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Mantenimiento industrial

El mantenimiento industrial es el proceso por el cual se revisan a detalle todas las instalaciones,
maquinaria, equipo y cualquier elemento de un proceso industrial para detectar fallas y mejoras con el
fin de repararlos a tiempo. La importancia del mantenimiento industrial es primordial, ya que hay vidas
que dependen del buen funcionamiento del equipo, sin mencionar los procesos y el costo que puede
representar una falla en el mismo.

Para definir qué es mantenimiento industrial es necesario dividirlo en cuatro tipos, que dependen de la
etapa en que se realiza y las actividades que se deben llevar a cabo durante el mismo.

Los objetivo del mantenimiento

El objetivo fundamental de mantenimiento no es, contrariamente a lo que se cree y se practica en


muchos departamentos de mantenimiento, reparar urgentemente las averías que surjan. El
departamento de mantenimiento de una industria tiene cuatro objetivos que deben marcan y dirigir su
trabajo:

Cumplir un valor determinado de disponibilidad.

Cumplir un valor determinado de fiabilidad.

Asegurar una larga vida útil de la instalación en su conjunto, al menos acorde con el plazo de
amortización de la planta.

Conseguir todo ello ajustándose a un presupuesto dado, normalmente el presupuesto óptimo de


mantenimiento para esa instalación.

Misión del mantenimiento

El objetivo fundamental de mantenimiento no es, contrariamente a lo que se cree y se practica en


muchos departamentos de mantenimiento, reparar urgentemente las averías que surjan. El
departamento de mantenimiento de una industria tiene cuatro objetivos que deben marcan y dirigir su
trabajo:

Cumplir un valor determinado de disponibilidad.

Cumplir un valor determinado de fiabilidad.

Asegurar una larga vida útil de la instalación en su conjunto, al menos acorde con el plazo de
amortización de la planta.

Conseguir todo ello ajustándose a un presupuesto dado, normalmente el presupuesto óptimo de


mantenimiento para esa instalación.

Tipos de mantenimiento

Tradicionalmente, se han distinguido 5 tipos de mantenimiento, que se diferencian entre sí por el


carácter de las tareas que incluyen:
Mantenimiento Correctivo: Es el conjunto de tareas destinadas a corregir los defectos que se van
presentando en los distintos equipos y que son comunicados al departamento de mantenimiento por los
usuarios de los mismos.

Mantenimiento Preventivo: Es el mantenimiento que tiene por misión mantener un nivel de servicio
determinado en los equipos, programando las intervencions de sus puntos vulnerables en el momento
más oportuno. Suele tener un carácter sistemático, es decir, se interviene aunque el equipo no haya
dado ningún síntoma de tener un problema. 

Mantenimiento Predictivo: Es el que persigue conocer e informar permanentemente del estado y


operatividad de las instalaciones mediante el conocimiento de los valores de determinadas variables,
representativas de tal estado y operatividad. Para aplicar este mantenimiento, es necesario identificar
variables físicas (temperatura, vibración, consumo de energía, etc.) cuya variación sea indicativa de
problemas que puedan estar apareciendo en el equipo. Es el tipo de mantenimiento más tecnológico,
pues requiere de medios técnicos avanzados, y en ocasiones, de fuertes conocimientos matemáticos,
físicos y/o técnicos.

Mantenimiento Cero Horas (Overhaul): Es el conjunto de tareas cuyo objetivo es revisar los equipos a
intervalos programados bien antes de que aparezca ningún fallo, bien cuando la fiabilidad del equipo ha
disminuido apreciablemente de manera que resulta arriesgado hacer previsiones sobre su capacidad
productiva. Dicha revisión consiste en dejar el equipo a Cero hora de funcionamiento, es decir, como si
el equipo fuera nuevo. En estas revisiones se sustituyen o se reparan todos los elementos sometidos a
desgaste. Se pretende asegurar, con gran probabilidad un tiempo de buen funcionamiento fijado de
antemano.

Mantenimiento En Uso: es el mantenimiento básico de un equipo realizado por los usuarios del mismo.
Consiste en una serie de tareas elementales (tomas de datos, inspecciones visuales, limpieza,
lubricación, reapriete de tornillos) para las que no es necesario una gran formación, sino tal solo un
entrenamiento breve. Este tipo de mantenimiento es la base del TPM (Total Productive Maintenance,
Mantenimiento Productivo Total).

Modelo de mantenimiento

Cada uno de los modelos que se exponen a continuación incluyen varios de los tipos anteriores de
mantenimiento, en la proporción que se indica. Además, todos ellos incluyen dos actividades:
inspecciones visuales y lubricación. Esto es así porque está demostrado que la realización de estas dos
tareas en cualquier equipo es rentable. Incluso en el modelo más sencillo (Modelo Correctivo), en el que
prácticamente abandonamos el equipo a su suerte y no nos ocupamos de él hasta que no se produce
una avería, es conveniente observarlo al menos una vez al mes, y lubricarlo con productos adecuados a
sus características. Las inspecciones visuales prácticamente no cuestan dinero (estas inspecciones
estarán incluidas en unas gamas en las que tendremos que observar otros equipos cercanos, por lo que
no significará que tengamos que destinar recursos expresamente para esa función). Esta inspección nos
permitirá detectar averías de manera precoz, y su resolución generalmente será más barata cuanto
antes detectemos el problema. La lubricación siempre es rentable. Aunque sí representa un coste
(lubricante y la mano de obra de aplicarlo), en general es tan bajo que está sobradamente justificado, ya
que una avería por una falta de lubricación implicará siempre un gasto mayor que la aplicación del
lubricante correspondiente.

Hecha esta puntualización, podemos definir ya los diversos modelos de mantenimiento posibles.

A. Modelo Correctivo

Este modelo es el más básico, e incluye, además de las inspecciones visuales y la lubricación
mencionadas anteriormente, la reparación de averías que surjan. Es aplicable, como veremos, a equipos
con el más bajo nivel de criticidad, cuyas averías no suponen ningún problema, ni económico ni técnico.
En este tipo de equipos no es rentable dedicar mayores recursos ni esfuerzos.

B. Modelo Condicional

Incluye las actividades del modelo anterior, y, además, la realización de una serie de pruebas o ensayos,
que condicionarán una actuación posterior. Si tras las pruebas descubrimos una anomalía,
programaremos una intervención; si, por el contrario, todo es correcto, no actuaremos sobre el equipo.

Este modelo de mantenimiento es válido en aquellos equipos de poco uso, o equipos que a pesar de ser
importantes en el sistema productivo su probabilidad de fallo es baja.

C. Modelo Sistemático

Este modelo incluye un conjunto de tareas que realizaremos sin importarnos cuál es la condición del
equipo; realizaremos, además, algunas mediciones y pruebas para decidir si realizamos otras tareas de
mayor envergadura; y por último, resolveremos las averías que surjan. Es un modelo de gran aplicación
en equipos de disponibilidad media, de cierta importancia en el sistema productivo y cuyas averías
causan algunos trastornos. Es importante señalar que un equipo sujeto a un modelo de mantenimiento
sistemático no tiene por qué tener todas sus tareas con una periodicidad fija. Simplemente, un equipo
con este modelo de mantenimiento puede tener tareas sistemáticas, que se realicen sin importar el
tiempo que lleva funcionando o el estado de los elementos sobre los que se trabaja. Es la principal
diferencia con los dos modelos anteriores, en los que para realizar una tarea debe presentarse algún
síntoma de fallo.

Un ejemplo de equipo sujeto a este modelo de mantenimiento es un reactor discontinuo, en el que las
materias que deben reaccionar se introducen de una sola vez, tiene lugar la reacción, y posteriormente
se extrae el producto de la reacción, antes de realizar una nueva carga. Independientemente de que
este reactor esté duplicado o no, cuando está en operación debe ser fiable, por lo que se justifica
realizar una serie de tareas con independencia de que hayan presentado algún síntoma de fallo.

Otros ejemplos:

 El tren de aterrizaje de un avión

 El motor de un avión

D. Modelo de Mantenimiento de Alta Disponibilidad


Es el modelo más exigente y exhaustivo de todos. Se aplica en aquellos equipos que bajo ningún
concepto pueden sufrir una avería o un mal funcionamiento. Son equipos a los que se exige, además,
unos niveles de disponibilidad altísimos, por encima del 90%. La razón de un nivel tan alto de
disponibilidad es en general el alto coste en producción que tiene una avería. Con una exigencia tan alta,
no hay tiempo para el mantenimiento que requiera parada del equipo (correctivo, preventivo
sistemático). Para mantener estos equipos es necesario emplear técnicas de mantenimiento predictivo,
que nos permitan conocer el estado del equipo con él en marcha, y a paradas programadas, que
supondrán una revisión general completa, con una frecuencia generalmente anual o superior. En esta
revisión se sustituyen, en general, todas aquellas piezas sometidas a desgaste o con probabilidad de
fallo a lo largo del año (piezas con una vida inferior a dos años). Estas revisiones se preparan con gran
antelación, y no tiene porqué ser exactamente iguales año tras año.

Como quiera que en este modelo no se incluye el mantenimiento correctivo, es decir, el objetivo que se
busca en este equipo es CERO AVERÍAS, en general no hay tiempo para subsanar convenientemente las
incidencias que ocurren, siendo conveniente en muchos casos realizar reparaciones rápidas
provisionales que permitan mantener el equipo en marcha hasta la próxima revisión general. Por tanto,
la Puesta a Cero anual debe incluir la resolución de todas aquellas reparaciones provisionales que hayan
tenido que efectuarse a lo largo del año.

Algunos ejemplos de este modelo de mantenimiento pueden ser los siguientes:

 Turbinas de producción de energía eléctrica.

 Hornos de elevada temperatura, en los que una intervención supone enfriar y volver a calentar
el horno, con el consiguiente gasto energético y con las pérdidas de producción que trae
asociado.

 Equipos rotativos que trabajan de forma continua.

 Depósitos reactores o tanques de reacción no duplicados, que sean la base de la producción y


que deban mantenerse en funcionamiento el máximo número de horas posible.

Planificación del mantenimiento

Un plan de mantenimiento industrial es el conjunto de tareas programadas a lo largo del tiempo que se
deben realizar sobre sistemas o equipos para disminuir el riesgo de daño o pérdidas. El plan de
mantenimiento plasma el modelo de gestión de la empresa y determina los recursos que se invierten en
mantenimiento. Su importancia es básica para mejorar la eficacia en la industria.

Con un plan de mantenimiento y establecer cómo se van a medir esos objetivos en un futuro, para así
medir también la eficacia del plan. Estos son algunos posibles objetivos:

– Reducir número y coste de las averías. 

 – Aumentar el tiempo de operatividad de las máquinas. 

 – Mejorar la eficacia de los recursos humanos disponibles. 

– Disminuir el stock parado


– Evitar sanciones legales

– Reducir el número de accidentes laborales

Análisis de fallas

El análisis de falla es una metodología que busca mediante el estudio de materiales y análisis de
condiciones operacionales, identificar mecanismos de daño que permitan establecer las causas que
generan la pérdida de la función de un componente o sistema.

Objetivos

 Identificar la causa raíz del problema.

 Generar las acciones de mitigación para reducir costos por falla de calidad.

 Aumentar la disponibilidad de los equipos.

 Disminuir los tiempos de reparación.

 Evaluar y simular daños en la pieza.

 Caracterizar mecánicamente la pieza fallada.

 Definir los planes de mantenimiento e inspección para evitar que la falla vuelva a ocurrir.

Importancia del mantenimiento

El objetivo principal del mantenimiento es garantizar que todos los equipos necesarios para producción
funcionen al 100% de eficiencia en todo momento. Esto, mediante inspecciones, limpieza, lubricación y
realización de pequeños ajustes. Los cuales se pueden detectar y corregir antes de que se conviertan en
un problema mayor y detengan la línea de producción. Entonces, un buen programa de mantenimiento
requiere la participación y el apoyo de toda la empresa, desde el más alto ejecutivo hasta el personal del
taller.

Tipos de lubricante y su función

La tribología se ocupa de la descripción científica de la fricción, desgaste y lubricación, así como del
desarrollo de tecnologías para la optimización de los procesos de fricción.

Se distingue entre efectos “tribomecánicos” y efectos “triboquímicos”.

Aceites
Los aceites ceden bien el calor del punto de lubricación. Además, presentan una excelente cobertura y
capacidad de fluencia. Por ello se utiliza a menudo una lubricación con aceite a altas temperaturas o
revoluciones.

Grasas

Las grasas constan de un aceite base ligado por un espesante (jabón). De esta forma, el lubricante
permanece en el punto de lubricación. En este punto garantiza una protección duradera contra la
fricción y el desgaste y sella el punto de lubricación contra influencias externas como la humedad o las
sustancias extrañas.

Pastas

La composición de pastas equivale básicamente a la de las grasas. Sin embargo, la proporción de


lubricantes sólidos es sensiblemente mayor. De esta forma se garantiza una mayor acción lubricante, de
desmoldeo y de protección contra la corrosión, incluso en condiciones extremas de temperatura y
presión y en ambientes agresivos.

Lubricantes secos

Los lubricantes secos pueden clasificarse en lubricantes sólidos en polvo, películas deslizantes
semejantes a cera y lacas lubricantes con cuerpos sólidos.

Protección anticorrosión

Protección anticorrosión para la conservación segura durante el almacenamiento y el transporte

Productos de mantenimiento

Productos para el mantenimiento continuado

La fricción, fuerza de roce o fuerza de rozamiento es una fuerza existente entre dos superficies que se
encuentren en contacto, y que se opone al movimiento, o sea, tiene dirección contraria al movimiento.
Esta fuerza puede ser de dos tipos: estática (cuando se opone al inicio de un deslizamiento) o dinámica
(cuando se opone al movimiento relativo).

La fuerza de fricción no es una de las fuerzas fundamentales del universo, como lo es la gravedad, sino
que se debe a la compleja interacción entre la superficie de dos objetos en contacto físico.
Generalmente se habla de fricción para objetos sólidos, pero también existe fricción en los líquidos: el
efecto de la fricción entre las capas de una sustancia líquida define su viscosidad.

Para poner en movimiento un objeto en reposo, la fuerza que lo empuja a moverse debe vencer
justamente la resistencia ejercida por la fricción, que es mayor entre superficies rugosas e irregulares
que en superficies lisas y pulidas.

Por otro lado, si se empuja a un objeto que está en contacto con una superficie, por ejemplo, con una
mesa, y como resultado comienza a moverse en la dirección del empujón, su velocidad irá en
disminución a medida que la fuerza de roce que la mesa ejerce sobre él, venza a la del empujón inicial.
Esta fuerza de rozamiento depende de la masa de los cuerpos, de manera que los objetos más pesados
muestran mayor roce que los livianos.
La fricción, además, tiene un efecto en las superficies en contacto. A menudo es imperceptible, sin
embargo la energía cinética que se pierde por el rozamiento se transforma en calor, es decir las
superficies se calientan por el roce. Incluso ambas pueden sufrir un desgaste.

Causas de la fricción

La fricción puede deberse, en primer lugar, a micro imperfecciones entre las superficies en contacto,
que dificultan el deslizamiento de una sobre la otra, incluso si en apariencia no pueden percibirse. Esta
es la razón de que algunas superficies tengan más fricción que otras.

Así, la fricción puede reducirse mecánicamente, añadiendo lubricantes, por ejemplo, o puede


aumentarse, degenerando las superficies de alguna manera.

Efecto dela lubricación

En los últimos años, la lubricación ocupa el centro de las investigaciones que buscan soluciones a los
diferentes problemas que plantea la industria. ¿El motivo? Las funciones que cumplen los aceites y
grasas:

 Reducen la fricción y el rozamiento entre las piezas.

 Son muy importantes para la estrategia de mantenimiento de la maquinaria.

 Actúan como refrigerantes, dado absorben el calor de las piezas.

 Evitan, en la medida de lo posible, el deterioro prematuro de las piezas.

Que es la lubricación

Lubricación es el acto y la consecuencia de lubricar. Este verbo (lubricar), por su parte, hace referencia


a la aplicación de una sustancia para minimizar la fricción que se produce cuando distintos elementos
entran en contacto.

La importancia de la lubricación

La lubricación es muy importante en el terreno de la mecánica. Cuando hay dos piezas móviles, el uso de
un lubricante facilita el movimiento del engranaje y reduce el deterioro.

El lubricante no debe degradarse y tiene que contar con resistencia a la presión y a las altas
temperaturas.

Funciones de los lubricantes

Los de lubricantes o aceites pueden tener distintas funciones que van enfocados a mantener la
adecuada tracción del motor por más tiempo, mientras que los de combustión se encargan de limpiar
inyectores, elevar el octanaje y purificar la gasolina o el diésel.
Los de lubricantes o aceites para motores pueden tener distintas funciones que van enfocados a
mantener la adecuada tracción del motor por más tiempo, mientras que los de combustión se encargan
de limpiar inyectores, elevar el octanaje y purificar la gasolina o el diésel.

Existen aditivos para motores con diversas funciones:

Funciones antioxidantes:

Los aditivos antioxidantes están especialmente creados para retardar el desgaste de las piezas ferrosas o
ferromagnéticas, por consecuencia del contacto con aquellos agentes químicos que provocan
herrumbre.

Funciones anticorrosivas:

Las piezas metálicas en contacto con diversos componentes químicos y el agua, se corroen y pierden
fuerza dentro del sistema.

Los aditivos anticorrosivos impiden la erosión mediante al menos dos mecanismos de funcionamiento:

         ● En el primero se instala sobre la superficie del motor como una especie de capa protectora, para
evitar que los contaminantes o agentes agresores, la toquen. 

         ● En el segundo envuelve o cubre al agua, para evitar que toquen el sistema. Están dirigidos a
piezas no ferrosas, es decir metales amarillos o metales blandos. 

Funciones antiespumantes:  Los aceites contaminados forman espumas o burbujas llenas de oxígeno,
que son un eficiente aislante térmico por lo que disminuye la posibilidad de controlar la temperatura del
lubricante y afecta de manera significativa el sistema mecánico.  Estas funciones inhiben la formación de
dichas burbujas, ya que las debilita hasta reventarlas, lo que mejora la calidad del fluido. Están
generalmente compuestos por silicio. 

Funciones detergentes:  Estos están orientados a mejorar la combustión a través de la limpieza de los
conductos y fluidos que contribuyen a esta importante función, así como a disminuir la emisión de humo
por parte del motor.  Trabaja sobre las partículas más pequeñas que son producto de la oxidación del
aceite. Algunos aceites para motor del mercado, ya cuentan con este importante aditivo. 

Funciones dispersantes:

Encargados de desactivar las funciones perjudiciales de los contaminantes, mientras ofrecen mayor
control sobre la formación de lodo y conglomerados de partículas de hollín.

Se diferencian de los detergentes, porque trabajan sobre las partículas más grandes y pesadas que
corroen las piezas.

Este aditivo lo que hace es que envuelve con carbono a las partículas de hollín, de tal forma que impidan
su aglomerado dentro de los ductos de la maquinaria.

Funciones antidesgaste:
Disminuyen el desgaste de piezas al proporcionar una capa adicional de lubricante para que se produzca
el movimiento o engranaje con la fricción justa para mantener en alto el desempeño del vehículo en
plena producción.

Funciones espesantes:

Contienen elementos que solidifican el aceite y lo retienen, hasta que sea necesaria su distribución por
los sistemas mecánicos del vehículo.

Funciones diluyentes:

Algunas condiciones ambientales como las bajas temperaturas, dificultan la fluidez de los aceites por el
sistema. Los aditivos diluyentes bajan los tonos de viscosidad, de tal manera que el motor cuente con la
adecuada lubricación desde el momento del encendido.

Elemento básico que requiera lubricante

Por complicada que parezca una máquina, los elementos básicos que requieren lubricación son:

1. Cojinetes simples y antifricción, guías, levas, etc.


2. Engranajes rectos, helicoidales, sin fin, etc., que puedan estar descubiertos o cerrados.
3. Cilindros como los de los compresores, bombas y motores de combustión interna.
4. Cadenas, acoples flexibles y cables.

Función de un lubricante

Los lubricantes son materiales puestos en medio de partes en movimiento con el propósito de brindar
enfriamiento (transferencia de calor), reducir la fricción, limpiar los componentes, sellar el espacio entre
los componentes, aislar contaminantes y mejorar la eficiencia de operación. Por ejemplo, los lubricantes
desempeñan también la función de "selladores" ya que todas las superficies metálicas son irregulares
(vistas bajo microscopio se ven llenas de poros y ralladuras.

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