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ANSIEDADES Y PREOCUPACIONES
(Ex 14:5-12)

Propósito: proveer herramientas a los cristianos para enfrentar las ansiedades y


preocupaciones mediante los recursos que Dios les da.

INTRODUCCION:
Como ustedes saben, en los últimos días he experimentado dificultades de salud. Los
resultados han indicado que parte del problema está dado por las preocupaciones y la
ansiedad. Cuando pensé en esto recordé que como cristianos podemos seguir a Jesús pero
aun así no experimentar una vida de confianza en que Dios está al cuidado de nosotros. Por
eso me he sentido movido a estudiar bíblicamente acerca de cómo enfrentar las
preocupaciones. Estoy convencido de que estas palabras serán de bendición para todos,
comenzando por mi vida.

I. LA ANSIEDAD Y LAS PREOCUPACIONES NO NOS PERMITEN VIVIR


UNA VIDA FRUCTIFERA Y VICTORIOSA. (Ex. 14:5-12).

Consideremos lo que está pasando aquí. El relato bíblico nos dice que el pueblo del Señor
ha salido de Egipto de manera milagrosa. Está avanzando por el camino y ha llegado a la
playa del Mar Rojo. Allí han hecho una parada. Mientras tanto, Dios ha endurecido el
corazón de Faraón y ahora que se dan cuenta que sus esclavos están huyendo de su
dominio, arman a todo su ejército: carros y gente de a caballo decididos a todo con tal de
devolver a Israel a la servidumbre.

Importante es tomar en cuenta que NO es Faraón el que está a cargo de su corazón: es Dios.
El Señor es quien lo está conduciendo:

14:1 Habló Jehová a Moisés, diciendo:


14:2 Di a los hijos de Israel que den la vuelta y acampen delante de Pi-hahirot, entre Migdol y el mar hacia
Baal-zefón; delante de él acamparéis junto al mar.
14:3 Porque Faraón dirá de los hijos de Israel: Encerrados están en la tierra, el desierto los ha encerrado.
14:4 Y yo endureceré el corazón de Faraón para que los siga; y seré glorificado en Faraón y en todo su
ejército, y sabrán los egipcios que yo soy Jehová. Y ellos lo hicieron así.
(Ex 14:1-4)

Este pasaje nos dice quién es el que está a cargo. Hay dos cosas que me parece que Dios
está haciendo:

(a) Dios está recompensando a Faraón y a los egipcios por oprimir a su pueblo.
(b) Dios ha llevado tanto a Israel como Faraón hacia el Mar Rojo para manifestar su
gloria. Después de este milagro, la fe de su pueblo quedaría consolidada. Su Dios no
es como los dioses de los egipcios, Jehová es Dios que tiene poder sobre todas las
cosas.

Cuando finalmente los alcanzan, el pueblo de Israel entra en pánico. Observemos cómo se
expresan:
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14:11 Y dijeron a Moisés: ¿No había sepulcros en Egipto, que nos has sacado para que muramos en el
desierto? ¿Por qué has hecho así con nosotros, que nos has sacado de Egipto?
14:12 ¿No es esto lo que te hablamos en Egipto, diciendo: Déjanos servir a los egipcios? Porque mejor nos
fuera servir a los egipcios, que morir nosotros en el desierto.
(Ex 14:11-12)

(a) Acusan a Moisés de haberlos sacado en contra de su voluntad ¿Por qué nos has
sacado de Egipto?
(b) Pierden la capacidad de ver las cosas como son: prefieren la esclavitud a ser libres.
Porque mejor nos fuera servir a los egipcios, que morir en el desierto.

Permítame ser directo en esto: AUNQUE DIOS ESTA EN TOTAL CONTROL DE


TODOS LOS EVENTOS, CON FRECUENCIA VAMOS A PASAR POR ESTA
MISMA EXPERIENCIA DE NO SABER QUE ES LO QUE VA A PASAR CON
NOSOTROS.

¿Qué hubiera pasado si Israel hubiera sabido que los egipcios los iban a seguir y que Dios
los iba a ahogar en el Mar Rojo? El temor y la preocupación es por una sola razón: ELLOS
NO SABEN LO QUE DIOS VA A HACER. Lo mismo nos ocurre: NO SABEMOS LO
QUE DIOS HARA.

Pensemos un poco en esto: el miedo es una emoción muy importante que Dios puso en
nosotros para protegernos del peligro. Los niños desde muy temprano son enseñados a tener
miedo del fuego, de los tomacorrientes. Les enseñamos que no debe cruzarse la calle sin
una persona adulta. El miedo nos permite percibir los peligros y ponernos a salvo. Aquí hay
un equilibrio saludable.

El problema se presenta cuando tenemos miedo de cosas que no son reales o que nunca van
a pasar. Pero también hay quien no le tiene miedo a nada, ese es el otro extremo.

La ansiedad no sólo se muestra como miedo sino también como preocupación. Esto nos
pone siempre en alerta y produce problemas:

 No podemos pensar con claridad (ej. El estudiante que está preocupado y en la clase
no entiende lo que le enseñan, no puede hacer bien su trabajo, se baja en la parada
de buses equivocada, pierde las llaves, pierde dinero, etc.).
 Trae desánimo (ej. No quiere emprender ningún proyecto, tiene miedo a las
responsabilidades de un ascenso, no se siente capaz de desarrollar un privilegio en
la célula, etc.), la preocupación lo tiene paralizado.
 Se vuelve más egoísta, siempre está pensando en su propio problema y por lo tanto
se vuelve insensible a los problemas de los demás.
 Busca medidas de escape: la TV, Facebook, el centro comercial.
 No experimenta gozo y por eso ya no se deleita en nada.
 Físicamente se deteriora: presión alta, colon irritable, gastritis, sudoración, dolor de
cabeza.
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 En muchas veces entramos al baño no porque tengamos necesidad, a veces


entramos para apartarnos y llorar solos.

Muchas veces SI sabemos cuál es el problema que nos tiene metidos en ansiedad, otras
veces NO Nos preocupan muchas cosas: un problema familiar, la pérdida del trabajo, una
enfermedad crónica, el mal comportamiento de un hijo, el resultado de un examen de salud
o un examen de sangre
Nos sentimos insuficientes de tomar mayores responsabilidades en el trabajo, tenemos
miedo de no ser buenos esposos o buenos padres, tenemos miedo de que nuestros pecados
sean descubiertos, tenemos miedo a que alguien se vengue con nosotros por algo que le
hicimos, etc.

Lo cierto es que mientras no aplicamos nuestro entendimiento bíblico a nuestras vidas. La


ansiedad nos controla y el enemigo aprovecha esta situación para que no avancemos hacia
una vida victoriosa y fructífera en Cristo.

II. PARA VENCER LA ANSIEDAD NECESITAMOS APROPIARNOS DE LA


CONFIANZA EN QUE DIOS NOS AMA Y TIENE CUIDADO DE
NOSOTROS (Dt

Volvamos a nuestro pasaje.

14:13 Y Moisés dijo al pueblo: No temáis; estad firmes, y ved la salvación que Jehová hará hoy con vosotros;
porque los egipcios que hoy habéis visto, nunca más para siempre los veréis.
14:14 Jehová peleará por vosotros, y vosotros estaréis tranquilos.
14:15 Entonces Jehová dijo a Moisés: ¿Por qué clamas a mí? Di a los hijos de Israel que marchen.
14:16 Y tú alza tu vara, y extiende tu mano sobre el mar, y divídelo, y entren los hijos de Israel por en medio
del mar, en seco.
14:21 Y extendió Moisés su mano sobre el mar, e hizo Jehová que el mar se retirase por recio viento oriental
toda aquella noche; y volvió el mar en seco, y las aguas quedaron divididas.
14:22 Entonces los hijos de Israel entraron por en medio del mar, en seco, teniendo las aguas como muro a su
derecha y a su izquierda.
14:23 Y siguiéndolos los egipcios, entraron tras ellos hasta la mitad del mar, toda la caballería de Faraón, sus
carros y su gente de a caballo.
14:24 Aconteció a la vigilia de la mañana, que Jehová miró el campamento de los egipcios desde la columna
de fuego y nube, y trastornó el campamento de los egipcios,
14:25 y quitó las ruedas de sus carros, y los trastornó gravemente. Entonces los egipcios dijeron: Huyamos de
delante de Israel, porque Jehová pelea por ellos contra los egipcios.
14:26 Y Jehová dijo a Moisés: Extiende tu mano sobre el mar, para que las aguas vuelvan sobre los egipcios,
sobre sus carros, y sobre su caballería.
14:27 Entonces Moisés extendió su mano sobre el mar, y cuando amanecía, el mar se volvió en toda su
fuerza, y los egipcios al huir se encontraban con el mar; y Jehová derribó a los egipcios en medio del mar.
(Ex. 14:13-16, 21-27)

En este pasaje vemos la liberación de Dios. Esto es lo que los israelitas no sabían. Este
despliegue de poder Dios lo había preparado para que su pueblo tuviera un encuentro con
su Dios, que su pueblo conociera quién es su Dios. Aquí pareciera que hay un mensaje de
Dios para su pueblo:
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“SI HAY NECESIDAD DE ABRIR EL OCEANO PARA LOGRAR MIS


PROPOSITOS DE MISERICORDIA Y DE JUSTICIA, YO LO HARE Y ME VOY A
ENCARGAR DE QUE TU ESTES ALLI PARA QUE LO VEAS”.

Hay tres verdades que debemos afianzar en nuestras vidas este día:

(1) Dios tiene control de todas las cosas porque es TODOPODEROSO


(2) Dios tiene cuidado de nosotros porque NOS AMA.
(3) Dios tiene hará que todo obre para bien porque es JUSTO.

Veamos algunas porciones que nos confirman estas verdades:

Deuteronomio
7:17 Si dijeres en tu corazón: Estas naciones son mucho más numerosas que yo; ¿cómo las podré exterminar?
7:18 no tengas temor de ellas; acuérdate bien de lo que hizo Jehová tu Dios con Faraón y con todo Egipto;
7:19 de las grandes pruebas que vieron tus ojos, y de las señales y milagros, y de la mano poderosa y el brazo
extendido con que Jehová tu Dios te sacó; así hará Jehová tu Dios con todos los pueblos de cuya presencia tú
temieres.
7:20 También enviará Jehová tu Dios avispas sobre ellos, hasta que perezcan los que quedaren y los que se
hubieren escondido de delante de ti.
7:21 No desmayes delante de ellos, porque Jehová tu Dios está en medio de ti, Dios grande y temible.

Isaias
43:1 Ahora, así dice Jehová, Creador tuyo, oh Jacob, y Formador tuyo, oh Israel: No temas,
porque yo te redimí; te puse nombre, mío eres tú.
43:2 Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo; y si por los ríos, no te anegarán.
Cuando pases por el fuego, no te quemarás, ni la llama arderá en ti.
43:3 Porque yo Jehová, Dios tuyo, el Santo de Israel, soy tu Salvador; a Egipto he dado por
tu rescate, a Etiopía y a Seba por ti.
43:4 Porque a mis ojos fuiste de gran estima, fuiste honorable, y yo te amé; daré, pues,
hombres por ti, y naciones por tu vida.

Mateo
6:26 Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y vuestro
Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas?
6:31 No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos?
6:32 Porque los gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que
tenéis necesidad de todas estas cosas.
6:33 Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán
añadidas.
6:34 Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán.
Basta a cada día su propio mal.

¿Qué aprendemos de estas verdades? El Señor NO nos está enseñando que no tendremos
preocupaciones. Tampoco nos dice que ya no vendrán problemas. Por el contrario, sabemos
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que los problemas son una realidad y que ahora que caminamos con Jesús, nuestro enemigo
tratará por todos los medios de apartarnos del Señor.

La enseñanza bíblica es que Dios tiene todo el control, que nos ama y que hará que todas
las cosas obren para nuestro bien.

La porción que encontramos en Mateo nos permite ver dos cosas:

(a) Jesús va a la médula de nuestras mayores preocupaciones: la comida y el vestido. El


afirma los cuidados del Padre en lo que más nos preocupa.
(b) Dice que por nosotros tenemos una participación muy importante: buscar el reino de
Dios y su justicia. Dios está requiriendo nuestro protagonismo, que nos enfoquemos
en Él y en sus propósitos.

III. ENFRENTANDO LAS PREOCUPACIONES COMO DIOS MANDA (Fil 4:6-


9).

Permítame decirle que la preocupación no se va a terminar con sólo el hecho de que alguien
nos diga que no nos preocupemos. Hay problemas por los que nos venimos preocupando
desde hace mucho tiempo, así como han venido formándose con el tiempo, así
necesitaremos tiempo para superarlas. Pero le doy mi palabra que si seguimos las
instrucciones de la Palabra de Dios, superaremos nuestras ansiedades.

Hagámonos esta pregunta ¿cómo funciona una persona que está venciendo las ansiedades y
preocupaciones? Estos pasos requieren fe, hacerlos mecánicamente no funcionan, hay que
creerle a Dios; veamos:

(a) Está orando continuamente.

Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con
acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y
vuestros pensamientos en Cristo Jesús. (Fil 4:6-7).

Se trata de una persona que está aprendiendo a orar, sabe que a veces Dios ha dispuesto
hacernos pasar por una prueba ¿acaso podremos convencer a Dios que ya no pasemos por
ella? Dios no cambiará, nadie hará que Dios cambie sus pensamientos. He aquí la
respuesta: hay que orar pidiendo instrucciones al Señor ¿qué haremos? Hay que pedirle
discernimiento: ¿cuál es el verdadero problema o la causa de mi preocupación?

(b) Está alimentando su mente con cosas buenas:

Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable,
todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad. (Fil 4:8)
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Esto significa que esta persona ha empezado a filtrar lo que oye: hay personas que sólo
hablan cosas negativas como chismes, nos traen sus decepciones, depresiones, pleitos
familiares. Esta persona sabe que hoy por hoy necesita recuperarse, por eso busca hacer
relaciones que alimenten su forma de pensar, lee su Biblia constantemente, oye Palabra de
Dios.

(c) Presta atención a la voz del Señor y le obedece

Lo que aprendisteis y recibisteis y oísteis y visteis en mí, esto haced; y el Dios de paz estará con vosotros (Fil
4:9)

La persona que está superando la ansiedad está comenzando a ser atenta a todo lo que
puede aprender y piensa de qué maneras puede aplicarlo en su vida. La predicación de la
Palabra de Dios es de especial interés, presta atención, toma notas y reflexiona acerca de lo
que el Señor le dice. Le cree al Señor y se enfoca en practicar las instrucciones de Dios.
Así, los recursos inagotables de Dios y sus instrucciones van sustituyendo los pensamientos
de fracaso y preocupación en su vida.

CONCLUSION:

[Ilustración:] Había un granjero que le gustaban las carreras de caballos. Un día compró un
caballo de carreras y lo llevó a su granja. Lo cuidaba, lo bañaba y lo acariciaba todos los
días; pero no lo ponía a hacer fuerzas. A su vez, tenía una mula. A esta le tocaba hacer
todos los trabajos de la agricultura y todas las labores de carga.

Cuando finalmente llegó el día de la carrera, el caballo de carreras estaba todo flácido, débil
y con varias libras de más. La falta de entrenamiento y trabajo lo habían debilitado y no
servía para la carrera. ¿Adivinen a cuál animal tuvo que llevar a la carrera? Correcto, a la
mula. Pero como ya sabemos, la mula no es un animal de velocidad sino para carga, no
pudo ganar la carrera.

Algo parecido nos ocurre en nuestra vida, los músculos de nuestra fe y nuestra confianza en
Dios no los hemos fortalecido y por eso tenemos que luchar con “la mula” de nuestras
fuerzas. Como resultado, fracasamos y vivimos en una situación de constante ansiedad.
Ahora hemos aprendido que eso puede cambiar si sustituimos nuestra preocupación por la
confianza firme en nuestro Dios que nos ama y que tiene cuidado de nosotros.

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