Está en la página 1de 11

Introducción

La artritis reumatoide es una enfermedad crónica (de larga duración) que afecta sobre todo a
las articulaciones, como las que se encuentran en las muñecas, las manos, los pies, la columna
vertebral, las rodillas y la mandíbula. Se trata de una enfermedad crónica, con una baja
frecuencia de curación espontánea, aunque con un tratamiento adecuado se consigue un buen
control de la enfermedad en la mayoría de los casos. Es más frecuente en mujeres, pero
también afecta a varones. Se presenta con mayor frecuencia entre los 45 y los 55 años.

La artritis es la hinchazón y la sensibilidad de una o mas de las articulaciones. los dos tipos más
comunes son la osteoartritis (enfermedad degenerativa de las articulaciones) y la artritis
reumatoidea (AR). La osteoartritis aparece con la edad o luego de un trauma u otro tipo de
lesión en una articulación. La artritis reumatoidea es una enfermedad autoinmune que ocurre
en los adultos jóvenes, en la que las propias defensas del cuerpo atacan el recubrimiento de
las articulaciones.

El medico llevara a cabo un examen físico completo y podría realizar pruebas de sangre para
evaluar la presencia de inflamación para ayudar a diagnosticar su condición. Otros test pueden
incluir radiografías de los huesos, TAC, RMN, o ultrasonido. El tratamiento dependerá del tipo,
severidad y ubicación de la artritis y podría incluir medicamentos, terapia o cirugías.

En qué consiste la artritis

Artritis significa inflamación de una o más articulaciones del cuerpo. Una articulación es una


zona en la que dos o más huesos hacen contacto y se mueven uno contra el otro. La causa
subyacente depende del tipo específico de artritis. Existen más de 100 formas de artritis y los
dos tipos más comunes son la osteoartritis y la artritis reumatoidea. La osteoartritis, también
conocida como enfermedad degenerativa de las articulaciones, es causada en parte por la
degeneración de piezas de la articulación tales como el cartílago, y empeora con la edad. El
desgaste y la rotura progresiva de las partes afectadas de la articulación puede provocar una
reacción inflamatoria. La artritis reumatoidea (AR), por otro lado, es una enfermedad
autoinmune en la que las mismas defensas del cuerpo atacan el recubrimiento normal de las
articulaciones. En este tipo de artritis, la inflamación en el revestimiento de la articulación en
los huesos conduce al daño de la articulación, especialmente del cartílago. Otras causas
relativamente comunes de la artritis incluyen lesiones, alineación anormal de los miembros,
infecciones, otras enfermedades autoinmunes distintas de la artritis reumatoidea y los
depósitos anormales en las articulaciones, como en la gota.

Algunos tipos de artritis afectan a más de 40 millones de personas en los Estados Unidos. Más
de la mitad de estas personas tienen enfermedad degenerativa de las articulaciones. Casi el 60
por ciento de las personas afectadas por la artritis son mujeres. Mientras que la artritis se
presenta principalmente en los adultos, los niños pueden estar en riesgo de sufrir ciertos tipos
de artritis, tales como las causadas por lesiones y enfermedades autoinmunes. A pesar de que
cualquier articulación en el cuerpo puede ser afectada, ciertas formas particulares de artritis
tienen una tendencia a ocurrir en ciertas partes del cuerpo. Por ejemplo, la artritis
reumatoidea afecta por lo general las muñecas y nudillos, los pies, el cuello, y articulaciones
más grandes en las extremidades, mientras que las enfermedades degenerativas de las
articulaciones pueden afectar las bases de los pulgares, las articulaciones de los dedos, las
rodillas, las caderas, los hombros y la parte baja de la columna. Otros tipos de artritis afectan
mayormente las articulaciones de la columna.

¿Qué es la osteoartritis?
La osteoartritis es una enfermedad de las articulaciones en la que los tejidos de la articulación
afectada se deterioran con el tiempo. Este es el tipo más frecuente de artritis y es más común
en las personas mayores.

Por lo general, las personas con osteoartritis tienen dolor en las articulaciones y, después de
descansar, rigidez (incapacidad para moverse con facilidad) durante un período corto de
tiempo. Las articulaciones que se ven afectadas con más frecuencia incluyen:

 las manos (en la base y los extremos de los pulgares y en los extremos de los demás
dedos),

 las rodillas,

 las caderas,

 el cuello,

 la espalda baja.

La osteoartritis afecta a cada persona de manera diferente. Para algunas personas, la


enfermedad no interfiere con sus actividades cotidianas, mientras que, en el caso de otras,
causa un grado considerable de dolor e incapacidad.
¿A quién le puede dar osteoartritis?
A cualquier persona le puede dar osteoartritis, pero ocurre con más frecuencia a medida que
se envejece. Las mujeres tienen más probabilidad que los hombres de tener osteoartritis,
especialmente después de los 50 años.

A las personas más jóvenes también les puede dar osteoartritis, por lo general debido a una
lesión articular o un problema con la forma en que se formó la articulación.

Los factores que pueden aumentar el riesgo de padecer artritis reumatoide incluyen:

 El sexo. Las mujeres son más propensas que los hombres a desarrollar artritis
reumatoide.

 Edad. La artritis reumatoide se puede producir a cualquier edad, pero más


frecuentemente comienza a mediana edad.

 Antecedentes familiares. Si un familiar padece artritis reumatoide, el riesgo de que


padezcas la enfermedad puede ser mayor.

 Tabaquismo. Fumar cigarrillos aumenta el riesgo de desarrollar artritis reumatoide,


especialmente si tienes una predisposición genética a desarrollar la enfermedad.
Fumar también parece estar asociado a una gravedad mayor de la enfermedad.

 Sobrepeso. Las personas que tienen sobrepeso parecen presentar un mayor riesgo de


desarrollar artritis reumatoide.

¿Cuáles son los síntomas de la osteoartritis?


A menudo, los síntomas de la osteoartritis surgen lentamente y por lo general comienzan en
una o en unas cuantas articulaciones. Los síntomas frecuentes de la osteoartritis incluyen:

 Dolor al usar la articulación, que puede mejorar con el descanso. Para algunas
personas, en las últimas etapas de la enfermedad el dolor puede empeorar durante la
noche.

 Rigidez articular, que por lo general dura menos de 30 minutos en la mañana o


después de descansar por un período de tiempo.
 Hinchazón en la articulación y alrededor de esta, especialmente después de usarla
mucho.

 Cambios en la capacidad de mover la articulación.

 Sensación de que la articulación está floja o inestable.

A medida que sus síntomas empeoran con el tiempo, algunas actividades pueden ser más
difíciles de realizar, como:

 subir gradas,

 sentarse o levantarse del inodoro o de una silla,

 agarrar un sartén,

 caminar por un estacionamiento.

El dolor y otros síntomas de la osteoartritis pueden causar cansancio y depresión, así como
problemas para dormir.

En sus inicios, la artritis reumatoide tiende a afectar primero las articulaciones más pequeñas,
especialmente las que unen los dedos de las manos con las manos y los dedos de los pies con
los pies.

A medida que avanza la enfermedad, los síntomas suelen extenderse a las muñecas, las
rodillas, los tobillos, los codos, la cadera y los hombros. En la mayoría de los casos, los
síntomas se producen en las mismas articulaciones en ambos lados del cuerpo.

Alrededor del 40 % de las personas que padecen artritis reumatoide también presentan signos
y síntomas que no impliquen a las articulaciones. Las zonas que pueden estar afectadas
incluyen las siguientes:

 Piel

 Ojos

 Pulmones

 Corazón

 Riñones

 Glándulas salivales

 Tejido nervioso

 Médula ósea

 Vasos sanguíneos

Los signos y los síntomas de la artritis reumatoide pueden variar en intensidad e incluso
pueden aparecer y desaparecer. Los períodos de mayor actividad de la enfermedad,
denominados brotes, se alternan entre períodos de remisión relativa, cuando la hinchazón y el
dolor se disipan o desaparecen. Con el paso del tiempo, la artritis reumatoide puede provocar
que las articulaciones se deformen y salgan de lugar.
¿Cuáles son las causas de la osteoartritis?
Los cambios en el tejido articular pueden hacer que se degeneren partes de la articulación, lo
que por lo general ocurre poco a poco y con el tiempo. Esto no sucede debido al simple
desgaste de las articulaciones. Ciertos factores pueden aumentar la probabilidad de tener la
enfermedad, entre ellos:

 el envejecimiento,

 el sobrepeso o la obesidad,

 un historial de lesiones o cirugía de una articulación,

 el uso excesivo por movimientos repetidos de la articulación,

 articulaciones que no se forman correctamente,

 antecedentes familiares de osteoartritis.

La artritis reumatoide es una enfermedad autoinmunitaria. Generalmente, tu sistema


inmunitario ayuda a proteger el cuerpo de una infección o de una enfermedad. En la
artritis reumatoide, el sistema inmunitario ataca el tejido sano en las articulaciones.
También puede causar problemas médicos en el corazón, los pulmones, los nervios, los
ojos y la piel.

Los médicos no saben lo que inicia este proceso, aunque parece probable que sea un
componente genético. Si bien los genes no causan artritis reumatoide, pueden hacer
que tengas más probabilidades de reaccionar a los factores ambientales, como
infección con determinados virus y bacterias, que pueden desencadenar la
enfermedad.

¿Hay alguna prueba para la osteoartritis?


No existe una prueba única para la osteoartritis. Su médico puede hacer lo siguiente
para ver si tiene la afección:
 pedir su historial médico y hacerle un examen físico,
 ordenar radiografías o una resonancia magnética de la articulación,
 realizar análisis de sangre para descartar otras causas de los síntomas,
 tomar muestras del líquido articular para buscar otras causas de dolor en las
articulaciones, como una infección o gota.

¿Cómo se trata la osteoartritis?

Los objetivos de su tratamiento para la osteoartritis incluyen:

 reducir el dolor y otros síntomas,

 mejorar la función articular,

 evitar que la enfermedad empeore,

 mantener su calidad de vida.

Por lo general, el tratamiento de la osteoartritis incluye:

 Hacer ejercicio, lo que puede reducir el dolor y la rigidez en las articulaciones y


aumentar la flexibilidad y la fuerza muscular. Hable con su médico o fisioterapeuta
sobre un programa de ejercicios seguro y completo. Recuerde comenzar cualquier
programa de ejercicios poco a poco, tomándose el tiempo necesario para adaptarse al
nuevo nivel de actividad.

 Controlar su peso para ayudar a reducir la tensión en las articulaciones. Además, si


tiene sobrepeso u obesidad, perder peso puede ayudar a reducir el dolor, evitar
lesionarse nuevamente y mejorar el movimiento de las articulaciones. Esto puede ser
especialmente útil en el caso de las rodillas o las caderas.

 Usar órtesis o aparatos ortopédicos que le indique su médico y que sean ajustados por
un profesional de la salud.

Algunas personas pueden necesitar tomar medicamentos para ayudar a controlar los síntomas
de la osteoartritis. Su médico puede recomendarle que se someta a una cirugía si todos los
demás tratamientos que ha intentado no le han ayudado con la osteoartritis. Sin embargo, la
cirugía no es adecuada para todos y su médico decidirá si es lo mejor en su caso.

Tratamiento

La artritis reumatoide no tiene cura. Pero los estudios clínicos indican que la remisión de los
síntomas es más probable cuando el tratamiento comienza temprano con medicamentos
conocidos como medicamentos antirreumáticos modificadores de la enfermedad (DMARD).

Medicamentos

El tipo de medicamento que te recomiende el médico dependerá de la gravedad de los


síntomas y del tiempo que hayas tenido artritis reumatoide.
 Medicamentos antiinflamatorios no esteroides. Los medicamentos antiinflamatorios
no esteroides pueden aliviar el dolor y reducir la inflamación. Los medicamentos
antiinflamatorios no esteroides de venta libre incluyen ibuprofeno (Advil, Motrin IB,
otros) y naproxeno sódico (Aleve). Los medicamentos antiinflamatorios no
esteroides más potentes se venden bajo receta médica. Los efectos secundarios
pueden incluir irritación estomacal, problemas cardíacos y daño renal.

 Esteroides. Los medicamentos corticosteroides, como la prednisona, reducen la


inflamación y el dolor, y retrasan el daño articular. Los efectos secundarios pueden
incluir el afinamiento de los huesos, aumento de peso y diabetes. Los médicos a
menudo recetan un corticosteroide para aliviar los síntomas rápidamente, con el
objetivo de reducir gradualmente la medicación.

 Medicamentos antirreumáticos modificadores de la


enfermedad convencionales. Estos medicamentos pueden retrasar el avance de la
artritis reumatoide y evitar que las articulaciones y otros tejidos sufran daños
permanentes. Entre los medicamentos antirreumáticos modificadores de la
enfermedad habituales se incluyen el metotrexato (Trexall, Otrexup, otros), la
leflunomida (Arava), la hidroxicloroquina (Plaquenil) y la sulfasalazina (Azulfidine). Los
efectos secundarios varían, pero pueden incluir daño hepático e infecciones
pulmonares graves.

 Agentes biológicos. También conocidos como modificadores de la respuesta biológica,


esta nueva clase de medicamentos antirreumáticos modificadores de la
enfermedad incluye abatacept (Orencia), adalimumab (Humira), anakinra (Kineret),
certolizumab (Cimzia), etanercept (Enbrel), golimumab (Simponi), infliximab
(Remicade), rituximab (Rituxan), sarilumab (Kevzara) y tocilizumab (Actemra).

Los medicamentos antirreumáticos modificadores de la enfermedad biológicos suelen ser más


eficaces cuando se combinan con un medicamento antirreumático modificador de la
enfermedad convencional, como el metotrexato. Este tipo de medicamento también aumenta
el riesgo de contraer infecciones.

 Medicamentos antirreumáticos modificadores de la enfermedad sintéticos y con


diana específica. El baricitinib (Olumiant), el tofacitinib (Xeljanz) y el upadacitinib
(Rinvoq) pueden utilizarse en caso de que los medicamentos antirreumáticos
modificadores de la enfermedad convencionales y los agentes biológicos no hayan sido
eficaces. Las dosis más altas de tofacitinib pueden aumentar el riesgo de coágulos
sanguíneos en los pulmones, eventos cardíacos graves y cáncer.

Terapia

El médico puede derivarte a un terapeuta ocupacional o fisioterapeuta que puede enseñarte


ejercicios para mantener flexibles las articulaciones. El terapeuta también puede sugerir
nuevas formas de hacer tareas diarias que serán más fáciles para tus articulaciones. Por
ejemplo, es recomendable recoger objetos usando los antebrazos.

Los dispositivos de asistencia pueden ayudar a no esforzar las articulaciones doloridas. Por
ejemplo, un cuchillo de cocina con una agarradera ayuda a proteger las articulaciones de la
muñeca y de los dedos. Determinadas herramientas, como abotonadores, pueden ayudarte a
vestirte. Las tiendas de suministros médicos y los catálogos son excelentes lugares para buscar
ideas.

Cirugía

Si los medicamentos no evitan ni retrasan el daño en las articulaciones, tú y el médico pueden


considerar la cirugía para reparar las articulaciones dañadas. La cirugía puede ayudar a
restaurar tu capacidad de usar la articulación. También puede reducir el dolor y mejorar la
función.

La cirugía de artritis reumatoide puede incluir uno o más de los siguientes procedimientos:

 Sinovectomía. Una cirugía para extirpar el revestimiento inflamado de la articulación


(sinovial) puede ayudar a reducir el dolor y mejorar la flexibilidad de la articulación.

 Reparación del tendón. La inflamación y el daño en las articulaciones pueden causar


que los tendones de alrededor de la articulación se aflojen o se rompan. El cirujano
puede reparar los tendones que rodean la articulación.

 Fusión de la articulación. Se puede recomendar una fusión quirúrgica de la


articulación para estabilizar o realinear una articulación y para aliviar el dolor cuando
el reemplazo de una articulación no es una opción.

 Reemplazo total de la articulación. Durante la cirugía para reemplazo de la


articulación, el cirujano quita las partes dañadas de la articulación e introduce una
prótesis de metal y plástico.

Diagnóstico

La artritis reumatoide puede resultar difícil de diagnosticar en las etapas tempranas, debido a
que los signos y síntomas tempranos son similares a los de muchas otras enfermedades. No
hay un análisis de sangre o hallazgo físico para confirmar el diagnóstico.

Durante la exploración física, el médico revisará las articulaciones para detectar hinchazón,
enrojecimiento y temperatura. El médico también puede evaluar tus reflejos y fuerza
muscular.

Análisis de sangre

Las personas con artritis reumatoide suelen tener una alta velocidad de sedimentación
globular (VSG, también conocida como tasa de sedimentación) o de nivel de
proteína C reactiva, lo que indica la presencia de un proceso inflamatorio en el cuerpo. Otros
análisis de sangre comunes buscan anticuerpos reumatoideos y antipéptidos cíclicos
citrulinados.

Pruebas de diagnóstico por imágenes

El médico puede recomendar radiografías para ayudar a controlar el avance de la artritis


reumatoide en las articulaciones con el tiempo. Las pruebas por resonancia magnética y
ecografía pueden ayudar al médico a determinar la gravedad de la enfermedad en el cuerpo.
¿Quién puede tratar la osteoartritis?
El tratamiento de la osteoartritis requiere un esfuerzo de equipo en el que participa usted y
varios tipos de profesionales de la salud. Estos pueden incluir:

 reumatólogos, que se especializan en artritis y otras enfermedades de los huesos, las


articulaciones y los músculos,

 quiroprácticos, que centran el tratamiento en la relación existente entre la estructura


del cuerpo, principalmente la columna vertebral, y su funcionamiento,

 nutricionistas o dietistas, que enseñan aspectos de la nutrición y cómo mantener un


peso saludable,

 enfermeros educadores, que le ayudan a comprender su afección y a iniciar los planes


de tratamiento,

 terapeutas ocupacionales, que enseñan formas de proteger las articulaciones,


minimizar el dolor, realizar actividades de la vida diaria y conservar la energía,

 cirujanos ortopédicos, que se especializan en el tratamiento y la cirugía de


enfermedades óseas y articulares,

 fisiatras (especialistas en física, medicina y rehabilitación), que supervisan los


programas de ejercicio,

 fisioterapeutas, que ayudan a mejorar la función articular,

 médicos de atención primaria, como un médico de cabecera o un especialista en


medicina interna, que coordinan la atención entre los diferentes proveedores de salud
y trata otros problemas a medida que surgen,

 psicólogos o trabajadores sociales, que ayudan con los retos psicosociales causados
por las afecciones médicas.

Cómo adaptarse a la osteoartritis

Hay muchas cosas que puede hacer que le ayudarán a adaptarse a vivir con osteoartritis:

 Aplíquese terapias con frío y calor que pueden reducir el dolor en las articulaciones.

 Use un bastón o andador que le ayudará a moverse con mayor seguridad y estabilidad
y a disminuir el dolor. Si tiene artritis en las manos, puede resultarle útil utilizar
dispositivos que le ayuden a agarrar y abrir objetos, como abridores de latas o frascos.

 Trate de evitar movimientos repetidos, como agacharse frecuentemente.

 Use órtesis o plantillas para zapatos que pueden ayudarle a apoyar las articulaciones y
a reducir el dolor y la presión en esa área. Esto puede ser útil cuando se pone de pie o
camina.

 Consulte con su proveedor de atención médica para hablar sobre sus síntomas y
tratamiento. Es posible que quiera asistir a una clase para aprender sobre la
osteoartritis y cómo manejar los síntomas, lo que le permitirá vivir un estilo de vida
activo.

 Busque grupos de apoyo, tanto en línea como en su comunidad, que puedan ayudarle
a sobrellevar la enfermedad y ofrecerle consejos sobre cómo controlar la osteoartritis
y vivir un estilo de vida saludable.

Complicaciones
La artritis reumatoide aumenta el riesgo de desarrollar:

 Osteoporosis. La artritis reumatoide en sí, junto con algunos


medicamentos utilizados para tratar la artritis reumatoide, pueden
aumentar tu riesgo de osteoporosis, una afección que debilita los huesos
y los hace más propensos a las fracturas.
 Nódulos reumatoides. Estos bultos firmes de tejido se forman con mayor
frecuencia alrededor de los puntos de presión, como los codos. Sin
embargo, estos nódulos pueden formarse en cualquier parte del cuerpo,
incluidos el corazón y los pulmones.
 Sequedad en los ojos y la boca. Las personas que tienen artritis
reumatoide son mucho más propensas a desarrollar el síndrome de
Sjogren, un trastorno que disminuye la cantidad de humedad en los ojos y
la boca.
 Infecciones. La artritis reumatoide en sí y muchos de los medicamentos
utilizados para combatirla pueden dañar el sistema inmunitario y
provocar un aumento de las infecciones. Protégete con vacunas para
prevenir enfermedades como la gripe, la neumonía, la culebrilla y la
COVID-19.
 Composición anormal del cuerpo. La proporción de grasa en relación con
la masa magra a menudo es mayor en las personas que tienen artritis
reumatoide, incluso en aquellas personas que tienen un índice de masa
corporal normal.
 Síndrome del túnel carpiano. Si la artritis reumatoide te afecta las
muñecas, la inflamación puede comprimir el nervio que irriga la mayor
parte de la mano y los dedos.
 Problemas cardíacos. La artritis reumatoide puede aumentar el riesgo de
endurecimiento y obstrucción de las arterias, así como la inflamación del
saco que rodea el corazón.
 Enfermedad pulmonar. Las personas con artritis reumatoide tienen un
mayor riesgo de inflamación y proceso de cicatrización de los tejidos
pulmonares, lo que puede provocar una falta de aire progresiva.
 Linfoma. La artritis reumatoide aumenta el riesgo de linfoma, un grupo de
cánceres de la sangre que se desarrollan en el sistema linfático.

También podría gustarte