ...........................22
2.3. El postoperatorio ............................23

3. EL INSTRUMENTAL QUIRÚRGICO ...............31

3. 1. Operaciones quirúrgicas fundamentales y


su instrumental .............................3 1
3.2. Otros instrumentales .........................48

4. RESUMEN ..................................... 52

S. EJERCICIOS DE AUTOEVALUACIÓN ..............56

5
LA INTERVENCIÓN
QUIRÚRGICA
TÉCNICO EN CUIDADOS AUXILIARES DE ENFERMERÍA

Objetivos de este tema


• Conocer las fases por las que atraviesa un paciente desde
que decide someterse a una intervención quirúrgica hasta
que le es dado el alta.

• Saber qué importancia tiene el estudio preoperatorio del pa-


ciente en su posterior recuperación, así como las diferentes
acciones que hay que llevar a cabo para prepararle física y
psíquicamente.

• Estudiar cuál es el procedimiento a seguir en el postopera-


torio inmediato (en la sala de recuperación) y en el postope-
ratorio tardío (en la habitación).

• Aprender cuáles son los principales actos quirúrgicos y las


propiedades de los instrumentos utilizados en cada uno de
ellos.

[.1
LS]
1. INTRODUCCIÓN

El cuidado que contribuye a la restauración y mantenimiento del esta-


do fisiológico óptimo antes y después de la intervención quirúrgica, es
muy importante para determinar el progreso y la recuperación del pa-
ciente.

El hecho de una intervención quirúrgica puede representar para el pa-


ciente una agresión física y, como consecuencia, dolor. El enfermo no
sabe cómo va a ser este dolor y eso le produce angustia y miedo. Si a
todo esto añadimos un lugar desconocido para él, como es un quirófa-
no, y la falta de información, tendremos en la mayoría de los casos un
temor, que unos superarán mejor que otros, y que puede influir en el
estado o bienestar del paciente.

Ante una persona que va a ser sometida a una intervención quirúrgica,


es necesario realizar una serie de cuidados sistemáticos tanto para su
preparación física como psicológica. A la vez se realizará un estudio o
evaluación preoperatoria, para reducir al mínimo los factores de ries-
go que no son puramente anestésicos y que, en general, derivan del
enfermo en sí o de la enfermedad que padece. Dentro de este estudio
preoperatorio se seguirán los siguientes pasos:

• Entrevista con el enfermo


• Anamnesis
• Exploración
• Exámenes complementarios

El objetivo inicial de la entrevista médico-enfermo es la reducción de


la angustia y el miedo que existe en torno al acto anestésico en sí y al
acto quirúrgico.

En principio, el enfermo debe conocer todos los posibles peligros de la


anestesia. Sin embargo, en muchos casos tal conocimiento puede ori-
ginar una preocupación excesiva, sobre todo si se trata de un enfermo
de alto riesgo. Por ello, la entrevista debe adecuarse a la personalidad
de cada individuo, aportando la información que espera en cuanto a la
anestesia, sus posibles riesgos y efectos adversos.

De la misma manera el cirujano debe aclarar al enfermo detalles con-


cretos de su intervención (vía de abordaje, objetivo, tratamientos al-
ternativos y sus resultados, posibles complicaciones inmediatas y
tardías, etc.).
TÉCNICO EN CUIDADOS AUXILIARES DE ENFERMERÍA

De todos estos contactos con el paciente debe obtenerse un "Consen-


timiento Informado" tanto para el anestesista como para el cirujano,
por escrito y firmado por el enfermo.

De aquí se puede extraer la conclusión de que el paciente debe estar


bien informado y que se debe establecer unos canales directos de in-
formación, para que la transmisión de la misma sea veraz y coheren-
te entre todas las personas que atienden a los pacientes: médicos,
personal DUE, técnicos auxiliares, camilleros, etc. Cada persona de
cada grupo que interviene en la curación del paciente dará una infor-
mación de su nivel de asistencia o intervención.

No siempre se dispone del tiempo necesario para realizar estos cuida-


dos, tal como ocurre en los politraumatizados, quemados, etc., pero
cuando sea posible es muy importante la preparación del paciente.

El técnico auxiliar debe colaborar con el resto del personal de enfer-


Los campos oJ
mería en este tipo de tareas. Tanto en la asepsia como en la preparación quirúrgicos so zonas
del campo operatorio* y apoyo psicológico al enfermo, además de dar que se van a someter
la atención adecuada a los familiares. rugía.

10
2. EL PERIOPERATORIO

El perioperatorio es el periodo de tiempo que transcurre antes, duran-


te y después de la operación. Así, podemos distinguir tres fases:

Preoperatorio. Periodo de tiempo necesario para la prepa-


ración del paciente, que va hasta el momento mismo de la
intervención. La atención preoperatoria satisfactoria puede
contribuir en gran medida a lograr que el enfermo alcance
un estado óptimo que facilite un progreso postoperatorio
favorable y reduzca al mínimo la posibilidad de complica-
ciones.

• Transoperatorio. Periodo de tiempo que dura la intervención.

Postoperatorio. Periodo que se inicia cuando el paciente es


trasladado a la sala de recuperación, o "despertar", y termina
cuando éste retorna a su casa.

2. L El preoperatorio
La fase preoperatoria engloba desde el momento en que el paciente
decide someterse a una intervención quirúrgica hasta el momento en
que ésta se lleva a cabo.

Como ya hemos comentado anteriormente, todo enfermo antes de ope-


rarse tiene que firmar una hoja de consentimiento o permiso por el
cual autoriza a que se le efectúe una serie de técnicas que le habrán si- Antes de someterse a una
do descritas anteriormente por el médico. Dicho consentimiento pro- operación quirúrgica, el
tege al paciente, así como al médico y al hospital: al paciente lo paciente firmará una hoja
protege de procedimientos no autorizados y al médico y al hospital de consentimiento.
contra la acción legal del enfermo, que puede denunciar que le fue re-
alizada una intervención no autorizada.

El periodo preoperatorio puede tener una duración muy variable, que


puede depender de varios factores: desde la valoración o el grado de
urgencia, hasta factores estructurales del sistema sanitario como la lis-
ta de espera quirúrgica, etc. Por lo tanto, un preoperatorio puede durar
desde unas horas a unos meses desde que el paciente es avisado de la
intervención y la acepta, hasta que se lleva a cabo.
TÉCNICO EN CUIDADOS AUXILIARES DE RMq&i A ama

En función del grado de urgencia entendemos las intervenciones como


(Fig. 1):

L DE EMERGENCIA]

r DE CIRUGÍA
1 INTERVENCIONES
r DE URGENCIA A
PROGRAMADA
L CORTO PLAZO

DE URGENCIA
DIFERIDA

• De emergencia o urgencia inmediata. El paciente entrará en quiró- Fig. 1. Diferentes tipos de


fano inmediatamente. Se da en casos de una hemorragia masiva en un intervenciones según su grado
de urgencia.
politraumatizado, cuando el sufrimiento fetal es tal que no se puede de-
morar la intervención en espera de un estudio preoperatorio, etc.

• De urgencia a corto plazo. Son casos como peritonitis, obstruc-


ción intestinal, fracturas, etc. en pacientes estables. Se permite el
manejo del enfermo durante varias horas con lo que se consigue me-
jorar sus condiciones preoperatorias así como realizar exploraciones
complementarias.

• De urgencia diferida. Este es el caso del aborto séptico y de inter-


venciones ortopédicas de larga duración. Se trata de situaciones en
las que el riesgo quirúrgico es alto y requieren una estabilización
previa y otros tratamientos.

• De cirugía programada. Es la más frecuente y permite la realiza-


ción de los estudios preoperatorios que se consideren necesarios pa-
ra facilitar el éxito de la intervención.

12
Dentro del estudio preoperatorio tenemos que considerar:

La anamnesis del paciente, en donde se incluirán los antecedentes


personales (alergias, hábitos, enfermedades coexistentes, procedi-
mientos anestésicos previos, etc.), antecedentes familiares, la medi-
cación que toma actualmente y la hora de la última ingesta.

• La exploración física.

Los exámenes complementarios, que dependerán del grado de ur-


gencia, enfermedades previas del paciente, edad, estado actual, tipo
o complejidad de la intervención y de la anestesia, etc. Un estudio
básico puede constar de: hemograma, bioquímica elemental (glu-
cosa, creatinina, sodio, potasio), estudio de coagulación, electro-
cardiograma y radiografía de tórax, aunque esto puede variar en
cada centro.

El siguiente paso es el ingreso del paciente en el hospital y la pre-


paración inmediata del mismo para la intervención, tanto física como
psicológica. Esta preparación comprende:

• Identificar al paciente, antes de la atención preoperatoria y en el


momento de ir a quirófano.

Revisar la historia clínica y comprobar: que están registradas sus


Pruebas cruzadas son
constantes vitales, peso y talla si procede, tipo de intervención y aquellas que se realizan
existencia o no de alergias; que se le han realizado las pruebas para asegurar la compati-
diagnósticas (analítica, pruebas cruzadas*, ECG y radiografía de bilidad sanguínea entre el
tórax) y que hay reserva de sangre de su grupo sanguíneo; la exis- donante y el receptor.
tencia del consentimiento informado firmado para la intervención
y las prescripciones médicas preoperatorias realizadas o que hay
que realizar.

• Adoptar una actitud tendente a reducir temores y tensiones del pa-


ciente.

• Proporcionarle la información que desee respecto a la intervención,


paso a la sala de despertar, servicio de capellán, etc.

• Establecer un contacto con la familia, adoptando una actitud de


apoyo.

• Favorecer el máximo reposo y relajamiento del paciente.

• Notificar al médico en caso de: resfriado, fiebre, gran excitación


del paciente, lesión en la piel o cualquier incidente que sea de
destacar.

13
TÉCNICO EN CUIDADOS AUXILIARES DE ENFERMERÍA

2.1 .1. Valoración del estado de hidratación y


nutrición

El paciente debe acudir al quirófano en el mejor estado posible. Hay


que valorar su estado nutricional, así como el grado de hidratación
que presenta.
Si está desnutrido, lo que no es habitual en la sociedad occidental, de-
berá ser sometido a una dieta rica en principios inmediatos (hidratos de
carbono, grasas y proteínas) así como en vitaminas y oligoelementos.
La deshidratación sí es un problema frecuente que hay que corregir an-
tes de la cirugía, lo que se hará mediante la administración de líquidos
abundantes y, si fuera necesario, mediante perfusión endovenosa.

Para una intervención quirúrgica se exige estar en ayunas las últi-


mas 8 horas previas a la intervención. El técnico auxiliar debe evitar
que el paciente ingiera agua y alimentos durante ese tiempo. Ex-
cepto que se trate de una emergencia, es preciso que existan al me-
nos 6 horas de ayuno previo a la intubación, para evitar el riesgo de
aspiración bronquial.
En la cirugía de urgencia no es posible tener en cuenta lo anterior y hay
que valorar la conveniencia o no de intervenir en función del estado en
que se encuentre el enfermo y de la gravedad de la enfermedad.

2.1.2. Realización de ejercicios


Los ejercicios respiratorios facilitan la capacidad respiratoria del pa-
ciente y la expectoración (secreciones) con un mínimo esfuerzo. Al
paciente se le indica que realice unas respiraciones profundas, respi-
raciones torácicas, enseñándole a toser bien.
Los fumadores deben dejar el tabaco tanto en el preoperatorio como en
el postoperatorio. Por eso se les debe instruir sobre la importancia que
tiene para la salud el no fumar.
También se indicarán algunos ejercicios para realizar con las pier-
La realización de ejerci-
nas, necesarios para evitar trombosis venosa, y se explicará la con-
cios con las piernas dismi-
veniencia del movimiento corporal en sí para la buena evolución nuye el riesgo de
del postoperatorio. trombosis venosas.
-

2.1.3. Práctica de las medidas higiénicas


adecuadas

La higiene bucal y corporal en este periodo es muy importante.

El día anterior se retirará el esmalte de uñas si lo hubiera. Es muy im-


portante que se aprecien las uñas bien limpias, puesto que si apare-

14
Fig. 2. Antes de la intervención
quirúrgica, se recomienda
practicar una higiene
minuciosa de todas las zonas

ciese cianosis (coloración azul de piel y mucosas) por falta de oxígeno


en la cirugía o después, uno de los primeros puntos donde se detecta es
en las zonas ungueales. Además se cortarán tanto las uñas de las ma-
nos como las de los pies, y se cepillarán y lavarán con agua y jabón an-
tiséptico.

Se recomendará el baño previo a la intervención, practicando una hi-


giene minuciosa de todas las partes del cuerpo (Fig. 2).

2.1.4. Preparación de la piel y rasurado

El rasurado entra también en la preparación de la piel por motivos si-


milares. Debe ser amplio y no cubrir sólo el área propiamente dicha de
la intervención, pues puede suceder que por diversas causas la incisión
deba extenderse.

Hay que rasurar la piel con maquinilla desechable de un solo uso, en la


zona donde se va a practicar la incisión y áreas contiguas. Luego se
volverá a lavar con agua y un jabón antiséptico. Más adelante veremos
cómo se lleva a cabo este procedimiento.

Se retirarán los objetos personales que el paciente lleve puestos (joyas,


prótesis dentales, gafas, lentillas, etc.) ya que no se puede entrar en el

15
TÉCNICO EN CUIDADOS AUXILES DE EI4RMERÍA

quirófano con ellos. Se introducirán en una bolsa y se entregarán a los


familiares o se guardarán con el resto de objetos del enfermo.

2.1.5. Aplicación de enemas

En algunas intervenciones, es necesaria la aplicación de enemas la no-


che anterior a fin de vaciar el tubo digestivo.

Se evitan así evacuaciones involuntarias durante el tiempo que dure la


anestesia.

2.1.6. Medicación preanestésica

Es otro de los factores que integran la preparación preoperatoria. El


propósito es relajar al enfermo, disminuir las secreciones del aparato
respiratorio, los cambios en la frecuencia cardiaca y la ansiedad.

Se debe administrar el medicamento preanestésico exactamente a la


La medicación preanesté-
hora prevista en que ha sido indicado. Si se da con demasiado tiempo sica será administrada a la
de antelación, el efecto máximo habrá pasado cuando se necesite y si hora prevista, sin dema-
se da muy tarde, su acción no habrá empezado cuando se vaya a iniciar siada antelación ni excesi-
la anestesia. vo retraso.

2.1.7. Atención preoperatoria la víspera de la


intervención

A modo de protocolo, vamos a indicar la atención preoperatoria en la


intervención programada con el ingreso del paciente la víspera de la
misma (aunque cada vez son más los pacientes que ingresan el mismo
día de la intervención).

• Preparación del material:


Lo necesario para la higiene corporal (ver manual correspondiente)
Acetona, si procede
Jabón líquido y esponja
Maquinilla de rasurar desechable
Tijera
Toalla
Entremetida, si es necesario
Bolsa de plástico
Antiséptico bucal
Povidona yodada
Paño verde estéril
Esparadrapo / venda, según casos
Ropa de cama y personal
Torundas y guantes

16
• Procederemos al lavado higiénico de nuestras manos y nos pondremos
los guantes. Explicaremos al paciente la atención que se le va a prestar.
• Realizaremos la higiene corporal del paciente; teniendo en cuenta su es-
tado y posibilidades, le prestaremos la debida asistencia. La higiene in-
cluye lavado de cabeza y retirada del esmalte de las uñas si se precisa.
• Rasuraremos la zona que se vaya a intervenir, siguiendo el procedi-
miento que veremos a continuación.
• Le pondremos un enema de limpieza si se precisa.
• Se procederá al cepillado de dientes y enjuague con antiséptico bu-
La cena de la víspera de la
cal después de la cena. intervención debe ser lige-
ra y se tomará antes de las
• La cena será ligera y se dará una dieta absoluta a partir de las 24 horas 24 horas.

2.1.8. El día de la intervención por la mañana

• El paciente deberá estar preparado con arreglo al horario programa-


do en el parte de quirófano.

• Deberá llevar a cabo su higiene corporal (baño, ducha, lavado de


cabeza...). Se cepillará los dientes y se enjuagará la boca con an-
tiséptico bucal.

• Le facilitaremos un pijama o camisón del hospital si es solicitado


por el paciente.

Le haremos la cama con ropa limpia (Fig. 3).

Fig. 3. Auxiliar haciendo la


cama del paciente.

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TÉCNICO EN CUIDADOS AUXILIARES Dt4 A-

• Le recomendaremos al paciente vaciar la vejiga, anotando en la ho-


ja de enfermería la hora y cantidad.
• Nos aseguraremos de que el paciente no lleva puestos reloj, anillos, ca-
denas, horquillas, prótesis dentales, lentillas, gafas, pendientes, etc.
• Desinfectaremos con povidona yodada la zona que se va a intervenir
y la cubriremos con un paño verde estéril, sujetándolo con espara-
drapo. En cirugía ortopédica, colocaremos un paño verde estéril si
procede y sujetaremos con una venda toda la zona.
• Administraremos la medicación pautada.
• Tomaremos las constantes y las registraremos.
• Comprobaremos que la Historia Clínica está completa y que corres-
ponde al paciente. Ésta le acompañará al quirófano y a las depen-
dencias o servicios donde se ubique hasta su regreso a la planta.
• El Quirófano avisará a la planta aproximadamente 15 minutos antes
de la intervención para que el paciente sea trasladado. Se le notifi-
crá a éste su traslado y se comprobará si precisa alguna atención.
• Debemos recordar que, al finalizar cada actuación, se deberá reco-
ger, limpiar y ordenar todo el material utilizado, terminando con un
lavado de manos.

2.1.9. Preparación inmediat

Antes de trasladar al enfermo al quirófano, le daremos la bata indica-


da para bajar a la sala de operaciones (bata corta que se deja desatada
y abierta por la parte de atrás). Revisaremos que el pelo esté recogido
y sin pasadores y, según la normativa del centro hospitalario, le colo-
caremos un gorro.

Se le medirán las constantes vitales (tensión arterial, pulso, respira-


ción, etc.). Si se detecta algún cambio o anomalía deberá comunicarse
lo antes posible. Cuando proceda, como en el caso de intervenciones
oculares, se le administrará la medicación indicada por el médico.

Presentaremos al paciente y entregaremos toda la documentación a la


persona que realice su traslado.

Se le trasladará al quirófano en cama o camilla. Deberá ir bien tapado pa-


ra evitar corrientes y resfriados, y junto a él llevará la historia clínica.

El paciente entrará en el quirófano unos 15 ó 20 minutos antes de apli-


carle la anestesia.

'U
2. 1.10. Preparación del campo operatorio
según el tipo de intervención
(el rasurado)

A. Precauciones

Antes de estudiar cómo se lleva a cabo el rasurado de las zonas que se


van a someter a cirugía y los materiales necesarios, vamos a destacar
una serie de precauciones que hay que tener en cuenta:

• Comprobaremos que la zona que se va a rasurar corresponde con la


requerida para la intervención.

• Evitaremos el provocar erosiones en la piel.

• En la preparación del abdomen para su cirugía, nos aseguraremos


que el ombligo queda perfectamente limpio, sin restos de ningún
tipo.

• A las mujeres no se les rasurará el cuello, a no ser que haya una in-
dicación específica.

• Si la intervención está indicada en una extremidad, tendremos en


cuenta dos premisas: si se interviene en una articulación, se prepa- Una intervención diafisa-
ria es aquella que se pro-
rará el campo unos 15 cm por arriba y por debajo de dicha articula- duce en el cuerpo o tallo
ción; si la intervención es diafisaria*, se prepara el campo de un hueso largo, com-
incluyendo la articulación superior e inferior. prendido entre las epífisis
(engrosamientos termina-
les en los extremos) supe-
Hay centros donde esta atención es realizada por barberos o pelu- rior e inferior.
queras.

B. Material que hay, que preparar

• Toalla
• Entremetida o empapador
• Maquinilla desechable de rasurar
• Jabón líquido y esponja
• Tijeras
• Bolsa de plástico
• Guantes desechables

C. Procedimiento

• Explicaremos al paciente la atención que se le va a prestar. Tras el


lavado higiénico de nuestras manos, nos pondremos los guantes.

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TÉCNICO EN CUIDADOS AUXILIARES DE

Determinaremos la zona que se va a rasurar, que tiene que corres-


ponder a la indicada según la intervención programada y que mos-
tramos a continuación en unos dibujos esquemáticos (Fig. 4).
Zona abdominal Zona rectal Zona perineal Masectomia radical

Hernio Feblectomía
inguinol unilateral

Operación
de cuello

Y
1(

Zona Columna
.1 i Quiste de Mano
1
vulvar lumbar ovario

¿3
KI
Hernia dis- Codo
cal Pie

\\

Cadera y am- Artroscopia


putación de rodilla,
pierna ostectomía y
meniscopatías

Clavo
cuello
Plastia total de
femoral
rodilla

y N

-
u ¡ Fig.4.
\/ Preparación de
algunos campos
operatorios
frecuentes.

21
TÉCNICO EN CUIDADOS AUXILIARES DE

• Ayudaremos al paciente para que se acomode y le indicaremos que


exponga la parte que debe ser rasurada, despojándose de la ropa co-
rrespondiente. Previamente protegeremos la ropa de la cama con la
sábana entremetida o el empapador.

• Observaremos la zona que se va a rasurar, comprobando que no Antes de rasurar la zona


tenga erupciones o erosiones en la piel. que va a ser intervenida,
es preciso asegurarse de
• Cortaremos el vello largo con tijeras si procede. que no existen erupciones
ni erosiones en la piel.

• Friccionaremos la zona que se va a rasurar con agua y jabón hasta


conseguir espuma.

• Rasuraremos en la dirección del vello, realizando pasadas breves


sobre la piel estirada, evitando hacer rasguños o erosiones en la piel.

• Limpiaremos la maquinilla con frecuencia y si es preciso utilizare-


mos una nueva.

• Repetiremos el enjabonado y afeitado hasta dejar la zona libre de


vello.

• Lavaremos la zona rasurada y la secaremos.

• Ayudaremos al paciente a colocarse en posición cómoda y adecua-


da. También le ayudaremos a vestirse.

• Registraremos los cuidados realizados e incidencias.

• Recogeremos, limpiaremos y ordenaremos todo el material utiliza-


do, y nos lavaremos las manos.

22. El transoperatorio

El equipo técnico quirúrgico recibirá al paciente en el quirófano. El ci-


rujano y/o anestesista, en nombre del equipo, suele saludar al pacien-
te. Es conveniente conversar con él para darle confianza y para que se
sienta más tranquilo.

El enfermo será llevado a la mesa de operaciones donde se hará una


revisión de último momento de su estado general, tomando nota de
las constantes vitales registradas.

La posición en que se coloca al enfermo en la mesa depende del tipo


de intervención. bil

22
Además, habrá que tener en cuenta que una vez sobre la mesa de in-
tervenciones:

• El paciente deberá encontrarse lo más cómodo posible.

El campo operatorio deberá estar descubierto y ser lo más amplio


posible.

• La posición del paciente será tal que no dificulte la respiración.

Una vez cumplidos estos requisitos, se le administrará la anestesia y se


le intervendrá quirúrgicamente.

2.3. El postoperatorio
Esta fase se puede subdividir en postoperatorio inmediato y tardío.

2.3.1. Postoperatorio inmediato

Se inicia una vez terminado el acto operatorio y comprende las seis


horas siguientes al mismo, aunque en ocasiones puede abarcar hasta
treinta y seis horas.
El enfermo permanece en
la sala de recuperación
El paciente es trasladado desde la sala de operaciones a la sala de postoperatoria hasta que
recuperación postoperatoria, que está situada dentro del área se estabilizan sus constan-
quirúrgica del hospital, muy cerca de los quirófanos. Todos los en- tes vitales.
fermos que han sufrido una anestesia general deben ser trasladados
a ella hasta la recuperación totaly la estabilización de las constan-
tes vitales.

En esta sala los pacientes se recuperan de los efectos causados por la


anestesia. El tiempo de estancia variará según el tipo de intervención y Relleno capilar. Se obser-
tipo de anestesia recibido, así como de la evolución del paciente en va presionando sobre una
uña hasta que su colorad-
este periodo, quiere un matiz blanqueci-
no. Después se deja de
Esta sala está equipada con aparatos especiales: monitores cardíacos, apretar la uña y se valora el
tiempo en el que el lecho
respiradores, equipos para la reanimación cardiopulmonar en caso de ungueal vuelve a recobrar
parada cardiorrespiratoria, o para la aspiración, etc. su coloración normal más
o menos rosada. El tiempo
normal debe ser menor de
En general, colocaremos al paciente con la cabeza inclinada hacia
2 segundos; si es superior,
uno de los lados. El técnico auxiliar debe saber que hay que tomar la tendremos un relleno capi-
tensión, pulso y respiraciones según las órdenes médicas (cada 15 mi- lar lento que será un refle-
nutos). Además, vigilará el color de la piel, observando el relleno ca- jo de un trastorno cardio-
circulatorio.
pilar. También observará los vendajes (si se manchan de sangre), la

OCI
TÉCNICO EN CUIDADOS AUXILIARES DNFERMÉI. .

diuresis (midiendo el volumen de orina eliminando) y los drenajes, y


estará pendiente por si se producen vómitos (Fig. 5).

El paciente permanecerá en la sala hasta que su tensión se haya esta- Fig. 5. Gráfica para el control
del paciente en la reanimación
bilizado, su respiración sea normal y recupere el nivel de conciencia post-anestesia.
adecuado.
REANIMACIÓN POST-ANESTESIA
PRIMER APELLIDO -

SEGUNDO APELLIDO FECHA / /

NOMBRE

EDAD
N 9 HISTORIA....................................

HORA DE INGRESO - TIPO DE INTERVENCIÓN:

HORA DEALTA TIPO DE ANESTESIA .... . ..... . .......... . G ID ED PJT


CAMA RIESGO ASA ............................... 1 II III V
vi
ANESTESISTA
ANTECEDENTES:

HORA

PRESIÓN ARTERIAL

FREC. CARDIACA

SATURACIÓN 0 2
2 CONSCIENTE-DESPIERTO
COMPLETAMENTE
1 DORMIDO-RESPONDE A
ESTIMULOS
o NO RESPONDE A
ESTIMU LOS
2 RESPIRA
ESPONTANEAMENTE.
NO NECESITA 0 2

1 RESPIRA
ESPONTANEAMENTE
PRECISA 0 2
O APNEA

FARMACOS

SUEROS

DIURESIS I 1 I I 1 I
DRENAJES I I I I I
EFECTOS POST-ANESTESICOS: OTEMBLORES OHIPOTERMIA ONAUSEAS OVOMITOS OTOS OSECRECCIONES
PETICIONES LABORATORIO
2.3.2. Postoperatorio tardío

Este periodo va desde que el enfermo es transportado a su sala o


habitación hasta el séptimo o décimo día.

Siguiendo las normas de enfermería, se continuarán los controles


de las constantes vitales en periodos de tiempo más espaciados;
durante los primeros días la temperatura se tomará tres o cuatro ve-
ces diarias y en caso de aparecer fiebre se comunicará inmediata-
mente al médico.

En general, la fiebre de las primeras 24 a 48 horas corresponde a las


complicaciones pulmonares del postoperatorio. Después de las 48 ho-
ras la fiebre puede deberse a una infección urinaria si el paciente ha si-
do sondado.

En este tiempo se debe restablecer el tránsito intestinal y volver a


iniciar la alimentación del paciente por vía digestiva. También se han
de evitar las complicaciones pulmonares y urinarias.

Asimismo se evitarán las complicaciones de la herida quirúrgica, dis-


poniendo de un carro de curas y realizando la cura tantas veces como
lo indique el médico (Fig. 6).

Se reanudará la alimentación con la administración de una dieta lí-


quida con agua, zumos azucarados y. caldo vegetal hasta el restableci-
miento del tránsito intestinal.

En caso de intervenciones de mayor importancia en las que se requie- Fig. 6. En el carro de curas, el
ra reposo digestivo en los primeros días, se administrarán sueros sali- personal de enfermería traslada
hasta la habitación del paciente
nos o glucosados para mantener un equilibrio jónico correcto, sobre todo lo necesario para realizar
todo de sodio y potasio, hasta el restablecimiento total del tránsito in- curas en la herida quirúrgica.

25
TÉCNICO EN CUIDADOS AUXILIARES DE ENFERMERÍA

testinal, para luego comenzar con dieta líquida, suministrando tam-


bién glucosa como aporte de calorías.

Además habrá que realizar cambios posturales frecuentes del recién


operado (cada dos horas), a menos que estén contraindicados, lo cual lo
especificará el médico. Los cambios de ropa del paciente y de la cama se
harán tantas veces como sea necesario. Se le indicará que realice ejercicios
respiratorios, con inspiración profunda seguida de espiración lenta.

2.3.3. Protocolo de atención postoperatoria

A. Objetivos

Los objetivos principales de la atención postoperatoria son:

1. Valorar el estado general del paciente para prevenir posibles


complicaciones.

2. Prestar los cuidados necesarios para: Durante el desplazamien-


to del paciente, se evitarán
las desconexiones de son-
• Asegurar la permeabilidad de las vías aéreas. das, drenajes o sueros.

• Observar la coloración de la piel y mucosas, como referencia de


una buena oxigenación de los tejidos, anemia, edemas, etc.

• Comprobar la permeabilidad de la vía o vías venosas.


• Asegurar un balance de líquidos normales.

• Revisar la colocación de sondas, drenajes, apósitos, su posi-


ción y fijación.

• Facilitar un entorno físico y psíquico adecuado para el pa-


ciente.

B. Procedimiento

La atención postoperatoria se debe realizar en equipo junto al personal


de enfermería.

Para llevar a cabo esta asistencia podemos precisar del esfigmomanóme-


tro, fonendoscopio, termómetro, equipos de sueros y de drenajes. etc.

Acompañaremos al paciente junto al celador o celadores a su habita-


ción y le ayudaremos a colocarse adecuadamente en la cama. Se de-
berá tener cuidado al mover y desplazar al paciente, controlando
siempre las sondas, drenajes y sueros que porte, evitando tirones o

26
desconexiones, además de tener cuidado de que los diferentes sistemas
de drenaje se encuentren más abajo que la horizontal del paciente.

Comprobaremos en la Historia Clínica que acompaña al paciente: tipo


de intervención realizada, tipo de anestesia, tratamiento que deberá
seguir, tipo de venopunción y zona en que se ha efectuado, prótesis yio
drenajes colocados, tipo de dieta, atenciones especiales y otros cuida-
dos prescritos por los médicos.

Explicaremos al paciente yio su familia la atención que se la va a dis-


pensar en ese momento. Se le indicará además:

• Cuál es su posición adecuada en la cama de acuerdo a su intervención.

• Si debe mantener el reposo absoluto en la cama o cuándo, cómo y


con qué frecuencia podrá movilizarse.

• Si debe permanecer a dieta absoluta o cuándo iniciará la toma y to-


lerancia de líquidos orales, el tipo de líquidos que podrá tomar y
con qué frecuencia. Se le facilitarán los líquidos necesarios.

• El funcionamiento y finalidad del aparataje y las técnicas que se le


van a aplicar si él lo precisa.

• Cómo solicitar la asistencia del equipo de enfermería mediante la


llamada por timbres, intercomunicadores, etc

Se le tomaran las constantes vitales: pulso, frecuencia respiratoria y


cardíaca, temperatura, presión arterial(Fig. 7).

Fig. 7. Durante la atención


postoperatoria es preciso
controlar la presión arterial del
paciente, además de otras
constantes vitales.

27
TÉCNICO EN CUIDADOS AU RES DE ENFERMERÍA

Se procederá a controlar los siguientes puntos:

• Estado de la zona de inserción de la venopunción y tipo de catéter.

• Velocidad del goteo de acuerdo con la cantidad de líquido que se le


tenga que perfundir, según lo indicado en las Órdenes Médicas.

• Transfusión de sangre si procede.

• Administración de oxígeno: correcta colocación de la mascarilla y


porcentaje de oxígeno. Se comprobará el correcto nivel del caudalí-
metro del equipo de oxigenoterapia y se verificará que haya sufi-
ciente agua en el humidificador del mismo.

Contactaremos con la familia y les explicaremos las medidas que


habrá que tomar durante el postoperatorio, normas y horarios de visi-
tas, funcionamiento de la planta, visitas médicas, etc.

En la Hoja de Gráficas y Observaciones de Enfermería registraremos:

• Estado del paciente.


• Aparataje que le acompaña.
• Constantes vitales.
• Fecha y tipo de intervención.
• Tipo de anestesia.
• Zona y tipo de vía.
• Tipo de dieta.
• Hora de llegada del paciente a la Unidad.
• Volumen de orina con que llega a la Unidad.
• Volumen en los drenajes y su tipo.
• Cuidados especiales que necesita.

Recogeremos, limpiaremos y ordenaremos el material utilizado y la


habitación del paciente. No olvidaremos lavarnos las manos antes y
después de cada proceso.

C. Controles específicos
Sondajes

Si el paciente porta una sonda uretral, se vigilará y controlará:

• La correcta permeabilidad de la misma, evitando acodamientos.


• La correcta fijación a la bolsa colectora de orina y de ésta al lateral
de la cama.

• La cantidad y color de la diuresis.

Si se trata de una sonda nasogástrica, se vigilará y controlará:

• La correcta fijación a nariz y frente del paciente y el correcto fluido

• Se evitarán acodamientos.
• En caso de un drenaje a bolsa, se conectará y fijará adecuadamente
a la cama.

• Si se precisa aspiración, se colocará un aspirador, se comprobará su


funcionamiento y se adecuará al tipo de aspiración que se necesite.
Se vigilará cantidad y color del aspirado.

Drenajes

Más adelante en este Manual de estudio, volveremos a hablar de los


drenajes. En este apartado vamos a centrarnos en los controles que
hay que llevar a cabo para diferentes tipos de drenajes.

En el caso de un drenaje tipo Redon:


• Se vigilará su correcta fijación y fluido.
• Se colocarán en un plano inferior a la zona que se vaya a drenar.

• Se evitarán acodamientos.

• Se fijarán al lateral de la cama.


• Se comprobará su vacío y que estén despinzados.
• Se comprobará su cantidad. La colostomía es la inter-
vención quirúrgica me-
diante la cual se practica
Si es un drenaje ala bolsa de colostomíae: una abertura en el colon
sobre la superficie abdo-
• Se hará una correcta fijación de la bolsa. minal (ano artificial).

• Se realizará una correcta colocación del drenaje en la bolsa.

• Se vigilará la cantidad. La nefrostomía es la inter-


vención quirúrgica de fija-
ción del riñón a la pared
En caso de drenajes ureterales, se comprobará su correcta permeabi- abdominal con la forma-
lidad y el color de la orina. ción de una boca que per-
mita la emisión de la orilla
Si se trata de drenajes de nefrostomía*, se comprobará su permeabi- directamente al exterior.
lidad y se asegurará una buena fijación y protección con apósito.

29
TÉCNICO EN CUIDADOS AUXILIARES DE EMFER"•..

Por último, si es un drenaje torácico tipo Pleurevac:

Se vigilará su correcto funcionamiento, su conexión a vacío, el nivel


del agua y la colocación por debajo de la horizontal del paciente.

• Se vigilará la cantidad y tipo de líquido drenado.

Apósitos, vendajes y escayolas

Se comprobará que los apósitos estén perfectamente adheridos y


limpios.

Se vigilará la correcta colocación de los vendajes, así como el co-


lor y temperatura de las zonas distales a los mismos en las extre-
midades, comprobando que no sea excesiva la comprensión de la
venda.

En el caso de que el paciente esté escayolado, se controlará la integri-


dad de la escayola y su posición correcta en la cama, y se evitará que
roce en la piel del enfermo.

Entorno

Se facilitará un entorno adecuado, lo que incluirá tranquilizar al pa-


ciente, evitarle ruidos e impedir un exceso de personas en la habita- Durante el postoperatorio
se procurará al paciente
ción. un entorno agradable y
tranquilo.
También se procurará una iluminación adecuada y una buena ventila-
ción en la habitación.

30
3. EL INSTRUMENTAL
QUIRÚRGICO

Se denomina instrumental quirúrgico al material que es necesario tener


en el quirófano para facilitar el acto operatorio y que consta de:

• Mesa de operaciones
• Mesa de instrumental
• Instrumental
• Mesa de anestesia
Pero además, dependiendo de las características de la intervención,
también puede necesitarse en el quirófano:

• Aparato de rayos X
• Aspirador
• Respirador, etc.

Atendiendo a las funciones para las que está diseñada cada pieza,
el instrumental quirúrgico se puede clasificar en:

• Instrumental de corte
• Instrumental de disección
• Instrumental de sutura
• Instrumental de hemostasia
• Instrumental de exploración

3.1. Operaciones quirúrgjcas


fundamentales y su instrumental
Los actos quirúrgicos fundamentales son cinco: diéresis o división,
exéresis o extirpación, síntesis o unión, disección y prótesis o sus-
titución.

Veremos a continuación en qué consisten estas operaciones. Además,


estudiaremos los principales instrumentos utilizados en cada procedi-
miento.

31
TÉCNICO EN CUIDADOS AUXILIARES DE ENFERMERÍA

3.1.1. Diéresis o división

Es el acto fundamental que consiste en dividir los tejidos mediante


dos procedimientos: incisión y punción.

A. La incisión

Es el corte quirúrgico de los tejidos blandos (piel, tejido celular sub-


cutáneo, músculos) mediante instrumentos especiales.

El instrumental que se utiliza varía según los tejidos sobre los que se
vaya a actuar. De momento nos ocuparemos de los destinados a cortar
partes blandas: bisturí, lancetas y tijeras.

El bisturí

Puede ser de una sola pieza (hoja fija o "escalpelo") o de hojas cam-
biables (más utilizado), que permite sustituir fácilmente la hoja y El escalpelo es un instru-
mento puntiagudo con uno
adaptar aquélla cuya forma o tamaño consideremos más adecuada pa- o dos filos y mango que se
ra el momento. emplea en disección y
operaciones quirúrgicas.
El bisturí se maneja de distintas formas (Fig. 8):

• Como pluma de escribir para hacer cortes finos de disección.

• Como cuchillo de mesa para hacer presión más fuerte.


Como arco de violín para incidir la piel de una forma extensa y sin Fig. 8. Distintas formas de
profundizar. manejar el bisturí.

Como pluma de escribir Como cuchillo de mesa

Como arco de violín Como puñal

32
Como puñal (excepcionalmente) para perforar tejidos duros (tendo-
nes...).

La incisión debe practicarse generalmente de superficie a profundi-


dad, teniendo sumo cuidado para que tenga igual longitud en todos
los planos. Para realizarla, se tensa la piel con los dedos de la mano iz-
quierda, se hunde verticalmente el bisturí hasta la profundidad desea-
da, se inclina el mango hasta unos 45° sobre la superficie y se cortan
los tejidos hasta el punto final, con un trazo continuo. Al llegar al final
se vuelve a sacar el bisturí (Fig. 9).

A veces en los abscesos voluminosos y superficiales se hace la inci-


sión con el filo hacia arriba y el dorso sobre la superficie, es decir, por
transfixión.

Según las características y localización de los tejidos que se vayan a La formay tamaño de la
cortar, la hoja del bisturí que se utilizará será de distinta forma y ta- hoja de un bisturí será di-
maño. Hay bisturíes rectos, convexos, etc. Se clasifican por una nu- ferente en función de las
meración según su tamaño. características del tejido a
cortar.
La hoja del bisturí está provista de una ranura central para encajar
el mango, que en su extremo distal presenta un encaje recíproco pa-
ra la hoja.

El mango del bisturí generalmente es metálico y habrá qiieéterilizarlo


cada vez que se use; también hay mangos desechables no metálicos o
bisturíes desechables en los que ya viene montada la hoja. Se clasifican
por un número dependiendo también de su tamaño.

Fig. 9. Esquema de incisión con


el bisturí.

33
TÉCNICO EN CUIDADOS AUXILIARES DE EF

El bisturí eléctrico

Es un sistema de electrodos: uno inactivo, que consiste en una placa


de plomo sobre la que descansa el cuerpo del enfermo, y otro activo
con el que se hace la incisión.

Se trata de un vástago metálico, delgado, variable de forma y ta-


maño, que se conecta a un mango de ebonita fácil de esterilizar. El La dehiscencia es la aper-
mango va unido a un cable conductor protegido por un tubo de go- tura espontánea de un ór-
gano o parte.
ma. Un dispositivo permite utilizar el instrumento para seccionar o
para cauterizar los tejidos coagulando los vasos sangrantes. Un pe-
dal al alcance del pie del cirujano permite dar paso a la corriente o
interrumpirla. Se aísla al paciente colocando entre él y la mesa una
plancha de goma, y entre ésta y la piel (casi siempre en la espalda)
el electrodo inactivo.

Si el electrodo activo es fino, la sección es limpia y la zona de des-


trucción pequeña, por lo que pueden suturarse las superficies seccio-
nadas. A veces en la piel se observa una reacción hacia el quinto día
que puede provocar una ligera dehiscencia*.

La ventaja del bisturí eléctrico estriba en que corta y provoca hemos-


Las metástasis son local!-
tasia (coagula la sangre), y al obstruir los vasos sanguíneos y linfáticos zaciones de un tumor a
hace que disminuyan la absorción y la reacción consecutiva. Esto es distancia del lugar primi-
importante fundamentalmente en la extirpación de tumores malignos, tivo en que se forman. Se
ya que se impide la circulación de células desprendidas y metástasis* producen al separarse pe-
quenos grupos de células
consiguientes. tumorales, que transporta-
das por la circulación san-
El inconveniente grave del electrobisturí es que no limita su acción al guínea o linfática, se
punto donde se aplica, sino que alcanza cierta profundidad, por lo que localizan en órganos o te-
rritorios a distancia.
no puede utilizarse en proximidades de tendones, vasos y nervios.

La lanceta

Es una lámina delgada de acero, de punta fina y con dos bordes cor-
tantes en la mitad de su longitud, pues la otra parte forma el talón. Es
utilizada para extraer sangre capilar de las yemas de los dedos o lóbu-
lo de la oreja.

Las tijeras

Existen muchos tipos. Según su forma y longitud pueden ser rectas y


curvas, acodadas, etc. Las puntas pueden ser agudas o romas (chatas)
o bien una aguda y otra roma. La articulación suele ser desmontable,
lo que permite separar ambas "patas" para realizar mejor la esteriliza-
ción y la limpieza.

34
La forma correcta en que se maneja la tijera sería: metiendo el de-
do anular en una anilla de la tijera y parte del pulgar en la otra;
el dedo medio se aplica por fuera de la anilla correspon-
diente al dedo anular, y el dedo índice se apoya extendido
sobre la articulación. De esta forma se gradúa correc-
tamente la apertura y el cierre de las ramas cor-
tantes y se evitan desplazamientos laterales,
permitiendo hacer los cortes con gran
precisión (Fig. 10).

La tijera se utiliza para cortar tejidos -


duros, como aponeurosis y pedículos,
Fig. 10. Forma correcta en que
así como los hilos de las suturas y liga- se cogen las tijeras para su
duras. Se clasifican según su función en (Fig. 11): manejo.

Tijeras para disección. Son de diferentes características y usos,


pero las más habituales son las tijeras de Mayo (rectas o curvas) y
las tijeras de Metzenbaum.

Las primeras son anchas y fuertes y se usan para la disección super-


ficial y de tejidos duros. Las segundas son alargadas y más finas
que las anteriores y se utilizan para la disección de tejidos profun-
dos; las dos ramas provistas de filo terminan en punta.

• Tijeras ginecológicas. Son largas, curvas generalmente, para faci-


litar el acceso a planos profundos y el corte.

Tijeras para alambre. Son fuertes a modo de tenazas. Se usan pa- Fig. 11. Diferentes tipos de
ra cortar el alambre empleado en algunos procedimientos de sutura. tijeras.

Ws

Tijeras de Mayo Tijeras de Metzenbaun Tijeras Tijeras para


(disección) (disección) ginecológicas vendajes y ropas

35
TÉCNICO EN CUIDADOS AUXILIARES DE ENFERMERÍA jan
Tijeras para vendajes enyesados y ropas. También son fuertes y
similares a unas tenazas. Una de sus ramas está provista de sierra.

Tijeras para sutura. Se usan para quitar puntos de sutura. Una de


las ramas termina en punta y la otra es redondeada y con una mues-
ca para coger la seda.

B. La punción

Consiste en perforar los tejidos con instrumental adecuado y con


arreglo a los siguientes fines: exploración, evacuación, aspiración e La punción o perforación de
tejidos puede ser explorado-
inyección. ra, evacuadora, aspiradora o
punción-inyección.
Punción exploradora

Tiene por objeto averiguar la existencia de una colección líquida y


su naturaleza. Como instrumental suele utilizarse una jeringa y
una aguja, cuya longitud y calibre dependerá de los tejidos que
haya que atravesar y de las características del líquido que supone-
mos que existe (para un líquido muy fluido bastará una aguja fina,
y para uno más espeso, como sangre o pus, se requerirá una de
mayor calibre).

Una vez se tenga todo este material estéril y se haya delimitado el sitio
de punción, el cirujano con los guantes estériles y con la aguja ya mon-
tada en la jeringa, la hundirá en el sitio de elección hasta la cavidad
que se vaya a explorar. Sujetando el pabellón de la jeringa se retirará
suavemente el émbolo, creando un vacío que se llenará de líquido si
existe. Una vez extraída la muestra se retirará la jeringa y aguja juntas;
y se desinfectará de nuevo el orificio.

Punción evacuadora

Puede ser simple o por aspiración. Es simple cuando el líquido que


se va a extraer tiene presión para salir solo y no importa que pueda
entrar aire.

El instrumental adecuado es un trocar, que puede variar de longitud,


calibre y forma (curvo o recto) según las necesidades. Antes se utili-
zaba instrumental que había que esterilizar; hoy en día es material de-
sechable de un solo uso.

Consta de un punzón que es un vástago cilíndrico que termina, por un


extremo, en una punta aguda con tres aristas formando una pirámide
triangular, y por el otro lado, en un mango. Este punzón está dentro de
una vaina o cánula, que es más corta y sólo llega hasta la terminación
de las aristas. Uno de los extremos de esta cánula es biselado para fa-

36
Cabeza piramidal del punzón Mango del punzón

SIN VAINA

Llave de cierre de la cánula

MONTADO

vorecer la penetración junto al punzón, y el otro es saliente para suje- Fig. 12. Partes de que consta el
tar fácilmente con los dedos, y puede tener o no una llave de paso (Fig. trocar.

12).

Una vez desinfectada la piel, instrumental y manos, se anestesia lo-


calmente el punto de punción. Armado ya el trocar, se coge con la ma-
no derecha el mango, apoyando el extremo romo en el hueco de la
mano y sujetándolo entre los tres últimos dedos, mientras el índice
extendido marca con su pulpejo la longitud del trocar que debe ser in-
troducida en los tejidos.

Con la mano contraria se tira de la piel, para que al extraer el trocar


no haya paralelismo entre los planos superficial y profundo. Se in-
troduce con fuerza el trocar de un solo golpe hasta la cavidad. Des-
pués se sujeta el pabellón de la vaina con una mano mientras con la
otra se retira el punzón. Si la cantidad de líquido es grande, y. sobre
todo si está a presión, conviene suspender la salida de cuando en
cuando, bien con la llave o tapando el orificio de la cánula, evitando
así accidentes ex-vacuo.

Terminada la operación, se retira la cánula y se cierra el orificio me-


diante un apósito; en ocasiones se dará un punto o se colocará un ágra-
fe (grapa).

Punción aspiradora

Se practica cuando el líquido no está a presión o cuando no debe per-


mitirse que entre aire por la cánula (como en el caso de las pleuras).

Consiste sencillamente en aplicar en la cánula un aspirador conven-


cional de los utilizados en quirófanos, o bien una jeringa.

37
TÉCNICO EN CUIDADOS AUXILIARESJajKERMkRÍ

Punción-inyección

La punción puede ir seguida de inyección, como puede ser una diso-


lución de antibióticos u otras sustancias con fines terapéuticos.

3.1.2. Exéresis o extirpación

Es la separación o extirpación de partes inútiles o nocivas del organis-


El legrado uterino o ras-
mo, para lo que, en general, se emplea el material de diéresis. En al- pado es la intervención
gunos casos se emplean instrumentos especiales, como en la quirúrgica mediante la cual
extirpación de amígdalas o en el legrado uterino*, etc. se extraen de la pared in-
terna del útero los residuos
de las membranas fetales o
3.1.3. Síntesis o unión ciertas neoformaciones po-
liposas o tumorales.
Es la unión de los bordes de los tejidos seccionados o rotos, y no se re-
fiere sólo a la piel, sino también a músculos, aponeurosis, tendones y
huesos, aparte de las suturas viscerales.

Lo que más interesa al auxiliar de enfermería es la sutura de la piel,


que puede hacerse por dos procedimientos:

• Incruento. Consiste en aproximar y mantener en contacto los bor-


des de una herida, lo que puede efectuarse con una tira fina de es-
paradrapo, cinta adhesiva estéril, pegamento biológico, etc. Sólo
debe emplearse en pequeñas heridas de bordes muy limpios y de
fácil coaptación. Debe extremarse la asepsia y perfecta unión de los
bordes para evitar cicatrices defectuosas.

Cruento. Tiene por misión unir los bordes, mediante unos puntos de
sutura, disminuyendo la tensión entre ellos hasta su cicatrización.

A. Instrumental a utilizar

Agujas

Las agujas quirúrgicas, usadas para hacer suturas y coser los planos
seccionados, se dividen en (Fig. 13):

Agujas rectas. Cilíndricas o triangulares; estas últimas perforan


mejor la piel. Se manipulan fácilmente con los dedos. Suelen de-
jar poca cicatriz, y para suturar se cogen con la mano provista de
guante.

Agujas curvas. Para suturar con ellas hay que utilizar porta-agu-
j as. Pueden ser cilíndricas (para intestino y peritoneo) o triangulares
(para fascia o aponeurosis y músculo).

çI
Agujas de suturo rectas y curvas Aguja de Reverdn

• Agujas con mango. Aunque se utilizan poco en la actualidad, tie- Fig. 13. Diferentes tipos de
agujas de suturar rectas, curvas
nen la ventaja de su fácil manejo y de no requerir el porta-agujas. y con mango (de Reverdin).

Pertenecen a este grupo la aguja de Reverdin, aguja de Doyen y aguja


de Lamblin. La más conocida de ellas es la de Reverdin, con extremo
recto o curvo. Dispone de un botón junto al mango que permite abrir y
cerrar la escotadura para enganchar los hilos. Son las más utilizadas
para efectuar suturas de planos duros en profundidad.

• Agujas de pedal. Son muy similares a la de Reverdin. Para suturar


con ellas: se atraviesan los dos bordes, el ayudante coloca un asa
de hilo en la escotadura, se cierra ésta si tiene este dispositivo, se re-
tira la aguja y queda el hilo colocado para efectuar el nudo.

Las agujas sin mango tienen un extremo afilado, la punta (parte en-
cargada de perforar el tejido), y otro con un orificio que se llama man-
drin, el ojo para colocar el hilo; puede ser totalmente cerrado, como
las que emplean las costureras, o de forma que al presionar con el hilo,
se separan los bordes y la aguja queda fácilmente enhebrada.

La punta de la aguja puede ser de varios tipos:

• Punta cónica o cilíndrica. Produce un traumatismo mínimo en el


tejido y se emplea para tejidos blandos.

• Punta roma. Especialmente indicada para parénquimas como el


riñón, hígado y bazo.
TÉCNICO EN CUIDADOS AUXILIARES DE ENFERMERÍA

• Punta triangular. Se utiliza en tejidos de elevada resistencia co-


mo la piel.

Punta tapercut o PTC. Es una combinación de triangular y cónica.


Las aristas cortantes de la punta de la aguja no se continúan a través
del cuerpo de ésta. Se utilizan en tejidos resistentes.

• Punta espatulada. Presenta dos aristas cortas en la parte superior.


Está especialmente indicada en oftalmología.

El cuerpo de la aguja, que es la parte situada entre la punta y el man-


drin, puede ser cilíndrico, plano o triangular. Las agujas de cuerpo El cuerpo de una aguja
cilíndrico suelen emplearse en la sutura de mucosas, vísceras y, sobre quirúrgica puede ser cilín-
drico, plano o triangular.
todo, en las operaciones gastrointestinales. Las de cuerpo aplastado o
plano se usan muy poco, y las de sección triangular son las más uti-
lizadas en la piel y aponeurosis.

Existen diferentes tamaños según las necesidades de empleo (de modo


similar a la numeración de las agujas de hacer punto).

Un tipo especial es el de las llamadas atraumáticas, en las que el hilo


viene enhebrado de fábrica como continuación del cuerpo de la aguja,
y del mismo calibre. Su uso preferente es en suturas en las que se pre-
tende el menor traumatismo, como pueden ser heridas en la cara. Las
agujas traumáticas son aquellas en las que nosotros mismos enhe-
bramos el hilo.

El calibre de la aguja dependerá del grosor del hilo a utilizar (a menos


diferencia entre ambos menor traumatismo). El calibre del hilo viene
referido por número de ceros (a mayor número de ceros, más fino es el
hilo) o por números enteros (más grueso), así el calibre varía desde
11/0 a calibre 6.

El arco es el valor del arco de circunferencia delimitado por la pun-


ta y el extremo posterior de la aguja, y su valor se expresa en partes
de círculo completo (5/8, 1/2, 3/8 y 1/4). Las de 1/2 círculo están i,n-
dicadas para suturar tejidos situados en heridas profundas o cavida-
des, ya que requieren menos espacio para maniobrar con ellas que
las agujas más abiertas. Lo mismo ocurre con las agujas de 5/8 de
círculo; las principales indicaciones par utilizar este tipo de agujas
son el tracto biliar, el intestino, pulmones y aparato urogenital. Las
agujas muy abiertas de 1/4 de círculo tienen su principal indicación
en cirugía oftálmica.

En las agujas curvas, el radio es el radio de la circunferencia que con-


tiene la aguja (C-1O, C-15, C-20 ... ).
Ágrafes

También conocidas como grapas, son unas laminillas de níquel con


un pequeño diente en cada extremo. Son de fácil y rápida colocación.
Para su disposición se utilizaban unas pinzas especiales llamadas
"Pinzas de Michel", que en su parte inferior presentaban una ranura
donde encajaba el ágrafe (Fig. 14). En la actualidad las grapas vienen
ya preparadas y montadas en una "grapadora" o aparato que contiene
una cantidad determinada de grapas. Una vez utilizadas las grapas el
aparato es desechado.

El procedimiento que se lleva a cabo para suturar la piel es el siguiente:

• Se juntan los bordes de la herida con el ágrafe perpendicularmente a


la herida; al apretar la pinza se dobla éste y los pequeños dientes se
clavan en la piel manteniendo en contacto los labios de la herida. Se
van colocando los ágrafes equidistantemente.

No deben colocarse en los sitios donde la piel no sea deslizable (en


la palma de la mano y planta del pie). Suelen dejar una cicatriz po-
co estética por lo que tampoco deben ser usados en sutura de heridas
de la cara u otras partes expuestas del cuerpo.
IZ -

De no disponer de la pinza de Michel, que sirve por un extremo pa- Fig. 14. Ágrafes o laminillas de
ra colocarlos y por el otro para extraerlos (al introducir el pico por níquel con un pequeño diente
en cada extremo.
debajo y apretar la pinza), estas maniobras pueden improvisarse,
con un poco de cuidado, con unas pinzas en dientes de ratón (que es-
tudiaremos más adelante).

Actualmente se tiende a sustituir las suturas manuales por las suturas


mecánicas, que se pueden definir como el método de realizar una su-
tura mediante la ayuda de aparatos semiautomáticos manejados por el
cirujano. Los aparatos que se utilizan están provistos de unas finas
grapas metálicas, permitiendo realizar tanto un cierre como una sec-
ción de tejidos.

Los aparatos de sutura mecánica más utilizados son:

• T.A. (Thoracic Abdominal Instrument). Aparato de sutura lineal,


mediante dos filas de grapas, que se utilizan según la longitud del te-
jido a suturar. Se usan para realizar cierres (por ejemplo, en vísceras Entre dos o más arterias,
digestivas). venas o nervios que están
situados en lugares cerca-
nos entre sí, se establecen,
G.I.A. (Gastro-Intestinal Anastomosis Instrument). Aparato mix- a menudo, unas comunica-
to con doble sutura lineal, y posibilidad de sección tisular simultá- ciones llamadas anasto-
nea entre las dos filas de grapas. Se utiliza para realizar cierres de mosis.
vísceras y anastomosi s * lineales digestivas.

nl
TÉCNKO EN CUIDADOS AUXILIA R RÍA

• E.E.A. (End to End Anastomosis Instrument). Aparato de sutura


circular, que se utiliza para efectuar anastomosis término-laterales y
término-terminales digestivas. Se trata de un aparato mixto como
el G.I.A. que sutura y secciona. Es muy útil para realizar anasto-
mosis que son prácticamente imposibles de hacer de forma manual
por dificultades técnicas de abordaje, como puede ser a nivel esofá-
gico y rectal.

Porta-agujas

Estos instrumentos se emplean para facilitar el manejo de las agujas


sin mango, especialmente en profundidad. Los extremos finales de sus
dos ramas llevan estrías en cuadrado.

Pese a existir muchos modelos, se pueden dividir en dos esenciales:


con cremallera o con resorte para su cierre y apertura.
rs
Los porta-agujas más usados son (Fig. 15):

Porta-agujas de Mayo.

Porta-agujas de Hegar.

Hilos o suturas

La sutura es el material destinado a favorecer la cicatrización de una


herida ya que aproxima los bordes extremos de ésta con objeto de
mantenerlos unidos, disminuyendo la tensión entre ellos, hasta el res-
tablecimiento de la fisiología de estos tejidos dañados.

El calibre de las suturas indica el diámetro del material de sutura,


según un sistema convencional (de calibre 11/0 a calibre 6), corres-
pondiéndose numéricamente en relación inversa al número de ceros Fig. 15. Porta-agujas de Mayo y
de Hegar.
que lo representa. La práctica quirúrgica recomienda el uso del diá-
metro más pequeño que sea capaz de mantener adecuadamente el
tejido reparado.

La fuerza tensil del nudo es la fuerza que resiste la sutura antes de


romperse cuando está anudada. La resistencia del tejido a ser re-
parado (capacidad para resistir la tensión) condiciona el tamaño y la
fuerza tensil del material de sutura. La norma es que la fuerza tensil
de la sutura no exceda nunca la resistencia a la ruptura del tejido.
Debe ser al menos tan fuerte como el tejido normal donde se intro-
duce la sutura.

Podemos clasificar las suturas atendiendo a distintas características. Si


tenemos en cuenta su origen, encontramos las siguientes:

42
Naturales. De origen animal (seda), vegetales (lino), minerales
(acero, plata).

• Sintéticas. Poliamidas, poliésteres, polidioxanona, ácido poliglicó-


lico, poliglactin 910, polipropileno, polietileno, poliglecaprona 25,
poligluconato, politetrafluoroetileno (PTFE).

Según su permanencia en el organismo, pueden ser:

• Absorbibles. Aquellas suturas que desaparecen gradualmente en el


organismo por reabsorción biológica (suturas naturales) o por pro-
cedimientos de hidrólisis (suturas sintéticas).

Ácido poliglicólico, poligiactín, polidioxanona, poligluconato, po-


liglecaprona.

• No absorbibles. Aquellas suturas que el organismo no hace desa-


Según su permanencia en
parecer debido a su estructura química, quedando en él permanen- el organismo, los hilos o
temente o precisando su retirada una vez obtenida la cicatrización, suturas pueden ser absor-
En ocasiones pueden ser expulsados segmentos ó trozos del hilo bibles o no absorbibles.
que han sido rechazados por el tejido. Conviene tener en cuenta
que, por ejemplo, el cm'-
ut —hilo obtenido de vís-
Seda (al paso de largos periodos de tiempo, ceras de animales— se
absorción, pero en principio se clasifica como no reabsorbible), lino, retiró del mercado y, por
acero, polipropileno, poliamida, poliésteres, politetrafluoroetileno, tanto, dejó de utilizarse en
polietileno. el ámbito hospitalario a
raíz de la aparición de la
de las vacas
Por último, si atendemos a la estructura del material,
al, encontrarnos: locas (encefalopatía es-
pon giforme bovina).
• Monofilamentos. Poseen estructura física única. Se presentan en
hilos, generalmente muy finos, uniformes y homogéneos en su as-
pecto externo y en su sección.

Polidioxanona, polipropileno, poligluconato, poliglecaprona, polia-


mida.

Multifilamentos. Están formadas por hilos monofilares muy finos a


los que se somete a un cierto grado de torsión o trenzado, lo cual les
confiere mayor resistencia, flexibilidad y manejabilidad.

Generalmente llevan un tratamiento superficial anticapilar de sus-


tancias hidrófobas (teflón, ceras, polibutilato) y son embutidos en
una vaina del mismo polímero que constituye los filamentos, dán-
dole la apariencia física de un monofilamento.

Toicldos (lino, seda, poliamida), trenzados (seda, poliésteres), re-


cubiertos (ácido poliglicólico, poliglactina, poliésteres).

43
TÉCNICO EN CUIDADOS AUXILIARES DE ENFERMERÍA

Los diferentes tipos de suturas que acabamos de ver se emplean en


función de los tejidos que se vayan a tratar:
• Piel. Para cerrar piel podemos usar seda o nylon, ya que gracias a su
elasticidad favorecen la retención y el cierre.

• Tejido celular subcutáneo. Para ligar vasos y suturar este tejido


celular subcutáneo se puede optar por una sutura sintética absorbi-
ble, ya que este tejido cicatriza rápidamente y requiere un mínimo
de soporte.

• Fascia. La elección es un monofilamento absorbible o no absorbi-


ble; puede utilizarse una sutura sintética multifilamento absorbible.

• Músculo. Se utiliza una sutura sintética absorbible.

• Vísceras. Se utilizan preferentemente suturas monofilamento sinté-


tico absorbible, aunque también se pueden utilizar las multifila-
mento absorbibles o no.

• Peritoneo. La sutura a elegir debe ser absorbible sintética o natural


y puede ser mono o multifilamento.

• Vasos. El polipropileno es la sutura ideal ya que causa una mínima


reacción inflamatoria, sujeta el nudo mucho mejor y no se adhiere al
tejido.

• Tendones y Nervios. La sutura más recomendada es el monofila-


mento no absorbible, como el nylon y el polipropileno.

B. Diferentes tipos de suturas

Por ser las de mayor interés práctico para nosotros, nos referiremos ex-
clusivamente a las de la piel.

La primera consideración es que sólo deben suturarse aquellas heridas


que sean consideradas asépticas. El grado de asepsia o contamina- Únicamente se debe sutu- 1
rar las heridas con un cier 1
ción de una herida viene dado por dos factores: por el tipo de agente easepsia.
traumático (no es lo mismo una mordedura que una herida incisa con
un objeto cortante) y por el tiempo transcurrido desde la lesión hasta el
tratamiento.

Siguiendo a Friedrich, como norma general 6 horas es el límite de


tiempo para poder suturar una herida inmediatamente, en tanto que un
tiempo superior a 6 horas obliga a una cicatrización por segunda in-

44
tención. Excepción a esta regla son zonas de rica vascularización como
la cara y el cuero cabelludo, donde se puede aplazar ese tiempo hasta
12 ó incluso 24 horas.

La sutura se practicará de forma que los bordes de la herida queden per -


fectamente unidos, sin que se monten entre sí o queden invertidos, lo que
daría lugar a un retraso de la cicatrización y dejaría cicatrices deformes.

El nudo de cirujano se realiza pasando dos veces el hilo al hacer el Los principales tipos de
primer nudo, realizando uno sencillo a continuación. suturas son dos: continua
y entrecortada.
Fundamentalmente existen dos tipos principales de suturas: continua y
entrecortada.

Sutura continua

Es la más rápida y cicatrizante, pero tiene los inconvenientes de dejar


cicatrices poco estéticas y de correr el peligro de que al romperse el hi-
lo se deshaga toda la sutura.

Existen diferentes modalidades fáciles de comprender examinando los


correspondientes dibujos (Fig. 16):

• A "punto por encima". Dado el punto inicial, el hilo se va pasando


perpendicularmente por el interior y de forma oblicua por el exte-
rior. Es la más simple. Fig. 16. Diferentes tipos de
suturas continuas: "a punto por
encima", "de pellejero" e
• De "pellejero". Los puntos toman forma de "U", con lo que el hilo intradérmica.
queda externamente paralelo a la herida y transversal en profundidad.

n
iTiJ L1L

45
TÉCNCO EN CUIDADOS AUX1Lj4RES DE ENFE

A "punto de pasada". El hilo en cada punto se pasa por debajo del


anterior, con lo que queda más segura la sutura, pero poco estética.

• Sutura intradérmica. Pese a lo dicho anteriormente acerca de las


cicatrices poco estéticas de este tipo de sutura, esta modalidad se
ha utilizado en cirugía estética. Con una aguja plana se va llevando
el hilo por debajo de la piel, de forma que al tensar el cabo final los
bordes queden perfectamente adaptados, dejando una fina cicatriz
lineal apenas visible. Tanto el nudo inicial como final se hacen un
poco a distancia de la herida.

Sutura entrecortada

Es más laboriosa al tener que dar muchos puntos con sus correspon- La sutura entrecortada es 1
dientes nudos, pero es mucho más segura, pues aunque se vaya un más laboriosa que otras, 1
pero más segu
punto, los demás mantendrán la sutura (Fig. 17).
lllUUll5ltIll alt!

Los puntos pueden ser en "U" horizontal (colchonero horizontal),


que aproximan con más fuerza los bordes pero dificultan el riego san-
guíneo. Por ello, es preferible los de "U" vertical (colchonero verti-
cal): se atraviesan primero los dos labios de la herida, muy cerca del
borde libre, y con los dos cabos se tira verticalmente, juntando y le-
vantando los extremos; se vuelve a pasar la aguja en sentido contrario,
a más profundidad, y el nudo se hace a un lado con lo que los bordes
quedan automáticamente confrontados.

Al hacer una sutura entrecortada, hay que calcular el número de puntos


en función de la longitud de la herida, procurando que no queden ex-
cesivamente próximos, lo que en la mayoría de los casos es innecesa-

Fig. 17. Sutura entrecortada


sencilla y forma en que se
realizan los puntos en "U"
vertical.

me
rio, ni excesivamente alejados, con lo que la herida se entreabriría en-
tre ellos.

Habrá que saber promediar para que no quede un borde más largo que
otro, muy especialmente en las heridas angulares o curvas, donde es
aconsejable dar un punto inicial para aproximar en la parte más sa-
liente, y que sirva de guía a los restantes.

3.1.4. Disección

El instrumental destinado a traccionar los tejidos, sujetarlos, etc. co-


rresponde a las pinzas de disección llamadas "Pinzas de Mano Iz-
quierda". Carecen de corte.

Hay dos tipos de pinzas de disección (Fig. 18):

• Sin dientes o atraumáticas. Están provistas de estrías horizontales IIIIii


en ambas ramas de la pinza, para sujetar mejor el tejido pinzado.
Se utilizan para curas y en la cirugía.

Hay una variante, las pinzas rusas, que se diferencian de las ante- Fig. 18. Pinzas de disección
atraumáticas traumáticas.
riores en que los extremos de sus ramas terminan en forma de cazo- '

letas provistas de dientes. Son atraumáticas ya que sujetan muy bien


y no desganan los tejidos. Se usan en cirugía general.

Con dientes o traumáticas. Presentan dientes en la parte final de


sus ramas. Algunos modelos poseen en uno de los extremos de una
de sus ramas dos dientes, y en el otro uno. Otras tienen más de dos
dientes. Llamadas también pinzas en dientes de ratón, se utilizan
para la disección de piel, músculos y fascias.

3.1.5. Prótesis o Sustitución

Es la sustitución de una parte corporal anatómicamente perdida (am-


putación) o funcionalmente inutilizable (por ejemplo, una prótesis co-
locada en sustitución de la articulación de la rodilla por estar la
original muy afectada por artrosis), con aparatos que suplen su fun-
cionalismo específico.

Se practica en el punto del cuerpo humano que se considera más opor-


tuno, según la finalidad que tenga la operación.

Las partes de que consta una prótesis de miembro son:

Parte cónica que se adapta exactamente sobre el muñón de la ex-


tremidad amputada.

47
TÉCNICO EN CUIDADOS AUXILIARES DE ENFERMERÍA j

• Columna rígida, articulada o no. En la extremidad superior po- Las partes de una prótesis
see la mano artificial o el gancho universal; en la extremidad in- de miembro son:
ferior permite el apoyo en el suelo y la carga del cuerpo sobre la - Parte cónica
- Columna rígida
misma. - Sistema de correas

• Sistema de correas que mantiene fijo el aparato sobre el muñón,


permitiendo la separación del mismo cuando sea preciso.

3.2. Otros instrumentales


3.2.1. Separadores

Sirven para que el campo operatorio esté libre y las maniobras del ci-
rujano puedan hacerse con seguridad. También se les conoce con el
nombre de retractores o valvas.

Existen una gran variedad de separadores: abdominales, nasales, para


amígdalas, pélvicos, etc.

3e2.2. Pinzas hemostáticas

Son pinzas de forcipresión con ramas articuladas y cruzadas en su par-


te central a modo de tijeras. La articulación de las dos ramas está pro-
vista de un sistema de engranaje que permite el cierre de seguridad de
la pinza.

Los extremos finales de las ramas presentan estrías en horizontal y


paralelas entre sí. Se utilizan para la compresión de vasos sanguíne-
os que han sido cortados durante la intervención quirúrgica. Se evita
así la hemorragia.

Hay distintos tipos de pinzas para hemostasia. Su tamaño y forma de-


pende del calibre del vaso y la profundidad del plano. Las más utiliza-
das son (Fig. 19):

• Pinzas de Kelly. Es una pinza hemostática con ranuras en sus dos


ramas. Presenta un sistema de cremallera para dejarla fija una vez
pinzado el vaso sanguíneo. Pueden ser rectas o curvas.

• Pinzas de Crile. Pinza hemostática parecida a la de Kelly, pero se


diferencia porque presenta un tramo de ranuras más largo que la an-
terior.

• Pinzas de Kocher. Se diferencian de las anteriores en que en el ex-


tremo final de sus ramas presentan dientes como las pinzas traumá-
Pinzas de KeIly Pinzas de Crile

Fig. 19. Pinzas hemostáticas: de


Kellv, de Crile, de Péan y de
Pinzas de Pécin Pinzas de Allis Allis.

ticas. Se usan mucho en ginecología para sujetar tejidos duros y li-


gamentos. También se utilizan para drenajes abdominales.

• Pinzas de Péan. Pinza hemostática terminada en forma de espátula.


Se emplea en el quirófano pero también se suele utilizar en planta.

• Pinzas Mosquito. Son las pinzas hemostáticas más pequeñas de todas.


Se utilizan para la hemostasia de vasos sanguíneos superficiales.

• Pinzas de Allis. Sus ramas terminan en dientes. Se usan para he-


mostasia de vasos sanguíneos intestinales.

El Lo
TÉCNICO EN CUIDADOS AUXILIARES DFERMERují.1..

3.23. Drenajes

Un drenaje es todo sistema que, colocado en una herida quirúrgica,


permite comunicar ésta con el exterior, una vez cerrados los diferentes
planos de sutura.

Facilita la salida al exterior de líquidos, exudados, etc., que se extra-


Un drenaje es un sistema
vasan debido a la formación de una herida quirúrgica. Si no se drena-
que se coloca en la herida
se, se produciría una colección líquida de carácter patológico, con quirúrgica para facilitar la
consecuencias negativas para el paciente. salida al exterior de líqui-
dos, exudados..
El drenaje o dren puede ser colocado en base a dos objetivos:

Profiláctico. Se coloca en previsión de que se formen colecciones


serohemáticas, inflamatorias o de otro origen. Para prevenir la for-
mación de un serohematoma cuando se ha realizado un gran despe-
gamiento de los tejidos o cuando la intervención deja una cavidad
residual. Cuando por cualquier circunstancia la hemostasia ha sido
defectuosa, existiendo peligro de hematoma; también en enfermos
con alteraciones de la coagulación. Cuando se suponga que la zona
operatoria está infectada o se ha contaminado durante la interven-
ción. Como control de anastomosis para detectar y drenar posibles
fugas o escapes.

• Curativo. Se aplica para evacuar colecciones líquidas o gaseo-


sas formadas antes de realizar la intervención. A veces el acto
quirúrgico consiste nada más que en practicar una incisión y co-
locar el dren.

Los drenajes pueden ser de diferentes materiales (goma, látex, silico-


na...) y en forma de tubos o de láminas. Los tubos se usan mucho en
cirugía general, para drenaje de cavidades profundas (cavidad torácica
y abdominal). Las láminas (de forma acanalada) mantienen abiertos
los bordes de la herida en el punto donde se colocan; se usan para dre-
najes superficiales.

Los diferentes tipos de drenajes que existen se dividen en dos grupos:

Drenajes pasivos o abiertos. Son de material de goma. Tienen la


ventaja de que no se ocluyen, pero se pueden infectar desde el exte-
rior y pueden no drenar toda la colección, sobre todo si se trata de lí -
quidos espesos. Drenaje de Penrose, drenaje en tejadillo, drenaje
biliar (tubo de Kehr), tubos.
Los sistemas de drenajes
Drenajes activos, de succión o cerrados. Son de silicona o polivi- se dividen en drenajes pa-
nilo, siendo la silicona el material mejor tolerado. Realizan un mejor sivos y drenajes activos.
y más rápido drenaje de las colecciones y disminuyen el riesgo de

50
infección desde el exterior. Colapsan cavidades postquirúrgicas. Se
pueden ocluir y existe el riesgo de demasiada presión a nivel de la
anastomosis o cerca de los tejidos delicados. Drenaje Redon, dre-
naje de Jackson-Pratt.

En algunas ocasiones, los drenajes van conectados a un aspirador. Uti-


lizan un tubo de goma conectado a un frasco colector donde se ha he-
cho el vacío previamente, facilitando así la salida de líquidos a través
del tubo.

51
TÉCNICO EN CUIDADOS AUXILIARES DE ENFERMERÍA

4. RESUMEN

1. INTRODUCCIÓN

Antes de que un paciente sea intervenido quirúrgicamente, es preci-


so realizar un estudio preoperatorio: entrevista, anamnesis, explo-
ración física y exámenes complementarios.

• Mediante la entrevista con el enfermo, se intentará reducir la an-


gustia que crea el acto anestésico y quirúrgico; se proporcionará al
paciente información acerca de los efectos y riesgos de la anestesia
y de los detalles de su intervención, con la finalidad de que éste dé
su consentimiento firmado para la realización de la operación.

2. EL PERIOPERATORIO

Se denomina perioperatorio al periodo de tiempo que transcurre


antes, durante y después de la intervención quirúrgica. Así, podemos
hablar de fase preoperatoria (preparación del paciente hasta el mo-
mento de su intervención), fase transoperatoria (la intervención en
sí) y fase postoperatoria (recuperación y retorno a casa).

La duración del periodo preoperatorio varía según el grado de ur-


gencia de la operación (intervención de emergencia, de urgencia a
corto plazo, de urgencia diferida y de cirugía programada).

Para lograr una buena evolución postoperatoria, es importante que el


enfermo entre en el quirófano en óptimas condiciones físicas y psí-
quicas. Previamente a la intervención se valorará su estado nutri-
cional y el grado de hidratación; se indicarán ejercicios
respiratorios, ejercicios de piernas y movimientos corporales; se lle-
vará a cabo una adecuada higiene corporal y el rasurado de las zonas
donde se practicará la incisión y áreas contiguas; y se administrarán
medicamentos preanestésicos para disminuir su ansiedad.

La preparación del campo operatorio o rasurado debe realizarse sin


provocar erosiones en la piel. En primer lugar, procederemos a cortar
con tijeras el vello más largo, para después rasurar el resto mediante
pasadas breves sobre la piel estirada y siempre en la dirección del pe-
lo. Para terminar, lavaremos y secaremos la zona rasurada.

• Según el horario programado, el paciente estará preparado a tiempo


(se le trasladará al quirófano unos quince o veinte minutos antes de

52
la intervención); se desinfecta la zona que va a ser intervenida y se
cubre con un paño estéril, se registran las constantes vitales y se
comprueba que su Historia Clínica está completa y que ésta acom-
paña al paciente en todo momento.

• En el transoperatorio el equipo técnico recibe al enfermo y vuelve


a revisar su estado general. Una vez colocado en la mesa de opera-
ciones en la posición adecuada, se le administra la anestesia y se
procede a su intervención.

• Llamamos postoperatorio inmediato al periodo que transcurre des-


de que finaliza la intervención quirúrgica hasta que se estabilizan las
constantes vitales del paciente. Se lleva a cabo en la sala de recupe-
ración, cerca de los quirófanos.

• El postoperatorio tardío se inicia cuando el enfermo es transpor-


tado a su habitación y finaliza hacia el séptimo o décimo día. En
este periodo se siguen controlando las constantes vitales y se debe
restablecer el tránsito intestinal.

• En la Hoja de Gráficas y Observaciones de Enfermería se registra: el


estado del paciente, aparatos que le acompañan (sueros, drenajes...),
constantes vitales, fecha y tipo de intervención, tipo de anestesia,
zona y tipo de vía, tipo de dieta, hora de llegada a la Unidad y volu-
men de orina con que llega, volumen en los drenajes y su tipo, cui-
dados especiales que necesita.

• Se controlarán además los sondajes, drenajes, apósitos, vendajes,


escayolas y el entorno del enfermo.

3. EL INSTRUMENTAL QUIRÚRGICO

Los principales actos quirúrgicos son: diéresis o división, exéresis o


extirpación, síntesis o unión, disección y prótesis o sustitución. En ca-
da uno de estos procedimientos se utiliza un instrumental específico.

• Llamamos diéresis a la división de tejidos a través de la incisión (cor-


te quirúrgico de tejidos blandos) o la punción (perforación de tejidos).

• La incisión se realiza con el bisturí (para hacer cortes finos de di-


sección, incidir en la piel de forma más extensa y sin profundizar,
perforar tejidos duros como los tendones), lanceta (para extraer san-
gre capilar de las yemas de los dedos o lóbulo de la oreja), tijeras
(para cortar tejidos duros como aponeurosis o pedículos, cortar los
hilos de las suturas y ligaduras).

53
TÉCNICO EN CUIDADOS AUXILIARES DE ENFERMER 1p11

• Una punción puede ser exploradora (para averiguar la existencia


de una colección líquida y su naturaleza, mediante una jeringa y
aguja), evacuadora (para extraer líquido que tiene presión, me-
diante un trocar), aspiradora (para extraer líquido que no está a
presión, mediante un aspirador o una jeringa conectados a la cá-
nula) o punción-inyección (para inyectar antibióticos u otras sus-
tancias con fines terapéuticos).

• En la exéresis se separan o extirpan partes inútiles o nocivas del or-


ganismo. El instrumental utilizado en este procedimiento suele ser
el mismo que se emplea para la diéresis, además de otros instru-
mentos especiales para extirpaciones concretas.

• La síntesis consiste en unir los bordes de los tejidos seccionados o


rotos (piel, músculos, aponeurosis, tendones, huesos y vísceras). La
sutura de la piel se realiza aproximando los bordes de pequeñas he-
ridas con un tira fina de esparadrapo o cinta adhesiva estéril (in-
cruento), o uniendo los bordes mediante puntos de sutura hasta su
cicatrización (cruento).

• Las agujas utilizadas en la sutura pueden ser rectas, curvas (pre-


cisan de un porta-agujas), con mango (de Reverdin, de Doyen y
de Lamblin) o de pedal. A su vez, la punta de una aguja puede
ser: cónica o cilíndrica (en tejidos blandos), punta roma (en
parénquimas), triangular (en tejidos de elevada resistencia como
la piel), punta tapercut (en tejidos resistentes) o punta espatulada
(en oftalmología).

• Los ágrafes o grapas se utilizan poco actualmente debido a que de-


jan antiestéticas cicatrices. Se colocan manualmente mediante las
Pinzas de Michel, o mecánicamente con aparatos especiales (T.A.,
G.I.A., E.E.A.).

• En cuanto al hilo utilizado en la síntesis de tejidos, se debe elegir el


diámetro más pequeño que sea capaz de mantener adecuadamente el
tejido reparado. La fuerza tensil del nudo no excederá nunca la re-
sistencia a la ruptura del tejido.

• Según su origen, los hilos pueden ser naturales (de origen animal,
vegetal o mineral), o sintéticos. Según su permanencia en el orga-
nismo, absorbibles o no absorbibles. Y según su estructura, monofi-
lamentos o multifilamentos.

• Existen diferentes tipos de suturas de la piel: continua (a punto por


encima, de pellejero, a punto de pasada y sutura intradérmica) y en-
trecortada (colchonero horizontal y colchonero vertical).

54
La disección consiste en la tracción y sujeción de tejidos, para lo
cual se utilizan las Pinzas de Mano Izquierda (sin dientes o atraumá-
ticas y con dientes o traumáticas), que carecen de corte.

Para la sustitución de partes corporales perdidas o funcionalmente


inutilizables, se emplean aparatos o prótesis que suplen su funcio-
nalismo específico.

Además de los instrumentos utilizados en estos cinco actos quirúr-


gicos, existen otros como las pinzas hemostáticas (para comprimir
vasos sanguíneos que han sido cortados en una intervención): pinzas
de Kelly, de Crile, de Kocher, de Péan, de Mosquito y de Allis. Y los
drenajes (colocado en una herida quirúrgica para facilitar la salida
al exterior de líquidos, exudados, etc.): drenajes pasivos o abiertos y
drenajes activos, de succión o cerrados.

55
TÉCNICO EN CUIDADOS AUXILIARES DE ENFERMERIA

S. EJERCICIOS DE
AUTOEVALUACIÓN

1. Si una operación quirúrgica tiene un elevado riesgo y requiere


una estabilización previa, hablamos de una intervención:
a. De cirugía programada.
b. De urgencia diferida.
c. De urgencia a corto plazo.

2. El paciente entrará en el quirófano:


a. Media hora antes de aplicarle la anestesia.
b. 15 minutos después de aplicarle la anestesia.
c. De 15 a 20 minutos antes de aplicarle la anestesia.

3. El restablecimiento del tránsito intestinal se produce:


a. Durante el postoperatorio tardío.
b. Durante el postoperatorio inmediato.
c. En cualquiera de los dos periodos anteriores.

4. Los actos quirúrgicos fundamentales son:


a. Diéresis, exéresis, síntesis, disección y sustitución.
b. Diéresis, hemostasia, exploración, disección y sustitución.
c. Hemostasia, exéresis, síntesis, disección y sustitución.

5. El instrumental utilizado en la incisión de partes blandas es:


a. Bisturí, trocar y tijeras.
b. Bisturí, lanceta y tijeras.
c. Ágrafes, lanceta y tijeras.

6. La exéresis es:
a. La perforación de tejidos con fines exploratorios.
b. La separación o extirpación de partes inútiles o nocivas del or -
ganismo.
c. La división de tejidos blandos.

56
7. En la sutura de tejidos blandos se suele utilizar agujas con punta:
a. Espatulada.
b. Tapercut.
c. Cónica o cilíndrica.

8. Para la sutura de músculos, ¿qué tipo de hilo utilizarías?


a. Sintético y absorbible.
b. De origen mineral y no absorbible.
c. De origen animal y absorbible.

9. Para diseccionar piel, músculos y fascias, se emplean pinzas:


a. Atraumáticas.
b. Traumáticas.
c. En dientes de ratón.

10. Los vasos sanguíneos que han sido cortados durante una in-
tervención quirúrgica se comprimen mediante:
a. Pinzas de mano izquierda.
b. Pinzas de Michel.
c. Pinzas hemostáticas.

57
TÉCNICO EN CUIDADOS AUXILIARES DE ENFERMERÍA

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