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Universidad de Buenos Aires

Facultad de Ciencias Económicas

MAESTRIA CONTABILIDAD INTERNACIONAL

Ética en la profesión contable

“TRABAJO FINAL DE EVALUACIÓN PRIMERA


COHORTE 2022”

Andreani, Rodrigo Sebastián


1. En primer lugar, se podría considerar necesario conocer la visión ética a los
efectos de que el profesional cuente con criterio y perspectiva al momento de
determinar si las decisiones a tomar en el desempeño de su tarea son
congruentes con lo esperable de acuerdo a lo determinado por los artículos del
Código. Es claro que desde el punto de vista ético, las interpretaciones pueden
ser cuantiosas y muy variadas, motivo por el cual se corresponde lógico el
hecho de que la primer sección del Código haga referencia a que la
característica que identifica a la profesión contable es que asume la
responsabilidad de actuar en interés público así como también nos expone una
serie de principios que son los esperables en el comportamiento del
profesional. En conclusión, un profesional cuenta con visión ética porque su
labor afecta a otros y el Código brinda justamente las herramientas que le
permitirían al mismo estar alineado entre límites de comportamiento con el cual
desempeñar su tarea con resultados de calidad y que se considere adecuado
para el mercado y los grupos de interés.

2. La relación entre estos tres factores puede desembocarse a partir de lo que


podría considerarse la filosofía y los valores de una organización. Es preciso
considerar que el concepto de capital social deviene de la idea de que el todo
es más que la suma de las partes y de que cada uno de los componentes de
un grupo, alineados bajo una meta en común, podrían conseguir objetivos
definidos por el mismo de forma más eficaz que si no existiera esta suerte de
sinergia colectiva.

Es entonces donde ingresa el concepto de la motivación, y el factor esencial


que la originaria en relación con lo expuesto en el párrafo anterior es el sentido
de pertenencia, esto es, que el individuo se sienta motivado porque comparte la
visión y los valores de la organización que integra a tal punto que hace sus
objetivos algo propio y que le genera un grado de motivación combinada
(Extrínseca- Intrínseca). En otras palabras, y contrario a lo que se podría creer,
posiblemente esta forma de motivación podría ser más valiosa que los meros
incentivos solo externos. (Ej. Dinero).

Finalmente, y para complementar los puntos anteriores, es pertinente


considerar que la visión de la ética profesional juega un rol importante en la
construcción de esta motivación ya que no será lo mismo si la organización
busca por ejemplo solo obtener mayores ingresos que si la misma organización
buscara conseguir la excelencia en su rubro y trascender de alguna forma ya
que el enfoque es totalmente distinto aunque quizás los pasos sean los
mismos. El enfoque es esencial ya que habrá personas que compartirán esa
visión y ese concepto que les permitirá lograr ese sentido de pertenencia que
se había mencionado anteriormente.

En conclusión, la combinación de estos elementos son esenciales para


determinar la guía por la cual todos los integrantes, indistintamente de su
jerarquía o nivel, pueden funcionar de forma mancomunada para lograr la
consecución de los objetivos planteados y que estos generen valor tanto para
la organización como para cada uno de ellos.

3. R114.1 El profesional de la contabilidad cumplirá el principio de


confidencialidad el cual le requiere respetar la confidencialidad
de la información obtenida como resultado de sus relaciones
profesionales y empresariales. El profesional de la contabilidad:

G) Tomará medidas razonables para asegurar que el personal


bajo su control y las personas de las que obtiene
asesoramiento y apoyo respetan el deber de confidencialidad
del profesional de la contabilidad.

El presente artículo podría observarse desde una perspectiva kantiana,


a saber la organización podría asegurar que:

 Le es preciso contar con la confianza que todo el personal


entiende que la confidencialidad es necesaria para la tarea
encomendada porque es el trato ético adecuado para con sus
relaciones profesionales y empresariales, es lo que debe
hacerse.

 Se debe de priorizar los intereses colectivos antes que los


personales, el violar la confidencialidad es violar la confianza de
quienes han confiado en la organización brindándole información
sensible para ellos por lo cual la misma se debe a ese trato de
mutuo respeto y lealtad.

 Dichas relaciones se respaldan en la idea de una visión ética en


común en donde la obligación moral para con los diversos
actores debe de sostenerse y resguardarse, es el deber de
quienes ejercen una tarea profesional.

R112.2 El profesional de la contabilidad cumplirá el principio de


integridad el cual le requiere ser franco y honesto en todas
sus relaciones profesionales y empresariales

PARTE 1
A1) La integridad implica también justicia en el trato y
sinceridad.

En cuanto a este articulo, podría analizarse a través de una mirada


utilitarista, como se indica a continuación:

 A los fines de la organización, el hecho de ser franco y honesto en


sus relaciones profesionales y empresariales no solo implica
mantener las mismas sino también una buena reputación de cara al
futuro para captar nuevos clientes.

 El no ser honesto a lo largo de las tareas profesionales implicaría


quizás una comunicación deficiente y por lo tanto, posiblemente una
prolongación de los tiempos estimados y por ende un mayor costo.

 La carencia de honestidad para con las relaciones profesionales


puede traer aparejada, en el peor de los casos, posibles litigios que
podrían evitarse en un marco de integridad.

4. El liderazgo ético construye culturas organizacionales éticas

La idea del liderazgo sobrevuela las organizaciones y está claro que


existen tantos tipos de liderazgo como personas existen en el mundo.
Platón, en su obra La República nos indica que “.nadie que tiene
gobierno, en cuanto es gobernante, examina ni ordena lo conveniente
para sí mismo, sino lo conveniente para el gobernado y sujeto a su arte,
y dice cuanto dice y hace todo cuanto hace mirando a éste y a su
conveniencia y ventaja..”. El líder ético encuentra su origen en un
individuo con, no solo la capacidad propia de instruir a sus
dependientes a tomar los cursos de acción propios para llevar a cabo la
prosecución de objetivos, sino de hacerlo a través de la implementación
de valores y principios que, en una organización, serian los acordes a la
aceptación de la sociedad en la cual se desenvuelve la misma.

Es por lo anteriormente señalado que este líder virtuoso no solo lidera


si no que también construye una suerte de cultura organizacional en
donde cada individuo que conforma la organización se verá atraído por
las características de este líder y, tal como se indicó en el texto acerca
de la motivación vinculada con el capital social, hará que su visión y sus
principios sean propios. Este aspecto sumado a una idea de una
organización homogénea es lo que generará que si el líder pregona un
marco de honestidad, justicia y respeto es lo que determina la cultura
con la cual se desempeñara la organización.

Para concluir, es preciso señalar los efectos que esto puede tener en como
la organización es vista tanto internamente como en el exterior ya que, en
el primer aspecto, la consolidación de dicha cultura dificultaría que
individuos con valores ajenos a la misma pudieren generar efectos quizás
no deseados o contraproducentes para los objetivos de la organización en
tanto que, desde el punto de vista externo, le permitiría a los grupos de
interés generar confianza acerca de lo que se puede esperar o no de la
organización ya que podrían conocer con suficiencia los principios por los
cuales todas y cada una de las partes de la misma llevan a cabo sus
actividades.

5.A) Evidentemente, la omisión de ingresos por ventas es una práctica


engañosa para la autoridad fiscal ya que, por poner un ejemplo,
tergiversa la base imponible en determinados impuestos (En este caso
la disminuye). El espíritu y las bases por las cuales se rige nuestra
profesión son en pos del resguardo del interés público por lo cual esta
actitud atenta contra esos fundamentos y no debiera ser permitida.

Los principios implícitos son básicamente la objetividad, integridad,


competencia y diligencia profesionales y el comportamiento profesional.

B) Tal como lo señala el código de ética de IESBA en la sección


120.10A1, el profesional debería aplicar medidas tendientes a eliminar
la amenaza de incumplimiento de los principios fundamentales
(Salvaguardas) y si esto no fuese posible, debería de abstenerse de
realizar la tarea encomendada.

Los principios implícitos a tenerse en cuenta en este aspecto serian


tanto la objetividad así como también la integridad y el comportamiento
profesional vinculados a los conceptos de independencia y
escepticismo profesional

C) Continuando con los conceptos anteriormente señalados, es claro


que los principios implícitos en este caso refieren a la objetividad, la
integridad, y la competencia y diligencia profesional. De nuevo,
teniendo en cuenta siempre los conceptos de independencia y
escepticismo profesional

D) El profesional debe de ser integro y tratar tanto a sus clientes como


a los grupos de interés en general bajo un marco de completa
honestidad y responsabilidad acerca de las tareas que realiza ya que,
como se estableció en el inciso a), el resultado de las mismas atañe
directamente al interés público.

Los principios implícitos encuadrados son objetividad, integridad,


competencia y diligencia profesional y comportamiento profesional.

E) El aspecto más relevante del caso es la amenaza a la independencia


como punto crucial por lo que el profesional debería ser capaz de
soslayar dicha situación mediante la imposición de las salvaguardas
mencionadas anteriormente, de lo contrario debería manifestar su
impedimento de continuar con su actuación.

Por otro lado, resultaría destacable el hecho de considerar si la


negligencia por parte del cliente podría considerarse como un hecho
con manifiesta intención de omitir los ingresos de forma maliciosa o, por
el contrario, solo fue el resultado de mera desinformación e ignorancia,
lo cual no haría al hecho menos grave pero se podría pensar en
corregir para el futuro.
F) Evidentemente, las partes afectadas serian el profesional, el cliente,
el fisco ya que la omisión de ingresos ocasionaría una desvirtuación de
la base imponible y, por ende, de sus ingresos y, en consecuencia, eso
afecta en mayor medida a la sociedad en general y por ultimo y no
menos importante, afecta a la profesión en su conjunto ya que uno
podría considerar que la reputación de la misma es una suerte de
promedio de todos los que formamos parte de ella.

G) La responsabilidad de la resolución del dilema ético es claramente el


profesional por todo lo anteriormente mencionado. El es el encargado
de brindar seguridad a la sociedad en su conjunto acerca de las tareas
que realiza y es el motivo fundamental por el cual existe el código de
ética del IESBA y los principios por los cuales el profesional debería de
ceñirse con el objeto de reducir el origen de estos dilemas éticos.

6.A) Se entiende que el escepticismo profesional es la herramienta con la que


se cuenta para llevar a cabo las tareas encomendadas en el marco establecido
por los principios enumerados en la sección 110 ya que con el mismo el
profesional puede contar con una visión objetiva y por lo tanto intentará que el
resultado de su labor integre los mismos, sobre todo al momento de analizar
los fundamentos por los cuales obtiene los mismos.

B) Básicamente el fundamento se encuentra en el concepto de independencia


y, derivado de esto de los principios anteriormente mencionados. Por ejemplo,
el hecho de que por más que exista una relación de confianza con un cliente, la
visión objetiva del profesional no se vea obnubilada por esto y pueda
desempeñar su tarea de forma íntegra.

C) Para poner un ejemplo de una postura doctrinal distinta podría invocar a los
estándares de auditoría derivados de la US-PCAOB (Public Company
Accounting Oversight Board) con el fundamento de que en el mismo se
entiende al escepticismo profesional como parte de una característica derivada
del denominado debido cuidado profesional y, al mismo tiempo, se hace
mención a que el auditor no asume que el organismo se vea como una
potencial entidad deshonesta si no que se hace especial énfasis en las
evidencias obtenidas. En otras palabras, y habiendo analizado en código de
ética del IESBA, podríamos decir que el código de ética de la US-PCAOB se
centra más en el auditor que en la labor de la auditoria como tal y pone su
enfoque en este, en tanto que en el de IESBA se desarrollan los conceptos en
base al profesional en relación con su labor de auditoría.

Bibliografía utilizada:

US-PCAOB – General Auditing Standards - AS 1015: Due Professional Care in


the Performance of Work – Disponible en:

https://pcaobus.org/oversight/standards/auditing-standards/details/AS1015

7) Primer Tramo: Cumplimiento del Código, de los Principios


Fundamentales y del Marco Conceptual

Objetividad

El principio fundamental de objetividad es uno de los cinco establecidos por la


sección 110 del Código de Ética del IESBA. El mismo establece que los
profesionales de la contabilidad no comprometerán sus juicios profesionales o
empresariales por prejuicios, conflictos de intereses o influencia indebida de
terceros. Respecto a cómo proceder en aquellos casos donde no se pueda dar
cumplimiento a este principio, el párrafo 2 de la subsección 112 establece que
no deberán realizarse aquellas actividades profesionales en las que converjan
circunstancias o relaciones que influyan indebidamente en el juicio profesional.

Lo imperativo de este principio parece tener origen en el primer párrafo del


Código, en el punto 100.1 A1. El mismo establece lo siguiente:

“Una característica que identifica a la profesión contable es que asume la


responsabilidad de actuar en interés público. La responsabilidad de un
profesional de la contabilidad no consiste exclusivamente en satisfacer las
necesidades de un determinado cliente o de la entidad para la que trabaja”.

Es decir que la responsabilidad asumida por los profesionales contables no es


en relación a sus clientes únicamente, sino a la sociedad en su conjunto. Este
punto es el que explica la necesidad de que su trabajo sea llevado a cabo con
objetividad. El caso donde más claro podemos ver esto es en los Estados
Financieros, sobre todo los correspondientes a entidades con cotización
pública. Aquí será crucial que tanto los profesionales que hayan intervenido en
la preparación de la información, como aquellos responsables de los encargos
de aseguramiento requeridos, hayan actuado en interés no sólo de sus
empleadores o clientes, sino también de todas aquellas partes interesadas que
vayan a utilizar dicha información. En caso contrario, los profesionales de la
contabilidad estarían facilitando un posible menoscabo patrimonial de los
terceros interesados que confían en dicha información en favor de la entidad
emisora. Puntualizando un poco más, también vale preguntarnos qué rol
cumplirían los encargos de aseguramiento en caso de no existir o no cumplirse
este principio. Si los mismos buscan otorgar mayor seguridad a los terceros
usuarios de la información objeto de dicho aseguramiento, ¿Sería posible
cumplir con esto si se actuase de manera subjetiva?

Algo que parece importante destacar es que el citado punto 100.1 A1 del
Código no hace distinción entre los “profesionales de la contabilidad en
ejercicio” y los “profesionales de la contabilidad en la empresa”, distinción
introducida por el mismo cuerpo normativo que podríamos reducir, a los efectos
de este trabajo, a quienes trabajan de forma independiente y quienes lo hacen
en relación de dependencia. Es decir, que ambos grupos asumen la
responsabilidad de actuar en interés público. Esto nos resulta natural respecto
a aquellos directamente avocados a la generación y aseguramiento de la
información que será objeto de comunicación a terceros, pero puede que no
tanto respecto a aquellos que actúan, por ejemplo, generando información de
gestión para ayudar en el proceso de toma de decisiones. Sin embargo, ambos
grupos se encuentran alcanzados debido a que la objetividad no busca
exclusivamente evitar que la profesión contable actúe en complicidad para
posibles menoscabos patrimoniales a terceros ajenos a la entidad con la que
se esté trabajando, sino también evitarlo respecto al patrimonio que los
accionistas dejan en poder de los administradores.

Entendiendo entonces la necesidad de actuar con objetividad en el desarrollo


de la profesión, cabe preguntarnos qué tan factible es alcanzarla. Si bien
nuestra responsabilidad es respecto a la sociedad en general, respondiendo al
interés público, es evidente que dicho grupo incorpóreo y despersonalizado
puede resultarnos mucho más lejano que, por ejemplo, el cliente de un encargo
de auditoría. Resulta claro, entonces, que existen múltiples amenazas que
conspiran contra el cumplimiento de este principio. Dado que efectuar un
listado exhaustivo de las mismas resultaría impracticable, nos limitamos a listar
aquellas que, a nuestro criterio, resulta importante destacar.

 Colusión de intereses: Existe la posibilidad que un profesional de la


contabilidad busque intencionalmente, y en acuerdo con la entidad
interesada, proporcionar información errónea a terceros con el fin de
beneficiarse de los mismos. Podría darse, por ejemplo, si un miembro
importante del equipo contable de una empresa es a su vez su
accionista y buscara dar una falsa imagen de robustez financiera.
Existiría entonces un conflicto de intereses.
 Dependencia financiera: Un profesional que actúa en relación de
dependencia podría ver comprometida su objetividad respecto a la
situación financiera de la entidad para la cual trabaja al ver su puesto de
trabajo comprometido. Lo mismo se da con aquellos profesionales que
actúan de forma independiente. Siendo pragmáticos, vemos aquí un
conflicto más que evidente, el cual cobra mayor relevancia en el
contexto social y económico que atraviesa, por ejemplo, la República
Argentina. Con encuestas que muestran que un tercio de los
trabajadores registrados están bajo la línea de la pobreza, ¿Podemos
asegurar que un profesional en relación de dependencia pondrá en
riesgo su puesto de trabajo a fin de dar cumplimiento al deber de actuar
en interés público?
 Relación con los miembros de la entidad responsables del
encargo/trabajo: Si bien con menos peso que los dos anteriores,
reconocemos aquí también una amenaza. La sociedad en su conjunto, a
quien debemos responder, tiene una desventaja respecto a los
administradores de un ente que nos contrata para un determinado
encargo o a nuestro jefe en el sector contable: no establecemos un
vínculo directo con la misma. Con estos últimos podremos establecer
una relación de simpatía, apatía, amistad, enemistad que, dependiendo
de su intensidad y nuestra capacidad como profesionales, puede
impactar en nuestra objetividad generando diversos prejuicios. En
comparación, nuestra relación con la sociedad en general y el bien
público tutelado resulta mucho más abstracta a pesar de ser también
más legítima desde un punto de vista profesional.

A fin de proporcionar un ejemplo en el cual no se haya respetado el principio de


objetividad, cerramos este primer tramo destacando el famoso fraude llevado
cabo por los altos funcionarios de Parmalat. En el mismo se sospecha existió
colusión con el grupo auditor Grant Thornton. El mismo, al ver comprometida la
capacidad de Parmalat para continuar operando, se presume fue parte
fundamental en el armado de un complejo entramado de sociedades offshore
que permitieron una intempestiva fuga de fondos. Aquí vemos como el conflicto
de intereses del grupo auditor a la hora de desempeñar sus funciones permitió
una catástrofe que terminó no sólo con una gran cantidad de accionistas
estafados, sino también con más de 30.000 personas perdiendo su trabajo. En
casos como este se hace imposible no resaltar la importancia del compromiso
de los profesionales de la contabilidad para con la sociedad en general, viendo
el impacto directo que el incumplimiento del mismo puede tener.
Profundizaremos sobre este caso en el segundo tramo de este trabajo.

Segundo tramo: Ponencia sobre la amenaza de interés propio

Resumen

El artículo analiza la amenaza de interés propio bajo la luz del Código


Internacional de Ética para Profesionales de la Contabilidad del IESBA a través
de su análisis teórico y su aplicación a un caso concreto de la vida real.

Palabras clave

Amenaza, Código de Ética IESBA, Honorarios, Independencia.

Introducción

El objetivo de esta ponencia es desarrollar la amenaza de interés propio que se


puede originar como consecuencia de la naturaleza y el importe de los
honorarios u otros tipos de remuneración recibidos por los profesionales de la
contabilidad con motivo de la realización de un encargo de auditoría. Para ello,
detallaremos los indicios a los cuales debemos prestar atención como
profesionales para evitar que nuestra independencia se vea comprometida. Se
buscará además recomendar cursos de acción que servirán como salvaguarda
para hacer frente a dicha amenaza a través de la aplicación de la Sección 410
del Código de Ética del IESBA a un caso concreto, puntualmente al
mundialmente conocido fraude contable de Parmalat.

Marco teórico

En primer lugar, nos parece pertinente definir qué se entiende por amenaza de
interés propio, a saber: “amenaza de que un interés, financiero u otro, influyan
de manera inadecuada en el juicio o en el comportamiento de un profesional de
la contabilidad” (Código Internacional de Ética para Profesionales de la
Contabilidad, IESBA, 2018, pág. 120.6 A3).

De esta definición se desprende que la dependencia del profesional con


respecto a un cliente de auditoría particular puede verse comprometida, por
ejemplo, cuando los honorarios totales provenientes de dicho cliente
representen una parte importante de los honorarios totales recibidos por la
firma (entendida a los fines de este trabajo como sinónimo de profesional). En
otras palabras, cuanto mayor sea la dependencia económica del profesional
respecto del cliente, mayor será la preocupación sobre la posibilidad de
perderlo y más se buscará retenerlo. Es aquí, sin embargo, en donde como
profesionales debemos mantenernos alertas para continuar manejándonos por
la senda de la ética y evitar caer en la tentación de recurrir a maniobras
cuestionables con el afán de mantener a nuestros clientes.

Caso de estudio y accionar alternativo

Parmalat fue una empresa originaria en Italia que se dedicaba a la producción y


comercialización de leche y productos alimenticios. Con el paso de los años y
hacia 1974, la misma se internalizo tanto en Brasil así como en Venezuela y
Ecuador llegando a la creación de filiales en otros diversos países así como
también en algunos que tenían la característica de ser paraísos fiscales.
Sin interiorizar en profundidad en detalles técnicos que no atañen a la finalidad
de la ponencia, se puede afirmar que el caso de fraude perpetrado por la
dirección de la firma Parmalat ha sido uno de los más icónicos de la historia
mundial y, por la magnitud del mismo, es lógico pensar en los actores que
contribuyeron al ocultamiento del mismo por un periodo tan largo.

Es aquí donde podemos mencionar a las firmas de auditoría Grand Thorthon y


Deloitte. En el caso de Grand Thorthon, podemos decir que su impericia, ya
sea de forma accidental o no, propició la ausencia de controles sobre las
operaciones realizadas por Bonlat Financing Corp., la cual era la subsidiaria
ubicada en las Islas Caimán que le permitió a Parmalat el ocultamiento de
transacciones financieras fraudulentas siendo el elemento más emblemático
del caso un comprobante adulterado supuestamente emitido por el Bank of
America por un valor de 3950 millones de euros que la firma no evidenció.

Por otro lado, se le puede adjudicar a Deloitte el hecho de no corroborar la


información auditada por Grand Thorthon (Deloitte auditaba la empresa matriz
mientras esta última se encargaba de las filiales) y el de ignorar las
advertencias de su filial de Brasil cuando esta le indicaba sobre las dudas
acerca de la subsidiaria Bonlat y de su capacidad financiera. Si bien no se
puede determinar que la omisión de Deloitte así como también la de Grand
Thorthon, es dable inferir que, debido a la dimensión de Parmalat en esa
época, ambas firmas de auditoría se vieran sesgadas en pos de sus intereses
en cuanto a la preponderancia de esta en cuanto a la cantidad total de sus
ingresos en concepto de honorarios (Código Internacional de Ética para
Profesionales de la Contabilidad, IESBA, 2018, pág. 410.3 A1).

En base a lo mencionado, se pueden destacar una serie de salvaguardas que


podrían haber disminuido las probabilidades de que los hechos se consumen
así como efectivamente lo hicieron, a saber:

· Incrementar la base de clientes para reducir la dependencia del cliente


de auditoría

· Que un revisor competente que no haya participado del encargo de


auditoría revise el trabajo realizado
Conclusión

Es claro que, a lo largo de la vida de un profesional, diversos factores


ocasionarán que su visión se vea dubitativa y exista la posibilidad de que el
mismo se corrompa. Si bien el código internacional de ética del IESBA nos es
útil como guía, la responsabilidad de lograr la integridad en nuestra profesión
depende enteramente de nosotros mismos y de nuestra voluntad de no ser
corrompidos, respetando el objeto primario de nuestra actividad que es la de
brindar información objetiva a todos los grupos de interés.

Bibliografía

Código Internacional de Ética para Profesionales de la Contabilidad del IESBA


(2018)

Arroyo, M., Artucha, I., & Arroyo, A. M. (1). El fraude contable Parmalat. Icade. Revista
De La Facultad De Derecho, (63), 253-275. Recuperado a partir de
https://revistas.comillas.edu/index.php/revistaicade/article/view/6467

Integrantes del grupo:

 Andreani, Rodrigo Sebastián

 Fernández, Romina Belén

 Llantada, Sebastián Matías

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