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ACTO DE CONSAGRACIÓN DE pies a proclamarte solemnemente y a la faz del cielo y desórdenes tu herencia; perdónanos y haz que volvamos

VENEZUELA AL SANTÍSIMO de la tierra, nuestro único rey y dominador santísimo. A con espíritu contrito a tu casa y a tus brazos.
quien consagramos todos nuestros afectos y servicios y
SACRAMENTO
en quien ponemos todas nuestras esperanzas. Recíbenos, salvador nuestro, y concédenos que venga a
Monseñor Juan Bautista Castro, Arzobispo de Caracas, 02 de
nosotros tu reino eucarístico.
Julio de 1899
Tú eres nuestro Dios y no tendremos otro alguno Levanta bien alto tu trono en nuestra República, a fin de
Soberano Señor del Universo y Redentor del mundo, delante de ti; en tus manos ponemos nuestra suerte y que en ella te veas glorificado por singular manera y sea
clementísimo Jesús, que por un prodigio inenarrable de con ella los destinos de nuestra patria. Mucho te hemos honra nuestra, de distinción inapreciable, el llamarnos
tu caridad te has quedado con nosotros en este ofendido y como el hijo pródigo hemos disipado en los la República del Santísimo Sacramento. Te entregamos
sacramento hasta el fin de los siglos; aquí venimos a tus desórdenes tu herencia; perdónanos y haz que volvamos cuanto somos y cuanto tenemos; cubre nuestra ofrenda
pies a proclamarte solemnemente y a la faz del cielo y con espíritu contrito a tu casa y a tus brazos. con tu mirada paternal y hazla aceptable y valiosa en tu
de la tierra, nuestro único rey y dominador santísimo. A divina presencia. Otra vez te pedimos nos recibas, que
quien consagramos todos nuestros afectos y servicios y Recíbenos, salvador nuestro, y concédenos que venga a no nos deseches, y que este acto de nuestro amor y de
en quien ponemos todas nuestras esperanzas. nosotros tu reino eucarístico. nuestra gratitud sea repetido, cada vez con mayor
Levanta bien alto tu trono en nuestra República, a fin de fervor, de generación en generación, mientras
Tú eres nuestro Dios y no tendremos otro alguno que en ella te veas glorificado por singular manera y sea Venezuela exista, para que jamás la apartes de tu
delante de ti; en tus manos ponemos nuestra suerte y honra nuestra, de distinción inapreciable, el llamarnos Sagrado Corazón. Que así sea para nuestra vida del
con ella los destinos de nuestra patria. Mucho te hemos la República del Santísimo Sacramento. Te entregamos tiempo y después, por los siglos de los siglos.
ofendido y como el hijo pródigo hemos disipado en los cuanto somos y cuanto tenemos; cubre nuestra ofrenda Amén.
desórdenes tu herencia; perdónanos y haz que volvamos con tu mirada paternal y hazla aceptable y valiosa en tu
con espíritu contrito a tu casa y a tus brazos. divina presencia. Otra vez te pedimos nos recibas, que
no nos deseches, y que este acto de nuestro amor y de
Recíbenos, salvador nuestro, y concédenos que venga a nuestra gratitud sea repetido, cada vez con mayor
nosotros tu reino eucarístico. fervor, de generación en generación, mientras
Levanta bien alto tu trono en nuestra República, a fin de Venezuela exista, para que jamás la apartes de tu
que en ella te veas glorificado por singular manera y sea Sagrado Corazón. Que así sea para nuestra vida del
honra nuestra, de distinción inapreciable, el llamarnos tiempo y después, por los siglos de los siglos.
la República del Santísimo Sacramento. Te entregamos Amén.
cuanto somos y cuanto tenemos; cubre nuestra ofrenda
con tu mirada paternal y hazla aceptable y valiosa en tu
ACTO DE CONSAGRACIÓN DE
divina presencia. Otra vez te pedimos nos recibas, que
no nos deseches, y que este acto de nuestro amor y de VENEZUELA AL SANTÍSIMO
nuestra gratitud sea repetido, cada vez con mayor SACRAMENTO
fervor, de generación en generación, mientras Monseñor Juan Bautista Castro, Arzobispo de Caracas, 02 de
Venezuela exista, para que jamás la apartes de tu Julio de 1899
Sagrado Corazón. Que así sea para nuestra vida del Soberano Señor del Universo y Redentor del mundo,
tiempo y después, por los siglos de los siglos. clementísimo Jesús, que por un prodigio inenarrable de
Amén. tu caridad te has quedado con nosotros en este
sacramento hasta el fin de los siglos; aquí venimos a tus
ACTO DE CONSAGRACIÓN DE pies a proclamarte solemnemente y a la faz del cielo y
VENEZUELA AL SANTÍSIMO de la tierra, nuestro único rey y dominador santísimo. A
SACRAMENTO quien consagramos todos nuestros afectos y servicios y
en quien ponemos todas nuestras esperanzas.
Monseñor Juan Bautista Castro, Arzobispo de Caracas, 02 de
Julio de 1899
Tú eres nuestro Dios y no tendremos otro alguno
Soberano Señor del Universo y Redentor del mundo, delante de ti; en tus manos ponemos nuestra suerte y
clementísimo Jesús, que por un prodigio inenarrable de con ella los destinos de nuestra patria. Mucho te hemos
tu caridad te has quedado con nosotros en este ofendido y como el hijo pródigo hemos disipado en los
sacramento hasta el fin de los siglos; aquí venimos a tus

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