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En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Delante de las imágenes de los Peregrinos: La Virgen María y el Señor San José,
disponemos nuestra mente y nuestro corazón para prepararnos a la Venida de Nuestro
Señor Jesucristo. Oh divino Espíritu Santo, derrama tu gracia en nuestro corazón para que
esta oración que vamos a ofrecer al Padre, rinda frutos de conversión durante este adviento
en nuestro corazón. Limpia nuestros labios, nuestra mente y nuestro corazón. Por eso
comenzamos pidiendo perdón por nuestros pecados.

Acto de Contrición.
Señor mío Jesucristo, Dios y hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío. por ser
quien eres y porque te amo sobre todas las cosas, me pesa en el alma haberte ofendido.
Propongo firmemente nunca más pecar y apartarme de todas las ocasiones de ofenderte,
confesarme y cumplir la penitencia que me fuera impuesta. ofrezco mi vida, obras y
trabajos en satisfacción de mis pecados y así como te lo suplico, así confío en nuestra
bondad y misericordia infinitas, que me los perdonaréis por los méritos de nuestra
preciosísima sangre y me derramaras tu gracia para enmendarme y perseverar en nuestro
Santo Servicio, hasta el fin de mi vida, Amén.

Oración para cada día de la Novena de Navidad


¡Oh Virgen Santísima! Humildemente te ofrezco estas nueve avemarías y te suplico que
para obedecer las leyes divinas haga yo un camino recto hacia el Cielo y mientras peregrine
por este valle de lágrimas, sea mi corazón una digna posada de Jesús, María y José. Amén.

Se reza la oración correspondiente al día:


Oraciones de cada día de la Posada Navideña:

Primera Posada día 16 de Diciembre


Considera, humildísima Reina de los Angeles, la gran obediencia con que habiendo oído
que el César ordenaba que todos los que vivieran en su imperio se empadronaran para
pagar el tributo, dispusíste en compañía de tu Esposo Sr. S. José, dejar tu santa casa de
Nazaret y tomar camino a Belén, a pie y con mil incomodidades, para que los
empadronaran como tributarios; llevando en tu seno virginal el Rey de Reyes, siendo éste el
motivo por el que te expusíste a los rigores del frío y a otros muchos padecimientos. Yo te
ruego, madre amorosísima, nos enseñes a obedecer a nuestro soberano Hijo, que sirva a
Dios y aprenda de Jesucristo Nuestro Señor el camino de la gloria eterna. Amén.

Segunda Posada 17 de diciembre


Considero, Virgen santa como saliste en compañía de tu castísimo Esposo, de Nazaret para
Belén, con aquella corta edad y pobreza que tanto amabas y para un camino tan largo no
llevaste sino un
atillo insignificante cargado en un jumento, estampando tus humildes plantas en el áspero
camino (tan quebrado como dichoso): cuyas piedras te lastimaron horriblemente. Pero qué
te importaban si llevabas en tu virginal vientre al Divino Jesús hecho hombre. Yo te adoro y
te ruego que me enseñes a sufrir las incomodidades de la vida y que amando la pobreza del
corazón siga yo tus huellas para gozar la bienaventuranza eterna. Amén.
Tercera Posada 18 de Diciembre
Con qué admiración considero, oh Reina de los Angeles, tu penosa caminata, acompañada
de los ángeles que te guardaban y que alababan con cantos dulcísimos al Hijo de tus
purísimas entrañas. Aquí pondero, madre mía, en medio de lo áspero y dilatado del camino;
el consuelo que tu noble alma recibiría mirando a los ángeles tus compañeros, festejando
con himnos al Rey de la Gloria. Haz, madre Santísima, que tu Hijo Santísimo me conceda la
gracia de que siempre alabe a Jesús, María y José, en esta vida y después en compañía de
los querubes éternamente los adore. Amén.

Cuarta Posada 19 de Diciembre


Considero, Paloma inocentísima, como por la afluencia de gentes que caminaban a Belén a
empadronarse, se llenaban todas las posadas del camino y los desechaban cuando
llegabas con tu Castísimo Esposo a pedir hospedaje, mirándolos tan pobrecito; yo, madre
mía, te doy mi corazón para que en él te aposentéis. Pondero tu humildad cuando te
señalaban para descansar el sitio donde se recogían los animales. Allí comían sus pobres
viandas con la resignación y tranquilidad con que veían las cosas terrenas. Yo te ruego,
Virgen admirable, hagas que no se preocupe mi alma con las vanidades del mundo, para
que mi corazón albergue sencillo, sea de amor hacia la Santa Familia.

Quinta Posada 20 de Diciembre


Te considero, Peregrina Reina de los Angeles y Madre de Dios, entrando a la ciudad de
Belén, en compañía de tu santo Esposo y solicitando albergue en donde descansar; lo
primero que hiciste fue buscar la casa de empadronamiento y cumplíste con humildad los
mandatos del César. Qué ejemplo de obediencia me das, Tu, la Emperatriz del Cielo,
sujetándose a las leyes terrenas. Concededme, Reina mía, que te sirva a Ti y a Tu Hijo
Jesús, conforme a su voluntad y me sujete al estado y esfera en que me ha puesto, para
ejercitar
las enseñanzas de Nuestro Señor. Amén.

Sexta Posada 21 de Diciembre


Cómo te compadezco, Reina y Señora mía al verte recorrer de puerta en puerta la ciudad
de Belén, en busca de un albergue en donde ser acogida; y en ninguna parte se
compadecieron de tu delicada situación, alegando que por la afluencia de forasteros no
había ni un lugar desocupado. Aquí admiro tu paciencia y me conduelo de tu dolor y del de
Sr. S. José al tener que salir fuera de la ciudad y dormir al pie de un árbol. Tú, la Emperatriz
del Cielo, sin tener un abrigo que te defendiera de la escarcha y de los vientos. Ruégote,
Señora mía, que me alances de Jesucristo, Ntro. Señor, gracia para que siga el camino de
la virtud y consiga el mirarte eternamente en la Gloria. Amén.

Séptima Posada 22 de Diciembre


En este día, Señora y madre mía, se acordó tu Santo Esposo de una gruta en donde
algunas veces los pastores y animales se defendían de las inclemencias del tiempo y con
tierna solicitud te condujo a
ese sitio, en donde pasáste menos mal la séptima noche de tu peregrinación. Te suplíco,
Señora, que por tu eficasísima intervención merezca que mi corazón se ablande y abrazado
en amor purísimo sea digna habitación donde se alberguen siempre Jesús, María y José.
Amén.

Octava Posada 23 de Diciembre


Cuánto sufro, oh! Santísima Virgen al considerar que a pesar de tus sufrimientos pues el
alumbramiento se acercaba, tuvíste que ayudar a tu amante Esposo a limpiar ese lugar
inmundo, que ni para bestias era digno. Concededme Señora que mi conciencia se vea
limpia de iniquidades, que me conforme en todo con la voluntad de Dios para estar con El
en el cielo. Amén.

Terminando la Oración de cada día se reza un Padre Nuestro, un Ave María, un Gloria

+ Por la señal de la Santa Cruz, + de nuestros enemigos,+ líbranos Señor, Dios Nuestro.
En el Nombre del Padre, y del Hijo,y del Espíritu Santo. Amén +

Limpiad nuestros corazones de impuros e impertinentes pensamientos iluminad nuestro


entendimiento e inflama nuestra voluntad para que digna, atenta y devotamente recemos el
el Santo Rosario y merezcamos ser oídos ante el acatamiento de nuestra Divina Majestad.
Por Jesucristo, Nuestro Señor, Amén.

Que el Padre nos libre, que el Hijo nos guarde, que el Espíritu Santo nos acompañe y por
nosotros hable. Que en la Perpetua Paz, brille sobre nuestras almas La Eterna Luz. Que en
la Perpetua Paz nos guíe Tu gran Poder.Que en la Perpetua Paz, el Espíritu Santo
descienda sobre nosotros Y se quede para siempre.

Ven, Espíritu Santo,llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos el fuego de tu amor.

El Señor es nuestra Luz y nuestra Salvación.para recordar el camino de María y José a


Belén. Así como Dios preparó al pueblos de Israel para recibir al Salvador, hoy nosotros en
esta posada nos vamos a preparar para celebrar la fiesta de Navidad, que es la fiesta de la
venida de Dios entre nosotros.

En el Nombre sea de Dios

MISTERIOS PARA LAS JORNADAS DE NAVIDAD:

1er Misterio: La Santísima Virgen y San José, acatan gustosos la orden de César Augusto
de empadronarse en sus lugares de origen.

Juglatorias:

Por tu limpia concepción, oh Soberana Princesa


Una muy grande pureza, te pido de corazón.

Humildes peregrinos Jesús, María y José,os doy el corazón y el alma mía .


Oh! Peregrina agraciada, oh bellísima criatura,yo te ofrezco el alma mía para que me des
posada.

2o Misterio: María obedece a su esposo José y se ponen prontamente en marcha hacia


Belén

3er Misterio: La Virgen María acepta con alegría las molestias que a Ella y al Divino Fruto
que lleva en sus entrañas ocasionan el pesado viaje.

4o Misterio: Al llegar a Belén, José y María piden alojamiento y les es negado por parientes
y conocidos.

5o Misterio: Sólo encuentran lugar en un Portal a las afueras de Belén y ahí, la Virgen María
da a luz a su Hijo, que es el Hijo de Dios.

Al finalizar:

Oh soberana princesa una muy grande pureza te pido de corazón emperatriz poderosa de
los mortales consuelo ábrenos virgen el cielo con una muerte dichosa danos pureza de
alma ya que eres tan poderosa por la muerte frondosa que sufrió el dulce Jesús por
nosotros en la cruz Amén jesús

PADRE NUESTRO

Dios te salve María Santísima, Hija de Dios Padre, Virgen Purísima antes del parto, en tus
manos encomendamos nuestra Fe para que la alumbres y nuestra salud para que la
guardes, llena eres de Gracia, etc. Santa María ...

Dios te salve María Santísima, Madre de Dios Hijo, Virgen Purísima en el parto, en tus
manos encomendamos nuestra esperanza para que la alientes y nuestras necesidades para
que las remedies, llena eres de Gracia, etc. Santa María ...

Dios te salve María Santísima, Esposa de


Dios Espíritu Santo, Virgen Purísima después del parto, en tus manos encomendamos
nuestra Caridad para que la inflames y nuestras almas para que las salves, llena eres de
Gracia, etc. Santa María...

Gracias te damos, oh Soberana Princesa, por todos los favores recibidos y te pedimos nos
tengas ahora y siempre bajo tu protección y amparo.

Dios te salve María Santísima, Hija de Dios Padre, Madre de Dios Hijo, Esposa de Dios
Espíritu Santo, Templo y Sagrario de la Beatísima Trinidad, Virgen Concebida en Gracia y
sin la culpa del pecado original:
Dios te salve, Reina y Madre, Madre de Misericordia, Vida, Dulzura y Esperanza nuestra.
Dios te salve, a Ti llamamos los desterrados hijos de Eva. A Ti suspiramos gimiendo y
llorando, en este Valle de lágrimas. Ea pues Señora Abogada nuestra, vuelve a nosotros
(esos) tus ojos misericordiosos y después de este destierro muéstranos a Jesús, fruto
bendito de tu vientre, oh Clemente, oh Piadosa, oh Dulce Siempre Virgen María; ruega por
nosotros Santa Madre de Dios, para que seamos dignos de alcanzar las divinas gracias y
promesas de nuestro Señor Jesucristo. Amén. (Así Sea).

Letanías

Señor, ten piedad de nosotros. Espejo de justicia


Cristo,ten piedad de nosotros. Trono de sabiduría
Señor, ten piedad de nosotros. Causa de nuestra alegría
Cristo óyenos,Cristo óyenos. Vaso espiritual
Cristo escúchanos,Cristo escúchanos. Vaso de digno de alabanza
Dios Padre celestial,ten piedad de nosotros. Vaso insignia de devoción
Dios Hijo redentor del mundo,. Rosa mística
Dios Espíritu Santo,. Torre de David
Santísima Trinidad, que eres un solo Dios. Torre de marfil
Santa María, Ruega por nosotros. Casa de oro
Santa Madre de Dios,. Arca de la alianza
Santa Virgen de las vírgenes,. Puerta del cielo
Madre de Cristo,. Estrella de la mañana
Madre de la Iglesia, Salud de los enfermos
Madre de la divina gracia,. Refugio los pecadores
Madre purísima,. Consuelo de los afligidos
Madre castísima,. Auxilio de los cristianos
Madre virginal,. Reina de los Ángeles
Madre inmaculada,. Reina de los patriarcas
Madre amable,. Reina de los profetas
Madre admirable,. Reina de los apóstoles
Madre del buen consejo,. Reina de los mártires
Madre del Creador,. Reina de los confesores
Madre del Salvador, Reina de las vírgenes
Virgen prudentísima,. Reina de todos los santos
Virgen digna de veneración,. Reina concebida sin pecado original
Virgen digna de alabanza,. Reina elevada al cielo en cuerpo y alma
Virgen poderosa,. Reina del santísimo Rosario
Virgen clemente,. Reina de las familias
Virgen fiel,. Reina de la paz

Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo,


perdónanos, Señor.

Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo,


escúchanos, Señor.

Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo,


ten piedad y misericordia de nosotros .

Oremos:
Bajo tu amparo nos acogemos santa madre de Dios no desprecies las súplicas que te
dirigimos entre nuestras necesidades antes bien líbranos de todos los peligros oh virgen
gloriosa y bendita ruega por nosotros santa madre de Dios para que seamos dignos de
alcanzar las divinas Gracias y promesas de nuestro señor Jesucristo amén

Dios cuyo unigénito hijo con su vida ,muerte y resurrección nos alcanzó el premio de la vida
eterna concédenos que recordamos estos misterios del Santo Rosario imitar lo que contiene
y alcanzar lo que promete por el mismo Jesucristo nuestro señor amén

Te suplicamos, Señor, que derrames tu gracia en nuestras almas, para que los que, por el
anuncio del Ángel, hemos conocido la Encarnación de tu Hijo Jesucristo, por su Pasión y
muerte seamos llevados a la gloria de su Resurrección, por el mismo Jesucristo Nuestro
Señor

Ofrecimiento del rosario.


Por estos misterios santos de que hemos hecho recuerdo, te pedimos, ¡oh María!, de la fe
santa el aumento, la exaltación de la iglesia, del Papa el mejor acierto, y de la nación
Mexicana , la unión y el feliz gobierno. El gentil conozca dios y el hereje vea sus yerros, y
que todos los pecadores tengamos arrepentimiento. Que los cautivos cristianos sean libres
de cautiverio. Goce puerto el navegante y de salud a los enfermos, que en el purgatorio
logren las ánimas refrigerio, y que este santo ejercicio tenga efecto tan completo en toda la
cristiandad, que alcancemos por su medio, el ir a alabar a Dios en tu compañía en el cielo.
Amén.

Oración Final para cada día de la Novena de Navidad


Oh Divino Señor, que llenando cielo y tierra con tu gloria, quisiste caminar desconocido y
esconder tu grandeza en un establo humilde. Haz que mis sentidos y potencias te alaben y
que viva agradecido a tu amor con que te dignaste hacerte hombre para salvarme a mi,
miserable criatura. Aviva, Madre mía, en mí los efectos hacia tu divino Hijo, para que
hospede siempre en mi corazón a mi buen Jesús. Amén.

Ave María purísima sin pecado concebido

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