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RAFAEL SALINAS
EDUCACIÓN Y
DESARROLLO
Ensayo sobre la educación como pilar
Introducción
La educación juega un papel fundamental en nuestra sociedad, ya que es ella la que
capacita y forma profesionales para que, primero, se desenvuelvan en ella y segundo para que
construyan una nueva forma de vida a partir de sus conocimientos, experiencias e ideales.
Por lo tanto, la educación, no es solamente un pilar fundamental para el desarrollo, sino también
para el funcionamiento correcto en general de una sociedad. Puesto que, debido a ella, es que
surgen los verdaderos cambios de una nación, el bienestar y progreso no nacen a través de la
política, ni siquiera de la economía, es la educación la única que puede lograr que una sociedad
crezca y mantenga ese crecimiento, es por ello por lo que se le debe dar mayor importancia en
nuestro día a día y exigir que cada vez vaya siendo más compleja y se invierta mucho más en su
implementación, tanto humana como en infraestructura.
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Desarrollo
Las problemáticas que actualmente experimentan los países latinoamericanos se deben a
los malos enfoques que se le han dado a la educación, uno de ellos es la formación de
profesionales basados en competencias, ya que esto solo ayuda a la inserción de nuevas manos
de trabajo a la sociedad, no genera un cambio de ideas o génesis de nuevos conocimientos, es por
ello por lo que se ha llevado a este tipo de formación a un plano secundario, en el sentido que no
cumple las expectativas más puras de la educación, con base en su definición. Los investigadores
han visto a la formación por competencias como algo meramente requisito de la sociedad, mas
no de la ciencia, algunos expresan que:
«no es una herramienta que permite el crecimiento y desarrollo de las profesiones al auto
limitarlas a la utilización de los saberes y experiencias que han sido exitosas en otros
contextos; esta línea de formación, si bien masifica la transferencia de tecnología y la
socialización de los saberes en las actividades, reduce la productividad científica». (Ossa,
2018, pág. 24).
Siendo así, la educación no es entonces algo que simplemente prepara personas para el
desenvolvimiento laboral, sino el proceso que determina pautas para la correcta administración y
producción del conocimiento científico. En Latinoamérica se han hecho muchos esfuerzos para
elevar los índices de educación de sus pobladores, en el sentido de mejorar tanto la calidad del
sistema educativo como de ampliar las propuestas académicas y sus salidas laborales, sin
embargo, eso no ha sido suficiente para igualar a los países desarrollados, existen países
latinoamericanos que invierten gran porcentaje de su PIB en educación, pero eso en la realidad
no funciona de la mejor forma, ya que aunque se invierta gran porcentaje, debido al PIB total no
es comparable con lo que los países desarrollados hacen, a fin de cuentas no se trata de inversión
equitativa, porque eso ya se hace, se trata de inversión igualitaria, aunque en América Latina eso
es muy difícil. Es justo lo que se puede observar en la gráfica.
(Jiménez, 2017)
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Analizando esto, se puede notar que el hecho de destinar grandes porcentajes del PIB en
los países de América Latina no es garantía de una educación de calidad, ya que el monto real no
es significativo en comparación de los países desarrollados, además que no se pueden otorgar
todos los fondos a la educación, puesto que, existen otras necesidades como en el sector de salud
o trabajo que también son importantes y que de igual forma son generadoras de desarrollo y
bienestar.
Sean públicas o privadas, las Instituciones de Educación Superior (IES) están obligadas a
formar individuos cuyo aporte social se base en el progreso del país y no en el incremento de los
bienes de familias pudientes.
Es importante tener en cuenta que la educación debe ser igualitaria en todos los sectores,
todos los estudiantes merecen el acceso a una educación de calidad que vaya orientada al
desarrollo cognitivo de sus habilidades, sean de carácter privado o público, los centros
educativos tienen la responsabilidad de formar personas que contribuyan al mejoramiento de las
condiciones de la sociedad y que se les otorguen las oportunidades para que se desenvuelvan en
el área política, cultural y laboral. (Valladares, 2019).
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Cabe destacar también, que Honduras no cuenta con un proceso de educación superior
direccionado a la investigación, sino solo al mercado laboral, no existe un ideal de
transformación en la formación académica, algo que es sumamente necesario para guiar e
impulsar el desarrollo y calidad de las instituciones educativas, que se ven sucumbidas ante el
progreso de las otras universidades de Centroamérica. Honduras se queda corto, debido a la poca
variedad de IES y de las carreras a las que se pueden aspirar, lo que afecta directamente a la
formación que la sociedad demanda y a la capacidad que posee cada estudiante con el fin de ser
herramientas humanas de gran necesidad para el desarrollo de la economía, la cultura y la
política de Honduras. (Padilla, 2011).
Se necesita enfocar a la educación como vía para el desarrollo, entender esto como la
instrucción epistemológica, filosófica, ética y científica de un dicente. La escuela no es una
fábrica de trabajadores, es un templo para los pensadores, esto es precisamente el principio que
se ha perdido en la educación, lo cual debe retomarse si se quieren obtener resultados positivos
en el desarrollo de Honduras.
Conclusión
El desarrollo de una sociedad depende muchísimo de la calidad de vida de sus miembros,
de ahí surgen las políticas de educación, salud y trabajo que promueven la dignificación de estos
factores.
La educación, de forma escolástica, es quizá una de las más promueve esto, ya que
intenta forjar un pensamiento crítico en los estudiantes, para que dentro de su vida puedan
desarrollarse no como empleados únicamente, sino como pensadores, como filósofos de la vida,
que no rigen sus ideales por un modelo capitalista o neoliberal. El arte de formar mentes para la
innovación y para el desarrollo debería ser el objetivo principal de la educación. Para que el
progreso sea igualitario y sostenible se necesita de la formación de mentes antes que manos.
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Bibliografía
Jiménez, A. M. (2017). Educación y desarrollo en la sociedad del conocimiento. Perfiles
Educativos, 39(158). https://doi.org/10.22201/iisue.24486167e.2017.158.58635