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«SI YA NACISTE …TU IMPERATIVO ES CRECER…»

Escrituras pertinentes:

 Lucas 2:52 …Y Jesús crecía en sabiduría, en estatura y en gracia para con Dios y los
hombres.
 Lucas 2:40 …Y el Niño crecía y se fortalecía, llenándose de sabiduría; y la gracia de Dios
estaba sobre El.
 Lucas 1:80 …Y el niño crecía y se fortalecía en espíritu; y vivió en lugares desiertos hasta el
día en que apareció en público a Israel.
 1 Pedro 2:2 …Como niños recién nacidos, nútranse de la leche pura del Espíritu para que
con ella crezcan y reciban la salvación…
 1 Corintios 13:11 …Cuando yo era niño, Hablaba como niño, pensaba como niño, juzgaba
como niño; mas cuando ya fui hombre, dejé lo que era de niño…
 3 Juan 1:2 …Amado yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas…
 Efesios 4:13 …hasta que todos alcancemos la unidad propia de la fe y del conocimiento del
hijo de Dios; hasta que seamos personas cabales; hasta que alcancemos, en madurez y
plenitud, la talla de Cristo…
 1 Tesalonicenses 5:23 …Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro
ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor
Jesucristo…
 2 Corintios 4:16 …Por tanto, no desmayamos; antes aunque este nuestro hombre exterior
se va desgastando, el interior no obstante se renueva de día en día…

INTRODUCCIÓN

I. JESÚS CRECIÓ (Lucas 2:52) …De acuerdo con esta escritura referencial y otros contextos
de apoyo Jesús pudo crecer completa y perfectamente en los cuatro aspectos principales de la
vida: (1 )mentalmente, (2) físicamente, (3) espiritualmente y (4) socialmente

A. LA META DEL CRISTIANO Efesios (4:13) …dice que la meta de la vida cristiana debe ser
llegar “a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo”. Esto significa que debemos medirnos
con Cristo mismo y así sabremos cuánto hemos crecido verdaderamente en nuestra relación con
Dios.

B. UNA LEY NATURAL …es que toda vida que comienza, crezca. Es natural que las personas
crezcan en todo sentido… Nada que tenga vida debería permanecer inerte…

B-1. Síndrome de Peter Pan o la dificultad para crecer: Según Kiley, el síndrome de Peter Pan
se puede definir como el conjunto de características que sufre una persona que no sabe o no
quiere aceptar las obligaciones propias de la edad adulta, no pudiendo desarrollar los roles
(adulto, padre, pareja) que se esperan según su ciclo vital o desarrollo personal…

B-2. No debemos permanecer como niños pequeños…


Un bebé es algo maravilloso para sus padres, pero si crece de forma anormal, sus padres
se preocuparán. Los padres alimentan a sus hijos con la esperanza de que no sólo crezcan
sino para que algún día lleguen a la madurez.

Nuestro Dios Padre también se preocupa porque sus hijos crezcamos integralmente. A Él no le
satisface mirar que sus hijos sigan igual año tras año, sin que su vida crezca en ellos.

II. ¿QUÉ ES EL CRECIMIENTO CRISTIANO? ¿DE QUÉ MANERA CRECEMOS COMO


CRISTIANOS?

A. EL “CRECER” SEGÚN LA BIBLIA, no es un asunto de conocimiento, ni de obras, o de


prácticas religiosas, o de nuestro mayor esfuerzo, sino de …tener la vida de Dios… (¿?)

En específico, esta vida que debe crecer es la vida divina, la vida de Dios. Cuando nos volvimos a
Dios por primera vez y creímos en Jesucristo, no solamente fuimos salvos del juicio de Dios, sino
que nacimos de nuevo, pero ahora con la vida de Dios; resta entonces permitir esa vida de Dios.

A-1. EL COMIENZO DE NUESTRO CRECIMIENTO. Al nacer de Dios, llegamos a ser hijos de Dios,
tal y como nos dice Juan 1:12-13:

“Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en Su nombre, les dio autoridad de ser hechos
hijos de Dios; los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de
varón, sino de Dios”.

III. LOS NIVELES DE CRECIMIENTO Y MADUREZ ESPIRITUAL CRISTIANO

A. En la epístola de Juan se muestran tres niveles de crecimiento espiritual

Lo podemos ver en 1 Juan 2:12-14:

1. Hijitos de Dios (bebes): La palabra en griego τεκνίον – teknion, significa niño o discípulo
pequeño, y describe a las personas nuevas en el cristianismo que apenas reconocen al Padre. Este
como infante espiritual puede saber que Jesús es el Hijo de Dios, pero no mucho más. Ellos no
conocen muy bien las Escrituras. No entienden lo que es verdad y lo que no lo es, y fácilmente
pueden ser víctimas de malas enseñanzas.

“…Les escribo a ustedes, que son hijos de Dios, porque sus pecados han sido perdonados por
medio de Jesús.” – 1 Juan 2:12 (NTV)

“Les he escrito a ustedes, que son hijos de Dios, porque conocen al Padre.” – 1 Juan 2:14 (NTV)

2. Jóvenes en la fe: El segundo nivel de madurez muestra que estos cristianos han vencido al
maligno, además de sus débiles posturas religiosas, porque la palabra de Dios vive en sus
corazones. Considere que un niño pequeño no tiene la Palabra de Dios fuertemente asimilada, los
infantes sólo conocen los conceptos básicos. Pero un joven espiritual conoce la Palabra y ya no es
una víctima de sus débiles posturas.
“Les he escrito a ustedes, los que son jóvenes en la fe, (1) porque son fuertes; (2) la palabra de
Dios vive en sus corazones, y (3) han ganado la batalla contra el maligno. – 1 Juan 2:14 (NTV)

3. Maduros en la fe: La palabra en griego es πατήρ – patēr, que significa “padre”, y muestra la
progresión en esta comparación de la madurez de infante, joven y por ultimo padre. Este es el
mayor nivel de crecimiento espiritual. El conocimiento va de saber que (1) usted pertenece a la
familia de Dios, después, (2) vive la Palabra de Dios, y ahora, como “padre” (3) conoce a Dios
íntimamente. Los maduros en la fe pasan de conocer la Biblia, a conocer al Dios detrás de la Biblia.

“…Les escribo a ustedes, los que son maduros en la fe (padres), porque conocen a Cristo, quien
existe desde el principio. – 1 Juan 2:13 (NTV)

Como hemos visto el crecimiento espiritual progresa desde el saber que uno es un cristiano, a
conocer y vivir la Palabra de Dios, hasta conocer a Dios en toda su plenitud.

IV. HONRA Y GLORIA OBJETIVO Y FORMULA DE CRECIMIENTO…

A. 7 CARACTERÍSTICAS DEL CRECIMIENTO ESPIRITUAL

A medida que usted se centre en glorificar a Dios y comience a darle el honor que el Señor
merece, usted encontrará que está creciendo espiritualmente, y al mismo tiempo está siendo
transformado en la misma imagen de Dios, de un nivel de gloria al siguiente: -
2Corintios 2:14 …Y siempre nos lleva triunfantes en el desfile victorioso de Cristo…

Uno de los mayores obstáculos para nuestro crecimiento espiritual es que solemos intentar
cambiar lo que hacemos en vez de lo que somos. Estamos tan empeñados en hacer ajustes en lo
que las personas ven, que olvidamos lo más importante: lo que solo Dios puede ver.

Dios está determinado en transformarnos a la imagen de su Hijo (Efesios 4:13). Él quiere que
crezcamos espiritualmente, y necesitamos su ayuda para esa clase de transformación que no es
superficial, sino que ocurre dentro de nosotros. -2 Corintios 4:16 …Por tanto, no desmayamos;
antes aunque este nuestro hombre exterior se va desgastando, el interior no obstante se renueva
de día en día…

1. EL CRECIMIENTO ESPIRITUAL ORIGINA SU FUNDAMENTO EN EL NUEVO NACIMIENTO...

En otras palabras, el crecimiento espiritual se fundamenta en la convicción de nuestra salvación.


Es esta convicción la que nos impulsa obtener más de Cristo. No podemos hablar de crecimiento
espiritual si no tenemos vida espiritual, deseada y comprometida.

En Juan 1:12-13 podemos leer sobre la importancia de esto: “Pero a todos los que lo recibieron, les
dio el derecho (el poder) de llegar a ser hijos de Dios, es decir, a los que creen en Su nombre, que no
nacieron de sangre, ni de la voluntad de la carne, ni de la voluntad del hombre, sino de Dios”. Tú
crecimiento espiritual no tiene que ver principalmente con que tus padres, amigos o familiares
sean creyentes. Se trata de un asunto individual, en aquellos que han sido adoptados por Dios.
2. EL CRECIMIENTO ESPIRITUAL SE BASA EN LA OBRA DEL ESPÍRITU SANTO.

El apóstol Pablo nos enseña que necesitamos vivir bajo la influencia del Espíritu Santo para crecer
espiritualmente:

“Por tanto, tengan cuidado cómo andan; no como insensatos sino como sabios, aprovechando bien
el tiempo, porque los días son malos. Así pues, no sean necios, sino entiendan cuál es la voluntad
del Señor. Y no se embriaguen con vino, en lo cual hay disolución, sino sean llenos del Espíritu”
(Efesios 5:5-18).

La Biblia enseña sobre la obra del Espíritu Santo. Por ejemplo, nos enseña que Él nos guiará a toda
verdad y nos consuela (Juan 16:13; 14:26). No habrá crecimiento espiritual en nuestras vidas si
estorbamos la intención del Espíritu Santo en su obra de santificación que solo Él puede hacer.

3. EL CRECIMIENTO ESPIRITUAL SE BASA EN UN CONOCIMIENTO EXPERIENCIAL DE LA GRACIA DE


DIOS.

…Es muy diferente saber cosas sobre que Dios que conocer a Dios.

Tenemos mucha información sobre Dios. Conocemos sus atributos, podemos citar la Palabra,
hablar sobre lo que Él ha revelado, pero ¿tienes una relación con Dios? ¿Lo conoces en lo privado?

Pedro escribió: “Antes bien, crezcan en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor y Salvador
Jesucristo. A Él sea la gloria ahora y hasta el día de la eternidad. Amén”. (2 Pedro 3:18)

El apóstol habla del crecimiento en conocimiento y gracia. Esta gracia incluye el aspecto
experimental de haber sentido el perdón de nuestros pecados, y el profundo amor de Dios. Si no
conocemos de una manera profunda la gracia de Dios, no podremos compartirla con otras
personas ni crecer.

4. EL CRECIMIENTO ESPIRITUAL GENERA UNA ACTITUD DE HUMILDAD.

Es contradictorio decir que estamos creciendo espiritualmente mientras somos orgullosos. Si lo


que sabes de Dios es correcto, ese conocimiento debe llevarte a reflejar lo que Dios es.

Dios exalta al humilde y tiene una pasión singular por él. Sin embargo, la misma Biblia enseña que
Él resiste a los orgullosos (Santiago 4:6).

EL EJEMPLO DE JESÚS: “Haya, pues, en ustedes esta actitud (esta manera de pensar) que hubo
también en Cristo Jesús, el cual, aunque existía en forma de Dios, no consideró el ser igual a Dios
como algo a qué aferrarse, sino que Se despojó a sí mismo tomando forma de siervo, haciéndose
semejante a los hombres. Y hallándose en forma de hombre, se humilló El mismo, haciéndose
obediente hasta la muerte, y muerte de cruz” (Filipenses 2:5-8).
Teniendo todas las facultades para haber nacido en un palacio, nuestro Señor vino a nacer en un
pesebre y a morir por pecadores, eligiendo la peor de las muertes. Así nos modeló una actitud de
humildad.
5. EL CRECIMIENTO ESPIRITUAL VIENE COMO EFECTO DE UNA TRANSFORMACIÓN REAL.

Dios nos recibe tal y como somos, pero nos ama demasiado como para dejarnos así.

Por eso, en Romanos 12:1-2, leemos: “Por tanto, hermanos, les ruego por las misericordias de Dios
que presenten sus cuerpos como sacrificio vivo y santo, aceptable (agradable) a Dios, que es el
culto racional de ustedes. Y no se adapten (no se conformen) a este mundo, sino transfórmense
mediante la renovación de su mente, para que verifiquen cuál es la voluntad de Dios: lo que es
bueno y aceptable (agradable) y perfecto”.

En respuesta al evangelio, debemos vivir con mentes transformadas para crecer espiritualmente.

6. EL CRECIMIENTO ESPIRITUAL INSPIRA UNA ACTITUD DE AVANCE.

Cuando Dios trabaja en nuestras vidas, nos reta a seguir creciendo.

El apóstol Pablo escribió al respecto: “Hermanos, yo mismo no considero haberlo ya alcanzado.


Pero una cosa hago: olvidando lo que queda atrás y extendiéndome a lo que está delante, prosigo
hacia la meta para obtener el premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús”
(Filipenses 3:13-14).

Pablo no estaba pendiente de sus retrovisores mientras avanzaba en el crecimiento espiritual.


Necesitamos dejar de vivir en el ayer. Hay veces en que estamos estancados, y por eso debemos
pasar la página.

Hay cosas que Dios tiene para nosotros, que no podemos recibir mientras carguemos con nuestro
pasado. Debemos avanzar hacia la meta de conocer más a Cristo y ser semejantes a Él.

7. EL CRECIMIENTO ESPIRITUAL APLICA EL PRINCIPIO DE LA NEGACIÓN -Marcos 4:8

Nuestro Señor Jesucristo enseñó: “y el que entre ustedes quiera ser el primero, será su siervo; así
como el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir y para dar Su vida en rescate
por muchos” (Mateo 20:27-28).

Reflejamos a Cristo cuando renunciamos a una vida centrada en nosotros, y decidimos auxiliar a
los demás.

¿Estamos sirviendo a los demás como Jesús espera que lo hagamos?


Esa es una evidencia poderosa de que estamos creciendo espiritualmente en lo interior.

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