Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
“Me gusta ser hombre, ser persona, porque no está dado como cierto, inequívoco,
irrevocable que soy o seré docente, que manifestaré siempre gestos puros, que soy
y seré justo, que respetaré a los otros, que no mentiré escondiendo su valor porque
la envidia de su presencia en el mundo me molesta y me llena de rabia. Me gusta
ser hombre, ser persona, porque sé que mi paso por el mundo no es algo
predeterminado, preestablecido. Que mi “destino” no es un dato sino algo que
necesita ser hecho y de cuya responsabilidad no puedo escapar. Me gusta ser
persona porque la Historia en que me hago con los otros y de cuya hechura participo
es un tiempo de posibilidades y no de determinismo. Eso explica que insista tanto
en la problematización del futuro y que rechace su inexorabilidad”. Freire. 2004)1
La integración grupal es una idea, -por lo tanto, para el teatro, praxis- fundante de la disciplina. El
teatro es un acto social, no existe en soledad. Así lo expresa Ariane Mnouchine cuando relata la
revelación de su vocación: “(…) este juego de equipo, subirse todos juntos a un barco que parte,
lejos, muy lejos, a descubrir una tierra legendaria y virgen”.2
Es importante dejar en claro que hablamos de integración grupal en un sentido que abona el
desarrollo humano solidario, participativo, identitario y perteneciente, en relación a la experiencia
áulica. No hablamos de integración en términos de inclusión socio-económica.
Stanislavski, en el capítulo comunión (o comunicación) del libro El trabajo del actor sobre sí mismo
(en el proceso creador de las vivencias) se explaya sobre las diferentes formas de comunicación a
las que los artistas deben brindar su atención. “Si en la vida real es menester el proceso correcto y
continuado de la comunicación, en la escena lo es diez veces más. Esto deriva de que la naturaleza
del teatro se basa en la comunicación de los personajes entre sí y de cada uno consigo mismo”. (…)
El espectador, que presencia esos procesos de entrega y recepción de ideas y sentimientos entre
dos o varios personajes, acaso en calidad de testigo accidental, va involuntariamente captando las
palabras y acciones de los intérpretes. Al mismo tiempo interviene silenciosamente en su
comunicación, ve, descubre y se conmueve con las emociones ajenas.” 3
También hay una corriente de comunicación con el espectador. En el caso de la corriente estética
que enmarca al autor(realismo-naturalismo), es indirecta “La dificultad y la peculiaridad de nuestra
comunicación escénica estriba en que se realiza al mismo tiempo con la pareja 4 y con el espectador.
1
Freire, P. (2004) Pedagogía de la autonomía. Ed. Paz y Tierra. S.A. Sao Paulo.
2
Mnouchkine, A. (2007) El arte del presente. Atuel. Buenos Aires.
3
Stanislavsi, (1980) Ed. Quetzal. BsAs.
4
Partener.
Con el primero de manera directa, consciente; con el segundo, indirectamente, a través del
partenaire, y de modo inconsciente. Lo notable es que en ambos casos la comunicación es mutua”.5
En un espacio común y con el elemento aglutinante de la consigna de trabajo, cada sujeto aporta
solidariamente, desde sus capacidades individuales al logro de objetivos comunes. Es fundamental
que se respete y se valore la singularidad de cada participante, así como sus tiempos e intereses,
siempre al servicio de la construcción colectiva. La diversidad enriquece al grupo. Si los intereses
particulares son superadores de los colectivos estaríamos en presencia de un obstáculo para la
concreción del objetivo. Esto nos está poniendo frente a una cuestión importante: integrar un grupo
requiere de capacidad de adaptación y flexibilidad. En relación a esto último, aparece otra
característica: los roles de los participantes no son fijos. La movilidad de roles favorece las relaciones
democráticas. Si pensamos en los roles teatrales (actor, espectador, director, espectador, técnico,
dramaturgo, etc.), en el encuadre educativo, donde todos los estudiantes tendrían que poder
explorarlos, es fundamental entrenar y desarrollar esta flexibilidad.
Finalmente, no podemos pasar por alto la elaboración de códigos propios que regulan y facilitan la
gestión de la dinámica grupal. Dependiendo de dónde se instala el grupo, hay códigos, normas,
reglas propias de ese entorno (la escuela, por ejemplo) y los que se dan al interior de esa agrupación
de individuos y que les permiten y favorecen la convivencia.
Siempre es importante tener en cuenta que el abordaje de los contenidos en pequeños bloques y
no en la totalidad hace más aprehensible el concepto, especialmente si se trata de experiencias
que pasan por el cuerpo: dar tiempo a que algo se incorpore, para luego agregar elementos nuevos.
¡Consignas simples, breves, acumulativas!
Entonces, para redondear y organizar, se podría trabajar una secuencia didáctica en relación a la
construcción y ocupación de un espacio común; a la definición y prosecución de objetivos de forma
solidaria y colaborativa, a la rotación y alternancia de roles donde se respete la singularidad, la
capacidad, los intereses propios de cada sujeto.
5
Stanislavski. Op.Cit.
ATENCIÓN
Podremos decir, para construir el concepto que es la capacidad mental del sujeto de focalizar su
interés en uno o más estímulos sucesivos o simultáneos. De acuerdo a la cantidad de estímulos a
los que el sujeto atiende y cómo se manifiesten estaremos ante distintas formas de la atención.
Como capacidad es entrenable, se puede ampliar mediante ejercitación. El período que se sostiene
la atención ha sufrido variación en el tiempo, vinculada a la variación cultural que trae aparejada la
tecnología.
El cuerpo y la mente se cansan y alcanzan lo que se conoce como umbral de atención: la capacidad
total de atención antes de una interferencia. Ese corte profundo en la línea de atención se denomina
DISPERSIÓN. El umbral es el punto de estrés en el que el sujeto necesita un descanso en su energía.
En una secuencia didáctica, tendríamos que pensar en incluir algún ejercicio que distienda, a modo
de “recreo”, que le permita recuperarse, tomar fuerza y volver a esforzarse.
6
Stanislavski, op. Cit.
en la práctica. Un esquema de círculos concéntricos que iban ampliando la percepción de los actores
y ampliando así la posibilidad de dispersión con su consecuente dilución de energía creadora. Las
luces que se encendían e iluminaban diversos puntos en el teatro señalaban los focos de atracción
de los artistas.
Un círculo pequeño, como un cenital sobre el actor, indica una atención concentrada, con un único
estímulo. El actor o la actriz enfocado/a en sí mismo/a. Es interesante señalar aquí (esto no es de
Stanislavsi) que este tipo de atención sume al actor o la actriz en una especie de burbuja en la que
no se conecta con nadie ni nada, quedando aislado/a. De alguna manera esto contradice lo que
hemos visto cuando analizamos el concepto de integración grupal.
El segundo círculo amplía la percepción a objetos y/o sujetos con los que interactuar. Hay
simultaneidad de estímulos, por lo tanto, lo vinculamos con la disociación. Es, a mi entender, el
estado de atención óptimo para la disciplina.
El círculo amplio, abarca todo el escenario y la sala. Exige del actor y la actriz la percepción sobre sí
mismo más la posibilidad de incluir la distancia en la escena.
Para pensar en la conciencia de la acción -que nosotros vinculamos al registro- recomienda volver
al círculo pequeño en caso de dispersión.
SENSOPERCEPCIÓN:
Esto explica que la información proveniente de la realidad es captada por el sujeto a través de los
sentidos. Permanentemente estamos recibiendo información, pero poco reflexionamos sobre este
proceso.
Sería interesante pensar por qué motivo, siendo que los estímulos nos rodean, no se le presta
atención a este concepto. ¿ Por qué no reflexionamos sobre esto? ¿Por qué no hay un trabajo de
registro, de toma de conciencia, de búsqueda de aplicación en relación al conocimiento sensorial?
Tan breve y acotado es que muchos docentes lo pasan de largo, lo olvidan. Si me permiten la
comparación es como esos personajes secundarios, de poco texto, que participan en pocas escenas,
aparentemente ingratos para actores y actrices, pero esenciales para el desarrollo de la obra. ¿Se
les ocurre alguno? No estaría de más pensarlo, para reivindicar a la sensopercepción.
Insisto en esta idea: estimulación de los sentidos. Nada más. Si queremos hacer algo con lo que nos
provoca: IMAGINACIÓN.
IMAGINACIÓN:
“Facultad humana para representar mentalmente sucesos, historias o imágenes de cosas que no
existen en la realidad o que son o fueron reales pero no están presentes”.
Se trata de un recurso que, como todos los que venimos desarrollando, se entrena y se amplía.
En este recorrido desde la realidad a la aplicación sintetizamos la gradación didáctica del contenido.
Stanislavski plantea que los actores completan la creación de los dramaturgos. “- ¿Acaso provee el
dramaturgo de todo lo que el actor necesita saber sobe la obra? –Preguntó Tórtsov- ¿Puede usted
mostrar cabalmente en cien páginas la vida de sus personajes?”
Y más adelante: …”En toda esta labor nuestro colaborador más directo es la imaginación, con el
mágico “si” y las “circunstancias dadas” (…) En el proceso creador, la imaginación es la vanguardia
que guía al artista”. (Stanislavsi: 1980)
Explica que a veces, la imaginación está “falta de iniciativa” y necesita ser despertada. Les invito a
recorrer las páginas del capítulo “Imaginación” del libro El trabajo del actor sobre si mismo (en el
proceso creador de las vivencias) para descubrir la metodología que propone. Y pensarla también
para la tarea docente.
Hace una diferenciación entre “forzar” y “estimular” la imaginación. ¿Han experimentado alguna
vez estas situaciones? Hurguen en la memoria, ¡es un buen ejercicio!
“Nada es posible sin un cuerpo que lo ejecute, pero más allá de las posibilidades fácticas que hacen
aparecer el acto expresivo de una sola y determinada manera cuando se asume el riesgo de la
entrega personalizada, está ese lugar sin fronteras que surge a la vuelta de cualquier estímulo y
desaparece en el cruce del siguiente: la imaginación”. (Eines:1985)7
ADAPTACIÓN:
Una conducta adaptativa requiere en primer lugar, el reconocimiento del desequilibrio, aceptar que
existe y que, a partir de eso, nada será igual. Imaginemos una zona del cuerpo que sufre una herida
y con el tiempo sana. La herida da lugar a una cicatriz que, probablemente, vaya modificando su
apariencia haciéndose más leve. Incluso podría llegar a ser casi imperceptible. Pero la herida existió,
los tejidos sufrieron, la funcionalidad se alteró. No se podrá decir nunca que aquello no ocurrió. Por
muy bien que esa zona corporal se recupere, hay una huella.
Ajustar conductas a una nueva realidad es un proceso que lleva algún tiempo y el uso de las
herramientas con que el sujeto cuenta. Sabe de qué se trataba y cómo se desempeñaba en la
situación equilibrada, sabe que algo inesperado pasó y rompió ese equilibrio, sabe que ese
desequilibrio le produce incomodidad, displacer, molestia y que tiene que hacer algo para estar
mejor. Si depende de él o de ella restablecer la armonía, hará lo necesario para lograrlo. Para hacer,
recurre a la acción. Para modificar la realidad, a su imaginación.
7
Eines, J.(1985) Alegato en favor del actor. Ed. Fundamentos. Madrid.
acción
equilibrio factor
¿Cuál es la adaptación que hace el sujeto de ficción? Una vez que identifica que algo o alguien o
algún aspecto de sí mismo le impide lograr su quiero, acciona para deshacerse de ese impedimento
y resuelve el conflicto (ya veremos cuando analicemos la estructura dramática que resolver el
conflicto no significa necesariamente salir airoso y cumplir el quiero).