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NOVENA EN HONOR DE

SAN JOSÉ DE LA MONTAÑA

PARA ALCANZAR SU INTERCESIÓN


EN CUALQUIER NECESIDAD

+ Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos Señor Dios


nuestro. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo Amén.

Pésame Dios mío, y me arrepiento de todo corazón de haberos ofendido.


Pésame por el infierno que merecí y por el Cielo que perdí; pero mucho más me
pesa porque pecando ofendí a un Dios tan bueno y tan grande como Tú. Antes
que querría haber muerto que haberos ofendido; y propongo firmemente no
pecar más y evitar todas las ocasiones próximas de pecado. Amén.

(Pídase fervorosamente ahora a San José por todas las intenciones por las que
se ofrece esta Novena)
ORACIÓN PREPARATORIA PARA TODOS LOS DÍAS
¡Glorioso y bondadoso patriarca San José de la Montaña! Vuestro favor
imploro, para que me alcancéis del Señor luz y gracia, con que fervorosamente
pueda practicar esta Novena que dedico a vuestro culto y honor y en demanda
de vuestra intercesión para alcanzar del Cielo lo que más convenga a mi
presente necesidad, y en todas las demás, espirituales y temporales.
Logradme, San José, este nuevo beneficio, para mayor gloria de Dios,
aumento de vuestro culto y provecho de mi pobre alma. Amén.

(En este momento se realiza la oración del día, del primero al noveno)

Luego, se reza:
Padre Nuestro…
Ave María…
Gloria...

ORACIÓN FINAL PARA TODOS LOS DÍAS


Bendecid y amparad bondadoso patriarca, desde vuestro trono de gloria
a este devoto que, aunque pecador, se esmera en obsequiaros esta novena a
vos dedicada, y confía en vuestro favor y protección.
Ayúdenme las súplicas y merecimientos de vuestra castísima Esposa
María, y los muy singulares del Hijo de Ella, que no desdeñó también llamarse
Hijo vuestro, nuestro Divino Salvador Jesús. Amén.

¡Glorioso San José,


ruega por nosotros!

+ En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén


ORACIÓN DEL DÍA
DÍA PRIMERO
Os alabo y bendigo, glorioso San José, por el privilegiado lugar que os
concedió el Cielo en el coro de los patriarcas, pues fuiste el postrero de la
antigua Ley y el primero de la Ley nueva, como el anillo y broche de oro con que
se enlazan y se dan la mano en ti, ambos Testamentos.
Padre Nuestro…

DÍA SEGUNDO
Os alabo y bendigo, glorioso San José, por el privilegiado lugar en que os
colocó el Cielo en el coro de los profetas, pues como todos ellos, y más que todos
ellos, fuisteis vidente del prometido Mesías y conocedor y depositario de los
más íntimos secretos de nuestra redención.
Padre Nuestro…

DÍA TERCERO
Os alabo y bendigo, glorioso San José, por el privilegiado lugar con que os
enalteció el Cielo en el coro de los santos apóstoles, pues como ellos,
anunciasteis al mundo la Buena Nueva del Evangelio, llevando a Jesús, su Divino
Autor, a la tierra de Egipto, donde a la vista del mismo, que en vuestro brazo
traíais, empezaron a caer los ídolos de los paganos.
Padre Nuestro…

DÍA CUARTO
Os alabo y bendigo, glorioso San José, por el privilegiado lugar en que os
glorificó el Cielo en el coro de los mártires, pues fuisteis el primero en sufrir por
Cristo trabajos, desprecios, pobreza, fatigas, destierro, agonías de muerte,
oscuridades de fe y todo género de dolores de alma.
Padre Nuestro…

DÍA QUINTO
Os alabo y bendigo, glorioso San José, por el privilegiado lugar en que os
señaló el Cielo en el coro de los sacerdotes pontífices, pues como ellos servisteis
de ministro fiel al Cordero Inmaculado, le guardasteis en el altar y sagrario de
vuestro pecho, le ofrecisteis como Víctima al Eterno Padre en el templo y la
criasteis y guardasteis para ser inmolado en el altar de la Cruz.
Padre Nuestro…
DÍA SEXTO
Os alabo y bendigo, glorioso San José, por el privilegiado lugar en que os
tiene el Cielo en el coro de los confesores y penitentes, pues fue como la de los
más heroicos vuestra santidad y por ella os llamó justo el Evangelio, y os
canonizó como tal, y como ejemplo de todo género de virtudes.
Padre Nuestro…

DÍA SÉPTIMO
Os alabo y bendigo, glorioso San José, por el privilegiado lugar con que os
distinguió el Cielo en el coro inmaculado de las almas vírgenes, pues los fuisteis
en cuerpo y alma, esposo virgen de María Virgen, guardador fidelísimo de su
virginal pureza y ángel custodio a quien confió el Eterno Padre su honor y
reputación.
Padre Nuestro…

DÍA OCTAVO
Os alabo y bendigo, castísimo esposo de María Virgen, por el privilegio sin
igual que tuvisteis de ser compañero y ayuda fiel de vuestra Esposa virginal, la
Reina de los Cielos, en los principales pasos y necesidades de su vida mortal; os
pido lo seáis igualmente de este pobre pecador en los más graves asuntos y
negocios de la suya, para que no dé paso en falso, sino que, guiado por vuestro
ejemplo y con vuestra protección, ni un solo instante me separe de los rectos
caminos de la virtud y del bien.
Padre Nuestro…

DÍA NOVENO
Os alabo y bendigo, castísimo esposo de María Virgen, glorioso San José,
por el mayor privilegio de todos, cual fue el de vuestro dichoso tránsito,
acompañado y asistido personalmente por vuestra virginal Esposa y el Buen
Jesús; os pido me alcancéis de Cristo y de María, igual consuelo en mi última
hora, y seáis tú quien auxilie y haga la última recomendación de mi alma antes
de presentarme al juicio de la Trinidad Santísima.
Padre Nuestro…

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