Está en la página 1de 12

P á g i n a |1

EL MUNDO Y SUS DESEOS

DEPRESION ESPIRITUAL

Salmo 42:1-5

INTRODUCCION

Muy buenas noches jóvenes, por la gracia de Dios


estamos una vez más reunidos para estudiar la Palabra de
Dios, hoy vamos a estudiar un nuevo Tema que no estaba
planificado, más aun luego de haber visto el último tema
de la envidia, una señorita se acercó y me dijo ¿Qué temas
más vamos a ver? Yo le dije tres más: La idolatría, la
avaricia y el sexo ilícito, pero por ciertas circunstancias
providenciales que hemos estado pasando, vi necesario
poder estudiar este tema que fue de mucha ayuda para mi
vida y espero sea de mucha bendición para todos nosotros,
en ese entendido en esta noche vamos a ver “LA
DEPRESION ESPIRITUAL” Sal. 42:1-5, vamos a orar.

El libro de los Salmos tiene una característica especial,


aquí vemos grandes verdades del evangelio, en términos
de la experiencia humana, aquí vemos verdades eternas
desde la perspectiva de hombres con sus sentimiento, con
sus deseos, hombres que están en medio del sufrimiento,
luchando con otros y consigo mismo y este salmo no es
una excepción, aquí también vemos a un hombre luchando
con el sufrimiento, luchando con la Depresión, de ahí el
Tema “Depresión Espiritual” y para desarrollar este tema,
lo vamos a ver bajo cuatro encabezados: 1. ¿Qué es la
depresión espiritual? 2. ¿Quiénes pueden caer en la D.E.?
3. ¿Cuáles son las causas de la D.E.? 4. ¿Cuál es el
remedio para la D.E.?

Ariel A. Veliz Q.
P á g i n a |2

I. ¿QUÉ ES LA D. E.?

El Diccionario de la Real Academia define a la


depresión como “un síndrome (Conjunto de síntomas)
caracterizado por una tristeza profunda…”.

Otro diccionario dice que la depresión es “Una


enfermedad psíquica, a menudo sin causa aparente,
caracterizada por un intenso desánimo acompañado de
tristeza.”

Entonces, ¿Qué es la Depresión Espiritual? Es un


estado de ánimo (interno, del alma, del espíritu) que se
caracteriza por un desaliento profundo, por una tristeza
profunda por haber perdido algo o por alguna injusticia,
que afecta negativamente el desarrollo normal de la vida.
Por ejemplo: mi cuerpo está cansado, no puedo dormir, he
perdido el interés en ciertas cosas, ya no puedo
concentrarme como antes, me siento triste y
constantemente estoy llorando por algo.

Sal. 42:3a. Aquí vemos al salmista en esa condición


en un estado de depresión, llorando día y noche, lloraba
hasta el punto de olvidarse de la comida, sus lágrimas eran
su pan de día y de noche. Sal. 42:3b ¿Qué encontraba
con su tristeza? Burla de parte de aquellos que estaban
alrededor. Sal. 42:4. Lo único que le queda al salmista en
esta situación de depresión son recuerdos de como él era
antes, que es lo que hacía. En esta escena vemos al
salmista pasando por un desaliento profundo, por una
gran tristeza, llorando desconsoladamente y
constantemente, el salmista está pasando por una
depresión tan profunda.

Ariel A. Veliz Q.
P á g i n a |3

¡Jóvenes! Cuantos de nosotros no hemos


experimentado esta situación en nuestras vidas, cuantos
de nosotros no hemos sentido un gran desanimo en
nuestra vida, una tristeza profunda por alguna situación
que queremos y preferimos estar solos donde lo único que
nos queda es llorar aunque muchas veces no lo
manifestamos externamente, pero nos ponemos a llorar en
nuestro interior. Cuantos de nosotros hemos escapado de
en medio de otras personas por alguna situación y hemos
dicho “prefiero estar solo (a)” y no queremos pasar
tiempos con nuestros familiares, amigos, hermanos.

¿Cuantos de nosotros no hemos experimentado lo que


el salmista estaba experimentando? ¡Jóvenes! La
depresión es una experiencia tan común pero a la vez tan
horrible, que algunos se refieren a la depresión como una
negrura pesada. Otros la comparan con estar
enterrados vivos. Spurgeon la comparó con el «horror
de un alma abandonada por Dios». Si eso es la
Depresión, entonces ¿Quiénes pueden caer en la
depresión? Eso nos lleva al segundo punto…

II. ¿QUIÉNES PUEDEN CAER EN LA D. E.?


v. 1, 2

A esta pregunta vamos a responder diciendo que todo el


mundo, refiriéndonos a las personas, pueden caer en la
Depresión Espiritual. ¡Jóvenes! Nadie está libre de caer en
la Depresión Espiritual.

Rom. 8:18-22. El mundo entero, toda la creación de


Dios por causa del primer pecado ha entrado en un estado
de corrupción, vivimos en un mundo caído, las personas
son personas caídas, la naturaleza (animales y vegetales),
es una naturaleza caída, el sistema que gobierna este
Ariel A. Veliz Q.
P á g i n a |4

mundo es un sistema caído. El mundo entero es un mundo


caído y por causa de ello, ¡Joven! La Depresión, esa
tristeza profunda del alma es un resultado común de vivir
en un mundo caído. Nadie está libre de caer en este
estado.

Los incrédulos. Aquellas personas que no han


acudido a Cristo para salvación de sus almas, son presas
fáciles de la depresión. Es tan común entre los
incrédulos caer en este estado de ánimo que incluso el
mundo lo ha llegado a denominar a la depresión como
“una enfermedad psíquica (del alma)”. Y como es una
“enfermedad del alma” dicen ellos, se necesita de una
ciencia que estudia el alma y un doctor del alma. Y esa
ciencia que estudia el alma pues es la psicología y el doctor
del alma es el psicólogo. Los incrédulos son presas fáciles
de la depresión. Pero ¿Qué de los creyentes?

Los creyentes (Sal. 42). v. 1,2a En este pasaje


vemos al salmista manifestando su gran deseo de Dios, él
dice “tengo sed de Dios” “Mi alma tiene sed de Dios”. Pero
no solo tiene un gran deseo por Dios, sino también v. 2b.
Espera con ansias el momento de encontrarse con Dios.
Este deseo ardiente por Dios solo puede provenir de un
corazón transformado por la gracia de Dios. O sea
que el salmista es un hijo genuino de Dios, el salmista es
creyente. Pero aun siendo creyente vemos en el v. 3,
4. Que está pasando por una tristeza profunda que no le
deja dormir, que no le deja comer, que le tiene llorando
día y noche, tratando de consolarse con su pasado, con lo
que antes era y hacía. Aun siendo creyente el salmista ha
caído presa de la depresión espiritual.

Ariel A. Veliz Q.
P á g i n a |5

¡Jóvenes! Los creyentes no estamos libres de este


peligro, los creyentes también estamos expuesto a caer en
la depresión.

Caer en depresión, no significa que no somos creyentes


porque los creyentes también somos propensos a caer en
esta situación, es importante entender esto. Pero, cuando
uno cae en la depresión se priva, se pierde muchas
bendiciones espirituales, cuando uno cae en la depresión,
se hace así mismo una persona infeliz y no solo eso, sino
que, cuando uno cae y vive deprimido, es un testimonio en
contra del Evangelio. ¿Por qué muchas personas no
quieren ser cristianas? Porque ven a los cristianos como
personas que sufren, infelices, que no tienen libertad, ven
a los cristianos como que no tienen gozo en sus vidas y
dicen “Yo no quiero ser así, yo quiero disfrutar de la vida,
yo quiero ser feliz”. Aunque los creyentes también somos
propensos a caer en la depresión, por nuestro bien y por el
bien del Evangelio debemos luchar con ello. 3º pregunta,
Entonces…

III. ¿CUÁLES SON LAS CAUSAS DE LA D. E.?


v. 3, 4

Antes de citar las causas, quisiera hacer dos


aclaraciones:

Lo primero. Son muchas las causas que ocasionan


que una persona caiga en depresión, pero al mismo tiempo
todas estas causas interactúan entre sí, cada una de estas
causas que vamos a ir viendo no provoca individualmente
la depresión, sino que depende de las otras causas y todas
ellas juntas hacen que caigamos en la depresión.

Ariel A. Veliz Q.
P á g i n a |6

Lo segundo. Mientras vayamos mencionando las


causas, vamos a seguir un orden, vamos a hacerlo de lo
externo a lo interno. Con esas dos aclaraciones, entonces
veamos ¿Cuáles son las causas de la Depresión
Espiritual?...

A. Ciertas circunstancias adversas por las


cuales alguna vez pasamos. Todas las personas sin
excepción alguna vamos a seguir el curso de la vida, el
nacimiento, la infancia, la juventud, la edad adulta, la
tercera edad y la muerte, o sea la vida es como un
recorrido, perfectamente lo ilustro por inspiración divina
el autor de Hebreos cuando comparó a la vida como una
carrera.

Ahora, en este recorrido al cual los creyentes ahora lo


llamamos la vida cristiana pasamos por circunstancias
favorables, que tienden a ponernos felices
momentáneamente, como por ejemplo: el joven o la
señorita que quiere casarse, se le presenta la oportunidad
de casarse y eso ocasiona un cierto tipo de felicidad, la
persona que está buscando un trabajo y muy pronto lo
encuentra, eso le ocasiona un cierto tipo de felicidad, la
persona que termina ciertos estudios o una carrera,
también eso le ocasiona un cierto tipo de felicidad.

Pero no solo pasamos por circunstancias favorables,


sino que también en esta vida pasamos por
circunstancias adversas, es más Jesús prometió a los
creyentes que en esta vida íbamos a pasar más por las
circunstancias adversas (Jn. 16:33) y esa verdad lo vemos
reflejada en la vida de los discípulos y especialmente en la
vida del apóstol Pablo, quien luego de estar casi muerto
dijo (Hch. 14:22).

Ariel A. Veliz Q.
P á g i n a |7

Si vemos detalladamente el Sal. 42, podemos apreciar


que el salmista está pasando por circunstancias adversas,
el salmista está siendo objeto de burla (v. 3), el salmista
esta siendo oprimido, ultrajado, humillado por sus
enemigos (v. 9, 10). El salmista esta pasando por
circunstancias adversas.

Estas circunstancias adversas tienden a ponernos


tristes, con mal humor, resentidos, y tienden a llevarnos al
sufrimiento y a la depresión espiritual, por ejemplo: Una
enfermedad, Un accidente, la falla de un cierto plan, Una
equivocación, una decepción, la pérdida de un ser querido
y otras cosas más. Estas circunstancias adversas podemos
resumirlo en dos cosas, la perdida de algo o una injusticia,
esa es la primera causa de la depresión espiritual. De lo
exterior a lo interior, sigamos entrando. La segunda causa
es…

B. Nuestra reacción frente a esas


circunstancias. Ahí están las circunstancias adversas,
pero ¿Cómo reaccionamos frente a ellas? ¿Cuánto impacta
esa situación a nuestra vida? ¿De qué manera esa
situación afecta a nuestra vida? Tres cosas influyen en
nuestra reacción:

1. Nuestro temperamento. Las personas no somos


iguales tenemos distintos temperamentos, el hecho que
uno haya sido salvado por la gracia de Dios, no quita
nuestro temperamento, algunos podemos ser más
sensibles a una situación que otros. Una misma
circunstancia puede afectar más a uno que a otro, Por
ejemplo: La muerte de un ser querido, no todos en la
familia son impactados de la misma manera, unos en la
familia pueden llorar y sentir mucho, otros apenas

Ariel A. Veliz Q.
P á g i n a |8

derramar unas gotas de lagrima. Por naturaleza tenemos


distintos temperamentos. Pero no solo eso, sino que una
segunda cosa que influye es…

2. Nuestro pecado remanente que habita en


nuestro corazón. No nos olvidemos que a pesar de ser
creyentes, nuestra naturaleza caída, el pecado remanente
que habita en nuestro corazón todavía está luchando
fuertemente para arrastrarnos hacia todo aquello que no
agrada a Dios (1Pe. 2:11) y caer en la Depresión Espiritual
es algo que no agrada a Dios. ¡Jóvenes! La voluntad de
Dios es que sus hijos vivamos con gozo a pesar de las
circunstancias adversas, pero cuando caemos en la
depresión, experimentamos todo lo contrario, caemos en
una amargura, en una gran tristeza, en una infelicidad y
todo eso es un mal testimonio en contra del Evangelio. La
tercera cosa que influye en nuestra reacción es…

3. El diablo, quien usa las circunstancias y


nuestro pecado remanente. La Biblia dice en 1Pe. 5:8
que “el diablo anda alrededor nuestro como león rugiente
buscando a quien devorar”. ¡Jóvenes! Satanás en todo
momento anda alrededor nuestro esperando una
oportunidad, un descuido, para poder atraparnos, él se
alía con las circunstancias, se alía con nuestro pecado
remanente con el único propósito de ir contra del plan de
Dios. Satanás quiere que en medio de las aflicciones, no
busquemos a Dios sino que blasfememos el nombre de
Dios, recuerdas lo que hizo cono Job (Job. 1:11; 2:5)
Satanás usa las circunstancias adversas, el pecado que
todavía mora en nosotros, para lograr sus propósitos, que
blasfememos el nombre de Dios y cuando nosotros caemos
en la depresión, cuando perdemos el gozo y damos un mal
testimonio del evangelio, Satanás está logrando su

Ariel A. Veliz Q.
P á g i n a |9

objetivos, pues cuando caemos en Depresión estamos


blasfemando y estamos haciendo que otros blasfemen el
nombre de Dios.

Estas tres cosas son la que influyen en nuestra reacción


ante las circunstancias, nuestro temperamento, el pecado
remanente y Satanás. Cuando dejamos que el pecado
remanente y Satanás se alíen y dirijan nuestro corazón,
vamos a reaccionar con incredulidad ante cualquier
circunstancia adversa. Todo aquello que hemos visto
podríamos resumirlo diciendo que la causa final para caer
en la Depresión Espiritual es la incredulidad. O como lo
dice el Dr. Martyn Lloyd Jones “La causa
fundamental de la Depresión Espiritual es la
incredulidad, si nos rendimos ante el diablo y caemos
ante sus ataques es porque en vez de escuchar a Dios lo
escuchamos a él”.

Sal. 42:5 “…Espera en Dios…” ¿Por qué el Salmista


dijo “Espera en Dios”? Porque el Salmista se había
olvidado de esperar en Dios, el salmista por las distintas
influencias había reaccionado con incredulidad en medio
de las circunstancias adversas, el salmista no estaba
tomando en cuenta a Dios en su vida.

Entonces, mi incredulidad influenciada por el pecado


remanente y Satanás en medio de las circunstancias
adversas es la causa principal de caer en la Depresión
Espiritual. 4º pregunta…

IV. ¿CUÁL ES EL REMEDIO PARA LA D. E.?


v. 5

En el versículo vemos por lo menos dos principios que


el salmista aplica a su vida como un remedio para la

Ariel A. Veliz Q.
P á g i n a | 10

situación en la que se encontraba, como un remedio para


la Depresión Espiritual.

A. Aprender a hacernos cargo de nosotros


mismos. ¡Jóvenes! El primer remedio que podemos
aplicar a nuestras vidas cuando estemos siendo tentados a
caer la Depresión o cuando nos encontramos en medio de
la Depresión es hacernos cargo de nosotros mismos, El Dr.
Martyn Lloyd Jones dice acerca de esto “El arte de la vida
espiritual consiste, fundamentalmente, en saber cómo
manejarnos por ello tenemos que hacernos cargos de
nosotros mismos.” ¡Jóvenes! debemos aprender a hacer
eso, si vemos el versículo 5, el salmista eso lo que hace,
el mismo se hace cargo de sí mismo.

De la misma manera nosotros debemos agarrar los


cabos de nuestra propia vida y aprender a tratarnos.
¡Joven! ¿Quién conoce mejor tu vida? Solo dos personas:
Dios y tú mismo. Siendo así, entonces debes hacerte cargo
de tu vida y para ello debes detenerte por un momento y
examinarte a ti mismo, debes examinar de qué manera has
llegado a esa condición, debes examinar que
circunstancias adversas han provocado para que tu llegues
a esa condición, debes examinar de qué manera has
respondido ante esa situación, debes examinar tu
temperamento, debes examinar tu corazón, de qué manera
ha sido influenciado por el pecado que todavía mora en ti
y por Satanás para que respondas como has respondido,
debes examinar si has respondido ante esa situación con
confianza o con incredulidad.

¡Joven! Debemos aprender a hacernos cargo de


nosotros mismos. Pero eso no significa que no debemos
buscar ayuda en otros hermanos o en los pastores porque

Ariel A. Veliz Q.
P á g i n a | 11

Joven escucha bien, si no podemos sobrellevar nosotros


mismo un cierto conflicto que tenemos, si no puedo
hacerme cargo de mí mismo, entonces estoy en la
obligación, por mi bien y por el bien del evangelio, estoy
en la obligación de buscar ayuda, no en cualquier persona,
sino buscar ayuda en hermanos maduros y mucho mejor
buscar ayuda en los pastores que Dios ha puesto en su
Iglesia.

Pero no solo el Salmista se hacer cargo de sí mismo,


sino que al hacer eso él se habla a sí mismo, de ahí el
segundo principio…

B. Aprender a hablarnos a nosotros mismos.


¡Joven! Al hacernos cargo de nosotros mismo, al
examinarnos a nosotros mismos, también debemos
hablarnos a nosotros mismos. Cuando nosotros
atravesamos circunstancias adversas, una de los
problemas comunes es que dejamos que “nuestro yo” nos
hable y dirija nuestra vida, dejamos que el hombre
corrupto que habita dentro de nosotros conduzca nuestras
decisiones y para ello debemos de hablarlo, miremos lo
que el salmista le dijo a su hombre interior (Sal. 42:5). Él
no sé quedo recordando su vida amargado sino que se
habla a si mismo.

¡Joven! Cuando estemos siendo presos de la Depresión,


¡Háblate, háblate a ti mismo! No dejes que el hombre
interior te guie, no dejes que tu hombre interior te
convenza, háblate a ti mismo, debemos hablarnos a
nosotros mismo antes de permitir que nuestro yo nos
hable.

¿Por qué muchas veces nos dejamos llevar por las


circunstancias adversas y llegamos a una tristeza
Ariel A. Veliz Q.
P á g i n a | 12

profunda? Porque en vez de hablarnos a nosotros mismos,


dejamos que nuestro yo nos hable, por eso ¡Joven! Debes
aprender a hablarte a ti mismo. Pregúntate a ti mismo,
pregunta a tu alma ¿Por qué estas así? ¿Por qué voy a
inquietarme? ¿Qué motivos tengo para estar en esta
condición? Cuestiónate a ti mismo, exhórtate, repréndete
a ti mismo, pero también consuélate a ti mismo
hablándote palabras de esperanza, dite a ti mismo
“Esperare en Dios” “A pesar de esta circunstancia debo
poner mi esperanza en Dios”. Pero también háblate de las
promesa de Dios, preséntate a ti mismo a Dios, quien es
Él, que es Él, que ha hecho Él y que se ha comprometido a
hacer Él en ti.

¡Hermanos! hacernos cargos y hablarnos a nosotros


mismos no es una tarea fácil, por eso estamos diciendo
“debemos aprender”. Por la gracia de Dios nosotros
podemos ahora luchar contra la depresión, en Cristo
tenemos esperanza que al final de todo vamos a tener la
victoria, porque Cristo ya la obtuvo por nosotros en la
Cruz del Calvario.

Amigo que estas sin Cristo, es seguro que tu también


has luchado muchas veces con este problema y no has
podido hallar la solución, pensaste en hacer mucha cosas e
incluso quitarte la vida porque ya no soportabas más, pero
hoy quiero presentarte a Cristo quien puede librarte no
solo de este problema sino de tu mayor problema que tu
pecado y sus consecuencias, Amigo, ven a Cristo en
arrepentimiento y fe, ven a Cristo para recibir perdón de
tus pecado y vida eterna. Vamos a orar.

Ariel A. Veliz Q.

También podría gustarte