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17/04/2023

SISTEMA DE CONTABILIDAD I
Vianny Esmeralda Franco Fernández
100591705

Tema 3
El sistema contable y su vinculación con relación cuenta por cobrar.
La mayoría de empresas y profesionales autónomos trabajan a diario con clientes a
los que entregan mercancías o prestan servicios y, ya se trate de envíos, de
prestaciones in situ o de servicios inmateriales, estos encargos no siempre se pagan
directamente tras su ejecución. Las facturas por el trabajo realizado se emiten
siempre, pero en muchas ocasiones no se paga al contado.

La contabilidad de la cuenta de clientes

En el día a día comercial es muy habitual que las facturas no se paguen siempre al
contado, o no totalmente, y que se abonen a 30, 60, 90 o incluso a 120 días. Esto
genera un desfase entre la prestación del servicio o el envío del producto y la entrada
del pago que ha de quedar documentado en los libros en la llamada cuenta de clientes,
para no perder de vista la deuda y hacer un seguimiento proactivo del cobro
pendiente.
Del mismo modo, la empresa también ha de llevar una cuenta de proveedores que
recoja las deudas de la empresa para con otras empresas. Se trata de una cuenta del
pasivo, mientras que la cuenta de clientes pertenece al activo circulante, porque se
espera que el cobro entre en algún momento a cambio de la mercancía que ya salió.

La cuenta de clientes en detalle

La contabilidad de cuentas de clientes ha de recoger con exactitud todos los


movimientos (pagos a cuenta, impagados, devoluciones, abonos) para poder elaborar
un estado de cuentas conciliado y saber cuándo reclamar los pagos, porque las cuentas
de clientes permiten controlar las cuentas abiertas.
Un programa de contabilidad puede, por norma general, llamar la atención sobre la
fecha de expiración de ciertas deudas, bien porque se acerca o porque ya se
sobrepasó, y algunos, al estar conectados con las cuentas bancarias de la empresa,
pueden asignar los pagos entrantes a la cuenta por cobrar correspondiente,
cancelando deudas de forma autónoma.
Tareas propias de la contabilidad de las cuentas de clientes

La administración de las cuentas por cobrar no tiene el único objetivo de archivar


procesos operativos, es decir, no solo se documentan las deudas de los clientes para
mantenerlas bajo control, sino también, y en mayor medida, para no perder de vista
los flujos financieros y para estimar mucho mejor las operaciones futuras con los
clientes.

Las funciones de la contabilidad de las cuentas de clientes se dividen


fundamentalmente en dos grandes áreas: la gestión del crédito y su análisis. Ambas
tratan la relación comercial de la empresa con el cliente, que puede ser una persona
privada, otra empresa u organismos públicos, a los que la empresa entrega mercancías
o presta servicios. Siempre que no se abone directamente, como en una tienda, la
empresa emite una factura cuyo importe debe el cliente hasta que lo liquida.

Análisis del crédito

En el análisis del crédito se trabaja con dos tipos de información: las cuentas por
cobrar de los clientes, por un lado, y sus hábitos de pago, por el otro. Con el
conocimiento de las facturas impagadas, el contable obtiene información sobre la
liquidez de la empresa: si la gerencia sabe cuándo podrá contar con según qué pago,
puede extraer conclusiones sobre su margen financiero en el tiempo y puede apoyarse
en ellas para planificar.

Pero, al mismo tiempo, esto permite también observar al cliente en sí mismo y


extraer conclusiones sobre su situación financiera y su moral comercial. En paralelo,
analizar los hábitos de todos los clientes de la empresa también ilustra sobre riesgos
potenciales para el negocio y quizás para todo el sector.

Los contables pueden utilizar aquí diversos indicadores, como son, por ejemplo, la
distribución de las ventas por cliente y por artículo, la media de duración de las
deudas, la proporción de uso del descuento y las tendencias que se observan en días
de retraso.

Las cuentas de crédito frente a las cuentas deudoras

Simétricamente opuestas a las cuentas por cobrar, se sitúan las cuentas por pagar. Si
la contabilidad de las cuentas pendientes gira en torno a las relaciones de la empresa
con sus clientes, la de las cuentas por pagar lo hace en torno a los proveedores de la
empresa y, como aquella, también ayuda a tener una perspectiva sobre la liquidez de
la empresa, porque toda empresa compra materia prima y servicios por factura y paga
también en función de plazos y beneficiándose de descuentos.

El control contable de las cuentas por pagar permite saber la cuantía de la deuda para
con ciertos proveedores y ambas cuentas juntas entregan la imagen global de la
situación financiera de la empresa en relación con clientes y proveedores.

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