TODOS SOMOS LLAMADOS POR DIOS PARA ALGO"

MARCOS 6:1-6 ISAIAS 6:1-8 MARCOS 1:16-20

ROMANOS 1:1

Jesús no era acogido, sino rechazado por los hombres y mujeres de

su pueblo de Nazaret. Qué bien expresó este hecho Juan cuando
escribe en el prólogo de su Evangelio: "vino a los suyos y los suyos no
le recibieron".

Dios elige y llama a los que verdaderamente van a ser "SUYOS": a

Pedro, a Santiago, a Juan; a Pablo a Isaías. Estos sí que le van a
seguir y nunca le van a rechazar. Nosotros debemos escoger si nos
colocamos entre la gente de Nazareth que lo rechaza o entre sus
discípulos que seguirán el llamado de Dios.

LA DIFICIL VOCACION DEL LLAMADO:

EL LLAMADO DE ISAÍAS: Dios selecciona a este israelita que tiene la
gran experiencia de la transcendencia de Dios: El Todopoderoso lo
llama, y en la visión del llamado, los ángeles cantan la gloria de Dios.
Sin embargo, Isaías tiene miedo, se reconoce indigno de este llamado
y predilección de Dios, como tantos otros del AT y del N.T. y de
nuestro tiempo. (Pedro se reconoce pecador y Pablo lo mismo).
Y es que la misión que encomienda Dios a los que El llama no suele
ser fácil: el encontrarse con el Dios que te elige para enviarte a un
mundo distraído, hostil y enemigo de la Palabra, enfrascado en el
materialismo y consumismo..., no es fácil la misión, y además todos
nos sentimos pecadores y débiles en el momento que Dios te
encomienda una tarea.
Pero lo interesante es que Isaías responde afirmativamente, a pesar
de sus peros y temores: "Aquí estoy, mándame..."
Y Pedro y los apóstoles: "dejándolo todo le siguieron". Todo esto es un
retrato vivo de tantos y tantos que a lo largo de los siglos han dicho y
siguen diciendo SI a Dios para participar con El en la salvación de la
humanidad.
Retrato vivo de los auténticos seguidores del Señor a pesar de las
dificultades, temores, tentaciones y problemas siempre dirán a Dios
que sí.

PARA QUE LLAMA EL SEÑOR:

A Isaías lo llama el Señor y lo manda para hablar en su nombre:"¿A
quién mandaré? dice el Señor ¿Quién irá por mí?. La misión profética
de Isaías será denunciar las culpas individuales y sociales de Israel
para que se convierta y cambie, es decir, su misión será, sobre todo,
anunciar la salvación.
A Pedro, el Señor lo llama para "Ser Pescador de hombres". Esta
expresión tiene un sentido simbólico, pero muy real, para la gente de
entonces: el mar era el símbolo del caos, del sumergirse en el mal; por
tanto, "ser pescador de hombres" significa una vocación de salvar del
mal de liberar del caos, del pecado, es decir, era la misma misión de
Jesús.
Y a Pablo lo llama para ser predicador infatigable de la verdad,
creando esas nuevas comunidades cristianas donde se viva el amor y
la salvación.

A NOSOTROS, después de siglos, también nos sigue llamando el

Señor hoy, y nos dice los mismo: tu trabajo en este mundo está en
todo lo que significa ayudar al hombre a salir del mal que lo ahoga:
materialismo, egoísmo, guerras, corrupción.
Todos, como Pedro, aunque seamos pecadores podemos y debemos
seguir a Cristo para continuar su obra salvadora en este mundo...! a
eso nos llama. Y esto es lo que proclamamos y celebramos hoy en
cada servicio, que Dios es Santo y quiere que todos participemos de
su vida santa.

DIOS SIGUE LLAMANDO A TODOS:

El llamado de Dios, la vocación, no es privilegio de algunos miembros
de la comunidad cristiana..., (A algunos sí les encomienda una misión
específica), pero la vocación de seguir a Cristo, de vivir el amor y la
santidad, de seguir su tarea salvadora es tarea de todo aquel que es
llamado; pues a eso somos todos llamados y elegidos en el día de
nuestro Bautismo.
Dios llama al hombre no por los méritos que este tenga, sino por su
amor y por pura gratitud...! "Yo os elegí a vosotros, no me elegisteis
vosotros a mí". No es un llamado vacío de Dios, sino un llamado para
algo que tiene relación con el plan divino de salvación sobre la
humanidad.
El que sigue a Jesucristo ha de poner el plan divino de salvación por
encima de cualquier otro plan particular. Por eso es preciso dejarlo
todo para seguirlo; (como Jesús, Isaías, Pedro, Pablo...). Samuel unge
a Saúl 1ra Samuel 10:1