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EVACÚA TRASLADO.

S. J. L. CIVIL (20°)

CRISTIÁN CONTRERAS LOYOLA, por el

ejecutante, en los autos caratulados “BANCO DE CHILE con ZAMBELLI

VÁSQUEZ”, Rol N° 18.124-2006, a SS. con respeto digo:

Estando dentro del término legal, y de conformidad a lo dispuesto en

el artículo 466 del Código de Procedimiento Civil, vengo en evacuar el

traslado conferido por SS. respecto de las excepciones interpuestas por el

ejecutado:

I.- En lo que se refiere a la excepción del N° 7 del Código de

Procedimiento Civil esto es “La falta de alguno de los requisitos o

condiciones establecidos por las leyes para que dicho título tenga

fuerza ejecutiva, sea absolutamente, sea con relación al demandado:

1.- El ejecutado señala de manera temeraria y sin disponer de

antecedente alguno que justifique sus dichos que el pagaré que sirve de

título a la ejecución no ha pagado los tributos que lo gravan, sin embargo

ello es falso y sólo se puede justificar en la falta de conocimiento sobre esta

materia y las disposiciones especiales que la rigen, al efecto cabe indicar lo

siguiente:

a) El artículo 26, inciso 2º de la ley de Timbres y Estampillas dispone

que ”Lo dispuesto en el presente articulo no será aplicable respecto de

los documentos, cuyo impuesto se paga por ingresos en dineros en

tesorería y que cumplan con lo requisitos que establece esta ley y el

servicio de impuestos internos”. Según la jurisprudencia expedida


sobre esta materia, basta que se estampe en el documento la leyenda que

exprese que el impuesto se paga en Tesorería para que se entienda que

tiene mérito ejecutivo, aplicando en forma armónica las disposiciones

contenidas en los artículos 15 Nº3, 17 Nº1 y 26 del D.L. Nº3.475, en

relación con las circulares 72 de octubre de 1990, 92 y 121 de 1974 del

Servicio de Impuestos Internos”.

Es del caso señalar a S.S., que el pagaré que sirve de fundamento a

esta demanda ejecutiva señala en su borde inferior lo siguiente: “El

impuesto de Timbres y Estampillas que grava a este documento se

paga por ingresos mensuales de dinero en Tesorería, según D.L. 3.475.

art. 15 Nº2.”, ante ello el pagaré acompañado sí tiene la calidad de título

ejecutivo.

Las referidas circulares del Servicio de Impuestos Internos obligan a

los bancos a llevar libros especiales respecto de los documentos que

emitan, en los que debe dejarse constancia, entre otros datos, de la tasa

del impuesto y del monto del mismo y ello no obsta al mérito ejecutivo

del documento, que lo tiene por la sola situación especial que le reconoce

el artículo 26, inciso 2º D.L. Nº3.475, desprendiéndose que los

documentos aludidos por las circulares han sido requeridos para el

cumplimiento del control y fiscalización por parte del Servicio de

Impuestos Internos”. (Excelentísima Corte Suprema en fallo sobre Recurso

de Queja que dejo sin efecto la sentencia dictada en el juicio “BANCO DE

CHILE con SUCESION ETRIT SALINAS). (Corte Suprema 28/04/1993,

Revista de Derecho y Jurisprudencia, Tomo XC Nº1, sec. 1ª, 2ª parte,

pag.49).
b) A mayor abundamiento la disposición citada, es decir, art. 26 inc.

2º, exime a los bancos de la obligación de acreditar el pago del impuesto,

bastando, conforme a la circular Nº72 de Octubre de 1980 del Servicio de

Impuestos Internos, que reiterando las exigencias contenidas por las

circulares Nº 92 y 121 de 1974, de que los documentos emitidos por los

bancos se deje constancia impresa de que el impuesto se paga en Tesorería

conforme al D.L.3.475.-

En el mismo sentido, el oficio Nº 1700, de mayo de 1984, de la

Subdirección de Fiscalización del Servicio de Impuestos Internos relativo a

las circulares antes mencionadas, señala: “Los Bancos se encuentran

liberados de numerar correlativamente, timbrar y registrar en el

Servicio de Impuestos Internos, las letras de cambio y demás

documentos señalados en el Nº 3 del art.1º de la Ley de Timbres y

Estampillas y deberán seguir llevando los libros especiales que establecen

las circulares Nº92 y 121, ambas de 1974, en reemplazo del Libro Auxiliar

de Registro y Control de Letras de cambio y demás documentos aludidos, a

que se refiere el Título II, letra a, de la circular Nº 72 de 1980”. Lo

expuesto, atendido a que el penúltimo párrafo del Título II de la circular

Nº72, precitada, se encuentra plenamente vigente, la cual señala que: “En

reemplazo de las normas de control anteriores, los bancos deberán seguir

cumpliendo las mismas exigencias establecidas en las circulares Nº92 y

N°121 de 1974, en cuanto a efectuar las anotaciones correspondientes en

los Libros especiales allí señalados, sin perjuicio de la identificación del

banco en los documentos afectos al impuesto del cual sea sujeto o primer

responsable”.
c) De lo anterior, no procede sino concluir que los pagarés emitidos

por los bancos, que no están considerados en las normas del inciso 1º del

art.26 del D.L. Nº3.475, solamente deben cumplir con el requisito del

penúltimo inciso del Título II de la circular Nº72, de 1980, para tener

mérito ejecutivo, esto es, su anotación en los libros que se determinan y la

identificación del banco sujeto o primer responsable del impuesto, y

atendida la circunstancia que la fiscalización y control del pago del

impuesto de Timbres está a cargo del Servicio de Impuestos Internos,

según los dispone el art.1º de la Ley Orgánica contenida en el D.F.L. Nº7,

de 1980, debiendo verificar las anotaciones en las letras respectivas y

hacer los reparos de observaciones, cuando sea el caso, no corresponde a

los jueces tal función, respecto a los documentos emitidos por los

bancos, por lo cual, no existiendo constancia en autos de tales reparos al

respecto y cumpliendo, el pagaré que se hace valer en la demanda

ejecutiva, con la obligación de identificar el banco emisor por su nombre y

Rol Único Tributario, deberá concluirse que tal documento tiene mérito

ejecutivo, en virtud de las disposiciones legales y circulares antes citadas.

Esto último en conformidad a lo dispuesto por la Ilustrísima Corte de

Apelaciones de Santiago en fallo que dejo sin efecto la sentencia de

primera instancia dictada en el juicio “BANCO DE SANTIAGO con

SOCIEDAD COMERCIAL VELPI LTDA”. (Corte de Santiago 20/01/1994,

Revista de Derecho y Jurisprudencia, Tomo XCI Nº1, sec. 2, 2ª parte, pag.

7).

En definitiva, la excepción del Nº 7 debe ser rechazada de plano por

carecer de fundamento legal, con costas.


2.- Respecto a lo que la contraria califica como “Inexistencia de

obligación subyacente al título”: Hace la contraria alusión a distintas

argumentaciones en el sentido de que no existe una legítima obligación

debido a que el ejecutado no habría contratado con mi representada en

condiciones de equidad contractual, a que habría suscrito un contrato de

adhesión, a que existiría un presunto enriquecimiento injusto etc.

Pues bien, ninguna de las hipótesis que plantea para fundamentar

su defensa dicen relación con la excepción que ha opuesto.

Los requisitos para que una obligación tenga mérito ejecutivo son el

hecho que sea líquida, actualmente exigible, no se encuentre prescrita; en

el caso de los pagarés, la exigencia se extiende además a que la firma del

suscriptor sea autorizada por Notario. Todos estos requisitos se cumplen a

cabalidad con el instrumento que esta parte ha demandado y ninguno de

ellos es discutido por la contraria en este punto.

Las argumentaciones esgrimidas por la contraria en este punto,

además de carecer de toda base jurídica lógica, atendido lo dispuesto por

el artículo 1545 del Código Civil, NO DICEN RELACIÓN ALGUNA CON LA

EXCEPCIÓN OPUESTA, por lo que deben ser rechazadas de plano debido a

su impertinencia.

3.- Respecto de la pretendida falta de exigibilidad de la pretendida

obligación: La contraria argumenta esta hipótesis en el mandato conferido

por la ejecutada a la suscriptora del pagaré y su presunta extralimitación;

pues bien, estas alegaciones deberá reclamarlas al suscriptor del pagaré,

en un juicio diverso, pero no a mi representado. Además, y más relevante

aún, es que los hechos que describe NO DICEN RELACIÓN CON LA

EXIGIBILIDAD DEL PAGARÉ. En efecto, la exigibilidad dice relación con la


oportunidad del cobro del documento (que no existan plazos o condiciones

pendientes, u otras situaciones análogas); no es el caso del pagaré de

autos, que fue suscrito a la vista con fecha 10 de mayo de 2006, y no

pagado en dicha fecha, incurriendo en mora por tal circunstancia. Así las

cosas, el pagaré es actualmente exigible (lo era también a la fecha de

presentación de la demanda) y todas las argumentaciones de la contraria

al efecto son impertinentes a la excepción que ha opuesto.

II.- En lo que se refiere a la excepción del N° 14 del Código de

Procedimiento Civil esto es “La nulidad de la obligación”, la desglosa

la contraria en dos aspectos:

1.- Nulidad del mandato extendido para la emisión del título: En

realidad la contraria está alegando, por esta vía, en forma improcedente, la

nulidad de un contrato de mandato válidamente celebrado entre las

partes; esta alegación deberá plantearla en el juicio ordinario respectivo al

efecto, pero no procede su discusión en esta instancia ejecutiva; no es

pertinente que SS. se pronuncie sobre la nulidad o validez de un contrato

en este juicio en que se persigue el cumplimiento forzado de una

obligación que consta en un título ejecutivo perfecto, de carácter abstracto

como lo es el instrumento que origina esta ejecución.

2.- Nulidad de la emisión del título: Lo que la contraria describe, no

dice relación con la emisión del título; el título ejecutivo ha sido emitido

cumpliendo con toda la normativa legal y tributaria, en virtud de un

contrato legalmente celebrado por las partes (contrato de apertura) y

habiendo hecho uso la ejecutada de fondos, en virtud de dicho contrato,

que no pagó a mi representada. Lo cierto es que el reclamo de la contraria,

sobre las presuntas cláusulas abusivas y el enorme perjuicio a que alude,


debió plantearlo antes de girar fondos de su tarjeta de crédito que luego no

pagó.

Ambas excepciones deben ser rechazadas, con expresa condena en

costas.

POR TANTO

SOLICITO A SS. tener por evacuado el traslado conferido a esta parte y

rechazar las pretensiones del ejecutado, por ser infundamentadas, y

rechazar las excepciones, con costas.-

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