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Universidad Cristiana Evangélica Nuevo Milenio

Asignatura: Teorías de la personalidad 2

Nombre del docente: Eduardo Alfonso Hernández Altamirano

integrantes:

Leonor Elizabeth Romero Garmendia 119440006

Kenia Yolanda Velásquez cruz 119160011

Sergio Alexander Chavarría Izaguirre 121630029

Temas:

1. Ansiedad según Cattell

2. Extroversión según Cattell

3. Neurosis y psicosis según Cattell

Grupo # 4

Fecha de entrega: 18 de junio del 2022


Ansiedad según Cattell

El factor de segundo orden, ansiedad, también llamado neuroticismo, carga más


fuertemente en el factor C (debilidad del yo), el factor O (propensión a la culpa), el
factor L (tendencia paranoide), el factor Q3 (autosentimiento bajo) y el factor Q4
(tensión de impulso alto) (R. B. Cattell, 1965, p. 118). Resulta tentador centrarse en
los factores de segundo orden toda vez que son menos, y por tanto parece más fácil
comprender la investigación de Cattell a este nivel. Pero Cattell (1978, p. 225)
advirtió contra el error de “pensar que los factores de estratos superiores son de
mayor importancia”, y sostuvo que predicen la conducta peor que los dieciséis
factores primarios.

Extroversión según Cattell

El factor de segundo orden extroversión se caracteriza por cargas altas en el factor


A (affectio, o estado afectivo hacia la gente), el factor F (sagacidad e ingenio, o
locuacidad y optimismo) y el factor H (parmia, o audacia arriesgada). Las
puntuaciones en extroversión se incrementan si se pide a los sujetos que respondan
al cuestionario con una “buena personalidad”, cualquier cosa que esto sea. Cattell
(1957) sugirió que la extroversión tiene una base genética. Específicamente, la
gente que hereda una tendencia a reaccionar más fuertemente a las ideas que a los
estímulos externos tiende a desarrollar introversión. Es como si los introvertidos
marcharan a un ritmo diferente (es decir, interior), en comparación con los
extrovertidos, que responden más a estímulos en el mundo exterior.

Neurosis y psicosis según Cattell

Algunos de los rasgos que Cattell midió contribuyen al ajuste psicológico de una
persona. Los términos neurosis y psicosis ya son familiares a partir de la teoría
psicoanalítica. Ambos se refieren a dificultades de ajuste, las cuales son más graves
en la psicosis.

Neurosis: Los neuróticos difieren de la población en general en varios rasgos. Las


personas neuróticas tienen poca fortaleza del yo, baja estabilidad emocional, altas
autia y premsia, baja surgencia (sagacidad e ingenio) y baja autoridad. De particular
interés es el “triunvirato controlador” de la personalidad, tres factores involucrados
en el control de impulsos y el ajuste emocional: los factores C (fortaleza del yo), G
(fortaleza del superyó) y Q3 (integración del auto sentimiento). También la ansiedad
es alta entre los neuróticos, debido en parte a la forma en que los tratan sus familias.
Sus familias están marcadas por el conflicto. La disciplina es inconsistente, en
ocasiones el niño se sale con la suya y otras veces no.

No existen afecto y amor suficiente y los padres pueden exigir que se cumplan
estándares que son demasiado altos para el niño en esa etapa del desarrollo. Sin
embargo, la herencia también desempeña un papel significativo en el desarrollo de
las características de personalidad relacionadas con la neurosis, como revela la
investigación de Cattell (descrita más adelante en este capítulo).

Psicosis: Varios tipos diferentes de psicosis, aunque los clínicos no siempre están
de acuerdo en el diagnóstico de un individuo particular. En sus pruebas, Cattell
encontró patrones diferentes de rasgos para varios diagnósticos. Los
esquizofrénicos tienen poca fortaleza del yo, poca tensión del impulso y alta
introversión. Los maniacodepresivos tienen poca inteligencia (a diferencia de los
esquizofrénicos, cuya inteligencia es tan alta como en los normales), temperamento
conservador y alto superyó (es decir, una inclinación a sentir culpa). Cattell
desarrolló escalas clínicas similares al 16PF, pero centrándose específicamente en
las diferencias entre los grupos de diagnóstico. Fue muy crítico de los clínicos que
no complementaban sus diagnósticos clínicos poco confiables con escalas
validadas empíricamente. El mayor uso de esa evaluación podría mejorar la
confiabilidad de los diagnósticos (R. B. Cattell, 1979, p. 110).

Esto podría contribuir no sólo al tratamiento de pacientes individuales sino también


a la investigación sobre los orígenes de la enfermedad mental. Cattell ofreció incluso
un programa de computadora para el diagnóstico (p. 14). La psicosis, igual que la
neurosis, también tiene un componente genético significativo. Aunque la psicosis y
la neurosis son influidas por la herencia, ésta no es el único factor que tiene impacto
en las enfermedades. Cattell aceptaba la idea de que la neurosis y la psicosis se
deben a conflictos no resueltos dentro del individuo. La herencia da una
predisposición a la emocionalidad, la cual hace más probable que la persona
vulnerable no pueda resolver el conflicto. Lo que se hereda es una predisposición
más que la enfermedad.

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